Vacunas contra el virus del papiloma humano

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Vacunas contra el virus del papiloma
humano
Las infecciones por el virus del papiloma humano (VPH) son muy comunes
tanto en las mujeres como en los hombres. Entre más de 100 tipos de este
virus, aproximadamente 30 de ellos se transmiten por contacto entre una
persona y otra. Algunos tipos del VPH producen verrugas genitales, mientras
que otros causan cáncer del cuello uterino. Se calcula que por lo menos tres
de cada cuatro personas que están sexualmente activas se infectarán con el
VPH durante algún momento en la vida. Hay algunas medidas que puede
tomar para protegerse contra la infección del VPH. Una de ellas es vacunarse
contra ciertos tipos de este virus.
Cómo ocurre una infección del VPH
El VPH se transmite principalmente mediante las relaciones sexuales
vaginales, anales u orales, aunque no es necesario que ocurra el coito para
contraer la infección. El VPH se transmite mediante el contacto con la piel de
otras personas. El contacto sexual con una pareja infectada,
independientemente del sexo de la persona, es el medio más común de
transmisión del virus.
Al igual que con otras enfermedades de transmisión sexual, a menudo no
hay señales ni síntomas del VPH genital. Por ello, la persona infectada a
menudo no sabe que ha contraído la infección.
El VPH y las verrugas genitales
Hay aproximadamente 12 tipos del VPH que causan verrugas genitales. Dos
tipos, el tipo 6 y tipo 11, son la causa principal de las verrugas genitales. Las
verrugas genitales son bultos que pueden aparecer en la parte exterior o
interior de la vaginao del pene y pueden propagarse a la piel que se encuentra
cerca de estos órganos. Las verrugas genitales también pueden crecer
alrededor del ano, en la vulva o en el cuello uterino. Se pueden tratar con
medicamentos que se aplican en el área o extrayéndolas por medios
quirúrgicos. El tipo de tratamiento depende de dónde se encuentren las
verrugas.
El VPH y el riesgo de cáncer
Aproximadamente 15 tipos del VPH están asociados con cáncer del ano, cuello
uterino, de la vulva, vagina y del pene. Estos tipos también pueden causar
cáncer de la cabeza y el cuello. La mayoría de los casos de cáncer del cuello
uterino se producen debido a solo dos tipos del VPH—el tipo 16 y el tipo 18.
El cuello uterino es la abertura del útero que se encuentra encima de la vagina.
Está cubierto por una fina capa de tejido compuesto por células. Si hay
presente un tipo del VPH que causa cáncer, el virus podría penetrar en estas
células. Las células infectadas se vuelven anormales o se lesionan y
comienzan a desarrollarse en forma diferente. En la mayoría de las mujeres, el
sistema inmunitario destruye el virus y las células se normalizan. Sin embargo,
en algunas mujeres, el sistema inmunitario no destruye este virus y no se
elimina. En estos casos, el VPH puede causar con más frecuencia precáncer
aunque también cáncer. Generalmente el cáncer del cuello uterino tarda varios
años en desarrollarse.
La prueba de Papanicolaou, que a veces se denomina evaluación de citología
cervical, es una prueba donde se toman células del cuelo uterino y la vagina
para examinarlas bajo un microscopio. Esta prueba puede detectar las
primeras señales de cambios anormales en las células del cuello uterino. Debe
empezar a hacerse pruebas de Papanicolaou a partir de los 21 años. Si se
detectan células anormales, estas pueden tratarse. También se dispone de una
prueba del VPH. Esta prueba se realiza junto con la prueba de Papanicolaou
en las mujeres de 30 años en adelante, y a modo de seguimiento, en las
mujeres de 21 años en adelante cuyas pruebas de Papanicolaou han sido
anormales o no definitivas. La prueba del VPH puede identificar por lo menos
13 tipos del VPH que causa cáncer, incluso antes de que ocurran cambios
visibles en las células del cuello uterino.
Vacunas contra el VPH
Actualmente hay dos vacunas disponibles que protegen contra algunos tipos
del VPH. Una vacuna protege contra el tipo 6 y tipo 11 que causan la mayoría
de los casos de verrugas genitales, y contra el tipo 16 y tipo 18 que causan la
mayoría de los casos de cáncer del cuello uterino. La otra vacuna protege
contra el tipo 16 y el tipo 18. Las vacunas promueven la acción del sistema
inmunitario para combatir estos tipos del VPH si la persona se expone a ellos.
Sin embargo, no protegen contra otros tipos del VPH. La vacuna de cuatro
tipos es casi 100% eficaz en prevenir precáncer del cuello uterino y verrugas
genitales que se producen debido a cuatro tipos del VPH. La vacuna de dos
tipos también es casi 100% eficaz en prevenir precáncer del cuello uterino que
se produce debido a dos tipos del VPH.
Quién se debe vacunar contra el VPH
Ambas vacunas se recomiendan en las niñas y las mujeres desde los 9 años
hasta los 26 años, y se administran en tres dosis durante un período de 6
meses. Las vacunas no se recomiendan en las mujeres embarazadas, pero
son seguras para las madres que lactan.
Estas vacunas son más eficaces si se administran antes de que la mujer
comience a estar sexualmente activa y se exponga al VPH. Sin embargo, las
mujeres pueden vacunarse aun si ya han tenido relaciones sexuales, verrugas
genitales, resultados anormales en una prueba de Papanicolaou o han sido
infectadas con el VPH. Si una mujer ya está infectada con un tipo del VPH, las
vacunas no la protegerán contra las enfermedades que produce ese tipo. Sin
embargo, las vacunas pueden proteger contra otros tipos del VPH que
contienen las vacunas.
Estas vacunas no se usan para tratar infecciones existentes por el VPH.
Tampoco protegen contra todos los tipos del VPH y por ello no confieren una
protección completa contra el cáncer del cuello uterino o las verrugas genitales.
Por lo tanto, las mujeres que se han vacunado deben aún hacerse
regularmente exámenes de detección de cáncer del cuello uterino según las
recomendaciones de sus proveedores de atención médica.
Hasta la fecha, se cree que la protección de la vacuna dura por lo menos 5
años para la vacuna contra cuatro tipos del VPH y más de 6 años para la
vacuna contra dos tipos del VPH, aunque se siguen haciendo estudios de
investigación sobre este asunto. Tal parece que no es necesario recibir una
vacuna de refuerzo en el futuro para fortalecer esta protección.
Posibles efectos secundarios de la vacuna
El efecto secundario más común de la vacuna contra el VPH es una sensación
de dolor en el brazo donde se administró la vacuna. En raras ocasiones, las
personas que se vacunaron presentaron dolor de cabeza, agotamiento,
náuseas, mareos, desmayo o dolor en el brazo. Estos síntomas son leves y
generalmente duran poco tiempo.
Manténgase sana
Aun si se vacuna, es siempre importante tomar medidas para protegerse contra
el VPH y otras enfermedades de transmisión sexual.
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Limite el número de parejas sexuales. Cuantas más parejas tenga durante el
transcurso de la vida, mayor será el riesgo de contraer la infección.
Use condones para reducir el riesgo de infección cuando tenga relaciones
sexuales vaginales, anales u orales.
Sin embargo, los condones no confieren protección total contra la infección del
VPH. Ya que cubren solo una pequeña porción de la piel, no protegen
completamente contra la transmisión del VPH. El VPH se puede transmitir de
una persona a otra tocando las áreas infectadas que no están cubiertas por el
condón. Estas áreas pueden ser la piel en las áreas genitales o anales. Los
condones femeninos cubren una mayor porción de la piel y ofrecen un poco
más de protección que los condones masculinos.
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