Historia de los orígenes de la Barriada de Elcano, de las Casitas del Cardenal (Nra. Sra. de los Reyes) y de la barriada Pineda en Sevilla. F.J. Barragán de la Rosa , año 2023 Antecedentes Inicialmente rastreamos las primeras huellas históricas que se tiene de la zona donde están enclavadas la Barriada de Elcano y la Barriada de las Casitas del Cardenal, es decir la que correspondía a una parte del Cortijo del Cuarto o de Cuartos, que pertenecía al patronato del Hospital de la Resurrección de Utrera antes de que fuese administrado en su mayora parte la Diputación Provincial de Sevilla. La Barriada de Elcano se halla situada junto a lo que en tiempos se llamó “Cruz de los Caballeros”, un lugar de los campos de Tablada donde se sitúa la leyenda el duelo de dos caballeros sevillanos a cuya resultas los dos fallecieron. Leyenda pero más bien una historia con grandes visos de realidad. Para recordar ese duelo se levantó una Cruz de hierro con peana de albañilería en el camino que iba hacia Coria pasando por el cortijo del Copero desde el Puente del río Guadaira (hoy comienzo del C/ Guadalbullón junto al IES Heliópolis). El lugar se llamó «La Cruz de los Caballeros» (hoy cruce de la Av. GreciaAv. Virgen de la Esperanza), y dicha cruz existió desde 1645 hasta mediado el siglo XIX. Entonces durante una época anticlerical se retiraron muchas cruces de calles y caminos públicos Fue mandado derribar por la autoridad revolucionaria en Octubre de 1874. Para evitar la destrucción de dicha cruz de hierro del campo de Tablada, don José Lamarque de Novoa y su esposa de Antonia Díaz (amigos de la célebre escritora doña Cecilia Böhl de Faber, conocida como Fernán Caballero), recogieron la cruz y esa se reubicó en la huerta "La alquería del Pilar", que tenía en el pueblo de Dos Hermanas (hoy un Parque de Dos Hermanas). La familia Ramos Carretero, dueña de la Alquería del Pilar al expropiarse la finca por el Ayuntamiento para destinarla a parque púbico, , se llevó la cruz al cortijo con almazara llamado Montegil del Pedroso (Sevilla) que es de su propiedad. En una esquina del patio con losas de piedra del cortijo figura actualmente la cruz de forja instalada sobre elevado pedestal, donde una inscripción señala: "Este sencillo monumento conocido con el nombre de cruz de los Caballeros y que recuerda una tradición interesante se hallaba construido. El dueño de esta finca lo mandó reconstruir en este sitio para conservar su memoria en Octubre de 1876". Informe del IAPHA sobre dicho Cortijo (https://guiadigital.iaph.es/bien/inmueble/17405) Los dueños al menos desde el s. XV del Cortijo del Cuarto y de todas sus tierras eran los Ponce de León, condes de Arcos y señores de Marchena. Esta finca enorme era parte del término de Dos Hermanas entonces y hoy de Sevilla como consecuencia de la segregación a favor del Ayuntamiento de Sevilla en 1937 de toda la parte entre Bellavista hasta el estadio del Betis. Dicho cortijo del Cuarto tiene intima relación con un patronato constituido en 1514 por Doña Catalina de Perea (madre del rico noble y utrerano Juan Ponce de León , Señor de Marchena, fallecido prematuramente a los 25 años de edad) para sostener al Hospital de la Resurrección de Utrera. Este hospital estaba asistido por la hermandad utrerana de igual nombre. La dotación económica principal del hospital de la Resurrección de Utrera tenía como fuente esencial los beneficios que se obtenían del Cortijo del Cuarto divido en distintas hazas que eran arrendadas y de esta manera se recababan fondos financieros para mantener dicho hospital en Utrera. Entre dichas hazas estaba la del Bermejal Grande y la de Bermejal Chico (de ahí el nombre actual del barrio de los Bermejales). En definitiva se puede decir que el Cortijo de Cuarto pertenecía al Hospital de Utrera. Mientras que una finca de parecidas dimensiones llamada Pineda se disponía paralelamente a la primera al otro lado de la Cañada Real de la Armada (hoy llamada Avenida de Jerez). La finca de Pineda también enclavada al sur del término de Dos Hermanas fue adquirida por el Estado posiblemente a principios del s. XX para destinarla al Ejército. En ella los cuarteles militares de Pineda de Artillería (Daóiz y Velarde) y Caballería (Alfonso XIII ) ambos en la avenida de Jerez construidos en los años de 1925-1926 e inaugurados en 1928 (obras en estilo regionalista del ingeniero militar José Pérez Reina); posteriormente el primitivo Hospital Militar ( nombrado inicialmente Queipo de Llano y luego Pineda para unidades militares de servicio y hoy renombrado Vigil de Quiñones por desplazamiento de este nombre hacia el Hospital Militar Nuevo (desmilitarizado y ahora en posesión del SAS) desde el originario “Hospital Queipo de Llano” construido entre 1935-1936, aunque inaugurado a principios de 1937, en plena Guerra Civil Española (1936-1939) y destinado sólo para italianos y legionarios. Los tres dichos cuarteles se conocieron popularmente como cuarteles de Bellavista. Más tarde antes de los cuarteles referidos en la margen derecha de la Cra Sevilla-Cádiz se edificaron casas destinadas a los oficiales del Ejército (Ciudad Jardín “militar”). Los terrenos donde se asentaba este complejo militar junto con tierras reservadas a labor para alimentar a los cuarteles y al personal militar de Sevilla formaban la extensísima finca del Cortijo de Pineda (cuyo caserío principal estaba en lo que es hoy el no. 1A de Alí Algomari- Urb. El Lentisco junto al Parque Lineal del Guadaira) y bastantes chozas distribuidas en distintas partes de sus tierras. La finca de Pineda recibía tal nombre por el apellido un antiguo propietario perteneciente a la nobleza sevillana (sus descendientes fueron los condes de Villapineda) y al igual que la del Cortijo del Cuarto estaba enclavada en la parte sur del término de Dos Hermanas. El general Queipo de Llano durante la guerra consideró que dichos cuarteles de Bellavista o barrio de la Salud debían depender de la jurisdicción del Ayuntamiento de Sevilla. Por esta razón el Alcalde de Sevilla ciudad D. Nicolás Díaz Molero, siguiendo el planteamiento diseñado por Queipo de Llano , buscó el cauce más idóneo para presionar al ayuntamiento de Dos Hermanas cuyo Alcalde era entonces D. Manuel Andrés Traver, para que, "generosamente", Dos Hermanas cediera la parte sur de su término a Sevilla. La razón era que todos dichos cuarteles de Pineda junto a sus tierras de labor y ya de paso los terrenos del Cortijo del Cuarto (una parte substancial entonces arrendados por la Diputación Provincial de Sevilla a la fundación del Hospital de la Resurrección, conocidas popularmente como “las monjas de Utrera”) se consideró que debían quedar en el término de Sevilla y no en el de la Villa nazarena. A cambio, se le ofrecía al Ayuntamiento de Dos Hermanas unas mejoras consistentes en dotar al centro del pueblo de agua corriente, gracias a unos pozos y depósitos, de alcantarillado y de un adoquinado al mismo tiempo que se efectuasen las obras necesarias. El Ayuntamiento de Dos Hermanas en aquellos momentos turbulentos de la guerra aceptó en sesión extraordinaria la propuesta del Ayuntamiento de Sevilla, para no entrar en un contencioso-administrativo, calibrando los inconvenientes, pues de cualquier forma una expropiación por “interés nacional” podría llevase a cabo. Dos Hermanas acordaba retranquear su límite con Sevilla que antiguamente lo marcaba el cauce del río Guadaira (cuando pasaba por lo que es hoy el Gol Sur del Estadio del Betis antes de ser desviado en 1928), retrocediéndolo hasta el paso a nivel de las vías junto al apeadero de tren de La Salud. A partir de entonces Bellavista, los terrenos de Cuartos y de Pineda quedaban enmarcados en el término municipal de Sevilla. En efecto el Ayuntamiento de Sevilla pagó al de Dos Hermanas 1.500.000 ptas que se comprometió este último en destinarlo exclusivamente en realizar las obras de abastecimiento de agua y alcantarillado. En el texto de segregación aprobado por Dos Hermanas daba cuenta de que ambas poblaciones se comprometían mutuamente a cumplir una serie de cláusulas.(sesión extraordinaria. Ayuntamiento de Dos Hermanas del 711137. El acuerdo de segregación fue ratificado por Decreto del Gobierno Nacional en el periodo de la Guerra recogido en el B.O.E., 3-8- 1937 (n° 331 de 2817137). Paralelamente en el año 1937 la Diputación Provincial de Sevilla decidió crear una granja-escuela de agricultura, para lo cual primero arrendó el cortijo de Cuartos, decidiendo poco después hacerse con una parte del mismo su propiedad mediante expropiación. Toda la finca de Cuartos estaba dividida en subparcelas en 1846 la finca con nada menos que 503 ha de extensión, contaba con 14 caseríos dentro de su perímetro. El Patronato benéfico y hermandad radicada en Utrera que eran dueños del Cortijo contaba con tierras de pastos, diversas huertas y tierras de labor. La finca global estaba dividida en muy numerosos predios que eran las unidades de aprovechamiento de la tierra y que eran cedidos a distintos colonos. Los colonos iban desde potentados labradores o ganaderos hasta sencillos pegujaleros, cada cual lógicamente llevando una superficie de tierras acordes con su poder económico. La explotación a censo durante el periodo de tiempo acordado por parte de cada colono consistía en la entrega de una importante fianza de entrada, más un censo anual por unidad de superficie aprovechada pagada a un precio conforme con la calidad de cada terreno. El pago del censo por parte de cada colono no era normalmente fijo sino que estaba en función del precio medio en una determinada fecha que alcanzaba el quintal de trigo en el mercado cada año. En 1940 la Diputación expropió al referido hospital de la Resurrección de Utrera el núcleo principal de Cortijo del Cuarto por aducir ser de interés público y servir el dinero que sacase de la parte expropiada para compensar los numerosos dispendios que la misma Diputación efectuaba en obras de Beneficencia. Una misión con un desarrollo más amplio por parte de la diputación en la provincia de Sevilla y que coincidía con la labor más local del Hospital utrerano. También la administración de la Diputación radicada en Sevilla capital podía tener un mayor control sobre las tierras del Cuarto que tradicionalmente habían formado parte del término municipal de Dos Hermanas y que pasó como hemos indicado por segregación al de Sevilla (todas las fincas y casas de este territorio antiguamente nazareno estuvieron por mucho tiempo recogidos en el Registro de la Propiedad de Dos Hermanas). Más adelante a principios de la década de 1950 se construyó delante del Cortijo para colonos agrícolas una serie de viviendas curiosamente con la misma tipología que las originales del Barrio de Elcano se asignaron a los Astilleros de Sevilla (actuales calles de Bellavista :Virgen de Valme, Gutiérrez Calderón, Benjumea Burín, Francisco de la Fuente y Ángel Camacho Baños) El barrio de Elcano y las casitas del Cardenal se hacen realidad En 1944 el Instituto Nacional de Industria (INI) de España creó los Astilleros de Sevilla (Empresa Nacional Elcano). En 1945 se colocó la primera piedra de las instalaciones y en 1955 se botó el primer buque. Esto generó un gran impacto económico en la ciudad de Sevilla y atrajo nuevos habitantes en zonas cercanas a las nuevas instalaciones de construcción naval. Hubo muchos trabajadores que trabajaban en las industrias del Puerto de Sevilla y otros trabajadores de Astilleros que mediante un pasaje de barcas para unas 30 personas por paso, atravesaban diariamente la dársena o muelle de Tablada hacia la otra banda donde estaban los Astilleros. Este pasaje de barca estaba situado al final de la Av. De la Raza y no muy lejos se localizaba, en lo que son hoy los alrededores del actual Colegio Corpus Christi , un gran asentamiento de chabolas Villalatas que derivaría en casitas prefabricadas con pequeño patio delantero que se denominaba barriada Santo Angel o San Rafael y de la otra parte de la vía del Tren a la izquierda del puente de Hierro que era el paso de trenes de mercancias que provenía del Puerto estaba Concha Reina en honor a una señora caritativa que ayudaba a los que allí se habían asentado. A la Derecha de la vía estaba pasado el puente un bar de Canalo llamado los Romeros y la Capilla, junto a ella el Campo de Futbol y “la Charca” (residuo del antiguo cauce del río Guadaira que había sido desviado) . Allí estaba también la Venta Cuatro Vientos ( todo ello junto al actual colegio del Corpus Christi construido en 1960). A su vez ese asentamiento de Concha Reina y Santo Angel era de trabajadores de distintas fábricas que bordeaba a continuación de la Avenida de la Raza el muelle de Tablada o canal de Alfonso XIII, de todas ellas destacaba por su importancia la Central Térmica del Guadaira que producía electricidad con el carbón traído a través de barcos por el Guadalquivir. Al sur de la barriada de los chalés de Heliópolis una vez pasado el antiguo cauce del río Guadaira (canal artificial o corta hecha en 1928 con un talud para evitar el desbordamiento hacia Pedro Salvador donde se hizo la fábrica de Aceites y almacén de aceitunas de dicho Señor, además de proteger los Hotelitos del Guadalquivir -hoy Heliópolis- que unió los puntos del antiguo Almacén-cuartel de Intendencia junto a la carretera de Su Eminencia -hoy Urb. Pineda Parque- con el final de la calle Ifni) se dispuso tras la Guerra Civil de una zona de viviendas con huertas llamadas Huertas de San Gonzalo destinadas a servir de sustento a excombatientes de la Guerra Civil Española. En las inmediaciones de las Huertas de San Gonzalo se creó el Instituto Nacional de Colonización entre 1944 y 1947 (parcela actual ocupada por la Comisaria de Policía Autonómica y las oficinas de la Junta de Andalucía). El Instituto de Colonización Agraria pasaría más tarde a ser el Instituto Tecnológico del Tabaco para la investigación del cultivo de esta planta, porque en aquel entonces debido al aislamiento internacional que sufría España se consideraba esencial aumentar la producción de tabaco nacional en España y Sevilla contaba con la gran tradición de su Fábrica de Tabacos. Al mismo tiempo junto al Instituto de Colonización Agraria junto a las casas de la huerta San Gonzalo, se pensó construir un típico poblado de colonización cuyas obra empiezan en 1952 con su Iglesia y su colegio propio. Estas casas de tres habitaciones mayormente (con un gran corral destinados a guardar aperos de labranza y amplios portales a modo de entrada al corral) dependían de los presupuestos del Ministerio de Agricultura de la época que pensaba entregarlas a futuros colonos que labrarían gran parte del Cortijo del Cuarto en cuyos terrenos estaba asentado este poblado de nueva creación. No obstante la parcela de este proyectado poblado agrícola sufriría un cambio total en su destino. En efecto, en 1952 se inician las obras de la barriada proyectada como hemos dicho inicialmente para “poblado de colonización”, pero que en 1953 se entregan las primeras viviendas a los operarios de la Empresa Nacional Elcano (posteriormente el nombre cambiaría a Astilleros de Sevilla) y por tanto es lógico que la barriada adoptase el nombre de Elcano. Lo que había sido un proyecto agrícola de finales de la década de los cuarenta, pasó por compra por parte de la Empresa Nacional Elcano (del estado) de casi seis hectáreas al llamado Patronato de la Santa Resurrección de Utrera se convirtió su barriada en una barriada de la empresa levantada casi en medio del campo. Con toda lógica algunas de sus calles fueron bautizadas con nombres de barcos como Corbeta, Falúa, Fragata, Goleta o Bergantín. Otras dos con el nombre situadas simétricamente con los nombres de las vírgenes marineras Nra. Señora del Carmen y Nra. Señora de la Esperanza. Sin embargo la “inauguración oficial” de la barriada tuvo lugar en 1956 coincidiendo con un viaje de Franco a Sevilla. Los ingenieros y altos funcionarios de la Empresa Nacional Elcano en cambio dispusieron de un gran edificio de pisos en altura también llamado Elcano entregado también en 1953 que se halla cerca de la Glorieta de Méjico de la Avenida de la Palmera en el cruce de las avenidas Moliní y la Raza, se trata de una obra del arquitecto sevillano José Espiau y Muñoz. Paralelamente por la misma época el cardenal de Sevilla Pedro Segura constituye en 1952 el Patronato Hogar de Nazaret de viviendas baratas siendo aprobados sus Estatutos por el Instituto Nacional de la Vivienda. Al Patronato de Nazaret, se le concedió la calificación de Entidad Benéfica Constructora, cuyo objeto era la construcción de “viviendas higiénicas de renta reducida”. El cardenal Segura compró a la Hermandad del Hospital de la Santa Resurrección de Utrera, unos terrenos ubicados en el Cortijo del Cuarto, Haza de Bermejal Grande, cuya parcela tenía una superficie de 44.124 m2. El proyecto inicial del Patronato de Nazaret, contemplaba la construcción construir una barriada de 450 viviendas y una escuela. Con esa premisa, el 18 de Febrero de 1953, el cardenal bendijo las obras comenzadas de la nueva barriada denominada Nuestra Señora de los Reyes. Solo llegaron a construirse 60 viviendas unifamiliares de una planta, blanqueadas y cubiertas con tejas (las denominadas “casitas del Cardenal”). En Octubre de 1954 estaban confeccionadas las listas de los beneficiarios y los correspondientes contratos de arrendamiento, cuyas mensualidades oscilaban entre 65 y 85 pesetas. Hasta el año 1957 los terrenos no edificados de la finca del Patronato Hogar de Nazaret, se ocuparon por una Granja Escuela de Agricultura de la Diputación Provincial de Sevilla. Siguiendo con lo que sería Elcano, en vista de la constitución de los nuevos astilleros de Sevilla, a partir de 1952 se consideró más convenientes entregar las casas de esta barriada o poblado “en principio agrícola” a los trabajadores de la plantilla de Astilleros. Estos trabajadores cualificados necesitaban viviendas ya que muchos de ellos habían llegado de fuera de Sevilla de sitios con tradición previa en la construcción de barcos de hierro como Puerto Real, Cádiz, Cartagena y zona costera de Galicia (en especial el Ferrol).Una parte de los trabajadores se acoplaron en viviendas que formaban parte del recinto industrial de Astilleros y otros en las casita del primitivo barrio de Elcano. Así la barriada aun sin habitar pasó de manos del Ministerio de Agricultura al de Industria. Siendo pues el INI (Instituto Nacional de Industria) el que se hizo cargo del poblado que tomó el nombre barriada Elcano, donde pasaron a habitar los empleados de los Astilleros como alquilados. Todos los días acudía diariamente dos autobuses para recoger y llevar al Astillero a los trabajadores de taller y a los de administración, aunque en autocares separados. La barriada de Elcano fue una barriada cerrada mediante tapia por tres de sus costados (en su parte sur aun se conservan restos de la antigua tapia) y separado con cerca de alambrada por el costado que daba a Sevilla es decir que pegaba con el cauce del Guadaira (C/ Bergantín le daba comunicación desde la carretera a la Huerta de San Gonzalo) que muchas veces se desbordaba por esa parte. Junto a la entrada a la barriada desde la Avda. de Jerez (Cra. a Cádiz) se dispuso el bar de la urbanización llamado Huracán con fama de buen marisco y que regentaba uno de los empleados del Astillero natural de Galicia e intimo amigo del primer Director General del Astillero también gallego. El perímetro de la tapia comprendía los ladoa desprotegidos del solar para dar continuidad a la tapia del Centro de Capacitación Agricola/Instituto del Tabaco que ya tenia su tapia y existía alambrada de espinos de la parte que daba al rio Guadaira pues el mismo servia de aislador y por hay pastaba ganado y se consideraba que podía desbordarse. Habia unas caseta de obra de unos 30 m2 que servia de aposento para el guarda de la urbanización quien tenia además un Puesto de vigilancia diametral al Bar Huracan y una guardilla en los bajo de dicho bar donde guardaban sus escopetas los dos guardas y los tirachinas que cojian a los niños. Esa guardilla cuando desapareció la vigilancia se convirtió en la barbería del barrio. En la parte que había entre la gasolinera actual de Repsol ( en tiempos de la edificación de la barriada existió una sola gasolinera de Campsa de la otra parte de la carretera cercana a los bloques o pabellones militares) y la tapia de la barriada, hubo una zona terriza destinada a campo de futbol donde jugaba el equipo Huracán cuyos componentes eran principalmente vecinos de la barriada. El barrio de Elcano disponía de unas sencillas construcciones destinadas a mercado y otros establecimientos junto a la Capilla de Ntra Sra. del Carmen Corbeta. A la entrada de la barriada (en el cruce c/ Bergantín- Corbeta) estaba la garita en la que dos guardas empleados de Astilleros provistos de un mosquetón que vigilaban para que nadie ajeno entrase. Las viviendas asignadas a los guardas estaban frente a la garita y ellos usaban una pequeña guardilla debajo de la torre que hacía esquina del restaurante el Huracán para guardar sus mosquetones (también los tirachinas que requisaban a los niños). El Bar Huracán fue construido con posterioridad al diseño original de la barriada aprox. en 1960. La Capilla del Carmen (rebautizada más tarde como de Nra. Sra. del Mar) era el foco urbanístico de la barriada, a su lado izquierdo estaban la carnicería, una tienda de comestibles, una mercería, un bar y una pescadería; al otro, una bollería, una droguería, una frutería y una verdulería (estos últimos puestos se convertirían en el actual bar de los Caracoles). Frente a la Iglesia al final de la c/ Virgen del Carmen estaba el colegio del barrio Juan Sebastián Elcano en la denominada plaza de la Marina Española, junto al colegio por detrás una gran torre con chapitel de azulejos azules que era el depósito de agua de la barriada (dos casas justo detrás del colegio en la C/ Goleta fueron derribadas para construir el actual Club de la Tercera Edad). También contó la barriada con dispensario médico a cargo de la Empresa de Astilleros cerca del cruce de la C/ Falúa con C/Virgen de la Esperanza. Existió un cine de verano al final de la C/ Corbeta en la parte izquierda (espacio actual de la pista de futbol sala y antiguo supermercado Cobreros) Los Astilleros fueron “inaugurados oficialmente” el 24 de abril de 1956 en una visita del Jefe del Estado General Franco, que aludió en su discurso a las antiguas Atarazanas del rey Alfonso y la solera de Sevilla en la construcción naval. Más tarde alrededor de 1960 en la zona inicial de la C/ Virgen de la Esperanza se construyeron los pisos de los patios con escalera central y dos bloques que hacen en total 12 viviendas por cada patio, con 2 bajos , 2 principales y 2 segunda planta por cada bloque . Finalmente en la acera derecha de la prolongación de la C/ Virgen de la Esperanza se construyeron los llamados “pisos nuevos de Elcano” en este caso con cuatro plantas incluida la baja en terrenos que estaban fuera de la tapia del recinto original de la barriada y que era un solar del Patronato Hogar de Nazaret. Siguiendo con las Casitas del Cardenal, como decíamos antes el cardenal Segura solo llegó a entregar en arrendamiento 60 viviendas unifamiliares de las de 450 previstas en la truncada barriada denominada Nuestra Señora de los Reyes. Pero los planes del cardenal Segura no sólo no llegaron a completarse, sino que se vieron alterados con la llegada del Cardenal Bueno Monreal a Sevilla en 1954 quien se hizo cargo del Patronato Hogar de Nazaret. El cardenal Bueno Monreal como presidente del Patronato de Nazaret en 1957 en una reunión .con la directiva expuso el estado económico del Patronato, resultando una deuda de cerca de dos millones de pesetas. Entre tanto la Sociedad Estatal Elcano había hecho una oferta de compra de los terrenos sobrantes, después de la construcción de las 60 casas de Nuestra Señora de los Reyes. Se tomó el acuerdo unánime de vender a dicha Sociedad la totalidad de los terrenos no edificados, ya que esta Entidad les daría el mismo destino benéfico que era la construcción de viviendas protegidas para obreros. Esos terrenos actualmente es la parte de la barriada de Elcano en la calle de Virgen de la Esperanza donde se construyeron los pisos por parte de Astilleros en dos fases con formas distintas, en el primer tramo pisos de tres plantas y en la segunda fase bloques enlazados unos a otros de cuatro plantas. De esta forma se explica que al situarse parte de las nuevas edificaciones de Astilleros ya fuera del recinto cerrado de la barriada, por tanto para comunicar sus vecinos también empleados de Astilleros se abrió una nueva entrada al final de la calle Corbeta (calle de la Parroquia) y otra al final de la C/ Nra.Sra. de la Esperanza rompiendo la tapia que dejó de tener sentido. La última fase en la prolongación de la calle Nra. Sra. de la Esperanza fuera del recinto antiguo pasó a ser conocida como los “Pisos de Elcano”. El 14 de Noviembre de 1957 el Cardenal Bueno Monreal informaba de la venta a la Sociedad Estatal Elcano de los 38.844m2 de los terrenos colindantes con la barriada de Nuestra Señora de los Reyes, por un total de dos millones de pesetas. Con esa cantidad se pagaron las deudas pendientes y quedó un sobrante de noventa y cuatro mil pesetas. La intención del cardenal Bueno Monreal, respecto a los alquilados de las casas de la barriada de Nuestra Señora de los Reyes, fue siempre cumplir la voluntad del cardenal Segura: “dar en propiedad las viviendas a sus usuarios”. Años más tarde, se fueron entregando de forma sucesiva las escrituras de propiedad de las citadas casitas del Cardenal. Las casitas del Cardenal tomaron nombres de vírgenes Nra. Sra. del Carmen y Nra. Sra. del Pilar y las traveseras a las anteriores citadas ordenadamente de Este a Oeste: Nuestra Sra de los Reyes, Ntra. Sra. de la Antigua y Ntra. Sra. de Belén. Aunque estas calles no llegaron a extenderse porque el proyecto de Barriada de Ntra. Sra. de los Reyes no siguió adelante por parte del Arzobispado de Sevilla. Es curios que con tanta proximidad existan dos calles de nombres tan parecidos de Virgen del Carmen y Ntra Sra del Carmen, la primera en Elcano y otra en las Casitas del Cardenal. Los Pisos de la Barriada de Pineda y la barriada Guadaira Posteriormente en 1970 dado que la empresa de Astilleros estaba en continuo crecimiento, y mediante la Caja de Previsión Social de Astilleros de Sevilla, comenzó la construcción, al otro lado de la Carretera de Cádiz, hoy Avenida de Jerez, de seis bloques de viviendas de cinco plantas (en dos bloques la planta baja se destinaba a locales comerciales) para ofertar al personal que amplió la plantilla de la empresa lo que supuso la creación de la barriada de Pineda. La barriada de Pineda fue dada a sus trabajadores en régimen de propiedad a diferencia de Elcano, donde todos los empleados pagaban una modesta cantidad como alquilados. La barriada de Elcano y Pineda eran prácticamente los únicos núcleos poblacionales que había en la Avenida de Jerez desde el Estadio del Betis hasta Bellavista. Ambas barriadas reunían unas 1.300 viviendas bajo los auspicios de los Astilleros de Sevilla, una empresa que llegó a generar seis mil empleos. Al lado de la barriada Pineda estaban las “casitas bajas del Guadaíra; estas fueron en principio una serie de chabolas, chozas y vaquerías donde se asentaron junto a vías pecuarias importantes a principios del s. XX gente venidas de la provincia de Sevilla . Y mas tarde a partir de 1925 los obreros llegados de distintos pueblos para construir los cuarteles militares de Pineda hechos a partir de 1925( también conocidos como cuarteles de Bellavista) y los pabellones de la Exposición Iberoamericana de 1929. Estas humildes construcciones invadieron unos terrenos de la Cañada Real de la Armada que usaba los ganados y rebaños, pero ya para entonces el uso pecuario había decaído mucho. Guadaira tomo estructura de un asentamiento ilegal constituido por casitas bajas de autoconstrucción con material de desecho y de escombros y con diversos “tinaores” para albergar vacas (vaquerías) donde hubo varias familia de propietarios que surtían a las casas de los militares de rango de la zona. Estos vaquero eran principalmete de la familia Campano, Vega y Ruiz. Este nucleo tomo entidad sobre todo a principios de la década de 1920. Por tanto es el asentamiento más antiguo de la zona entre la Palmera y Bellavista. Más adelante estaba la famosa Venta de Ruiz y a continuación estaban las viviendas del Ministerio de Defensa las más notables eran las de la denominada Ciudad Jardín del Generalísimo (delante del actual llamado Hospital Militar “nuevo”) . Por último los Cuarteles de Daoiz y Velarde de Artillería y el Alfonso XIII de Caballería, la fábrica de Uralita y así llegamos ya al barrio de Bellavista conocido antiguamente por una venta llamada de la Salud (nombre de su ventera). Un poco aparte pero anterior en fecha a la Barriada de Pineda de la parte norte sobre el “canal o desviación” del río Guadaira estaba la popularmente llamada Barriada de Pedro Salvador cuyos primeros bloques se levantaron en 1950. Tomó el nombre de barriada Pedro Salvador por el dueño de una fábrica de aceite existente en ese lugar, aunque anteriormente era llamada oficialmente barriada de Santa Ana por una antigua huerta y recreo (Parece que Pedro Salvador compro los terrenos a Don Felipe Murube que tenía allí una huerta deslindando la parte próxima a la Huerta de Recreo como Santa Ana y lo que quedó de huerta como San Pedro en honor a sus respectivos nombres del matrimonio Salvador Pedro y Ana?) . La barriada Pedro Salvador quedó aislada de la Carretera Nacional a Cádiz entre la Carretera de su Eminencia y el talud o dique que evitaba el desbordamiento de “la desviación del Guadaira”. Por dicha “corta” y luego por un canal paralelo a la dársena de Tablada discurrió el río Guadaira entre 1925-1969 para desembocar en el Guadalquivir a la altura de la Punta del Verde. Efectivamente en 1970 y el 1977 se hicieron obras para que el río Guadaira fuese desviado drásticamente a la altura de la Cra. De Utrera por un largo canal de unos 23 Km por el que actualmente discurre hasta desembocar en el Guadalquivir a la altura del cortijo de los Olivillos cerca de Isla Mayor Bibliografía y Webgrafía “El cardenal Bueno Monreal y el problema de la vivienda en Sevilla. Real Patronato de Casas Baratas y Diocesano del Hogar de Nazaret” Julio Jiménez Blasco Anuario de Historia de la Iglesia Andaluza. Volumen V. pp 111-138 En AGAS, AI, Patronato Nazaret, leg. 84, leg. 76; Diccionario Histórico de las Calles de Sevilla Diario “ABC”, Sevilla, 19-2-1953, p. 23. https://es.wikidat.com/info/bellavista-sevilla