BIBLIOTECA ELECTRÓNICA PARA EL MAESTRO EL MAESTRO Y SU IGLESIA LAS VERDADERAS FUNCIONES DE LA ESCUELA DOMINICAL por Arthur Flake EDITORIAL MUNDO HISPANO © 2007 LAS VERDADERAS FUNCIONES DE LA ESCUELA DOMINICAL POR ARTHUR FLAKE El original de este libro fue editado por “The Sunday School Board of the Southern Baptist Convention,: EE. UU., y es propiedad de esa junta TRADUCCIÓN Y ADAPTACIÓN DE LA PRIMERA EDICIÓN POR JOSÉ M. SÁNCHEZ REVISIÓN DE LA SEGUNDA EDICIÓN POR JOSÉ TOMAS POE Casa Bautista De Publicaciones Contenido Guía para el Estudio del Libro 1. Definición de la Escuela Dominical y sus verdaderas Funciones 2. La Escuela Dominical Funcionando como una Agencia de Enseñanza Bíblica 3. La Escuela Dominical Funcionando como una Agencia para Utilizar a los Miembros de la Iglesia 4. La Escuela Dominical Funcionando como una Agencia de Información 5. La Escuela Dominical Funcionando como una Agencia de Alistamiento 6. La Escuela Dominical Funcionando como una Agencia de Instrucción Práctica 7. La Escuela Dominical Funcionando como una Agencia para Promover los Servicios de Adoración 8. La Escuela Dominical Funcionando como una Agencia para Ganar Almas 9. La Escuela Dominical Funcionando como una Agencia Financiera de la Iglesia 10. La Escuela Dominical Funcionando como Agencia para Promover la Vida Social Guía para Estudio del Libro I. Cuando el estudio se haga en clase: 1. Cuando menos se ofrecerán diez clases de 45 minutos cada una. 2. Las personas que deseen obtener su sello deberán: a) Asistir cuando menos a seis clases, b) Presentar el examen por escrito y obtener una calificación mínima de 70% y c) Comprobar que han leído cuidadosamente el libro. (Si el alumno asiste a todas las clases y lee el libro durante la semana del estudio, queda eximido del examen). Deberá leerse el libro durante la semana del estudio. Al juzgar esto impracticable se aceptará la promesa de que se leerá en el transcurso de dos semanas. II. Cuando el estudio se haga individualmente por correspondencia: No se requerirá el examen. Los estudiantes escogerán: 1. Escribir las respuestas a las preguntas impresas en el libro, o 2. Hacer un desarrollo por escrito del bosquejo de los capítulos. Los estudiantes del curso por correspondencia estudiarán el libro a su manera, y después con el libro abierto y provistos de alguna otra ayuda que puedan procurar, escribirán las respuestas a las preguntas impresas, o si así lo prefieren, harán un desarrollo por escrito del bosquejo de los capítulos. En ambos casos encontrarán los estudiantes que es muy necesario estudiar cuidadosamente el libro, meditar sobre el mensaje que para cada uno tiene y escribir en sus propias palabras las enseñanzas más esenciales. Capitulo 1. — Definición de la Escuela Dominical y Sus Verdaderas Funciones I. ALGUNAS IMPRESIONES ERRÓNEAS ACERCA DE LA ESCUELA DOMINICAL 1.—La escuela dominical considerada como “un cuerpo independiente” 2.—La escuela dominical considerada como “una parte de un sistema mundial de educación religiosa” 3.—La escuela dominical llamada el “servicio de enseñanza” de la iglesia 4.—La escuela dominical como una “reunión en masa” 5.—La escuela dominical considerada como propia para “mujeres y niños” solamente II. LA ESCUELA DOMINICAL OCUPANDO SU LUGAR CORRECTO 1.—Los oficiales y maestros nombrados por la iglesia 2.—La escuela dominical sostenida por la iglesia 3.—Las actividades de la escuela dominical definidas y dirigidas por la iglesia 4.—Un informe mensual por escrito a la iglesia III. LAS VERDADERAS FUNCIONES DE LA ESCUELA DOMINICAL 1.—Una agencia de enseñanza bíblica 2.—Una agencia para utilizar a los miembros de la iglesia 3.—Una agencia de información 4.—Una agencia de alistamiento 5.—Una agencia de instrucción práctica 6.—Una agencia para promover los servicios de adoración 7.—Una agencia para ganar almas. 8.—Una agencia financiera de la iglesia 9.—Una agencia para promover la vida social Las escuelas dominicales de las iglesias bautistas de hoy “viven y se desarrollan” en las iglesias. Ellas están en las iglesias, son de las iglesias y por las iglesias. No ha sido así siempre; cuando principió la escuela dominical era un cuerpo separado, independiente y sin relación alguna con la iglesia. Las iglesias tardaron en ver la necesidad de tener escuelas dominicales, y por mucho tiempo vacilaron en darles un lugar entre sus actividades. La escuela dominical ha tenido que subir por una cuesta larga y pesada para poder ocupar un lugar en las actividades de la iglesia, y aún en muchas iglesias es algo que se tolera, pero solamente en algunas iglesias es propiamente evaluada y se le permite funcionar extensamente. Estas condiciones existen porque los dirigentes no tienen una comprensión correcta de las verdaderas funciones de la escuela dominical. Su lugar y obra en las iglesias y su poder y utilidad no se han comprendido ni apreciado. Muchas personas han procurado definir la obra de la escuela dominical en una sola frase, pero el lugar y el poder de la escuela dominical son demasiado grandes y sus actividades demasiado variadas y amplias para así expresarlas. Tales esfuerzos han creado muchas impresiones erróneas en cuanto a lo que es la escuela dominical y lo que ella debe hacer, y por haber procurado limitar la escuela dominical a estas definiciones su obra ha sido grandemente disminuida. En este primer capítulo delinearemos las funciones de la escuela dominical en un breve sumario, y en los capítulos sucesivos las estudiaremos más ampliamente. Sin embargo, antes de esto mencionaremos algunas impresiones falsas que existen en cuanto al lugar, el poder y la obra de la escuela dominical, las cuales tienen que ser corregidas para que las iglesias puedan utilizar la escuela más provechosamente. I. Algunas Impresiones Erróneas Acerca de la Escuela Dominical 1. La Escuela Dominical Considerada Como “un Cuerpo Independiente” En el principio, y todavía muchas personas piensan que la escuela dominical es una organización suficiente en sí misma, como un cuerpo separado de la iglesia. En el pensamiento de algunos todas las escuelas dominicales de todas las denominaciones del mundo son consideradas colectivamente como un gran cuerpo religioso. Tal concepto de la escuela dominical es completamente erróneo. Las escuelas dominicales no tienen relación orgánica las unas con las otras, ni aun las de las iglesias bautistas. Las escuelas dominicales de las iglesias bautistas son las agencias de las iglesias; cada escuela dominical es responsable a la iglesia que la creó y de la cual forma parte, y realiza varias funciones encomendadas por la iglesia. Es incorrecto, por ejemplo, que un “concilio de oficiales y maestros” de la escuela dominical se reúna para elegir sus oficiales para el próximo año. La organización llamada escuela dominical no es un cuerpo deliberativo. Tampoco es la escuela dominical una asamblea democrática, pues no tiene derecho para tomar acuerdos, ni hacer leyes para su propio gobierno, ni elegir sus propios oficiales y maestros. La iglesia, de la cual la escuela dominical es una agencia es la que hace todo esto. Aferrarse a este concepto de independencia, que es erróneo, constituye un perjuicio para la iglesia. Las escuelas dominicales obsesionadas con la idea de su propia independencia, sin excepción, realizan una obra raquítica y muchas veces son causa de discordia en las iglesias. Igualmente inaceptables son las definiciones de la escuela dominical como “hija de la iglesia”, “obra independiente a la iglesia” o como “auxiliar” o “aliada” a la iglesia. 2. La Escuela Dominical Considerada Como “Parte de un Sistema Mundial de Educación Religiosa”. Los dirigentes internacionales e interdenominacionales del mundo sostienen la idea de que las escuelas son. Una parte del sistema mundial de educación religiosa. Muchos educadores, tanto de las escuelas seculares como de las cristianas y algunos seminarios, sostienen esta idea. Hay una teoría muy hermosa de la llamada educación religiosa, que comprende tres fases: la escuela dominical, la escuela bíblica de vacaciones y la escuela semanal de educación religiosa, como un programa aislado de educación cristiana. Aquí no estamos discutiendo el valor de ninguna de estas instituciones como agencias para la enseñanza bíblica; pero sí deseamos afirmar que no existe entre ellas ninguna relación orgánica y ninguna depende de la otra para su éxito. Sin embargo, creemos que la escuela dominical y la escuela bíblica de vacaciones pueden prestarse ayuda mutua aunque sean dos agencias distintas de la iglesia para la enseñanza de la Biblia. La escuela dominical está relacionada con su propia iglesia y no es una organización separada de la iglesia local y unida a una organización internacional ni interdenominacional de ninguna clase. 3. La Escuela Dominical Llamada el “Servicio de Enseñanza” de la Iglesia. Esta definición es correcta sólo en parte. La escuela dominical es mucho más que un “servicio”, y si está correctamente organizada y es bien dirigida puede funcionar efectivamente en un campo mucho más amplio que el de la enseñanza. Llamar a la escuela dominical un “servicio de enseñanza” es limitar grandemente su poder y utilidad. Desde luego, la reunión de la escuela dominical es un “servicio de enseñanza” debido a que ese es su propósito principal en ese momento. Sin embargo, para que la escuela dominical logre hacer los muchos y muy útiles trabajos de los cuales es capaz, es necesario que funcione no solamente una hora y media cada domingo, sino que también sea una agencia efectiva de la iglesia durante las 52 semanas del año. 4. La Escuela Dominical Como una “Reunión en Masa”. La “buena y antigua escuela dominical” que consistía en una reunión en masa teniendo al superintendente como la figura principal, tenía sus puntos buenos, y multitudes de personas fueron bendecidas por aquellas escuelas. Sin embargo, el día para esa clase de escuelas se ha ido para siempre. Aun en los campos rurales más remotos la escuela dominical de hoy está graduada; las lecciones son graduadas; los oficiales y maestros se están preparando; y los departamentos separados con equipos modernos rápidamente están tomando el lugar del edificio antiguo de un solo salón. Hoy, nosotros comprendemos que la escuela dominical existe con el propósito de suplir las necesidades espirituales de los alumnos. El maestro es la llave de la fuente de conocimientos, y la instrucción del alumno en las verdades bíblicas se considera la parte primordial de la escuela dominical. De igual manera el superintendente es escogido por su capacidad como director más bien que como “un buen orador.” 5. La Escuela Dominical Considerada Como Propia Para “Mujeres y Niños” Solamente. Al principio se pensaba que la escuela dominical era sólo para los niños y que sólo las mujeres podían ser maestras, y que muy rara vez podría ser maestro un hombre. Es hoy día todavía difícil erradicar este concepto de algunas mentes. Hay aún pastores que no consideran la escuela dominical como parte de su tarea. Hay multitudes de jóvenes que piensan que bajarían su dignidad si formasen parte de una clase de la escuela dominical y estudiasen la Palabra de Dios. También hay muchos oficiales de la escuela dominical que todavía usan el pronombre femenino cuando hablan de maestros de la escuela dominical y cuando se refieren a ella la llaman “escuela de niños”. Este concepto ha demorado mucho el progreso de la obra y ha impedido la eficiencia de la escuela dominical. La organización de la escuela dominical ofrece un lugar de servicio útil a los mejores y más influyentes adultos, así como a los jóvenes más inteligentes y vigorosos. Ella ofrece una oportunidad sin paralelo tanto a los jóvenes y adultos como a los niños, para estudiar la Palabra de Dios. II. La Escuela Dominical Ocupando Su Lugar Correcto 1. Los Oficiales y los Maestros Nombrados por la Iglesia. El pastor es oficial de la escuela dominical por virtud de su oficio como pastor de la iglesia. La iglesia debe elegir todos los oficiales y maestros de la escuela dominical anualmente. Esto se hace por medio del comité de candidaturas o algún otro plan aprobado por la iglesia; pero por lo menos el superintendente y los oficiales generales deben ser elegidos anualmente junto con los demás oficiales generales de la iglesia. Bajo ninguna circunstancia deben los maestros y oficiales de la escuela dominical elegir a sus sucesores; tal proceder siempre da por resultado una organización que se perpetúa por si y toma el gobierno y la dirección de la escuela dominical de las manos de la iglesia, lo cual es un error. Tampoco deben las clases elegir o designar a sus maestros. Esto se aplica desde la clase de cuna hasta los adultos. 2. La Escuela Dominical Sostenida por la Iglesia. (1) Sostenimiento económico. La iglesia debe proporcionar locales para su escuela dominical: salones para la reunión general y para las de los departamentos, y para clases. De la misma manera debe comprar todos los materiales que se necesiten en las clases, como mapas, pizarrones, franelógrafos, proyectores, etc.; así mismo la iglesia proporcionará literatura para todos los alumnos de la escuela dominical. También la iglesia tendrá en cuenta en su presupuesto el programa educativo y social de la escuela dominical; los gastos de ésta deben ser estudiados por el comité de finanzas de la iglesia y deben ser incluidos en el presupuesto general de la misma. (2) Asistencia. Todo miembro de la iglesia que no padezca invalidez total debe estar incluido en la membresía de la escuela dominical y aun los inválidos pueden ser miembros del departamento de Extensión. Esto abarca a médicos, abogados, maestros, coroneles, jueces, obreros, es decir a todos los miembros de la iglesia. Cada uno de ellos puede ser una bendición para la escuela dominical, y la escuela dominical una bendición para cada uno de ellos. Estamos luchando y orando y esperamos el día en que todos los bautistas sean alumnos de la escuela dominical, y la sostengan con su presencia constante. 3. Las Actividades de la Escuela Dominical Definidas y Dirigidas por la Iglesia. Positivamente la iglesia tiene el derecho de decidir quién debe servir como oficial o maestro en la escuela dominical. La iglesia elegirá solamente a personas que enseñarán la Biblia en su pureza y mantendrán las doctrinas de la iglesia. Tiene también derecho de definir las funciones y dirigir las actividades de la escuela dominical. Esto lo hace a través de los dos oficiales más importantes de la escuela dominical, el pastor y el superintendente, en quienes la iglesia confía la dirección de la enseñanza de la Palabra de Dios. Ambos son responsables tanto de los triunfos como de los fracasos de la escuela dominical. 4. Un Informe Mensual por Escrito a la Iglesia. El superintendente debe presentar por escrito un informe mensual del trabajo de la escuela dominical en la sesión de negocios de la iglesia; dicho informe será discutido por el pastor y los demás y se tomará nota de él en el libro de actas de la iglesia. Para estos fines úsense las papeletas separables con el Cuaderno de Registro General para la Escuela Dominical. Habiendo considerado algunas ideas equívocas acerca de la escuela dominical y habiendo aclarado bien lo que significa que la escuela dominical es una agencia, una organización de la iglesia, y como ésta elige sus oficiales, y la sostiene y la dirige, presentaremos ahora un sumario de lo que consideramos algunas de las verdaderas funciones de la escuela dominical. III. Las Verdaderas Funciones de la Escuela Dominical He aquí un resumen de lo que en los siguientes capítulos será tratado más ampliamente. 1. La Escuela Dominical Funcionando Como una Agencia de Enseñanza Bíblica. Todos deben comprender que la gran tarea de la escuela dominical es enseñar la Biblia. Por supuesto, hay otras muchas cosas que una escuela dominical puede y debe hacer, y el propósito de este estudio es mostrar cuáles son esas funciones y cómo puede desarrollarlas eficientemente. Con esto no se quiere decir que la escuela dominical es la única agencia de la iglesia para enseñar las Escrituras, ciertamente no lo es. Mucha enseñanza valiosa de la Palabra de Dios puede ser impartida desde el pulpito en los cultos de los domingos, en las reuniones de la Unión Femenil Misionera, en la Unión Varonil (Sociedad de Hombres) y en las Uniones Bautistas de Preparación. La escuela dominical, sin embargo, ha sido reconocida como la más importante agencia de enseñanza bíblica, por lo tanto la enseñanza de la Biblia es preeminente y fundamental en el trabajo de la escuela dominical. Por eso es frecuentemente llamada también “Escuela Bíblica Dominical” o bien la “Escuela de la Iglesia”. La escuela dominical no debe ser la que lleve la carga en beneficio de otras organizaciones o intereses de la iglesia. Tampoco debe ser utilizada con el solo propósito de elevar el programa financiero de la iglesia en detrimento de su gran propósito: la enseñanza de la Biblia. Sus reuniones no deben ser usadas para anuncios ni planes concernientes a asuntos que entorpezcan el trabajo verdadero de la escuela dominical. El pastor y el superintendente vigilarán que la escuela dominical esté realizando su gran propósito: Enseñar la Palabra de Dios. 2. La Escuela Dominical Funcionando Como una Agencia Para Utilizar a los Miembros de la Iglesia. En la obra del Reino hay dos aspectos: el empleo de fuentes humanas y materiales y la conservación de esta fuente o fuerzas. Jesús dio una ilustración gráfica de ambos en la manera como él alimentó a los cinco mil. El utilizó los servicios de los discípulos y del muchacho que dio su almuerzo, para dar comida y servir a la multitud. El también instruyó cuidadosamente a los discípulos para recoger y guardar los pedazos en las doce cestas para que no hubiera desperdicio. El no los necesitaba, él tenía poder para suplir cualquier necesidad y no le hacían falta aquellos pedazos, porque cuando él quisiera podría haber repetido el milagro productivo de panes y peces en abundancia. En este milagro Jesús demostró la sabiduría de usar todos los medios que tenía a la mano para la promoción de una empresa. Así hay en la actualidad un lugar de servicio en todas nuestras iglesias para cada miembro. También hay una necesidad y uso para los servicios de cada uno. La gran cuestión de las iglesias y los pastores es: cómo poder utilizar a cada uno de los miembros, viejos y jóvenes, grandes y pequeños, preparados e ignorantes, para la gloria de Cristo. La escuela dominical que tiene un lugar en su organización para un gran ejército de oficiales y maestros es la respuesta al clamor de pastores e iglesias por un lugar de servicio para cada miembro de la iglesia. 3. La Escuela Dominical Funcionando Como una Agencia de Información. La escuela dominical puede ser usada para dar información que haga posible un trabajo efectivo como agencia de enseñanza de la Biblia. La organización de la escuela dominical debe ser usada para buscar los nombres de todas las personas en la comunidad a quienes la iglesia pueda ayudar: los perdidos, los miembros de la iglesia no matriculados, los enfermos y los desamparados, todos los que deban asistir a los servicios de la escuela dominical. El valor de esta organización descansa en que esta clase de trabajo puede ser hecho por medio de ella como ninguna otra organización o agencia de la iglesia podría hacerlo. 4. La Escuela Dominical Funcionando Como una Agencia de Alistamiento. Jesús dijo: “Id por todo el mundo; predicad el evangelio a toda criatura”. El también dijo que se comenzase este trabajo en Jerusalem, o sea en la comunidad local. Por precepto y por ejemplo Jesús nos enseñó a ir tras las almas perdidas en los campos próximos. En su propia ciudad, Capernaum, Jesús fue tras las gentes por las calles, por los hogares y por la orilla del mar. Con oración y entusiasmo ponga este mandato en su corazón. Una iglesia puede ser ganadora de almas si el pastor dirige a sus miembros en el trabajo personal en los hogares y en los lugares de negocios donde están los perdidos. Jesús y los apóstoles no tenían templos cómodos donde predicarle al pueblo. Por cientos de años después de que Jesús pagó sobre la cruz la pena por nuestros pecados, se levantó de la muerte y ascendió a los cielos, no existían templos. El método para acercarse a la gente y hablarle de la salvación era la visitación personal en los hogares y en los centros comerciales donde ellos estaban. Considere este cuadro. La mayoría de las iglesias bautistas de hoy levantan hermosos templos, designan un pastor, organizan una escuela dominical, una unión misionera de mujeres (unión femenil misionera), una Unión Bautista de Preparación y una sociedad de hombres (unión varonil). Anuncia la hora de reunión de esas organizaciones y la del culto de predicación del evangelio, y si los perdidos de la comunidad no asisten, las iglesias parecen no sentir más ninguna obligación de ganarlos para Cristo. Ciertamente, los buenos templos y las organizaciones eficientes son cosas deseables; pero esto es evidencia solamente de una parte de interés en ganar a las almas perdidas, porque muy pocas almas perdidas de entre las grandes multitudes asistirán por sí mismas a esos lugares de reunión. Si alguna iglesia quiere usar plenamente su poder como ganadora de almas y ganar a las multitudes que hay a su alrededor, sus miembros deben “ir por los caminos y vallados” y forzar a las gentes a asistir a los servicios y a aceptar a Cristo para su salvación. Qué maravillosamente puede funcionar la escuela dominical para lograr este propósito si es propiamente dirigida por el pastor. 5. La Escuela Dominical Funcionando Como una Agencia de Instrucción Práctica. Siempre hemos pensado en la Unión Bautista de Preparación como la agencia preparatoria de los miembros de la iglesia; pero la escuela dominical también tiene una parte en la preparación de los miembros de la iglesia. Los oficiales y obreros así como los maestros que trabajan en la escuela dominical necesitan una preparación adecuada, y esto se logra por medio de los cursos de estudios y las reuniones semanales de maestros. La escuela dominical tiene entre sus funciones la de la preparación adecuada de aquellas personas que tienen la responsabilidad de llevar adelante su programa, y también la preparación de los alumnos para enfrentarse a la vida. 6. La Escuela Dominical Funcionando Como una Agencia para Promover los Servicios de Adoración. Ciertamente debe haber un espíritu de adoración y devoción en toda reunión de la escuela dominical; tanto en la reunión de maestros, como en el servicio de apertura y el de clausura de los departamentos y clases. Ninguna escuela dominical debe considerar que ha cumplido su misión a menos que los oficiales, maestros y alumnos (desde el departamento de Principiantes) asistan regularmente a los servicios de predicación todos los domingos, especialmente al servicio de adoración de la mañana. El autor sostiene que esto es una parte distintiva del trabajo de la escuela dominical, y que los maestros, oficiales y alumnos deben considerar que la escuela dominical termina hasta que el pastor pronuncia la bendición al terminar el culto de adoración de la mañana después de la escuela dominical. Este culto de adoración dirigido por el pastor después de la escuela dominical es algo de vital importancia, y todos los miembros de la iglesia deben comprenderlo así. Si el pastor logra convencer a maestros y oficiales de que este culto constituye parte del programa educativo de la iglesia, y que ellos deben esforzarse por permanecer en el mismo acompañados de sus alumnos, se logrará mucho éxito, y este servicio será una bendición para todos. 7. La Escuela Dominical Funcionando Como una Agencia Para Ganar Almas. ¿Cómo puede un pastor relacionarse con un gran número de almas perdidas? La respuesta es sencilla: usando la escuela dominical. Por medio de esta agencia él puede descubrir a las personas perdidas que están al alcance de su iglesia. El puede conocer a cada persona, dónde vive, su edad, su ocupación y cualquier otro dato necesario que pueda servirle para relacionarse con ella. En la escuela dominical, el pastor encontrará un grupo de ganadores de almas, un ejército de personas llenas de espíritu que pueden consagrarse a la obra de ganar para Cristo a aquellos que no asisten a la escuela dominical y no han tenido la experiencia de la gracia. El pastor puede utilizar la escuela dominical para ir tras estos inconversos y traerlos a la escuela dominical y al servicio de adoración, sometiéndolos a la influencia del mensaje del evangelio domingo tras domingo. El puede utilizar también este grupo de obreros consagrados para hacer trabajo personal de oración y testimonio visitando los hogares de los perdidos para hablarles de la salvación de su alma. ¿No parece increíble que un pastor sea negligente en utilizar su escuela dominical como una agencia ganadora de almas? 8. La Escuela Dominical Funcionando Como una Agencia Financiera de la Iglesia. El éxito en las finanzas de una iglesia tiene que estar basado en un plan escriturario. La Palabra de Dios nos da un plan que por ser el plan de Dios no puede fracasar en ninguna iglesia. Este plan es sistemático, la ayuda a la iglesia debe ser semanal, quincenal o mensual; es proporcional, esto es, de acuerdo con la capacidad económica de cada uno. Incluye a cada hombre, mujer y niño que asiste a los servicios de la iglesia. Esto, por supuesto, significa que tanto los pequeños como los mayores deben alistarse para dar sus ofrendas sistemáticamente según sus fuerzas. Este es el plan escriturario, y ningún otro podrá suplir las necesidades de la iglesia. La observación y la experiencia han comprobado que el único sistema que ofrece seguridad económica a la iglesia es el tesoro y el presupuesto unificado manejado a través de la escuela dominical. Este método puede ser utilizado por cualquier iglesia, desde la más pequeña hasta la más grande. Dando el diezmo en la escuela dominical o el primer servicio a que asista el domingo para el sostenimiento del presupuesto mensual de la iglesia es el plan que trae grandes bendiciones. 9. La Escuela Dominical Funcionando Como una Agencia Para Promover la Vida Social. La iglesia es una familia: la familia de Dios. Los miembros son hermanos y hermanas. La familia se reúne para la predicación, la enseñanza, la preparación, la adoración, etc. Debe haber sociabilidad entre los miembros de la familia en todas estas reuniones, por lo tanto las iglesias tendrán una actividad social que pueda atraer a los miembros y ganar a otros. La escuela dominical puede ayudar de manera sencilla y natural a promover esta actividad. El superintendente debe ser instruido en la preparación de planes para una vida social activa desarrollada por la iglesia durante todo el año. Una reunión de confraternidad social para toda la iglesia de vez en cuando es necesaria, y los departamentos y las clases pueden tener reuniones sociales frecuentemente. Siendo que la escuela dominical se relaciona con gente de todas las edades en la iglesia y en la comunidad será fácil tener estas reuniones. La iglesia no debe descuidar el programa social de la escuela dominical, ni el de la unión misionera de mujeres (unión femenil misionera), la sociedad de hombres (Unión Varonil), la Unión Bautista de Preparación y las demás organizaciones. Un superintendente auxiliar puede estar encargado de este programa de actividades sociales de la iglesia realizado por la escuela dominical. En los capítulos sucesivos serán consideradas ampliamente cada una de estas funciones de la escuela dominical. Cuestionario 1.¿Cuál es el concepto correcto de las relaciones de la escuela dominical con la Iglesia? ¿Fue desde un principio considerada así? 2. ¿Por qué la escuela dominical no puede definirse en una sola oración? 3. Mencione por lo menos seis de las impresiones erróneas más comunes acerca de lo que es una escuela dominical. 4. ¿Por qué son inadecuados los términos: “hija de la iglesia”, “auxiliar de la iglesia”, “la escuela de niños”, etc? 5. Mencione cuatro cosas necesarias que relacionan a la escuela dominical con la iglesia y que la colocan en el lugar correcto. 6. Mencione las funciones de la escuela dominical que nos servirán de base para el estudio de este libro. Capitulo 2. — La Escuela Dominical Funcionando como una Agencia de Enseñanza Bíblica I.—ES NECESARIO MINISTRAR A LAS NECESIDADES INDIVIDUALES DE LOS ALUMNOS. 1.—Asistencia regular, y puntualidad. 2.—Estudio de la lección. 3.—Uso de la Biblia. 4.—Tomando parte en los programas y trabajos de la 5.—Dando su contribución regular a la iglesia. 6.—Asistiendo al servicio de adoración regularmente. II.—CARACTERÍSTICAS DE UNA VERDADERA ESCUELA DOMINICAL DE ENSEÑANZA DE LA BIBLIA. 1.—Estará propiamente graduada. 2.—Estará completamente organizada. 3.—Estará debidamente dirigida. 4.—Tendrá programas atractivos. 5.—Celebrará una reunión semanal de maestros. 6.—Mantendrá a sus obreros en constante preparación. 7.—Usará un buen sistema de informes. III.—EL MAESTRO SERA UN VERDADERO MAESTRO DE LA BIBLIA. 1.—Será profundamente consciente de lo sagrado de su trabajo. 2.—Sentirá amor hacia la gente. 3.—Será estudioso. IV.—LOS OFICIALES DEBERAN ENTENDER Y HACER SU TRABAJO. El tiempo ha llegado cuando los pastores y obreros de la escuela dominical deben estar listos a hacer un profundo estudio de la situación total de la escuela dominical. Y cuando todos estén convencidos de que los métodos sencillos y prácticos de administración de la escuela dominical que son ahora ofrecidos a los bautistas harán que sus escuelas dominicales funcionen como verdaderas agencias de enseñanza bíblica, todos estarán listos a adoptarlos. Muchos ya lo han hecho. Entendemos que si los métodos de administración de las escuelas dominicales que actualmente han proyectado los bautistas son adoptados y usados inteligente y vigorosamente por nuestras iglesias, resultará que no solamente atraerá a una multitud de personas que están esperando a nuestras puertas en ciudades, pueblos y campos, sino que también hará de cada una de esas escuelas dominicales una poderosa agencia de enseñanza de la Palabra de Dios. En todo trabajo de escuela el alumno es el factor decisivo. Igual que en la escuela secular esto es cierto en la escuela dominical, en la cual se ofrece a muchos miembros de la iglesia la inigualable oportunidad de servir como oficiales y maestros, y al mismo tiempo está organizada y es usada para beneficio de los alumnos. Las lecciones están preparadas para ellos. Los programas son arreglados y presentados para su regocijo y edificación. La escuela dominical pertenece a los alumnos y no a los maestros y oficiales como algunos parecen entender. Algunas veces oímos a algunos superintendentes hablar de la escuela dominical como “mi escuela”. Esto es erróneo. Los oficiales y maestros pertenecen a la escuela dominical, y como siervos de la iglesia trabajan en la escuela dominical, es pues su privilegio y deber dar parte de su tiempo y su talento para que la escuela dominical funcione eficientemente como una verdadera escuela de enseñanza de la Biblia. Estudiemos algunas de las maneras como puede hacerse esto: I. Es Necesario Ministrar a las Necesidades Individuales de los Alumnos Cada alumno debe recibir atención personal aunque haya diez mil en la escuela dominical. Ninguno debe perderse en la multitud. Cada escuela dominical deberá tener cuidado en este punto. Veamos lo que cada uno de los alumnos de la escuela dominical debe hacer para su desarrollo y crecimiento, lo cual es sencillo y fácil bajo la dirección de un maestro capaz. 1. Asistencia Regular y Puntualidad. Es mejor tener un alumno irregular e impuntual que no tener ninguno; pero si un alumno quiere lograr el mayor provecho de su escuela dominical debe ser regular en su asistencia y llegar a tiempo. La irregularidad y la impuntualidad de parte de cualquier alumno debe ser un reto a los maestros y oficiales de clase para hacer todo lo posible para que el alumno pueda rectificar esta grave falta. Una conversación de “corazón a corazón” con el alumno impuntual lograría que él enmendase sus caminos. Asignar a los alumnos más fieles trabajo de visitación a los alumnos ausentes puede ser un plan que ayude. Borrar los nombres de los que faltan siempre es fatal. Si un alumno asiste una sola vez al mes y siempre llega a la hora de la lección es mejor que no tenerlo nunca, y debe seguir siendo miembro, siempre hay esperanza de que mejore. Los maestros y oficiales deben asumir su responsabilidad en este asunto y no ser negligentes ni escatimar esfuerzos para lograr la puntualidad de sus alumnos. 2. Estudio de la Lección. Aquí trataremos de un asunto que concierne a todos los alumnos de la escuela dominical sin excepciones. Todos deben estudiar la lección para cada domingo. Otra cosa, los maestros y oficiales no deben temer exigir o exhortar a sus alumnos a hacer un concienzudo estudio de la lección. Con igual énfasis aseguramos que ningún alumno aprenderá mucho del contenido de la Biblia a menos que la estudie él mismo. (1) Los alumnos deben hacer un esfuerzo individual para aprender. Los alumnos de la escuela dominical no son receptáculos en los cuales los maestros pueden depositar las verdades bíblicas durante treinta minutos cada mañana esperando que ellos, “llenos de las Escrituras” sean buenos y útiles toda la semana. Esto no resulta así. Los alumnos de la escuela dominical conocerán mucho acerca de la Palabra de Dios y crecerán en gracia y poder espiritual por medio del esfuerzo personal y el estudio directo de la Biblia. (2) Los maestros deben pedir a los alumnos que estudien. La parte del maestro es muy importante. El debe conocer a sus discípulos individualmente, sus rasgos y capacidades y los métodos que pueden emplear para lograr su cooperación en el estudio de la lección. Ningún maestro debe ser timorato al requerir el estudio de la lección de cada uno y de todos sus alumnos. El maestro hará un plan de estudio con cuidado y oración teniendo en su mente a cada alumno, y preparando trabajos para el estudio en el hogar, así como un método eficiente que permita la participación de cada alumno en la clase. Esto dará buenos resultados. (3) Las clases con un número pequeño de alumnos son esenciales. Debemos decir que las clases con un número muy crecido de alumnos en los departamentos de adultos y de jóvenes, con oradores atractivos como maestros, aunque sean magníficos, nunca serán eficientes en la enseñanza de la Biblia. Hasta que estas clases grandes de adultos y de jóvenes sean divididas en pequeñas clases de 15 a 25 cuando más, obtendrán provecho del estudio de la Biblia los jóvenes y adultos que en gran número concurren a nuestras escuelas dominicales. Requerir de los alumnos el estudio personal de la Biblia no será motivo de ahuyentarlos, por el contrario, una escuela dominical que enseña y que exige el estudio personal de la Biblia atraerá alumnos de todas las edades. 3. Uso de la Biblia. Es tiempo de tratar con seriedad y sin evasivas el importante asunto de que cada alumno lleve y use la Biblia en la clase. Tenemos una escuela bíblica en la cual la mayoría de los miembros son cristianos. Ellos dicen que aman y creen en la Biblia, y sin embargo encontramos clases de adultos y jóvenes, con apoyo de sus maestros y oficiales, buscando cualquier subterfugio posible para evitar llevar sus Biblias a la escuela dominical; y lo peor aún, que hasta pastores y superintendentes se conforman con admitir excusas de las personas por no llevar la Biblia a la casa de Dios. Esta situación vergonzosa debe ser cambiada urgentemente. Si los maestros y oficiales llevaran sus Biblias a la escuela dominical, insistiendo en que los alumnos hiciesen lo mismo, y planeasen un buen método para usar las Biblias en el desarrollo de la clase, pronto todos los alumnos, desde el departamento de primarios hasta el de adultos llevarían y usarían sus Biblias con verdadero placer. La mayor responsabilidad, por supuesto, descansa sobre el maestro, porque ciertamente un alumno no podrá usar su Biblia en el desarrollo de la clase a menos que el maestro se lo facilite. Con énfasis aseguramos que ninguna escuela dominical estará realizando verdaderamente su función de enseñanza de la Biblia a menos que cada alumno tenga su propia Biblia, y la lleve a la escuela, y el maestro lo dirija en un buen uso de la misma durante la clase. La más grande contribución que un maestro de escuela dominical puede hacer a la vida espiritual de un alumno es poner la Biblia en sus manos y procurar que él la use. 4. Tomando Parte en los Programas y Trabajos de la Clase. Cada uno de los alumnos de la escuela dominical deben ser animados a tomar participación en los programas de los departamentos, de la escuela y demás actividades de las clases. (1) En los cultos de apertura. Cada alumno debe tener a su disposición un himnario y debe ser exhortado a cantar en los servicio de adoración, ya sea en la apertura del departamento o de la clase. Teniendo su Biblia en la mano puede ser invitado a leer la lectura devocional, o a dirigir la lectura alternada del pasaje de la lección. Si la escuela dominical es tan pequeña que no tiene departamentos organizados y el acto de apertura es en conjunto, todos los alumnos pueden participar en la lectura del pasaje devocional escogido para el día. Conviene que siempre se utilice la Biblia misma en estos cultos de apertura. (2) Al recoger los informes. El maestro y el presidente de la clase tienen oportunidad de ayudar a los alumnos por medio de los informes. Los alumnos deben hacer sus propios informes individuales; aun los primarios, bajo la dirección de sus maestros, presidentes y secretarios. Este plan les ayuda a apreciar el valor de cada uno de los “Seis Requisitos” y su verdadera significación. El uso correcto del “Sistema de los Seis Requisitos” al hacer el informe semanal (bien sea en sobrecitos o en tarjetas) será un factor útil en el desarrollo de cada alumno individualmente. (3) Durante el período de la lección. El maestro hará bien en dar a cada alumno una oportunidad de expresarse. El conocimiento que uno exterioriza, no el que guarda para sí ayuda al desarrollo. El maestro literalmente debe “oír” la lección si él enseña realmente mucho. Oír a los alumnos es más eficaz que hablar todo el tiempo el maestro. Los maestros deben planear para que los alumnos lean la lección ( busquen citas relacionadas con la lección, reciten versículos de memoria, relaten alguna ilustración apropiada, o lean algo relacionado con el propósito de la lección). El buen maestro debe procurar tener una participación inteligente de todos los alumnos de su clase, y su deber es procurar darles oportunidad para tal cosa al preparar su lección. 5. Dando su Contribución Regular a la Iglesia. Si cada alumno de la escuela dominical va a ser individualmente desarrollado y ayudado en su vida espiritual, todos y cada uno deben dar sus ofrendas regularmente para el sostenimiento del programa total de su iglesia. Uno de los más valiosos ejercicios espirituales en que una persona puede sentir regocijo es en el acto de contribuir para el sostenimiento de la causa del evangelio. No debe permitirse que los alumnos sean negligentes en esto; ningún maestro de escuela dominical ha hecho su trabajo completamente en el desarrollo espiritual de sus alumnos si no ha logrado su participación para el sostenimiento económico de su iglesia. El maestro está más cerca del alumno que ningún otro miembro de la iglesia, y puede usar su influencia para que todos y cada uno de los alumnos de su clase suscriban su promesa para el sostenimiento del presupuesto, y contribuyan sistemáticamente a la causa del evangelio, ayudando así a los alumnos en gran manera al desarrollo de sus vidas espirituales. 6. Asistiendo a los Cultos de Adoración Regularmente. Alguien se preguntará: ¿es la asistencia al servicio de adoración un trabajo de la escuela dominical? ¿Qué tiene que ver este servicio con la enseñanza de la Biblia en la escuela dominical? Seguramente este es trabajo de la escuela dominical de la más alta calidad. ¿Cuál es el objeto de la escuela dominical? Es el desarrollo de cada alumno hasta lograr su más alto nivel espiritual. Ambas, la enseñanza de la Biblia en la hora de la escuela dominical y la predicación del evangelio inmediatamente después, en el culto de adoración, son esenciales. Ambas se complementan, dependen la una de la otra y se ayudan y se refuerzan. La enseñanza y la predicación de la Palabra van unidas. Los maestros de la escuela dominical deben luchar contra la negligencia, y ejercer su mayor influencia para que los alumnos asistan al culto de adoración inmediatamente después de la escuela dominical, si desean que ésta funcione plenamente y obtenga el más alto desarrollo de las vidas de sus alumnos. II. Características de una Verdadera Escuela Dominical de Enseñanza de la Biblia 1. Estará Propiamente Graduada. ¿Cuándo está una escuela dominical propiamente graduada? La respuesta es: cuando está dividida de tal manera que se puedan atender equitativamente las necesidades espirituales de todos los alumnos. Otra pregunta es: sobre ¿qué base debe graduarse la escuela dominical? Al buscar la respuesta, una cosa es clara: sí todos los alumnos han de ser tratados imparcíalmente, una base sencilla de graduación debe ser observada. En las escuelas seculareá la base usada es el progreso escolar de cada alumno de acuerdo con los cursos de estudios prescritos. No se admite otra base para la graduación, todos los alumnos son tratados Iguales. Es justo que en la escuela dominical la base de graduación sea aplicable a todos los alumnos por igual. Ahora, cuando nosotros consideramos que las necesidades espirituales de todos los alumnos han de ser atendidas, y que una sencilla base de graduación de todos los alumnos debe ser observada, comprendemos claramente que la única base para graduar una escuela dominical es la edad; todos los experimentos realizados para graduar la escuela dominical sobre otras bases solamente han causado confusión. El ejemplo siguiente nos dará una idea de la confusión que nos han acarreado los psicólogos modernos: “¿Qué edad tienes?” El muchacho moderno: “El último examen mostró que mi edad psicológica es doce años, mi edad moral cuatro, mi edad anatómica es siete, y mi edad fisiológica es seis. Supongo que usted se refiere a mi edad cronológica la cual es ocho años.” 2. Estará Completamente Organizada. Cada escuela dominical, no importa dónde esté situada, puede y debe mantener una organización de primera clase. Es decir, debe haber el número necesario de oficiales y el número suficiente de maestros en la organización para atender el trabajo adecuadamente. Esto sirve tanto en las escuelas dominicales rurales como en las escuelas de las ciudades. No importa el tamaño de la escuela dominical para que nos esforcemos a que ésta mantenga la mejor organización posible. Frecuentemente vemos una escuela dominical con un superintendente, un secretario tesorero y cuatro maestros, cuando podría tener un buen grupo de oficiales y una docena de maestros. Frecuentemente el superintendente, además de dirigir la escuela, es el director de música y también maestro; el secretario es pianista y hasta maestro de una clase; y en una clase hay alumnos de distintas edades. Los directores deben abrir sus ojos, seleccionar y elegir un conjunto de oficiales y un número suficiente de maestros para que se enfrenten a la situación, y deben prepararlos para que conozcan sus deberes. Frecuentemente vemos escuelas dominicales que podrían tener más departamentos, que sólo tienen dos o tres oficiales generales que también sirven como oficiales de departamentos y a veces como maestros de clases. Así mismo vemos clases sin maestros domingo tras domingo, a veces por un año unidas a otras clases, lo cual hace que los alumnos de edad mayor o menor abandonen la escuela por falta de organización. No hay pocas escuelas así, y no pueden ser buenas escuelas con un funcionamiento adecuado como agencias de enseñanza de la Biblia, que ofrezcan a cada alumno de la escuela dominical las cosas necesarias para su desarrollo espiritual. Estas condiciones no son inevitables, y muchas veces casi siempre, existen porque los pastores y superintendentes y otras personas responsables no ponen todas sus energías ni realizan su mayor esfuerzo en mantener una escuela dominical bien organizada. 3. Estará Debidamente Dirigida. Cuando visitamos escuelas dominicales aquí y allí descubrimos que un gran número de ellas trabajan como autómatas, no tienen dirección, ni guía, ni superintendente. Cada quien hace lo que quiere, o la escuela funciona para satisfacer los intereses de un pequeño grupo de maestros y un selecto número de alumnos. No tienen un objeto, marchan sin rumbo; no tienen un plan, ni hora fija para empezar ni para terminar. Los oficiales temen hacer apelaciones a los miembros, el sistema de los seis requisitos trabaja a medias porque algunos miembros “prominentes” se han opuesto al mismo. Los oficiales son timoratos en el cumplimiento de su deber y como consecuencia nunca hacen nada para mejorar esas condiciones. Ellos necesitan entender el significado de Ecl. 11: 4: “El que al viento mira, no sembrará; y el que mira a las nubes, no segará”. Para que una escuela dominical funcione propiamente como una agencia de enseñanza de la Biblia debe ser bien dirigida, y el superintendente debe hacer las cosas con inteligencia, tacto, cortesía, y también con mucha firmeza. Su responsabilidad es muy grande y él debe asumirla valientemente. 4. Tendrá Programas Atractivos. Toda escuela dominical, no importa si se reúne en un solo salón con todos los departamentos unidos, o en cada departamento bajo la dirección de un superintendente, debe presentar un programa útil y agradable en cada reunión. Iremos más lejos al afirmar que una escuela dominical no estará haciendo su mejor trabajo, no importa lo bueno que sean sus maestros, si no hacen que el programa devocional y todo el programa de la escuela sea atractivo. 5. Celebrará una Reunión Semanal de Maestros y Oficiales. Ninguna escuela dominical podrá realizar un buen trabajo de enseñanza de la Biblia si no celebra una reunión semanal de maestros para el estudio de la lección del próximo domingo. ¿Por qué no todas las escuelas dominicales tienen reunión semanal de maestros? Por lo menos tres cosas se oponen a ella: primera: falta de apreciación de lo que es una reunión semanal de maestros y de lo que hace por la escuela dominical; segunda: los oficiales y maestros no desean poner en esta reunión toda su energía, tiempo y estudio para hacerla triunfar; tercera: cuesta dinero tener una buena reunión semanal de maestros, y el comité de finanzas de la iglesia no ha tomado en cuenta esta necesidad. No obstante, si el pastor y el superintendente reconocen la importancia de esta reunión pueden instar a la iglesia a incluir su costo en el presupuesto de la misma. De igual manera, los maestros y oficiales serán instados a asistir cuando esta reunión se celebre de manera apropiada y atractiva. 6. Mantendrá a sus Obreros en Constante Preparación. Toda iglesia debe tener un plan bien definido para la preparación de sus obreros de la escuela dominical. Este programa debe ser planeado y mantenido en servicio todo el año. Para tener una buena escuela dominical se requieren obreros consagrados, inteligentes, bien informados y bien preparados; para lo cual se requiere que se les proporcionen los materiales y los medios necesarios para su mejor preparación. Duele oír a pastores quejándose de que no tienen obreros preparados para servir como maestros de la escuela dominical. Unos dicen: “Nuestros miembros son trabajadores pobres y no tienen tiempo ni habilidad para obtener la preparación necesaria”. Otros dicen: “Yo soy pastor de una iglesia rural, nuestros miembros no tienen educación suficiente para poder ser preparados”. Algunos: “Los nuestros son obreros sin ninguna preparación cultural y es imposible prepararlos para maestros.” Y otros: “los nuestros son tan mundanos, o están tan ocupados en sus propios negocios que es imposible que sean maestros de la escuela dominical”. Lo que falta es una nueva actitud de parte de los pastores y dirigentes, y un conocimiento de los métodos y planes de preparación de obreros bautistas. Nuestras convenciones y nuestros departamentos de educación religiosa sugieren cursos de estudios que se pueden impartir en campamentos, clínicas de escuelas dominicales, etc. En nuestra experiencia hemos descubierto que siempre hay personas deseosas de prepararse mejor para ser maestras de la escuela dominical y con gusto lo harían si nosotros las ayudásemos un poquito. 7. Usará un Buen Sistema de Informes. Francamente decimos que si una escuela dominical donde quiera que esté, tiene maestros y oficiales que conozcan bien el sistema de informes de los seis requisitos y que lo usen como se recomienda, hará más de lo que podemos imaginar por alcanzar el más alto grado de enseñanza de parte de los maestros y lograr la participación de los alumnos en el proceso de enseñanza. El sistema de informes de los seis requisitos dice a los maestros y oficiales lo que cada alumno hace semana tras semana y mes tras mes. Nosotros admitimos que esta información es esencial para que el maestro pueda atender debidamente las necesidades de cada alumno. Este sistema sirve como un termómetro para determinar la verdadera condición de cada alumno en relación con los asuntos incluidos en este sistema, y es un instrumento poderoso que ayuda al maestro a lograr éxito en su labor como maestro de la Palabra de Dios. Los maestros y oficiales de la escuela dominical trabajan en la oscuridad cuando no conocen lo que sus alumnos están haciendo en relación con las cosas incluidas en el sistema de informes de los seis requisitos, y ellos no lo sabrán a menos que la escuela dominical practique este sistema inteligentemente. III. El Maestro Sera un Verdadero Maestro de la Biblia 1. Será Profundamente Consciente de lo Sagrado de su Trabajo. La obra del maestro de la escuela dominical es sagrada. El es un embajador de Cristo, colocado por Cristo para guiar a los hombres a una reconciliación con Dios. Cada maestro ganador de almas de la escuela dominical debe tener este concepto acerca de su trabajo, o de otra manera nunca podrá enseñar la Biblia y mucho menos ganar a sus discípulos para el Señor. El maestro de la escuela dominical debe tener el mismo espíritu de Pablo y decir: “Ay de mí si no hago lo mejor que pueda en mi clase de la escuela dominical, ay de mí si no soy un maestro que enseña, ay de mí si no hago lo que Cristo espera de mí en esta oportunidad”. Ningún maestro que atiende las necesidades espirituales de sus alumnos y es buen maestro de la Biblia puede tomar este trabajo con ligereza. El no puede relegar a sus conveniencias su constancia, el interés en sus alumnos ausentes, su preparación constante para su trabajo, su regular y puntual asistencia a la escuela y a la reunión semanal de maestros. Estos y otros asuntos vitales deben tener un lugar preferente y su escuela dominical debe ser lo primero en la preparación de todos sus planes. El trabajo de enseñar en la escuela dominical es un asunto serio y requiere lo mejor de quien lo acepte. 2. Sentirá Amor Hacia la Gente. La única manera que nosotros tenemos para entender lo que significa amar a la gente verdaderamente, es estudiar la actitud y la conducta de Cristo hacia ella. El visitaba a las personas en sus hogares, hablaba con ellas en el camino, se mezclaba con las multitudes y se codeaba con ellas cada día, les predicaba y enseñaba en cada oportunidad que tenía, él alimentaba a multitudes hambrientas, sanaba enfermos y enderazaba tullidos, mezclaba sus lágrimas con los que sufrían, se hospedaba con los despreciados y los recibía con su compañía, lloraba por los perdidos, perdonaba pecados, siempre era paciente, Cristo amaba de verdad. Si los maestros de la escuela dominical quieren obtener grandes éxitos, si quieren disfrutar del gozo grande y pleno que les espera, ellos deben amar a la gente como Cristo la amaba. Su amor debe ser semejante al de Cristo. ¡Cómo perdemos gozo que debía ser nuestro, y oportunidades y privilegios como maestros de la escuela dominical cuando no manifestamos en nosotros el amor de Cristo por aquellos que tanto lo necesitan! Las Escrituras piden que “nos guardemos en el amor de Dios”. Esto puede hacerlo el maestro de la escuela dominical buscando en todo tiempo el bien de sus alumnos y ofrecerles servicio desinteresado y amor sincero. 3. Será Estudioso. Frecuentemente oímos esta pregunta: ¿Cuánto tiempo debe dedicar cada semana un maestro de la escuela dominical para el estudio de la lección? ¿Cuánto tiempo debe dedicar a una preparación especial, estudiando libros de la Biblia, métodos de enseñanza, planes de organización y otros cursos de estudios para prepararse para su trabajo? Por supuesto que no hay una regla fija que podamos mencionar. El amor no se gobierna por reglas. Basta decir que los maestros de la escuela dominical deben estudiar regular y constantemente. Jesús nos ordenó: “orad sin cesar”. De la misma manera los maestros que quieren ganar almas e inspirar a sus alumnos en la vida cristiana deben “estudiar sin cesar”. Es cierto que los maestros de la escuela dominical son personas muy ocupadas. Todos tienen trabajos, negocios y actividades sociales y familiares; pero ellos deben buscar un tiempo cada día para el estudio, si quieren poder realizar un buen trabajo el domingo. Más adelante hablaremos de los libros y métodos de estudios que podemos recomendar para la instrucción de un maestro de la escuela dominical. IV. Los Oficiales Deberán Entender y Hacer Su Trabajo Esto significa que mucho del éxito de la buena enseñanza en la escuela dominical también depende de los oficiales generales de la misma. Ellos tienen sobre sus hombros grandes responsabilidades aunque ha costado y costará aún mucho trabajo que puedan comprender que toda la responsabilidad del éxito de la enseñanza en la escuela no puede recaer solamente sobre los maestros. Es imperativo que ellos se preparen lo mejor posible para el desempeño de sus funciones y tomen seriamente el papel importante que ellos tienen en la escuela dominical. Se ha dicho con razón que “solamente los soldados bien preparados pueden ganar batallas difíciles”. De la misma manera un ejército de soldados perfectamente preparados sería impotente con un grupo de oficiales incapacitados y mal preparados. Este mismo principio se aplica en el mundo de los negocios. El éxito de una empresa no puede depender solamente de empleados bien preparados, sino que necesita administradores eficientes, capaces, preparados debidamente. Por supuesto, se requieren soldados preparados para ganar batallas; pero es necesario que tengamos oficiales capacitados para preparar a los soldados. Se necesitan empleados bien preparados para que un negocio tenga éxito; pero es necesario también un administrador capaz de dirigir sabiamente el negocio y de instruir debidamente a esos empleados. De la misma manera podemos decir que los maestros bien preparados son necesarios para la buena enseñanza de la Biblia en la escuela dominical; pero se necesitan oficiales consagrados, enérgicos y bien instruidos para utilizar y dirigir a los maestros si deseamos que rindan un máximo de servicio y eficiencia en la escuela dominical. ¿Lo que hemos dicho debilitará el énfasis que hemos hecho en la necesidad de tener maestros bien preparados? En ninguna manera; pero tratamos de poner también la responsabilidad de la buena enseñanza de la Biblia en la escuela dominical sobre los hombros donde debe descansar durante todo el año: los oficiales de la escuela dominical. Los maestros de la escuela dominical dependen más de la manera como los oficiales dirigen ésta, que en lo que ellos mismos hacen. Un grupo de oficiales desanimados, mal preparados y apáticos, pueden constituir un obstáculo y entorpecer el trabajo de los mejores maestros. Un superintendente indiferente y egoísta en sus opiniones produce el mismo efecto en la organización de la escuela dominical, que el que produce en el tránsito automovilístico un tronco, atravesado en una carretera. Una escuela dominical no puede progresar si sus dirigentes son inactivos; pero cuando sus dirigentes: pastor, superintendente, secretario y demás oficíales conocen su trabajo y se esfuerzan por cumplir sus deberes, la escuela dominical tendrá maestros eficientes, estará bien organizada y activa, y funcionará como una agencia de enseñanza de la Biblia. Cuestionario 1. Mencione cómo podemos ministrar a las necesidades de los alumnos de la escuela dominical. (Seis cosas necesarias) 2. Mencione tres factores que ayudan a promover el estudio de la lección por parte de los alumnos. 3. Refiérase brevemente a la importancia del uso de la Biblia por los alumnos en el período de la clase. 4. ¿En qué ocasiones los alumnos pueden participar en los programas y trabajos de las clases? 5. ¿Qué responsabilidad tienen los maestros de que sus alumnos asistan al culto de adoración inmediatamente después de la escuela dominical? 6. Mencione las características de una verdadera escuela dominical de enseñanza bíblica. 7. ¿Qué tres cosas se mencionan como necesarias para que el maestro sea un verdadero maestro de la Biblia? 8. ¿Cuál es la responsabilidad de los oficiales para lograr que se imparta una buena enseñanza bíblica? Capitulo 3. — La Escuela Dominical Funcionando Como una Agencia para Utilizar a los Miembros de la Iglesia I—ES EL PROPÓSITO DE DIOS QUE CADA UNO DE SUS HIJOS SEA UTILIZADO IN SU OBRA 1.—Todos los cristianos deben ser colaboradores. 2.—Hay suficiente trabajo que hacer. II—HAY UN LUGAR DE SERVICIO PARA TODOS EN LA ESCUELA DOMINICAL. 1.—Algunos tienen habilidad para dirigir. 2.—Algunos tienen el don de la enseñanza. 3.—Algunos tienen habilidad para el trabajo estadístico. 4.—Muchos pueden visitar en favor de la escuela dominical. 5.—Algunos pueden ayudar a los enfermos y a los necesitados. 6.—Algunos tienen habilidad para dirigir actividades sociales. 7.—Algunos tienen talento musical. 8.—Todos deben ser ganadores de almas. Los pastores están generalmente de acuerdo en que una de las mayores necesidades de las iglesias de hoy es mantener a todos los miembros ocupados constantemente. I. Es el Proposito de Dios Que Cada Uno de Sus Hijos Sea Utilizado rn Su Obra 1. Todos los Cristianos Deben ser Colaboradores. Ciertamente, necesitamos pocos argumentos para convencernos de que cada hijo de Dios debe estar ocupado cada día en los negocios de su Padre. Jesús fue ejemplo a sus seguidores de una intensa vida de servicio. Los apóstoles y los primeros seguidores de Jesús se entregaron a este servicio con celo y ardiente fervor. Las Escrituras abundan en amonestaciones instando a los hijos de Dios que se mantengan ocupados en la obra del Señor. El Nuevo Testamento está lleno de pasajes que contienen exhortaciones de esta naturaleza. En muchos pasajes el Nuevo Testamento se refiere a los cristianos como a “obreros” y labradores, y ciertamente si los seguidores de Cristo quieren cumplir su misión de llevar adelante la obra que Jesús comenzó deben estar ocupados cada día. Por ejemplo, en 1 Cor. 3: 9 los discípulos de Cristo son llamados “coadjutores de Dios”. Stg. 1:22-24 los insta a que sean “hacedores” de la palabra y no sólo “oidores”. En 2 Tim. 2:15 se amonesta a “presentarse a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse.” No necesitamos mencionar más referencias de la Escritura para convencernos de que cada hijo de Dios es salvo para servir, y que el servicio es una señal o uno de los frutos que dan testimonio de que uno es salvo. Hay un numeroso ejército de siervos de Dios sin empleo en nuestras iglesias, quienes necesitan ser puestos a trabajar. Ellos tienen talentos y habilidades; y en el corazón de cada uno de ellos Dios ha puesto el deseo de servir en la causa de Cristo; la dificultad es que ellos no saben qué hacer. Necesitan que alguien les fije determinado trabajo y los guíe y les dé valor para efectuarlo. Esta situación es claramente presentada en el capítulo veinte de Mateo en la Parábola de los Obreros de la Viña. Si un siervo sin empleo fuese interrogado hoy con la pregunta: ¿Por qué estáis aquí todo el día ociosos?, de lo más íntimo de su corazón él contestaría: porque nadie me ha ocupado; y no sé qué hacer. Cuando uno contempla el gran ejército de miembros que no trabajan en la obra del Señor en casi todas las iglesias, uno puede pensar que allí no hay nada que hacer o que ellos no están salvos. Pero ninguna de estas cosas es la verdad. Quizá hay miembros en todas las iglesias que están equivocados acerca de su salvación; pero el número es insignificante con relación a la gran multitud de verdaderos creyentes en Cristo que no saben lo que pueden hacer; y hay una gran necesidad de personas que los dirijan en alguna actividad, les den trabajo, los instruyan y los animen a ocupar su lugar de servicio en la iglesia. Tampoco hay cristianos ociosos porque no hay trabajo que hacer. La necesidad es de alguien que organice el trabajo y ponga a los obreros a trabajar. 2. Hay Suficiente Trabajo que Hacer. Hay más trabajo del que somos capaces de hacer. En dondequiera hay pecado, enfermedad, tristeza, ignorancia, decepción, debilidad, de- sesperación, muerte. ¡Los campos están blancos! ¡Blancos! ¡Blancos! El clamor es por hijos de Dios que sean alistados en un servicio útil y definido para hacer las cosas que Cristo hizo mientras estuvo en la tierra y que él espera que nosotros hagamos ahora. ¿Cuántos pastores e iglesias están utilizando efectivamente su gran ejército de miembros para atender las necesidades que nos rodean? Cada cristiano ocioso es una posibilidad en manos del pastor y una pesada carga sobre su corazón. Algo debe hacerse para remediar esta deplorable situación y convertir a cada cristiano ocioso en un obrero útil para Cristo. ¿Cómo puede esto hacerse? ¿Dónde podemos encontrar trabajo valioso y necesario? La escuela dominical es la respuesta. II. Hay Un Lugar de Servicio Para Todos en la Escuela Dominical Los trabajos son numerosos y variados, y en cada iglesia hay una o más personas adecuadas para esos trabajos. Los dones de los miembros son tan variados y diferentes como las tareas. “Empero a cada uno de nosotros es dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo. Y él mismo dio unos, ciertamente apóstoles; y otros, profetas; y otros, evangelistas; y otros, pastores y doctores” (Ef. 4: 7 y 11). Como fue en los tiempos del Nuevo Testamento también lo es hoy. En todas nuestras iglesias tenemos miembros de variados dones y talentos, quienes, si son adiestrados y alistados, son capaces de realizar grandes cosas por Cristo. Veamos cómo poder utilizar a estos miembros en un trabajo práctico en la escuela dominical. 1. Algunos Tienen Habilidad Para Dirigir. En todas las iglesias hay hombres, mujeres y jóvenes capaces de dirigir negocios y actividades cívicas y sociales. Estos mismos dones pueden ser usados de una manera sabia en la dirección y administración de la escuela dominical. El pastor y el superintendente deben estudiar la lista de miembros de la iglesia y seleccionar a las personas más adecuadas para ser oficiales generales de la escuela dominical y los departamentos. Cada uno debe ser seleccionado para el cargo que esté de acuerdo con sus habilidades. En las iglesias pequeñas hay necesidad de un superintendente y un auxiliar o dos, un secretario tesorero, un pianista, etc. También hay necesidad de varios oficiales en las clases. En las iglesias mayores con departamentos organizados son necesarios más oficiales. Como vemos hay grandes oportunidades en las escuelas dominicales de emplear un buen número de hombres y mujeres en un trabajo activo de la iglesia. 2. Algunos Tienen el Don de la Enseñanza. Ni una entre cien iglesias en nuestra obra tiene la mitad de los maestros que necesita para atender a sus alumnos adecuadamente. Esta es una razón por la cual la mayoría de nuestras escuelas dominicales no crecen. En todas nuestras iglesias hay un gran número de hombres y mujeres con capacidad y dones de enseñanza, que no están haciendo ningún trabajo en la escuela dominical. Los pastores y superintendentes temen alistarlos en el servicio y ponerlos a trabajar por la razón de que nunca han enseñado o no son “expertos”. Los pastores y superintendentes deben seleccionar de la lista de los miembros de la iglesia a aquellos que tienen don de enseñanza y a su juicio son capaces de poder servir como maestros de la escuela dominical. Lo más probable es que nuevas clases tendrán que ser organizadas. Al mismo tiempo, los maestros deben ser alistados en una clase de preparación o curso de estudio y procurar que constantemente se preparen mejor para un servicio más eficiente. Muchas escuelas dominicales que tienen diez maestros podrían tener veinte; otras con veinte deberían tener treinta o cuarenta. Todo depende del cuidado que tengan los pastores y superintendentes en buscar a las personas que puedan servir en este trabajo. Seleccionar el elemento humano y ponerlo a trabajar es un arte que debe ser cultivado. 3. Algunos Tienen Habilidad Para el Trabajo Estadístico. Una escuela dominical, para hacer su mejor trabajo, debe tener un sistema apropiado de informes practicado correctamente. Para los bautistas el llamado “Sistema de los Seis Requisitos” llena admirablemente esta necesidad. Para practicar este sistema en las escuelas pequeñas basta con un secretario y un ayudante, y con los secretarios de las clases. He aquí la oportunidad de utilizar un número de personas jóvenes en un trabajo útil. Ellos deben comprender que su trabajo tiene una importancia espiritual tan grande como la de los maestros, y que ellos deben ser preparados para su trabajo y dirigidos en esa instrucción, si quieren hacer lo mejor. En las escuelas dominicales más complejas serán necesarios más secretarios y ayudantes. Hay orientación específica para este importante trabajo en las primeras páginas del Cuaderno de Registro para una Clase y del Cuaderno de Registro General para la Escuela Dominical. 4. Muchos Pueden Visitar en Favor de la Escuela Dominical. ¡Qué poco apreciamos el valor de la visitación personal en el servicio de Cristo! El hecho es que el trato personal con la persona que nosotros deseamos ayudar es la mejor manera posible de ganarla. Y así mismo el valor de la influencia que la visitación personal en favor de la escuela dominical tiene sobre aquel que hace la visita no puede ser calculado. Nuevos discípulos deben ser ganados para la escuela dominical, y hay un solo medio eficaz para ganarlos: la visitación personal. Es más que probable que si en cada escuela dominical ponemos en práctica un programa de visitación activo, entusiasta y constante para buscar nuevos alumnos semanalmente, la asistencia de muchas escuelas se duplicaría antes de un año, y en muchos casos antes de un mes. Los alumnos que se han ausentado necesitan ser traídos de nuevo. Borrar de las listas de la escuela dominical a los alumnos que son indiferentes o que no asisten regularmente, es un error que no debe ser tolerado en ningún momento. Por el contrario, debe tenerse un sistema constante para atraer a los alumnos ausentes, basado en la visitación. Las llamadas por teléfono, las tarjetas postales y cartas enviadas a los ausentes valen algo, pero nunca tanto como una visita personal. Si los pastores, superintendentes de departamentos y maestros quieren emplear bien su tiempo, deben dirigir un ejército de alumnos entusiastas de la escuela dominical en la visitación de los nuevos alumnos y los ausentes, realizando así un servicio que traería bendiciones a cientos de personas. 5. Algunos Pueden Ayudar a los Enfermos y a los Necesitados. En cada iglesia hay personas especialmente dotadas para llevar consuelo y gozo a los enfermos y los necesitados. Toda iglesia por medio de su organización de la escuela dominical puede emprender una obra de servicio social y de alivio a los necesitados. En toda iglesia hay personas especialmente aptas para esta clase de trabajo. Por medio de la escuela dominical, especialmente por medio del departamento de extensión, estas personas necesitadas pueden ser localizadas y recibir gozo, consuelo y ayuda de nosotros. Un Departamento de Extensión bien organizado tiene bajo su vigilancia los hogares en el territorio de la iglesia, y los pastores generalmente tienen en el grupo de mujeres visitadoras una ayuda incalculable para establecer relaciones con los necesitados de la comunidad. Un departamento de extensión en una escuela dominical mediana puede tener hasta 10 o 12 visitadores. 6. Algunos Tienen Habilidad Para Dirigir Actividades Sociales. Prácticamente la vida social de la iglesia puede ser atendida mediante la escuela dominical. La dirección general de la vida social de una escuela dominical debe ser confiada a una persona que posea dones adecuados para que dirija esta fase de la actividad cristiana. En cooperación con este director general de actividades sociales cada departamento debe tener una persona encargada de hacer que el salón tenga la apariencia más atractiva posible. También en cada clase a partir de los primarios debe haber un oficial encargado de este trabajo. En las clases de departamentos más pequeños los maestros mismos deben atender estas actividades. Todos estos dirigentes sociales deben trabajar armoniosamente para hacer la vida social de la escuela dominical atractiva. Así vemos que gran número de personas pueden ser usadas en desarrollar un programa de vida social activo y útil en cada escuela dominical. Esta es realmente una forma de servicio cristiano, y todos los que tienen algún don que puedan usar en este servicio tan útil y hermoso deben ejercitarlo. 7. Algunos Tienen Talento Musical. La buena música es absolutamente esencial en una escuela dominical. Muchas personas tienen talentos especiales o dones musicales que deben ser cultivados y usados para la gloria de Dios. Cada iglesia, por medio de su escuela dominical debe dar oportunidad y animar a tales personas a usar estos talentos musicales. Una atención especial debe ser dada a los jóvenes con buenas voces y a aquellos que saben tocar distintos instrumentos musicales. Esta es una de las mejores maneras de interesar a los jóvenes en la escuela dominical, y es una de las mejores maneras de tener servicios hermosos y atractivos. 8. Todos Deben ser Ganadores de Almas. En la escuela dominical el pastor tiene prácticamente todos los ganadores de almas de la iglesia, y por medio de la escuela dominical él puede lograr el mejor cultivo de las almas. Cada maestro y cada alumno puede encontrar una oportunidad para un buen trabajo como ganador de almas. El pastor y el superintendente trabajando juntos pueden infundir un espíritu evangelístico en toda la vida de la iglesia. Si la escuela dominical está bien organizada este es el medio más práctico para alistar a los miembros como ganadores de almas. Primero, el superintendente tiene a su cargo el ganar para Cristo a cada persona inconversa de su escuela dominical. Segundo, cada superintendente tiene la responsabilidad de ganar a cada persona inconversa de su departamento. Y por último, cada maestro tiene la responsabilidad de ganar para Cristo a cada alumno de su clase, sea uno o sean veinte. Será fácil para cada maestro pedir ayuda e inspirar a cada alumno salvado a que haga algo por guiar a su compañero de clase a aceptar a Cristo como su Salvador. Tenemos en todas las iglesias un gran ejército de personas salvas, cada una de las cuales puede y debe ser ganadora de almas. Si la escuela dominical está bien organizada y bien dirigida usará este gran ejército en ganar a las almas perdidas para Cristo. Con un cuerpo de directores capaces y una escuela bien organizada, cada miembro de la iglesia tendrá un lugar en este trabajo honroso de ganar almas. Cuestionario 1. Explique por qué cree usted que es el propósito de Dios que todos sus hijos sean usados en su obra. 2. Mencione a lo menos cinco lugares de servicio en donde los miembros de la iglesia pueden ser útiles en la escuela dominical. 3. ¿Cómo despertar en algunos el don de la enseñanza? 4. ¿Es la visitación una actividad importante? 5. ¿Cuál es la responsabilidad de cada cristiano en cuanto a ganar almas? 6. ¿Hay alguna otra forma en que los miembros de la iglesia pueden ser utilizados, que no haya sido mencionada en este capítulo? Favor de indicarlo. Capitulo 4. — La Escuela Dominical Funcionando Como Una Agencia de Informacion I—LA EXTENSIÓN DEL CAMPO. 1.—El área que puede abarcar una Iglesia. 2.—El número de miembros en perspectiva. II—LA POBLACIÓN EN ESE CAMPO. 1.—Cada iglesia debe tener la lista de personas inconversas residentes en su campo de acción. 2.—Cada iglesia debe tener la lista de los bautistas que no están unidos a alguna iglesia, y que residan en su campo. III—METODOS PARA OBTENER INFORMACION QUE HAN SIDO INEFICACES. 1.—Por medio de los diáconos. 2.—Por medio de un “comité de observación”. 3.—Por medio de un “comité para ayudar al pastor”. IV.—LA IGLESIA USANDO SU ESCUELA DOMINICAL COMO UNA AGENCIA DE INFORMACON. 1.—Levantando un censo. 2.—Por la visitación regular de alumnos y maestros. Para poder hacer su trabajo más eficientemente, cada iglesia debe tener cierta información concerniente a las condiciones, necesidades y posibilidades del campo en el cual va a trabajar, y el cual recibirá directamente influencia de su ministerio. La iglesia debe tener este conocimiento si quiere llevar adelante un buen programa de enseñanza, predicación y evangelización. Consideremos algunas de las cosas que una iglesia debe conocer acerca del campo. I. La Extensión Del Campo 1. El Área que Puede Abarcar una Iglesia. El campo de cada iglesia bautista es el mundo; pero hay también “una Jerusalem” para cada iglesia. Esto es, que hay cierto campo en el cual una iglesia debe trabajar como en un jardín. Por supuesto, ninguna iglesia puede limitar su campo por calles o carreteras y decir: “hasta allí llegará mi trabajo y no más lejos”; pero toda iglesia debe tener una idea del campo que puede cubrir. En las comunidades rurales la distancia y los medios de comunicación determinan el campo de trabajo. En los pueblos generalmente los límites de la comunidad sirven como líneas de demarcación. En las ciudades donde hay más de una iglesia bautista los pastores e iglesias pueden ponerse de acuerdo y asignar a cada una su campo de trabajo. Como no hay reglas que gobiernen este punto, como una cuestión de ética cristiana, las iglesias no deben entrar en conflictos acerca de metas y límites concernientes al territorio o al campo de cada una. 2. El Número de Miembros en Perspectiva. El área del campo de una iglesia realmente no determina la amplitud de sus posibilidades para el servicio. El número de personas que habitan en tal campo es el que determina este asunto. A lo menos por dos razones una iglesia debe conocer el número de personas que viven en su campo: (1) Para saber la clase de organización que se necesita. El número de personas que se considere que pueden ser ganadas para la escuela dominical en ese campo, en lugar del número de miembros de la iglesia o de la escuela dominical, es lo que determinará el tamaño y la clase de organización que la iglesia debe tener. En el mundo de los negocios los hombres hacen planes tomando en cuenta lo que ellos consideran sus posibilidades. Las iglesias deben hacer lo mismo. Han de tomar en cuenta las posibilidades. Es una tontería que una iglesia sostenga una organización capaz solamente de ministrar a las necesidades de la membresía actual de la iglesia, o de la actual matrícula de la escuela dominical. Las posibilidades de todas las iglesias generalmente son el doble o el cuádruple del número de miembros de la iglesia y de la escuela dominical juntas. Muchas iglesias tienen pequeñas escuelas dominicales sin departamentos, cuando en su campo podría tenerse una escuela con todos sus departamentos. Las iglesias necesitan información acerca de las posibilidades, o sea del número de personas que residen en su campo y que se considera que hay posibilidades de ganarlas y alistarlas como alumnos de la escuela dominical. (2) Para saber qué edificio y equipo son necesarios. El tamaño y la clase de edificio que una iglesia erige en el noventa y nueve por ciento de los casos determina no solamente el carácter del trabajo que la iglesia hace, sino también la magnitud de las operaciones de la iglesia. La mayoría de los templos son muy pequeños; fueron construidos tomando en cuenta la escuela dominical y la asistencia a los servicios de adoración de la época en que fueron construidos, más bien que con una visión del futuro, y no prepararon lugar para cada hombre, mujer y niño que había en el campo que abarcaba la iglesia, y que había posibilidades de ganarlos. Por lo tanto, en la preparación para construir nuevos edificios, las iglesias deben planear que tengan capacidad para las personas que vivan en su campo y que se considere que pueden ser ganadas para Cristo. Esto puede hacerse debidamente siempre que una iglesia conozca el número de personas residentes en su campo, y como hemos dicho, la escuela dominical debe obtener esta información. II. La Poblacion en ese Campo No basta que una iglesia conozca simplemente cuántas personas habitan dentro de los límites de su territorio. La iglesia debe tener cierta información definida acerca de cada persona. El cristianismo es cuestión personal. Los escritores de los Evangelios hacen énfasis en esto. Jesús llamó a los doce uno por uno, y no dudamos que los setenta fueron seleccionados de la misma manera. Los escritores de los evangelios hablan de “cierto hombre”, “cierta mujer”, “un joven”, “una muchacha”, “el siervo de un centurión”, etc. Jesús no generalizó sino que dio a todos sus mensajes aplicaciones personales extremadamente prácticas. De la misma manera, para que nuestros pastores e iglesias hagan un trabajo efectivo, deben tratar con las personas individualmente, y para hacer tal cosa ellos deben tener cierto conocimiento definido de cada persona residente en su campo. Consideremos algunas de las cosas que las iglesias deben' conocer acerca de las personas residentes en la comunidad en la cual los templos están localizados. 1. Cada Iglesia Debe Tener la Lista de Personas Inconversas Residentes en su Campo de Acción. El nombre de cada persona inconversa de la comunidad debe conocerlo la iglesia y el pastor. Es mucho más fácil sentir más intensa preocupación por la salvación de las almas perdidas cuando nosotros las conocemos personalmente y sabemos quiénes son y dónde viven. 2. Cada Iglesia Debe Tener la Lista de los Bautistas que no Están Unidos a Alguna Iglesia, y que Residan en su Campo. Tales personas componen un gran “ejército” de bautistas inactivos que podría reducirse si cada pastor e iglesia conociera los nombres de todos los bautistas de su campo que no están registrados en alguna iglesia, y fuera en su búsqueda con el firme propósito de traerlos y unirlos a la iglesia y utilizarlos en la obra del Señor. Esto nunca podrá ser hecho efectivamente hasta que el nombre de cada uno sea conocido por la iglesia situada en la localidad. III. Metodos Para Obtener Informacion Que Han Sido Ineficaces Sería injusto decir que los métodos siguientes han sido ineficaces del todo; pero tampoco podemos afirmar que han sido suficientemente eficaces. 1. Por Medio de los Diáconos. Muchas iglesias han tratado de usar a sus diáconos para mantener relación con las personas necesitadas que hay en su campo. En algunos casos han aumentado el grupo de diáconos a diez, veinte y hasta cincuenta, según la membresía, y los han organizado para este trabajo. A cada diácono se le ha asignado uno o más distritos o manzanas para observar el movimiento del mismo y rendir un informe a la iglesia. Teóricamente el plan subyuga; pero en la práctica ha sido ineficaz y desechado al fin. 2. Por Medio de un “Comité de Observación”. Otras iglesias han procurado mantener esta relación por medio de un comité de observación. Esto requiere un numeroso comité con un presidente, y fijar a cada miembro una porción del territorio para vigilar el movimiento del mismo y poder informar a la iglesia de los cambios de vecinos, de los necesitados, enfermos, etc. Este método generalmente tiene el mismo resultado que el anterior. 3. Por Medio de un “Comité Para Ayudar al Pastor”. En otras iglesias se ha tratado de buscar esa información usando un grupo de mujeres piadosas que presten ayuda al pastor visitando cierto territorio por grupos, y rindiendo sus informes al mismo pastor. Este es un plan más eficaz que los anteriores, pero no lo suficientemente eficaz porque no hay ninguna organización para dirigir este trabajo y hacer que las mujeres lo realicen en la mejor forma. IV. La Iglesia Usando Su Escuela Dominical como Una Agencia de Información No hace mucho un pastor alerta dijo a un obrero: “Prefiero tener una escuela dominical que obtenga esta información acerca de mi campo y atienda a los necesitados y enfermos, que tener una “docena de visitadores”. Y él continuó: “Yo no tengo problemas con los miembros que visitan. A ellos se les predica fácilmente, y traen gozo y bendición al pastor y a la iglesia. Ellos llevan y traen bendición.” ¿Cómo podemos hacer que la escuela dominical se mantenga relacionada con los hogares y las personas residentes en el campo de la iglesia? 1. Levantando un Censo. Quizá en algunos países o ciudades no sea posible levantar un censo general completo. Mucho depende de las costumbres y las condiciones políticas de los pueblos. En los Estados Unidos pueden levantarse con éxito censos religiosos porque es un plan que hasta ha tenido el apoyo de las autoridades y en muchos casos han participado todas las denominaciones religiosas, incluyendo a los católicos. En algunos países un censo de esa naturaleza está prohibido, y en otros las condiciones religiosas lo harían impracticable. Para la América Latina podríamos recomendar censos por barrios solamente en muy limitados lugares. En estos casos una o más iglesias podrían unir sus fuerzas y usar los materiales que tenemos para lograr una buena información. Nosotros recomendamos que se levante un censo llenando una tarjeta que incluya los nombres de las personas residentes en cada casa, y la relación de parentesco, así como su ocupación y dirección, preguntando la religión donde tal cosa fuera posible, y en caso contrario suponerla, pues en nuestros países por tradición todo el que no ha sido convertido al evangelio y no es miembro activo de una iglesia evangélica, se considera católico. No obstante esto, en cualquier iglesia puede levantarse un censo que pudiéramos llamar limitado, o al menos se puede obtener una información casi completa de todos los hogares de la comunidad. ¿Cómo se haría esto? Si usamos la escuela dominical no será difícil. Los registros de nuestras escuelas dominicales tienen los nombres de cientos de personas que han asistido por lo menos una vez; esos nombres deben ser exactos, con sus direcciones, y al visitar a esas personas podríamos investigar fácilmente los nombres de los padres y demás familiares residentes en su casa. Algunos nombres de vecinos inmediatos pueden ser logrados también por los maestros y alumnos de la escuela dominical, para invitarlos y visitarlos. En los lugares donde hay lo que llamamos “escuelas de barrio”, o “escuelas dominicales de misiones”, o “ escuelas dominicales anexas”, podemos llenar cientos de tarjetas usando los nombres y los informes que nos dan los mismos niños y jovencitos que asisten y luego podemos relacionarnos con los padres. Cuando tenemos campañas especíales de evangelismo recibimos muchos visitantes y es el momento oportuno para pedirles que llenen alguna tarjeta que nos dará una buena información de sus hogares y sus creencias, y también podemos hacer lo mismo en la visitación a hospitales, clínicas, etc. Usando todos estos medios podemos ir formando un archivo con tarjetas que pueden catalogarse por calles y secciones, y cuando las condiciones lo permitan podemos completar esos datos haciendo un trabajo especial entre las familias o los hogares que quedan sin haber tenido información de ellos. De esta manera, poco a poco acumularemos una información que si bien no puede ser llamada “censo religioso completo”, por lo menos viene a ser un censo parcial. 2. Por la Visitación Regular de Alumnos y Maestros. Como podemos comprender ni aun teniendo el más completo archivo de tarjetas de información tendremos todos los datos necesarios para el pastor y la iglesia concernientes a los hogares y las personas. Maestros y alumnos de la escuela dominical pueden obtener más información por la constante visitación a los hogares y a las personas residentes. Este es uno de los grandes deberes de los maestros y alumnos. Toda escuela dominical debe celebrar un bien organizado “Día de Visitación Mensual”. La visitación diaria y la semanal no deben ser motivo para suprimir este día especial del programa de la escuela dominical. El propósito primario de esta visitación está dirigido a los nuevos alumnos y los ausentes; pero los visitadores deben procurar obtener toda la información posible acerca de los residentes en los hogares que visitan, y facilitarla al pastor y a la iglesia para que ellos conozcan las necesidades físicas y espirituales de las personas que los rodean para poder ministrar a las mismas. En estas visitas los maestros y alumnos pueden observar los cambios de residencias de los vecinos, los enfermos y necesitados, etc., y de esta manera se obtendrán los datos que falten en el censo, los cuales serán una gran información para el pastor y la iglesia. En una ocasión un maestro y dos primarios estaban visitando a un alumno que había estado ausente y notaron que una familia se estaba instalando en la casa contigua. Interrogaron al señor que parecía ser el nuevo vecino, y éste les dijo que procedían de otro pueblo. Ellos lo invitaron a la escuela dominical y el próximo domingo él y su familia estuvieron presentes en la escuela dominical y se matricularon en la misma. En el culto de la noche pidieron unirse a la iglesia él y su esposa. Ambos eran miembros de la iglesia bautista del pueblo de donde procedían, él había sido superintendente de la escuela dominical y ella maestra de una clase, y se sentían muy gozosos de no haber perdido por un solo domingo su intimidad con una iglesia del Señor, por haber sido descubiertos por aquellos visitadores valiosos de la escuela dominical. Un maestro y un alumno visitando a los alumnos que habían estado ausentes supieron en una casa que la vecina no asistía a ninguna iglesia y había manifestado simpatía por los evangélicos. Aprovechando la oportunidad tocaron la puerta de su casa y fueron bien recibidos, obtuvieron toda la información que deseaban, leyeron la Biblia y oraron ante una anciana, su hija y media docena de nietos pequeños. No sólo llevaron gozo a los corazones de personas inconversas sino que ganaron media docena de nuevos alumnos para la escuela dominical. De la misma manera podríamos mencionar muchísimas ilustraciones que nos cuentan de enfermos, necesitados, y desamparados que fueron descubiertos en la visitación; también muchos simpatizadores del evangelio pero que no habían asistido a las iglesias por temor o por desconocer los requisitos para asistir, etc. Un hombre dijo: “yo creía que ahí solamente podían ir los socios; varias veces había deseado visitarlos pero no me atrevía”. Se ha probado que un programa de visitación bien dirigido es imprescindible para lograr la mejor asistencia en la escuela dominical; y por este plan se obtiene más información que por ningún otro. Toda la información obtenida por los visitadores de la escuela dominical debe pasar al superintendente, quien dará al pastor la información que él crea le sea más útil, y también dará la información a maestros y oficiales de departamentos y clases. En nuestra experiencia la escuela dominical ha probado ser una magnífica agencia de información al servicio de la iglesia y el pastor, información que bien usada dará ricos resultados. (Esta fase de la obra está tratada más detalladamente en el folleto “Edificando la Escuela Domilical por Medio de la Visitación” y en el libro El Ministerio de la Visitación.) Cuestionario 1. ¿Qué área comprende el campo de trabajo de una Iglesia? Mencione dos razones por las cuales una iglesia debe conocer el número de personas que viven en su campo de acción. 2. Refiérase a otras cuatro cosas que se mencionan acerca de lo que una iglesia debe saber acerca de las personas residentes en su comunidad. 3. Mencione algunos métodos que se han usado para obtener información; pero que no han dado muy buenos resultados. 4. Discuta el plan más adecuado para poder levantar un censo de acuerdo con las circunstancias en cada pueblo o país. 5. ¿Qué datos importantes se obtienen por medio de la visitación? Capitulo 5. — La Escuela Dominical Funcionando como Una Agencia de Alistamiento I.—LA MAYORIA DE LAS PERSONAS APARENTEMENTE SON INDIFERENTES EN CUANTO A SU BIENESTAR ESPIRITUAL II.—CAUSAS DE LA NEGLIGENCIA EN LA VIDA ESPIRITUAL. 1.—Los placeres y los cuidados del mundo. 2.—La excesiva pecaminosidad. 3.—Ideas erróneas acerca de las iglesias y de sus miembros. III.—UTILIZANDO LA ORGANIZACIÓN DE LA IGLESIA LLAMADA ESCUELA DOMINICAL. 1.—Llevando a Cristo a la gente. 2.—Alistando a la gente en la escuela dominical. IV.—METODOS PARA EFECTUAR LA VISITACION. 1.—El día mensual de visitación. 2.—La visitación regular cada semana. 3.—Programa especial de visitación del departamento y de la clase. 4.—Usese un plan eficaz para informar los resultados. En el capítulo anterior discutimos cómo la escuela dominical puede ser usada para obtener información acerca de los residentes en el campo de una iglesia de manera que podamos atender a las necesidades físicas y espirituales de todos ellos. En este capítulo deseamos tratar por qué las gentes son negligentes en cuanto a su condición espiritual, y mostrar cómo pueden las iglesias influir en ellas por medio de la escuela dominical. I. La Mayoria de las Personas Aparentemente Son Indiferentes en Cuanto a Su Bienestar Espiritual Si alguien no lo entiende así sería bueno que estudiara la actitud de las gentes en su propia comunidad antes de oponerse a este criterio. Esta no es una condición nueva ni extraña; siempre ha sido así; pero es también cierto que hay más personas interesadas en las cosas espirituales actualmente que nunca antes en la historia del mundo. Así que no debe haber razón de pesimismos por esta situación; por el contrario, debe haber razón para un amplio optimismo al observar cómo jóvenes y ancianos muestran más y más su interés profundo en sus condiciones espirituales, aunque todo indica que la mayoría de las personas son extremadamente negligentes acerca de sus condiciones espirituales, y tienen muy poco interés en relacionarse con la iglesia. II. Causas de la Negligencia en la Vida Espiritual 1. Los Placeres y los Cuidados del Mundo. No hay nada nuevo en el hecho de que los placeres y cuidados del mundo son causa de negligencia en la vida espiritual. Nosotros sabemos que desde el principio los placeres del mundo han arrastrado a los hombres separándolos de Dios. Grandes multitudes, ricos y pobres por igual, han tenido siempre placeres desenfrenados. De la misma manera los asuntos domésticos y las ocupaciones en los negocios, aunque son cosas buenas y necesarias, han sido en todo tiempo como imanes que atraen a las gentes y las separan de Dios. 2. La Excesiva Pecaminosidad. Los deseos naturales del corazón siempre han sido antogónicos a los intereses espirituales de los hombres, y el diablo, el archienemigo de los hombres, ha estado siempre alerta y aún ahora está activo en tratar de hundir al hombre en la vergüenza, la desgracia y la muerte. Si alguien duda de esto, que consulte su propia experiencia, que lea los periódicos y que escudriñe la Palabra de Dios para confirmar esta verdad. 3. Ideas Erróneas Acerca de las Iglesias y de sus Miembros. Muchas personas desean ser cristianas, y otras que son cristianas son movidas por el Espíritu Santo a consagrar sus vidas y ser útiles; pero son estorbadas por causa de ideas preconcebidas acerca de las iglesias y de los miembros. Es verdad que las iglesias son frecuentemente frías, formales y faltas de poder en sus servicios, y multitudes de miembros son huraños, inhospitalarios y hasta infieles en sus vidas cristianas. Al mismo tiempo una vasta mayoría de cristianos aman a Cristo y odian el pecado y están conscientes de las almas de sus hermanos. Aquellos que no son cristianos ni miembros de las iglesias y viven sin Dios están siempre listos para magnificar las faltas y traiciones de nuestros miembros, y usan tal cosa para justificar su propia conducta. La pregunta que surge a la mente es: ¿Cómo cambiar estas condiciones? ¿Cómo hacer las iglesias más atractivas? ¿Cómo quitar los obstáculos? III. Utilizando la Organización de la Iglesia Llamada la Escuela Dominical 1. Llevando a Cristo a la Gente. El pastor puede hacer esto usando bien su escuela dominical. Cuando Cristo estaba en la tierra no esperaba que las gentes fueran a los lugares de adoración, tampoco tal cosa hicieron los apóstoles en los primitivos tiempos del cristianismo; ellos fueron a todas partes hablando, enseñando y predicando a la gente. Ellos literalmente hicieron un trabajo de casa en casa dentro de la comunidad y hablaron al pueblo en el camino y por los vallados y en los hogares. Por supuesto este es un trabajo casi imposible de realizarlo un pastor solo; pero existe la organización de la escuela dominical compuesta de personas consagradas que pueden ayudarle a realizar este trabajo. Cualquier pastor, no importa el tamaño de la iglesia, puede utilizar los maestros, oficiales y alumnos de la escuela dominical para visitar los hogares de su comunidad. En el capítulo anterior hemos visto cómo la escuela dominical puede ayudar a levantar un censo limitado de la comunidad y dar al pastor la información necesaria para un trabajo adecuado de visitación. Es un asunto que incumbe tanto a los laicos como al pastor, el hablar al pueblo acerca de Cristo y atender a las necesidades de los tristes y enfermos de la comunidad. El pastor es solamente el guía para el cumplimiento de la misión de la iglesia. Así fue en los tiempos del Nuevo Testamento, y así debe ser ahora si deseamos seguir el plan de Cristo, y ganar a las multitudes para él. No hay sombra de duda en este mundo de que una iglesia, no importa que tan decaída se muestre, pueda ser reconstruida espiritualmente en un mes si el pastor dirige a los oficiales, los maestros, los alumnos de la escuela dominical en un programa de visitación casa por casa invitando a las personas a asistir a la casa de Dios para el estudio de la Biblia y la adoración. Usando este método cualquier escuela dominical de cualquier iglesia aumentaría la asistencia y llenaría el templo cada domingo. De esta manera multitudes de inconversos podrían ser ganados para Cristo en poco tiempo. 2. Alistando a la Gente en la Escuela Dominical. Ponga en movimiento y acción la escuela dominical durante la semana. No se pierda tiempo discutiendo si el sistema de los seis requisitos es defectuoso, si la “Biblia es literatura bautista”, si tal requisito de las Metas por Excelencia debe ser así y así, si los miembros deben llevar o no sus propias Biblias, o si los principiantes deben quedarse o no al culto de adoración; usemos mejor el tiempo visitando los hogares y alistando a las personas en la escuela e instándolas a asistir a los cultos de adoración. (1) Una escuela dominical en acción en una comunidad rural. Un censo que se levantó en una comunidad rural dio por resultado que se supo que 392 personas podían ser unidas a la escuela dominical. Al principio la escuela solamente tenía dos oficiales y cuatro maestros. Después de conocer los resultados del censo la escuela se reorganizó con cinco oficiales generales, un superintendente del Departamento de Cuna y otro del Departamento de Extensión, dos maestros de principiantes, tres de primarios, dos de intermedios, dos de jóvenes y también dos de adultos. Con un poco de dinero fueron edificados unos salones en el terreno del templo, y otros fueron divididos con cortinas, el sistema de los seis requisitos y el Modelo de Excelencia fueron adoptados, y un programa de visitación de maestros y alumnos llevado a la práctica trabajando con todas esas personas que habían sido debidamente clasificadas y distribuidas en las distintas clases que fueron organizadas. El resultado no tardó mucho tiempo en notarse, y antes de seis meses la matrícula había aumentado de 30 a 175 y aquel año la mayor asistencia fue de 283. (2) La escuela dominical en acción en una comunidad urbana. Hay iglesias en las ciudades que tienen escuelas pequeñas y cultos de predicación con muy baja asistencia. Lo que necesitan son escuelas dominicales que crezcan rápida y firmemente y que envíen a sus oficiales y maestros a ganar a otros, alistarlos en la matrícula de la escuela dominical y hacerlos permanecer en los servicios de adoración. Cuando esto se haga el clamor de que las gentes han perdido el interés en la iglesia se acallará, y el clamor de que las iglesias están muertas y frías no se volverá a oír. Toda iglesia tiene en su escuela dominical una poderosa agencia de alistamiento, y si esta agencia se usa inteligentemente y constantemente, traerá una transformación en cualquier situación, no importa lo desesperada que sea. IV. Metodos Para Efectuar la Visitacion 1. El Día Mensual de Visitación. Este día debe estar establecido en toda escuela dominical para el doble propósito de visitar a los ausentes y a los miembros en perspectiva. En las comunidades rurales el último domingo de cada mes es sin duda el mejor día. En los pueblos y ciudades el sábado por la tarde anterior al primer domingo del mes es quizá el mejor. Pero no importa el día, éste debe ser el que mejor convenga a la iglesia; pero debe haber un día para visitar a todos los alumnos que han estado ausentes durante el mes, y a todos los que sean probable que puedan ganarse para la membresía de la escuela dominical. Oficiales y maestros acompañados de alumnos deben realizar este trabajo. 2. La Visitación Regular Cada Semana. El hecho de tener establecido un día mensual de visitación organizado no impide que haya un programa semanal de visitación para cada maestro y oficial de la escuela dominical. La visitación semanal debe atender al ausente inmediatamente después de que éste deja de asistir. De esta manera el alumno ausente se da cuenta de que la escuela dominical tiene interés en que asista cada domingo; la matrícula de la clase puede mantenerse al día, y también el interés de maestros y alumnos se mantendrá fijo en los que asisten regularmente y éstos mejorarán su asistencia a fuerza de trabajar con ellos. 3. Programa Especial de Visitación del Departamento y de la Clase. Lo que hemos recomendado no impedirá que las clases y los departamentos formulen sus propios programas de visitación de acuerdo con sus necesidades y aprovechando la buena disposición de oficiales, maestros y alumnos para un trabajo de esta naturaleza. Los departamentos y las clases pueden hacer planes para visitar por las tardes a los ausentes en sus propios hogares o en los lugares donde trabajan. 4. Usese un Plan Eficaz Para Informar los Resultados. (1) Hágase un archivo de los miembros en perspectiva. Este archivo debe consistir en tarjetas que contengan el nombre de la persona, su dirección, su religión, su relación con alguna iglesia, etc., y estas tarjetas deben archivarse por departamentos y clases. ¿Cómo y dónde podemos conseguir estos datos? Donde las leyes del país lo permitan, el mejor método es levantar un censo religioso de las familias de la comarca servida por la escuela dominical. (Véase lo que se dice en el capítulo IV sobre el censo religioso). (2) Hágase una lista de las personas que deben ser visitadas cada semana. El secretario de cada clase puede llenar una tarjeta como la VR-3 para cada miembro de la clase que haya estado ausente dos domingos o más. Estas se entregarán al secretario general, quien las guardará para el día o la hora de visitación. (3) Fíjese el día y las horas para la visitación. En algunas iglesias las mujeres se reúnen como a las diez de la mañana y los varones a las 7 de la noche para hacer sus visitas, en otras iglesias todos se reúnen a la misma hora, generalmente en la noche, para hacer este trabajo. Todos los maestros deben ir a visitar, y las clases superiores deben ver que también algunos de sus miembros estén presentes para ayudar en esta digna obra. El superintendente de la escuela dominical, o el superintendente asociado, repartirá a los visitadores las tarjetas que les corresponden; es decir, las tarjetas que contienen los nombres y direcciones de los miembros que se han ausentado y unas cuantas tarjetas de miembros en perspectiva. (4) Que los visitadores vayan de dos en dos, después de haber tenido una oración pidiendo la dirección del Espíritu Santo. Los visitadores deben observar las siguientes reglas: Decidan cuál será el propósito de cada visita: ¿será con el fin de ganar un alma, conseguir que algún miembro llegue a ser más regular en su asistencia, o restaurar a algún hermano que se ha extraviado? Que las visitas sean breves, corteses, amigables. Téngase un interés personal en los problemas de la persona que se ha ausentado de la clase o que es miembro en perspectiva. Hágase una cordial invitación para asistir a la escuela dominical el próximo domingo. Téngase una breve oración con los presentes. Si hay otras personas en el lugar que deben ser alistadas, invítelas también, y asiente los datos referentes a ellas en tarjetas para entregarlas después al secretario general, para que esta información forme parte del archivo de los miembros en perspectiva. (5) Devuélvanse las tarjetas con un informe de cada visita. Debe haber un buzón en el templo donde los visitadores puedan depositar sus tarjetas, habiendo ya asentado sus informes en ellas. Tanto el pastor como el superintendente (o superintendente general asociado) deseará examinar estos informes. Probablemente habrá casos en que el pastor necesita hacer una visita a cierto hogar antes del domingo, como por ejemplo en el caso de alguien que se ha ausentado porque está enfermo, o en el caso de alguien que está a punto de hacer su decisión para aceptar a Cristo. El superintendente, después de evaluar los resultados de la visitación, devolverá las tarjetas de los miembros en perspectiva al secretario general, quien las guardará para que sean asignadas una y otra vez hasta que la persona visitada llegue a ser miembro de la escuela dominical. (6) Persevérese en la práctica de este plan. Requiere algún tiempo para demostrar su valor, para conseguir suficientes visitadores, y para que estos aprendan el arte de visitar. Pero el pastor o el superintendente que persevere en este plan verá con el tiempo que da muy buenos resultados. He aquí el testimonio de un pastor que está viendo los frutos de semejante programa. El Rdo. Josué Grijalva dice: “Revisando algunos datos, me sorprendí porque el cuarto domingo de noviembre de 1952 tuvimos 106 presentes en la escuela dominical, y el cuarto domingo de noviembre de 1953 tuvimos 255 presentes en la escuela dominical. ¿Qué ocasionó la diferencia? Quizá muchas cosas, pero una cosa sé: que ahora hacemos nuestra visitación ordenada, sistemática, y eficientemente, de tal manera que podemos ver los resultados. El trabajo no lo hace el pastor solo sino toda la iglesia, y creo que así debe ser”. El éxito de este plan depende en gran parte del superintendente de la escuela dominical (o del superintendente asociado si la iglesia ha nombrado uno para atender esta fase de la obra). Es preciso que el superintendente vigile bien para que todos los secretarios de clase, y el secretario general, tengan preparadas las tarjetas que necesitarán los visitadores en la hora indicada para hacer las visitas. También es esencial estimular a las clases anteriores para que provean visitadores que ayuden a los maestros en el día de visitas. Este plan requiere mucho trabajo y perseverancia; pero muchas iglesias que lo han probado, dan testimonio de sus beneficios. El siguiente plan para conseguir que los miembros de la escuela dominical visiten a las personas que deben estar en la escuela dominical, es sencillo, y en muchas iglesias se ha probado que es efectivo. He aquí el testimonio del pastor Miguel Mojica: “Durante el otoño hemos alcanzado un promedio de asistencia de 226. ¡Comparad este número con 139 que era el promedio de asistencia que se tenía hace apenas quince meses! Creemos que este ha sido un buen progreso, pero no estamos satisfechos todavía. Por tanto, estamos proponiéndonos nuevas metas, y estudiando otros métodos para atraer más personas. “Algo que hemos practicado últimamente para promover el crecimiento es la visitación regular por clases. Hemos colocado una tabla de anuncios dividida en tantas secciones como tiene nuestra escuela dominical, y en cada sección hay un gancho para cada clase del departamento. El domingo en la mañana cuando se hacen los informes, el secretario de clase llena una tarjeta blanca con el nombre y la dirección de cada alumno ausente, y también hace lo mismo para cada uno de los miembros en perspectiva. El superintendente general asociado coloca estas tarjetas en el gancho correspondiente (debajo del nombre del maestro) en la tabla de anuncios, y así a primera vista, cada maestro puede darse cuenta de las responsabilidades que tiene de visitar durante la semana. El maestro recoge las tarjetas, hace las visitas (con la ayuda de otros adultos que estén dispuestos a ayudarlo), escribe en esas mismas tarjetas los resultados que obtiene, y después las devuelve al superintendente general asociado. (Algunas iglesias ponen un buzón al lado de la tabla, en el cual se depositan las tarjetas.) Si el maestro no hace la visita, y el alumno no asiste el siguiente domingo, vuelve a colocarse su nombre en la tabla de anuncios, pero en esta ocasión en una tarjeta amarilla que significa PRECAUCIÓN. El tercer domingo, si el alumno no asiste, se pone una tarjeta roja que significa PELIGRO. Esta tarjeta roja permanece en el gancho mientras el maestro no la está usando para hacer la visita, hasta que el alumno regresa a la clase. Naturalmente deseamos que en la tabla de anuncios no haya tarjetas ni amarillas ni rojas. ¡Hagamos crecer nuestra escuela dominical; usemos todos los métodos y los medios que estén a nuestro alcance!” La Casa Bautista de Publicaciones tiene a la venta las tres tarjetas mencionadas. Pídalas por Número VB-1 (Blancas); VA-2 (Amarillas); VR-3 (Rojas). Cuestionario 1. ¿Cuál es la actitud aparente de la mayoría de las personas en cuanto a su bienestar espiritual? 2. Mencione las principales causas de la negligencia en la vida espiritual. 3. ¿De qué dos maneras puede usarse la escuela dominical para remediar esta situación? 4. Mencione cuatro métodos para efectuar la visitación. 5. Describa un plan eficaz para informar los resultados de la visitación. 6. Sugiera un buen plan empleado por su iglesia o creado por usted que daría buen resultado al ponerse en práctica. Capitulo 6. — La Escuela Dominical Funcionando Como Una Agencia de Instruccion Practica I.—CADA IGLESIA DEBE INSTRUIR Y DESARROLLAR A TODOS SUS MIEMBROS. 1.—Todos necesitan una preparación específica. (1) Algunos obstáculos que se presentan. (2) Una esperanza justificada. 2.—La preparación para el servicio cristiano es un arte. II.—DOS FASES ESENCIALES PARA LA PREPARACIÓN DE LOS MIEMBROS DE LA IGLESIA. 1.—La fase teórica. 2.—La fase práctica. (1) La reunión semanal de maestros. (2) Relación con personas fuera de la escuela dominical. La escuela dominical siempre la relacionamos con la enseñanza de la Biblia, y la Unión Bautista de Preparación con la preparación práctica para el servicio. Sin embargo, la escuela dominical también tiene una función en la preparación. La naturaleza de esta función de preparación de la escuela dominical es diferente a la de la Unión Bautista de Preparación; mientras que ésta atiende a la preparación de todos los recién bautizados y unidos a la iglesia, y tiene un programa para todos los miembros de la iglesia, la escuela dominical tiene la función de preparar a los miembros que desean ser útiles en el trabajo de la escuela. Son oficiales y maestros en perspectiva y deben ser instruidos en forma práctica para poder tener una escuela dominical más eficiente. I. Cada Iglesia Debe Instruir y Desarrollar a Todos Sus Miembros Es un deber imperativo de la iglesia instruir debidamente a todos sus miembros. Debemos ser bautistas bien informados. Y para estar bien informados e instruidos se necesita preparación. 1. Todos Necesitan Alguna Preparación Especifica. Se necesita preparación para cada fase del servicio cristiano. Para ser un diácono eficiente un hombre debe ser preparado e instruido debidamente en las responsabilidades del diaconado. Los oficiales de la escuela dominical deben ser instruidos en sus deberes y responsabilidades, igualmente los maestros de la escuela dominical y otros obreros de la iglesia. No es posible que las personas tengan éxito completo en las actividades como obreros al servicio de la iglesia si no son instruidos adecuadamente en sus responsabilidades. Los trabajos son distintos y los obreros deben ser preparados para sus trabajos específicos. Esto constituye uno de los problemas más serios. (1) Algunos obstáculos que se presentan. Un próspero banquero fue nombrado diácono de una iglesia. El creyó que porque era un banquero distinguido y de experiencia en negocios bancarios él entendería muy bien sus deberes como diácono y no necesitaba prepararse para su puesto. Un comerciante fue designado superintendente de la escuela dominical, y como tenía éxito en la vida de los negocios rehusó prepararse para ser superintendente de la escuela dominical. Un maestro de escuela pública fue designado para servir como maestro de la escuela dominical y creyó que podía enseñar la Biblia sin necesidad de prepararse para ser un maestro eficiente de la escuela dominical, y que no tenía necesidad de asistir a la reunión semanal de maestros. Un contador fue elegido secretario de una escuela dominical, y a causa de su capacidad en esta materia creyó innecesario prepararse para ser un buen secretario de la escuela. El olvidó o no reconoció que los métodos de estadísticas, informes, etc., de la escuela dominical difieren mucho de los de contabilidad de un banco. Quiso modificar el sistema de los seis requisitos, lo cual produjo gran trastorno a la escuela y a la iglesia. Lo que estos obreros tenían que hacer era reconocer que el trabajo de la iglesia y la escuela dominical son diferentes del trabajo secular, y que cada cristiano debe ser instruido en sus responsabilidades si quiere tener éxito en su puesto. (2) Una esperanza justificada. Los miembros de las iglesias son las mismas personas que dirigen con éxito el mundo de los negocios. La membresía de las iglesias está formada por prósperos hacendados, mecánicos capaces, doctores expertos, abogados ilustres, maestros inteligentes y otros profesionales distinguidos, así como por empleados y obreros capaces en los negocios y en la comunidad. La mayoría de estos miembros aman su iglesia y sienten un deseo ferviente en el corazón de ser usados en el Reino del Señor. Ellos han tenido éxito en sus profesiones y trabajos vocacionales, y si son bien instruidos para sus responsabilidades en la iglesia ellos mostrarán el mismo celo y la misma habilidad. 2. La Preparación Para el Servicio Cristiano es un Arte. Para ser un buen instructor de aquellos que desean prepararse para servir mejor al Señor necesitamos mucha paciencia, perseverancia, simpatía e inteligencia. El proceso de instruir es largo y pesado y pocas personas están deseosas de ejercitar la paciencia que se requiere. Los instructores quedan fuera de las luces de la plataforma y permanecen detrás del escenario en el campo de la preparación. Ellos tendrán que tratar con las personas individualmente, estudiando las necesidades peculiares y particulares de cada uno, trabajando con persistente celo y abundante fe, esperando lo mejor aun cuando los resultados parezcan dudosos. Sobre todo deben tener un genuino amor a la gente, un amor semejante al de Cristo. Toda iglesia debe preparar, instruir adecuadamente y desarrollar ampliamente a todos sus miembros para que puedan realizar el trabajo a ellos encomendados. II. Dos Fases Esenciales para la Preparación de los Miembros de la Iglesia 1. La Fase Teórica. Esta por supuesto se adquiere por el estudio de los libros de texto. Este método de educar y preparar eficientemente a los obreros de la iglesia es absolutamente necesario; los miembros de la iglesia que no estudian el trabajo de acuerdo con lo que se recomienda en los cursos nunca sabrán mucho acerca de las iglesias ni podrán tener mucho éxito en sus trabajos. Prácticamente cada fase del trabajo de la iglesia puede considerarse como una ciencia, humanamente hablando, y lo mismo que todas las ciencias cada fase en particular requiere un estudio específico. Los libros de texto deben ser correctamente seleccionados. Los libros que usemos en las iglesias deben haber sido escritos por obreros experimentados y que conozcan bien los asuntos acerca de los cuales han escrito. “Los libros tratan de la ciencia y no la ciencia de los libros.” Nadie debe pretender guiar en una fase cristiana si no prueba que domina la materia y que ha tenido experiencia. Los libros deben ser correctamente seleccionados y reconocidos como de valor, si no, no deben ser usados. No podemos viajar en dirección errónea y llegar al destino propuesto. No podemos estudiar métodos erróneos para el trabajo de la iglesia y esperar tener buenos resultados. Por ejemplo, los libros sobre el arte de ganar almas deben ser escritos por verdaderos ganadores de almas. Los libros sobre el arte de enseñar la Biblia en la escuela dominical deben ser escritos por maestros que hayan tenido éxito en enseñar la Biblia. Libros que traten de la escuela dominical, de su administración y organización, deben ser escritos por especialistas en la materia, por personas que hayan dedicado tiempo no sólo al estudio sino a experimentar métodos en la educación cristiana. Pida al promotor de educación cristiana de su país o a la Casa Bautista de Publicaciones datos acerca del plan de cursos de estudios llamados el plan de cursos de estudios. Este curso tiene once secciones como siguen: I. Administración II. Los Departamentos III. La Biblia IV. Doctrina V. Iglesia VI. Pedagogía VII. Evangelismo VIII. Misiones IX. Mayordomía X. Vida Cristiana XI. Estudios Especiales 2. La Fase Práctica. Hay un dicho que afirma que “Aprendemos a hacer, haciendo”. El conocer y el hacer se dan la mano. Esto tiene su fundamento en las Escrituras. Juan. 7:17 dice: “El que quisiere hacer su voluntad, conocerá de la doctrina si viene de Dios, o si yo hablo de mí mismo”. Y en Stg. 1:22-24 “Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. Porque si alguno oye la palabra, y no la pone por obra, este tal es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. Porque él se consideró a sí mismo, y se fue, y luego se olvidó qué tal era”. No cabe duda que nadie es maestro de un asunto si no ha dado una demostración práctica de los hechos o verdades contenidas en tal asunto. Alguien preguntó a un patinador famoso cómo aprendió a patinar. El contestó “levantándome cada vez que me caía”. Pregunte a un ganador de almas cómo aprendió a ganar almas, y contestará: “trabajando día por día”. Pregunte a un buen maestro de la escuela dominical el secreto de su éxito y dónde aprendió a ser buen maestro, y contestará: “en el salón de clase”. Pregunte a un experto nadador dónde aprendió a nadar y contestará: “en el agua”. Pregunte a un famoso pianista dónde aprendió a tocar tan bien el piano, y contestará: “en el piano”. Bajo ninguna circunstancia nosotros subestimamos el valor de la preparación teórica de oficiales y maestros de la escuela dominical; pero todos los diplomas, sellos y grados del mundo no harán un maestro eficiente, de la escuela dominical; éstos, en adición a su preparación teórica deben adquirir habilidad y eficiencia por medio del trabajo constante de cada día. Todo obrero de la escuela dominical necesita prepararse en el uso de las armas que le servirán en su trabajo; pero también necesita la práctica en su trabajo. Dos maneras sencillas, lógicas y prácticas para adquirir esta preparación en la cual todos los maestros y oficiales de la escuela dominical deben participar constantemente, son sugeridas: (1) La reunión semanal de maestros. Es dudoso que de un grupo de oficiales y maestros de la escuela dominical el cincuenta por ciento sea eficiente si no se celebra una reunión semanal de maestros, en la cual se tenga, entre otras cosas, especialmente un estudio de la lección de la escuela dominical para el próximo domingo. Esta reunión producirá y mantendrá también un espíritu de compañerismo y entusiasmo entre los maestros. Esta reunión también hace posible que los maestros y oficiales consideren juntos todos los problemas de la escuela y busquen una solución a los mismos. Esto hace posible que el pastor pueda estudiar la organización de su escuela dominical en general y también a los oficiales y maestros individualmente; conociendo sus necesidades y podrá simpatizar con ellos en todo su trabajo. Esta reunión ofrece oportunidades a los oficiales para diagnosticar propiamente la situación de la escuela dominical, localizando los puntos débiles en cada departamento o clase, y estudiando los medios para corregirlos. Esta reunión ofrece a los maestros inexpertos la ayuda que necesitan en la preparación de la lección; y ofrece a los maestros experimentados y capaces oportunidades de ayudar a otros en su trabajo. (2) Relación con personas fuera de la escuela dominical. La verdadera ciencia de edificar la escuela dominical es demostrada fuera del templo en relación con las gentes en sus hogares y en sus negocios. Allí está la arena en la cual los soldados de la escuela dominical tienen que luchar. Una verdadera escuela dominical de enseñanza bíblica de la iglesia no es una exhibición de los miembros de la iglesia que son prominentes en negocios y círculos sociales; por el contrario, ésta es una arena en la cual grandes batallas son libradas contra las fuerzas del mal, contendiendo por las vidas y almas de los perdidos, y frecuentemente por las vidas de cristianos que se han apartado del camino. Un maestro de la escuela dominical puede aprender más acerca de la visitación en una hora, visitando a un alumno ausente en el cual se interese, de lo que él puede aprender sólo estudiando todo lo que se ha escrito acerca de la visitación. Un superintendente de la escuela dominical puede aprender más acerca de cómo edificar una escuela dominical modelo alistando un maestro y poniendo en sus manos una lista de miembros en perspectiva, y saliendo de vez en cuando con este maestro a visitar, que estudiando todo lo que se ha escrito sobre este asunto. Cuestionario 1. ¿Cuál es la diferencia entre el programa de preparación de la Unión de Preparación y el de la escuela dominical? 2. ¿Por qué todos los miembros de la iglesia necesitan una preparación específica para realizar mejor su trabajo? 3. Refiérase a las dos fases esenciales para la preparación de los miembros de la iglesia. 4. Mencione los distintos aspectos del plan de estudios por los cuales se dan sellos, indicando por lo menos un libro de cada sección. 5. Mencione dos o tres planes para celebrar un curso de estudios en la iglesia. 6. Importancia de la reunión semanal de maestros. Mencione las mayores dificultades que ha tenido en su experiencia. Capitulo 7. — La Escuela Dominical Funcionando Como Una Agencia para Promover los Servicios de Adoracion. I.—¿POR QUE DEBE HABER UNA CONGREGACION GRANDE EN TODOS LOS SERVICIOS DE ADORACION O PREDICACION DE LA IGLESIA? 1.—La casa de adoración debe ser usada. 2.—Esta es la mejor oportunidad del pastor para predicar el evangelio a las multitudes. 3.—Toda persona necesita oír la proclamación del evangelio. II.—¿CUAL SERA EL EFECTO DE LA FIEL PROCLAMACION DEL EVANGELIO? 1.—Los perdidos serán ganados para Cristo. 2.—Los salvos serán edificados en la fe III.—¿COMO PODEMOS ASEGURAR LA ASISTENCIA DE LOS ALUMNOS DE LA ESCUELA DOMINICAL A LOS SERVICIOS DE ADORACIÓN? 1.—Celebrando el servicio de adoración o predicación después de la escuela dominical como un servicio continuado. 2.—Usando el sistema de los seis requisitos. El estudiante recordará que el objeto de este estudio es mostrar cómo la organización de la escuela dominical puede contribuir grandemente en cada fase del trabajo de la iglesia, sin dejar de atender su gran función primordial de ser una agencia efectiva de enseñanza de la Biblia. Vemos cómo la escuela dominical tiene otras funciones muy importantes, y una de ellas es la de hacer que todos los asistentes a la escuela dominical se queden al culto de adoración y predicación que debe seguir al programa de enseñanza. El pastor de la iglesia y los oficiales de la escuela dominical deben comprender que el programa de la escuela dominical no termina al clausurar ésta, sino cuando el pastor dice “amén” al finalizar el servicio de adoración siguiente a la escuela; y los oficiales y maestros tienen la gran responsabilidad de asistir a ese servicio acompañados de sus alumnos, con la única excepción de los niñitos del Departamento de Cuna. Contestaremos en este capítulo algunas preguntas interesantes. I. ¿Por Que Debe Haber Una Congregacion Grande en Todos los Servicios de Adoracion o Predicacion de la Iglesia? 1. La Casa de Adoración Debe ser Usada. Todo templo es construido con la idea de ser bien usado. En muchas iglesias hay templos que han costado mucho dinero y esfuerzos y que son usados solamente para la predicación cuatro veces al mes o 52 días al año; así que el templo queda sin uso 313 días al año. Tal cosa es un absurdo. El templo debe estar abierto al servicio de la comunidad todos los días de la semana, y el domingo debe predicarse el mensaje de salvación por lo menos dos veces. 2. Esta es la Mejor Oportunidad del Pastor para Predicar el Evangelio a las Multitudes. Durante el ministerio de Cristo y los apóstoles y por lo menos unos trescientos años después, no había templos como tenemos hoy. No había bonitos templos en aquellos días, con órgano, pianos, coros organizados y asientos confortables. Algunas veces Jesús y sus apóstoles predicaron en las sinagogas; pero la gran mayoría de las veces lo hicieron donde quiera que podía reunirse un gran grupo de oyentes: en las calles, a la orilla del mar y de los ríos, en los caminos y en los hogares. Qué distinto hoy que podemos contar con casas adaptadas o hermosos templos en casi todos los países donde tenemos establecidas nuestras iglesias se siguen construyendo más y más templos y edificios educativos. Los pastores y predicadores no van a las multitudes, esperan que éstas vayan a los templos a oír a los predicadores. Así que las oportunidades que tienen los pastores de predicar a las gentes el mensaje de salvación y paz están limitadas a los servicios que se efectúan dentro de los templos. Y cuando estos edificios no se llenan y no hay muchos oyentes, podemos decir que se está perdiendo la única oportunidad de dar a las gentes el mensaje por medio de la predicación. Por lo tanto, sobre nuestros hombros pesa la gran responsabilidad de llenar hasta el último asiento de los templos y casas alquiladas usadas para los servicios de la iglesia. No hay cosa más triste que ver un gran edificio casi vacío la noche del culto de predicación. Una iglesia que no llena cada semana su templo es una iglesia fría e indiferente, y está faltando a su deber. 3. Toda Persona Necesita Oír la Proclamación del Evangelio. Podemos asegurar que el asistir a la escuela dominical, no importa lo buena que ésta sea ni la eficiencia de los maestros, no es suficiente para suplir las necesidades espirituales de todos los asistentes; por supuesto, ellos necesitan la escuela dominical; pero también necesitan la predicación del evangelio; y el deber de todo oficial y maestro de escuela dominical es ayudar a que cada alumno esté presente en el servicio de adoración. En muchas iglesias la matrícula de la escuela dominical es doble o más que el número de miembros de la iglesia, y generalmente es un grupo distinto. Por lo tanto la congregación que asiste a la escuela dominical es mucho más grande que la que asiste a los cultos de predicación. Tal situación no debe ser tolerada por los pastores y los oficiales responsables de la escuela dominical. El instrumento más poderoso para ganar a las almas para Cristo y desarrollarlas en la vida cristiana es la predicación del evangelio, y es por lo tanto deber de los oficiales y maestros de la escuela dominical llevar a sus alumnos al servicio y no permitir que ellos se vayan después de la escuela dominical, hasta que no hayan oído la predicación por el pastor. Todas las personas pertenecen a dos grupos: los que están perdidos porque aún no han aceptado a Cristo como Salvador y los que ya lo han hecho y están salvos; personas de ambos grupos están en la escuela dominical y ambos necesitan la predicación del evangelio. Más adelante hablaremos de la importancia de este servicio y cómo lograr que las personas asistan al mismo. II. ¿Cual Sera el Efecto de la Fiel Proclamacion del Evangelio? 1. Los Perdidos Serán Ganados Para Cristo. Es dudoso que nosotros hayamos apreciado debidamente la condición de los que no han aceptado a Cristo como salvador. Hablamos tranquilamente de los “inconversos”. ¿Es esta la palabra apropiada para designar la condición de uno que vive apartado de Dios, en pecado, sin Dios y sin esperanza en el mundo? Tal persona está perdida en toda la extensión de la palabra, y no está capacitada para disfrutar del hogar celestial. La Biblia dice que tal persona está muerta en sus transgresiones y pecados. Debemos meditar bien y colocar en nuestros corazones el hecho de que algunos de nuestros familiares, amigos y multitudes de personas que nos rodean y que no han aceptado a Cristo están muertas y necesitan ser conducidas a la fuente del evangelio de Cristo que puede darles vida. La proclamación pública del evangelio por el predicador tiene un lugar distintivo y grande en ganar a los perdidos para Cristo. Mencionaremos algunos de los resultados que una predicación correcta debe producir en los perdidos: (1) Produce convicción de pecadoin. (2) Guía al arrepentimiento. (3) Decide a la confesión de Cristo como Salvador. Domingo tras domingo, los alumnos de la escuela dominical que no conocen a Cristo, sentados quietamente en la congregación escuchando la proclamación del evangelio en el culto de predicación siguiente al programa de enseñanza, darán una oportunidad al Espíritu Santo para trabajar en sus corazones y sus conciencias, y usará la predicación de la palabra para convencerlos de pecado y llevarlos al arrepentimiento confesando a Cristo como Salvador. Bendita la escuela dominical donde el maestro ha sembrado la semilla viviente del evangelio en los corazones de sus alumnos y han derramado lágrimas por ellos; pero es la oportunidad incomparable del predicador traerlos al arrepentimiento y confesión de pecados en el servicio público de predicación. Una iglesia que no usa su escuela dominical para traer multitudes al servicio de adoración está dormida y está faltando a un gran deber hacia los perdidos que asisten a la escuela dominical. Esta gran oportunidad no debe perderse. 2. Los Salvos Serán Edificados en la Fe. El lugar y el poder que la predicación de la Palabra tiene en la vida de los cristianos, muchas veces es considerado como algo fútil aun por cristianos experimentados. La asistencia a los cultos de predicación muchas veces es considerada como un asunto de conveniencia más bien que como un grande privilegio y un deber sagrado. Frecuentemente se asiste a este culto según las condiciones del tiempo, el propio estado de ánimo, o el aprecio que se tenga al predicador. Veamos brevemente algunos de los grandes beneficios que recibe un cristiano que asiste regularmente a los servicios de predicación de la iglesia: (1) Le ayuda a vencer las tentaciones. (2) Le ayuda a observar una conducta correcta. (3) Arroja luz para resolver los problemas de la vida. (4) Aumenta el crecimiento espiritual. (5) Trae esperanza a los temerosos y desalentados. (6) Le ayuda a tomar una decisión para el servicio Cristiano. Nos referimos, por supuesto, a la predicación correcta, la que los apóstoles Pedro. Santiago, Juan y Pablo predicaron; la que también Felipe, Esteban y Timoteo proclamaron. Una sola mirada a los sermones que encontramos en la Biblia bastará para convencernos de que los predicadores no hicieron ningún esfuerzo por dar una exhibición de su elocuencia y cultura. Ellos no trataron de complacer a un grupito de miembros eminentes, abogados, jueces, profesores y ricos. Su predicación era una demostración del poder del Espíritu Santo. Su predicación honraba la Palabra de Dios y exaltaba a Cristo. Su predicación dio por resultado convicción de pecado, arrepentimiento, confesión pública de fe y transformación de las vidas. Ahora bien, no estamos menospreciando el trabajo personal. Los individuos deben ganar a los individuos para Cristo mediante el trabajo personal; pero estamos haciendo énfasis en la gran importancia de que el pastor pueda predicar el domingo de cada semana a las multitudes. Da tristeza ver que muchos que asisten a la escuela dominical se retiran después de terminadas las clases y no se quedan al culto de predicación. Los oficiales y maestros tienen la responsabilidad en muchos casos de tal situación, y ellos deben evitar que tal cosa continúe en sus iglesias. III. ¿Como Podemos Asegurar la Asistencia de los Alumnos de la Escuela Dominical a los Servicios de Adoración? 1. Celebrando el Servicio de Adoración o Predicación Después de la Escuela Dominical Como un Servicio Continuado. En algunos países de la América Latina, sin comprender por qué se ha suprimido la celebración de los cultos de predicación después de terminada la escuela dominical. Sin embargo, este es uno de los más importantes servicios de la iglesia. La experiencia ha probado que en las iglesias donde se celebra el culto de predicación después del programa de la escuela dominical, hay más asistencia a los cultos de predicación y más oportunidades para ganar almas. Cuando asumí el pastorado de una iglesia de más de cuarenta años de fundada (en Cuba), inauguré este servicio, y tuvo tanta aceptación y es actualmente tan amado que por nada del mundo esa iglesia lo eliminaría de su programa. Yo pensé que no era justo invertir mi tiempo en dar una clase de la escuela dominical a un número muy limitado de los asistentes, y que como pastor de la iglesia yo debía hablar a todos los asistentes a la escuela dominical, aun incluyendo a los principiantes. Me parecía también injusto que el domingo, en un país donde el catolicismo y otras denominaciones celebran tantos servicios, nosotros celebráramos un culto de predicación solamente. Es cierto que ahora tengo que preparar dos sermones y celebrar dos cultos de predicación; pero las bendiciones han sido tan grandes y los resultados en almas ganadas tan buenos, que vale la pena el pequeño esfuerzo. Muchas objeciones se han hecho a la celebración de este culto; pero todas pueden ser contestadas y nuestra posición defendida. (J.M.S.) “Una de las objeciones es que no entienden qué es este servicio ni cómo realizarlo.” Con un ejemplo lo comprenderemos fácilmente. Supongamos que la escuela dominical comienza a las 9:00 a. m.; a esa hora todos los alumnos estarán en sus respectivos departamentos para comenzar la escuela con un servicio devocional bajo la dirección de los superintendentes de departamentos. Después tendrán sus divisiones de clases donde los oficiales y maestros ocuparán su tiempo. Al dar la señal para terminar las clases, todas sin excepción alguna deben marchar al salón principal o templo con sus maestros y oficiales al frente, y sentarse junto con ellos en el templo. El superintendente general ocupará su lugar al frente y procederá a la clausura, haciendo los anuncios necesarios y dando oportunidad al secretario para rendir brevemente su informe. Inmediatamente (10:15 a.m.) después que el superientendente termina su trabajo o simplemente guía en una oración o anuncia que comenzará el culto de predicación, el pastor sube a la plataforma (puede estar desde antes también), el coro toma su lugar y el director de música anuncia el himno que se va a cantar, o el mismo superintendente puede hacerlo si ese es el sistema establecido, y entonces se continúa con el culto de predicación, sin hacer ninguna interrupción entre un servicio y el otro. De la continuidad de ambos actos dependerá en gran parte que se queden los alumnos de la escuela dominical en este culto. De esta manera los alumnos asocian el culto de predicación o de adoración al programa de la escuela dominical, y realmente para ellos no terminará la escuela dominical hasta que el pastor termine este culto. El programa debe estar bien preparado y limitarlo en total a tres cuartos de hora, de manera que para las 11:00 a. m. en una escuela que comenzó a las 9:00 a.m., termine todo el servicio. El pastor debe dar un mensaje de predicación del evangelio, no volverá a repetir la lección de la escuela dominical, ni usará este tiempo en anuncios o programas especiales de niños, embajadores, señoritas, mujeres, hombres, etc., etc. Es un culto de adoración con predicación del evangelio y llamamiento a las almas perdidas. Por supuesto que el mensaje es de libre elección. Algunas veces se ha usado con éxito el mismo texto de la escuela dominical, pero refiriéndose a un solo aspecto, y presentando el mensaje en forma de un verdadero sermón. Cuando celebramos este servicio estaremos haciendo un doble esfuerzo por los perdidos presentes en nuestra escuela dominical: enseñando y predicando la Palabra viva que salva; y todos los miembros de la iglesia presentes recibirán ricas bendiciones y los niños irán formando el hábito de la reverencia, atención y apreciación del culto de adoración y predicación de su iglesia. No perdamos esta oportunidad. 2. Usando el Sistema de los Seis Requisitos. Dondequiera que es usado este sistema de los seis requisitos, cada alumno de la escuela dominical tiene la oportunidad de recordar que debe quedarse al culto de adoración o predicación, puesto que uno de los requisitos es: “asistencia al culto de predicación”. En las iglesias donde este culto se celebra seguidamente a la escuela dominical, se debe asistir a este servicio para tener derecho de marcar en su tarjeta que se ha cumplido este requisito. En las iglesias donde aún no han llegado a comprender la enorme importancia del culto de predicación después de la escuela dominical, se puede admitir como cumplido este requisito cuando los alumnos asisten al servicio el domingo por la noche. Asi que, “asistencia al culto de predicación” en la tarjeta de los seis requisitos significa “asistir al servicio que se celebra después del programa de la escuela dominical”, y de aquí la necesidad de celebrar en todas las iglesias este servicio. La escuela dominical es una agencia para promover la asistencia al culto de adoración de la iglesia, y si la dirigimos bien, en esta actividad rendiremos un servicio a la iglesia y al pastor que dará grandes frutos para el reino de los cielos y traerá gozo y felicidad a muchas almas. Cuestionario 1. Mencione tres razones por las cuales debe haber una congregación numerosa en todos los servicios de adoración o de predicación de la iglesia. 2. ¿Cuáles son los resultados que una predicación correcta debe producir en los perdidos? 3. ¿Cuáles son los grandes beneficios que recibe un cristiano cuando asiste regularmente al culto de predicación o adoración que se celebra al terminar la escuela dominical? 4. ¿Cómo podemos lograr la asistencia de los alumnos de la escuela dominical a los servicios de adoración o predicación? 5. Describa un plan que usted haya observado que en una iglesia haya dado buen resultado para promover la mayor asistencia de los alumnos de la escuela dominical a este culto. 6. ¿Cómo puede el informe de los seis requisitos, ya sea usando tarjeta o sobre, ayudar a promover la asistencia a este servicio? Capitulo 8. — La Escuela Dominical Funcionando como Una Agencia para Ganar Almas I.—UN PLAN ADECUADO PARA SALVAR ALMAS. 1.—Considerado negativamente. (1) Una ocasión especial anualmente. (2) El “día de decisión” en la escuela dominical. (3) El plan de “ganar almas el domingo de Resurección”. (4) El esfuerzo de pocos fieles. 2.—Considerado positivamente. (1) Constante y continuadamente. (2) Un programa de la iglesia. (3) Dirección y cuidado del pastor. II—HACIENDO PRACTICO EN LA IGLESIA UN PROGRAMA DE GANAR ALMAS POR MEDIO DE LA ESCUELA DOMINICAL. 1.—Dirección y alistamiento. (1) El pastor y el superintendente general cooperando. (2) Los superintendentes de departamentos cooperando. (3) Los maestros cooperando. (4) Interesando a los oficiales de la clase en los alumnos inconversos. 2.—Llamamientos especiales en las reuniones generales y en las clases. 3.—Insistir en la asistencia al servicio de predicación. 4.—Estudios teóricos y prácticos sobre evangelismo. Las estadísticas prueban que algunas iglesias a veces no informan ni un solo bautismo en el año. Uno se pregunta qué hacen esas iglesias y sus pastores. Por supuesto, en muchos casos son iglesias que no tienen pastores; pero ni siquiera esta condición absuelve a una iglesia de no estar realizando la obra encomendada a toda iglesia y a todo cristiano por la verdadera cabeza de la iglesia, nuestro Señor Jesucristo. Una iglesia que durante un año entero no gana ni siquiera un alma para Cristo parece que no tiene el Espíritu de Cristo ni lo manifiesta al mundo. Puede ser que en el corazón de su pastor y de sus miembros ha habido el deseo de ganar almas; pero se ha carecido de un programa de evangelismo adecuado. Esto nos guía a decir que toda iglesia debe tomar en cuenta sus fuerzas y posibilidades de ganar para Cristo a las almas perdidas que hay en su alrededor y preparar un plan adecuado para realizar la obra más amada del Señor. Veamos algunas cosas que caracterizan un adecuado programa de evangelismo en una iglesia bautista. I. Un Plan Adecuado Para Salvar Almas Para mayor claridad de este asunto consideraremos la cuestión desde un punto de vista negativo y otro positivo. 1. Considerado Negativamente. He aquí algunas cosas que no constituyen precisamente el programa más adecuado para ganar almas: (1) Una ocasión especial anualmente. Los cultos especiales durante varios días una vez al año dirigidos por él pastor o un evangelista invitado, son deseables y dan buenos resultados; pero sólo esto no constituye un programa adecuado para ganar almas en la comunidad. Quizá en esta ocasión muchos acepten a Cristo; pero muchos no lo harán. Este plan puede ser solamente una parte de un programa completo de evangelismo. (2) El “día de decisión” en la escuela dominical. Ninguna escuela dominical debe dejar de celebrar un “día de decisión al año”; pero en ninguna manera el día de decisión anual constituye un programa adecuado para ganar almas. Es un método que tiene también su grave peligro, y si se usa debe ser dejado bajo la dirección del pastor, y éste debe estar seguro de la dirección del Espíritu Santo. Este es un método que forma parte de un plan de evangelismo; pero sólo esto no puede constituir un programa adecuado. (3) El plan de “ganar almas el Domingo de Resurrección”. Hay muchas iglesias que celebran este día especial y concentran en el mismo toda su atención. Esta costumbre es hasta antibíblica. La gran comisión fue dada a todos y ha de ser puesta en práctica todos los días y en todas las oportunidades de la vida. Ni el día de decisión, ni el de Resurrección, ni el de las Madres, ni el de Navidad, deben ser días que merezcan nuestra única atención y que tengamos oración esperando que en ellos se decidan las almas a seguir a Cristo. La pasión por las almas no puede limitarse a ciertos días. (4) El esfuerzo de pocos fieles. En todas las iglesias hay un grupito de fieles que mantienen la llama de evangelismo ardiendo en sus corazones. Oran por los perdidos y en lo íntimo de sus almas desean la salvación de todos los que están en este mundo sin Cristo y sin esperanza. El pastor puede confiar en este pequeño grupo y quizá en algunos maestros fieles de la escuela dominical que muestren este gran interés en orar y buscar a las almas perdidas de la comunidad; pero esto no puede constituir un programa de ganar almas en la iglesia, los “pocos fieles” deben convertirse en los “muchos fieles” antes de que la iglesia caiga en un letargo, y para que el pastor cuente con una fuerza significativa de verdad. 2. Considerado Positivamente. (1) Constante y continuadamente. Este es el método de evangelismo del Nuevo Testamento: “Y el Señor añadía a la iglesia los salvados, de día en día” (Hech. 2:47 VM). Los cristianos primitivos no emplearon esfuerzos espectaculares para enseñar y predicar a los perdidos. No escogían una semana especial cada año para hacer este trabajo; ellos entendían que los perdidos que no habían aceptado a Cristo como Salvador necesitaban del evangelio cada semana y cada día, y ellos procuraban llevarlos a Cristo continuamente, y tan pronto como eran salvos eran bautizados y unidos a las iglesias. Un adecuado programa de evangelismo debe ser tomado en consideración por las iglesias inmediatamente porque las gentes que no han aceptado a Cristo están perdidas, perdidas ahora y eternamente. El único tiempo para salvar al pecador es ahora: “he aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salud”. La labor evangelística de una iglesia, así como el trabajo personal debe ser constante y continuo si queremos que la iglesia esté cumpliendo con el mandato de Jesús. (2) Un programa de la iglesia. ¿Para qué son las Iglesias? ¿No son para realizar el deseo y completar la obra de Cristo en el mundo? Cristo dijo: “Como me envió el Padre, así también yo os envío” (Juan. 20:21). Y otra vez: “Porque el hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido” (Luc. 19:10). Y además, “Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”. También el Apóstol Pablo dijo: “Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores” (1 Tim. 1:15). El programa de evangelismo de una iglesia debe ser lo suficientemente amplio para que pueda participar en él cada miembro y cada departamento de la iglesia. Todos los departamentos de la iglesia deben formar y tomar parte en este programa, el cual debe ser amplio en sus fines, comprensivo en sus planes, constante en su esfuerzo y tan interesado en ganar almas que la gente pueda darse cuenta de que el gran propósito de la iglesia es ganar a los perdidos para Cristo. (3) Dirección y cuidado del pastor. El pastor es el atalaya, el vigilante de las almas. El es el hombre de Dios llamado a guiar a cada miembro de su iglesia en la búsqueda de las almas perdidas, de otra manera no será hecho este trabajo. Ninguna iglesia se adelantará a su pastor en la realización de esta obra divina. Si el pastor no siente pasión por las almas perdidas y no tiene un plan para atender a las necesidades de los perdidos de la comunidad, la iglesia tampoco tendrá esa visión. No cabe duda que la gran obra del pastor ha de ser la de dirigir a la iglesia en su gran obra: ganar almas para Cristo. II. Haciendo Practico en la Iglesia Un Programa de Ganar Almas por Medio de la Escuela Dominical 1. Dirección y Alistamiento. Este programa debe aplicarse y extenderse a cada departamento de la escuela dominical. (1) El pastor y el superintendente general cooperando. a. En propósito. Ambos deben tener el propósito de ganar almas. Quizá la mejor cosa que un pastor puede hacer es infundir en el superintendente de la escuela dominical el propósito y espíritu de un ganador de almas. Ambos deben estar convencidos de que los inconversos que hay en la escuela dominical deben ser ganados para Cristo. Ellos deben formular un programa de evangelismo y no descansar hasta que tal programa sea llevado a una gloriosa realización. b. En oración. Donde quiera que haya un pastor y un superintendente orando sin cesar por la salvación de los perdidos, allí estará el Espíritu de Dios obrando en el corazón de las almas perdidas, y los salvos sentirán pasión por los perdidos. Donde haya un pastor y un superintendente orando e interesados en las almas perdidas, ¿cómo no va a manifestar Dios su poder salvador? c. En planes. Un programa efectivo para ganar almas no puede dejarse al azar, debe tenerse un plan, para lo cual se necesita estudio, inteligencia y oración. Este es un trabajo que debe ser realizado en conjunto por el pastor y el superintendente. El superintendente verá que cada maestro tenga una lista de los inconversos que haya en su clase, insistirá que ellos asistan a la reunión semanal de maestros y que en estas reuniones ellos públicamente expresen su interés en la salvación de esas almas y soliciten las oraciones y ayuda de todos los oficiales y maestros. Los maestros deben informar del número de inconversos que hay en sus clases y también del número de los que han hecho profesión de fe durante cierto período de tiempo. De esta manera se despertará el interés de los que son indiferentes a la salvación de los perdidos. d. En ejecución. El pastor y el superintendente deben trabajar en el programa de ganar almas. Jesús dijo: “Mi Padre hasta ahora obra, y yo obro” (Juan. 5:17). “Conviéneme obrar las obras del que me envió, entre tanto que el día dura: la noche viene, cuando nadie puede obrar” (Juan. 9: 4). El Espíritu Santo está obrando en el corazón y en las conciencias de los pecadores. Multitudes de pecadores están listos a aceptar a Cristo si solamente lo conocieran. El ganador de almas necesita cooperar con el Espíritu Santo presentándoles al “Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo”, y diciéndoles cómo pueden ser salvos. El Espíritu Santo mostró al carcelero que él era un pecador perdido, y Pablo y Silas le dijeron cómo podía ser salvo. (2) Los superintendentes de departamentos cooperando. Este es otro factor vital en un programa de evangelismo de la escuela dominical. Sin un espíritu verdaderamente deseoso de cooperar por parte de los superintendentes de los departamentos, muy poco se podrá hacer en un programa de ganar almas. No deben perder tiempo en el departamento, sino trabajar en una estrecha alianza con el pastor y el superintendente general para guiar a sus maestros y demás oficiales en ganar las almas de los alumnos de su departamento que aún no han aceptado a Cristo como Salvador. Frecuentemente, en el culto devocional o en la clausura del departamento pueden hacerse llamamientos a aceptar a Cristo como Salvador, y en todo momento se pueden tener entrevistas personales del superintendente con los perdidos, y llevarlos al pastor para que converse con ellos sobre el asunto de su salvación. El trabajo personal de los maestros debe tener toda la simpatía y la cooperación del superintendente de su departamento. (3) Los maestros cooperando. En este trabajo tiene el maestro su mejor oportunidad para hacer que su propia vida hable de Jesús. El tendrá una lista completa de todos los alumnos que aún no han aceptado a Cristo, y en su clase, y diariamente en sus oraciones privadas presentará a uno por uno de sus discípulos ante el trono de Dios. El maestro de grupos superiores quizá debe hacer una doble aplicación de la lección: una para aquellos que ya son convertidos, y otra para los inconversos de su clase. El maestro de la escuela dominical debe aprender de memoria Isaías 55, y cuando la impaciencia y el desánimo vengan, debe alimentar su alma con el contenido de los versículos 10 y 11, y cada vez que se presente ante su clase debe enseñar e instar a cada alumno a tomar una decisión. (4) Interesando a los oficiales de la clase en los alumnos inconversos. Un maestro con espíritu de oración y que sienta amor por las almas perdidas puede mantener encendido el fuego del evangelismo en su clase. En cada reunión de negocios de su clase, el maestro y los oficiales de la clase deben presentar el asunto de los alumnos inconversos y la necesidad de hacer algo por guiarlos a la salvación. Oraciones especiales deben hacerse, y coordinarse un plan para trabajar todos por ellos. Debemos interesar a los oficiales de la clase y a los miembros que ya son salvos, en los miembros inconversos. 2. Llamamientos Especiales en las Reuniones Generales y en las Clases. Este es un asunto que requiere la inteligente cooperación de las clases y los departamentos organizados, trabajando en armonía con el superintendente general y el pastor. Generalmente el pastor es el encargado de hacer estos llamamientos; pero pueden ser hechos también por los superintendentes de departamentos y los maestros. En los departamentos y clases son a veces muy efectivos los llamamientos a aceptar a Cristo como Salvador. Quizá sea más fácil para los perdidos hacer profesión de fe en el departamento en la clase. De todas maneras, tan pronto como una persona muestra su deseo de aceptar a Cristo como Salvador, debe instársele a dar testimonio público de su fe ante la congregación en el culto de predicación, y luego guiarlo a la obediencia del bautismo y a hacerse miembro de la iglesia del Señor. 3. Insistir en la Asistencia al Servicio de Predicación. Todos los miembros de la escuela dominical, desde principiantes o desde primarios para arriba deben asistir al servicio de predicación que se celebrará al terminar la escuela. Si una iglesia no puede celebrar tal servicio por algún motivo como se vio en el capítulo anterior, entonces debe insistirse en que asistan al culto de la noche. El maestro debe hacer todo lo que esté a su alcance por lograr que sus alumnos asistan a los cultos de predicación de la iglesia. 4. Estudios Teóricos y Prácticos Sobre Evangelismo. La mejor manera de preparar ganadores de almas es dándoles un curso de evangelismo o del arte de ganar almas, y al mismo tiempo darles oportunidad de trabajar por ganar almas. Cada año la iglesia debe celebrar un curso de estudios de esta naturaleza, para lo cual sugerimos los siguientes libros: La Tarea de Todo Creyente, por C. E. Matthews. Ganando Almas Para Cristo, Por P. E. Burroughs. Evangelizando con el Espíritu Santo, por F. W. Patterson. La Reproducción Espiritual, por J. Crane. Usando la Escuela Dominical en el Evangelismo, por Sanderson Cuestionario 1. Mencione algunos métodos frecuentemente usados para ganar almasen la escuela dominical, y que aunque no son malos no constituyen un programa adecuado. 2. ¿Qué quiere decir que el trabajo evangelístico en la escuela dominical debe ser “constante y continuado”? 3. ¿Por qué debe ser el evangelismo el propósito principal de la iglesia? 4. Refiera cómo pueden el pastor y el superintendente cooperar en un programa adecuado de ganar almas en la escuela dominical. 5. ¿Cómo pueden cooperar los superintendentes de departamentos y los maestros? 6. Sugiera algún estudio de evangelismo que pueda ser práctico para poner a todos a trabajar en ganar almas para Cristo. Capitulo 9. — La Escuela Dominical Funcionando Como Una Agencia Financiera de la Iglesia I—ALGUNAS CAUSAS POR LAS CUALES ALGUNAS IGLESIAS NO PUEDEN CUBRIR SUS GASTOS Y AYUDAR A LAS MISIONES. 1.—Algunas iglesias no tienen ningún plan de finanzas. 2.—Algunas iglesias tienen un plan de finanzas inadecuado. 3.—Algunas iglesias tienen un magnífico plan de finanzas pero no saben cómo practicarlo. II—LO QUE LOGRARA UN BUEN PLAN DE FINANZAS. 1.—Educará y alistará en el método escriturario de ofrendar a cada hombre, mujer y niño que regularmente asiste a los servicios de la iglesia. 2.—Mantendrá a la iglesia libre de deudas, cubrirá su presupuesto y ayudará a las misiones y a la obra de beneficencia. III—EL PRESUPUESTO UNIFICADO MANEJADO POR MEDIO DE LA ESCUELA DOMINICAL. 1.—Bajo la dirección de la iglesia. 2.—Un presupuesto que incluya todo. 3.—Un solo tesorero. 4.—Una sola ofrenda. 5.—Una ofrenda semanal por cada miembro de la congregación. 6.—Una organización con preparación, sistema y fácil dad para llevarlo a cabo. 7.—El uso del sistema de informes: el sobre para la ofrenda y el sistema de los seis requisitos. IV—ADOPTANDO Y APOYANDO EL PRESUPUESTO UNIFICADO POR MEDIO DE LA ESCUELA DOMINICAL. 1.—Preparación. (1) Comisión de Presupuesto. (2) Campaña de información y propaganda. 2.—Inauguración. (1) El pastor, los diáconos y el comité de finanzas. (2) Los oficiales y maestros de la escuela dominical. a.) Metas de los departamentos. b.) Metas de las clases. (3) Todos los miembros de la escuela dominical. (4) Todos los asistentes al culto de adoración que no asisten a la escuela dominical. (5) Los asistentes al servicio nocturno de predicación. (6) Todos los miembros de las uniones que aún no lo hayan hecho. (7) Todos los miembros de la iglesia que no asistieron a los servicios ese domingo. (8) Mantener las suscripciones abiertas para los que no han hecho todavía sus promesas y para los nuevos miembros de la iglesia. 3.—Cómo funciona el presupuesto unificado. (1) Un buen sistema de contabilidad es esencial. (2) Rindiendo informes a la iglesia. (3) Pidiendo la cooperación de los nuevos alumnos de la escuela dominical. (4) Pidiendo la cooperación de los nuevos miembros de la iglesia. (5) Una comisión de finanzas activa. V—UNA PALABRA DE PRECAUCIÓN. No es pecado que una iglesia tenga alguna deuda. Una iglesia puede contraer una deuda al edificar un templo con el propósito de hacer mejor trabajo evangelístico, o por la compra de un órgano, un piano, bancos o algún otro equipo necesario, y al mismo tiempo mantener su dignidad en la comunidad donde radica. Lo que es bochornoso es que una iglesia siempre esté atrasada en sus pagos y compromisos con la obra misionera o sus propios gastos. En su libro “Nuestro Señor y lo Nuestro”, el Dr. Burroughs claramente dice: “la vida y el progreso de una iglesia dependen de su condición económica”. Las iglesias que no cubren sus propios gastos ni ayudan económicamente a las misiones pierden atractivo e interés, y generalmente son frías, y no tienen propósitos ni poder. I. Algunas Causas por las Cuales Algunas Iglesias no Pueden Cubrir Sus Gastos y Ayudar a las Misiones La mayoría de las veces las iglesias que no tienen dinero para cubrir sus gastos y ayudar a las misiones están en esta condición deplorable por falta de dirección para planear y desarrollar un buen programa financiero; quizá porque el comité de finanzas, o el pastor y los diáconos no saben cómo poner en práctica un plan financiero o porque no han querido mejorar este aspecto por ciertos temores o ciertos prejuicios. 1. Algunas Iglesias no Tienen Ningún Plan de Finanzas. Ellas viven confiando en que suceda algo que las haga sostenerse. Los miembros parecen vivir en un estado de miseria espiritual. La iglesia está siempre pasiva y nada hace en contra del pecado en la comunidad ni envía el evangelio a otras partes. 2. Algunas Iglesias Tienen un Plan de Finanzas Inadecuado. Sus planes solamente incluyen algunas obras patrocinadas por la denominación, y un número muy pequeño de miembros participa regularmente en el mismo. Se caracterizan por su irregularidad, no tienen sistema; los miembros, de vez en cuando tienen que ser amonestados por el pastor y el comité de finanzas para que cooperen; pero bajo tales condiciones, “duele” dar cualquier cosa. Tales iglesias parecen ir decayendo año tras año. 3. Algunas Iglesias Tienen un Magnífico Plan de Finanzas pero no Saben cómo Practicarlo. Dejan que el plan marche solo y a mediados del año descubren que están atrasados en sus compromisos. Cuando hay un déficit levantan una colecta especial y hacen un gran esfuerzo para cubrirlo. Tienen plan pero no saben practicarlo ni son serios en su observancia. Si queremos que la iglesia se mantenga sin deudas, o que cumpla fielmente los compromisos adquiridos por préstamos para la construcción del templo o edificio educativo, equipo, etc., y cubra su presupuesto mensual y ayude a las causas denominacionales, debe haber un sistema financiero que funcione las 52 semanas del año. II. Lo Que Lograra Un Buen Plan de Finanzas Un programa adecuado para las finanzas de la iglesia logrará las siguientes cosas: 1. Educará y Alistará en el Método Escriturario de Ofrendar a cada Hombre, Mujer y Niño que Regularmente Asiste a los Servicios de la Iglesia. Los miembros de la iglesia y los que no son miembros pero que están matriculados en la escuela dominical y asisten a los demás servicios de la iglesia, serán educados y alistados en el método escriturario de ofrendar, y apoyarán el sistema financiero de la iglesia. La iglesia está obligada a instruir en la gracia de dar a todos los que asistan a los servicios de la iglesia, y éstos tienen la obligación de sostener la iglesia y sus actividades con sus propios medios. En una investigación reciente se descubrió que menos del cuarenta por ciento de los miembros de las iglesias más eficientes eran contribuyentes sistemáticos de las mismas; y en algunos casos no llegaban ni al veinte y cinco por ciento. En cuanto a diezmeros el porcentaje era mucho más bajo. Y esta investigación no incluía al gran número de personas que asisten a los servicios, sino sólo a los miembros de las iglesias. No tenemos que mencionar mucho acerca de esto; cada uno puede hacer una investigación en su propia iglesia; basta con comparar el libro de la tesorería y la lista de los miembros registrados. Por todo lo dicho anteriormente se hace necesario que haya un plan definido de instrucción de los miembros y de los que no son miembros de la iglesia, en cuanto a su responsabilidad de sostener la obra del Señor, y lo que la Escritura enseña acerca del plan de Dios para este sostenimiento. 2. Mantendrá a la Iglesia Libre de Deudas, Cubrirá su Presupuesto y Ayudarán a las Misiones y a la Obra de Beneficencia. ¿Cuáles son los compromisos financieros que generalmente adquieren las iglesias? Quizá algún préstamo para la construcción de su templo o edificio educativo, comprometiéndose a pagar una cantidad mensual o anual a una junta misionera o a alguna institución bancaria; ¡Qué bochornoso sería para la iglesia no poder cubrir los pagos mensuales o anuales! Quizá la adquisición de algún equipo o materiales para uso de la iglesia (pianos, órgano, sillas, bancos, mesas, libros, tarjetas de informes o libretas para los secretarios de la escuela dominical o la Unión de Preparación u otras organizaciones; la literatura para la escuela dominical, etc.). Muchas veces se compran estos equipos y materiales y no se pagan a su debido tiempo o dejan de pagarse, trayendo grandes trastornos a las casas que los venden, y poniendo a la iglesia en descrédito y desprestigio. Otro compromiso es la participación en el programa cooperativo de la convención a la cual la iglesia pertenece. Nuestras convenciones tienen juntas misioneras encargadas de distribuir las contribuciones que las iglesias envían al programa cooperativo, y muchas veces esas juntas no pueden cumplir sus compromisos serios y hasta sagrados con otras instituciones, o pagar alquileres y sueldos de misioneros porque nuestras iglesias se retrasan en los pagos o no contribuyen como deben. Otro compromiso de la iglesia es el sostenimiento de su pastor y demás obreros necesarios. Muchas veces los pastores están pasando verdaderas necesidades con salarios de miseria y sin ninguna comodidad en sus hogares. Si se trata de iglesias que todavía no han alcanzado un mínimo nivel de “sostén propio” (y todavía hay muchas), tanto más necesidad hay para un adecuado plan de finanzas. Además, toda iglesia debe tener en su presupuesto la cantidad necesaria para cubrir otros gastos locales. Estas responsabilidades financieras a veces no se cubren y la iglesia escasa de dinero no puede realizar una buena obra. No sólo debe una iglesia ayudar a las misiones por medio de su cooperación a la convención, también debe dar ofrendas especiales para las misiones extranjeras, domésticas y locales, y también debe tener dinero suficiente para obras de beneficencia como hemos visto en capítulos anteriores. Un sistema financiero bien definido y bien dirigido es imprescindible. III. El Presupuesto Unificado Manejado Por Medio de la Escuela Dominical Este sistema ha sido proclamado como el mejor sistema financiero hasta ahora conocido. Pastores, diáconos y comités de finanzas de las iglesias más eficientes lo proclaman y recomiendan como el mejor. Escribe un pastor en forma de testimonio: “En nuestra América Latina, donde la obra es nueva y las iglesias han trabajado ayudadas por las juntas misioneras ha costado trabajo establecer un plan financiero de sostenimiento. Pero en mi experiencia personal en el pastorado actual, por más de cinco años hemos venido usando este plan con gran éxito. Las finanzas de nuestra iglesia han aumentado de un promedio de 38 pesos mensuales hasta 512 pesos mensuales durante estos cinco años; y de un presupuesto de 50 pesos a uno de 450 mensuales. Y en el mismo tiempo hemos podido realizar grandes obras, como la construcción de una nave, la adaptación de un edificio educativo y casa pastoral, y la reconstrucción del templo con una inversión de más de 10,000 pesos. De 150 pesos que daba al año nuestra iglesia al programa cooperativo, actualmente está dando 1,260 pesos al año. Las ofrendas especiales nunca pasaban de 10 pesos, y la ofrenda especial para nuestro Hogar Bautista el año pasado ascendió a 470 pesos. De los doscientos miembros en lista de la iglesia solamente unos 40 están dando sus diezmos al Señor. La experiencia nos demuestra a las claras que el éxito de nuestras finanzas ha estado en el sistema puesto en práctica, que no ha sido otro que las “finanzas de la iglesia manejadas por medio de la escuela dominical. En nuestra iglesia no hay cobradores, la ofrenda se deposita en los sobrecitos que todos los asistentes de la escuela dominical reciben al llegar al templo el domingo por la mañana, en él escriben su nombre, marcan su informe de los seis requisitos y depositan sus diezmos u ofrendas. En el culto de predicación como parte solemne de la adoración al Señor se recoge la ofrenda, teniendo oportunidad de depositar sus sobres con sus nombres y diezmos y ofrendas, los hermanos que no lo hicieron por la mañana en la escuela dominical. Estas son las únicas ofrendas que recogen en nuestra iglesia. Ningún departamento de la iglesia reúne colectas, ni ofrendas, ni cuotas de ninguna clase. Tampoco lo necesitan, puesto que en nuestro presupuesto hay una partida para cada una de las necesidades de todas las organizaciones de la iglesia. Este sistema no impide que toda la iglesia participe en las ofrendas especiales promovidas por la convención. La ofrenda del domingo por la mañana en la escuela dominical es depositada por cada miembro de la clase en su sobre de informe, éstos son entregados al secretario de la clase y luego al secretario de la escuela; éste reúne todos los sobres de todas las clases y los entrega al tesorero de la iglesia, quien abre los sobrecitos y anota la cantidad ofrendada por cada persona. La ofrenda de la escuela dominical se une a la del culto de predicación y se deposita en el banco como parte del presupuesto de nuestra iglesia. Mensualmente cada partida recibe la parte asignada en el presupuesto, así todos los oficiales de nuestra Iglesia tienen a su disposición el dinero que necesitan para su trabajo. Si eso lo hemos podido conseguir en una iglesia, ¿por qué no se ha de poder hacer lo mismo en otras iglesias? ¿Por qué queremos seguir aferrados a sistemas antiguos y fracasados consistentes en un sinúmero de ofrendas y fondos con sus respectivos tesoreros y sin un presupuesto fijo?” 1. Bajo la Dirección de la Iglesia. Un presupuesto es la declaración de los gastos fijos mensuales de la iglesia y un cálculo de las entradas para cubrir esos gastos. La iglesia debe aprobar su presupuesto anual tomando como base el del año anterior. Un comité de presupuesto, del que hablaremos más adelante, orientará a la iglesia en la formulación y aprobación de un presupuesto para el año. La iglesia elegirá en su junta anual de elecciones al tesorero de la misma que será la persona única autorizada para guardar todo el fondo unificado de la Iglesia. Los tesoreros de las demás organizaciones ayudarán como promotores de las finanzas. 2. Un Presupuesto que Incluya Todo. La pregunta más frecuente, especialmente por los jóvenes, es: ¿Quién hará los gastos de nuestras reuniones sociales? Debemos decir que el presupuesto debe incluir todas las actividades de la iglesia. El aspecto recreativo es de vital importancia, y una iglesia bien organizada debe incluir en su presupuesto esas necesidades. La literatura de la escuela dominical y de la Unión de Preparación, los gastos de las uniones de mujeres (uniones femeniles misioneras) y sus departamentos, sus ofertas a la asociación y a la convención, etc., así como todos los gastos de la iglesia, la ayuda a misiones y al programa cooperativo de la convención, sueldo del pastor, etc., todo debe ser incluido en el presupuesto. 3. Un Solo Tesorero. Ningún otro tesorero se requiere en una iglesia que tiene su fondo unido y un presupuesto general. La labor más importante de los tesoreros de las organizaciones, si los hay, debe ser de información y de promoción para lograr que todos los miembros de su grupo sean diezmeros y contribuyan al sostenimiento del presupuesto de su iglesia. 4. Una Sola Ofrenda. Como hemos visto, este sistema requiere una sola ofrenda: la ofrenda de la iglesia. Los sobrecitos con las ofrendas de los que asisten a la escuela dominical van directamente a manos del tesorero de la iglesia, y se unen con la ofrenda de los cultos de adoración de la iglesia. No se hace distinción ninguna entre una ofrenda y otra. No se levantan más ofrendas para sostener el trabajo de la escuela dominical y para los gastos de la Unión Bautista de Preparación, y ofrendas para sostener la unión misionera de mujeres (unión femenil misionera) y sus ramificaciones, y ofrendas en la sociedad bautista de hombres (uniones varoniles) para que éstos la usen para sus propias necesidades. Todo esto desaparece en una iglesia que tenga un sistema financiero con el tesoro y el presupuesto unificado. 5. Una Ofrenda Semanal por Cada Miembro de la Congregación. Dicha ofrenda puede depositarse en el sobrecíto con el informe de los seis requisitos en la escuela dominical, o si no se usa este sobre, puede depositarse en otro usado para ese fin, o en el plato de la ofrenda. En ese sobre se puede dar el diezmo o la contribución, porque se entiende que no es una ofrenda para la clase ni para la escuela dominical, sino que esa es la ofrenda de la iglesia. En los cultos de predicación debe hacerse lo mismo usando los sobres que la iglesia proporcione. Es siempre mejor dar la ofrenda en sobres con el nombre de la persona y la cantidad para mejor manejo y mejor información, y para que el tesorero anote en la tarjeta de cada miembro su contribución a la iglesia, lo cual será más útil para su propio trabajo. En los países donde los salarios se liquidan por quincena o por meses, los diezmos y ofrendas se pueden dar juntos en un sobre quincenal o mensualmente; pero deben darse preferiblemente en la escuela dominical o en los cultos de adoración de la iglesia. 6. Una Organización con Preparación, Sistema y Facilidad para Llevarlo a Cabo. Ningún plan tendrá éxito, no importa lo bueno que sea, sí se deja que trabaje solo. Una extensa organización y mucho tiempo se requiere, aun en las iglesias pequeñas, para mantener relaciones personales con todos y cada uno de los que deben contribuir al programa financiero de la iglesia. El pastor, los diáconos y el comité de finanzas a veces no tienen dis-ponible todo el tiempo necesario para realizar este trabajo. La escuela dominical lógicamente es la organización de la iglesia por medio de la cual ésta tiene más relación personal cada semana con el mayor número de miembros de la iglesia. Los oficiales y maestros de la escuela dominical tienen conocimiento de todos sus alumnos y de la mayoría de los miembros de la iglesia y con pequeño esfuerzo ellos pueden ayudar en la promoción y práctica de este plan financiero. 7. El Uso del Sistema de Informes: el Sobre para la Ofrenda y el Sistema de los Seis Requisitos. El uso de un sobre para que cada asistente a la escuela dominical dé su informe personal de los seis requisitos y deposite su ofrenda ha dado magníficos resultados en la práctica de este sistema. Los maestros pueden aprovechar la oportunidad frecuentemente para hablar del presupuesto de la iglesia y de su necesidad de ser cubierto. Por otra parte, el tesorero debe dar la mejor información posible de las entradas y del manejo del presupuesto para que todos los oficiales sepan con qué dinero cuentan para suplir sus necesidades mensualmente, lo que han gastado y lo que pueden gastar. Una iglesia bien informada de la manera como se usa el dinero estará más deseosa de dar para la obra. IV. Adoptando y Apoyando el Presupuesto Unificado por Medio de la Escuela Dominical 1. Preparación. (1) Comisión de presupuesto. En toda iglesia debe haber una comisión permanente de finanzas cuya única función es informar a la iglesia frecuentemente de cómo marcha el presupuesto, y coordinar la promoción de las finanzas de la iglesia; pero no para administrar el dinero; esa es función exclusiva de la iglesia y se realiza por medio del tesorero con el visto bueno del pastor y de acuerdo con lo establecido en el presupuesto. Unos tres meses antes de comenzar el año fiscal de la iglesia este comité debe hacer sus planes de presupuesto. El representante de cada departamento de la iglesia presenta sus necesidades y sus planes de mejoras, etc. Se estudian los aumentos que se pueden hacer para la ayuda del programa cooperativo de la convención y para otros gastos locales. Se anotan los gastos fijos, como sueldos y alquileres, luz, teléfono, etc. Las necesidades del edificio y las reparaciones que se piensan hacer, en fin, todo lo que será necesario atender el próximo año. Se estudian las” entradas posibles y al fin se formula un presupuesto que se someterá a la consideración de la iglesia. (2) Campaña de información y propaganda. Toda la propaganda que pueda hacerse señalando el día en que se harán las promesas para cubrir el presupuesto será conveniente. 2. Inauguración. Ahora nos referiremos a cómo apoyar y hacer las promesas para cubrir el presupuesto, y quiénes deben hacerlo. (1) El pastor, los diáconos y el comité de finanzas. Siendo ellos los dirigentes más responsables de la iglesia deben dar ejemplo y ser los primeros en hacer sus promesas. (2) Los oficiales y maestros de la escuela dominical. En una reunión semanal de maestros y oficiales cada uno de ellos hará su promesa para cubrir el presupuesto. a. Metas de los departamentos. Sería muy bueno presentar el presupuesto en la reunión del departamento y explicarlo bien, y el siguiente domingo se puede fijar una meta para que sea aprobada por todos los alumnos. b. Metas de las clases. Las clases también pueden fijar sus metas. La suma de las metas de clases debe ser la meta del departamento, y la suma de las metas de los departamentos debe ser la meta de la escuela dominical. (3) Todos los miembros de la escuela dominical. Después de fijar las metas de las clases y los departamentos, el paso siguiente será lograr que no quede un solo alumno de la escuela dominical sin llenar su tarjeta de promesa. Por supuesto, siempre se debe hacer énfasis en que el diezmo es el método divino para el sostenimiento de la obra del Señor. Para más detalles sobre campañas de mayordomía cristiana, véanse los siguientes libros: Manual de Finanzas para Iglesias Bautistas, por F. W. Patterson La Gracia de Dar, por Burroughs Rivas, y Nuestro Señor y lo Nuestro, por Burroughs Engelmann. Cuestionario 1. ¿Por qué algunas iglesias están atrasadas en el pago de sus deudas? 2. Mencione lo que hará en bien de la iglesia un buen programa de finanzas. 3. ¿Qué es un presupuesto? 4. ¿Cómo se maneja el presupuesto unificado de la iglesia por medio de la escuela dominical? 5. ¿Por qué debemos tener un solo tesorero general en la iglesia? Capitulo 10. — La Escuela Dominical Funcionando Como Una Agencia para Promover la Vida Social I.—LA VIDA ESPIRITUAL Y SOCIAL ESTÁN ESTRECHAMENTE RELACIONADAS. II.—USANDO LAS OPORTUNIDADES DE DESARROLLO SOCIAL EN LOS SERVICIOS DE ADORACIÓN, DE ORACIÓN Y DE LAS ORGANIZACIONES. 1.—Los servicios del domingo por la mañana. 2.—Los servicios del domingo por la noche. 3.—Los servicios de entre semana. III.—EL LUGAR Y LA IMPORTANCIA DE LA ESCUELA DOMINICAL EN LA PROMOCIÓN DE LAS ACTIVIDADES SOCIALES DE LA IGLESIA. 1.—Un director de actividades sociales. 2.—La reunión semanal de maestros. 3.—Actividades sociales de la escuela dominical en general. 4.—Actividades sociales de los departamentos. 5.—Actividades sociales de las clases. 6.—Sugestiones para reuniones sociales de departamentos y de clases. La familia de la iglesia tiene sus servicios de adoración y de predicación, de oración y estudio bíblico a mediados de semana, reuniones de negocios, y reuniones de los departamentos, y también regularmente se reúne para la observancia de la Cena del Señor. Sin lugar a duda todos y cada uno de los miembros de la iglesia, de esta gran familia, deben participar y asistir a todos estos servicios y reuniones. De la misma manera toda iglesia debe hacer planes para satisfacer las necesidades recreativas de cada miembro de la familia de la iglesia y sus amigos según la necesidad de cada uno. La escuela dominical no es la única agencia por medio de la cual la iglesia puede y debe ministrar las actividades sociales de sus miembros. En todas las reuniones de la iglesia ya mencionadas hay oportunidad de tener relaciones sociales que pueden ser bien utilizadas para suplir esta necesidad. Tanto la unión misionera de mujeres (unión femenil misionera) como las sociedades de hombres (uniones varoniles) tienen programas que tienden a satisfacer esta necesidad. La Unión Bautista de Preparación ha venido desarrollando un amplio programa social para los niños y jóvenes y también para los adultos. Estamos seguros que las actividades sociales de los miembros de la familia de la iglesia deben ser inteligentemente planeadas si es que la parte social de la vida de los miembros ha de tener la significación que le corresponde en el desarrollo espiritual de una vida cristiana. El programa de recreación debe ser considerado y planeado al comienzo del año junto con el programa total de las demás actividades de la iglesia. Si se planean debidamente estas actividades evitaremos conflictos en los departamentos. La iglesia debe coordinar el programa recreativo de todas sus organizaciones para evitar discrepancias y duplicaciones de trabajo. En algunas iglesias el “consejo” de la iglesia (formado por el pastor, los directores de organismos y presidentes de comisiones) tienen ésta como una de sus funciones. I. La Vida Espiritual y Social Estan Estrechamente Relacionadas. Todo ser humano, joven o adulto, es social por naturaleza, por lo cual busca actividades sociales que influyen profundamente en su vida espiritual. Es un hecho que las actividades sociales de una persona son un índice de su condición espiritual. No es posible participar de placeres mundanos desenfrenados y al mismo tiempo vivir en un plano espiritual elevado. Un cristiano no puede tener actividades sociales malas y al mismo tiempo vivir en compañerismo con Cristo. Tampoco podemos simultáneamente amar las cosas mundanas y tener interés en las cosas espirituales. El amor por Cristo menguará si nuestro amor aumenta por lo mundano, y el amor por los perdidos y el poder para ganarlos se anulará. Si todo esto es verdad, es de suma importancia que la iglesia dé a este asunto la más cuidadosa atención. Antes de estudiar el lugar y poder de la escuela dominical en la promoción de la vida social de las iglesias, consideremos primero algunas de las oportunidades que tienen los miembros de la iglesia de desarrollar su vida social tanto en los servicios de los domingos como de entre semana, y también en las organizaciones de la iglesia. II. Usando las Oportunidades de Desarrollo Social en los Servicios de Adoración, de Oración y de las Organizaciones Toda iglesia debe tener un grupo de diáconos capaces de promover un espíritu de hermandad y amistad entre todos los miembros de la iglesia durante los servicios de la misma. Ningún visitante debe salir de nuestro templo sin haber recibido un saludo afectuoso del pastor, de algún diácono, de la persona que dirige el programa que se está celebrando, o de algún comisionado para ello. Es una gran oportunidad para los diáconos ayudar en este aspecto. Se cuenta que en una ocasión, cuando el pastor se preparaba para subir al pulpito en el servicio del domingo por la mañana, un diácono se acercó a preguntarle qué hacía con un señor que estaba en la congregación con el sombrero puesto. El pastor le dijo que le pidiera cortésmente que se quitara el sombrero y que si no lo hacía tendría que salir del templo. Muy cautelosamente y con toda la cortesía de que era capaz el diácono se acercó al señor y tocando su hombro, le dijo: “Mi amigo, nos alegramos mucho de que usted esté con nosotros en nuestro servicio; pero yo le suplico que se quite el sombrero, si no, tiene que salir del templo”. Con cierto aire de triunfo él contestó: “Vaya, al fin resultó; he estado asistiendo a esta iglesia durante tres meses, y usted es la primera persona que me dirige la palabra.” 1. Los Servicios del Domingo por la Mañana (al terminar la escuela dominical). Una buena comisión de recepción y orden debe estar lista siempre los domingos por la mañana para acomodar a los alumnos y sus maestros cuando vuelvan de sus clases. Los miembros de esta comisión deben ser designados por sus cualidades de amabilidad y decencia. No queremos en esta comisión “saludadores” profesionales, sino personas que muestren interés en otros, y amor a Cristo y a las gentes. Ellos deben conocer el arte de dar la bienvenida y el secreto de hacer sentir gozo y felicidad tanto a los visitantes como a los miembros de la iglesia, de tal manera que en el servicio reine una fraternidad sincera. El pastor debe ser amable, al terminar el servicio debe dedicar algún tiempo a hablar con los niños y jóvenes. No hay nada que agrade más a un alumno de la escuela dominical, que el apretón de mano de su pastor. 2. Los Servicios del Domingo por la Noche. El servicio de adoración y predicación ofrece quizás la mejor oportunidad para relacionarse con las personas. Generalmente a él asisten mayor número de personas inconversas y visitantes desconocidos, por lo cual la comisión de recepción y los diáconos deben tener atenciones para que estas personas se sientan realmente bienvenidas. En algunas iglesias la comisión de recepción y orden está dividida en dos grupos, uno integrado por personas que se limitan a dar la bienvenida y saludar a todas las personas en la puerta del templo. Estos “saludadores” no son acomodadores, pues el trabajo de dirigir a los visitantes a sus asientos puede hacerlo el otro grupo. Su trabajo es ver que ningún hombre, mujer o niño entre al templo sin haber recibido antes un saludo afectuoso. El uso de una tarjeta de visita es importante; en ella el visitante escribirá su nombre, su dirección y su procedencia; un diácono o uno de los miembros de la comisión de orden hará llegar estas tarjetas al pastor o al director del servicio que se esté celebrando. Cuando un nuevo miembro es recibido en la iglesia, ya sea por bautismo o por carta debe dársele una calurosa bienvenida en uno de los servicios regulares especialmente el domingo. Este trabajo puede estar a cargo de la comisión de miembros. 3. Los Servicios de Entre Semana. Generalmente se cree que el culto de entre semana es un culto pequeño y sin mucha importancia. La verdad es que pocos asisten al mismo cuando no está bien planeado y no ofrece mucho interés a los miembros de la iglesia y a los visitantes. Este servicio ha sido llamado el servicio de oración y estudio bíblico, y hay muchos planes para lograr la buena asistencia a ellos. Dice el doctor Sánchez: “Yo he usado con éxito él siguiente programa: de 7:45 p. m. a 8:30 p. m. reunión semanal de maestros de la escuela dominical; de 8:30 a 9:15 p. m., el culto que unas veces es de oración y otras de estudio bíblico, presentando, por ejemplo, una serie de estudios sobre determinado libro de la Biblia. De 9:15 p. m. en adelante el día correspondiente celebramos la junta de negocios de la iglesia, o la reunión de la sociedad de hombres (unión varonil) y simultáneamente la reunión de la sociedad femenil, la de señoritas, etc. Es decir, que esa noche tenemos un programa combinado, lo cual atrae a los miembros de la iglesia.” Este debe ser un servicio de verdadera confraternidad, y toda oportunidad de dar participación a los hermanos de la iglesia debe ser aprovechada por el pastor. Además, un verdadero espíritu de amistosa confraternidad y cortesía no puede ser logrado en una iglesia por lemas escritos en cartulinas ni saludos redactados en el boletín, sino solamente por un pastor, un cuerpo de diáconos y un grupo de “saludadores” que manifiesten genuino interés en las gentes. Una de las mejores maneras de manifestar nuestro amor por Cristo es mostrando una profunda simpatía por las personas que asisten a nuestros cultos. III. El Lugar y la Importancia de la Escuela Dominical en la Promoción de las Actividades Sociales de la Iglesia La escuela dominical es una organización de nuestras iglesias que se relaciona con una multitud de hombres, mujeres y niños de la comunidad que no son miembros de la iglesia. La escuela dominical es menos exigente en su trabajo que las otras organizaciones de la iglesia. Hay cierta libertad en el desarrollo de sus sesiones que permiten relacionarse con personas de todas las edades y condiciones espirituales. Así pues, la escuela dominical es un magnífico factor en la promoción de la vida social de la iglesia. En las clases y departamentos será posible sostener un entusiasta espíritu de grupo, y podrá desarrollarse la fraternidad cristiana. En los departamentos, las personas claves naturalmente son el superintendente general, el superintendente del departamento, los maestros, y en las clases superiores los oficiales de las clases organizadas. Debemos dirigir a estas personas de una manera adecuada para que asuman sus responsabilidades. Veamos algunas sugestiones que pueden ser útiles para usar mejor la escuela dominical para promover las actividades sociales. 1. Un Director de Actividades Sociales. En casi todas las iglesias encontraremos alguna persona con ciertas aptitudes de dirigente social. Localizada esa persona debe ser designada para ocupar el cargo de director de actividades sociales despertando en ella interés y entusiasmo por dicho cargo, y poniendo en su corazón amor por esta importante responsabilidad en el servicio cristiano. Esa persona puede ser considerada como uno de los superintendentes asociados de la escuela dominical. Por supuesto que este director de actividades trabajará de acuerdo con el pastor, el superintendente general y los de departamentos, y los maestros para planear un programa social anual coordinado y útil. 2. La Reunión Semanal de Maestros. En esta reunión se presenta una oportunidad para el desarrollo de las relaciones sociales entre maestros y oficiales generales y de clases. Hay muchas maneras de celebrar esta reunión. Algunos recomiendan tenerla temprano la noche que se celebra el culto de entre semana. Donde es posible hacerlo puede tenerse un sencillo refrigerio para los oficiales, maestros y ayudantes; por ejemplo, puede tenerse a las 6:30 p. m., y antes de comenzar el culto a las 8:00 p.m., puede celebrarse la reunión. En las iglesias que tienen sus departamentos organizados esta reunión comenzará con un servicio devocional con todos los oficiales y maestros reunidos, dirigido por el superintendente general. Después se separarán por departamentos para el estudio de la lección, al frente de cada grupo irá el superintendente del departamento. Más tarde se volverán a reunir para tratar asuntos de carácter general de la escuela, y asistirán al culto de oración y estudio bíblico. Por supuesto que puede elegirse otro día u otra hora. Esta reunión es tan importante que debemos hacer todos los esfuerzos por celebrarla. Algunas iglesias han incluido en sus presupuestos el importe de los viajes de sus maestros y oficiales a esta reunión. Otras, seguras de la gran importancia que en la promoción de la vida social tiene esta reunión, han puesto en el presupuesto de la iglesia la cantidad necesaria para sufragar los gastos del refrigerio que se ofrecerá en esta reunión. 3. Actividades Sociales de la Escuela Dominical en General. Una o dos reuniones anuales para todos los miembros de la escuela dominical deben ser incluidas en el programa de actividades sociales de la iglesia. Frecuentemente limitamos esta responsabilidad a la Unión de Preparación y a los departamentos de la Unión Femenil; pero debemos celebrar una reunión social general para toda la escuela dominical. Una época buena sería inmediatamente después del Día de Promoción. Esta reunión social debe celebrarse en un salón o en el patio del templo, y debe haber un buen programa en el cual puedan participar todos los departamentos, desde los chiquitines hasta los ancianos. Antes que se termine el programa podrían dividirse por departamentos o clases para participar de algún refrigerio. 4. Actividades Sociales de los Departamentos. De la misma manera una reunión social anual para cada departamento debe ser incluida en ese programa. Cooperando el director de actividades sociales con el superintendente del departamento y todos los maestros debe planearse un buen programa teniendo en cuenta las características físicas, mentales, sociales y espirituales de los miembros para que todo esté de acuerdo con los intereses propios de su edad. 5. Actividades Sociales de las Clases. Quizá sea bueno tener más de una reunión social anual para promover las clases. Estas reuniones podrían celebrarse en la casa del maestro o de algún otro miembro. Las reuniones sociales de las clases de párvulos, principiantes, primarios e intermedios, deben dirigirlas y planearlas los maestros; en las clases de jóvenes y de adultos puede haber un director de actividades sociales. 6. Sugestiones para Reuniones Sociales de Departamentos y de Clases. (1) Para cuna y párvulos: las madres deben cooperar y asistir a estas reuniones sociales. Un día del hogar en las iglesias daría oportunidad a los padres para pasar un rato junto con sus hijitos en la escuela dominical, y mostrarles la importancia de este departamento. Después de un rato se podrían separar los niños para que tengan sus juegos solos, mientras los padres conversan fraternalmente. Todos tendrán mucho que contar de las travesuras de sus pequeños. (2) Para principiantes. Esta edad ofrece una espléndida oportunidad para que el maestro se introduzca en la vida social de los niños. No basta conocer al niño el domingo por la mañana solamente, debemos conocer más de ellos observando sus vidas el resto de la semana, y viéndolos en otras actividades. El juego es una oportunidad para experimentar el carácter de las personas aun cuando sean de corta edad. En esta edad ya se pueden tener paseos y excursiones. Los padres pueden ser invitados a acompañar a los niños. Procúrese no llevarlos a lugares peligrosos, y si el grupo es grande consiga por lo menos un ayudante o guardián para cada 8 niños. (3) Para primarios. Si el departamento es pequeño podemos tener las reuniones sociales en un salón o en el patio del templo, y también fuera del templo. Si el departamento es muy grande, es mejor tener una excursión al año fuera del templo. Esta debe estar bien planeada y debe ser una atración grande para los muchachos. Puede celebrarse en algún día de vacaciones o de fiesta nacional. Las excursiones son las más apropiadas para los muchachos de esta edad por su espíritu de aventura; a ellos les gusta descubrir tesoros escondidos, lomas y cuevas, etc. Se deben llevar suficientes acompañantes adultos, y evitar ir a lugares de peligro. (4) Para intermedios. En esta edad peligrosa tenemos que enfrentarnos a las verdaderas necesidades sociales de nuestros muchachos y muchachas. La prohibición de ciertos placeres sin ofrecerles los apropiados a una vida cristiana no resolverá ningún problema o crisis moral o espiritual. Las características de una reunión social bien dirigida para esta edad serán: (a) que contrarreste las atracciones mundanales, (b) que supla las necesidades sociales, (c) que cree un espíritu de lealtad a la clase, y (d) que tenga un valor educativo. El Banquete Anual de los Intermedios ha sido un atractivo programa en muchas iglesias. Estos grupos también pueden tener paseos y excursiones al campo o lugares de interés como museos, palacios, etc. Las personas que trabajan con estos muchachos deben conocer bien la psicología de los mismos, un error en el trato en esta edad puede dejar huellas que influirán mucho en la vida futura. (5) Para jóvenes. Para esta edad deben tenerse actividades sociales con más frecuencia, por supuesto coordinándolas con las de la Unión de Jóvenes, con la Sociedad de Señoritas y con todo el programa social de la iglesia. El mundo ofrece a los jóvenes muchos atractivos, y nuestra iglesia debe ofrecerles mayores atractivos para superar y contrarrestar aquellos con acciones eminentemente morales y cristianas. Los bailes modernos, los clubes de recreo, las nuevas costumbres sociales como fumar y beber están arrastrando a nuestros jóvenes a un laberinto sin salida. Debemos tener mucho cuidado de no dejar introducir en nuestras reuniones juegos que son imitación de esos bailes ni chistes pesados copiados de la radio y televisión, y canciones y poesías populares con letra inmoral. Todos los programas sociales deben ser bien planeados y aprobados por el director de actividades sociales y con el visto bueno del pastor. Los jóvenes pueden tener excursiones a montañas, ríos, pesquerías, etc. Los jóvenes y señoritas juntos pueden ir a paseos al campo y desarrollar un programa divertido. Siempre debe haber en la iglesia adultos, padres o madres reconocidos por su integridad cristiana para que acompañen al grupo. En las reuniones sociales en un salón o en el patio del templo pueden haber pequeñas representaciones o dramatizaciones, programas musicales, etc. (6) Para adultos. Algunos han limitado las reuniones sociales a los muchachos y a los jóvenes; sin embargo, la necesidad recreativa en los adultos es tan importante como en las personas de otras edades. Muchas cosas marcharían mejor en la iglesia si entre los adultos se mantuviera un espíritu de buen humor y fraternidad. Hay muchos motivos para que los adultos celebren reuniones sociales: cumpleaños del pastor o de algún otro adulto, aniversario de la iglesia, etc. También las asociaciones y convenciones de distrito, provincia o estado ofrecen una buena oportunidad para la sociabilidad. Por cualesquiera de estos motivos los adultos pueden celebrar banquetes, paseos, programas literarios musicales, etc. 7. Algunos Libros de Recreación. Aunque en nuestro idioma hay pocos libros de recreación, de ellos podemos sacar algunas sugestiones y seleccionar el material para nuestras reuniones sociales. La Casa Bautista de Publicaciones de El Paso, Texas, tiene los siguientes libros de recreación: Manual de Recreación, por T. B. Maston. Juguemos, por Viola Campbell. Cuestiónario 1. ¿Cómo influyen ciertos hábitos y prácticas sociales en el desarrollo de la vida espiritual? 2. ¿Cómo podemos desarrollar la vida social en el servicio de adoración del domingo por la mañana? 3. ¿Cómo puede ayudar una comisión de recepción y orden a hacer que en la iglesia se sienta un espíritu de fraternidad cristiana? 4. ¿Qué importancia tiene la designación de un director de actividades sociales? ¿Cuál es su trabajo? 5.¿Cómo puede promoverse la fraternidad en la reunión semanal de maestros? 6. Describa cómo se desarrollaría un programa social para la escuela dominical abarcando a todos los departamentos. 7. Dé algunas sugestiones para las reuniones sociales de principiantes: de primarios y de adultos. 8. Formule un programa social que merezca la aprobación del director de actividades sociales y del pastor.