EUROPA: CLIMA

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EUROPA: CLIMA
Aunque gran parte de Europa está situada en latitudes septentrionales, los
mares que rodean el continente, relativamente cálidos, proporcionan a la mayor parte
de Europa central y occidental un clima moderado, con inviernos fríos y veranos
templados. Los vientos del oeste, dominantes, calentados en parte al pasar sobre la
corriente oceánica del Atlántico Norte (corriente del Golfo), traen precipitaciones
durante casi todo el año. En la zona climática mediterránea (España, Italia y Grecia)
los meses de verano suelen ser calurosos y secos, y la mayoría de las precipitaciones
se recogen en otoño y primavera. Aproximadamente a partir de Polonia central, hacia
el este, se reduce el efecto moderador de los océanos y, como consecuencia, el clima
es más frío y seco. Las partes septentrionales del continente también tienen este tipo
de clima. Las precipitaciones anuales varían entre los 510 y los 1.530 milímetros.
ASIA: CLIMA
El clima del continente es tan variado como la configuración de su superficie —
abarca desde el bosque ecuatorial a la tundra ártica—. En su mayor parte, la zona
septentrional de Asia está dominada por el movimiento de las masas de aire polar
continentales, que se desplazan desde Siberia occidental hasta el norte del Pacífico.
Los inviernos son largos y rigurosos, los veranos cortos y fríos y las precipitaciones
anuales leves. Un clima similar es típico de la meseta del Tíbet y otras zonas altas.
Las regiones interiores tienen clima desértico de latitud media o semiárido, con
inviernos severos y veranos entre templados y cálidos; las precipitaciones medias
anuales son inferiores a los 230 milímetros.
Sin embargo, los extremos meridionales y orientales del continente se
caracterizan por los vientos monzónicos, que en invierno soplan desde el frío interior
hacia el sur y el este, y en verano desde los océanos, en dirección norte, hacia las
tierras más cálidas. La mayoría de los extremos de Asia tienen un invierno seco, que
varía de helado a frío, y un verano caluroso y húmedo, con fuertes concentraciones de
precipitaciones en los meses de verano. Aunque el término monzónico se aplica a
todos los climas de Asia oriental y meridional, el verdadero monzón sólo es típico de
una parte del subcontinente indio y Myanmar; en estas áreas, la media de
precipitaciones anuales supera los 2.000 mm. En otras regiones de Asia meridional y
oriental, las precipitaciones están, o bien menos concentradas en el verano, o bien
distribuidas de manera uniforme a lo largo del año. Gran parte del Sureste asiático
recibe corrientes de aire marítimo desde el océano Pacífico occidental en forma de
efecto monzón. En los lugares donde intervienen los factores orográficos (es decir, la
existencia de montañas), es probable que el invierno sea húmedo, como ocurre en las
áreas costeras de Filipinas, Vietnam, Malaysia y parte de la India meridional. Las
áreas costeras del Sureste asiático también soportan destructivos tifones, que se
originan en el Pacífico occidental y la parte septentrional del mar de la China
Meridional.
El suroeste de Asia tiene un régimen climático diferente, característico de la
zona mediterránea. Está dominado por una franja de altas presiones con masas de
aire seco, relativamente estables, que se mueven lentamente de oeste a este llevando
lluvias invernales y después se trasladan al norte de la India. El promedio de
precipitaciones anuales es leve y prevalece el clima de estepa y desierto semiárido.
Este régimen climático se extiende hasta el noroeste de la India.
AFRICA: CLIMA
En general, el clima de África es más uniforme que el de cualquier otro
continente. Esto es a causa de la posición del continente en la zona tropical, el
impacto de las corrientes oceánicas frías y la ausencia de cadenas montañosas que
sirvan de barrera climática.
Se pueden distinguir siete zonas climáticas. El centro del continente y la costa
oriental de Madagascar presenta un clima caracterizado por lluvias abundantes (1.800
mm anuales) y temperaturas elevadas (26,7 ºC) que permiten el desarrollo de un
bosque tropical. Al oeste, el clima de la costa de Guinea se parece al clima ecuatorial
excepto en que las precipitaciones se concentran en una estación, aunque en ningún
mes faltan lluvias.
Al norte y al sur, el clima propio de bosque tropical es sustituido por una zona
de clima tropical que permite una vegetación de sabana, que abarca una quinta parte
de África. Se caracteriza por una estación húmeda durante los meses de verano y una
estación seca en los meses de invierno. El total de las precipitaciones de lluvia
anuales varía desde los 500 mm a más de 1.550 mm. Lejos del ecuador, al norte y al
sur, la zona climática propia de la sabana da paso a otra que sólo permite el desarrollo
de una vegetación de estepa seca. La media de las precipitaciones anuales oscila
entre los 250 y los 500 mm y se concentra en una estación.
África tiene un área de clima árido o desértico más grande que cualquier otro
continente, con la excepción de Australia. Cada una de estas zonas (el Sahara al
norte, el Cuerno de África al este y los desiertos Kalahari y Namibia al suroeste) recibe
unas precipitaciones anuales inferiores a los 250 mm. En el Sahara, la oscilación
térmica diaria y estacional es grande; la temperatura media en julio supera los 32,2 °C
y durante la estación fría la temperatura nocturna a menudo desciende por debajo de
los cero grados.
Hay zonas de clima mediterráneo en los extremos noroeste y suroeste de
África. Estas regiones se caracterizan por unos inviernos moderados y húmedos y
unos veranos cálidos y secos. En las montañas de África oriental, en especial en
Kenia y Uganda, las precipitaciones de lluvia se distribuyen a lo largo del año y las
temperaturas son uniformes. El clima en las altas mesetas de África meridional es
templado.
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