Introducción “El hueco que la obra genial ha producido a nuestro alrededor es un buen lugar para encender nuestra pequeña luz. De allí la inspiración que irradian los genios, la inspiración universal que no sólo nos impulsa a la imitación”, dijo alguna vez el escritor alemán Franz Kafka, reconocido por obras literarias como El proceso, La metamorfosis y El castillo. Este es el efecto que muchos discursos han tenido a lo largo de la historia, y la razón por la cual son recurrentemente citados más allá del paso de los años. Se trata de obras geniales que lograron encender la pequeña luz que se encontraba dentro de personas o pueblos, inspirándolos a hacer cosas tan fascinantes como atroces, según el caso. En distintos momentos y circunstancias, ciertos discursos han propiciado guerras y restablecido la paz, han llevado a personas a ser capaces de vencer las barreras de sus propias limitaciones y a obtener resultados que ni ellos creían posibles, y han influenciado la evolución de naciones. Tal es así que la propia historia parece haberse construido a sí misma a través de estas oratorias. Sus acontecimientos más emblemáticos parecen puntuados por líderes que supieron hablar con la voz de pueblos, de un modo que parece trascender el plano terrenal. Estos discursos, en definitiva, son momentos históricos anclados en un contexto social, político y económico, y su narración es la narración de ese momento, traducida con los ojos de una persona que supo no solo comprenderlo y expresarlo, sino también elevarlo a la conciencia del conjunto y transportarlo a sus propias emociones. Así, este recorrido a través de los cincuenta de los discursos más inspiradores de los siglos XX y XXI pretenderá, al menos en parte, reconstruir algunos de los momentos históricos más emblemáticos que la humanidad ha vivido en estos más de cien años. • -1Mahatma Gandhi (1916) “No hay salvación para India” Si de líderes que han sabido canalizar la voz de una época y encender las luces de pueblos se trata, una de las figuras indiscutibles es Mohandas Karamchand Gandhi (1869-1948), mejor conocido por el nombre honorífico Mahatma. Este abogado, pensador y político, reconocido como el “padre” de la India, fue el líder más importante que conoció esta nación y quien mejor supo expresar el espíritu independentista de su era. Muchos son los legados que Gandhi dejó tras sus 79 años de vida, entre los que se destacan su énfasis en la resistencia no violenta y la tenacidad de su lucha más allá de las numerosas ocasiones en que fue encarcelado, instancias que llegaron a sumar los 2.338 días en total. El discurso que aquí se menciona es el que pronunció ante un grupo de jóvenes estudiantes en Benarés, con motivo de la inauguración de la Universidad Hindú el 4 de febrero de 1916. En él, Gandhi reflexiona sobre la necesidad de independizar la India del Reino Unido (de cuyo Estado fue colonia hasta 14 de agosto de 1947), y de recuperar su lengua y cultura nativas. “Quisiera decir que es motivo de profunda humillación y vergüenza para todos nosotros que esta tarde, bajo la sombra de esta gran escuela, en esta sagrada ciudad, esté obligado a dirigirme a mis compatriotas en una lengua que me es ajena (…) Nuestras lenguas son el reflejo de nosotros mismos…”, dijo en aquella jornada, al tiempo que expresó: “Al comparar los millones de pobres con estos nobles tan ricamente engalanados, me siento con ganas de decirles a estos nobles: ‘No hay salvación para la India, si no se quitan estas joyas y las dejan en fideicomiso a vuestros compatriotas de la India’”. • -2Clarence Darrow (1926) “Yo creo en la ley del amor” Durante la década de 1920, la ciudad de Detroit, al igual que otras dentro de Estados Unidos, estaba signada por una fuerte discriminación contra las personas de raza negra, que representaban solo el 4,11% de sus 993.678 habitantes. Por entonces, la organización de extrema derecha Ku Klux Klan (KKK) –que promovía la xenofobia, la supremacía de la raza blanca y la homofobia, y recurría con frecuencia al terrorismo, a la violencia y a otros actos intimidatorios– sumaba alrededor de 4.000.000 de miembros en este país, 22.000 de los cuales eran residentes de Detroit. El recibimiento que obtuvieron el médico Ossian Sweet y su familia cuando se mudaron a Garland 2905, un barrio “de blancos”, el 8 de septiembre de 1925, fue ilustrativo de este contexto. Esa misma noche, entre quinientas y ochocientas personas se reunieron alrededor de su nueva residencia, lanzando rocas contra ella. A las 20.25 del día siguiente, desde el interior de la casa (donde se refugiaban sus once habitantes) Sweet disparó un arma y una de sus balas mató a Leon Breiner, un manifestante. Este es el hecho que dio inicio a uno de los juicios más recordados de Estados Unidos, en el que Sweet fue acusado de asesinato en primer grado. El abogado y directivo de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles, Clarence Darrow (1857-1938) fue su abogado defensor y pronunció un argumento de cierre (de siete horas de duración, el 11 de mayo de 1926) que inspiró a generaciones de abogados y llevó a que el jurado, tras horas de deliberación, declara a Sweet “no culpable”. Aquí los extractos más recordados de su discurso: “(…) No creo en la ley del odio. Podré no siempre ser fiel a mis ideales, pero creo en la ley del amor, y creo que no se puede hacer nada con odio. Me gustaría ver el momento en que el hombre ame a su prójimo, y se olvide de su color o de su credo. Nunca seremos civilizados hasta que ese momento arribe. “Sé que la raza negra tiene un largo camino por recorrer. Creo que la vida de la raza negra ha sido una vida de tragedia, de injusticia, de opresión. La ley lo ha hecho a él un igual, pero el hombre no. Y, después de todo, el último análisis es, ¿qué ha hecho el hombre? ¿Y no: qué ha hecho la ley? (…) “Señores, ¿cuál creen que es su deber en este caso? He visto, día tras días, estos tensos rostros negros que llenaron esta corte. Estos rostros negros que ahora están mirándolos a ustedes, doce blancos, sintiendo que las esperanzas y los temores de una raza están a su cuidado (...)” • -3Franklin D. Roosevelt (1933) “Lo único que debemos temer es al temor mismo” Nacido el 30 de enero de 1882, el demócrata Franklin Delano Roosevelt fue el único presidente de Estados Unidos en ser electo cuatro veces consecutivas para este cargo (1932, 1936, 1940 y 1944), el que ejerció hasta el día de su muerte. Sucede que, a pesar de contraer polio 1921 –padecimiento que le produjo una parálisis parcial–, Roosevelt no abandonó la política sino hasta el 12 de abril de 1945, fecha en que falleció a causa de un derrame cerebral. El ilustre discurso “lo único que debemos temer es al temor mismo”, que pronunció el 4 de marzo de 1933 al asumir por primera vez la presidencia, poco después del colapso bancario nacional, es una demostración de su capacidad de liderazgo en momentos de crisis. “Esta gran nación resistirá como lo ha hecho hasta ahora, resurgirá y prosperará. Por tanto, ante todo, permítanme asegurarles mi firme convicción de que a lo único que debemos temer es al temor mismo, a un terror indescriptible, sin causa ni justificación, que paralice los arrestos necesarios para convertir el retroceso en progreso (…) “A cambio de la confianza en mí depositada, devolveré el coraje y la entrega que requieren estos tiempos. Es lo mínimo que puedo hacer (…) El pueblo de Estados Unidos no ha fracasado. En su momento de necesidad nos ha transmitido el mandato de que desea una acción directa y enérgica. Ha exigido al gobierno disciplina y dirección. Me ha convertido en el actual instrumento de sus deseos. Lo acepto como si fuera un regalo. (…)” • -4Dolores ‘La Pasionaria’ Ibarruri (1936) “No pasarán” “¡No pasarán!” es el lema insignia de la dirigente comunista española Dolores Ibarruri, conocida como ‘La Pasionaria’. Nacida en una familia minera conservadora el l9 de diciembre de 1895, ella se introdujo en la lucha obrera por influencia de Julián Ruiz Gaviña, un militante socialista con quien contrajo matrimonio en 1916. Junto a él participó de la huelga general revolucionaria de 1917, a partir de la cual fue adquiriendo notoriedad como oradora y articulista política, al tiempo que ascendió a lugares de influencia dentro del partido. Su frase insignia se enmarca dentro del llamamiento que pronunció en nombre del Partido Comunista el 19 de julio de 1936 en el Ministerio de Gobernación, luego de una sublevación militar contra el gobierno de la Segunda República Española, que había surgido de las elecciones de febrero de aquel año. A continuación, un extracto del mismo: “Al grito de ¡el fascismo no pasará, no pasarán los verdugos de octubre! Los obreros y campesinos de distintas provincias de España se incorporan a la lucha contra los enemigos de la República alzados en armas. Los comunistas, socialistas y anarquistas, republicanos demócratas, soldados y fuerzas fieles a la República han infligido las primeras derrotas a los facciosos, que arrastran por el fango de la traición el honor militar de que tantas veces han alardeado. “Todo el país vibra de indignación ante esos desalmados que quieren hundir la España democrática y popular en un infierno de terror y de muerte. Pero ¡no pasarán! (…) ¡Que nadie vacile! Todos dispuestos para la acción. Cada obrero, cada antifascista debe considerarse un soldado en armas.” • -5Neville Chamberlain (1938) “Paz en nuestro siglo” El nombre de Arthur Neville Chamberlain (1869-1940), Primer Ministro del Reino Unido desde el 28 de mayo de 1937 hasta el 10 del mismo mes de 1940, no es siempre citado en los mejores términos. Lo que es más, Winston Churchill, su sucesor en el cargo, supuestamente dijo de él: “¡Pobre Neville! Saldrá mal parado en la historia. Lo sé, pues seré yo quien la escriba”. La política de apaciguamiento en política exterior, con la cual esperaba salvaguardar la paz ofreciendo algunas concesiones a las ambiciones expansionistas de Adolf Hitler, fue una de sus acciones más recordadas. La misma derivó en el Pacto de Munich, firmado el 30 de septiembre de 1938, en el que el Reino Unido y Francia aceptaron el desmembramiento de Checoslovaquia y la transferencia de la región de los Sudetes a Alemania. “Mis buenos amigos, por segunda vez en nuestra historia, un Primer Ministro inglés ha retornado desde Alemania trayendo paz con honor. Creo que es paz para nuestro tiempo. Vayan a casa y duerman tranquilos”, expresó Chamberlain al retornar ese día a Londres. Cuatro meses más tarde, Hitler invadía Checoslovaquia, mostrando el error de este acuerdo, y en 1939, tras la invasión a Polonia, el Reino Unido le declaraba la guerra. El dudoso accionar de Chamberlain durante la Segunda Guerra Mundial llevó a que su propio partido lo sustituyera por Churchill, a quien de todas maneras Chamberlain apoyó desde la presidencia del Consejo de Estado. • -6Winston Churchill (1940) “Sangre, esfuerzo, lágrimas y sudor” Primer Ministro del Reino Unido en dos períodos (1940-45 y 195155), Winston Leonard Spencer Churchill (1874-1965) es considerado uno de los grandes líderes en tiempos de guerra, reputación que devino de su accionar durante la Segunda Guerra Mundial. Notable estadista y orador, Churchill fue también oficial del ejército, historiador, escritor y artista, y es, hasta la fecha, el único Primer Ministro británico en haber sido galardonado con el Premio Nobel de Literatura. A solo cuatro días de asumir el liderazgo de su país, el 13 de mayo de 1940, Churchill pronunció ante la Cámara de los Comunes uno de sus discursos más emblemáticos, aquel en que enunciaba las históricas palabras: “No tengo nada que ofrecer sino sangre, esfuerzo, lágrimas y sudor”. Con una fuerte retórica, fue tajante respecto de sus intenciones, marcando el rompimiento de la antes mencionada política de apaciguamiento del Tercer Reich. “Tenemos ante nosotros una prueba de la más penosa naturaleza. Tenemos ante nosotros muchos, muchos, largos meses de combate y sufrimiento. Me preguntan: ¿Cuál es nuestra política? Se los diré: Hacer la guerra por mar, por tierra y por aire, con toda nuestra potencia y con toda la fuerza que Dios nos pueda dar; hacer la guerra contra una tiranía monstruosa, nunca superada en el oscuro y lamentable catálogo de crímenes humanos. Esta es nuestra política”, apuntó. Y añadió: “Me preguntan: ¿Cuál es nuestra aspiración? Puedo responder con una palabra: Victoria, victoria a toda costa, victoria a pesar de todo el terror, victoria por largo y duro que pueda ser su camino; porque, sin victoria, no hay supervivencia”. • -7Charles de Gaulle (1940) “La resistencia francesa no debe apagarse” Pero el Reino Unido no era la única nación que en aquellos años declaraba la guerra contra el expansionismo del Tercer Reich. Lo mismo ocurrió en 1939 del otro lado del Canal de la Mancha, en Francia, aunque durante siete meses, ninguno de los dos países actuó (período que es conocido como drôle de guerre o guerra en broma). Esto culminó el 10 de mayo de 1940 cuando Alemania invadió Francia, Bélgica, los Países Bajos y Luxemburgo. Dos meses más tarde, tras varios intentos fallidos por parte del ejército francés de romper el cerco alemán y al ser inminente su rendición, el recién ascendido a general, Charles de Gaulle1 se exilió en Londres, desde donde asumió el mando de la “Francia Libre” o “Francia Combatiente”, enunciando el llamamiento del 18 de junio de 1940. “(…) Es cierto que hemos sido y seguimos estando sumergidos por la fuerza mecánica terrestre y aérea al enemigo. (…) Pero ¿se ha dicho la última palabra? ¿Debe perderse la esperanza? ¿Es definitiva la derrota? ¡No! “Creanme a mí que hablo con conocimiento de causa y les digo que nada está perdido para Francia. Los mismos medios que nos han vencido pueden traer un día la victoria. ¡Porque Francia no está sola! (…) Yo, general De Gaulle, actualmente en Londres, invito a los oficiales y soldados franceses que se encuentren o pasen a encontrase en territorio británico, con sus armas o sin ellas, invito a los ingenieros y a los obreros especialistas de las industrias de armamento que se encuentren o pasen a encontrarse en territorio británico, a ponerse en contacto conmigo. Ocurra lo que ocurra, la llama de la resistencia francesa no debe apagarse y no se apagará.” 1. Nacido el 22 de noviembre de 1890, Charles de Gaulle fue un destacado militar, político y escritor francés, presidente de la República Francesa entre 1958 y 1969, promotor de la reconciliación franco-alemana y una de las figuras influyentes en la historia del proceso de construcción de la Unión Europea. • -8Charles Chaplin (1940) “Mientras el hombre exista, la libertad no perecerá” El Gran Dictador (The Great Dictator, en inglés) es una de las películas más exitosas del actor, humorista, compositor, productor, director y escritor británico Charles Chaplin (1889-1977). Si bien, cuando fue estrenada, Estados Unidos (país en que fue realizada) aún no había ingresado en la Segunda Guerra, esta película –la primera con sonido de este cineasta reconocido por sus películas mudas– expresaba una fuerte condena al nazismo, fascismo, antisemitismo y dictaduras en general. En ella, Chaplin interpreta dos papeles, al dictador Adenoid Hynkel y a un barbero judío. Hacia el final del largometraje, el barbero –para huir de sus perseguidores y aprovechando su parecido físico– suplanta la identidad del primero y emite el siguiente discurso: “(…) Hemos progresado muy deprisa, pero nos hemos encarcelado a nosotros mismos. El maquinismo, que crea abundancia, nos deja en la necesidad. Nuestro conocimiento nos ha hecho cínicos. Nuestra inteligencia, duros y secos. Pensamos demasiado, sentimos muy poco. “Más que máquinas necesitamos humanidad. Más que inteligencia, tener bondad y dulzura. Sin estas cualidades la vida será violenta, se perderá todo. (…) El odio pasará y caerán los dictadores, y el poder que se le quitó al pueblo se le reintegrará al pueblo, y, así, mientras el hombre exista, la libertad no perecerá (…)” • -9Franklin D. Roosevelt (1941) “Una fecha que vivirá en la infamia” En la mañana del 7 de diciembre de 1941, la Armada Imperial Japonesa atacó la base naval de Estados Unidos en Pearl Harbor, Hawaii, dejando como saldo 2402 muertos, 1282 heridos y 188 aeronaves perdidas, y precipitando el ingreso de este país en la Segunda Guerra Mundial. “Ayer, el 7 de diciembre de 1941, una fecha que vivirá en la infamia, los Estados Unidos de América fueron repentina y deliberadamente atacados por las fuerzas navales y aéreas del Imperio de Japón. Estados Unidos estaba en paz con aquella nación, y por su iniciativa, todavía en conversaciones con su gobierno y su emperador, a fin de lograr el mantenimiento de la paz en el Pacífico”, dijo el entonces presidente Franklin Roosevelt ante el Congreso. “Japón ha emprendido una ofensiva que se extiende por toda el área del Pacífico. Los hechos de ayer y hoy hablan por sí solos. La gente de los Estados Unidos ya ha formado su opinión, y entiende bien las implicaciones para la vida y seguridad de nuestra nación. Con confianza en nuestras fuerzas armadas, con la determinación ilimitada de nuestra gente, ganaremos el inevitable triunfo con la ayuda de Dios. Pido al Congreso que declare que, desde el ataque cobarde no provocado de los japoneses el domingo 7 de diciembre de 1941, existe un estado de guerra entre los Estados Unidos y el Imperio Japonés”, añadió, marcando la entrada de su país al conflicto bélico. • - 10 Mahatma Gandhi (1942) “El arma de la no-violencia” “El arma de la no-violencia” fue un discurso emitido por Gandhi el 7 de agosto de 1942 ante el Congreso Nacional Indio en el contexto de la Segunda Guerra. Aquí algunos de sus extractos fundamentales: “(…) La no-violencia es un arma incomparable, que puede ayudar a todos. Yo sé que no hemos hecho mucho por el camino de la noviolencia y, sin embargo, si tales cambios sobrevienen, asumiré que es el resultado de nuestro trabajo durante los últimos veintidós años y que Dios nos ha ayudado a alcanzarlo. “Cuando yo levanté el lema ‘Dejen India’ el pueblo de la India, que estaba entonces abatido, sintió que yo había puesto ante él una cosa nueva. Si ustedes quieren la libertad verdadera, habrán de unirse, y tal unión creará verdadera democracia (…) La resolución que es puesta ante ustedes dice: ‘No queremos permanecer como ranas en una charca. Estamos alentando una federación mundial. Ésta solamente vendrá a través de la no-violencia. El desarme es posible sólo si ustedes utilizan la incomparable arma de la noviolencia’ (…)” • - 11 George Patton (1944) “El verdadero héroe es el hombre que lucha aun cuando tiene miedo” Uno de los generales más temidos por los alemanes durante Segunda Guerra Mundial fue el estadounidense George Smith Patton, Jr. (1885-1945). Acreedor del mote “general sangre y agallas”, tras el ataque a Pearl Harbor, comandó diferentes unidades, entre ellas, la Tercera Armada de Estados Unidos. Los fragmentos presentados a continuación son un poderoso llamamiento a sus hombres, en la víspera de la invasión a Normandía, el 5 de junio de 1944, a partir de lo cual enfrentarían 281 días de combate en Francia y lograrían importantes avances hacia tierras alemanas. “(…) Ahora nuestro ejército es un equipo, vive, come, duerme y lucha como un equipo. Todo eso de la individualidad es solo basura. (…) Ahora tenemos la mejor comida y equipo, el mejor espíritu y los mejores hombres del mundo (…) “Deseo recordaros otra cosa, no quiero recibir ningún mensaje que diga: ‘Estamos aguantando nuestra posición’. ¡No aguantamos nada! ¡Que aguante el enemigo! Nosotros avanzamos constantemente y no tenemos ningún interés en aguantar nada excepto al enemigo, vamos a tomarlos por la nariz y a darles un puntapié en el trasero, ¡a patadas enviaremos a esos teutones al infierno, acabando así con ellos en un santiamén! (…) Estaré muy orgulloso de dirigiros en esta lucha muchachos, siempre y en todo lugar (…)” • - 12 Harry Truman (1945) “La guerra ha terminado” Luego de seis años de conflicto, el 7 de mayo de 1945 marcó oficialmente la rendición alemana en la Segunda Guerra Mundial, algo que Italia ya había hecho dos años antes (con el armisticio que firmó con las fuerzas aliadas en septiembre de 1943) y Japón hizo pocos meses después, el 15 de agosto de 1945 (aunque se firmó recién el 2 de septiembre). En este contexto, el 26 de junio se realizó la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Organización Internacional en el Auditorio de los Veteranos (actual Teatro Herbst) de San Francisco, en la que se firmó la Carta fundacional de dicho organismo. “La Carta de las Naciones Unidas que acaban de firmar es una sólida estructura sobre la cual podremos edificar un mundo mejor (…) Fue la esperanza de esta Carta lo que contribuyó a sostener el valor de los pueblos afligidos en el transcurso de los días más difíciles de la guerra, porque es una declaración de fe inconmovible hecha por las naciones de la Tierra: fe en que la guerra no es inevitable y fe en que es posible mantener la paz”, afirmó ese día el presidente de Estados Unidos Harry Truman –que asumió tras la muerte de Roosevelt, de quien era vicepresidente. Y también: “A todos nosotros, a todos nuestros países, nos ha sido confiada ahora la labor de convertir en acción esas palabras que habéis escrito. En nuestra acción decidida descansan las esperanzas de los que han caído, de los que viven ahora y de los que todavía no han nacido a las esperanzas de un mundo de países libres, con niveles de vida apropiadamente elevados, que trabajarán y cooperarán en una amistosa y civilizada comunidad de naciones. Esta nueva estructura de paz se está levantando sobre sólidos cimientos. No dejemos pasar esta oportunidad suprema para establecer el imperio mundial de la razón, de poder crear una paz duradera bajo la guía de Dios”. • - 13 Hirohito (1945) “Abrir un camino hacia la paz duradera” Tras meses de intensos bombardeos sobre Japón, Truman ordenó bombardeos atómicos sobre Hiroshima y Nagasaki el 6 y el 9 de agosto –los que constituyen, hasta el día de hoy, los únicos ataques nucleares en la historia. Más de 200 mil personas (mayoritariamente civiles) murieron como consecuencia. La mitad murió en esos dos días, entre el 15 y el 20% del total de la gente falleció durante ese año a causa de las lesiones o enfermedades atribuidas a envenenamiento por radiación. Otros tantos perecieron desde entonces por distintas formas de cáncer asociados a la radiación liberada. Seis días después de la última detonación, Michinomiya Hirohito (1901-1989), 124º emperador de Japón, anunció la rendición de su país, dando final a la Segunda Guerra Mundial. Ese 15 de agosto, Hirohito rompió la tradición imperial japonesa y enunció por radio las siguientes palabras, permitiendo que sus súbditos escucharan su voz por primera vez. “(…) la trayectoria de la guerra no ha evolucionado necesariamente en beneficio de Japón y la situación internacional tampoco nos ha sido ventajosa. Además, el enemigo ha lanzado una nueva y cruel bomba, que ha matado a muchos ciudadanos inocentes y cuya capacidad de perjuicio es realmente incalculable. Por eso, si continuamos esta situación, la guerra al final no sólo supondrá la aniquilación de la nación japonesa, sino también la destrucción total de la propia civilización humana. Y si esto fuese así, cómo podría proteger a mis súbditos, mis hijos, y cómo podría solicitar el perdón ante los sagrados espíritus de mis antepasados imperiales. Esta es la razón por la que he hecho al gobierno del Imperio aceptar la Declaración Conjunta de las Potencias (…) “Soy consciente de que los sacrificios y sufrimientos que tendrá que soportar el Imperio a partir de ahora son, sin duda, de una magnitud indescriptible. Y comprendo bien el sentimiento de mortificación de todos ustedes, mis súbditos. Sin embargo, en consonancia con los dictados del tiempo y el destino quiero, aún soportando lo insoportable y padeciendo lo insufrible, abrir un camino hacia la paz duradera para todas las generaciones futuras (…)” • - 14 Jorge Eliécer Gaitán (1946) “¡A la carga! Pueblo, ¡por vuestra Libertad!” El Bogotazo fue uno de los episodios más relevantes en la historia de Colombia del siglo XX. Este movimiento de protestas violentas, desórdenes y represión que tuvo lugar en Bogotá y se extendió, aunque en menor escala, a otras regiones, ocasionó cientos de muertos y heridos, así como el derrumbe de 142 construcciones y múltiples saqueos. Acaecido el 9 de abril de 1948, éste se originó por un acontecimiento específico: el asesinato, esa mañana, del político y jurista Jorge Eliécer Gaitán, alcalde de Bogotá en 1936, ministro (de Educación, en 1940 y de Trabajo, en 1944), congresista (desde 1929 a 1948) y candidato disidente del Partido Liberal a la Presidencia de la República para el período 1946-1950. Uno de uno de los discursos más emblemáticos de Gaitán, que emitió en el trascurso de su carrera presidencial en mayo de 1946, ayuda a entender por qué su figura se convirtió en un símbolo para los colombianos y su muerte provocó tal reacción. Aquí algunos extractos: “Por la razón por la cual este movimiento no es personalista sino doctrinario, por la razón elemental de que tiene que terminar de una vez el hecho primitivo, el hecho indecoroso para mi patria, que es un gran pueblo, de que se le maneja con el irrespeto con que se manejan las vacadas de las haciendas privadas. Los hombres colombianos no podemos ser manejados con ese irrespeto es nuestra dignidad que está por encima de los partidos, que está por encima de los cápulos monumentarios, que está por encima de las papeletas, porque, donde no hay dignidad del hombre, todo lo demás está perdido (…) “¡En pie nosotros los oprimidos y engañados de siempre! ¡En pie nosotros los burlados de todas las horas! ¡En pie nosotros, los macerados como yo, a quien la fortuna y un divino ser del cual ahora me acuerdo me dio las fuerzas para esta batalla! ¡En pie vosotros los que sabéis sentir y no tenéis la frialdad dolosa de los académicos! ¡En pie vosotros, que yo os juro que, en el momento de peligro cuando la orden de batalla haya que darla, yo no me quedaré en mi biblioteca! Sabed que el signo de esa batalla será mi presencia en las calles a la cabeza de vosotros (…) Pueblo, por la restauración moral ¡a la carga! Pueblo, por nuestra victoria ¡a la carga! Pueblo, por la oligarquía ¡a la carga! Pueblo por nuestra victoria.” • - 15 Jawaharlal Nehru (1947) “Cuando el mundo duerme, la India despertará a la libertad” En la víspera de la independencia de la India, hacia la medianoche del 14 de agosto de 1947, Bharat Ratna Śrī Pandit Jawāharlāl Nehru –destacado político de aquel país, líder del ala moderada socialista del Congreso Nacional a partir de la lucha por la independencia, y primer Primer Ministro de la India independiente desde el 15 de agosto de 1947 hasta su muerte el 27 de mayo de 1964– emitió un discurso ante la Asamblea Constituyente del Parlamento que es considerado uno de los más emblemáticos de todas las épocas, ya que captura la esencia de la culminación triunfal de cien años de lucha no violenta contra el Reino Unido. “Hace muchos años hicimos una cita con el destino y ahora llega el momento en que nos redimirá nuestro compromiso, no en su totalidad o en toda su extensión, pero muy sustancial. Al filo de la medianoche, cuando el mundo duerme, la India despertará a la vida ya en libertad (…) “En los albores de la historia de la India comenzó su búsqueda sin fin y siglos sin caminos están llenos de su esfuerzo, y la grandeza de sus éxitos y fracasos. A través de buena y mala fortuna por igual nunca ha perdido de vista esa búsqueda o ha olvidado los ideales que le dieron fuerza. Terminamos hoy un período de mala suerte y la India se descubre a sí misma de nuevo. El logro que celebramos hoy no es más que un paso, una apertura de oportunidades, a los mayores triunfos y logros que nos esperan. ¿Somos lo suficientemente valientes y sabios como para aprovechar esta oportunidad y aceptar el reto del futuro? “La libertad y el poder traen responsabilidad. Esta responsabilidad descansa sobre esta Asamblea, órgano soberano que representa al pueblo soberano de la India. Antes del nacimiento de la libertad, hemos sufrido todos los dolores del parto y nuestros corazones están cargados de la memoria de este pesar. Algunos de esos dolores continúan incluso ahora. Sin embargo, el pasado ya pasó y es el futuro el que nos llama ahora (…)” • - 16 Robert Schuman (1950) “Los cimientos reales de su unificación económica” Cinco años después de terminada la Segunda Guerra, las naciones europeas continuaban luchando para reconstruirse a sí mismas y evitar otro conflicto armado, principalmente, entre Francia y Alemania. En consecuencia, el 9 de mayo de 1950, el entonces Ministro de Asuntos Exteriores francés Robert Schuman (18861963), quien es considerado uno de los fundadores de la unidad europea, pronunció la Declaración que lleva su nombre, en la que proponía la creación de una Comunidad Europea del Carbón y del Acero. Esta, que en su origen estuvo formada por Francia, Alemania Occidental, Italia, Países Bajos, Bélgica y Luxemburgo, fue la primera de una serie de instituciones supranacionales que devendrían en lo que es hoy la Unión Europea. “Europa no se hará de una vez ni en una obra de conjunto, se hará gracias a realizaciones concretas, que creen en primer lugar una solidaridad de hecho”, dijo aquel día. “La solidaridad de producción que así se cree pondrá de manifiesto que, cualquier guerra entre Francia y Alemania no sólo resulta impensable, sino materialmente imposible. La creación de esa potente unidad de producción, abierta a todos los países que deseen participar en ella, proporcionará a todos los países a los que agrupe los elementos fundamentales de la producción industrial en las mismas condiciones y sentará los cimientos reales de su unificación económica (…) Esta propuesta sentará las primeras bases concretas de una federación europea indispensable para la preservación de la paz”, explicó. • - 17 William Faulkner (1950) “Me niego a aceptar el fin del hombre” William Cuthbert Faulkner (1897-1962) fue uno de los novelistas y poetas estadounidenses más importantes del siglo XX. Fue reconocido por su meticuloso léxico, y su extensa e inspirada prosa, con oraciones que podían extenderse más de una página. A lo largo de su carrera se hizo acreedor de dos Premios Pulitzer (por Una fábula en 1954 y Los rateros en 1962), y el Premio Nobel de Literatura por su “poderosa y artística contribución única a la novela moderna estadounidense”. El discurso que aquí se cita es el que pronunció al recibir este último en 1950. “(…) Nuestra tragedia actual es un temor general en todo el mundo, sufrido por tan largo tiempo que ya hemos aprendido a soportarlo. Ya no existen problemas del espíritu, sólo queda esta pregunta: ¿Cuándo estallaré? A causa de ella, el escritor joven de hoy ha olvidado los problemas de los sentimientos contradictorios del corazón humano (…) “Ese escritor joven debe compenetrarse nuevamente con ellos. Aprender que la máxima debilidad es sentirse temeroso; y, después de aprenderlo, olvidar ese temor para siempre, no dejar lugar en su arsenal de escritor sino para las antiguas verdades y realidades del corazón, las eternas verdades universales sin las cuales toda historia es efímera y predestinada al fracaso: amor y honor, piedad y orgullo, compasión y sacrificio. “(…) Mientras no capte de nuevo estas cosas, continuará escribiendo como si estuviera entre los hombres sólo observando el fin de la humanidad. Yo rehúso aceptar el fin de la humanidad (…) Creo que el hombre no perdurará simplemente sino que prevalecerá. Creo que es inmortal, no por ser la única criatura que tiene voz inextinguible, sino porque tiene un alma, un espíritu capaz de compasión, de sacrificio y de perseverancia (…)” • - 18 Eva Perón (1952) “Mis queridos descamisados” Actriz devenida en política, María Eva Duarte de Perón (1919-1952) es una de las figuras más emblemáticas de la historia argentina. Su accionar junto a Juan Domingo Perón, con quien contrajo matrimonio en 1945, así como su trabajo frente al Partido Peronista Femenino, la Fundación Eva Perón y los sindicatos, le aseguró un lugar en la memoria colectiva de aquel país y del mundo. El discurso que aquí se recuerda es el que pronunció, ante una multitud de personas, el 1 de mayo de 1952 en conmemoración al día del trabajador. Esta fue su última oratoria pública ya que menos de dos meses más tarde, el 26 de julio, falleció como consecuencia de un cáncer de útero. “(…) No hay grandeza de la Patria a base del dolor del pueblo, sino a base de la felicidad del pueblo trabajador. “Compañeras, compañeros: otra vez estoy en la lucha, otra vez estoy con ustedes, como ayer, como hoy y como mañana. Estoy con ustedes para ser un arco iris de amor entre el pueblo y Perón; estoy con ustedes para ser ese puente de amor y de felicidad que siempre he tratado de ser entre ustedes y el líder de los trabajadores. “Estoy otra vez con ustedes, como amiga y como hermana, y he de trabajar noche y día por hacer felices a los descamisados, porque sé que cumplo así con la Patria y con Perón. He de estar noche y día trabajando por mitigar dolores y restañar heridas, porque sé que cumplo con esta legión de argentinos que está labrando una página brillante en la historia de la Patria (…)” • - 19 Dwight Eisenhower (1953) “Átomos para la paz” “Átomos para la paz” es el discurso que pronunció, el 8 de diciembre de 1953, el entonces presidente norteamericano Dwight David ‘Ike’ Eisenhower (1890-1969) ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, en el marco de la Guerra Fría que enfrentó política, económica, ideológica y militarmente al bloque occidental-capitalista liderado por Estados Unidos, con el oriental-comunista liderado por la Unión Soviética, desde 1947 hasta 1991. “Debemos tener la convicción de que nuestra sabiduría, nuestro coraje y nuestra fe podrán traer a este mundo una paz duradera para todas las naciones y la felicidad y el bienestar para toda la humanidad (…) “Sé que quedan muchos pasos que tendrán que ser tomados durante muchos meses antes de que el mundo pueda mirarse así mismo algún día, y realmente descubrir que un nuevo clima de paz y mutua confianza reinan sobre el mundo. Pero sé que, por encima de todo, debemos empezar a dar esos pasos ahora (…) Veo semillas de paz, ellas hablan más fuerte que las promesas o nuestras intenciones (…)” • - 20 Fidel Castro (1959) “La revolución empieza ahora” Fidel Alejandro Castro Ruiz, o simplemente Fidel Castro, es una de las figuras más controversiales de la política caribeña. Nacido el 13 de agosto de 1926, este militar y político lideró la Revolución Cubana que, el 1 de enero de 1959, derrocó a la dictadura de Fulgencio Batista. Líder indiscutido de la isla desde 1959 hasta 2008 (cuando abandonó sus cargos y transfirió el poder a su hermano Raúl), en 1961, lideró la adopción del marxismo como forma de gobierno, convirtiendo a Cuba en el primer Estado socialista de América. Su larga gestión y polémicas políticas lo han situado en el centro de intensos debates entre partidarios –que califican a su gobierno como “la expresión de la voluntad del pueblo cubano”– y detractores –quienes la reconocen como una dictadura. Famoso orador, recordado por discursos que podían prolongarse durante horas, el que emitió el día en que triunfó la Revolución Cubana es uno de los más valorados. “La Revolución empieza ahora; la Revolución no será una tarea fácil, la Revolución será una empresa dura y llena de peligros, sobre todo, en esta etapa inicial (…) Aunque ustedes tengan la intención de entregar el poder a los revolucionarios, no es el poder en sí lo que a nosotros nos interesa, sino que la Revolución cumpla su destino (…) “Los hombres que cayeron en nuestras tres guerras de independencia juntan hoy su esfuerzo con los hombres que han caído en esta guerra, y a todos nuestros muertos en las luchas por la libertad podemos decirles que por fin ha llegado la hora en que sus sueños se cumplan; ha llegado la hora de que al fin ustedes, nuestro pueblo, nuestro pueblo bueno y noble, nuestro pueblo que es todo entusiasmo y fe, nuestro pueblo que quiere gratis, que confía gratis, que teme a los hombres con cariño más allá de sus ofrecimientos, tendrá lo que necesita. Y solo aquí me resta decirles, con modestia, con sinceridad, con profunda emoción, que en nosotros, en sus combatientes revolucionarios, tendrán siempre servidores leales, que solo tendrán por divisa servir (…)” • - 21 Nikita Kruschev (1959) “La coexistencia pacífica” Mientras Cuba experimentaba este radical –y permanente– cambio de gobierno, en el mundo continuaba disputándose la Guerra Fría. Nikita Serguéyevich Jrushchov (1894-1971) fue dirigente de la Unión Soviética durante parte de este conflicto, se desempeñó como Primer Secretario del Partido Comunista a partir 1953 (año en que murió José Stalin) y Presidente del Consejo de Ministros desde 1958. Fue retirado de ambos cargos en 1964 por su partido. Durante casi una década en el poder, Kruschev lideró la parcial desestanilización de su país y respaldó varias reformas relativamente liberales en materia de política interna, aunque muchas resultaron ineficaces. Fue durante estos años –en septiembre de 1959 más específicamente– que pronunció, en Nueva York, una de sus más recordadas oratorias, en la que llamaba a “la coexistencia pacífica” entre la Unión Soviética y Estados Unidos. “He leído en sus periódicos que la política de coexistencia pacífica que proponemos significaría en realidad la creación de un ‘mundo dividido’. Nada más alejado de la exacta comprensión de la idea de la coexistencia pacífica que esta interpretación. En la realidad queremos obtener lo contrario: la coexistencia pacífica y la competencia de las relaciones siempre más amplias entre los pueblos, en el dominio económico y cultural. Al contrario, la negación de la coexistencia y de la competencia, significan la ruptura de todas las relaciones entre los países y un relanzamiento de la Guerra Fría (…) “Vivir en paz, en buena hermandad, o caminar hacia una nueva guerra, tal es la elección ante la cual se encuentran ahora la Unión Soviética y Estados Unidos, el mundo entero. No hay una tercera, a menos que uno de nosotros considere el trasladarse a otro planeta (…)” • - 22 John F. Kennedy (1961) “Pregúntate que puedes hacer tú por tu país” Muchas son las maneras en que el trigésimo quinto presidente de Estados Unidos John Fitzgerald Kennedy (1917-1963) es conocido: John F. Kennedy, Jack Kennedy, JFK. Recordado también por su liderazgo en la Segunda Guerra Mundial, su paso por el Congreso de su país y por recibir, en 1957, el Premio Pulitzer a la mejor biografía por Profiles in Courage, libro en que describía ocho situaciones en que senadores estadounidenses arriesgaron sus carreras por no desviarse de sus convicciones, el 20 de enero de 1961, con 43 años, Kennedy se convirtió en el presidente más joven de la historia de su país y el primero católico romano. El discurso que pronunció durante aquella jornada incluye algunas de las frases por las que es más citado. “(…) Así que empecemos nuevamente. Recordemos ambas partes que la civilidad no es una señal de debilidad y que la sinceridad siempre se somete a prueba. Que nunca negociemos por miedo, pero nunca temamos negociar. Permitámonos analizar qué problemas nos unen, en lugar de detenernos en los problemas que nos dividen (…) “Nada de esto estará terminado en los primeros cien días. Tampoco en los primeros mil días, ni durante toda esta administración, quizás ni siquiera en nuestra vida en este planeta. Pero empecemos (…) compatriotas, no pregunten qué puede hacer su país por ustedes, pregunten qué pueden hacer ustedes por su país. Conciudadanos del mundo, no pregunten qué puede hacer Estados Unidos por ustedes, sino qué podemos hacer juntos por la libertad del ser humano (…)” • - 23 Ernesto ‘Che’ Guevara (1961) “La esperanza de un mundo mejor” Ernesto Guevara de la Serna o ‘Che’, como popularmente se lo conoce, fue para muchos el nombre de la revolución. Su figura despierta, aun hoy, grandes pasiones tanto a favor como en contra, y se ha convertido en un símbolo de relevancia global, siendo su retrato fotográfico una de las imágenes más reproducidas del mundo. Nacido en 1928, el Che fue un político, escritor, periodista y médico argentino, que se introdujo a las realidades latinoamericanas a través de un viaje en motocicleta que inició en 1953. Dos años más tarde, conoció a Fidel Castro en México y se unió a su expedición revolucionaria, tras lo cual permaneció durante varios años en Cuba, oficiando como jefe de la Milicia y director del Instituto de Reforma Agraria (1959), y presidente del Banco Nacional y ministro de Economía (1960), entre otros cargos. Paralelamente, no cesó en sus denuncias contra el imperialismo norteamericano, un ejemplo de ellas siendo el discurso que pronunció en Santa Clara en 1961. “(…) Y recorro también los campos de otros países del mundo que luchan por su libertad, significando siempre lo mismo, la imagen de lo que se puede conseguir mediante la lucha revolucionaria, la esperanza de un mundo mejor, la imagen por la cual vale la pena arriesgar la vida, sacrificarse hasta la muerte en los campos de batalla de todos los continentes del mundo. No solamente en América, si no en todos los países del mundo en que se creara la lucha, se desarrollará la lucha revolucionaria. “Ellos trataron de masacrar Argelia, pero Argelia fue libre; tratan hoy de liquidar al pueblo de Vietnam, pero el pueblo de Vietnam es más fuerte que ellos, y sigue día a día anotándose nuevas victorias sobre el imperialismo y cobrándole también en sangre de sus soldados la inmensa cantidad de víctimas que el imperialismo hace en el pueblo de Vietnam del sur. Y la lucha sigue y seguirá hacia la victoria (…)” • - 24 John F. Kennedy (1963) “Ich bin ein Berliner” Otra de las oratorias más memorables fue la que John F. Kennedy emitió el 26 de junio de 1963 durante una visita a Berlín Occidental, en la que calificaba al Muro que dividía la ciudad (construido dos años antes y en pie hasta 1989) como “la más obvia y viva demostración del fracaso del sistema comunista” y “una ofensa contra la humanidad”. “Hay mucha gente en el mundo que realmente no comprende o dice que no comprende cuál es la gran diferencia entre el mundo libre y el mundo comunista. Decidles que vengan a Berlín”, comenzó aquel día. “¿Cuál es la verdad de esta ciudad de Alemania? La paz real en Europa nunca puede estar asegurada mientras a un alemán de cada cuatro se le niegue el elemental derecho de ser un hombre libre, y que pueda elegir un camino libre”. Y concluyó: “La libertad es indivisible y, cuando un hombre es esclavizado, ¿quién está libre? Cuando todos son libres, ellos pueden mirar a ese día, cuando esta ciudad está reunida y este país y este gran continente de Europa esté en paz y esperanza. Cuando ese día finalmente llegue y la gente del Berlín Occidental pueda tener una moderada satisfacción en el hecho de que ellos están en la línea del frente casi dos décadas. Todos los hombres libres, dondequiera que ellos vivan, son ciudadanos de Berlín. Y, por lo tanto, como hombre libre, yo con orgullo digo estas palabras Ich bin ein Berliner”. Más tarde ese mismo año, la vida de Kennedy terminó abruptamente en un episodio muy omnipresente de la historia norteamericana, sujeto a reiterados debates y especulaciones conspirativas. El 22 de noviembre de 1963, mientras circulaba en el coche presidencial por la Plaza Dealey de la ciudad de Dallas, Texas, recibió disparos mortales. Lee Harvey Oswald, un empleado del almacén Texas School Book Depository, fue acusado por dicho homicidio, pero no pudo ser sometido a juicio ya que, dos días después, fue asesinado por Jack Ruby, quien posteriormente fue sentenciado a la pena capital. • - 25 Martin Luther King (1963) “Yo tengo un sueño” “Yo tengo un sueño” (I have a dream, en su versión original) es, quizás, una de las frases más inspiradoras de la historia. En ella se encierran la lucha de una raza, la condena de años de represión y el augurio de un futuro más promisorio, pero por el que será necesario aun esperar y trabajar. “Yo tengo un sueño” fue la frase insignia de Martin Luther King Jr., el pastor bautista estadounidense que se convirtió en uno de los símbolos del movimiento por los derechos civiles de los afroamericanos. El 28 de agosto de 1963, conmovió a su país al pronunciar estas palabras ante 250 mil personas en las escalinatas del monumento a Abraham Lincoln en Washington, capital de Estados Unidos. Su discurso fue el cierre de la ‘Marcha en Washington por Empleos y Libertad’. “Hace cien años, un gran estadounidense, cuya simbólica sombra nos cobija hoy, firmó la Proclama de la Emancipación (…) Pero, cien años después, el negro aún no es libre; cien años después, la vida del negro es aún tristemente lacerada por las esposas de la segregación y las cadenas de la discriminación; cien años después, el negro vive en una isla solitaria en medio de un inmenso océano de prosperidad material; cien años después, el negro todavía languidece en las esquinas de la sociedad estadounidense y se encuentra desterrado en su propia tierra. “Por eso, hoy hemos venido aquí a dramatizar una condición vergonzosa. En cierto sentido, hemos venido a la capital de nuestro país a cobrar un cheque. Cuando los arquitectos de nuestra república escribieron las magníficas palabras de la Constitución y de la Declaración de Independencia, firmaron un pagaré del que todo estadounidense habría de ser heredero. Este documento era la promesa de que a todos los hombres les serían garantizados los inalienables derechos a la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad. “Es obvio, hoy en día, que Estados Unidos ha incumplido ese pagaré en lo que concierne a sus ciudadanos negros. En lugar de honrar esta sagrada obligación, Estados Unidos ha dado a los negros un cheque sin fondos; un cheque que ha sido devuelto con el sello de ‘fondos insuficientes’. Pero nos rehusamos a creer que el Banco de la Justicia haya quebrado. Rehusamos creer que no haya suficientes fondos en las grandes bóvedas de la oportunidad de este país. Por eso hemos venido a cobrar este cheque; el cheque que nos colmará de las riquezas de la libertad y de la seguridad de justicia (…) “Hoy les digo a ustedes, amigos míos, que a pesar de las dificultades del momento, yo aún tengo un sueño. Es un sueño profundamente arraigado en el sueño ‘americano’. Sueño que un día esta nación se levantará y vivirá el verdadero significado de su credo: ‘Afirmamos que estas verdades son evidentes: que todos los hombres son creados iguales’ (…)” Al igual que Gandhi, Luther King adhirió a la filosofía de la protesta no violenta, llegando incluso a perdonar a Izola Curry, una mujer que intentó asesinarlo en 1958. Asimismo, organizó y dirigió marchas por el derecho al voto de la raza negra, la desegregación y el trabajo. Muchas de estas consignas fueron sancionadas como leyes en las actas de Derechos Civiles de 1964 y de Derechos al Voto en 1965. • - 26 Malcolm X (1964) “El voto o la bala” Malcolm Little Norton (1925-1965), mejor conocido como Malcolm X, fue otro de los emblemas de la lucha racial norteamericana, aunque su vida estuvo signada por los múltiples cambios radicales que protagonizó. De pequeño, su familia tuvo que mudarse en varias ocasiones por las amenazas del KKK, que quemó su casa en Michigan y asesinó a su padre cuando él tenía seis años. Por la fragilidad mental de su madre, él y sus siete hermanos debieron trasladarse a distintos hogares, donde permaneció hasta los 15 años, cuando se mudó con una de sus hermanas a Boston. Allí comenzó a incurrir en actividades criminales, derivando en su encarcelamiento en 1946. Durante su estadía en prisión, Little Norton comenzó a involucrarse en el movimiento Nación del Islam, al que ingresó como miembro tras su excarcelación en 1953. Fue entonces que cambió su nombre a Malcolm X, simbolizando su nueva vida como un ‘ex-fumador, exbebedor, ex-cristiano, ex-esclavo’. Los próximos diez años lo vieron convertirse en una de las caras más visibles de este movimiento, sus ideas radicales atemorizaban a muchos blancos y el separatismo negro que pregonaba contrastaba con la protesta no violenta que defendían líderes como Luther King. El 3 de abril de 1964, poco después de romper con la Nación del Islam y antes de embarcarse en otro cambio trascendental en su vida, Malcolm X pronunció en Cleveland uno de sus discursos más representativos, en que retrata su visión sobre la lucha racial como “El voto o la bala”. “(…) yo no creo en eso de engañarse uno a sí mismo. No me voy a sentar a tu mesa con el plato vacío para verte comer y decir que soy un comensal. Si yo no pruebo lo que hay en ese plato, sentarme a la mesa no hará de mí un comensal (…) Haber nacido aquí en Estados Unidos no te hace un norteamericano, porque si el nacimiento nos hiciera norteamericanos, no se necesitaría de ninguna legislación, de ninguna enmienda de la Constitución ni tampoco tendría que enfrentarse con los obstruccionistas de los derechos civiles, ahora mismo, en Washington D.C. No hay que promulgar leyes de derechos civiles para hacer norteamericano a un polaco. “(…) Por lo tanto, yo no estoy aquí hablando con usted como un norteamericano o como un patriota que saluda o hace ondear su bandera. ¡No! ¡No! Yo estoy aquí hablando como una víctima de este sistema. Veo a Estados Unidos a través de los ojos de la víctima y no veo ningún sueño americano; sino una pesadilla americana (…) Queremos escuchar nuevas ideas y nuevas soluciones y nuevas respuestas. Y en ese momento, si nos parece conveniente organizar un partido nacionalista negro, organizaremos un partido nacionalista negro. Si es necesario organizar un ejército nacionalista negro, organizaremos un ejército nacionalista negro. Será el voto o la bala. Será la libertad o será la muerte.” • - 27 Nelson Mandela (1964) “Un ideal por el que estoy dispuesto a morir” “Soy el primer acusado”. Con estas palabras comenzaba uno de los alegatos más memorables de la historia, aquel que pronunció Nelson Rolihlahla Mandela (1918-2013) el 20 de abril de 1964 ante el Tribunal Supremo de Pretoria explicando por qué recurrió a la violencia para combatir al racismo de su Sudáfrica natal. “Algunas de las cosas que se le han dicho al tribunal hasta ahora son ciertas, y otras falsas. No niego, sin embargo, que planeé un sabotaje. No lo hice movido por la imprudencia ni porque sienta ningún amor por la violencia. Lo planeé como consecuencia de una evaluación tranquila y racional de la situación política a la que se había llegado tras muchos años de tiranía, explotación y opresión de mi pueblo por parte de los blancos (…) “Llegué a la conclusión de que, puesto que la violencia en este país era inevitable, sería poco realista seguir predicando la paz y la no violencia. No me fue fácil llegar a esta conclusión. Solo cuando todo lo demás había fracasado, cuando todas las vías de protesta pacífica se nos habían cerrado, tomamos la decisión de recurrir a formas violentas de lucha política. Lo único que puedo decir es que me sentía moralmente obligado a hacer lo que hice (…)” Líder del Congreso Nacional Africano y comandante en jefe de la organización armada (y clandestina) Umkhonto we Sizwe, Mandela encabezó, hasta su detención, la rama violenta de la oposición al Apartheid, un régimen de segregación racial que permaneció hasta 1992. “Por encima de todo, queremos los mismos derechos políticos, porque sin ellos nuestras desventajas serán permanentes (…) Esto, por tanto, es contra lo que lucha el Congreso Nacional Africano. Su lucha es una auténtica lucha nacional. Es una lucha de los africanos, movidos por su propio sufrimiento y su propia experiencia. Es una lucha por el derecho a vivir. Durante toda mi vida me he dedicado a esta lucha de los africanos. He luchado contra la dominación de los blancos, y he luchado contra la dominación de los negros. He anhelado el ideal de una sociedad libre y democrática en la que todas las personas vivan juntas en armonía y con igualdad de oportunidades. Es un ideal por el que espero vivir y que espero lograr. Pero si es necesario, es un ideal por el que estoy dispuesto a morir.” Si bien las palabras con las que concluyó su alegato tuvieron amplia resonancia, tras ellas Madiba –como se lo llamaba– fue condenado a cadena perpetua. 17 años permaneció realizando trabajos forzados en una prisión de alta seguridad de Robben Island y 10 más en otras dos, sumando un total de 27 encarcelado. Convertido en el símbolo internacional de la lucha contra el apartheid, el Gobierno rechazó múltiples peticiones por su libertad. En febrero de 1985, el entonces presidente Pieter Willem Botha se la ofreció a cambio de que renunciara a la lucha armada, oferta que Mandela rechazó diciendo: “¿Qué libertad se me ofrece mientras sigue prohibida la organización de la gente? Sólo los hombres libres pueden negociar. Un preso no puede entrar en los contratos”. • - 28 Ronald Reagan (1964) “Tiempo de elegir” El inicio profesional de Ronald Reagan (1911-2004) poco indicaba el devenir político que adoptaría, y que lo llevaría a ser electo como gobernador del Estado de California (1967-1975) primero, y como presidente de Estados Unidos (1981-1989), después. Originalmente fue miembro del Partido Demócrata, pero luego se sumó al Partido Republicano. Sus primeros años laborales estuvieron en el mundo artístico, filmando películas y presidiendo el Screen Actors Guild (sindicato de actores de la pantalla). Dos años después de su cambio partidario, el 27 de octubre de 1964, Reagan fue orador del discurso en apoyo a la candidatura presidencial de Barry Goldwater. Esta alocución es considerada una de las más efectivas que se ha hecho en nombre de un candidato y representa el punto de partida de la carrera política de Reagan. “(…) Los Padres Fundadores sabían que un gobierno no puede controlar la economía sin controlar a la gente. Y sabían que, cuando un gobierno se decide a hacer, debe usar la fuerza y la coerción para lograr su objetivo. Así ha llegado el tiempo para elegir (…) “(…) Si todo esto parece demasiado, piensen en lo que está en juego. Tenemos enfrente al peor enemigo que la humanidad ha conocido en su largo camino desde los pantanos hasta las estrellas. No puede haber seguridad en ningún lugar del mundo libre si no hay estabilidad fiscal y económica dentro de Estados Unidos. Aquellos que nos piden comerciar con nuestra libertad por la sopa de pollo del estado del bienestar son los arquitectos de una política de acomodamiento”. • - 29 Malcolm X (1965) “No puedes odiar la raíz y no odiar el árbol” Tras su ruptura con la Nación del Islam, Malcolm X realizó la peregrinación musulmana a La Meca2. Esta experiencia lo llevó a convertirse al Islam ortodoxo, reconciliarse con la posibilidad de una hermandad entre blancos y negros, y fundar, a su regreso a Estados Unidos, la Organización de Unidad Afroamericana. Las tensiones entre él y la Nación del Islam fueron en escalada, a tal punto que recibió varias amenazas de muerte tanto privada como públicamente. En junio de 1964, la Nación del Islam exigió la vivienda que Malcom ocupaba en Nueva York, tras lo cual recibió una orden judicial para desocuparla. El 14 de febrero de 1965, en las vísperas de una audiencia para aplazar la fecha de desalojo, la casa fue incendiada. Este episodio tomó lugar el mismo día en que Malcolm X pronunció el discurso que a continuación se reproduce y en el que el líder refleja su nueva cosmovisión. “(…) Estamos en contra de todo el que practique cualquier forma de segregación o discriminación contra nosotros simplemente porque no seamos de un color que les resulte aceptable. Creemos en luchar contra eso. No juzgamos a un hombre por el color de su piel (…) Te juzgamos por lo que haces y por lo que practicas. Y mientras practiques la maldad, estaremos en tu contra. Y, para nosotros, la principal maldad es la que se basa en juzgar a un hombre por el color de su piel. Y creo que nadie aquí puede negar que vivamos en una sociedad que simplemente no juzga a un hombre de acuerdo a su talento, capacidades, credenciales académicas o falta de ellas. Esta sociedad juzga a los hombres exclusivamente por el color de su piel. Si eres blanco puedes salir adelante, y si eres negro tienes que luchar para avanzar a cada paso y aun así no sales adelante. “(…) Hasta 1959, la imagen del continente africano la crearon los enemigos de África (…) Y a África y al pueblo de África los proyectaban con una imagen negativa, una imagen odiosa. Nos hicieron creer que África era una tierra de junglas, una tierra de animales, una tierra de caníbales y salvajes. Era una imagen odiosa. ¿Por qué? Porque los opresores saben que no pueden hacer que odies la raíz sin hacer que también odies el árbol. No puedes odiar tus orígenes, sin acabar por odiarte a ti mismo. Y, como todos vinimos de África, no pueden hacer que odiemos África sin hacer que nos odiemos a nosotros mismos (…)” Una semana después de que dijera esto, el 21 de febrero de 1965, cuando comenzaba a hablar en una reunión de la Organización de la Unidad Afroamericana en el Audubon Ballroom de Manhattan, un hombre gritó: “¡Negro, quita las manos de mi bolsillo!” y Malcolm X fue asesinado de 16 disparos. 2. Ubicada en la actual Arabia Saudita, es la ciudad natal de Mahoma y la más importante de todas las ciudades santas del Islam, visitada cada año por millones de peregrinos. Para los musulmanes, el peregrinaje a La Meca forma parte de uno de los aspectos fundamentales de su fe, los denominados pilares del Islam. • - 30 Robert F. Kennedy (1966) “Una ola de esperanza” Solo por su apellido, Robert Francis ‘Bobby’ Kennedy (1925-1968) puede ser considerado una figura prominente de la escena política norteamericana. Pero otras circunstancias también lo pusieron en el foco público. Hermano menor de JFK, asumió como Fiscal General cuando éste accedió a la presidencia en 1961 y fue uno de sus consejeros de mayor confianza. Fue, asimismo, senador por Nueva York entre 1965 y 1968, y se encontraba en plena campaña presidencial cuando fue asesinado a tiros por el jordano nacido en Jerusalén Sirhan Bishara Sirhan el 5 de junio de 1968. Al igual que ocurriera con la muerte de su hermano, este episodio generó una multitud de especulaciones conspirativas. El discurso que a continuación se cita es el que pronunció el 6 de junio de 1966, con motivo del Día de Afirmación de la Libertad Académica y Humana en la Universidad de Ciudad del Cabo. “(…) Si queremos ir al frente fuera de nuestras fronteras, si queremos ayudar a los que lo necesitan, si queremos cumplir con nuestras responsabilidades para con la humanidad, debemos, en primer lugar, derribar las fronteras que la historia ha levantado entre los hombres dentro de nuestras propias naciones: las barreras de la raza y la religión, las de la clase social y la ignorancia (…) “Estos hombres cambiaron el mundo, y todos nosotros podemos también. Pocos cambiaron por sí mismos el rumbo de la historia, pero cada uno de nosotros podemos esforzarnos en cambiar una pequeña parte de los acontecimientos y la suma de todos estos actos será la historia que escriba esta generación (…) “Por supuesto, para adherirse a las normas y al idealismo, y para hacer frente a los peligros inmediatos, se requiere un gran valor y una gran confianza. Pero también sabemos que sólo aquellos que se atreven a arriesgar mucho pueden lograr mucho (…)” • - 31 Fidel Castro (1967) “Hasta siempre comandante” Convencido de la necesidad de extender la revolución armada, en 1965 el Che Guevara abandonó Cuba y se dirigió al Congo, donde luchó en apoyo al movimiento revolucionario que estaba en marcha. Tras el fracaso de esta misión, se dirigió a Bolivia con la intención de instalar una guerrilla que pudiera extender su influencia hacia otros países de América latina. Allí, fue capturado por el ejército local y posteriormente ejecutado el 9 de octubre de 1967. Diez días después, en la Plaza de la Revolución de La Habana (Cuba), Fidel Castro decía estas palabras en su honor: “(…) Podrá morir el artista, sobre todo cuando se es artista de un arte tan peligroso como la lucha revolucionaria, pero lo que no morirá de ninguna forma es el arte al que consagró su vida y al que consagró su inteligencia (…) “Puede haber influido profundamente en su conducta la idea de que los hombres tienen un valor relativo en la historia, la idea de que las causas no son derrotadas cuando los hombres caen y la incontenible marcha de la historia no se detiene ni se detendrá ante la caída de los jefes (…) “Pero se equivocan los que cantan victoria. Se equivocan los que creen que su muerte es la derrota de sus ideas, la derrota de sus tácticas, la derrota de sus concepciones guerrilleras, la derrota de sus tesis (…) Es por eso, compañeros y compañeras de la Revolución, que nosotros debemos mirar con firmeza el porvenir y con decisión; es por eso que debemos mirar con optimismo el porvenir. ¡Y buscaremos siempre en el ejemplo del Che la inspiración, la inspiración en la lucha, la inspiración en la tenacidad, la inspiración en la intransigencia frente al enemigo y la inspiración en el sentimiento internacionalista! (…)” • - 32 Martin Luther King (1968) “He visto la tierra prometida” Cuatro años después de recibir el Premio Nobel de la Paz por su labor en favor de la igualdad racial y los derechos civiles, el 4 de abril de 1968, Martin Luther King recibía un disparo en el cuello cuando se encontraba en el balcón del Hotel Lorraine en Memphis y se disponía a encabezar una marcha en aquella ciudad. Murió pocas horas después, pero sus palabras perduran. Un día antes, incluso, había emitido otro de los discursos más inspiradores de la historia. “(…) La nación está enferma, el problema está en la tierra, confusión en todas partes. Pero yo sé que, de alguna manera, solamente cuando está lo suficientemente oscuro puedes ver las estrellas. Y veo a Dios obrando en este período del siglo XX en una manera que los hombres, en alguna extraña manera, están respondiendo. Algo está pasando en nuestro mundo. Las masas de gente se están levantando. Y donde quiera que hoy estén reunidos (…) el grito es siempre el mismo: ‘Queremos ser libres’ (…) “Pues bien, no sé lo que pasará ahora; tenemos días difíciles más adelante. Pero realmente ahora no me importa, porque he estado en la cima de la montaña. Y no lo tomo en cuenta, como cualquier persona me gustaría vivir una larga vida –la longevidad tiene su lugar. Pero eso no me concierne ahora. Yo solo quiero hacer la voluntad de Dios. Y Él me ha permitido subir a la montaña. Y he mirado y he visto la tierra prometida. Puede que no llegue allá con ustedes. Pero quiero que ustedes sepan esta noche, que nosotros, como personas, llegaremos a la tierra prometida. Así que esta noche estoy feliz, no me preocupa ninguna cosa, ¡No le temo a ningún hombre! ¡Mis ojos han visto la gloria de la venida del Señor!” • - 33 Pablo Neruda (1971) “No hay soledad inexpugnable” El chileno Pablo Neruda (1904-1973) fue, para Gabriel García Márquez, “el más grande poeta del siglo XX en cualquier idioma”. Dos años después de alcanzar la fama internacional en 1924 con Veinte poemas de amor y una canción desesperada, debido a sus problemas económicos, Neruda emprendió la carrera consular que lo llevó a vivir en Birmania, Ceilán, Java, Singapur y España, país donde se relacionó con artistas incluidos en la llamada Generación del 27 y fundó la revista Caballo Verde para la Poesía. De regreso a Chile, hacia el final de la década de 1930, ingresó en el Partido Comunista, virando su obra hacia la militancia política, y fue electo senador. En este cargo denunció abusos y desigualdades, por eso fue objeto de persecución gubernamental y debió exiliarse en la Argentina, desde donde viajó a distintos países del mundo. Dos años antes de su muerte, en 1971, Neruda fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura, ocasión en que pronunció el discurso que aquí se recuerda. “(…) De todo ello, amigos, surge una enseñanza que el poeta debe aprender de los demás hombres. No hay soledad inexpugnable. Todos los caminos llevan al mismo punto: a la comunicación de lo que somos. Y es preciso atravesar la soledad y la aspereza, la incomunicación y el silencio para llegar al recinto mágico en que podemos danzar torpemente o cantar con melancolía; más en esa danza o en esa canción están consumados los más antiguos ritos de la conciencia: de la conciencia de ser hombres y de creer en un destino común (…) “El poeta no es un ‘pequeño dios’ (…) No está signado por un destino cabalístico superior al de quienes ejercen otros menesteres y oficios. A menudo expresé que el mejor poeta es el hombre que nos entrega el pan de cada día: el panadero más próximo, que no se cree Dios. Él cumple su majestuosa y humilde faena de amasar, meter al horno, dorar y entregar el pan de cada día, con una obligación comunitaria. Y si el poeta llega a alcanzar esa sencilla conciencia, podrá también la sencilla conciencia convertirse en parte de una colosal artesanía, de una construcción simple o complicada, que es la construcción de la sociedad, la transformación de las condiciones que rodean al hombre, la entrega de la mercadería: pan, verdad, vino, sueños. Si el poeta se incorpora a esa nunca gastada lucha por consignar cada uno en manos de los otros su ración de compromiso, su dedicación y su ternura al trabajo común de cada día y de todos los hombres, el poeta tomará parte en el sudor, en el pan, en el vino, en el sueño de la humanidad entera. Sólo por ese camino inalienable de ser hombres comunes llegaremos a restituirle a la poesía el anchuroso espacio que le van recortando en cada época, que le vamos recortando en cada época nosotros mismos (…)” • - 34 Salvador Allende (1973) “Pagaré con mi vida la lealtad del pueblo” El mismo año en que moría Neruda, Chile sufría otras dos grandes pérdidas: la de su presidente, Salvador Allende, y la de su democracia, en manos del golpe de Estado liderado por el general Augusto Pinochet, cuyo régimen militar se prolongaría hasta 1990. Nacido en 1908, Allende fue un médico cirujano y uno de los máximos exponentes del socialismo en su país, liderando y cofundando dicho partido en 1933. Tras pasar por distintos cargos y presentarse a elecciones en 1952, 1958 y 1962, en 1970 fue electo presidente de Chile, inaugurando un dificultoso período que culminó el 11 de septiembre de 1973, cuando se llevó a cabo el mencionado golpe de Estado. El todavía presidente rechazó varios pedidos de rendición y murió en el Palacio de la Moneda, sede del gobierno, al ser bombardeado por los detractores. Sus últimas palabras fueron transmitidas a la nación esa misma mañana, a través de Radio Magallanes, la única favorable al gobierno que aun no había sido silenciada. “(8:45 a.m.) (…) que lo entiendan aquellos que quieren retrotraer la historia y desconocer la voluntad mayoritaria de Chile: sin tener carne de mártir, no daré un paso atrás (…) dejaré la Moneda cuando cumpla el mandato que el pueblo me diera, defenderé esta revolución chilena y el gobierno (…) Sólo acribillándome a balazos podrán impedir la voluntad que es hacer cumplir el programa del pueblo (…) El proceso social no va a desaparecer porque desaparece un dirigente. Podrá demorarse, prolongarse, pero (…) no detenerse. Compañeros, permanezcan atentos a las informaciones en sus sitios de trabajo, que el compañero Presidente no abandonará a su pueblo ni su sitio de trabajo. Permaneceré en la Moneda inclusive a costa de mi propia vida. “(9:10 a.m.) (…) ¡Yo no voy a renunciar! Colocado en un tránsito histórico, pagaré con mi vida la lealtad del pueblo. Y les digo que tengo la certeza de que la semilla que hemos entregado a la conciencia digna de miles y miles de chilenos, no podrá ser segada definitivamente. Tienen la fuerza, podrán avasallarnos, pero no se detienen los procesos sociales ni con el crimen ni con la fuerza. La historia es nuestra y la hacen los pueblos (…) “El pueblo debe defenderse, pero no sacrificarse. El pueblo no debe dejarse arrasar ni acribillar, pero tampoco puede humillarse. Trabajadores de mi Patria, tengo fe en Chile y su destino. Superarán otros hombres este momento gris y amargo en el que la traición pretende imponerse. Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor. “¡Viva Chile! ¡Viva el pueblo! ¡Vivan los trabajadores! Estas son mis últimas palabras y tengo la certeza de que mi sacrificio no será en vano, tengo la certeza de que, por lo menos, será una lección moral que castigará la felonía, la cobardía y la traición.” • - 35 Indira Gandhi (1974) “No hay persona que sea demasiado pequeña” Hija de un Primer Ministro indio y madre de otro, Indira Gandhi (1917-1984) fue la primera líder femenina de esta nación asiática. En 1938, ingresó en el partido del Congreso y participó de la lucha por la independencia de su país junto a Gandhi. Durante los años siguientes, fue presidenta de su partido, ministra de Información y Radiodifusión, y Primer Ministro a partir de 1966. Su desempeño al frente del gobierno (para lo que fue reelegida sucesivamente hasta 1977), estuvo caracterizado por su política progresista, causando fuertes disputas en su seno. Asimismo, algunas de sus contribuciones incluyen la nacionalización de los bancos de la India, un programa para la auto-suficiencia, políticas ambientales, y el impulso de la participación de las mujeres en la vida social y política de su país. El discurso que Indira Gandhi pronunció el 23 de noviembre de 1974 en la Indraprastha College for Women en Delhi fue ilustrativo de esto último. “Un antiguo refrán sánscrito dice que la mujer es el hogar y que el hogar es base de la sociedad. Es en la medida en que construimos nuestros hogares que podemos construir nuestro país (…) Esta es la razón por la que la educación de las mujeres es casi más importante que la educación de los niños y hombres. Nosotros –y por ‘nosotros’ no solo me refiero a la India sino a todo el mundo– hemos descuidado la educación de las mujeres. “(…) Algunas personas piensan que solo tomando empleos bien altos están haciendo algo importante o un servicio nacional. Pero todos sabemos que la maquinaria más compleja sería ineficaz si un pequeño tornillo no está funcionando como debe y que ese tornillo es tan importante como cualquier parte grande. Lo mismo sucede en la vida nacional. No hay un trabajo que sea demasiado pequeño; no hay persona que sea demasiado pequeña. Todos tienen algo para hacer. Y si él o ella lo hacen bien, entonces el país funcionará bien (…)” En 1980 Indira Gandhi volvió a ponerse al frente de su país. En un intento por terminar el terrorismo Sij, en junio de 1984 envió tropas del ejército para sofocar una ocupación de esta etnia en el Templo Dorado de Amritsar, una acción que ocasionó cientos de muertos y el resentimiento de los seguidores de esta religión. Esta acción, asimismo, ocasionó su propia muerte: El 31 de octubre de ese año, Gandhi fue asesinada por dos miembros de su guardia personal de origen sij. • - 36 Madre Teresa (1979) “El amor comienza en casa” De nombre secular Agnes Gonxha Bojaxhiu, la Madre Teresa de Calcuta (1910-1997) es uno de los más importantes símbolos de misericordia, compasión, caridad y entrega que ha dado la historia. Esta monja católica de origen albanés fundó la congregación de las Misioneras de la Caridad, en Calcuta, en 1950, y dedicó la mayor parte de su vida a atender a pobres, enfermos, huérfanos y moribundos. Tal dimensión alcanzó su figura que, tras su muerte, fue beatificada por el papa Juan Pablo II. Asimismo, su labor la hizo receptora de innumerables reconocimientos, incluyendo el Premio Nobel de la Paz en 1979, ocasión en la que pronunció el siguiente discurso. “(…) No es suficiente que digamos: Amo a Dios, pero no amo a mi prójimo (…) ¿Cómo puedes amar a un Dios al que no ves, si no amas a tu prójimo al que sí ves, al que sí tocas y con el que vives? Y por esto es tan importante darnos cuenta que el amor, para que sea verdadero, debe doler. A Jesús le dolió amarnos (…) Hemos sido creados para amar y ser amados, y después Él se ha hecho hombre para hacer posible que nos amáramos unos a otros como él nos amó. Él se transforma en el hambriento, en el desnudo, en el sin hogar, en el enfermo, en el prisionero, en el solitario, en el no querido, y dice: Lo hicisteis conmigo. Hambre de nuestro amor, y hambriento de nuestra gente pobre. Este es el hambre que tú y yo debemos encontrar y que puede estar en nuestro propio hogar. “(…) Hay tanto sufrimiento, tanto odio, tanta miseria, y nosotros empezamos en casa con nuestra oración, con nuestro sacrificio. El amor comienza en casa, y no es tanto cuánto hacemos, sino cuánto amor ponemos en las cosas que hacemos (…) Y así estoy yo aquí hablando con ustedes, quiero que encuentren a los pobres aquí, antes que en ningún otro sitio, en su propia casa. Y comenzar a amar allí. “(…) Pero no quiero que me den de su abundancia, quiero que me den de lo que les duela (…) Amémonos unos a otros como Él nos amó. Vamos a amarlo con un amor indiviso (…) Hagamos este propósito: que ningún niño no sea deseado, y también que nos encontremos entre nosotros siempre con una sonrisa, especialmente cuando sea difícil sonreír (…)” • - 37 Adolfo Suárez (1979) “La política debe ser una parte noble” En el mismo año en que la Madre Teresa pronunciaba este discurso en Noruega, en España se producía un acontecimiento histórico. El 30 de marzo Adolfo Suárez González, I Duque de Suárez, Grande de España (1932-2014) asumía como el primer Presidente de la Democracia de dicho país, convirtiéndose –si bien permaneció en el cargo solo hasta 1981, cuando presentó su dimisión– en una de las figuras clave del período que se conoce como la “Transición Española”. Este proceso llevó a la conformación del sistema democrático que aun se mantiene y al fin del régimen dictatorial que por más de 30 años lideró el general Francisco Franco. Tal fue la importancia de este abogado y político, que, tras su muerte el 23 de marzo de 2014, le fue otorgado a título póstumo el Collar de la Real y Distinguida Orden de Carlos III, la condecoración civil más alta que se entrega en España. En su asunción aquel 30 de marzo, esto es parte de lo que dijo ante el Congreso de los Diputados: “(…) Somos un país viejo que no tiene sus nuevas fronteras fuera de sí, sino dentro de lo que a lo largo de los siglos ha sido la difícil y terca voluntad de convivencia entre lenguas y culturas diferentes. El reto actual consiste en admitir que somos como somos, en empeñarnos en mejorar cada día y en levantar el país a base de trabajo, capacidad autocrítica y espíritu de sacrificio. La nueva frontera, en una palabra, no está lejos de nosotros, sino dentro de todos y cada uno de nosotros mismos. Hemos de saber encerrarnos en esta identidad definitoria para plantar sólidamente las raíces del gran pueblo que todos juntos podemos ser. “Y tenemos voluntad, fortaleza y experiencia política para serlo. La oportunidad histórica para lograrlo se conjuga ciertamente con una serie de dificultades económicas y sociales que podrían tratar de impedirlo. Más lo que importa es elegir correctamente y apostar por la justicia y la equidad con tenacidad y con eficacia en vez de turbarnos por el verbalismo y la frivolidad (…) Creemos, en una palabra, que la política debe ser una parte noble de una sociedad viva y actuante, no su condicionante o el inicio de su disolución en el seno de una organización burocratizada y deshumanizante (…)” • - 38 Gabriel García Márquez (1982) “La soledad de América Latina” El colombiano Gabriel García Márquez (1927–2014), o Gabo, como se lo conocía, fue unos de los escritores más importantes de América Latina. Su prosa tuvo una influencia tal que, en 2007, la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española lanzaron una edición popular conmemorativa de Cien años de soledad, su novela más recordada, por considerarla parte de los clásicos hispánicos de todos los tiempos. “La soledad en América Latina”, discurso que a continuación se cita, es el que pronunció al recibir el Premio Nobel de Literatura en 1982. “(…) América latina no quiere ni tiene por qué ser un alfil sin albedrío, ni tiene nada de quimérico que sus designios de independencia y originalidad se conviertan en una aspiración occidental. No obstante, los progresos de la navegación que han reducido tantas distancias entre nuestras Américas y Europa, parecen haber aumentado en cambio nuestra distancia cultural. ¿Por qué la originalidad que se nos admite sin reservas en la literatura se nos niega con toda clase de suspicacias en nuestras tentativas tan difíciles de cambio social? ¿Por qué pensar que la justicia social que los europeos de avanzada tratan de imponer en sus países no puede ser también un objetivo latinoamericano con métodos distintos en condiciones diferentes? No: la violencia y el dolor desmesurados de nuestra historia son el resultado de injusticias seculares y amarguras sin cuento, y no una confabulación urdida a tres mil leguas de nuestra casa. Pero muchos dirigentes y pensadores europeos lo han creído, con el infantilismo de los abuelos que olvidaron las locuras fructíferas de su juventud, como si no fuera posible otro destino que vivir a merced de los dos grandes dueños del mundo. Este es, amigos, el tamaño de nuestra soledad. “Sin embargo, frente a la opresión, el saqueo y el abandono, nuestra respuesta es la vida (…) Un día como el de hoy, mi maestro William Faulkner dijo en este lugar: ‘Me niego a admitir el fin del hombre’. No me sentiría digno de ocupar este sitio que fue suyo si no tuviera la conciencia plena de que por primera vez desde los orígenes de la humanidad, el desastre colosal que él se negaba a admitir hace 32 años es ahora nada más que una simple posibilidad científica. Ante esta realidad sobrecogedora que a través de todo el tiempo humano debió de parecer una utopía, los inventores de fábulas que todo lo creemos nos sentimos con el derecho de creer que todavía no es demasiado tarde para emprender la creación de la utopía contraria. Una nueva y arrasadora utopía de la vida, donde nadie pueda decidir por otros hasta la forma de morir, donde de veras sea cierto el amor y sea posible la felicidad, y donde las estirpes condenadas a cien años de soledad tengan por fin y para siempre una segunda oportunidad sobre la Tierra.” • - 39 Camilo José Cela (1987) “En España el que resiste, gana” Al igual que Gabo, Camilo José de Cela (1916-2002) se inscribe también entre los escritores más importantes de habla hispana del siglo XX. De su pluma salieron obras de incuestionable valor como La familia de Pascual Duarte y La Colmena, entre otras. Oriundo de La Coruña, este prolífico autor fue, durante 45 años, académico de la Real Academia Española y recibió algunos de los galardones más codiciados, entre ellos el Premio Príncipe de Asturias de las Letras (1987), el Nobel de Literatura (1989) y el Premio Cervantes (1995). Este discurso es el que pronunció al recibir la primera de estas condecoraciones, en 1987. “En España —y os lo digo, Alteza, porque sois joven y español— el que resiste, gana. Y también os lo digo, Alteza, porque habréis de lidiar durante vuestra vida (…) con los tres embates que siempre se arrancan y siempre se estrellan contra el alma de los elegidos: el hombre impaciente, el del tiempo inclemente y el de la circunstancia desaforada e hiriente. “Alteza, no demos pábulo ni al inerte sentimiento ni a la anestesiadora y deformante nostalgia y dejemos volar la esperanza y la ilusión, que son las dos alas de la saludable felicidad que ni cesa ni aun se interrumpe. “(…) Este es el paisaje en que la representación de vuestros pasos históricos ha de tener lugar y ha de acontecer por rigurosa ley de fatalidad: se llama España y no tenemos otro ni tampoco podemos ni queremos cambiarlo por ningún otro. Nuestro naipe está sobre la mesa y con él hemos de jugar la partida en la que nos va el presente y el futuro. De nuestra sabiduría y prudencia dependerá el resultado y el llanto o la alegría (…)” • - 40 Severn Cullis-Suzuki (1992) “Lucho por mi futuro” Con solo 10 años, la canadiense Severn Cullis-Suzuki fundó la Organización Infantil del Medio Ambiente (ECO, por sus siglas en inglés: Environmental Children’s Organization) y, con 12, junto a los miembros de esta organización –niños, como ella– recaudó el dinero suficiente para asistir a The Earth Summit, la Cumbre de Medio Ambiente y Desarrollo celebrada por las Naciones Unidas en Río de Janeiro, Brasil. Allí, con su corta edad pero firmes convicciones, dejó mudos a los representantes de los Estados presentes, al hablar, con dolorosa precisión y desde la perspectiva de su generación, sobre los riesgos que enfrenta el medioambiente por el inaccionar ‘adulto’. Esto dijo: “(…) Estoy aquí para hablar en nombre de todas las generaciones por venir. Estoy aquí para hablar en defensa de los niños hambrientos del mundo cuyos llantos siguen sin oírse. Estoy aquí para hablar por los incontables animales que mueren en este planeta porque no les queda ningún lugar adonde ir. No podemos soportar no ser oídos. “(…) Todo esto ocurre ante nuestros ojos y seguimos actuando como si tuviéramos todo el tiempo que quisiéramos y todas las soluciones. Soy solo una niña y no tengo todas las soluciones, pero quiero que se den cuenta: ustedes tampoco las tienen. No saben cómo arreglar los agujeros en nuestra capa de ozono. No saben cómo devolver a los salmones a aguas no contaminadas. No saben cómo resucitar un animal extinto. Y no pueden recuperar los bosques que antes crecían donde ahora hay desiertos. Si no saben cómo arreglarlo, por favor, dejen de romperlo. “(…) Mi padre siempre dice: ‘Eres lo que haces, no lo que dices’. Bueno, lo que ustedes hacen me hace llorar por las noches. Ustedes, adultos, dicen que nos quieren. Los desafío: por favor, hagan que vuestras acciones reflejen vuestras palabras.” • - 41 Nelson Mandela (1994) “Libre al fin” Luego de 27 años, el entonces presidente Frederik de Klerk finalmente puso en libertad a Nelson Mandela. Su lucha, sin embargo, no concluyó ese 11 de febrero de 1990, sino que marcó un hito a partir del cual las leyes del apartheid comenzaron a ser derogadas en Sudáfrica. Un año más tarde, dicho país experimentó sus primeras elecciones multirraciales, en unos comicios que se prolongaron por tres días y en los que participaron más de 20 millones de personas. Aquel 27 de abril de 1994, conocido como el Día de la Libertad, Madiba fue elegido presidente. Así, tras 342 años de dominación blanca y 46 de fuerte segregación racial, el 10 de mayo siguiente Sudáfrica asistió a la asunción de su primer presidente negro, ocasión en la que el nuevo funcionario expresó: “(…) Nuestros actos diarios como sudafricanos comunes deben producir una auténtica realidad sudafricana que reafirme la creencia de la humanidad en la justicia, refuerce su confianza en la nobleza del alma humana y dé aliento a todas nuestras esperanzas de una vida espléndida para todos. Todo esto nos lo debemos a nosotros mismos y se lo debemos a los pueblos del mundo que tan bien representados están hoy aquí. “(…) Ha llegado el momento de curar las heridas. El momento de salvar los abismos que nos dividen. Nos ha llegado el momento de construir. Al fin hemos logrado la emancipación política. Nos comprometemos a liberar a todo nuestro pueblo del persistente cautiverio de la pobreza, las privaciones, el sufrimiento, la discriminación de género así como de cualquier otra clase. Hemos logrado dar los últimos pasos hacia la libertad en relativas condiciones de paz. Nos comprometemos a construir una paz completa, justa y perdurable. Hemos triunfado en nuestro intento de implantar esperanza en el seno de millones de los nuestros. Contraemos el compromiso de construir una sociedad en la que todos los sudafricanos, tanto negros como blancos, puedan caminar con la cabeza alta, sin ningún miedo en el corazón, seguros de contar con el derecho inalienable a la dignidad humana: una nación irisada, en paz consigo misma y con el mundo (…)” • - 42 Elie Wiesel (1999) “Indiferencia no es sólo un pecado” Pero así como las heridas abiertas por el apartheid tardarían años en sanar, y aun hoy no terminan de cicatrizar, lo mismo sucede con otros conflictos de catastrófica trascendencia como el Holocausto de la Segunda Guerra Mundial. La obra del escritor húngaro de nacionalidad rumana, Eliezer Wiesel es uno de los reflejos más salientes de ello. Nacido en 1928, tras sobrevivir a los campos de concentración nazi donde estuvo confinado desde los 16 años, dedicó su vida a escribir y hablar sobre los horrores del Holocausto, con la intención de que nada igual vuelva a suceder. Como parte de esta misión, por la que fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz en 1986, en 1999 enunció “Los peligros de la indiferencia”, en un foro realizado en Washington. “Indiferencia –dijo aquel día–, no obtiene respuesta. Indiferencia no es una respuesta. La indiferencia no es el comienzo; es el final. Y, por lo tanto, indiferencia es siempre el amigo del enemigo, porque se beneficia del agresor, nunca de su víctima, cuyo dolor es magnificado cuando él o ella se sienten olvidados. El prisionero político en su celda, los niños hambrientos, los refugiados sin hogar, se sienten abandonados, no por la respuesta a su súplica, no por el alivio de su soledad, sino porque no ofrecerles una chispa de esperanza es como exiliarlos de la memoria humana. Y, al negarles su humanidad, traicionamos nuestra propia humanidad. Indiferencia, entonces, no es sólo un pecado, es un castigo. Y es una de las más importantes lecciones de la amplia gama de experimentos del bien y el mal del siglo pasado”. • - 43 Gerhard Schroeder (2005) “60 años de Auschwitz” Seis años más tarde, se cumplían 60 años del final de la Segunda Guerra y la liberación de Auschwitz, el mayor campo de concentración y exterminio que existió durante la dominación nazi. En conmemoración, el 25 de enero de 2005, el entonces canciller de Alemania, Gerhard Fritz Kurt Schröder, emitió las siguientes palabras: “(…) El mal no es una categoría científica o política. Sin embargo, después de Auschwitz, ¿quién podría dudar de su existencia, y de que se manifestó asimismo en el genocidio impulsado por el odio y llevado a cabo por el régimen nazi? Aun así, reconocer este hecho no nos permite esquivar nuestra responsabilidad arrojando la culpa sobre un demoníaco Hitler. El mal manifestado en la ideología nazi no carecía de predecesores. Había una tradición detrás del ascenso de esta brutal ideología y la pérdida de inhibición moral que le acompañaba. Sobre todo, hay que decir que la ideología nazi era algo que la población apoyaba en aquel momento y que contribuyó a que sucediera. “Ahora, 60 años después de la liberación de Auschwitz por el Ejército Rojo, yo estoy frente a ustedes como el representante de una Alemania democrática. Yo expreso mi vergüenza por las muertes de aquellos que fueron asesinados y por el hecho de que ustedes, los sobrevivientes, fueron forzados a marchar a través del infierno de un campo de concentración. “(…) del terror nazi ha emergido una certeza para todos nosotros que puede ser expresada de la mejor manera por las palabras ‘nunca más’. Queremos preservar esta certeza. Todos los alemanes, pero también todos los europeos y la comunidad internacional entera, necesitamos continuar aprendiendo a convivir entre nosotros con respeto, humanidad y en paz (…)” • - 44 Steve Jobs (2005) “Conectar los puntos” En un ámbito muy distinto, ese mismo año Steve Jobs (1955-2011), emprendedor visionario y padre de Apple, pronunció un discurso igualmente inspirador, aunque por razones diferentes. El lugar era la Universidad de Stanford; la fecha, el 12 de junio de 2005; y, la ocasión, la ceremonia de graduación de alumnos de dicha institución académica. Citado por tecnológicos y no tecnológicos por igual, “Conectar los puntos” mostró una versión distinta del Jobs que solía presentarse en los lanzamientos de su empresa, una mucho más emocional, sensible y humilde, con consejos que merecen ser leídos o escuchados en más de una ocasión. “(…) no puedes conectar los puntos hacia adelante, sólo puedes hacerlo hacia atrás. Así que tienen que confiar en que los puntos se conectarán alguna vez en el futuro. Tienes que confiar en algo, tu instinto, el destino, la vida, el karma, lo que sea. Esta forma de actuar nunca me ha dejado tirado y ha marcado la diferencia en mi vida. “(…) El trabajo va a llenar gran parte de sus vidas, y la única forma de estar realmente satisfechos es hacer lo que consideren un trabajo genial. Y la única forma de tener un trabajo genial es amar lo que hagan. Si aún no lo han encontrado, sigan buscando. No se conformen. “(…) El tiempo es limitado, así que no lo gasten viviendo la vida de otro. No se dejen atrapar por el dogma que es vivir según los resultados del pensamiento de otros. No dejen que el ruido de las opiniones de los demás ahogue su propia voz interior. Y, lo más importante, tengan el coraje de seguir a su corazón y a su intuición. De algún modo, ellos ya saben lo que tú realmente quieres ser. Todo lo demás es secundario”. • - 45 Dianne Feinstein (2006) “Es tiempo de actuar” Nacida el 22 de junio de 1933, la demócrata Dianne Goldman Berman Feinstein fue la primera mujer en ser elegida alcalde de San Francisco (1978-1988) y en servir en el Senado de California. Como parte de su labor, fue precursora al presentar proyectos de ley para combatir el cambio climático, en apoyo de los cuales, en octubre de 2006, dijo lo siguiente: “Hoy estoy aquí para discutir el calentamiento global, el mayor desafío ambiental al que se enfrenta el planeta (…) Si actuamos ahora y los mayores aumentos de temperatura se reducen a uno a dos grados centígrados para finales de este siglo, los daños – aunque importantes– serán manejables. Pero si no actúan y aumenta el calentamiento de cinco a nueve grados, a finales de este siglo los daños serán catastróficos e irreversibles. Así que debemos actuar ahora. “Cada uno de nosotros se enfrenta a una elección, una elección que tendrá repercusiones no sólo para nuestro futuro, sino para el futuro de nuestros hijos y nietos. ¿Seguimos con una actitud de negocios como de costumbre? ¿O hacemos los cambios necesarios para evitar una catástrofe? (…) Si no se hace nada, si la Tierra se calienta desde cinco hasta nueve grados, el rostro de nuestro planeta cambiará para siempre. Es por eso que debemos actuar pronto y con decisión (…) La elección es clara. Es hora de dejar de hablar y comenzar a actuar.” • - 46 Randy Pausch (2007) “La última lección” El 18 de septiembre de 2007, el profesor de ciencias de la computación, interacción hombre-máquina y diseño, Randy Pausch tenía previsto cumplir con una tradición académica llamada “última lección” en la estadounidense Universidad Carnegie Mellon. Lo que ninguno de los 400 estudiantes y colegas presentes esperaban, sin embargo, es que comenzara la alocución anunciando que había sido diagnosticado con cáncer de páncreas y que los médicos le estimaban de tres a seis meses de vida. Pero él afrontó aquella intervención, su verdadera última lección, con un humor y sentido común que hicieron que la misma se convirtiera en una lección de vida, no solo para quienes la presenciaron sino también para todo aquel que esté dispuesto a escuchar. Si bien se sometió a cirugías agresivas y a quimioterapia experimental para intentar frenar el avance de la enfermedad, el 25 de julio de 2008, menos de diez meses después de su clase final, Pausch falleció en su Chesapeake natal. A continuación, su legado, la estela de su lección inmortal. “(…) Que patético si sabes que vas a morir y que tienes que dar una última conferencia. ¿Qué les dirías a tus alumnos? Para mí hay un elefante en la habitación y el elefante es que tengo cáncer en el páncreas, que ha regresado después de quimioterapia, cirugía y radiación, y que los doctores me han dicho que no hay nada más que hacer y que tengo meses de vida. “Esta charla no es sobre la muerte, es sobre la vida y como vivirla, específicamente sobre los sueños de tu niñez y como conseguirlos (…) ¿Cuáles eran mis sueños de niño? Jugar en la liga nacional de fútbol. Es uno de los sueños que no conseguí. Y es importante hacerlo notar. Si no consigues tus sueños puedes todavía conseguir mucho intentando. Hay una expresión que amo que dice: ‘Experiencia es lo que obtienes, cuando no obtienes lo que quieres’. “(…) Mi siguiente sueño: Walt Disney Imaginering (…) Me gradué de la universidad y traté de llegar a ser parte de la gente que hace la magia. Lo que obtuve fue una amable carta de rechazo. Guardo esas cartas de rechazo todavía. Son una inspiración. Dejé que las cosas pasaran y trabajé duro y me convertí en un ingeniero junior de investigación visual en mi facultad (…) Desarrollé las habilidades que eran valiosas para Disney y tuve la oportunidad de trabajar allí (…) ¡Me tomó quince años lograrlo! Y muchos, muchos intentos. Aprendí que, cuando un muro aparece en nuestro camino, está por una razón, no es para detenernos, sino para mostrarnos cuanto queremos lograr. “(…) Si quieres conseguir tus sueños es mejor que juegues honestamente con los demás. Un consejo que es difícil de seguir. Di la verdad. Segunda cosa: cuando la ‘riegues’, discúlpate (…) Sé agradecido (…) La gratitud es una cosa muy sencilla y poderosa. Y, por último, no creo que quejarse y cuestionarse todo resuelva realmente los problemas (…) Puedes escoger que el tiempo que te quede esté lleno de energía y esfuerzo, gastarlo quejándote, o emplearlo jugando el juego duro. Posiblemente te ayude más si escoges esto (…)” • - 47 Al Gore (2007) “Tenemos un propósito. Somos muchos” Albert Arnold Gore fue el cuadragésimo quinto vicepresidente de Estados Unidos, bajo el mandato de Bill Clinton, y candidato presidencial en 2000, perdió contra el republicano George Bush. Pero, en los últimos años, este demócrata forjó su reputación por razones distintas. En 2006, protagonizó el documental ganador del premio Oscar Una verdad incómoda, que habla sobre el cambio climático, la responsabilidad que tienen las personas, gobiernos e industrias, y la necesidad de emprender un camino hacia las energías limpias. Por su contribución a la reflexión y acción mundial contra este fenómeno, al año siguiente fue galardonado no solo con el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional, sino también con el Premio Nobel de la Paz (junto al Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático, IPCC). Al recibir este último, Al Gore puso de manifiesto la urgencia de tomar acciones, en el discurso que aquí se resume: “(…) estamos enfrentando una emergencia planetaria. Una amenaza a nuestra subsistencia que está ganando siniestro y destructivo potencial mientras estamos aquí reunidos (…) Sin embargo, a pesar de un creciente número de honorables excepciones, demasiados líderes mundiales siguen siendo mejor descritos por las palabras de Winston Churchill aplicadas a quienes ignoraron la amenaza de Adolfo Hitler: ‘Continúan con extrañas paradojas, sólo deciden seguir indecisos, acuerdan seguir en desacuerdo, firmes en patinar, sólidos en la fluidez, todos poderosos en impotencia’. “(…) El futuro está tocando a nuestra puerta ahora mismo. No se equivoquen, la siguiente generación nos preguntará una de estas dos cosas: ‘¿En qué estaban pensando, por qué no actuaron?’ O, por el contrario, ‘¿cómo hicieron para encontrar el coraje moral, levantarse y resolver exitosamente una crisis que muchos decían era imposible de resolver?’ “Tenemos todo lo que necesitamos para empezar, excepto, tal vez, voluntad política. Pero la voluntad política es un recurso renovable. Así que renovémosla y digamos todos juntos: ‘Tenemos un propósito. Somos muchos. Por este propósito nos levantaremos y actuaremos’.” • - 48 Barack Obama (2008) “Sí, podemos” Un año después del discurso de Al Gore, un acontecimiento histórico ocurrió en su Estados Unidos natal. El hasta entonces senador por Illinois, demócrata Barack Hussein Obama II, se convirtió en el primer afroamericano en ser electo Presidente. Aquí, parte del emotivo discurso que pronunció ante más de 100 mil personas en el Grant Park de Chicago, tras conocerse los resultados de dicha elección en noviembre de 2008: “(…) Si todavía queda alguien por ahí que aún duda de que Estados Unidos es un lugar donde todo es posible, quien todavía se pregunta si el sueño de nuestros fundadores sigue vivo en nuestros tiempos, quien todavía cuestiona la fuerza de nuestra democracia, esta noche es su respuesta (…) Ha tardado tiempo en llegar, pero esta noche, debido a lo que hicimos en esta fecha, en estas elecciones, en este momento decisivo, el cambio ha venido a Estados Unidos. “(…) Mientras celebramos esta noche, sabemos que los retos que nos traerá el día de mañana son los mayores de nuestras vidas – dos guerras, un planeta en peligro, la peor crisis financiera desde hace un siglo (…) El camino por delante será largo. La subida será empinada. Puede que no lleguemos en un año ni en un mandato. Sin embargo, Estados Unidos nunca ha estado tan esperanzado como esta noche de que llegaremos. Les prometo que, nosotros, como pueblo, llegaremos. “(…) Allí está la verdadera genialidad de Estados Unidos: que puede cambiar. Nuestra unión se puede perfeccionar. Lo que ya hemos logrado nos da esperanza con respecto a lo que podemos y tenemos que lograr mañana. (…) Sí podemos (…) Y donde nos encontramos con escepticismo y dudas, y aquellos que nos dicen que no podemos, contestaremos con ese credo eterno que resume el espíritu de un pueblo: Sí podemos (…)” • - 49 Hillary Clinton (2010) “Caminos hacia la prosperidad en las Américas” Primera Dama de Estados Unidos desde 1993 a 2001, cuando Bill Clinton ejercía la presidencia, Hillary Diane Rodham Clinton supo crear una estela política propia. Principal rival de Obama para la candidatura presidencial demócrata, se convirtió luego en la 67ª Secretaria de Estado de su país (y por primera vez, una ex Primera Dama norteamericana formó parte de un gabinete presidencial). “Caminos hacia la prosperidad en las Américas” fue un discurso que emitió el 4 de marzo de 2010 en una reunión ministerial en San José, Costa Rica. Aquí parte de sus palabras aquel día: “(…) Me impresionan los pueblos de nuestro hemisferio. He viajado por éste durante 17 años y he conocido personas con ideas ingeniosas, una gran ética profesional y un fuerte espíritu empresarial en todas partes. He concluido que el talento es universal, pero la oportunidad no lo es. Lo único que necesitan es la posibilidad de demostrar lo que pueden hacer, que pueden competir en un ambiente empresarial que sea justo y seguro. Juntos podemos ayudar a conseguirlo. “(…) He recordado otra vez que, dondequiera que vivamos en las Américas, cualquiera que sea nuestra herencia, cualquiera que sea el idioma que hablamos, todos queremos lo mismo: la oportunidad de vivir vidas seguras y sanas, ver a nuestras familias ser productivas y avanzar hacia un futuro mejor, participar plenamente en nuestras comunidades y hacer todo lo que podamos para que estas oportunidades lleguen a otros (…)” • - 50 Papa Francisco (2013) “Recen por mí” “Recen por mí”. Las palabras parecen intrínsecamente ligadas a Francisco, el papa número 266 de la Iglesia Católica. De nombre secular Jorge Mario Bergoglio, este argentino nacido el 17 de diciembre de 1936, se convirtió en jefe del Estado de la Ciudad del Vaticano el 13 de marzo de 2013, luego de que su predecesor, Benedicto XVI, en un acontecimiento sin precedentes, renunciara a su cargo. Francisco se instauró, así, como el primer papa en muchos sentidos: el primero jesuita, el primero proveniente del hemisferio sur, el primero en provenir del continente americano, el primero hispanoamericano y el primero no europeo desde el sirio Gregorio III, fallecido en 741. Parece inmejorable, en consecuencia, culminar este repaso por la historia citando a este ilustre religioso, que, desde su llegada al Vaticano, es reconocido por su humildad, austeridad, apertura al diálogo y preocupación por los marginados. “Ustedes saben que el deber del Cónclave es dar un obispo a Roma. Parece que mis hermanos cardenales han ido a buscarlo casi al fin del mundo”, dijo, tras anunciarse su elección, ante una colmada Plaza de San Pedro. “Ahora comenzamos este camino: obispo y pueblo (…) Un camino de fraternidad, de amor, de confianza entre nosotros. Recemos siempre por nosotros: el uno por el otro”, sostuvo también, al tiempo que añadió: “Quisiera dar la bendición, pero, antes, les pido un favor. Antes de que el obispo bendiga al pueblo, les pido que ustedes recen para que el Señor me bendiga: la oración del pueblo, pidiendo la bendición para su obispo. Hagamos en silencio esta oración de ustedes por mí”. Unos meses más tarde se llevó a cabo la XXVIII edición de la Jornada Mundial de la Juventud. Realizada en Río de Janeiro, Brasil, ésta registró picos de hasta 3,7 millones de participantes, que peregrinaron hasta allí para ser parte de la celebración junto al Sumo Pontífice. En dicho marco, el 25 de julio, Francisco tuvo un encuentro con jóvenes de su país natal, Argentina, a quienes les dijo: “(…) quiero lío en las diócesis, quiero que salgan, quiero que la Iglesia salga a la calle, quiero que nos defendamos de todo lo que sea mundanidad, de lo que sea instalación, de lo que sea comodidad, de lo que sea clericalismo, de lo que sea estar encerrados en nosotros mismos (…) los jóvenes tienen que salir, tienen que hacerse valer, tienen que salir a luchar por los valores (…) les pido de corazón a los ancianos, no claudiquen en ser la reserva cultural de nuestro pueblo que transmite la justicia, la historia, los valores, la memoria. Y, ustedes, por favor, no se metan contra los viejos, déjenlos hablar, escúchenlos (…) “Entonces, hagan lío, cuiden los extremos del pueblo, que son los ancianos y los jóvenes, no se dejen excluir y no excluyan a los ancianos, y no licúen la fe en Jesucristo (…) Gracias por acercarse, gracias por rezar por mí. Se los pido de corazón, necesito, necesito de la oración de ustedes, necesito mucho. Gracias por eso (…) Pero no se olviden: hagan lío, cuiden los dos extremos de la vida, los dos extremos de la historia de los pueblos que son los ancianos y los jóvenes, y no licúen la fe.” • Dumont, Catherine 50 Discursos Inspiradores : qué dijeron y porqué quienes cambiaron el mundo . - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Music Brokers, 2015. E-Book. ISBN 9789877440317 1era. edición Cooltura Diseño de portada: Federico Dell’Albani / Music Brokers Art Dept. Diseño de interior: Ana Paula Giunta / Music Brokers Art Dept. No se permite la reproducción total o parcial, el almacenamiento, el alquiler, la transición o la transformación de este libro, en cualquier forma o por cualquier medio, sea electrónico o mecánico, mediante fotocopias, digitalización u otros métodos, sin el permiso previo y escrito del editor.