La nueva ley de marinas lunes, 07 de julio de 2008 Guillermo Quirós Alvarez, Oceanógrafo Físico oceano@racsa.co.cr La apertura de seguros al calor del TLC, la posición estratégica en Mesoamérica, la débil legislación ambiental en áreas costeras, los 1400km de línea de litoral pletórica de bahías y bellas ensenadas; hacen de Costa Rica el lugar ideal para la construcción de marinas. Por ello 22 proyectos hacen cola en el CIMAT-ICT en espera de condiciones aún más blandas para instalarse y finalmente perjudicar 200km de magníficos ecosistemas costeros. Preámbulo Los grandes capitales del norte impulsan el turismo marítimo para los millonarios en la costa oeste y este de América del Norte -por un monto cercano a ¢330.000,000.000-, ansiosos por pasar amplias temporadas al calor del trópico y en ambientes naturales donde la captura deportiva de picudos se torne abundante, tal como ofrecen las más ricas aguas mesoamericanas asociadas al Domo Térmico de Costa Rica. Geográficamente el navegante californiano debe realizar su crucero hacia el sur pasando desde Acapulco hasta Costa Rica, pues los accidentes marinos previos no ofrecen seguridad ni en el sur de México, ni desde Guatemala hasta Nicaragua, donde línea rectas y uno que otro estuario contaminado dominan la morfología costera. Si a lo anterior agregamos que los valiosos yates deben retar una marejada entre 10 y 25 pies de altura al paso por el Tehuantepec o el Papagayo, la solución es simplemente ubicar el valioso haber en Costa Rica y evitarse las dificultades referidas. Por otro lado la apertura comercial en seguros de nuestro país permite a las casas aseguradoras internacionales de yates ofrecer sus pólizas especializadas. Con la gran ventaja de que al ser Costa Rica un país tropical de excepción atmosférica, donde las tormentas tropicales no amenazan valiosos haberes, las primas son una fracción de aquellas que prevalecen en otras latitudes, incluyendo la gran Cuenca del Caribe donde el Calentamiento Global elevó decenas de veces las primas de seguros, sobretodo después de los grandes huracanes del 2005 sobre el Caribe y Golfo de México. Requisitos técnicos La normativa vigente en Costa Rica exige tan solo un mínimo ambiental que raya en lo ridículo. Por otro lado no existe personal técnico que evalúe y de seguimiento a los proyectos y en general, hay una intención manifiesta de vulnerar el ambiente a través de decretos del Poder Ejecutivo, el MINAE y otras instancias gubernamentales encargadas de proteger el patrimonio marítimo de los costarricenses, tal como lo ha señalado la Contraloría General de la República . Un buen diseño debe de tener en cuenta las siguientes variables, mismas que se ignoran en las leyes costarricenses. 1. Patrones de corrientes: los estudios básicos deben incluir un levantamiento por lo menos 1 año de corrientes marinas y oleaje, que permita caracterizar adecuadamente el impacto de la obra, pues siempre se altera el transporte natural de sedimentos, provocando áreas aledañas de erosión y deposición, según la deriva litoral (o corriente pegada al litoral, dependiente de la marea). 2. Propagación del oleaje: una marina puede producir cambios en la propagación del oleaje debido a efectos de reflexión y difracción sobre la estructura, así como cambiar su energía y dirección en las cercanías de la estructura, alterando el patrón de sedimentos. Además las obras de relleno o dragado durante la construcción, alteran el patrón de difracción del oleaje, provocando erosión costera o acumulación de sedimentos en los ecosistemas de los alrededores. 3. Morfología de la costa: es preciso hacer levantamientos batimétricos precisos, dibujando la topografía del fondo marino en un área de unos 10 km a la redonda, de tal forma que se pueda visualizar alteraciones que la marina pueda ocasionar en la geodinámica costera aledaña. 4. Características atmosféricas: es preciso identificar las variaciones estacionales del viento, lluvias y escorrentías aledañas al proyecto a lo largo del año. Solo de esa forma se pueden prever trayectorias de derrames de hidrocarburos durante contingencias, anticipar oleaje severo durante maniobra, estimar efectos adversos en las fases de construcción y operación del proyecto. 5. Distribución y dispersión de contaminantes: con base en la información anterior, se establecen las rutas críticas que han de seguir los potenciales derrames por maniobras irregulares, accidentes u operación del proyecto. 6. Sobre esta información, se proponen los diversos planes de contingencia y los recursos programados para su atención. 7. Tanto durante la fase de construcción como durante la operación, las marinas deben mantener la calidad del medio ambiente, evitar el deterioro estético, resguardar la salud de las comunidades aledañas, no afectar la utilización de los recursos marinos, no alterar cultivos marinos, garantizar la calidad del medio de tal forma que se proteja la flora y la fauna y permitir el desarrollo sustentable de las actividades humanas. 8. Las marinas deben diseñarse de acuerdo a la sensibilidad del litoral aledaño, más que en función del capital presente de los inversionistas. En países de alto control ambiental efectivo, los modelos permitidos son cerrados o semicerrados, de acuerdo al grado de control establecido sobre los efluentes y materiales desprendidos en la fase de construcción, o durante la fase de operación. 9. Los modelos abiertos son aptos para litorales de altas latitudes, donde la variedad de organismos marinos es reducida, o la fragilidad del ecosistema marino es alta. El proyecto de ley No obstante las carencias técnicas aludidas en la normativa vigente, el proyecto de ley manifiesta que: para una correcta regulación de la materia, es indispensable que tanto las obras como las condiciones particulares de determinadas zonas, no se vean limitadas con la actual normativa. Lo cual demuestra que no existe en los proponentes ninguna preocupación por los ecosistemas marinos y por el contrario, se proponen las nuevas normas para facilitar la burla al ambiente. Otro elemento que expresa bien esta intención, es el establecer un nuevo parámetro ambiental que disminuye el ya miope de la legislación actual: La Viabilidad Ambiental Potencial (VAP), otorgada por la SETENA, gestionada a través de una Evaluación Ambiental Inicial (EAI), mediante el procedimiento vigente. Una burla a todos los costarricenses. Por ello podemos afirmar que el proyecto de ley: 1. Es miope en el campo ambiental marino, pues ignora riquezas nacionales y pone en peligro 220km de línea de costa. 2. Facilita la agresión al ambiente al debilitar controles y normas ambientales básicas. 3. Estamos cambiando de turismo conservacionista a otro selectivo y de alto impacto ambiental. 4. Facilita la transformación de la cultura en las comunidades costeras 5. Perdemos empleos dignos en la costa. Debido a las carencias legales y técnicas aludidas, los proyectos de marinas en Costa Rica se fundamentan en amplios rellenos de piedra que modifican la línea del litoral y del fondo marino. Trabajos hechos sobre bases empíricas y apresuradas, que no cuentan con los tiempos de análisis científico del dato de campo que se exige en países con normativas serias. Por ello las consecuencias en nuestro litoral son: 1. Los rellenos cubren con piedra, arena y concreto varias hectáreas del ecosistema marino, cambiando el paisaje actual por edificios y moles de piedra, alambradas y vehículos en amplios estacionamientos. 2. Durante la fase de construcción se afecta el ecosistema aledaño y también severamente otros en radios de 5 a 10km de largo, debido a los sedimentos que trae la piedra de los rellenos, con agregados arcillosos de toda índole que serán arrastrados por las corrientes paralelas al litoral. Estos sedimentos ahogarán los frágiles ecosistemas. 3. Durante la fase de operación podrán verterse al océano el aceite quemado proveniente del mantenimiento de las máquinas, los efluentes de los talleres de reparación y mantenimiento, los disolventes del taller de pintura, las resinas y materiales nocivos del taller de fibra de vidrio, los combustibles derramados, entre otros. 4. El cambio en los patrones de corrientes costeras y en la morfología costera alterará los patrones naturales de sedimentación. 5. Es usual desviar riachuelos y tapar pequeños estuarios, alterando el flujo de nutrientes al ecosistema costero próximo y a las especies marinas que han requerido por siglos un ambiente estuarino en su vecindad. 6. Verterán miles de vagonetas de piedra y arena en el mar, para construir estacionamientos y muelles sobre extensas áreas, donde otrora había vida marina y paisaje prístino. 7. Las dimensiones de la marina y la intensa actividad naviera asociada, incrementará el potencial de derrames, desechos y aceites que afectaran drásticamente la vida submarina. 8. El incremento el tránsito desajustará los patrones naturales de comportamiento de delfines y gradualmente eliminará la arribada de las tortugas. De la mayor seriedad es el daño a la sociedad, pues su cultura, economía y estilo de vida cambiará radicalmente. Veamos: 9. El cambio de paisaje hará cerrar los comercios vinculados al turismo a lo largo de cientos de metros del litoral, para ser poco tiempo después presa de la misma corporación que comprará a precios ridículos terrenos e inmuebles encerrados. Toda esta población activa hoy, deberá modificar su forma de vida. 10. El turismo que venía por tranquilidad y esparcimiento a esta región, ya no vendrá más, pues concreto, piedra y aceites no es su objetivo; afectando directamente la economía de toda la población. 11. Las playas aledañas modificarán la morfología del fondo marino; eliminando el atractivo de olas grandes que atraen a surfistas de todas latitudes, pero sobre todo a la juventud y niñez local que hoy día se mira disfrutar del mar como parte de su cultura. El tráfico de los yates saturará el tránsito naval a tal grado, que surfear en 10km a la redonda será un riesgo con el cual el turismo no va muy bien. 12. Droga y prostitución serán otras secuelas de tener decenas de marineros extranjeros, acostumbrados a ese estilo de vida. 13. Siempre el mejor gancho es la generación de empleo. Pero de ellos el 20% corresponde a personal administrativo propio de las corporaciones traídos del exterior; 40% corresponde a marineros extranjeros que constituyen la tripulación; 10% a oficinas de gobierno central, 20% a especialistas en mantenimiento de lujosos y valiosos yates, entre ellos en motores, velamen, pinturas marinas; necesariamente foráneos. Y tal vez unos pocos ayudantes locales de toda índole. Pero a cambio perderán el ingreso de miles de turistas anuales, empleos directos e indirectos en la comunidad afectada. 14. Las marinas como están planteadas rompen el esquema de conservación y promoción del ambiente, por encima de normas establecidas en la ley Orgánica del Ambiente que prohíbe las actividades orientadas a interrumpir los ciclos naturales en los ecosistemas de humedal, tal como la construcción que altere el flujo de aguas, drenajes o cualquier alteración que provoque el deterioro de los ecosistemas. Recomendaciones La posición estratégica de Costa Rica puede ser utilizada racionalmente a través de proyectos de menor envergadura, construidos lejos de ecosistemas frágiles, bajo diseños y supervisión técnicamente idónea. No se vale violentar las escazas leyes ambientales para adueñarse de los bienes naturales de comunidades con toda una historia y cultura que no va con estos mega-desarrollos. Por el contrario, los inversionistas deben conocer que el respeto a los ecosistemas marinos, la sana generación de empleo y la capacitación de la juventud local en aéreas técnicas debe acompañar el desarrollo, para que quienes han sido dueños históricos del territorio puedan progresar en armonía con su cultura y su ambiente. Conclusiones 1. 22 marinas representan 22 puertos internacionales nuevos. Ello compromete al Estado a cuantiosas inversiones en servicios públicos: Inversiones en salud para proteger a propios y extraños de los patógenos que vienen en aguas de sentina y desechos de toda índole en los yates que cruzan los océanos del planeta. Establecimiento de facilidades para las labores de puerto internacional: Personal e infraestructura de Migración Personal e infraestructura de aduanas Personal e infraestructura seguridad Infraestructura en emergencias ¿Estamos en condiciones de realizar estas inversiones en demérito de otros sectores sociales? 2. El radio de impacto de una marina es del orden de 10km sobre el litoral. Por ello debemos estar conscientes de que aprobar 22 marinas implica perder 220km de ecosistemas marinos. ¿Nuestro país está dispuesto a ceder esos territorios o deseamos conservar esos ecosistemas para las generaciones futuras como parte de un patrimonio nacional en menoscabo? Por todo lo anterior las marinas deben ser la excepción, no la norma… Obras con problemas