OBLIGACIONES CIVILES. ANA SOFIA ALARCÓN PINILLA DOCENTE CESAR FELIPE GOMEZ VILLABON. UNIVERSIDAD LA GRAN COLOMBIA FACULTAD DE DERECHO ARMENIA, QUINDIO 2023 La pérdida de oportunidad debe entenderse como el daño que se hace a una persona que se encuentra en un punto causal de lograr una ventaja o de impedir que suceda algo negativo, y que, cuando ese curso causal se ve frustrado por la acción u omisión de un tercero, se convierte en una probabilidad, frustración de obtener dicha ventaja. Se trata de un daño que debe ser reconocido por la ley como susceptible de protección por tratarse de un interés patrimonial de la víctima y debe ser tutelado por los tribunales; por lo que al tribunal se refiere, ha calificado este tipo como daño voluntario, cuya indemnización se limita a la aplicabilidad de la posibilidad truncada. Contrariamente a lo expresado por el directorio, cualquier pérdida de expectativa no constituye una pérdida de oportunidad para la empresa, por lo que se debe demostrar que la probabilidad de pérdida es lo suficientemente alta y sustancial para evitar la disposición del daño o la consecución de los beneficios esperados. Su cuantificación queda a criterio de los jueces, y hasta el momento no se ha creado un baremo para su liquidación. En resumen, si bien el Alto Tribunal ha dictado múltiples sentencias reconociendo indemnizaciones por pérdida de oportunidad, éstas son aisladas y no pueden determinar con claridad los estándares y requisitos necesarios para su indemnización. Lo anterior ha dado lugar a numerosas invocaciones a la "justicia material" por daños que no cumplen los requisitos de certeza de la responsabilidad, por lo que es necesario desarrollar y establecer una línea jurisprudencial uniforme y fundamentada al respecto, todo lo cual deben ser vistos como daños indemnizables. La Sala de Casación civil, Sentencia de la Corte Suprema de Justicia S 055-2008, indica que “la frustración, supresión o privación definitiva de la oportunidad legítima, real, verídica, seria y actual para la probable y sensata obtención de un provecho, beneficio, ventaja o utilidad a futuro o, para evitar una desventaja, pérdida o afectación ulterior del patrimonio.” En otras palabras, la pérdida de oportunidad se define como un daño autónomo y como tal se indemniza como un perjuicio independiente, esto es, se concede como un rubro diferente a los que tradicionalmente se reconocen en un proceso judicial de responsabilidad patrimonial (morales; materiales: daño emergente, lucro cesante; daño a la salud, etc.). En lo que pude investigar encontré que para que se configure la indemnización por pérdida de oportunidad, la Sala de Casación Civil de la Corte Suprema de Justicia estableció en la Sentencia SC10261- 2014, con ponencia de la magistrada Margarita Cabello Blanco los siguientes elementos. 1. Certeza respecto de la existencia de una legítima oportunidad, y aunque la misma envuelva un componente aleatorio, la “chance” diluida debe ser seria, verídica, real y actual. 2. Imposibilidad concluyente de obtener el provecho o de evitar el detrimento por razón de la supresión definitiva de la oportunidad para conseguir el beneficio. 3. La víctima debe encontrarse en una situación potencialmente apta para pretender la consecución del resultado esperado. 4. Aleatoriedad del resultado esperado de utilidad o disminución de un perjuicio.