Sebastián Silvestri es arqueólogo de la Facultad de Ciencias Naturales e IML (Universidad Nacional de Tucumán). Actualmente es becario doctoral APN-CONICET, y trabaja en el Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (IANIGLA). El proyecto de investigación se desarrolla en la Reserva Natural de la Defensa Uspallata. Dentro de los límites de esta Área Natural Protegida (ANP) y sus áreas cercanas, se encuentran tres sitios arqueológicos y patrimoniales de gran importancia para el estudio y la comprensión de los procesos de dominación incaica en la provincia de Mendoza: Tambillos (ubicado en la margen derecha del Arroyo del Tambillos y asociado al Qhapaq Ñan), Ranchillos (ubicado en la quebrada del Arroyo Ranchillos, también asociado al Qhapaq Ñan) y Tambillitos (situado en la margen izquierda del río Mendoza, cerca de la desembocadura del Arroyo de los Tambillos). Un aspecto de gran relevancia es que tanto Ranchillos como Tambillos, vinculados a la red vial andina (Qhapaq Ñan), fueron declarados "Patrimonio Mundial de la UNESCO" en 2014. Esto representa un reconocimiento a nivel internacional de su valor como patrimonio, lo que fomenta su preservación, conservación, protección y revalorización. Sin embargo, hasta la fecha, no existe un plan de manejo de recursos naturales y culturales para los sitios arqueológicos de Ranchillos, Tambillos y Tambillitos que supervise las visitas de turistas ni registre el impacto humano al que están expuestos. La falta de esta información conlleva un riesgo constante en lo que respecta a la preservación del patrimonio, especialmente considerando el alto grado de exposición y vulnerabilidad que presentan estos sitios con arquitectura asociada. En este contexto, el proyecto abarca dos áreas principales: la investigación básica, que propone un estudio sistemático de los conjuntos arquitectónicos presentes en los sitios mencionados; y la conservación, que plantea un plan de manejo que incluye prácticas para preservar los bienes patrimoniales presentes en ellos. Esta última fase incorporaría los resultados con miras a poner en valor y permitir el acceso público al patrimonio desde la perspectiva de las "buenas prácticas patrimoniales". Hasta la fecha, los resultados obtenidos han permitido actualizar los levantamientos topográficos de los sitios con un alto nivel de detalle, tanto planimétrico como altimétrico, mediante el uso de fotografías aéreas de alta resolución obtenidas de vuelos de drones a baja altitud. Además, se ha llevado a cabo un análisis tipológico, funcional y sintáctico de los complejos de estructuras presentes en cada sitio.