Subido por Ruben Mejuto

Fantoche-16

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16
AÑO XVII • Nº 16
FEDERACIÓN
ESPAÑA
El pequeño conejo blanco, Teatro de la Luna. Colección Muséo Taller de Títeres. ©Foto L. Fernando de Julián
JOSÉ RUSSO
Ramón del Valle
TRADICIÓN
Y VANGUARDIA
Luis Zornoza Boy
EL MUSÉU
L. Fernando de Julián
VENTRÍLOCUAS
ESPAÑOLAS
Adolfo Ayuso
PUPPETPLAYS
Didier Plassard
DRAMATURGIA
DEL ABISMO
Julio Fernández
CONSERVACIÓN
Y RESTAURACIÓN
Raquel Racionero
Francisco J. Cornejo
FRONTERAS
Luisa Aguilar
L. Fernando de Julián
FANTOCHE
AÑO 2022 - NÚMERO 16
PYKA, el corazón en el eclipse,
de Cinemasticado.
Fotografía de Mercedes Moralejo.
8
10
20
GASTÓN
José Pedreira
JOSÉ RUSSO. EL ARTISTA APACIBLE
Ramón del Valle
TRADICIÓN Y VANGUARDIA
EN EL TEATRO DE TÍTERES
Luis Zornoza
34
EL MUSÉU
EL TALLER DE TÍTERES
10 AÑOS, UN MUNDO
L. Fernando de Julián
COORDINADOR:
Joaquín Hernández
CONSEJO DE REDACCIÓN:
Adolfo Ayuso
Jesús Caballero
Francisco J. Cornejo
Eulalia Domingo
Joaquín Hernández
L. Fernando de Julián
Ramón del Valle
TRADUCCIÓN:
David Fariza
Sandrine Carvalho
Adolfo Ayuso
COLABORADORES:
José Pedreira
José Russo
Luis Zornoza
Didier Plassard
Julio Fernández
Raquel Racionero
Irene González
Luisa Aguilar
REDACCIÓN:
fantoche@unima.es
EDITA: UNIMA. Federación España
DEPOSITO LEGAL:
CU-0504-2006
ISSN: 1886-9289
DISEÑO:
Jesús Caballero
48
ROSY BARÓN, MARI CARMEN Y OTRAS
VENTRÍLOCUAS.
PARA UNA HISTORIA DE LA VENTRILOQUÍA
EN ESPAÑA (2)
Adolfo Ayuso
74
¿ESCRIBIR PARA LAS MARIONETAS?
UNA PRESENTACIÓN DEL PROYECTO
EUROPEO PUPPETPLAYS
Didier Plassard
82
HACIA UNA DRAMATURGIA DEL ABISMO EN EL TEATRO DE OBJETOS
Julio Fernández
90
REFLEXIONES SOBRE LA CONSERVACIÓN Y RESTAURACIÓN EN EL TEATRO DE TÍTERES.
Raquel Racionero
Francisco J. Cornejo
104 FRONTERAS
Luisa Aguilar
L. Fernando de Julián
PORTADA: El pequeño conejo
blanco, Teatro de la Luna.
Colección Muséu Taller de
Títeres.
IN memorian de Juan Manuel
Recover y Jose A. Sánchez
©Foto L. Fernando de Julián
Printed in Spain
Edición 700 ejemplares
Más información: www. unima.es
fantoche@unima.es
Suscripciones y números atrasados:
Secretaría Técnica de UNIMA
C/ Sagasta, 12 - 28004 Madrid
Tlf: 910810361
UNIMA no se hace responsable de las opiniones vertidas en los artículos por sus
autores, ni del origen de las fotografías facilitadas por estos.
HÉROES Y VILLANOS
NO A LA GUERRA
Ahora que Ucrania está siendo devastada por una terrible guerra que
provoca destrucción, muerte, sufrimiento y éxodo masivo de su población, es necesario proclamar que el arte de la marioneta siempre
ha trabajado para favorecer la paz y la comprensión mutua entre los
pueblos cualquiera que sea su origen, raza, diversidad cultural y convicciones políticas o religiosas.
UNIMA Internacional nació en Praga en 1928, en una atmósfera de
amistad y solidaridad que ni siquiera pudo romper la II Guerra Mundial, porque siguieron organizándose encuentros titiriteros clandestinos para mantener vivos los contactos. Tampoco en la guerra fría se
perdió ese carácter humanista y amistoso de UNIMA, que para superar la política de bloques, aplicó la paridad de cargos entre el este y el
oeste en sus órganos de decisión y se esforzó en ser un foro neutral
facilitando el compañerismo y acercamiento entre naciones. Es por
ello que se puede afirmar rotundamente que UNIMA participa, a su
manera, en la diplomacia cultural.
Es difícil escribir este editorial abstrayéndose del horror de una guerra que, como todas, la sufren especialmente los niños y niñas, destinatarios principales también del arte titiritero. No se puede explicar
a los pequeños el sufrimiento que le provocan las guerras, sólo cabe
atenuarlo acogiéndolos en su huida del horror y arrancándoles una
sonrisa con el buen hacer de nuestro oficio.
Las obras de títeres de tradición popular, nos muestran historias donde héroes y villanos se confrontan, en una tensión sin fin entre el bien
y el mal, para transmitir a los niños y niñas mensajes aleccionadores,
pero también tranquilizadores porque su temor -si lo hubiera- se diluye por tratarse de una ficción y sentirse amparados en el núcleo familiar que los acompaña para ver el espectáculo. Los títeres imitan la
realidad para caricaturizarla, aunque a veces esa realidad supere con
creces a la ficción por muy cruel que ésta se haya pergeñado. Sólo en
las fábulas ocurre que el valiente David derrota al malvado Goliat y en
la ficción titiritera la justicia siempre triunfa, por eso se jalea y festeja
el momento del escarmiento al villano a golpe de cachiporra.
Héroes y villanos son la cara y la cruz de la misma moneda: la condición humana.
En el teatro de títeres tradicional el héroe se articula como personaje
principal de la trama, teniendo como contrapunto al villano con el
que resuelve sus controversias a estacazos. El títere-héroe es un luchador justiciero que rige sus actos por valores elevados y le planta
cara al miedo. A veces no se caracteriza en un títere concreto sino en
un colectivo: un pueblo oprimido o grupo de personajes de rasgos
comunes. El títere-villano muestra habitualmente apariencia humana: persigue siempre un propósito, justifica la necesidad de sus actos y tiene seguidores y lacayos que nunca lo verán como malvado.
Cuando al villano, excepcionalmente, se le deshumaniza queda caracterizado de ogro. A veces incluso, en algunos espectáculos, aparece el mismo diablo como personificación absoluta del mal.
No siempre el héroe y el villano se representan en dos personajes antagónicos y diferenciados, a veces confluye en un mismo títere una
dualidad humana muy común: nadie es radicalmente malo o bueno;
muchas personas tienen trazas de ambos atributos. Eso ocurre también con nuestro Don Cristóbal, heredero del Pulcinella italiano y del
Polichinelle francés, un personaje egoísta y pendenciero, pero también mal encarado con los poderosos. Un títere de cachiporra que
ha sido el personaje principal de muchas obras titiriteras españolas
y que, con el paso del tiempo, ha ido perdiendo el aire libertario y
liberador que tanta fama le otorgó entre los campesinos andaluces.
Es fácil identificar en la cruenta y desigual guerra de Ucrania que el
héroe es un pueblo invadido que resiste y el villano el autócrata Putin y todos los dirigentes que pudiendo haber evitado la guerra no
lo hicieron, pero resulta poco conveniente y apetecible adaptar esa
realidad al mundo de las marionetas. En tiempos de horror el títere
debe huir de la crónica negra y del trazo grueso para centrarse en dar
mensajes solidarios y esperanzadores. Paz y esperanza para el pueblo
ucraniano. NO A LA GUERRA.
Ramón del Valle Vela
Consejo de Redacción de Fantoche
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Payaso asesino, 1988, EE. UU. Colección Muséu Taller de Títeres. Foto Fernando de Julián.
GASTÓN
—Ya ves cómo te ves, Gastón, por tu mala cabeza. ¿En qué estarás pensando?
—Yo no pienso nada; solo poso para un cuadro y mientras tanto, sueño y callo.
—Será un cuadro de Historia, de esos que cuentan horrores. Pareces aquel San
Lamberto maño, que anduvo unas cuantas leguas con su cabeza en la mano.
—Ésta que aquí sostengo de maño es, mía no, aunque también.
—No me vengas con enigmas y cuéntame cuál es tu historia.
—Una cosa rara.
—Cuenta, cuenta.
—De Jaca vengo, de cortarle la cabeza al obispo para hacer con ella el badajo de la
campana de Huesca.
—No es verdad.
—La verdad en estos casos suele estar donde menos se la espera, pues el arte solo es
cierto cuando quiere ser mentira, mientras la realidad es tan solo una ilusión que
pretende ser verídica.
—Vaya un galimatías; y qué desperdicio el tuyo, que tengas doble cabeza y ninguna
sea la buena. ¿De qué te sirven?, di. ¿No sería mejor que tuvieras solo una?
—Quizá ninguna, pues según dice mi maestro, es bueno no tener cabeza.
—No sé yo qué maestro será ese.
—Nieva.
—¿A las puertas del verano?
—Por aquí suele pasar, por eso nuestro patrón se llama San Juan Mocoso y se celebra
con un fandango asombroso y una jota de tinieblas que bailan los más ardientes
desde su infame jamás. Tinieblas de Egipto, no vayas a pensar.
—Ya, algo tengo oído sobre extrañas fiestas y bárbaras costumbres que se estilan por
aquí. España sagrada, España en conserva.
—Si yo te contara podría empezar y no acabar, pero eso será otro día porque ahora
necesito reposar de tanto posar y tanto hablar. Siento palpitaciones y mareos, y
estoy necesitando con urgencia encerrarme en mi biblioteca a leer.
—Adiós entonces, Gastón, nos veremos otro día; pero escucha: no te arrincones tanto
a cavilar y sal un rato de tu apoteosis a tomar un poco de vapor o acabarás peor
de lo que estás.
—Vale.
Texto: José Pedreira
Fotografía: L. Fernando de Julián
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De Casado del Alisal (1832-1886) a Francisco Nieva (1924-2016)
JOSÉ RUSSO
EL ARTISTA APACIBLE
Ramón del Valle Vela
Traducción:
David Fariza Miralles
Sandrine Carvalho Da Costa
Conocí a José Russo en el año 2003. Fui invitado a la BIME (Bienal Internacional
de Marionetas de Évora) que por entonces él ya dirigía con mucho acierto. Me
generó José, desde el principio, una total confianza porque es muy afectuoso en
las distancias cortas y te observa atento con una mirada limpia. Como buen conversador, practica una escucha sosegada que hace que su interlocutor se sienta
una persona importante, bien atendida.
José es el Director del CENDREV (Centro Dramático de Évora) que tiene su sede en
el Teatro García de Resende. El CENDREV es mucho más que una compañía residente con una dilatada trayectoria de 47 años, es fundamentalmente un centro
de actividad teatral integral con una clara vocación de servicio público y motor
de la cultura local que se irradia a toda la región. En su laboratorio se han formado muchos profesionales de las artes escénicas portugueses. El centro es responsable también de la recuperación de los Bonecos de Santo Aleixo (marionetas
tradicionales del Alentejo) y sede de la mencionada BIME.
La BIME de Évora, que comenzó su andadura en el año 1987, es uno de los más
prestigiosos festivales de teatro de títeres del panorama internacional, no sólo
por la calidad de su programación, también por la calidez y cercanía de sus anfitriones que te hacen sentir entre amigos; por la belleza de una ciudad pequeña,
Patrimonio de la Humanidad, que permite recorrer caminando los distintos escenarios; por la implicación de la Universidad y de todos los ciudadanos eborenses con su festival. Todas estas fortalezas propician un gran ambiente festivo
titiritero que posibilita una estrecha y fructifera convivencia entre las compañías
participantes en la bienal.
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Foto Carolina Lecoq
P - “Portugal, tan cerca, tan lejos”, fue el eslogan que se acuñó tras la Revolución de los
Claveles por la prensa española, frase que
evidenciaba que el ejército español, frente
al portugués, estaba muy alejado de querer
derrocar al dictador Franco, y que también
señalaba el alejamiento e ignorancia que teníamos los españoles del país vecino, pese a
la proximidad y estrechos vínculos históricos
¿Sigue teniendo validez este eslogan?
R - No de la misma manera, porque las realidades de ambos países se han alterado
muchísimo. Derribamos las dictaduras e
instauramos la democracia, la libertad abrió
nuevos caminos, ha promovido un mayor
conocimiento y relación entre los pueblos
ibéricos. Es lo que ha ocurrido en mi opinión,
aunque el peso de aquel momento histórico
continúe determinando algunos comportamientos.
P - ¿Quién pone más interés y dedicación en
pro de la hermandad hispano-lusa, los españoles o los portugusés?
R - No tengo respuesta para eso, ni creo que
eso sea muy importante. Lo que puedo decir
es que siempre que me encontré con compañeros españoles en las diferentes regiones de
ese gran país, tuve la sensación de que, tanto
yo como mis interlocutores, valoramos mucho esos encuentros y el intercambio que, en
general, ellos hicieron posible. Diría que para
construir relaciones es necesario promover
el encuentro, proceder de forma contraria a
las dictaduras que nos obligaban a vivir de
espaldas los unos a los otros. En Portugal
había un refrán que decía “de Espanha nem
bom vento nem bom casamento” (de España ni buen viento ni buen casamiento). Hoy
todo eso queda lejos, si bien es importante,
a veces, no olvidarse de esas voluntades del
pasado.
P - A esa finalidad de encuentro obedece la
creación del Circuito Ibérico de las Artes Escénicas en el que viene participando el CENDREV ¿Cómo funciona este circuito?
R - Éste es un buen ejemplo del esfuerzo que
se está haciendo para concretar marcos de
relación y trabajo entre artistas de los dos
países. Es una iniciativa de un conjunto de
gentes del teatro que, a través de sus compañías y de los espacios que tienen la responsabilidad de gestionar, han asegurado que
los espectáculos de cada colectivo giren por
los teatros de los demás. Ésta sería una forma
segura de potenciar el desarrollo de las relaciones, a través de la creación de nuevos proyectos en coproducción, reuniendo núcleos
Bonecos de Santo Aleixo, Foto Paulo Nuno Silva
de españoles y portugueses en una misma
producción. Claro que nos gustaría tener
mejores condiciones para ir más lejos en esas
relaciones; por ejemplo, ya hemos proyectado unos encuentros que podrían realizarse
de forma alterna en las ciudades que tienen
una universidad, donde podríamos garantizar
la presencia de todas las compañías con sus
respectivos espectáculos, tal vez durante una
semana, y de esta forma poder reunir a dramaturgos y otros trabajadores del teatro para
conversar sobre lo que hacemos, cómo lo hacemos y ayudarnos a diseñar mejor el camino
que tenemos por delante. Aquí tenemos que
decir que necesitamos la ayuda de las diferentes administraciones para dar visibilidad a lo
que queremos continuar haciendo, porque
pensamos que es una buena manera de aproximarnos, de hacernos más fuertes en este
mundo globalizado.
P - El CENDREV, en colaboración con el IITM
- Instituto Internacional del Teatro del Mediterráneo de José Monleón, creó en el año
2003 el llamado “Encuentro de Teatro Ibérico”
sobre dramaturgias contemporáneas ¿Qué
balance haces de estos encuentros?
R - Fue un tiempo muy útil para todos nosotros que seguramente contribuyó para un
conocimiento mutuo de las dramaturgias
ibéricas mucho más profundo. Los encuentros de Évora se realizaron a continuación de
los realizados en Valldigna [Tabernes de Valldigna], organizados por el Instituto del Teatro del Mediterráneo. Tuve el gran placer de
encontrarme con José Monleón varias veces,
un hombre de gran cultura y profundamente
determinado, que ayudó mucho al proceso de
aproximación de estas dos realidades tan cercanas pero, durante demasiadas décadas, tan
alejadas por la voluntad de los regímenes totalitarios que nos gobernaron. El trabajo que
continuamos haciendo con nuestros amigos
del otro lado de la península es, naturalmente,
una continuación del que diseñamos con José
Monleón, a pesar de que, en algunos momentos, nos falte el marco que él consiguió.
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Teatro García de Resende
P - También APCEN, Asociación Portuguesa
de Escenografía, ha organizado en el Festival
de Teatro Clásico de Almagro 2021 unas primeras jornadas, llamadas “Diálogos Ibéricos”,
en torno al teatro del Siglo de Oro y barroco,
en las que habéis intervenido, entre otros, tú
y Jesús Caballero de La Máquina Real ¿Qué
utilidad tienen estos intercambios?
R - Creo que estos encuentros son siempre
de gran utilidad, desde luego para quien
participa en ellos, y eso es algo que no se
debe desvalorizar porque, en general, de
estos encuentros surgen muchas veces
otros proyectos que hacen que las personas
se sigan reuniendo y trabajando juntas.
El problema es que estos encuentros no
tienen la visibilidad pública que deberían
tener. Yo creo que si la comunicación social
diese cuenta de esos esfuerzos que vamos
realizando y de los resultados que allí se
obtienen, todo sería mucho más fácil y
también habría más gente promoviendo las
relaciones ibéricas en estas áreas artísticas.
En este caso, debemos valorar el papel del
Festival de Teatro Clásico de Almagro y de la
recién creada APCEN (Asociación portuguesa
de escenografía) en la organización de estas
primeras jornadas.
P - En el CENDREV tenéis una especial predilección por la dramaturgia de Gil Vicente,
pero también hacéis montajes de otros clásicos portugueses y españoles.
R - Aprendí a disfrutar de Gil Vicente y
de muchos otros autores en la compañía
donde hice mi formación como profesional
del teatro. Aprendí a respetar los textos de
los autores porque siempre dimos valor
al teatro de repertorio. Trabajar en una
compañía que llegó a hacer en un año
cinco o seis montajes nuevos, manteniendo
en cartera espectáculos durante dos y
más años, es una experiencia de la mayor
importancia para un joven actor, porque
nos permite construir relaciones con el
trabajo que sólo es posible con un gran
Don Quijote y Sancho Panza discutiendo cómo responder ante el rebaño de ovejas en ¡Quijóteres! (2013).
Ñaque, de piojos y actores, de José Sanchis Sinisterra
Foto Paulo Nuno Silva
colectivo teatral y esa ha sido la gran ventaja
del CENDREV. Cuando es así, resulta más
fácil construir itinerarios y hacer diferentes
abordajes de la dramaturgia vicentina,
visitar el Siglo de Oro español con Calderón
o Lope y sacar a escena a Shakespeare,
Chéjov, Goldoni y también Brecht, Abel
Neves y Sanchis Sinisterra… sólo por hacer
un breve acercamiento de las dramaturgias
que hicimos y queremos seguir haciendo,
mientras tengamos condiciones para ello.
Nos gusta trabajar textos de grandes autores
porque ahí encontramos grandes desafíos
artísticos y, en muchos casos, nos sirve para
tratar temáticas totalmente oportunas en
los días que vivimos.
P - Me llamó mucho la atencion, cuando estuve en la BIME 2003, cómo se inauguró el
festival: una comitiva de titiriteros, precedida
de una fanfarria, fue recorriendo la ciudad haciendo paradas ante las diferentes instituciones de Évora. Con el reclamo de los tambores,
salían las autoridades a saludar, se les daba
la bienvenida al festival y se unían luego a la
comitiva. Este pasacalles tan singular y festivo
me pareció una forma muy acertada de implicar a todas las autoridades y ciudadanos con
la BIME ¿Se sigue haciéndo del mismo modo?
R - Sí, ésta es la forma que elegimos para
hacer la apertura del evento, exactamente
porque queremos que sea la ciudad la que
asuma la realización de la BIME ya que
los espectáculos, en los días de la Bienal,
ocupan los espacios que diariamente las
personas habitan: avenidas, plazas, calles,
jardines, mercados y también el Teatro
Municipal y algunos espacios más como los
de la universidad y algunos colectivos de la
ciudad. La participación de las autoridades
locales es muy importante, pero es más
importante aún ver a los niños y adultos que
se unen para acoger la apertura de la BIME,
ese público que participa en las cerca de
sesenta representaciones que se suceden
durante la semana de la Bienal, en la primera
semana de junio de los años impares del
calendario. En cada edición hay novedades
que surgen de forma natural de los
participantes que, en algunos casos, ya traen
algún trabajo pensado para ese momento.
Ya que hablamos de la apertura, y aunque
la BIME sean los espectáculos que la visitan
cada dos años, tenemos que hacer referencia
también a su clausura porque después de
la última representación, que se realiza el
domingo, el público llena la plaza frente al
Teatro García de Resende para participar de
15 minutos de fuegos artificiales, con piezas
que iluminan la noche en forma de ciclistas,
aserradores y molinetes que encandilan a
pequeños y grandes y quedan en la memoria
hasta la próxima edición de la fiesta de las
marionetas en la Ciudad Patrimonio de la
Humanidad.
puntos de vista con los marionetistas que
participan con su trabajo en la programación
del evento. Esta relación ha garantizado además la edición de los libros que condensan
las tesis presentadas en las discusiones realizadas en los seminarios, así como la publicación de los textos del repertorio nacional
recogido y otros estudios sobre Bonecos de
Santo Aleixo.
P - La BIME siempre ha gozado de buena salud artística pero ¿goza actualmente de buena salud económica?... ¿Se ha superado la
crisis que en 2011 llevo al CENDREV al borde
del cierre?
R - Ésa es una cuestión importante en la
medida en que, desde la primera edición
de la BIME en 1987, hemos buscado con
diferentes responsables políticos encontrar la
mejor forma de garantizar su financiamiento
y hasta hoy, después de 15 ediciones del
evento, aún no ha sido posible establecer
la responsabilidad del Ministerio de Cultura
en esta materia, a pesar de que hayamos
conseguido la regularidad de financiación
por parte del gobierno de la ciudad que, no
siendo suficiente, corresponde al 50% de los
P - ¿Qué implicación tiene la Universidad de
Évora con la BIME?
R - La relación que hemos estado buscando
con la Universidad de Évora ha sido importante, en la medida en que ha garantizado la
organización de los Seminarios Internacionales que traen a debate temas importantes
para la vida de las marionetas, con la participación de especialistas de diferentes lugares
del mundo que, durante los días de la Bienal,
tienen también la ocasión de confrontar sus
Embarcaçao do inferno de Gil Vicente
Foto Eduardo Pinto
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costes de la actividad. Esta circunstancia ya
llevó a cancelar cuatro ediciones de la BIME,
dos en su arranque y más recientemente en
2015 y 2017 -periodo en que no conseguimos
organizarla- retomando su regularidad en
2019 con la 14ª edición y en 2021 con la 15ª
y última. La próxima edición de la Bienal
está ahora integrada en una candidatura
de programación cultural que presentamos
a finales de 2021 a la Dirección General de
las Artes, cuya decisión esperamos en los
próximos días. Consideramos que la vida
de este evento es de la mayor importancia
para la ciudad y para la región y ha sido un
sobresalto continuo, pero nunca desistimos
en exigir la asunción de responsabilidades a
los organismos públicos. Lo que reclamamos
está, desde la Revolución del 25 de Abril,
plasmado en nuestra Constitución de la
República.
P - Los grandes eventos culturales, con frecuencia, se ven obligados a justificar que el
dinero público invertido en ellos retorna con
valor añadido a la sociedad. Dado el gran
valor patrimonial de Évora, potenciar que la
BIME sea, además de un gran evento cultural,
un reclamo turístico de primer orden ¿puede
garantizar mejor su continuidad?
R - No tengo una respuesta fácil para esa
cuestión. Lo que hemos verificado es que,
pasados todos estos años realizando la BIME,
aún no está constatado eso, es decir; hasta
ahora los apoyos que hemos tenido, en dos
o tres ediciones, por parte de la Entidad
Regional de Turismo del Alentejo no han sido
más que el pago de un anuncio del evento
en la televisión, el cual no podía sobrepasar
unos costes establecidos previamente. Creo
que esto da buena cuenta del valor que
se da a un evento que, en una ciudad de
50.000 habitantes, moviliza a más de 15.000
espectadores, muchos de ellos oriundos de
diferentes puntos del país y, cada vez más,
del extranjero, particularmente de España.
La conclusión que tenemos que sacar de
esto es que no hemos obtenido la atención
y el empeño de quien decide cómo se
distribuyen los medios necesarios.
P - Los Bonecos de Santo Aleixo, que vosotros ayudásteis a recuperar, tienen un valor etnográfico y cuasi arqueológico ¿Han
encontrado finalmente acomodo en algún
centro o museo?
R - Sí, es verdad que somos los guardianes de
este magnífico patrimonio de nuestra cultura
popular que son los Bonecos de Santo Aleixo,
que llevamos trabajando con ellos desde
hace 40 años y que los hemos mostrado en
innumerables lugares alrededor del mundo.
También es verdad que son estos Bonecos
los responsables de que, en 1987, surgiera la
Bienal Internacional de Marionetas de Évora
(BIME) y que, por todo esto, queremos instalar
en la Ciudad Patrimonio Mundial una “Casa
dos Bonecos” donde pudiésemos guardar los
setenta muñecos, los escenarios, el retablo
que recibimos del Maestro, las réplicas
que se han ido haciendo y todo el material
asociado, los saberes que a lo largo de estos
años hemos ido aprendiendo, las memorias
de muchas generaciones que testimoniaron
y testimonian las vivencias de estas figuras
de palo. En suma, una casa que pueda ser un
centro europeo de la marioneta y que pueda
acoger a los alumnos de las escuelas, a los
investigadores o a los visitantes curiosos y,
al mismo tiempo, un lugar donde se pueda
crear una nueva “familia” que pueda trabajar
con ellos los próximos 40 años. Creo ser muy
claro en lo que pedimos, pero la verdad es
que hasta ahora no lo conseguimos. Todavía
no vamos a desistir.
P - En Évora, una ciudad mediana, estáis establecidas tres compañías de títeres: Los Bonecos de Santo Aleixo, Trulé de Manuel Dias,
y Era Uma Vez de la familia Alegría ¿Cómo es
vuestra relación, hay espacio para todos?
R - El concejo de Évora, el más poblado de la
región, pasó de 56.596 en 2011 a 53.568 en
2021. Es un territorio en el que las relaciones
de proximidad son naturalmente constantes,
nos conocemos casi todos los unos a los
otros, lo que puede tener cosas malas pero,
sin duda, tiene cosas buenas y esas son las
que orientan nuestras vidas diariamente.
Creo que lo más importante es que cada uno
cumpla su papel en la sociedad, porque hay
trabajo para todos. Nosotros nos quejamos
habitualmente de no poder llegar a todos
lados y comprobamos que hay lugares en
la región donde muy raramente se realizan
actividades que tengan que ver con la
cultura, y claro que muchas veces es por
manifiesta incultura de los gobernantes,
pero sabemos también que el mensaje
que transmite diariamente la televisión no
ayuda nada y que el movimiento asociativo
ha perdido mucho brillo. Como se puede
imaginar, queda mucho trabajo por hacer y
lo cierto es que los que hacen alguna cosa
siempre serán pocos para lo mucho que
queda por hacerse.
P - ¿Goza de vitalidad el titere tradicional
portugués o está siendo relegado por las llamadas “vanguardias”?
Bonecos de Santo Aleixo, Foto Paulo Nuno Silva
R - Los movimientos modernos, muchas veces, buscan cuestionar determinadas realidades. En mi opinión, eso ocurre simplemente
porque cuando no tenemos caminos definidos tenemos que circular en muchos sentidos,
pero quiero creer que eso, con el tiempo, se
irá disipando. Hay gente que piensa que son
geniales y capaces de hacer algo que nadie
ha hecho, yo creo que mi obligación es añadir
algo a lo que otros ya hicieron antes que yo, y
los Bonecos de Santo Aleixo, títeres tradicionales portugueses, son un excelente ejemplo
de ello, por su vitalidad en cada espectáculo
que realizamos, por la inmensa capacidad comunicativa que siguen demostrando ya sea
en una aldea del Alentejo, en Lisboa o en Pekín, donde esa capacidad supera incluso la barrera del lenguaje. Mucho más se podría decir
sobre este tema, pero la experiencia que tenemos, el privilegio de vivir, demuestra tras cada
espectáculo que hacemos que, estos títeres,
que se presentan en un retablo de madera
con decorados de cartón e iluminados con
lámparas de aceite, sorprenden y encandilan
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esencialmente en eso, en la obligación de que los Estados cumplan un
servicio publico en la cultura, de la
misma forma que debe ocurrir con
la educación y la salud. El dinero no
puede ser lo único que determine
lo que cada uno puede tener o no
tener, porque cada uno de nosotros pagamos impuestos y si no los
pagamos somos penalizados. Por
tanto, en un estado de derecho los
gobernantes también tienen que
cumplir sus obligaciones y respetar
las leyes fundamentales que enmarcan a sus gobiernos. Ésta es, fundamentalmente, la política que sigo.
P - ¿Cómo ha resistido el teatro portugués la crisis económica y la pandemia?
Foto Carolina Lecoq
al público siempre que son representados y
por eso, continuaré haciendo este camino.
P - Eres un hombre de gran implicación política y no ocultas tu ideología ¿Te ha perjudicado esa significación política?
R - Sí, claro que sí. Como siempre ha ocurrido
a lo largo de los años, en Portugal antes de la
Revolución de Abril los textos que queríamos
trabajar eran censurados y en muchos casos
eran directamente prohibidos, por lo tanto
pretendían que hiciésemos lo que ellos querían, pero eso es algo que en seguida aprendimos a no hacer. Quien tiene una interpretación de los acontecimientos sólo puede
actuar de acuerdo a su conciencia y hay valores como la libertad y la democracia que
son necesarios defender en todo momento,
de ahí que mi actividad política se centre
R - Resistimos muy mal, aquí en Portugal estos tiempos también han
penalizado mucho a esta área de
actividad que fue de las primeras
en cerrar, o ver reducida su financiación, y que será una de las últimas
en retomar su actividad. Una vez más, serán
necesarios varios años para volver a tener las
condiciones que teníamos antes de la crisis
que, dicho sea de paso, aún estaban lejos de
lo que sería necesario. Cuando hablamos de
estas cosas siempre me gusta recordar una
recomendación del Consejo Europeo de
1986 en el que se recomendaba a los estados europeos caminar hacia la atribución a
la cultura de un 1% de los Presupuestos del
Estado. En Portugal aún estamos por debajo
del 0,3%. No sé como está en España pero,
bajo mi punto de vista, esta es una cuestión
capital.
El CENDREV tiene su sede en el Teatro García de
Resende una joya arquitectónica que fue construida entre los años 1881 a 1890 por el impulso de diversas asociaciones eborenses. A principios de la década de los 70 su ruina y declive le
llevó a ser un depósito de basura. Fue la Revolu-
ción de los Claveles de 1974 la que recuperó este
espacio emblemático para las artes escénicas y
como reactivo para la vida cultural de la ciudad.
algunas en áreas artísticas, que aunque tenían
características muy diferentes, acabaron por
llenar ese vacío.
P - Que fuera la Revolución del 25 Abril la que
recuperara el Teatro García de Resende imprime un especial carácter y significado al impulso cultural que se generó después.
P - Háblame de la Revista Adágio que también
editaba el CENDREV.
R - Sí, la existencia de este equipamiento
cultural en la ciudad fue determinante para la
instalación de una compañía profesional de
teatro que, de inmediato, añadió al proyecto
de creación y representación de espectáculos,
una Escuela de Formación de Actores que
rápidamente comenzó a formar gente para dar
forma al gran proyecto creado a través de la
instalación de este colectivo artístico en Évora.
La descentralización cultural en el país creó
un conjunto de nuevas realidades artísticas
profesionales en muchas otras ciudades del
país, algo similar a lo que se había realizado
en Francia durante la década de los sesenta
con tan buenos resultados. Naturalmente
fueron años excitantes, propios de un periodo
revolucionario, pero la verdad es que todo
lo dicho anteriormente no hubiera sucedido
si este camino no se hubiese iniciado en ese
momento.
P - Uno de los pilares fundamentales del CENDREV ha sido la formación. Cuando visité Évora
me alojé en un piso con actores que estudiaban becados en la escuela del Centro ¿Por qué
dejó de impartirse esta formación?
R - El proyecto de formación sufrió los
condicionantes que resultaron de la
desinversión que se fue produciendo en la
formación de larga duración por parte del
Fondo Social Europeo que, a partir de cierto
momento, ya sólo financiaba formaciones de
corta duración. Además de esta dificultad, la
propia compañía también vio disminuir sus
apoyos, lo que limitó la capacidad de respuesta
de un equipo que, al mismo tiempo, cada
vez estaba más reducido. Mientras tanto,
la Universidad de Évora abrió formaciones,
R - La revista Adágio fue una marca importante
dentro del proyecto, que editamos entre 1990
y 2007 con la publicación de 43 números
que acompañaron la vida de la compañía
y registraron las reflexiones que íbamos
produciendo sobre el teatro y las condiciones
necesarias para su desarrollo. En las páginas
de Adágio podemos encontrar un significativo
conjunto de artículos de autores portugueses
y extranjeros sobre los más diversos temas
de la vida del Teatro. Hubiera sido importante
su continuidad pero fue necesario optar y
decidimos incidir en la práctica artística y su
relación con el público.
P - Tú eres actor, titiritero, director de escena.
Diriges además el CENDREV ¿En cuál de estas
facetas te sientes más cómodo?
R - Claramente en mi función como actor,
porque ahí es donde ocurre esa cosa
maravillosa que es vestir la piel del personaje,
para contar una historia al público que, cada
día, es diferente.
P - La dirección del CENDREV conlleva abundantes dosis de un papeleo siempre desagradable para los artistas.
R - Yo soy también un hombre político, tal vez
por eso soy muy racional y consigo poner cada
cosa en su lugar, pero lo que más me gusta es
hacer “payasadas”.
P - Todavía te queda mucho que aportar a la
escena portuguesa pero ¿has contemplado alguna vez tu retirada de la primera línea?
R - No es algo que me preocupe, pero soy
muy consciente de que no somos eternos y
también creo que la mejor forma de retirarnos
es ir implicando a otros en esas tareas.
19
EN EL TEATRO DE TÍTERES
Dedico estas palabras a Miguel Ordóñez, mi primer maestro.
Luis Zornoza Boy
luiszboy@gmail.com
“… jugábamos a ser el primer Adán
que dio nombre a las cosas.
…buscábamos (lo recuerdo aún) las palabras
de la luna, de la muerte, de la mañana
y de los otros hábitos del hombre.
Fuimos el imagismo, el cubismo,
los conventículos y sectas
que las crédulas universidades veneran.”
Jorge Luis Borges, Elogio de la sombra (1969)
La pareja de hecho “tradición y vanguardia” sigue de moda, aparece
en los titulares de los periódicos; El Roscón de Reyes, tradición y
vanguardia. En España, durante casi un siglo, este dúo se asocia
como una letanía a la Generación del 27; Gerardo Diego, tradición y
vanguardia.
Con el crecimiento del consumo y la publicidad, en la segunda
parte del siglo XX, al bollo no le basta con ser sabroso, al sujetador
con realzar el pecho o a los títeres con provocar la risa y la fantasía,
todos ellos se venden como tradición y vanguardia. Los productos
industriales se aplican a sí mismos el “tradición y vanguardia” que se
usaba para los artistas.
La cultura popular de la risa, de donde crecen tradiciones del teatro
de títeres, se ha opuesto a la seriedad de la cultura oficial con una
visión diferente a la Iglesia y al Estado.
En lo cómico no hay dogmatismo, ni misticismo, ni propaganda, ni
piedad, ni pedagogía, hay parodia del poder y del clero. Desde los
años 80, en España, el poder político casi tiene el monopolio de
contratación decidiendo el tipo de teatro de títeres que se ajusta
a sus criterios. Los festivales, las entrevistas, las revistas gremiales,
los centros y las programaciones de
títeres mencionan tradición y vanguardia
constantemente, pero es inusual el debate
y las opiniones sobre los cambios estéticos
en el teatro de títeres actual dependiente
del mundo político. Tampoco se evalúa
mucho la eficacia del Estado en España para
potenciar el teatro de títeres de excelencia
que continúe con lo más sublime de las
tradiciones y muestre a los mejores artistas
internacionales que experimentan en el
teatro de animación.
El mantra tradición y vanguardia sirve como
publicidad. Es un discurso que ayuda a las
subvenciones presentando a los títeres
como una actividad artística, subversivos
y rupturistas dentro de un orden o una
nostalgia, pero también es una cortina de
humo sobre la realidad.
La tradición
TS Elliot en su ensayo sobre poesía, La
tradición y el talento individual (1919),
escribe que la tradición podría ser una
“cómoda referencia a la apaciguante ciencia
de la arqueología… Si la única forma de
tradición consistiera en seguir los caminos
de la generación inmediata anterior a la
nuestra, con una ciega o tímida adhesión a
21
Teatrito en el mar
"En la imagen Luis
Zornoza Boy "
Teatrito con títeres
"Cuando había una relación
directa entre titiritero y público, sin mediar el Estado, sobrevivían los mas hábiles para
provocar la risa.. Hoy se puede
dar una selección negativa".
Imagen:
teatrito
de
Punchinelis, Siesta Teatro /
Foto de Enrique Escorza.
sus logros, la tradición debería sin duda desalentarse. La tradición no
puede heredarse, y quien la quiera, habrá de obtenerla con un gran
esfuerzo… Un sentido histórico que conlleva una percepción no solo
de lo pasado del pasado, sino de su presencia; asimismo empuja a
un hombre a escribir no meramente con su propia generación en
la médula de los huesos, sino con el sentimiento de que toda la
literatura europea desde Homero… tiene una existencia simultánea.
Este sentido histórico de lo atemporal y de lo temporal reunidos, es
lo que hace tradicional a un escritor y más agudamente consciente
de su propia contemporaneidad… Su significado es la apreciación
de su relación con los poetas y artistas muertos… El orden existente
está completo antes de la llegada de la obra nueva, el todo del orden
existente debe alterarse.”
Si aplicamos el pensamiento de Elliot al teatro de títeres reciente,
¿qué queda de interés de los que copiaron a la generación inmediata
anterior: Disney, luego Henson y ahora a Figurina, Gioco Vita o
Hugo e Inés? ¿Han sido productos heredados sin un gran esfuerzo,
tradiciones que no han alterado el orden existente? ¿Dónde comienza
la tradición, el sentido histórico de lo atemporal y lo temporal en el
teatro de títeres? La importancia del origen es diferenciar lo original
de lo novedoso.
Podríamos fantasear que se origina en el arte paleolítico, antes de
la invención de la escritura, antes de Homero. Si casi todo el teatro
de títeres es la representación de la figura animada teatralmente, es
en las grutas de los cromañones donde están las primeras pinturas
que conocemos; figuras bellísimas de caballos, bisontes, humanos
cazando y renos que pertenecen al presente. No son ornamentos
ni decoraciones, entienden el mundo. Serán la visión del teatro
de títeres simbólico, dicho con palabras de Goethe en Fausto; El
nacimiento y la tumba / Un mar eterno /Un movimiento sucesivo. /
Una vida ardiente.
Tras estas figuras fundiendo ocre y piedra y a través de miles de años
de pintura y escultura se han dado casos magistrales que con la
figuración han seguido iluminando nuestra existencia. Paralelamente
a la imagen, la palabra ha modelado a la humanidad en la literatura
admirable. Imágenes y palabras que junto a la música forman una
tradición clásica. ¿Qué influencia tiene esta tradición clásica en el
teatro de títeres actual? El genérico “títeres” es inexacto, la tradición
clásica o popular solo fluye en obras específicas y no en géneros.
Los textos clásicos, Calderón, Cervantes, Shakespeare o Valle Inclán
son minoritarios en las representaciones de títeres y cuando se
escenifican a veces muestran la desconexión del teatro de animación
con la tradición clásica.
Cuando las palabras clásicas han sido representadas usando figuras,
con conocimiento y habilidad, como Pepe Otal en el Apocalipsis
según San Juan, Joao Paolo Cardoso con Miseria, Aldebarán en La
Rosa de Papel de Valle Inclán, Olivier y Miguel en El Avaro de Moliere,
o Jaime Santos en El Licenciado Vidriera de Cervantes, dejan una
huella en la memoria.
Los personajes, las estructuras, las visiones del mundo tan fascinantes
de estos escritores clásicos son difíciles de ver hoy en el teatro de
títeres en España. Un teatro que en pocos años se ha distanciado
de los maestros, del oficio, de la obra, de buscar la excelencia, de
las representaciones populares y clásicas de la figura, aplicando los
sistemas de producción para el consumo que con dinero le marca el
mundo político.
Desconozco con qué frecuencia se evalúan las obras de títeres según
las enseñanzas de los grandes maestros como Veermer, Rembrant o
Giacometti.
Los maestros titiriteros recientes; Harry Tozer, Francisco Peralta,
Vergés o Pepe Otal nos mostraban su relación perfeccionista (pura o
impura) con el proceso. Ellos mismos concretaban el fluir de todos los
maestros muertos, de Veermer que no lograba alimentar a sus once
hijos con sus escasos y diminutos cuadros y resistió las presiones para
pintar más deprisa y más grande. De Rembrant, que llegó a la escasez
en su madurez artística cuando rechazó retratar a burgueses más
interesados en dar imagen de opulencia que en la pintura.
¿Hay un canon, una caña, una vara de medir los espectáculos, formada
por el entendimiento de los grandes maestros escultores, pintores,
literatos y compositores, una medida que incluya las tradiciones
populares de la risa?
Las experiencias de lo que se llama tradición y vanguardia nos
podrían dar elementos con los que construir el canon, también los
textos académicos, las críticas en los periódicos cultos y los debates
23
para la dirección artística de la gestión cultural. Pero los artículos
académicos internacionales, sobre titiriteros españoles en activo,
son inusuales y la crítica educada no escribe sobre la generalidad
del teatro de títere. La Dirección Artística del Estado es más débil
que en otros países europeos, fruto de nuestras tradiciones políticas.
Ya Pérez Galdós describía a los políticos españoles como manadas
de hombres que no aspiran más que a pastar del presupuesto, que
carecen de ideales y que no harán más que burocracia pura, estéril
trabajo de recomendaciones.
Los estudios sobre títeres con intención de promocionar el gremio
carecen de una visión independiente y crítica. El tema tradición y
vanguardia se considera laudatorio, aparece constante, cultura de
masas es un tema tabú.
Para compensar, en España, hay una generosidad enorme dando
premios desde los festivales de títeres y las instituciones.
La pareja “Tradición y vanguardia” expresó la disconformidad de
algún intelectual con la práctica de un período. Se buscaron salidas
hacia lo popular o experimentando. Durante los años veinte, en
España, ponen las bases de las vanguardias Rivas Cherif y Valle
Inclán que critican el teatro de la época como mercantilista. Valle,
de manera excelente, experimenta con los mitos clásicos como Don
Juan, Otelo y Ulises inspirado en el títere popular. ¿Qué escribiría
Ramón del Valle ahora, en un paisaje construido de nuevos teatros
abandonados o sin las mínimas condiciones para representar,
gestores públicos elegidos no por méritos sino por familiaridad,
escasa dirección artística y en la programación, parafraseando a
Groucho Marx: la parte contratante de la primera parte, puede ser la
parte contratada en la segunda parte, presentándonos lo que hace
negocio y no la excelencia?
Un trozo fundamental de la tradición de largo recorrido del teatro
de títeres está en la cultura popular de la risa. Para Mijail Bajtin, en su
ensayo La cultura popular en la Edad Media y el Renacimiento (1941), el
carnaval era una liberación transitoria, la abolición provisional de las
relaciones jerárquicas, reglas y tabúes.
La risa en la fiesta popular escarnece a los burladores, por ejemplo, El
infante Juan Manuel escribe en 1335 lo que ahora llamamos El Traje
del emperador y se ríe de los mandamases. Los ritos religiosos se
parodiaban tanto por los eclesiásticos como por el vulgo. El clérigo
Pierre Corbeil en la Fiesta del Asno, que evocaba la huída de María
con Jesús, a modo de bendición rebuznaba tres veces y los fieles en
vez de amén repetían Hi-ha. Los más exquisitos textos paródicos son
de un cura, Erasmo de Rotterdam; en El elogio de la pobreza, se ríe
de los discursos eclesiales y en El elogio de la locura, parodia el caos
que organiza la gente de orden.
Todavía podemos ver el dialogo popular con los textos canónicos,
por ejemplo, en Los Bonecos de Santo Aleixo, donde se representa
el Génesis con pequeñas marionetas primitivas de olivo y corcho.
Cuando Dios crea a Adán y a Eva, figurados ambos como títeres
25
Franco con Jamón
"La dictadura abusa de los
títeres para su propaganda.
Un teatro libertario que se
había reído de los poderes
pasa a ser propagandista del
régimen".
tallados desnudos, el títere de Adán al verla, corre tras ella, vibrando
emocionado y grita: Qué ricas mamiñas… (Qué tetas tan ricas).
Para Bajhtin la cultura popular de la risa se basa en imágenes del
cuerpo, la bebida, el banquete y la vida sexual. Lo cósmico, lo social
y lo corporal están ligados de forma alegre, el cuerpo se abre al
mundo a través de sus orificios; la boca, los ojos, los genitales, los
senos y la nariz y a través de actos como el coito, el embarazo, el
parto, la agonía, la comida y la bebida.
En esta descripción están los sonidos, movimientos y temática del
títere popular tradicional y grotesco. El vocablo grotesco viene de
grotta (gruta), surge en el siglo XV cuando se descubren en Roma
las Termas de Tito y su pintura ornamental con representaciones
fantásticas de vegetales, animales y humanos que se mezclaban
entre sí formando nuevas criaturas.
Reconocemos la tradición grotesca en Punch; se acentúa su boca,
tripa, y ojos, la nariz es fálica, se besa con Judy y hay un parto.
Los sonidos están derivados del orgasmo y de los estertores de la
muerte, comen salchichas y se baila. El público participa oralmente
y es preguntado por los eventos que se representan. Punch, contra
la represión del poder, siempre reacciona divirtiendo, como cuando
el títere que representa a la autoridad dice: Punch, are you ready to
suffer? Y Punch contesta: Yes, i am ready to supper. (Punch: ¿estás
preparado para sufrir? Punch: sí, estoy preparado para cenar). Las
batallas de Punch con el policía, el demonio o la muerte son festivas,
Oveja con corona
"La parodia del poder es
un tema tabú. La tradición
grotesca ha sido truncada es
casi inexistente en el teatro
de títeres actual"
Imagen del Traje del
Emperador - Siesta Teatro
al igual que las de Don Quijote cuando pelea
con odres de vino y la sangre derramada es
un banquete de abundancia. La represión, la
tentación y la muerte son temas para la risa.
Actualmente predomina la visión creada
por el Romanticismo que entiende lo
grotesco como exageración. El carnaval
como de salón y no el de plaza, la creación
del lenguaje es del gran artista, el escritor,
y no de todos. La máscara esconde, no
transforma. El personaje del demonio
encarna el espanto, antes en la cultura de
la risa los diablos provocaban la diversión,
subvirtiendo el miedo que daban cuando se
les mencionaba desde el púlpito.
En el año 1987 vi en Londres a Percy Press
representar Punch and Judy. Cuando salía
el títere del demonio éste preguntaba al
público: ¿Quién soy…? A lo que el público respondía: El Diablooo.
El títere del demonio replicaba: No soy Margaret Thatcher, soy el
demonio. El chascarrillo provocaba la risa. En el año 2012 comencé
a montar unos guiñoles al estilo Inglés y en el verano del 2017 hice
una gira por nueve pueblos grandes de Andalucía. En el teatrito, el
títere del demonio preguntaba: ¿Quién soy…? Ante el griterío, el
personaje respondía: No soy Susana Díez, soy el demonio. En siete de
las funciones me llamaron al orden los organizadores.
La parodia del poder es un tema tabú. La tradición grotesca ha sido
truncada, es casi inexistente en el teatro español de títeres actual.
Los políticos españoles fomentan con el teatro de títeres su imagen
populista y los despachos para familiares. Se prefieren los valores, las
propagandas pedagógicas y sus modas efímeras; el empoderamiento,
el nacionalismo, el fomento del turismo, la ecología, la propaganda
del leer y los títeres que no provoquen un pensamiento, que no sean
de risa o polémicos.
La visión romántica, que infravalora la cultura popular de la risa, ha
tenido sus pequeñas manifestaciones en España. En los años ochenta
Sebastía Vergés era un maestro de la Titella, había heredado una
manipulación hipnótica y unas obras pulidísimas, si hubiera sido
japonés le habrían nombrado “tesoro viviente”. En este país tuvo que
pintar sus títeres de diablos con pintura verde y presentarlos como
marcianitos para poder entrar en los nuevos circuitos dominados
por las instrucciones pedagógicas. Los títeres tradicionales de risa
con personajes mitológicos solo tienen cabida en los museos y en
los festivales de teatro de títeres, donde sirven para que el público
se lo pase bien y además demostrar que los títeres son tradición y
vanguardia.
En la Plaza de Birrambla en Granada por muchos años se celebraron
durante las fiestas del Corpus representaciones de guiñoles populares,
que los nativos llaman Chacolines. Con los nuevos ayuntamientos
democráticos, en 1979, estas funciones fueron suspendidas.
La programación de teatro de títeres sustituía la tradición por
espectáculos con nuevos aires, a veces aires de nuevos ricos, que
desde el poder los llamaban modernos, incluso a las más tibias
copias, pasadas de moda, calificaban de vanguardias. Casi medio
siglo más tarde de su suspensión los Chacolines son una experiencia
memorable que mucha gente recuerda con cariño.
En los años cuarenta, la dictadura abusa de los títeres de cachiporra
para su propaganda con obras como Periquín contra el monstruo de
la democracia. Un teatro libertario que se había reído de los poderes
pasa a ser propagandista del régimen. En los teatritos de guiñol las
figuras estrafalarias de la autoridad y de la religión desaparecen, el
demonio se sustituye por la bruja, que recibe sus palos por heterodoxa.
En el siglo XVII, Cervantes en el Licenciado Vidriera (1613) escribe:
“De los titereros decía que era gente vagabunda y que trataba con
indecencia de las cosas divinas, porque con las figuras que mostraban
en sus retablos volvían la devoción en risa…decía que se maravillaba
de cómo quien podía no les ponía perpetuo silencio en sus retablos, o
los desterraba del reino.” No sé si en el siglo XXI Cervantes describiría
así a los titiriteros.
Desde la segunda parte del siglo XVIII, el grotesco es relegado a la
categoría de comicidad vulgar, desaparece del entendimiento del
grotesco la profundidad de la tradición y la cosmología de la risa
popular.
Jovellanos escribe en Memoria para el arreglo de la policía de
espectáculos (1786); “Acaso deberían desaparecer… los títeres y
matachines,… las linternas mágicas y totilimundis y otras invenciones.
Porque, ¿de qué serviría que en el teatro se oigan solo ejemplos
y documentos de virtud y honestidad si entre tanto levantando su
púlpito en medio de una plaza, predica Don Cristobal de Polichinela
su lúbrica doctrina a un pueblo entero que con la boca abierta oye sus
indecentes groserías? Mas si pareciese duro privar al pueblo de estos
entretenimientos, que por baratos y sencillos son peculiarmente
suyos púrguense a lo menos de cuanto pueda dañarle y abatirle. La
religión y la política claman a una por esta reforma”
Los titiriteros con sus groserías sobrevivieron el siglo XIX y la primera
parte del XX en las plazas por baratos y sencillos, con un pueblo que
los seguía con la boca abierta. La reforma triunfante desde la religión y
la política contra el teatro popular de Polichinelas consiguió purgarlos
de lo dañino (reírse de los poderosos), desde los años ochenta los
presupuestos del Estado pagan a los titiriteros y la purga ha sido
definitiva.
Los académicos han ignorado a las compañías de títeres que
provocaban la risa por las plazas. No conozco ensayos globales que
detallen la actividad de los títeres populares en España de los últimos
250 años, a diferencia por ejemplo de Inglaterra donde en los trabajos
de Jhon Maccormick podemos leer con gran precisión sobre sus títeres
27
de siglos anteriores y sus estéticas. En la España oficial se publicitan
y se exhiben poetas o pintores famosos que tuvieron relación con los
títeres, sobre todo los más fáciles para consumir.
Excepciones en España a esta mentalidad y que han estudiado el
títere popular por su importancia lingüística o su vivencia catártica
las encontramos en Rafael Sánchez Ferlosio y en Toni Rumbau.
En el libro El teatro popular de títeres de guante (2020), Rumbau se
distancia de la concepción aristotélica de catarsis, como purificación
en la tragedia, para meterse en el rito de la comedia, que a través
del títere libera emociones escondidas con una gran energía. El títere
popular representa un arquetipo que desmonta los corsés de las
reglas: “la vitalidad libertaria”.
La catarsis para Rumbau debe ir acompañada del “oficio” que forma
la conciencia, el dominio de la técnica y el uso de instrumentos
como la lengüeta. Sin oficio naufragará la representación y no habrá
trance. Escribe Rumbau que al poner ideología se calla la voz del
títere, visceral y radical, sustituida por mensajes donde no habrá ni
catarsis ni buen teatro. Tampoco funcionará como pedagogía, según
Rumbau hacerlo mata al personaje, lo vacía de vitalidad arquetípica.
Carácter y destino, el texto del discurso de Rafael Sánchez Ferlosio
para recibir el premio Cervantes 2004, son las palabras más
interesantes que he leído sobre teatro de títeres.
Ferlosio nos dice de su experiencia en el año 59, con su hija, en una
representación de guiñoles en el parque del Retiro, sorprendido de
cómo ella que nunca había visto teatro y con la obra ya empezada se
reía a cada paso o frase, como una unidad que se bastaba a sí misma
sin un contexto del que tomase significación, con autosuficiencia
del puro decir en sí. Para Ferlosio eran personajes de manifestación,
en aquella pieza de reír el argumento no era más que un soporte pre
textual destinado a dar pie para que los personajes se manifestaran.
Personajes de manifestación como los del tebeo, los payasos de circo,
Charlot, los distintos repartos de marionetas italianas o francesas,
con nombres permanentes y Don quijote y Sancho. Estos personajes
de manifestación, para Ferlosio, lo eran también de carácter, como
opuestos a personajes de destino.
En las obras de títeres, ahora, es usual un argumento de peso,
unas veces porque lo necesita el texto y otras son reflejo de la
debilidad del títere como instrumento. Francisco Porras, también
desde el teatrito del Retiro, provocó la risa y la catarsis, sin grandes
argumentos y con títeres sencillos, porque conocía bien el placer de
la estética popular.
Cuando había una relación directa entre titiritero y público, sin
mediar el Estado, sobrevivían los más hábiles para provocar la risa
y los que eran capaces, a través de sus figuras, de fascinar con una
visión del mundo. La taquilla, la gorra, la fiesta local los mantenía.
Hoy se puede dar la selección negativa en los mejores, siendo estos,
los más educados en las tradiciones y los capaces de experimentar
sin entrar en modas o propagandas del poder.
En el siglo XIX oficial, burgués, hay una comicidad satírica o una risa
trivial, pero solo el tono serio es de rigor, la risa ocupa un género
menor.
La tradición primitiva, medieval, grotesca, simbólica o clásica cambió
con el comienzo de la burguesía en el Renacimiento, desarrollando
la individualidad de los personajes surgieron los Punchinelas. Con la
Revolución Francesa la cosmología desaparece y entra la racionalidad
y la lucha de clases, Guiñol es limitadamente humano.
Tras la Revolución Francesa el Estado ha intervenido en las Artes para
que hubiera menos magisterio y más Ministerio. El teatro de títeres
hasta fechas recientes se escapó por marginal. Cuando su temática
ha sido lo ridículo ha realizado cosas grandes y cuando ha sido
presentado con pompa, a veces, ha sido aire.
Dirigiendo La Odisea para una compañía de danza clásica en India,
me llamó la atención que la primera actividad del día de ensayo era
poner una vela a la foto del maestro muerto y que antes de bailar
besaban el suelo y susurraban; madre tierra perdóname porque te
voy a patalear.
¿Son los maestros titiriteros cosa del pasado en España?
La industrialización hunde la cultura popular y crea la cultura de
masas. Dwight Macdonald, en Cultura de masas (1962), opina que
en los dos últimos siglos Occidente ha tenido dos culturas; la alta
cultura y la cultura de masas. La revolución industrial produjo las
masas sacándolas de sus comunidades agrarias. Hasta entonces
hubo alta cultura y cultura popular, esta última creció desde abajo de
forma autónoma. Para Macdonald la cultura de masas está fabricada
por negociantes, es un reflejo vulgarizado de la cultura, una parodia,
lo que sentimentalidad es al sentimiento. No es arte fallido porqué
no es arte, solo ofrece a su público distracción fácil de asimilar, no
hay ni una catarsis emocional, ni una experiencia estética porque
ambas requieren esfuerzo. Escribe Macdonald que la cultura de
masas es buena analizando el negocio para que llegue al espectro
más amplio, y que si se le reprocha la baja calidad de sus productos
responde: Esto es lo que el público quiere.
Para Macdonald el Arte es una expresión de sentimientos, ideas,
gustos y visiones que se crean y se reciben como personas. La cultura
de masas produce para la masa, que no es creativa, siendo su gusto
es el menos sensible y el más ignorante.
Del hundimiento de la cultura popular en nuestra península
sobreviven, como restos de un naufragio, los Punchinelas; Sebastía
Vergés manipulando magistralmente la Titella en las obras pasadas
de generación en generación. Eugenio Navarro creció con Punch
and Judy y funde éste con la Titella consiguiendo unas rutinas de
simplicidad maravillosa. Sara Henriques, que toma de su maestro
a D. Roberto y sin querer añade a estos fantoches una elegancia
desconocida. Francisco Motta que escapa de la uniformidad del D.
Roberto actual. Con oficio Sonia Zubiaga en Castilla, Pelegrín en
Aragón, Eduald Ferré, Arnau Colom y Nestor Navarro en Cataluña.
29
A contracorriente Viravolta ejecuta Toribio de Mañón y Al Balcón,
distanciándose de formulas fáciles de tradición e incorporando
elementos del melodrama o de la revista picante. Borja Insua
representa Barriga Verde con una energía extraordinaria y una
irreverencia brutal, única, a los poderosos. Insua incorpora con gran
oido el habla de la calle, por ejemplo cuando el legionario intenta
tener relaciones carnales con su novia ésta le dice: “¿Pero me llevarás
a Tenerife?”.
A Francia se mudó Paz Tatay, consiguiendo una gran fluidez en sus
representaciones. A Italia marchó Salva Puche, de vuelta en España
ha montado la obra Bandidos con un texto esplendido de Giggio
Brunello. Xesco Cuadras, con un libreto del siglo XIX sobre un mosén
que corre tras las beatas, hace teatro de títeres popular sobre el teatro
de títeres popular.
La mayoría de estos titiriteros se han dado cita, en casi un cuarto de
siglo, en el Parque de las Marionetas de Zaragoza. El público allí se
ha educado para disfrutar este teatro, para gritar y reír, para vivir la
catarsis.
Nos han visitado frecuentemente Anton Anderlé, Rod Burnet,
Salvatore Gatto, Bruno Leone, Los Chonchon, Diego Stirman, Bonecos
de Santo Aleixo, Armando Morales, Luca Ronga, Irene Vecchia y tantos
otros. Nosotros somos ellos.
Emanuel Swedenborg en el libro Del Cielo y del Infierno (1758)
predica que es necesario el placer estético, para tras la muerte, tener
conversaciones con los arcángeles. De ser así, en el Cielo, estarán
charlando los que han visto los espectáculos de títeres de Kemeny
Henrik.
La vanguardia
Usar un término militar de ataque, vanguardia, para referirse al
desarrollo artístico es comenzar pegándose un tiro en el pie. Se le
atribuye a Saint-Simone ser el primero en usar Vanguardia con este
significado. En su libro Opiniones literarias, filosóficas e industriales
(1825) dice: ” Los artistas serviremos como una vanguardia… cuando
deseemos extender las ideas sobre los hombres las pondremos en
mármol o en un lienzo,… verdaderamente una función sacerdotal “
Con la negación de los fundamentos para la existencia de Dios, a fines
del XVIII, se declara la Modernidad, y el Arte quiere ser una religión
sin Dios, comienzan las vanguardias. Felix Pyat en 1834 escribía “El
Arte es casi una forma de oración, una nueva religión que llega justo
cuando los dioses se marchan”. Friederich en Alemania evoluciona
hacia la abstracción en pintura, en sus vaporosos paisajes los árboles
forman templos. Son las lechugas sacralizadas de Baudelaire.
Militarismo, clericalismo y propaganda pedagógica eran los
valores para la vanguardia, la cultura popular de la risa continuaba
tomándolos a broma. En un pecio Rafael Sanchez Ferlosio escribe que
los guiñoles tienen al demonio y a la muerte pero no tienen a Dios.
El concepto Vanguardia tras un largo ocaso recibe la puntilla con
el Arte Pop, que sustituye la seriedad por la ironía. El entierro de la
Vanguardia sucede con el posmodernismo que considera Vanguardia
como una exageración adanísta. Desde entonces se usa vanguardia
como un recurso en publicidad.
En la primera parte del siglo XX, el binomio Vanguardia y tradición,
estaba vinculado a dos movimientos políticos; fascismo y comunismo,
ambos en la oposición elogiaban la tradición y la vanguardia. En el
poder destruyeron a los mejores artistas, también en el teatro de
títeres y pervirtieron el lenguaje popular para usarlo al servicio de
la propaganda.
Ernesto Giménez Caballero predicaba el fascismo español con
vanguardismos de sainete y una tradición de cartón piedra. No
debiera mencionar aquí, por demasiado conocido, el aforismo de
Eugenio Dors, “Todo lo que no es tradición es plagio”, pero si otro que
resultó acertado: “En España lo más revolucionario es el buen gusto“.
Dors, Jefe Nacional de Bellas Artes en el nuevo régimen franquista,
fue testigo de cómo un gobierno reaccionario producía cultura de
mal gusto.
En España, saliendo de ese régimen, entre 1975 y 1984, había
festivales de teatro de títeres que presentaban lo más extraordinario
con un acento en lo internacional. Pasa el tiempo y se tiende a la
autarquía. Los más interesantes espectáculos de experimentación,
por ejemplo los de la generación de Iris Meinhard en Alemania, no
se conocen en nuestro país y las autoridades culturales, que son los
que los que con fondos públicos pagan los festivales, por ignorancia,
falta de dirección artística o desinterés no hacen nada.
Clemente Greenberg, el crítico de arte que probablemente más ha
repicado sobre avantgarde, teoriza en Vanguardia y Kitch (1939) que
desde la Revolución Industrial coexisten ambas prácticas. El Kitch
pre cocina el arte para el espectador y le evita el esfuerzo, le da un
atajo en los placeres del arte que son necesariamente difíciles en el
arte genuino.
Para Greenberg la cultura de vanguardia era una conciencia superior
de la historia. “En el pasado la actividad creativa mermaba hasta
reducirse a un virtuosismo en los pequeños detalles de la forma,
decidiéndose todos los problemas importantes por el precedente
de los viejos maestros”.
La Celestina, El Lazarillo, Las pinturas en las cuevas de Lascaux, El
Goya tardío o los de títeres de Yang Feng no son actividades creativas
mermadas. En Lascaux imágenes superpuestas de caballos y toros
han sido pintadas en la misma pared durante miles de años, no por
una mano pero por muchas generaciones, solo así han conseguido
expresar: “el nacimiento y la tumba, un mar eterno.”
Vanguardia artística como rapidez en el cambio, individualismo y
salvación, son la combinación de la producción capitalista con el
monoteísmo.
La representación de Yang Feng me dejó maravillado por lo preciso de
la ejecución, que mana del talento, el estudio y la admiración por su
31
Títere y mano con manzana
" Usar un término militar
de ataque, vanguardia, para
referirse al desarrollo artístico
es comenzar pegándose un
tiro en el pie"
Imagen: títere en
Blancanieves - Siesta Teatro
maestro. El texto de Greenberg no funciona como una regla general.
En 1939, mismo año que la famosa frase de Greenberg, Stravinski
daba nueve conferencias en Harvard, bajo el título Poética musical,
que reflexionan sobre la creación artística. A través de ellas entiendo
la contemporaneidad del trabajo de Yang Feng.
Stravinski dijo: “Se me ha hecho revolucionario a pesar mío, ¿por qué
cargar el diccionario de las bellas artes con este término retumbante
que designa en su más habitual acepción, un estado de perturbación
y violencia, cuando hay tantas palabras más apropiadas para designar
la originalidad? Para ser francos, me vería en un apuro si quisiera
citar a ustedes un solo hecho que, en la historia del arte, pueda ser
calificado de revolucionario….El arte es constructivo por esencia. La
cualidad de revolucionario se atribuye a los artistas con una intención
laudatoria…La exageración gratuita pervierte todas las cosas, lo cual
explica que este gusto pase rápidamente, sin transición, de las mas
insensatas complicaciones a las trivialidades mas chabacanas.
El arte, en su exacta significación, es una manera de hacer obras según
ciertos métodos obtenidos, sea por aprendizaje o por invención….
El hombre moderno está en camino de perder el conocimiento de
los valores…rebajar la música a aplicaciones serviles y vulgarizarla
acomodándola a las exigencias de un utilitarismo elemental.
El verdadero creador se conoce en que encuentra siempre
alrededor, en las cosas más comunes y humildes, elementos dignos
de ser notados….No tiene necesidad de correr a la búsqueda del
descubrimiento, porque lo tiene siempre al alcance de la mano. El
menor accidente le retiene y dirige su operación. Pero el accidente
no se crea: se le observa para inspirarse.
La tradición es cosa distinta del hábito,… puesto que el hábito es,
por definición, una adquisición inconsciente que tiende a convertirse
en una actitud maquinal, mientras que la tradición resulta de una
aceptación consciente y deliberada. Lejos de involucrar la repetición
de lo pasado, la tradición supone la realidad de lo que dura.
Antes se iba a la ópera para divertirse escuchando obras de música
fácil. Poco después se volvió para bostezar… Así, de la música
considerada como un goce puramente sensual, se pasó sin transición
a las oscuras insipideces del arte-religión, con su hojalatería heroica,
con su arsenal místico y guerrero y su vocabulario teñido de una
religiosidad falsificada.
En el fondo, el snob no es sino una especie de pompier, un pompier
de la vanguardia.
La demagogia invasora tiende a hacer del Estado un mecenas
anónimo y tontamente igualador.
El secreto de la perfección reside, ante todo, en la conciencia de la
ley que una obra impone a quien la ejecuta. Esta sumisión exige una
flexibilidad que a su vez requiere la maestría técnica, el sentido de la
tradición, y por encima de todo, una cultura aristocrática que no es
fácil de adquirir.”
No querría terminar esta charla sin nombrar la importancia de la
palabra noche en Tradición y vanguardia. La noche como un lugar
para la transmutación. Así lo ilustra el caso de Doña Rosa Aguilar
que se acostó Excelentísima Señora Ministra o Consejera de Cultura
del anterior gobierno andaluz y, tras estar sumergida en los sueños,
despertó no en la tradición en la forma de un escarabajo, sino que lo
hizo en la vanguardia, como Excelentísima Señora Directora General
de la Policía Andaluza.
Luis Zornoza Boy
Nace en Madrid, estudia derecho hasta que los títeres se cruzan en su
camino.
A finales de los 70 funda la Deliciosa Royala con Manuel Román y Antonio Aragón, se enrola con el Circo Internacional de los Salvini, luego la
compañía Rocambole.
Se traslada a Dinamarca y luego a Inglaterra donde cursa una licenciatura en Bellas Artes en la Universidad del Este de Londres. Dirigie durante
18 años el Norwich Puppet Theatre, único teatro público de títeres estable de Gran Bretaña, por donde pasan Etcétera, Jordi Bertrán, Lacónica Lacónica, Tabula Rasa, María Parrato... También la holandesa René
Baker que crea con Zornoza varios espectáculos que giran por Europa.
Dirige durante 10 años, con Vihera Omena, en el teatro de títeres de
Helsinki. Colabora asiduamente, durante 8 años, con la compañía Taptoe de Bélgica dirigiendo Frankenstein y Scrooge. También con Baobab
de Suiza, La Baldufa de España, Darpana Dance de la India.
En 2010 decide regresar España y con su compañía, Siesta Teatro,
se inicia en los espectáculos unipersonales: El traje del emperador y
Punchinelis.
33
MUSÉU
EL TALLER DE TÍTERES
10 AÑOS, UN MUNDO
"El arte, y en general toda práctica creativa que se considere libre,
se vale de la fantasía para su hacer inspirado en el mundo
pero que en algo modifica el mundo o propone otro mundo"
El entusiasmo. REMEDIOS ZAFRA
Texto y Fotografías: L. Fernando de Julián
fdejuliang@gmail.com
Han pasado doce números desde que escribiese el reportaje “El títere y su
reflejo. Colección de Joaquín Hernández” https://www.unima.es/fantoche-numero-5/ cuando aún hablábamos de “colección” y el proyecto en ciernes de
un museo dedicado al arte del títere y la marioneta estaba a punto de inaugurarse en los primeros meses del año dos mil doce. Hoy vuelvo a Asturias, a
Pola de Siero, cargado de nuevo con mi cámara fotográfica. Parece inevitable
que cualquier celebración de perdurabilidad en el tiempo vaya acompañada
de una revisión/evaluación de lo vivido, es decir, de lo que se ha aportado y
la transformación que se ha experimentado. Es por eso que, antes de sumergirme en la crónica, el análisis, el marco teórico y tal vez la conclusión que
me esperan después de ordenar toda la información que he compartido con
Joaquín mientras fotografiaba sus títeres y marionetas, he querido arrancar
encabezando este reportaje con unas palabras de Remedios Zafra que, como
veremos más adelante, apuntan a lo que realmente queda: proponer otro
mundo.
35
Juul. Cia. Ultramarinos de Lucas. Obra Juul, ¿qué te ha pasado?, 1998.
Obra Turandot a princesa de xeo.
Teatro de marionetas Trécola. 2013.
Huevona De Osuna. Personaje de Gomaespuma, serie emitida en
Telecinco. 1994. Constructor: Deliciosa Royala.
Menina. Constructor: Ramón Cortés. Hacia 1986.
Trasgu. Constructor: Joaquín Hernández. 2003.
Para entender la idiosincrasia del Muséu El Taller de títeres es
necesario empezar deteniéndose en lo obvio. El Museo no está
situado en una gran ciudad donde la oferta cultural, lejos de
enriquecerse mutuamente, parece competir por lograr atraer y
secuestrar el flujo de espectadores-visitantes-consumidores. El
enclave del Muséu El Taller es el entorno natural y rural, realidad
con la que ha entrado en comunión y se ha hecho partícipe desde
su construcción utilizando materiales ecológicos y criterios de
eficiencia energética, algo que hace una década no estaba entre las
capacidades de quienes construyen espacios y que obligó a Joaquín
Hernández a formarse y ser formador, a dirigir y a estar a pie de
obra, para que toda la construcción cumpliese escrupulosamente
este criterio. Como decía, su enclave es parte obvia de su identidad
ya que detrás de ella se esconde una idea de entender la realidad
y relacionarse con ella que se proyecta en sus ritmos (horarios de
atención y tiempo dedicado a las visitas guiadas), el tipo de visitante
(que llega buscando conscientemente y no de rebote por haberse
tropezado con un cartel luminoso enorme que le vende el último y
más exclusivo producto cultural), y en cierta medida, también hay que
señalarlo, cierta tensión entre el gozo y la invisibilidad que conllevan
un entorno rural, pero que sin duda tienen una argumentación que,
en palabras de Joaquín, está muy por encima de cualquier vicisitud
que plantee el camino escogido: “la cultura no debe ser patrimonio
exclusivo de las ciudades”.
Recojo aquí, para ilustrar lo planteado, algunas preguntas que realicé
a Joaquín Hernández.
P-¿Qué tipo de visitantes vienen al Muséu El Taller de títeres?
R- Hay tres grupos de visitantes. 1- Alumnos de centros educativos. 2Familias que a lo largo de todo el año vienen a disfrutar de las diferentes
exposiciones temporales y talleres. 3- Público adulto amante de los títeres y las marionetas.
P- En todo este tiempo, ¿qué ha sido lo más difícil de conseguir, cuál sigue siendo la lucha del Muséu El taller?
R- La publicidad. La difusión de la existencia del Museo y sus actividades.
Es complicado sin ayudas públicas. Es interesante y necesario que el
aparato público de comunicación y sus canales se hagan eco de las
propuestas y ofertas culturales de todos los rincones para que así nada
quede arrinconado. No me interesa la idea de un producto de consumo,
me interesa la idea de que esto es una propuesta, tan interesante y
posiblemente diferente, como las demás.
Revisando materiales sobre nuevas museologías https://evemuseografia.com/2021/12/09/que-es-nueva-museologia/, encuentro
que su concepto ha ido cambiando con el tiempo y los conceptos
y metodologías que abordan y proponen tienen su reflejo en estos
diez años de andadura del Museo. Así, la concepción de colección
privada, elitista, apegada a su arquitectura y concebida por el público
como una autoridad cultural encargada de mantener y comunicar la
verdad, se ha ido transformando y ha dado paso a un paradigma en
37
el que se valora la proximidad con el visitante, el diálogo, la didáctica,
el status del profesional encargado que pasa de ser un legislador a un
intérprete, la apertura a nuevos públicos, el encuentro con el objeto,
la autenticidad, así como terminologías orientadas a lo social y lo humano (reforzamiento cultural, redefinición social y emoción).
R- Las visitas animadas que realizo son un momento de encuentro entre
los visitantes y el Museo, entre los objetos (títeres) y las personas. No es
una mera contemplación de lo expuesto. Realizo un acompañamiento,
no como curador o comisario del museo sino como titiritero y artesano.
Esto ejerce una enorme diferencia porque no sólo puedo hacerles partícipes de la historia de la adquisición de una pieza o el marco tradicional
en el que se engarza el objeto, sino que además puedo manipularlo y
destripar su funcionamiento y construcción, puedo compartir todo lo
que sé sobre esa pieza. Cuando concebía el Museo sentía que la visita al
mismo no podía ser libre, pues las personas que no conocen los títeres,
solamente iban a ver figuras colgadas en una vitrina. Quería descubrirles
el mundo de los títeres: como tradición cultural y como profesión, tanto
en el aspecto teatral como en el artesanal. Por ello las visitas tenían que
ser animadas y los títeres tenían que estar accesibles para poder ser manipulados (por eso las vitrinas son abiertas). Esto hace que la visita se
convierta no solo en diálogo, sino en un momento en el que se mezclan
descubrimiento, pasión, curiosidad, familiaridad... que finalmente generan algo que no se puede medir ni valorar cuantitativamente: recuerdos.
Detengámonos un momento en lo cuantificable, los fondos del
Museo especializados y relacionados con el títere y la marioneta.
Empecemos por los libros, ese vicio confesable de todo amante
de la cultura: 700 volúmenes, repartidos entre textos teatrales,
teoría, construcción... Prácticamente su biblioteca debe recoger la
mayor parte de lo publicado en relación al arte de los títeres. Una
actitud, esta de atesorar libros y hacer biblioteca, que ya le viene de
adolescente cuando se gastaba su paga semanal en comprar obras
de Moliere, Calderón y Shakespeare entre otros...
En cuanto a las colecciones de objetos, podemos señalar los 172 teatrillos y recortables, las 552 piezas filatélicas, los 713 objetos (cromos,
posavasos, cajas, vitolas, etc.) y los más de 600 carteles y programas
de manos. ¿Y los títeres y las marionetas? 768 piezas provenientes
de los cinco continentes; perseguidas insistentemente, buscadas en
todos los rincones y adquiridas con el criterio siempre presente de
enriquecer el Museo y poder mostrar más técnicas, estéticas y tradiciones. Es importante señalar, en tanto esto ofrece una nueva funcionalidad que explicaré a continuación, que el 22% de estas piezas son
donaciones de compañías. Así, compañías como La Máquina Real,
Ultramarinos de Lucas, Teatro de la Luna, Quiquilimón, Edu Borja Marionetas, La Bicicleta, Turnebís del Tribilín, Trécola, Etelvino Vázquez
(Teatro del Norte), Plantsjet, Teatro Saúco o Factoría del Norte, han
depositado en el Museo no solo sus piezas, sus creaciones, sino también la confianza en que Joaquín Hernández, al frente del Muséu El
39
Campesina. Títere de agua de Vietnam.
Marioneta alemana y techo ecológico del Muséu
Cabeza de puppo. Sicilia.
Cabeza del gigante Klar. Teatro de la Luna. Obra Klar y Yoyo, 2010.
41
Títere Javanés.
43
Taller, guardará su legado, lo compartirá con presentes y nuevas generaciones y lo convertirá, de alguna forma, en patrimonio y memoria cultural colectiva.
Dejen que me detenga en este punto un momento y me emborrache
públicamente de emoción. Mientras avanzo en el acto de fotografiar
las nuevas adquisiciones para el Museo, no puedo dejar de vigilar con
el rabillo del ojo los títeres pertenecientes al espectáculo “El pequeño conejo blanco” (estrenado en 2001) de la compañía fundada por
Juan Manuel Recover y Eulalia Domingo, Teatro de la Luna. Quien escribe, trabajó en aquel espectáculo hace más de veinte años. Llega
su turno. Ante mi cámara van a desfilar y posar todos. El pequeño
Conejo Blanco, la Cabra Cabresa, el Buey Muley, la Hormiga Rabiga...
Mientras esperaban a ser fotografiados, les he oído cuchichear sobre la ubicación y peculiaridades de su nuevo hogar. Pero ahora se
callan y me miran directamente a los ojos, para reconocerme, para
reconocernos. ¿Pueden ustedes imaginar la contención de emociones que uno debe hacer cuando se reencuentra con marionetas a
las que prestó voz y vida? Durante unos minutos tengo que dejar de
fotografiar. Joaquín entiende el tsunami emocional por el que paso.
Encontrarme con estos títeres no es solo encontrarme con un episodio artístico de mi pasado, sino también permitir que aparezcan
en mi recuerdo las imágenes de Juanma y Flor escondidos conmigo
en el teatrillo, moviendo marionetas, dando réplicas, solucionando
contratiempos... Los sonidos también quieren asomarse a mi recuerdo. Las voces de la infancia excitada, animando y siendo cómplice
ante las dificultades que el Conejo Blanco tiene que superar y con-
Barca de pescadores.
Títere Bozo (Mali).
Vista del Museo.
45
Carcamal. Colectivo Piromante. Obra Jamin y Carcamal, 2005. Foto: Joaquín Hernández
Piezas del proceso constructivo.
teniendo la respiración ante la aparición de la Cabra Cabresa. Esta
porquería que es ser adulto me hace clasificar, ordenar y justificar
todo lo que durante unos minutos estoy viviendo. Por un momento,
raptado por el adultocentrismo, hago una proyección de lo que otros
adultos profesionales sentirían al encontrarse aquí con los títeres y
marionetas a los que dieron vida... Pero logro zafarme de este rapto
y ahora me pregunto qué sentirá la infancia, que fue espectadora de
aquellos montajes, cuando vuelvan a encontrarse con los personajes
que les hicieron gritar, reír, asustarse... vivir. Creo que este es un privilegio reservado únicamente para quien guarda y cuida esta memoria
escénica: Joaquín Hernández.
Debo destacar también, en contraste con la anticuada idea de mera
contemplación y en relación con que en estos espacios culturales
deben suceder experiencias aquí y ahora, que el Muséu El Taller realiza actividades periódicas y puntuales que pueden agruparse en: el
Cursos de Verano con periodicidad bianual por el que han pasado
formadores como Stephen Mottram, Edu Borja, Paco del Águila, Nartxi Azkargorta, Andrés Beladiez y Karla Kracht; los Alcuentros de Seronda, celebrados en otoño, y dirigidos a divulgar y profundizar en el
conocimiento del arte del teatro de títeres, a la vez que rescatar del
olvido la presencia de los títeres en nuestra historia y darles la importancia que merecen, y los talleres en Familia que hemos esbozado
anteriormente.
Es el momento de cerrar este reportaje y los recuerdos, como si fuesen fotografías, se agolpan en nuestra memoria, la de Joaquín y la
mía, que he tenido el privilegio de ser, en cierto modo, biógrafo de
este proyecto. Sus inicios en la escena teatral en los años ochenta,
la creación de su compañía Tragaluz en 1988, su primera exposición
en 1993, el nacimiento de la idea de Muséu El Taller en 2005, la impronta e influencia que encuentra en 2007 en la obra de Le Corbusier,
el diseño del espacio de 300 metros cuadrados divididos en sala de
exposición y taller, la primera piedra... y la inauguración en 2012. Todo
lo andado ha sido un camino dirigido a buscar un encuentro con los
títeres y las marionetas que nos haga participar en un diálogo, nos
asombre, nos enriquezca, nos descubra, nos desmonte prejuicios revelando que no son solo para la infancia, nos recupere emociones o
nos brinde otras nuevas. Si la constancia del continente y el contenido durante diez años ha conseguido algo, ha sido eso que apuntaba
Remedios Zafra: modificar el mundo, el entorno museístico y rural, Y,
proponer otro que podamos señalar en los mapas.
Se puede ampliar información sobre el Muséu El Taller en los
siguientes enlace:
https://www.tragaluz.info/museo-de-titeres.html
https://www.unima.es/recursos/el-taller-de-titeres/
47
ROSY BARÓN,
MARI CARMEN
Y OTRAS VENTRÍLOCUAS
Para una historia de la ventriloquía en España (2)
Adolfo Ayuso
ayusoroy@gmail.com
En esta misma revista escribí un largo artículo sobre los inicios del arte de la
ventriloquía en España1. Debiera haberlo continuado con los grandes de esta
profesión artística (Paco Sanz, Eugenio Balder, los hermanos Moreno) pero
he preferido dar un importante salto cronológico para referirme a un puñado
de mujeres que con éxito grande o relativo se asomaron a esta vieja técnica
mágica tan repleta de señores.
1 “La voz a ti debida. Para una historia de la ventriloquía en España (1)”, Fantoche, 12, 2018, UNIMA Federación España, pp. 62-90.
Se pudo leer en dicho escrito que todos aquellos caballeros (Caballero Felip, Gran Juliano, Francisco Roca, ...) lucían amplio bigote, es de
suponer que para ocultar el temblor de su labio superior. Cuenta la
propaganda artística que fue Eugenio Balder el primero que lo rasuró
saliendo a escena sin pelo ni cartón con los labios desnudos. Las señoritas no entraron en esas disquisiciones, además cuando llegaron
a escena aquella moda del bigotazo había pasado.
En los antiguos tratados de gastrimitas o ventrilocuos aparecen
mencionadas mujeres como poseedoras de la facultad de emitir
palabras sin mover los labios, con voces diferentes a las suyas.
Así se mencionan desde las antiguas sibilas o pitonisas cuando
pronunciaban sus oráculos hasta otras mujeres de los siglos XVI y
XVII que fueron consideradas como locas extrañas o, en el peor de los
casos, como brujas2. En realidad, la actuación de mujeres ventrílocuas
en el mundo del espectáculo tiene lugar en el último tercio del siglo
XIX, con figuras como la inglesa Miss Madeline Rosa, casada con el
también ventrílocuo Frank Travis, que actuó con figuras de tamaño
casi natural en el parisino Folies Bergère en 18813. El año siguiente
visitó España, actuando en el teatro Príncipe Alfonso de Madrid, tras
la representación de la revista ¡Madrid se divierte! Aunque la prensa
reconocía su buen quehacer se percibía cierto retintín cuando el
periodista señalaba que “mereció algunos aplausos, haciendo pasar
buen rato a los espectadores que conocen el inglés, sobre todo, con
los sabrosos diálogos entre sus caprichosos muñecos y la aplaudida
artista”4. Volvió en 1893 al circo de Parish5 actuando allí desde el 8
de junio hasta la aciaga noche del 20 cuando un fragmento de la
techumbre del edificio del circo se desplomó sobre la embocadura
del escenario ocasionando un muerto y muchos heridos. Aquella
desgracia coincidió con el atentado con bomba casera contra la
residencia del primer ministro Cánovas del Castillo. Cánovas salió
ileso porque no se encontraba allí, además la bomba, algo mayor
que un gran petardo, solo destrozó al que la portaba, el anarquista
Francisco Ruiz, casado y padre de siete hijos. Edificios deteriorados,
tensión social, tiempos revueltos6.
Pese a mis esfuerzos no he encontrado referencias en la prensa de
mujeres ventrílocuas españolas hasta 1936 con el intrigante caso de
Juanita Prieto.
2 Algunas de esas mujeres aparecen en el artículo “Los ventrílocuos”, Semanario Pintoresco, 0108-1845, pp. 2-3.
3 Valentine Vox, I Can see your lips moving. The history and art of ventriloquism, Kaye&Ward Ltd,
Surrey (UK), 1981, pp. 74-75.
4 “Príncipe Alfonso. ¡Madrid se divierte!”, El Día, 06-08-1882, p. 3.
5 El circo Price, fundado en 1853 por el caballista inglés Thomas Price, tomó este nombre cuando
lo rigió William Parish, casado con una ahijada de Price. A principios del siglo XX recuperó el
nombre de Circo Price. No era un circo de carpa, sino que entonces estaba en un edificio de la
Plaza del Rey con capacidad para cerca de 2000 personas.
6 Salvador Canals, “La noche triste. Explosión y hundimiento”, Heraldo de Madrid, 21-06-1893, pp. 1-2.
49
Juanita Prieto y Tina Garay
Juanita Prieto con unos
payasos desconocidos
en Quintanar (Toledo),
1937
Foto: Joaquín Arnau
Aunque comenzó a trabajar hacia el final de la República, junto a artistas de la talla de Alady o Rosarillo de Triana7, el nombre de Juanita Prieto aparece repetidas veces durante la Guerra Civil, formando
parte de elencos de artistas en diversas funciones benéficas: la que
organiza el ABC republicano para los soldados del frente, la Agrupación Profesional de Periodistas para los Hospitales de Sangre o el
Frente Popular como homenaje a las primeras columnas de las Brigadas Internacionales.8 También lo hizo en la cartelera habitual, como
en el teatro Calderón, en el homenaje a Pompoff, Thedy y compañía,
junto a la Niña de los Peines (amiga de Falla y García Lorca, pintada
por Julio Romero de Torres) y la cupletista y cantante de jotas Ofelia
de Aragón.9
Debió de trasladarse luego a la zona de Levante y Murcia donde se
recoge que sus muñecos son una copia de Oliver Hardy y Stan Laurel,
los famosos el Gordo y el Flaco de las películas estadounidenses.10
Terminada la contienda parece sumergirse en el anonimato, solo
aparece mencionada en un periódico de Guadalajara donde vuelve
a hablarse de sus muñecos cinematográficos y de su faceta de cantante, probablemente fuera la canción la que le hizo subir a los escenarios:
7 Así aparece en el Teatro de la Zarzuela en la cartelera del diario Ahora, 03-07-1936, p. 26.
8 Respectivamente: ABC, 13-08-1936, p.13; Hoja Oficial del Lunes, 23-08-1936, p. 3; La Libertad,
31-12-1936, p. 2.
9 La Libertad, cartelera, 15-02-1937, p. 3.
10 “Un acto en el Hospital Base”, Nuestra Lucha (Murcia), 23-03-1938, p.3.
“En el teatro Casino ha actuado últimamente, la maquietista y ventrílocua, Juanita Prieto, que se presenta con una muñequización —
vaya palabreja— de Stan Laurel y Oliver Hardy, el delgado y el gordo
de las películas. Estos muñecos y su animadora, sostienen diálogos
saladísimos que hacen que el respetable se olvide del casero y de la
suegra, dos de los tres enemigos del hombre.
Además la señorita Prieto se presenta con su voz natural, como cantante de aires populares españoles, destacándose en la interpretación de la jota y el fandanguillo”.11
En mis archivos Tina Garay, “señorita ventrílocua única en su género”,
aparecía de improviso, como salida de la nada, en 1943 en el teatro
Principal de Burgos, en un programa de variedades organizado por
el empresario Juan Carcellé12 cuya cabecera eran los payasos Pompoff y Thedy con sus hijos Zampabollos y Nabucodonosorcito.13 En el
mismo mes de marzo Carcellé la llevaba al Circo Price, a su Charivari
número 33, completamente dedicado a artistas femeninas, salvo el
número final que era de Pompoff y Thedy. Después de más actuaciones en Price, la encontramos en la nochevieja de ese año en Sevilla,
nuevamente de la mano de Carcellé, en el circo La Alegría, esta vez
junto a los payasos Hermanos Cape. Variando de elencos actuará por
toda España en los años siguientes, en algunas ocasiones en programas de variedades y en otras en circos, como el Gran Circo Trébol14
11 “Juanita Prieto”, Nueva España, 1, 15-07-1939, p. 2.
12 Juan Carcellé (1895-1978) fue uno de los más importantes empresarios y promotores artísticos. Fue regente del teatro de la Zarzuela, director del Circo Price durante dieciocho años donde
montaba unas sesiones que se llamaban “Charivari” y llevó miles de espectáculos por toda España
con su empresa Circuitos Carcellé.
13 G., “Teatro Principal. Variedades.”, Diario de Burgos, 09-03-1943, p. 6.
14 Los Sitios (Gerona), 29-06-1944, p. 4.
51
Tina Garay con su
Fred Astaire
Tina Garay con los pingüinos
Estudio comparativo de
Juanita Prieto y Tina Garay
de la empresa Bárcena-Perezoff. En 1945 la prensa recoge su matrimonio. Una noticia la presentaba en el Cinema Goya de Las Palmas,
rellenando los huecos entre la película Marinos a la fuerza de Stan
Laurel y Oliver Hardy y Romeo y Julieta del actor mexicano Cantinflas.
En esa breve reseña aparecía un dato que me dejó en suspenso: “Tina
Garay, bella damita ventrílocua con sus amigos cinematográficos
Stan Laurel y Oliver Hardy. Única en su género”.15
Hasta entonces Juanita y Tina habían sido dos personas diferentes.
Juanita Prieto había desaparecido sin dejar rastro y luego, surgiendo
del silencio, aparecía Tina Garay. Mas de repente surgía algo más que
una sospecha: o bien Juanita había vendido sus muñecos a Tina o,
lo más probable, eran la misma persona. Podía haber varias razones.
Una, el nombre artístico de Juanita Prieto quedaba un tanto rancio
en el panorama de los espectáculos de variedades. Otra, y de mayor
peso si cabe, el pasado de Juanita Prieto en homenajes a las Brigadas
Internacionales y otros eventos antifascistas no resultaba nada conveniente en la Nueva España del general Franco. ¿Pero cómo llegar a
la certeza?
Hacía tiempo que había adquirido unas magníficas fotos de Tina Garay con algunos de sus muñecos preferidos, de muy buena factura:
un gigantesco Fred Astaire con el que seguro bailaba, unos simpáticos pingüinos, el ineludible Currito que casi todos los ventrílocuos
llevan en su repertorio con diversos nombres. Recordé que en algún
lugar tenía archivada una foto en la que aparecían Stan Laurel y Oliver Hardy en manos de unos payasos sin nombre del tiempo de la
Guerra Civil. Me puse a revolver decenas de carpetas en mi ordenador. Difícil archivar esas fotos que tomas de internet sin demasiadas
15 Falange (Las Palmas), 02-03-1947, p. 2.
referencias. Suelo guardarlas en carpetas misceláneas, que son cajón
de sastre donde cabe casi todo, pero todo está revuelto. Cuando la
encontré pude confirmar que las dos ventrílocuas eran una sola: entre los dos payasos una joven, que no recordaba, sujetaba con sus
manos a Laurel y Hardy. He podido hallar la página web de dónde
las saqué. Su autor, Javier Puerta, es una de esas personas que han
luchado por sacar a flote la España que fue borrada de los libros de
historia. Dedica su página a los hechos acaecidos en Quintanar de la
Orden (Toledo) durante la República y la Guerra. Con su memoria, la
de sus vecinos y sobre todo con el excepcional archivo de Joaquín
Arnau, un fotógrafo con estudio propio en Quintanar16.
Tina Garay siguió con actuaciones en los entreactos de la proyección
de películas, así en el cine Talía de Barcelona17, en el Salón Imperial
de Tarrasa18 o en sesiones de variedades en teatros de Granada, Sevilla, Cádiz o Barcelona, donde tengo recogida su última actuación
documentada.19
Rosy Barón
Muy diferente situación es la de Rafaela Rocío Pais Barón, nacida en
Madrid el 17 de abril de 1929, conocida artísticamente como Rosy
Barón, sin duda alguna la española con mejor técnica de ventriloquía
y la de mayor proyección internacional. Se conoce, casi paso a paso,
toda su trayectoria artística gracias a que la lectura de mi anterior
artículo en Fantoche sobre ventriloquía condujo a que su nieto
David y su hija, Rosa Zoras Pais, contactaran conmigo y pusieran a
mi disposición sus recuerdos y cuatro impagables álbumes de fotos y
recortes de prensa. He podido repasar con esmero toda su interesante
y nada fácil vida y carrera profesional, hoy bastante olvidada.
Sus abuelos procedían de Camariñas, en la gallega Costa da Morte,
y como tantos emprendieron la ruta a Madrid donde abrieron una
frutería. Su padre, Juan Pais, fue el único de la familia que pudo
hacer carrera universitaria. Con su título de Derecho le ofrecieron
una plaza de secretario en Ahillones (Badajoz), donde se trasladó
a vivir con su mujer y sus tres hijas. En octubre de 1936, con la
expansión de las tropas rebeldes dirigidas por el teniente coronel
Yagüe, conocido como el “Carnicero de Badajoz”, llegaron al pueblo
unos camiones repletos de falangistas que llevaban una lista de las
personas a eliminar. El alcalde y otras personas habían huido, pero
Juan Pais no tenía en su cabeza nada que temer. Para su mala suerte
alguien debía de haber oído, quizá en una partida de dominó o en
una charla de café, que el secretario se había cruzado alguna carta
con Alejandro Lerroux, el líder del Partido Radical Republicano que,
a pesar de haber colaborado con gobiernos derechistas durante el
“bienio negro”, se encontraba exiliado en Portugal. No tuvo derecho
16
17
18
19
Ver http://www.javierdequintanar.sbhac.net/Galerias/Javier.htm
La Vanguardia, 04-02-1948, p. 8 (cartelera).
Tarrasa, 20-03-1948, p. 4.
Hoja del Lunes (Barcelona), 14-07-1952, p. 7 (anuncio).
53
Rosy Barón, 1942, con los
primeros Curro y Pepito
Rosy, con sus primeros
muñecos, 1941
a ser escuchado, su hija Rocío
con siete años, fue la única
que se atrevió a visitarlo en
la improvisada cárcel, horas
antes de ser fusilado.
La madre vendió todo lo que
tenían en Ahillones y acabada
la guerra se trasladó con sus
tres hijas a Madrid donde
abrirá una modesta pensión
en la calle Mesón de Paredes.
La situación económica era
muy difícil y las dos hijas
mayores, Salud y Rocío,
comenzaron a actuar en
teatros, cantando y bailando,
y haciendo breves sketchs cómicos en la radio20.
Tras asistir a una actuación del gran ventrílocuo Eugenio Balder, Rocío
decidió que iba a dedicarse a ese arte de la voz, lo que cumplirá a los
13 años. Pronto adoptaría el apelativo de Rozy (“Rozy la ventrilocua
más joven del mundo “,” Rozy, con sus muñecos “21). Recuerda su hija
que un señor descubrió el talento de su voz y le fue enseñando los
primeros pasos técnicos. Cabe la sospecha, que no he podido confirmar, que se tratara del mismo Balder. Con él mantuvo, años después,
un interesante dúo en una velada del Circo Price, donde Balder debió
de actuar con su popular Gaona y Rosy con el gitano Curro22.
Pronto se convertiría en el motor económico de la familia, su
hermana mayor dejó de trabajar y se iba con ella de tourné como
acompañante. En 1949 realizó
una gira por Suecia y Noruega,
donde se puede ver a ambas
hermanas fotografiadas en
Oslo. Pero el principal campo
de actuaciones en el extranjero
en esa primera época se da en
Francia, gracias al esfuerzo que
Rocío hace para aprender esa
lengua. Dudamos de quién fue
la idea de proyectarla hacia
Europa, pero esto implica la
presencia de un representante
hábil y con contactos en el
20 Durante la guerra civil y más aún en los primeros años del franquismo era habitual la presencia
tanto en programas de radio como en los teatros de artistas y compañías infantiles de canto, baile
y música. Recuerdos de su hija, Rosa Zoras.
21 Respectivamente, ABC (Sevilla), 29-08-1947, p. 10 y ABC (Madrid), 23-02-1949, p. 21.
22 Recorte de prensa del archivo familiar: Gandúlez, “Rosy Barón, la única mujer del mundo que
practica la ventriloquía, nos hace sus revelaciones”, Ultimas Noticias (Santiago de Chile), 20-101955.
exterior, que sabe que esa joven
ventrílocua de perfecta técnica y
hermosos ojos de uva moscatel
iba a llamar la atención. Es muy
posible que se tratara de Juan
Carcellé, el mismo que había
lanzado, de forma mucho más
modesta, a Tina Garay, y es muy
posible que en Francia tuviera
otro representante. Además
de sus actuaciones en salas de
fiesta y teatros de Madrid (Villa
Romana, teatro Calderón, Club
Castelló, teatro Fontalba, teatro
de la Zarzuela, teatro de la Latina,
Morocco), Barcelona (Rigat, Folies,
teatro Victoria, donde coincide
con Antonio Machín e Irma Vila23)
y otras ciudades españolas, existe
en el archivo familiar amplia
documentación de prensa que
la sitúan en otros lugares como
Bruselas, Cannes, San Remo,
Montecarlo, en 1951; en Lisboa
y Roma en 1952; en Suiza, en
Alemania, dentro de un programa
de actividades de entretenimiento
de las fuerzas armadas de EEUU presentes en el país, en 195324. La
prensa española recoge esos éxitos incluso en sus portadas25. Desde
1951, ya había adoptado su nombre artístico definitivo: Rosy Barón.
Estando en Roma y precisando billetes para trasladarse a actuar a
Grecia conoce en la agencia de viajes a Constantino Zoras, un griego
apátrida que habla francés e italiano. Tras diversas vicisitudes acabará casándose por poderes en 1954, ella en Madrid de traje blanco y
del brazo de un coronel español y él, ocho años mayor que ella, en
Roma26.
Tras el nacimiento de Rosa en 1955, su primera hija y nuestra amable
interlocutora, va a recibir un contrato para actuar en La Habana,
todavía en el apogeo de sus casinos y salas de fiestas en vida del
dictador Fulgencio Batista. El matrimonio hace las maletas, coge la
cuna de su hija, y cruzan por primera vez el Atlántico. Lo que iba a ser un
contrato de una semana se va a transformar en meses de actuaciones
junto a primeros artistas internacionales. Pero la situación política en
23 La Vanguardia Española, 18-01-1955, p. 18.
24 Según se recoge en una postal enviada desde Wiesbaden a Enrique Morell, empresario catalán
de publicidad y espectáculos que fue agente artístico de Raquel Meller y otras importantes artistas.
25 El Alcázar, 14-09-1951, p. 1 y Dígame, 17-09-1951.
26 Esta extraña situación puede ser debida a que Zoras había perdido la nacionalidad griega, no
le habían concedido la italiana, por problemas durante la Segunda Guerra Mundial y era, por lo
tanto, apátrida.
55
Buenos Aires, con Los Divos,
1956
Rosy y Curro, cantan con
Camarón y Los Amaya,
México, 1974
Cuba va deteriorándose
progresivamente y deciden
partir en larga gira por
Puerto Rico, Venezuela,
Santo Domingo, Chile y
aterrizando en Buenos
Aires, donde Constantino
Zoras, que ejerce ya de
manager de Rosy, consigue
la nacionalidad argentina y
deja de ser apátrida. Una
suite de dos habitaciones
en un ya desaparecido
hotel de Buenos Aires va
a ser su residencia durante
cerca de cinco años.
Aunque en su paso por
Cuba y Venezuela ya había
participado en programas
televisivos, ahora además
de seguir trabajando en teatros lo hará en un programa semanal en
Buenos Aires y otro en Santiago de Chile, haciéndolo esporádicamente
también en Caracas, lo que implica bastantes vuelos de un lugar a
otro. El dinero entraba con abundancia, pero entre los aviones y las
inacabables noches de actuaciones en salas de fiesta, su vida se hace
agotadora. Especialmente la de Rosy que además atiende como
puede a dos hijas pequeñas, con el desacuerdo de su marido que vio
como aquel nuevo embarazo y un desgraciado accidente doméstico
en una pequeña cocinita que tenían en la suite del hotel —su pelo
prendió como una antorcha— la dejaron durante meses en el
dique seco. Su hija Rosa comenzó a rebelarse contra aquella vida y
un psiquiatra argentino, dando en buena parte la razón a la niña, le
recetó a Rosy coger a sus hijas, hacer las maletas y regresar a Madrid.
En 1961 retorna a España, tras una breve escala en Lisboa donde
vivía su hermana, dejando a su marido en Buenos Aires. Rosy Barón
comienza a reconstruir sus anteriores contactos y va a trabajar en
importantes salas de fiestas de Madrid (Alcázar, Castellana Hilton,
Morocco, Cisne Negro), Barcelona (Emporium) y toda España.
También actúa en teatros dentro de espectáculos de variedades
junto a importantes figuras de la canción y el espectáculo (Los
Cinco Latinos, Ethel Rojo, Los 3 Sudamericanos, Manolo Escobar
con su espectáculo Cosas de España, Salomé) y en programas de
TVE dirigidos por Artur Kaps. Pronto va a recuperar sus giras por el
extranjero. En las décadas de 1960-1970 va a realizar actuaciones
por múltiples países: Irán, Israel, Líbano (cuatro meses en cada uno),
México (donde obtiene un éxito triunfal, visita el programa estrella de
la TV mexicana, dirigido por Pedro Vargas, coincide con Camarón de
la Isla y Concha Márquez Piquer), Venezuela (donde vuelve a triunfar
Rosy con Juanito, su payaso,
1969
57
en su TV), Portugal, Francia, Italia, entre los que están documentados.
Tal es su prestigio que la más importante revista de la ventriloquía
internacional, órgano de la International Ventriloquists Association
de EEUU, le dedica una portada27.
En aquellas dos décadas la ventriloquía en España había vuelto a
recuperar el éxito que tuvo en las tres primeras del siglo XX. Después
de Rosy habían surgido Mari Carmen y José Luis Moreno. Estos dos
últimos, más jóvenes y con una técnica más deficiente, acabarían
copando los programas televisivos que son, al fin y a la postre, los que
conceden la fama. Rosy mantuvo con Mari Carmen García Villaseñor
ciertos contactos en los inicios de su carrera. Mari Carmen la visitaba
en su casa, la ensalzaba —cuenta la hija de Rosy que se arrojaba al
suelo y besaba sus pies— e intentaba aprender los primeros pasos de
27 Vent-O-Gram, vol. 6, nº4, septiembre-octubre de 1968.
Rosy Barón con la rana
Cleopatra en la televisión
venezolana
esta profesión. Con José Luis Moreno no hay constancia de relación
alguna, aunque sí con su padre, el marionetista Natalio Rodríguez.
En la década de los setenta actuó frecuentemente en el Parque de
Atracciones de Madrid y a raíz de sus actuaciones en el programa
Esta noche ... fiesta (1976-1977), presentado por José María Iñigo,
que la admiraba profundamente, volvieron a salir galas en salas de
fiesta como Xairo, Pavillón o Pirandello-3. Así como largas giras en
espectáculos de variedades con cabeceras de Juanito Valderrama
y María Dolores Abril (teatro Calderón, 1982), Manolo Escobar
(1983), etc. A principios de los ochenta, el representante de Rosy
Barón le transmitió que había sido vetada en TVE por intervención
directa de un alto cargo del nuevo gobierno socialista. La sorpresa
y la indignación fueron mayúsculas, pero Rosy apretó los dientes y
tiró de lo que nadie podía quitarle: su elegancia en el escenario, la
precisión de su exquisita técnica —nunca movió uno de sus labios,
algo de lo que eran incapaces tanto Moreno como Mari Carmen— y
su extensa red de contactos en el extranjero. Las sospechas, que no
las evidencias, recayeron sobre el entorno del empresario José Luis
Moreno. Las guerras en el mundo artístico no son de guante de seda,
suelen ser tan crueles y crudas como las demás. A partir de esa fecha
sus actuaciones comenzarán a espaciarse28.
Rosy Barón alcanzó su prestigio a base de mucho esfuerzo, sobre
todo en sus comienzos, llegando a sufrir lesiones en sus cuerdas
28 Entrevistas grabadas con su hija Rosa Zoras Barón, 13-08-2021 y 02-09-2021.
vocales que precisaron la intervención de los especialistas médicos.
Los grandes ventrílocuos suelen emplear cuatro o cinco voces,
excepcionalmente seis. Por eso suelen actuar con un número
relativamente reducido de muñecos. La originalidad de la voz de
Rosy radicaba en que era capaz de emitir la voz masculina, ronca y
“cazallera” de su andaluz Curro, algo que estaba fuera de posibilidad
entre otras ventrílocuas. Otra de sus habilidades es la conversación
a tres, es decir con dos muñecos y ella, que solía realizar con Curro
y Pepito. No resulta fácil ese diálogo a tres, interrumpiéndose unos
a otros, generalmente los ventrílocuos trabajan cada número con
un solo muñeco para no correr el riesgo de cambiar las voces a
tal velocidad. Aunque ha utilizado bastantes muñecos los que
ha mantenido a lo largo de toda su carrera son cuatro: Curro, el
andaluz o el gitano, dicharachero, pendenciero y borrachín, que fue
el segundo de sus muñecos29; Pepito, el joven de flequillo, natural
de Guadalajara, chico listo que todo lo larga, que suele conversar y
discutir con el sevillano Curro, que le llama “caracartón”, y que son
capaces de expresarse en castellano, francés, inglés e italiano; el
Abuelo, que en un principio recibió el nombre de Marpa y luego
acabó como Claudio, es un viejecito de barba blanca que conoce
muchas canciones populares, un poco bronquítico pero simpático,
igual va con pantalones vaqueros que viste elegante con traje y
corbata; el Payaso o Clown, también llamado Juanito, un personaje
tierno, triste, que suele emocionar al público con canciones como Et
maintenant, de Gilbert Bécaud, o La Noche, de Adamo.
Además de los mencionados hay otros que utilizó mucho menos:
dos payasos de tamaño grande que utilizó en los comienzos, dos
pequeños títeres de guante que solían cantar que usó sobre todo en
su gran gira americana de los años 1950 y que recibían el nombre de
Los Divos30 o también los de Jim John y Monsieur Tontom, el negro
Macario, Jovannino, de pequeño tamaño, un mono y un perrito con
aires dysneanos, la rana Cleopatra, que se estrenó en la TV venezolana y que tras alcanzar gran éxito fue destruida por sus pequeñas
hijas jugando con unas tijeras ...
Rosy Barón solía realizar actuaciones de unos veinte minutos en España y de quince o menos en el extranjero. Ella siempre aseguró que
los guiones eran suyos. Solía comenzar con una parte más cómica
o simpática, generalmente con Curro y Pepito, y terminar con otra
más sentimental con el Payaso. En el extranjero, por la dificultad del
idioma, solía aumentar el uso de canciones, incluso utilizando algunas propias de cada país. En la puesta en escena utilizaba dos sillas,
donde sus muñecos se sentaban en lo alto del respaldo con los pies
apoyados en el asiento, situándose ella en medio de los dos. Además de la dificultad que suponen las canciones, uno de sus tour de
29 Según propias declaraciones Rosy comenzó con una muñeca Talaverana, que probablemente
confeccionó su madre. Ver Javier de Montini, “Rosy Barón quiere actuar con sus restantes
muñecos”, Lecturas, recorte sin fecha, pero de principios de 1977, p. 23.
30 La Nación (Ciudad Trujillo-República Dominicana), 15-09-1955.
59
force era el fumar mientras hablaban
sus muñecos31.
Poco sabemos de los constructores
de sus primeros muñecos, pudiendo intervenir su madre. Su hija relata
diversas visitas a Natalio Rodríguez,
hábil marionetista y excelente constructor de muñecos, director de la
compañía de Marionetas de Talio,
padre del ventrílocuo José Luis Moreno, casado con la hermana de los
ventrílocuos Felipe y Wences Moreno
y formador de Mari Carmen García Villaseñor y de otras artistas de la ventriloquía y las marionetas. El primer
Curro o el primer Pepito eran más pequeños que los siguientes, lo que es
seguro es que algunos de ellos fueron
realizados por el galardonado artista
fallero Vicente Luna (1925-2021). El
último Curro, de tamaño de 1,15 m.,
es seguro de Luna, y el último Pepito
lo realizó un artesano de Madrid de
apellido Sola, del que poseemos una
foto, que todavía no hemos podido
localizar. Rosy solía realizar modificaciones en los mecanismos que movían ojos y boca. También era ella la
que los reparaba y repintaba durante
los viajes de sus giras.
Para dar final a Rosy Barón nada mejor que el comentario radiofónico de
una actuación, de finales de 1960, en
el Emporium de Barcelona. El crítico
empieza señalando que hay dos artes
que fueron punteras en el panorama
de las variedades españolas y murieron con la guerra: el transformismo
y la ventriloquía. Se sorprende de
que una mujer haya recuperado con
grandeza esta última. Aparece “en escena una mujer soberbia, de atractiva belleza”, alaba el diálogo “ingenioso, ocurrente, broma de buena ley,
nada hay de vulgar en las réplicas y
contrarréplicas” a tres voces con Curro y Pepito. Con el último número
del Payaso, exclama:
Rosy con Juanito, con traje, 1976
31 Die Welt, 05-06-1953.
Rosy Barón, a través de una canción creada por un poeta —Et maintenant— convierte poco a poco a un muñeco de trapo en un ser
vivo, que llora, que sufre, que pregunta, que se interroga, que se
desespera por no tener esperanza. La atracción pasa por un crescendo emotivo que conmueve a toda la sala; en riguroso silencio se
escucha la canción; parece que la sala es cada vez más oscura, más
patéticamente oscura; desaparece del todo Rosy Barón y el foco
ilumina el rostro angustiado de un muñeco cuyos ojos totalmente
humanizados miran al Infinito. [...] Acabamos de ser testigos de un
fenómeno de creación. Hemos presenciado en una sala teatral una
grandiosa secuencia cinematográfica digna de Von Stroheim32.
Rosy Barón siguió realizando galas dentro de programas de variedades, uno de sus últimos viajes lo hizo actuando en larga gira en un
crucero italiano por la costa sudamericana hasta la Patagonia. Tras
cuatro años de larga enfermedad desapareció de la vida en 1999.
Hemos querido rescatar su recuerdo porque tras la Guerra Civil nadie ha elevado el arte de la ventriloquía a su altura.
Miss Danny
Angelina Jordán nació en Monistrol de Montserrat33 en fecha que
nunca quiso desvelar, pero que andará sobre 1926-1930. Su familia
nada tuvo que ver con la farándula, pero entró en ella al casarse con
Enrique Alcázar, clown carablanca, más conocido como Ricket que
desde 1945-1946 trabajaba con su padre, el augusto nariz roja, Brolo,
de larga trayectoria profesional entre los payasos españoles. Su
unión duraría hasta que Brolo dejó de actuar de forma continuada
sobre 1969 debido a su delicado estado de salud. A partir de 1969
Enrique Alcázar, que además trabajaba como vigilante nocturno
del ayuntamiento en la zona de las Ramblas barcelonesas, formó
pareja con el augusto Luis Muñoz, con el nombre artístico de Kike
y Luisito, hasta la muerte de Luis en 1979. Desanimado por estas
circunstancias quiso abandonar su profesión, pero Ángela le animó
a seguir, llegando a formar pareja con él durante tres años como
augusto34.
El aterrizaje de Angelina en la ventriloquía resulta cuanto menos curioso. A ella le molestaba que su recién marido estuviera siempre
fuera de casa, así que decidió hacerse ilusionista para acompañarle
en sus bolos y giras. Pero tanto a su familia como a Enrique no les
gustó nada la idea porque magos y magas había muchas y era difícil
situarse. Fue su marido el que después de algunas pruebas le recomendó que probase la ventriloquía, ya que una mujer ventrílocua
seguía siendo una novedad. Tras bastante trabajo frente a su marido
32 Jorge Torras, guión radiofónico, emitido por RNE en Barcelona, dentro de su programa
Cineforum, el 20-04-1961. Archivo familiar.
33 N.A.P., “Miss Danny, ventrílocua”, Circo, 53, 01-01-1957, p. 14.
34 Francisco Javier Rodríguez, Risas y lágrimas, historia de los payasos españoles, Territorio,
Madrid, 1990, p. 160.
61
Miss Danny con Luisito
y el espejo comenzaría a
actuar como Miss Danny35.
Aunque seguro que lo hizo
antes, la primera actuación
que tengo documentada
fue en la III Feria de Arte y
Artesanía de Tarragona, en
un programa de variedades junto a Ricket y Brolo y
otros artistas.36 Así lo haría
casi toda su vida artística,
participando en galas infantiles, fiestas mayores,
comuniones y residencias
de ancianos junto a su marido —tanto en su primera
pareja, Ricket y Brolo, como
luego con la segunda de
Kike y Luisito— pero el aumento de su fama como
buena ventrílocua la lanzó también hacia giras
con circos (Radio Teatro y
Circo-Revista de Salvador
Hervás, Royal y Canadá de
los Amorós-Silvestrini) y
teatros, actuando ella con
otros artistas de variedades
o en galas mágicas fuera de
la tutela de su marido.
Miss Danny actuó toda su
vida con un solo muñeco, Luisito, un chiquito mecánico de unos
seis años y unos 70-80 cm. de altura, que canta y “no tan solo habla sino que es muy ingenioso. Incluso un impertinente. Más aún:
atrevido, algo desvergonzado. La pobre miss se las ve negras para
contenerle”37. Como en aquellos tiempos no se hacían grabaciones,
para hacernos una idea de cómo serían los sketchs tenemos el guion
de una “entrada cómica” completa en la revista Circo, esfuerzo personal entre 1956 y 1962 del gran historiador y crítico circense Jordi
Elias i Campins, donde siempre se concedió a Miss Danny amplia repercusión a su persona y a su trabajo.38
Los que la vieron actuar destacan su gracia, su técnica y su absoluta
inmovilidad labial, permanecía con media sonrisa cuando hablaba
o cantaba su Luisito. Su área de actuación casi exclusiva, salvo giras
35 Angel Padin Panizo, “Al habla con Miss Danny, la única ventrílocua de España”, Hoja del Lunes
(La Coruña), 05-05-1958, pp 10 y 8.
36 Diario Español (Tarragona), 26-09-1952, p. 7.
37 “Presentación de Circo-Revista”, Circo, 17, 01-04-1958, p.4.
38 “Entradas cómicas. Miss Danny”, Circo, 31, 01-10-1959, p. 17
con los circos o programas de variedades que la llevaron por el
Norte de España o las Islas Baleares, fue Cataluña. Actuó en muchas
ocasiones con un grupo de artistas que trabajaban bajo la batuta del
empresario Luis Cortina, especializado en galas infantiles y fiestas
mayores. Así actuó con ilusionistas como Vilajosana, Baltar o Chévalo,
con Dubelmont, el hombre mono que escalaba por las paredes de las
salas, o con adiestradores de perros sabios, como Señalada. También
trabajó con compañías de polichinelas como los Anglés, Vergés,
Magnus, Baby o Arlequín. Su mayor periodo de trabajo fue entre
1955-1965, la última función que he podido documentar es en 1979,
en las ferias de Figueras39, cuando comenzaba a actuar de payaso
haciendo pareja con su marido.
63
Mari Carmen y sus muñecos
Mari Carmen Martínez-Villaseñor Barrasa (Horcajo de Santiago, Cuenca, 1943) es la ventrílocua más popular en España. Frente a las anteriores compañeras de profesión que, salvo Rosy Barón, es preciso
buscarlas con lupa en las más extrañas hemerotecas, Mary Carmen
ha aparecido por todos los rincones, desde la más rosa prensa del
corazón, donde ha sido portada en decenas de sus números, hasta en
los periódicos más serios como el ABC o El País, décadas en televisión,
actuando o presentando programas que fueron un éxito absoluto.
También tiene su entrada en Wikipedia, por lo que me voy a limitar a
los comienzos de su carrera y a un somero análisis de sus muñecos y
de su técnica.
Su padre era abogado pero al morir muy pronto se llevó la llave
de la despensa familiar. Así que Mari Carmen, que según cuenta
se había matriculado en Filosofía y Letras, leyó un anuncio en la
Mari Carmen con el Pato
Nicol, 1962
39 Los Sitios de Gerona, 02-05-1979, p. 8.
Mari Carmen con sus
cuatro muñecos: Nicol,
Rodolfo, Doña Rogelia y
Daisy
prensa madrileña en el que solicitaban marionetistas y se plantó en
casa de Natalio Rodríguez, Talio, director de la compañía que regía
el teatro de marionetas del parque del Retiro. Talio fue el maestro
de buena parte de los titiriteros españoles de las décadas de 1940 y
1950. La misma Mari Carmen cuenta que le abrió la puerta un chico
muy majo y en pantalones cortos que entonces tendría doce años,
que era nada menos el que luego sería su amigo y competidor en
la ventriloquía, José Luis Moreno, hijo de don Natalio40. Allí estaban
también otras chicas que habían acudido por el anuncio: “Eran todo
chicas monísimas de 20-25 y yo tenía 16, pero parecía de 20”.
Talio solía emplear chicas muy jóvenes, tanto en su magnífico
teatro neoclásico del Retiro como en las giras por toda España que
acometía en temporada veraniega. Es probable que Mari Carmen
trabajara sobre todo en esas giras a partir de 1959-1960. Ella recuerda
en varios medios que en un viaje en tren, acompañada por Natalio,
la policía la retuvo en una comisaría por ser menor de edad hasta
que su jefe trajo un documento firmado por la madre con el permiso
correspondiente. No sería demasiado descabellado que Natalio
realizara alguna llamada telefónica pues tenía excelentes contactos
con altas jerarquías de Falange Española. El aprendizaje con los
muñecos de guiñol le sirvió para ir practicando en el dominio de las
voces, así como a manipular los muñecos.
40 José Luis Rodríguez Moreno, adoptó el apellido materno porque dos hermanos de su madre ya
eran consagrados ventrílocuos: Felipe y Wences Moreno.
El primer muñeco que utilizó Mari Carmen fue el Pato Nicol (o Nikol,
en muchos lugares), que había empezado a trabajar como títere
de guante en 1951 en la compañía de Talio41. No fue pues creación
suya aunque fuera la que le imprimió su personalidad inconfundible:
sabihondo, pasota, rebelde, con sus frases —¡anda ya! ¡pasa contigo
tío!— mostraba su carácter juvenil e inconformista. He encontrado
una foto donde se ve a Mari Carmen ensayando con el pato
fechada en 1962, que debemos considerar como el de su inicio en
la ventriloquía42. Aunque aparece en sus biografías que su primera
aparición en TVE es en 196743, creo que lo hizo en 1963, actuando
con la niña Daisy en un programa titulado Verbena. Daisy, su segunda
figura, es casi seguro que también saliera del taller de Natalio44. Daisy,
con sus largas coletas era la representación de ella misma, curiosa,
romántica y al mismo tiempo sensata, flemática y respondona. En
1965, la revista Dígame la saca en su portada45 y en interior con sus
dos figuras: Nikol y Daisy.
Rodolfo llegará más tarde, entre 1966-1967, siendo fabricado por el
excelente constructor y marionetista Manuel Meroño. Mide unos 8085 cm, es el león tierno, melancólico y decididamente homosexual.
Mari Carmen apenas se atreverá a sacarlo en los programas de TV hasta
el periodo de la Transición, pero sí será habitual en las galas en salas de
fiesta donde tiene un tremendo éxito. Doña Rogelia será la última en
llegar y lo hace sobre 1972. Según José Luis Moreno también habría
salido del taller de su padre Natalio46, mide 98 cm. Es una abuela de
pueblo, sorda, vestida con pañuelo negro a la cabeza pero con zapatos
de tacón, respondona y cascarrabias, enseguida se convertirá en su
muñeca más famosa. Mari Carmen ensayó la posibilidad de otros
muñecos, como la gallina Gina o el patito negro Micky47, contrarréplica
de Nikol, pero no hay constancia de que llegaran a actuar. Mari
Carmen ya tenía cuatro personajes absolutamente definidos y que
cubrían todo el espectro de personalidades de nuestra sociedad y del
alma de su creadora.
Mari Carmen era ya habitual de los circuitos de festivales y de las
mejores salas de fiesta, como sus actuaciones en 1970 en Florida Park
41 Así aparece en los archivos del noticiero NODO 466 A, 10-12-1951, del minuto 0:08 al 1:15. Esta
noticia ya la avanzó Miguel Herrero, en Telemuñecos. Marionetas y muñegotes de la historia de la
televisión, Diábolo, Madrid, 2018, p. 57.
42 La primera actuación con su nombre artístico puede ser la que tuvo lugar en el salón de actos
del madrileño colegio de la Sagrada Familia durante la presentación de una revista oral donde intervenían personajes tan variopintos como el cineasta Luis García Berlanga, el realizador televisivo
Fernando García de la Vega o el boxeador Luis Folledo, junto a la actuación de Los Pekeniques. ABC,
22-02-1962, p. 55.
43 En el programa Noche del Sábado, que presentaban Franz Joham y Gustavo Re, dirigido por
Artur Kaps.
44 Miguel Sáez, “José Luis Moreno, oponente de Mari Carmen y sus muñecos”, Diario de Burgos,
15-10-1976, p. 12. En esa entrevista Moreno llega a afirmar que Mari Carmen estuvo viviendo algún
tiempo en casa de su padre, Natalio Rodríguez.
45 Dígame, 1339, 31-08-1965. En el reportaje interior se señala que ya había actuado en TV latinoamericanas y en TVE.
46 José María de Juana, “José Luis Moreno: mis shows son los mejores”, Pronto, 506, 18-01-1982,
pp. 18-19.
47 Existen fotos suyas en Lecturas, 919, 28-11-1969
65
de Madrid. En 1972 y 1973 interviene en varios especiales televisivos
dirigidos por Valerio Lazarov. Pero su año de despegue absoluto es
en 1973 y tiene mucho que ver su participación en un programaconcurso de carácter musical, dirigido por un Luis del Olmo que
probaba suerte en el medio televisivo. Como concurso no tuvo
suerte, pero las intervenciones de Mari Carmen llamaron la atención.
Solo se emitieron 13 programas, pero la hora de la sobremesa fue
determinante para que todos los españoles durante todas esas
semanas consecutivas admiraran su frescura y simpatía. A partir de
entonces se la rifarán todos los medios y todos los empresarios. En
1975 cobraba unas 150.000 pesetas por actuación (era más que el
sueldo mensual de un médico) y en 1979 su caché llegó a las 400.000
pesetas, siendo la cómica mejor pagada de España, por encima de Tip
y Coll, Fernando Esteso o Andrés Pajares que rondaban las 300.000350.000 pesetas.
El genio de Mari Carmen no residía en su habilidad como ventrílocua
—las cámaras solían enfocar al muñeco cuando este hablaba—, sino
en su capacidad de improvisación, en su innata capacidad para llegar
a todos los públicos, en lo bien que había definido la personalidad
de sus figuras y desde luego en su admirable simpatía en escena. No
puedo, por falta de espacio, el reseñar toda su vida sentimental y artística ampliamente recogida en prensa y fácil de recorrer utilizando
Google.
Otras ventrílocuas hasta la actualidad
La fama de Mari Carmen y de José Luis Moreno, labrada a través de
sus apariciones en televisión, hizo que surgieran centenares de ventrílocuos y algunas ventrílocuas que soñaron con aquellos éxitos. Vamos a mencionar algunas de ellas.
María Soledad Francisco, con nombre artístico Mary-Sol y sus
muñecos, nació en Madrid en 1961, aunque de familia de artistas
procedentes de Tomelloso (Ciudad Real). Su padre, Benjamín Francisco, fue bastante conocido en los medios de la magia y el ilusionismo
bajo el nombre de Profesor Francis. Trabajó como mago y mentalista,
primero con su mujer Julita y luego con sus hijas Marisol y Raquel. Ya
de niña quiso enrolarse en este mundo y, con la ayuda del excelente
libro sobre ventriloquía del sacerdote Wenceslao Ciuró y los consejos
de su padre, se estrenó como profesional en abril de 1976 en Torrejón el Rubio (Cáceres) y obtuvo a los quince años un premio en el VIII
Congreso Mágico Nacional, celebrado en Cuenca en 1977, dentro de
la categoría de “artes afines”, como ventrílocua, mientras que Rahma
Khan lo obtenía como faquir48.
Resulta evidente la influencia del libro de Ciuró: Mary Sol utilizó
la técnica de la “muñequita-mano que habla” y del “loro” (el Loro
Richard) que vienen bien descritos en él, aprovechando su utilización
48 Se puede consultar en la página del Secretariado Permanente de Congresos Mágicos
Nacionales de España http://www.spcmn.es/es/congresos.php
67
por los grandes ventrílocuos Felipe y Wences Moreno49. También en
sus comienzos actuó con un muñeco comercial, el Parlanchín, que
se fabricaba desde 1968 en Albalat de la Ribera (Valencia) y que
se exportó principalmente a Inglaterra, donde bajo el nombre de
Charlie tuvo un gran éxito tanto como juguete como muñeco para
aficionados50. En España también estuvo en manos de bastantes
ventrílocuos. El que llevaba Mary-Sol era una versión con vestido y
sombrero cordobés que luego se convertiría en su Rafaelillo.
Porque los cuatro muñecos que le acompañarían como principales
actores a lo largo de su carrera formaban una curiosa familia:
Rafaelillo, andaluz, locuaz, entendido en toros y mujeres; Rocío,
su mujer, marujona y chapada a la antigua; su hija Elenita, coletas,
grandes gafas como de un poco distraída y repipi; y su hermano
Silvestre, frondosa cabellera de rizos rubios, gafitas circulares, sin
demasiadas ambiciones en la vida pero empedernido ecologista. Su
número fuerte era sacarlos a los cuatro a la vez y con un mecanismo
mover sus bocas indistintamente según fueran hablando.
Su lanzamiento fue a partir de 1979 con su participación en el
programa de TVE Gente Joven (1975-1987) y en 1980, tras ganar un
primer premio en el I Congreso Nacional de Ventriloquía, celebrado
en Torremolinos. La volvieron a llamar a TVE para presentar la página
49 Wenceslao Ciuró, La ventriloquía, Madrid, 1963, pp. 58-62.
50 http://lacriptadelgatonegro.blogspot.com/2016/03/el-muneco-ventrilocuo-parlanchinde.html
Mary-Sol con sus cuatro
muñecos fundamentales
Isabel Camiña con uno
de sus muñecos humanos
infantil de Aplauso (1978-1983), que dirigía José Luis Uribarri. Su
cometido era el de presentar grupos musicales infantiles y juveniles.
Estos acontecimientos hicieron que aumentara su contratación y
que trabajara por buena parte de España (principalmente Andalucía,
Extremadura y Castilla La Mancha). La mayor parte de sus funciones
fueron en galas infantiles, Fantasías Mágicas, junto a su padre, el
Profesor Francis, a veces acompañados de un joven familiar que
también actuaba como ilusionista con el nombre de Fred Norman.
Llegaron a actuar en una gira por Venezuela.
Se casó en 1984 con su manager, el sevillano José Luis Florido, y se
trasladaron a vivir a la capital andaluza. Siguió con actuaciones en
solitario con galas y actuaciones esporádicas en programas de Telecinco y Canal Sur. Se adentró en el género dramático infantil con dos
obras de teatro infantil. Sobre 2005-2006 montó un café teatro con
karaoke y espectáculos. Murió en 2015, a los 53 años de edad, después de luchar durante cuatro años contra un cáncer.
Isabel Camiña León, nacida en 1962 en Sevilla, se ha presentado
ella misma como un caso especial dentro de la ventriloquía. Ha sido
entrevistada en numerosos programas de televisión nacionales
y andaluces —con Andreu Buenafuente, con Jesús Vázquez, con
Emilio Aragón, con Jesús Quintero— exhibiendo sus habilidades
que básicamente consisten en que actúa con la boca absolutamente
cerrada, mientras que los demás ventrílocuos suelen hacerlo con una
sonrisa en la boca para permitir la salida de aire. Mantiene la lengua
sin mover, puede sacar la lengua y morderla o sujetarla con los
dedos. Esto limita notablemente su capacidad para emitir voces bien
moduladas. Entre su catálogo de voces está la de emitir el llanto de
un bebé y cantar canciones, siempre con una voz apagada e infantil.
Ha actuado con muñecos, pero en sus breves apariciones suele
emplear a personas adultas a las que hace cantar o hablar como si
fueran muñecos. Su trabajo resulta curioso pero no llega a presentar
ninguna “entrada” o sketch al uso, resultando una simple exhibición
de su habilidad. Durante muchos años ha actuado con su pequeña
empresa de galas infantiles donde también hace magia, canciones,
concursos, etc. Durante un tiempo formó dúo con Ricardo Blanco,
presentando su show con el nombre de Coletas y Rabietas51. Sigue
activa con su compañía Espectáculos y Animación.
Ana Norro comenzó a practicar magia como aficionada sobre 2010
y de una forma más profesional accede a la ventriloquía a partir de
2015. Tiene una excelente formación previa pues ha formado parte
durante diez años de la coral Carmina Nova de Málaga. Es una
ferviente admiradora de Juan Tamariz y una entusiasta practicante
de la magia en festivales y galas benéficas. Otro de sus intereses es
el baile que ha practicado durante muchos años, desde el merengue
y la bachata hasta llegar al tango, que ha acabado por enamorarla.
Ha seguido cursos de interpretación teatral, clown, manipulación y
51 ABC (Sevilla), 16-01-1995, p. 107.
69
Ana Norro con su Rita Varita
construcción de marionetas.
Todo ello se aprecia a la hora
de presentar sus shows,
donde trabaja con elegancia
y originalidad, utilizando una
gran cantidad de muñecos y un
amplio repertorio de sketchs,
contando en la actualidad con
dos espectáculos completos.
Ana María Norro Ruiz, nació en
Madrid en 1965, pero se trasladó
a los doce años a Marbella y
posteriormente a Málaga, donde
siguió los estudios universitarios
de Psicología. Sus primeras actuaciones ante público fueron con el
canto coral y la magia. En 2016 se presentó al primer casting del Got
Talent en España, accedió al programa y llegó hasta semifinales. Ello le
sirvió para presentar varias actuaciones en el programa de Telecinco,
¡Qué tiempo tan feliz!, presentado por María Teresa Campos. En 2018
presentó la primera versión de su espectáculo Marionetas y Magia en
Concierto de Tango, con la música en vivo de Laurent Letassey, con el
que después participará en la 11 Cumbre Mundial del Tango, celebrada
en Melilla, y en 2019 en importantes encuentros internacionales de
tango en Francia y España, donde hace intervenir a su don Carlos
Gardel interpretando tangos con el bandoneón de Letassey52. Para
el público infantil ha preparado su espectáculo Marionetas lectoras,
especialmente preparado para bibliotecas escolares. También tiene
unos muñecos destinados a sus actuaciones en el mundo de la magia,
entre ellos uno que representa al mago Tamariz.
Su técnica vocal es excelente, con una perfecta inmovilidad de los
labios, incluso cantando. Cuida su registro de voces, algo difícil con
tantos muñecos y que quizá le dificulte la personalización de cada
uno de ellos. Se encarga asimismo de escribir sus guiones. Puede
ser que necesite algo de la soltura y la vis cómica que le sobraban a
Mari Carmen y, desde luego, de un competente representante que
la coloque en el lugar que merece. Algunos muñecos de su amplia
colección han sido construidos por ella misma, empezando por el
primero y más sencillo de todos, la Penélope Lota, que es una sencilla
bola de tenis rajada con un cutter para hacer la boca y que da un
buen juego. Igual que Rita la Varita, una varita mágica muy especial,
con una pequeña carita que habla y que recuerda sus primeros
pasos en el mundo de la magia. La mayoría son comprados y luego
modificados por Ana. Adapta los mecanismos para la boca y también
suele modificar sus extremidades, vestidos, etc. Otra característica
particular es que algunos de sus muñecos son títeres de guante a
los que mueve brazos y manos con varillas, tal como vio en videos al
ventrílocuo estadounidense Dan Horn. Esto le permite llevar al muñeco
52 La mayor parte de estos datos en carta personal dirigida al autor del artículo.
71
por todo el escenario sin tener que recurrir al atril, tan necesario para
otros. Su página web tiene una interesante descripción de buena
parte de sus muñecos, así como de su trayectoria y formación53.
Celia Muñoz Segura, de 36 años, nacida en Madrid, ha surgido
como un relámpago en el panorama de la ventriloquía tras su
éxito en la sexta edición de Got Talent España 2021, en la cadena
Telecinco. Base fundamental ha sido su excelente formación previa
como actriz y cantante, así como por la exquisita planificación de sus
números antes de llegar al concurso televisivo. En esa planificación
seguramente ha intervenido la mano y más de su hermano Miguel
Muñoz, considerado uno de los mejores magos de la actualidad tras
competir y ganar en importantes premios internacionales y el Gran
Premio Mundial de Magia de la FISM, celebrado en 2018 en Corea,
considerado el de mayor prestigio del mundo.
Celia estuvo trabajando en la compañía de teatro La Espada de
Madera, dirigida por el peruano-hispano-francés Antonio Díaz
Durán que mantuvo abierta durante años, en el madrileño barrio de
Lavapiés, una pequeña sala donde se prepararon montajes desde
Shakespeare o Molière hasta Lorca o Arrabal. Luego se formó como
soprano lírica en la Sibelius Academy de Helsinki, uno de los más
grandes conservatorios de Europa54. Con este bagaje quedó fascinada
53 https://ventrilocua.com/
54 Parte de estos datos aparecen en su página web: https://celiamunozsegura.com/
Ana Norro en su
espectáculo de tango
con Laurent Letassey
Celia Muñoz con Joselito
cuando vio un vídeo con la actuación de Darcy Linne, una niña de 12
años, en el duodécimo Got Talent de Estados Unidos, emitido por la
NBC en 2017. Era el tercer ventrílocuo que ganaba este programa. Y
la máquina de producción se puso en marcha, Celia contactó con el
entrenador de Darcy, el ventrílocuo Gary Owen, y con la ayuda más
cercana y efectiva de Javier Jiménez, que fue durante años director
de manipulación de Las Noticias del Guiñol de Canal Plus, el programa
que satirizaba a políticos y famosos desde 1995 hasta 2008, o el mago
y ventrílocuo Jaime Figueroa.
Probablemente con las prisas no se pudo fabricar un muñeco y se
recurrió a uno fabricado en serie que es el Joselito que canta con
tanta rasmia el villancico de El Tamborilero o la Granada, de Agustín
Lara. Joselito necesita todavía un trabajo de voz que oculte mejor los
imprescindibles cambios de las consonantes labiales. En cuanto a la
presencia y manipulación, estos muñecos de catálogo son bastante
envarados y debe trabajarse una mayor interactuación con la
ventrílocua, animando tanto extremidades como la cabeza. Ahora,
el problema es que dado el éxito del número el público exigirá ver
a Joselito cantando. La meteórica ascensión a las programaciones
teatrales o televisivas —como su aparición en los especiales de
la Nochebuena y Nochevieja— exige otro tipo de muñecos más
artísticos, quizá con materiales más blandos, como los que usaba
Darcy Lynne, que además usa varillas para los brazos.
La canción es el punto fuerte de Celia Muñoz. El número más
impresionante es el del homenaje a María Malibrán (1808-1836),
la cantante de ópera alabada por Rossini que murió a la edad de
veintiocho años, donde actúa sin muñecos, al estilo de la antigua
ventriloquía, en un marco escénico de contacto espiritista con la
diva. Fantástico número, con el interludio cómico de la llamada por
teléfono en medio de la Regina della Notte, de la Flauta Mágica de
Mozart, el alarde virtuoso de beber cantando y el final de la copa de
cristal que salta hecha añicos.
En los momentos actuales, además de sus actuaciones de solista —
como su presencia en el prestigioso Memorial Li-Chang que dirige
Enric Magoo en Badalona—, trabaja con la compañía Puntocero,
fundada por su hemano Miguel Muñoz y su pareja, la excelente
trapecista Zenaida Alcalde. Presentaron Trece, un espectáculo de
vodevil estadounidense, que se pudo ver en el Circo Price en agosto
de 2021, donde los tres muestran sus respectivas destrezas, una forma
de dar alas y crédito cultural al espectáculo de variedades. Todos los
amantes de la ventriloquía tenemos puestos los ojos en Celia Muñoz,
su potencial es extraordinario.
73
Notas finales
Naturalmente que ha habido más mujeres ventrílocuas, como
Miss Enrriette, que actuó en la década de 1960 en el mismo grupo
empresarial de espectáculos infantiles que Miss Danny, pero conozco
muy poco de ella y viene presentada en varias ocasiones como
malabarista más que como ventrílocua. No me he olvidado de Herta
Frankel, a la que muchos consideraron como ventrílocua, cosa que
nunca pretendió ser. Fue una excelente marionetista de hilo, pero
su presencia en TVE con su muñeco de guante, la perrita Marilín,
confundió a muchos.
Muchas de las ventrílocuas mencionadas han tenido conexiones
previas con los mundos de la canción y la magia, artes que pueden
considerarse como anejas a la ventriloquía. Aunque algunas han
tenido bastantes muñecos, las hay que han trabajado solo con uno
o por regla general con un máximo de cuatro. Esto sirve para dar a
cada uno de ellos una determinada voz y personalidad. La fama la ha
prestado su presencia en programas televisivos que han canalizado
sus actuaciones en salas de fiestas, en galas dentro de un programa
de variedades en teatros o circos o, las menos afortunadas, en fiestas
mayores, galas infantiles o primeras comuniones. Por el timbre de sus
gargantas la mayoría de sus muñecos son niños, niñas o animales,
pocas o ninguna han logrado
la voz masculina y “cazallera”
de Rosy Barón con su sevillano
Curro. Casi siempre han estado
navegando en territorio de
cómicas, sería muy interesante
el explorar nuevos espacios
donde la sentimentalidad, la
tragicomedia o incluso lo trágico
también estuvieran presentes.
Para un futuro próximo debería
contemplarse en su formación
la interpretación actoral y la
manipulación de marionetas.
Herta Frankel con sus
marionetas
y la perrita Marilín.
¿ESCRIBIR
PARA LAS
MARIONETAS?
Una presentación
del proyecto europeo
PUPPETPLAYS
Didier Plassard
Profesor en Estudios Teatrales.
Université Paul-Valéry Montpellier 3
puppetplays@univ-montp3.fr
This research has been funded by the European Union’s Horizon 2020 Research and Innovation Programme under
Grant Agreement 835193.
De unos prejuicios que también fueron míos
Durante mucho tiempo, como tantos investigadores y profesores universitarios
formados en estudios teatrales, pensé que no existía una escritura específica
para el títere. Cuando reflexionaba sobre esta cuestión, veía en lo esencial
adaptaciones de obras literarias (novelas, cuentos, relatos…) u obras de
teatro para actores, textos cortos en parte improvisados, y sabía (o creía saber)
que, a menudo, las piezas subtituladas “para títeres” no estaban realmente
destinadas a ellos. ¿No las confiaron a actores Maeterlinck, Ghelderode o
García Lorca? ¿No escenificó con actores Pierre Albert-Birot, en 1929, su
“drama cómico para títeres” Matoum et Tévibar, escrito once años antes? Salvo
raras excepciones, las obras para títeres que leía me parecían solo la huella de
proyectos efímeros, nacidos de una insatisfacción con el teatro dominante
más que de una atención precisa a estos instrumentos teatrales, a su historia
y a sus posibilidades.
Además, era consciente de que la palabra francesa “marionnette”
engloba realidades materiales y técnicas muy diferentes que
muchas lenguas europeas se encargan de distinguir: “burattini”,
“marionette” y “pupi” en italiano; “puppet” y “marionette” en inglés;
“Puppe” y “Marionette” en alemán, “boneco” y “marioneta” en
portugués, “títere” y “marioneta” en español, etc. Si aceptáramos la
idea de una especificidad de la escritura “pour marionnettes”, ¿cómo
podría ser ésta adecuada para las diferentes técnicas tradicionales
de guante o hilo o incluso otras técnicas desarrolladas en las
prácticas actuales? ¿Qué características pueden ser comunes a las
farsas de los títeres de guante de Pulcinella, Punch o Dom Roberto,
a las epopeyas caballerescas de la Opera dei pupi, a las marionetas
de las comedias de la Tía Norica, a las figuritas del teatro de objetos,
a las piezas contemporáneas para figuras hiperrealistas? ¿O
deberíamos pensar que cada una de estos instrumentos, según sus
propias características técnicas, exigiría una dramaturgia específica?
Ninguna de estas hipótesis me parecía admisible.
Finalmente, como espectador y como investigador que llegó al teatro
en las últimas décadas del siglo XX, es decir en la época triunfal de la
puesta en escena, también había aprendido a separar de manera casi
estanca los “dos tiempos “ de la creación teatral1, la obra escrita por
el autor y la producida por el equipo artístico, así como reflexionar
sobre la creciente variabilidad de sus interconexiones. Marcado
como tantos otros por los grandes logros de un Klaus Michael Grüber,
un Luca Ronconi, una Ariane Mnouchkine o un Robert Wilson, supe
la fuerza que puede encontrar la interpretación teatral en un texto
que no le estaba originalmente destinado. Dado que Antoine Vitez
1 Ver Henri Gouhier, Le Théâtre et les arts à deux temps, Paris : Flammarion, 1992.
75
Plassard presenta el proyecto
PuppetPlays, Montpellier,
2019
afirmaba (y demostraba) que “de todo podemos hacer teatro2”, ¿no
era más correcto pensar también que “de todo podemos hacer teatro
de marionetas”, y por tanto que la cuestión de una escritura específica
para estos instrumentos era un falso problema?
Las razones de un malentendido
Pero caí en la cuenta de que esta forma de enfocar la cuestión era
errónea. Se basaba en varios sesgos metodológicos que debían
corregirse gradualmente.
El primero de estos sesgos era no distinguir entre lo mayor y lo
menor, el centro y la periferia: investigar las prácticas de un arte
mayoritariamente marginal, como el del títere, con métodos y
recursos propios del estudio de la producción teatral institucional. La
definición de los roles respectivos de autor dramático y director de
escena, por ejemplo, no se aplica bien al teatro de títeres, incluso en
sus formas actuales. Si queremos reflexionar sobre las especificidades
del arte de los títeres, primero debemos situarlas en el contexto
general de las prácticas teatrales, tanto profesionales como amateurs,
de públicos nacionales o internacionales e incluso locales: es decir,
en un nivel en el que el estatus del autor, en particular, no constituye
necesariamente “autoridad”, e incluso donde no siempre existe.
Debido a que un espectáculo de títeres no goza del mismo capital
simbólico que una puesta en escena del teatro de actores, no es en la
historia de la literatura dramática donde debemos buscar obras para
títeres. Este es el segundo sesgo metodológico a corregir: no basta
curiosear en las estanterías de las bibliotecas y librerías, porque los
textos interpretados por los titiriteros son poco visibles y primero
hay que identificarlos. La mayoría de ellos, en las tradiciones más
antiguas y populares, no han quedado registrados por escrito, y la
herencia oral ha ido desapareciendo paulatinamente. Las copias
manuscritas, cuando se han conservado, se encuentran dispersas
entre museos, archivos y bibliotecas, según el discurrir histórico de
la constitución de depósitos y colecciones, y aún hoy la edición de
textos sigue siendo la excepción. Finalmente, la publicación no es
suficiente para la preservación porque a menudo se trata de libros,
folletos o publicaciones periódicas de tirada corta que pueden
haber sido destruidos o abandonados, esparcidos o simplemente no
referenciados.
Censar y cartografiar el repertorio de textos para títeres, con el fin de
poderlo leer y estudiar, es por lo tanto el requisito previo indispensable
para cualquier cuestionamiento sobre lo que podría hacer (o no
hacer) su especificidad. Es evidente, en este campo, cuan desiguales
son las situaciones entre los distintos países europeos: la eficiencia
del sistema de depósito legal, la importancia de las colecciones
privadas, las misiones de investigación etnográfica, las donaciones a
archivos, las políticas de adquisición de museos y bibliotecas juegan
un papel esencial en la conservación de este patrimonio y su puesta
2 Antoine Vitez, «Faire théâtre de tout» (1976), Le Théâtre des idées, Paris, Gallimard, 1994,
p. 199-220.
a disposición del público, de modo que, según el idioma y el país, el
número de recursos accesibles puede variar desde unas pocas decenas
hasta varios miles de documentos. Si los textos (en el idioma nacional
o regional) de las áreas de habla italiana, francesa o alemana son muy
numerosos y fáciles de identificar, debido a las grandes colecciones
públicas o privadas que los han reunido, la situación es muy diferente
para los de habla castellana, portuguesa, catalana, flamenca e incluso
inglesa que no se han beneficiado de la misma atención.
77
El proyecto europeo PuppetPlays
Desde octubre de 2019, he dirigido
un pequeño equipo de investigadores
que ha estado trabajando para reunir,
describir y analizar algunos de estos
recursos como parte del proyecto
PuppetPlays, financiado por el programa
“Excellent Science” del Consejo Europeo
de Investigación. Albergado por la
Universidad Paul-Valéry Montpellier
3, este proyecto, con una duración
de cinco años, tiene la ambición de
proporcionar acceso al repertorio
invisible de obras escritas en Europa
del Oeste3 para teatros de marionetas,
desde el siglo XVII hasta nuestros días, y
resaltar su contribución a la construcción
de un patrimonio artístico y cultural
común. Los titiriteros, en efecto, no
sólo han desarrollado en toda Europa
un repertorio de farsas y comedias,
protagonizado por las figuras populares
de Pulcinella, Polichinelle, Punch,
Hanswurst, Kasperl, Don Cristóbal, Dom
Roberto, Guignol, Tchantchès, Sandrone,
Faggiolino, Rugantino y tantos otros:
también descubrieron a millones de
espectadores, para quienes a menudo era la única forma teatral a
la que tenían acceso, las obras de Shakespeare, los melodramas, los
mitos de Fausto y Don Juan, las leyendas de San Antonio, Roberto
el Diablo o Genoveva de Brabante, los cuentos de Perrault o los
hermanos Grimm, las gestas de Carlomagno y los paladines de
Francia. Crearon así, más allá de las fronteras lingüísticas, geográficas
y sociales, un espacio cultural común del que somos, todavía hoy,
herederos.
Para dar a conocer y estudiar este patrimonio, el proyecto PuppetPlays
está desarrollando dos ejes estratégicos principales. El primero,
3 Gran Bretaña, Bélgica, Francia, España, Portugal, Italia, Suiza, Austria, Alemania, Países Bajos.
Cartel del primer Coloquio
Internacional, Montpellier,
2021
dirigido al mundo académico y científico, aborda el análisis de
diferentes corpus. Se desarrolla esencialmente en la organización
de dos simposios internacionales4, la concesión de dos becas de
doctorado5, varios contratos de investigación postdoctoral6, la
monografía que reunirá la redacción de los artículos científicos
por el conjunto de los investigadores del equipo y mi trabajo de
conclusiones finales. El segundo eje, destinado a llegar a un público
más amplio y estimular otras investigaciones, es la creación de una
plataforma digital accesible en línea, que comprenderá una base
de datos de 2000 referencias7, una antología de 300 textos raros o
inéditos, así como diferentes herramientas pedagógicas (diccionarios
de autores, técnicas de animación, etc.).
Todas las producciones de PuppetPlays y todos los datos recopilados
durante estos cinco años serán gratuitos y accesibles para todos, de
acuerdo con los requisitos del ERC y los principios de “ciencia abierta” que se están estableciendo gradualmente como el nuevo estándar
académico. Estos principios de libre acceso y gratuidad para todos los
usuarios adquieren un significado particular en el caso del proyecto
PuppetPlays, ya que pretende visibilizar un patrimonio invisible, lo
que implica precisamente compartirlo con todos: investigadores, estudiantes, profesores, alumnos, pero también artistas, programadores,
profesionales de los campos de la cultura, el turismo y el patrimonio,
espectadores, simples curiosos, etc. Dar a conocer, dar a leer y comprender, integrar estas obras para títeres en la historia del teatro, constituirlas en recursos disponibles para la creación o para otros proyectos
de investigación venideros (literarios, artísticos, históricos, lingüísticos,
sociológicos, etc.) : todas estas operaciones, que se han vuelto rutinarias en el inmenso campo de observación y experimentación que son
hoy las humanidades digitales, pueden ponerse al servicio de un mejor
conocimiento y mayor reconocimiento del arte de los títeres: esta es,
en todo caso, la utopía para la que estamos trabajando.
4 El primero, L’Écriture littéraire pour marionnettes en Europe de l’Ouest (17e-21e siècle) ha tenido
lugar del 14 al 16 octubre 2021 en Montpellier. Las grabaciones en vídeo de las comunicaciones
están disponibles en: https://puppetplays.www.univ-montp3.fr/fr/actualités/publication-desenregistrements-du-1er-colloque-international-puppetplays
El segundo, Le Marionnettiste comme auteur dramatique, tendrá lugar en la primavera de 2023,
también en Montpellier.
5 La primera, para Francesca Di Fazio, consagrada al papel de los autores en la escritura para
marionetas en Francia y en Italia en el siglo XXI, será presentada en el otoño de 2022; la segunda,
para Sophie Courtade, sobre la dramaturgia del teatro de sombras en torno a los siglos XIX y XX,
será presentada en el otoño de 2024.
6 Contratos ya asignados: Jean Boutan: De Don Juan à Kasperl: le devenir populaire d’un mythe
européen dans le théâtre de marionnettes en Europe centrale (septiembre 2020-agosto 2021); Jean
Boutan: La dissidence d’un petit monde: l’oeuvre pour marionnettes de Franz von Pocci au regard des
traditions théâtrales de l’espace sud-alemán y austríaco (septiembre 2021-agosto 2022); Manuela
Mohr: Théâtres de marionnettes et voyage cosmique: reconfigurations de l’identité dans les pièces
de science-fiction (19-21 siécles) (septiembre 2021-febrero 2022); Anna Leone: Pupi et guaratelle à
Naples (mayo-octubre 2022).
7 Se ha optado, para esta base de datos, por desarrollar un rico conjunto de metadatos:
introducción, indicaciones bibliográficas, fecha de estreno, sinopsis de la obra, lista de personajes,
indicaciones del género de la obra si la proporciona el autor, registros expresivos, procesos
teatrales , técnica de animación, palabras clave temáticas.
La especificidad no es una limitación
Nos encontramos a medio camino de este proyecto, una primera
versión de la base de datos estará abierta en junio de 2022 con la
descripción de varios cientos de referencias ya establecidas. A pesar
de la pandemia que ha limitado nuestras misiones en bibliotecas,
museos y centros de documentación, se pueden formular algunas
observaciones iniciales. El primero, y más llamativo, es la extrema
diversidad del repertorio del teatro de títeres. Aunque nos limitemos
a textos escritos específicamente para estos instrumentos y,
por tanto, no tengamos en cuenta las simples adaptaciones de
melodramas, cuentos maravillosos o libros infantiles, encontramos
todos los géneros, todos los formatos de escritura dramática en las
colecciones que exploramos: óperas barrocas o farsas populares,
tragedias o comedias, estudios realistas o dramas históricos, ciclos
de caballerías o sketches. Espectáculo de calle o teatro de sociedad,
divertimento aristocrático o manifestación de agit-prop, teatro de
los que no pueden ir al teatro o visión cómica de los sucesos del
día, el títere -sus historiadores así lo han establecido desde hace
mucho tiempo- ha podido ser utilizado en contextos muy diferentes.
Pero una investigación más sistemática a través de sus repertorios
también revela otras dimensiones, en particular la complejidad de su
inclusión en una historia más amplia de las artes escénicas.
¿Qué representan realmente los titiriteros? En determinados
contextos, se trata de las mismas historias –y, a veces, de las mismas
obras apenas transformadas– que las del teatro de actores: sea porque
los actores se convierten en titiriteros cuando las prohibiciones
79
Didier Plassard abre las
sesiones del primer Coloquio
Internacional, Montellier, 2021
religiosas o el monopolio de los escenarios institucionales les
impiden actuar sobre las tablas; sea porque compañías itinerantes
imiten las producciones de las grandes obras para mostrarlas a
un público que no tiene acceso a ellas; sea porque parodian estas
producciones o presentan una versión miniaturizada para quienes
ya las han visto en su forma original.
Pero en otros contextos, vemos titiriteros manteniendo en cartel obras o géneros que el teatro de actores ha ido abandonando
paulatinamente: así la farsa, el melodrama o el drama religioso, tres
repertorios que los titiriteros europeos han seguido representando
hasta principios del siglo XX. Finalmente, el teatro de títeres también
ha podido servir, por el contrario, como campo de pruebas de una
dramaturgia innovadora, como fue el caso en la época del Simbolismo y el Modernismo, en las vanguardias de los años 1910-1930 o
en los grupos experimentales de los años 1960. Incluso si hoy en día
tienden a aproximarse, la historia del teatro de actores y la del teatro
de títeres no es en todos los aspectos sincrónica: construyen juntos
sistemas teatrales8 cuya complejidad sólo puede descubrirse por su
puesta en relación.
También la cuestión de una especificidad de las escrituras para títeres no puede recibir una respuesta simple, si no tal vez esta: cada
época, cada cultura, cada contexto de producción y recepción ve
construir entre las diferentes ramas de las artes de la escena complejas relaciones de semejanza y diferenciación, de concurrencia y
complementariedad, en configuraciones siempre cambiantes donde
ninguna permanencia puede establecerse a largo plazo, ni siquiera
a medio plazo. Si, no obstante, surgen características específicas en
el uso de ciertos instrumentos, es prudente considerarlas no como
limitaciones, sino como enriquecimientos: más que buscar determinar lo que los títeres serían incapaces de hacer —categoría confusa,
y a la cual el talento de un artista siempre puede infligir un desmentido— intentemos examinar qué es lo que aportan de diferente.
Esta diferencia reside, por supuesto, en las características
materiales del títere: sus dimensiones, sus materiales, sus métodos
de construcción, sus técnicas de animación. En el escenario de
marionetas, la palabra no se puede disociar de la imagen: una
interactúa con la otra, inevitablemente. Observar cómo la escritura
teatral para títeres se ha apoyado en esta interacción para desarrollar
ciertas posibilidades expresivas, para abrir ciertos territorios de
la imaginación, es el camino más seguro para ver aparecer lo que
constituye su especificidad.
8 La noción de sistema teatral ha sido desarrollada por Giovanni Moretti en Attori e baracche, Il
Fornaretto nel sistema teatrale, Turín: SEB 27, 2002.
Presentación del proyecto PuppetPlays:
https://puppetplays.www.univ-montp3.fr/fr
Base de datos PuppetPlays (se abre en junio de 2022)
https://puppetplays.eu
Contact:
puppetplays@univ-montp3.fr
Didier Plassard aparenta ser un hombre tímido, tranquilo, pero dentro de sí hay un volcán de conocimientos y pasión por la literatura
y las artes escénicas, con una especial dedicación al universo de la
marioneta, de la que se puede considerar como uno de los más importantes teóricos europeos y uno de los principales formadores de
una nueva generación de investigadores y profesores. Defendió su
tesis doctoral en la Universidad París III Sorbonne Nouvelle en 1989,
que sirvió para la publicación de L’Acteur en effigie (L’Age d’Homme,
1992), un modélico estudio sobre las figuras del hombre artificial en
el teatro de las vanguardias históricas en Alemania, Francia e Italia.
En Les Mains de lumière (IIM, 1996), recopiló 130 textos fundamentales relacionados con el arte de las marionetas, desde Jenofonte o
Platón hasta Peter Schumann o Joan Baixas, pasando por sus idolatrados Alfred Jarry y Gordon Craig. Sobre este último ha publicado,
como responsable científico, su Drama for fools (Teatro para locos,
IIM-L’Entretemps, 2012) en exquisita edición bilingüe, inglesa y francesa, que recoge pequeñas, encantadoras y estremecedoras piezas
que escribió el más importante renovador del arte teatral europeo, al
que lanzó como una bomba su idea de la “supra-marioneta”. En este
artículo Plassard nos presenta su proyecto más ambicioso, PuppetPlays, la más notable aventura académica que jamás se ha hecho en
el estudio de la escritura para títeres en la Europa del Oeste, financiada por la Unión Europea en el marco del programa de investigación y
de innovación Horizon 2020 (GA 835193) con una duración de cinco
años (2019-2024).
Redacción Fantoche
Traducción del texto: Adolfo Ayuso
81
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en
Julio Fernández Peláez
inauditos@gmail.com
Se denomina abismo a la parte central de un escudo y que sin relación con el
resto de los elementos que la rodean crea una sensación de relieve mediante
la representación del propio escudo, generando así una especie de anomalía
en la superficie que dirige nuestra mirada hacia el fondo. Pero abismo, en su
acepción más común, es sobretodo aquella realidad inmaterial, incomprensible e insondable que se abre a nuestros ojos.
Tanto en lo que se refiere a la desconexión con la estructura principal
como al hecho de abrirse a una nueva y profunda dimensión, el arte,
en todas sus manifestaciones, ha estado siempre interesado por este
concepto, ya fuera de manera consciente o simplemente intuitiva. De
hecho, la introducción de elementos abismales dentro de la representación pictórica es bien conocida desde la Antigüedad, con abundantes ejemplos en la iconografía del arte geométrico, en la Grecia
Clásica, siendo también una técnica frecuente en las pinturas religiosas de todo el Medievo, hasta adquirir un cierto desarrollo dentro del
Renacimiento. No hay más que asomarse a las pinturas de El Bosco
para comprender cómo los detalles sobrepasan en relevancia al todo,
configurando en sí mismos un universo autónomo, y llegando a diluir
el sentido último del cuadro dentro de un mar de significantes de
oscura interpretación. La estructura de El jardín de las delicias, conformada por distintas y numerosas claves que nos abren sucesivas puertas a la imaginación, tiene mucha más potencia para el espectador
que la lectura moralista horizontal —a pesar de que fuera esta la idea
principal que motivara el cuadro—.
Ya en el Barroco, encontramos un ejemplo paradigmático de abismo:
en Las Meninas de Velázquez el espejo dirige nuestra mirada de espectadores hacia el momento justo en el que fue pintado el lienzo, un
tiempo dilatado y desconocido, situado en el pasado. De esta forma,
la pintura escapa a la idea de retrato pero también a la de representación, pues queda en entredicho su función de ventana al momento
presente.
Desde un enfoque literario, son muchos los ejemplos que podríamos
citar. Uno de los más conocidos es la invención de Cide Hamete Benegeli como autor de la figura del Quijote dentro de la propia obra de El
Quijote. Se identificara o no Cervantes con esa invención, lo cierto es
que Cide Hamete Benegeli es un particular abismo de carácter metaliterario, pues no hay más datos sobre este personaje supuestamente
histórico que la sola mención dentro de la obra, lo cual nos lleva a
indagar de una forma infructuosa sobre el origen mismo de la novela.
En el XX, Borges es uno de los autores que forma más prolija y clara
explore al capacidad del abismo para hundir al lector en las sucesivas
capas de la narración, cada vez más ignotas, cada vez menos superficiales. Si bien, y con anterioridad, sería André Guide quien definiera
esta estructura de discurso con el nombre de «mise en abîme», atribuyéndose esta técnica dentro de su Journal (Diario, 1889-1939). Explicado de una manera sencilla, podríamos comparar esta «mise en
abîme» a una serie de muñecas rusas que al abrirse dan paso a otras,
cada vez más pequeñas e insondables.
En cine, un buen ejemplo de este tipo de narración la encontramos
en Solaris, de Tarkovsky. Por más que como espectadores lo intentemos, jamás podremos llegar al meollo de la trama porque esta no
es sino una acumulación traslúcida de capas dispersas, a modo de
cronotopos alejados, tanto espacial como temporalmente, que remiten los unos a los otros. Pero con anterioridad, y también dentro del
83
cine surgido de la Rusia soviética, deberíamos mencionar a Iván el
Terrible, trilogía inconclusa de Sergei Eisenstein. En Iván el Terrible,
especialmente en la segunda parte, el director ruso desarrolla toda
una serie de técnicas narrativas que van en una misma dirección:
la excavación en lado oscuro de los protagonistas. Mediante planos
cortos y la utilización de la luz y la interpretación según técnicas
expresionistas, los personajes van extendiendo la narración hacia
el pasado —pero también hacia un futuro que provoca desconfianza— mostrando aquellos rasgos de la psicología que convierte el
poder en una fuerza perversa. En este sentido, es bastante probable
que la búsqueda del abismo, identificado con la palabra poder, se
hubiera podido desarrollar de manera completa en la tercera parte,
aquella que Eisenstein no pudo llevar a cabo al ser prohibida por
el régimen, y que esto hubiera llevado al director a un callejón sin
salida pues la película, aunque pensada en origen sobre un personaje histórico, se convierte pronto en una especie de simbiosis con la
realidad: la de una Rusia controlada por el absolutismo desmedido
y cruel de Stalin.
En Iván el Terrible, como en otras de Eisenstein, la idea de mosaico
está siempre presente: se trata de planos que se suceden y que están
unidos no ya por una lógica narrativa sino por una forma de componer basada en la asociación. Son los detalles los que unen un conjunto a través de sus relaciones semánticas y simbólicas, pero también
la música que lo envuelve todo a modo de sinfonía.
Pero hay además un detalle importante en el desarrollo de esta estructura compositiva y es la objetualización de los personajes. En el
interés de sacar a la luz los rasgos interiores y hacerlos evidentes, los
actores interpretan su papel de manera anti-psicológica, convirtiéndose de algún modo en marionetas, en títeres de sus propios impulsos, en muñecos manipulados por las fuerzas que los dominan.
Como vemos a través de los ejemplos expuestos, la búsqueda de ese
abismo —tal y como lo definíamos en un principio— implica una
ruptura con formas de escritura tradicional amparadas por la lógica
cartesiana, para dejarnos llevar por los juegos de espejo, ventanas
y transgresiones formales que faciliten una mirada indirecta pero
profunda, capaz de situarse en lugares no comunes y que al mismo
tiempo pueda ampliar la realidad hacia lo profundo. Hablamos, en
definitiva, de una dramaturgia del abismo, y que en teatro tiene una
aplicación: la puesta en escena abismal.
¿Pero existe esa puesta en escena? ¿Es posible llevarla a cabo? Está
claro que la respuesta es afirmativa desde un punto exclusivamente narrativo y estructural. De hecho, cualquier obra que explore la
metateatralidad es capaz de ofrecernos posibilidades en ese sentido, tal y como sucede con Seis personajes en busca de autor, de Luigi
Pirandello. Y en un contexto más contemporáneo no es difícil encontrar piezas que buscan de una u otra forma el laberinto abismal.
Podemos citar sin riesgo a equivocarnos a dramaturgos como Rafael
Spregelburd, Caryl Churchill o Marius von Mayenburg.
Sin embargo, el asunto se complica cuando lo que pretendemos es
superar la narración (literaria) para
adentrarnos en estructuras narrativas no esencialmente dramáticas
—pero plenamente escénicas—.
En este ámbito de la creación teatral “a pie de escena”, caracterizado
por una conjunción de disciplinas
en el proceso de creación, el hecho
mismo de encontrar resquicios
(dentro de la propia escena) que
nos conduzcan a lo abismal viene
mediatizado por las limitaciones
que impone la propia realidad escénica contemporánea, donde la
ficción de los personajes es superada en no pocas ocasiones por la
presencia de los actores y donde
predomina una estética en la que
los límites se establecen a nivel
corporal y no tanto a un nivel simbólico.
Dentro de una tendencia performativa, en la que lo ficcional
es cuestionado en favor de una
mayor presencialidad, el teatro
de objetos constituye una excepción reseñable, pues es imposible
extraer de los objetos su doble funcionalidad: como cosa misma y
como representación de otra cosa. Si con la dualidad actor-personaje
cualquier introspección en la ficción depende de la capacidad por
inclinar la balanza hacia el personaje, en los objetos (por el hecho
mismo de carecer de vida propia) ambas cualidades son una sola de
manera insoslayable.
Para el teatro de objetos no es preciso usar el efecto disociador, aquello que Bertolt Brecht denominaba Verfremdungseffekt, para obligar
al espectador a no identificarse con el objeto mismo, pues la identificación que se establece es, inevitablemente, con lo que representa
el objeto —que dependerá de la imaginación de cada cual—. Y esto
implica que, con el empleo de objetos, podemos estimular al público
a mantener una actitud constructiva y crítica, tal y como defendía
Brecht, sin necesidad de artificios interpretativos.
Con la naturalidad con la que se desarrolla la ficción en el teatro de objetos es posible establecer variados métodos de abordar la problemática
de la dramaturgia del abismo, precisamente por la ostentación ficcional
que caracteriza a este teatro, y es esta una de las claves por las que esta
dramaturgia tiene aquí tantas expectativas de desarrollarse con éxito.
85
Tadeusz Kantor, Fotografía de
Marta Swoppe, 1980. Public
Library de New.
Fotograma de Iván el Terrible,
parte I, 1944,
Serguéi Eisenstein.
Ahora bien, ¿cómo desarrollar esta dramaturgia en la práctica? ¿Por
dónde empezar?
Una vez que tenemos claro que lo que diferencia a este tipo de escritura de cualquier otra es la existencia de un abismo —es decir: una
fracción dentro de la ficción que remite a la ficción misma—, cualquier método que empleemos no puede obviar esta existencia, independientemente de cómo abordemos el proceso, ya sea desde la
búsqueda del abismo o desde su previa construcción.
Teniendo en cuenta la naturaleza fractal del abismo, es la previa
configuración una de las posibilidades más interesantes, pues no en
vano va a ser siempre más coherente practicar una composición desde la unidad mínima que tratar de darle sentido a esta unidad una
vez formalizado el todo. Sin embargo, dar con esa unidad, o unidades
mínimas, para a partir de ellas formalizar un conjunto, una pieza que
las englobe, puede llegar a ser como encontrar pequeños espejos
que reflejen una parte importante de nuestra vida, capaces de sintetizar desde el instante todo aquello que pasó durante años, aquello
que en definitiva llamamos vida, en abstracto.
En el teatro de la memoria —o teatro de la muerte— de Tadeusz Kantor, estos abismos son fragmentos de la memoria del propio Kantor,
representación escultórica de fotografías del pasado que se reviven
de forma continua, creando un universo de ilusiones ópticas que nos
conducen hacia lugares muertos pero que en nuestra conciencia viven y son presencia irrenunciable. Así sucede en La clase muerta, por
ejemplo. Los protagonistas en esta pieza son los muñecos, los objetos, los actores objetualizados, todos aquellos elementos simbólicos
que nos conducen a un tiempo invivible, y en gran medida abismal,
desconocido, pero presente en escena, junto al propio Kantor.
UN EJEMPLO RECIENTE
Sirvan unas líneas finales para relatar mi experiencia en este asunto a
través de la creación de la dramaturgia de PYKA, un espectáculo de la
compañía Cinemasticado, estrenado en 2020.
En PYKA se partía de la existencia de dos materiales que nada
tenían que ver entre sí: unas cartas familiares alrededor de la figura
de la abuela de Helena (que junto a Xosel configura el alma de la
compañía), y una pequeña película en vivo realizada con objetos y
títeres de pequeño tamaño.
Pronto comprendimos que esta película de corta duración era precisamente el abismo, es decir, el lugar representacional al que teníamos que llegar, constituyendo en sí misma la síntesis del espectáculo.
Estaba claro que este fragmento era algo así como el centro del escudo (de la pieza que aún estaba por construir), y por esta misma razón esperábamos que fuera también un espejo de la propia obra de
teatro en su conjunto, solo que con un formato y un discurso propios.
En el fondo del asunto de PYKA (que era a su vez el título de la película
en vivo) se situaba, tal y como ocurría en Iván el Terrible, el poder
ejercido con egoísmo, sin la empatía necesaria para tener en cuenta
la vida de los otros. En esta pequeña pieza de cine en vivo (donde lo
que sucede en escena, a través de la manipulación de los objetos,
es proyectado en directo en la pantalla) el objeto que simboliza el
poder es un brazo de plástico —pyka es la traducción de brazo en
ruso— y la protagonista contra la que se ejercía la violencia una
bailarina hecha con papel.
Pero también en la vida de la abuela de Helena estaba presente esta
violencia, personificada en la figura de quien fuera su marido: un declarado falangista fallecido en extrañas circunstancias en los años de
la postguerra. En consecuencia, el camino parecía claro y no era otro
que ir tirando los hilos de ficción desde los escasos datos de realidad
que constituían el punto de partida (las cartas familiares de Helena)
para llegar al abismo (la película de cine en vivo). A este proceso se le
dio el nombre de alterficción pues no dejaba de ser una construcción
ficcional a partir de datos que tampoco podían ser identificados con
una verdad, sino con la construcción verosímil de distintas personas
alrededor de la vida de otra (en este caso la abuela). Una construcción que, en parte, ya estaba presente en las cartas pero que en gran
medida había que elaborar desde la dramaturgia.
En las cartas se mencionaba una tal Olga, que la abuela (Angelines)
había conocido durante su estancia en Londres. Y he aquí la pieza cla-
87
PYKA, el corazón en el eclipse,
de Cinemasticado. Fotografía
de Mercedes Moralejo.
ve capaz de relacionar todas las partes desde un punto de vista épico:
Olga, autora del guión de la película que vamos a ver en el teatro
como cine en vivo, fue una niña “de la guerra” –enviada a Rusia en un
barco cuando ya se vislumbraba la derrota del bando republicano–,
y en su juventud conoció a Eisenstein, justo cuando el director intentaba infructuosamente seguir con la tercera parte de Iván el Terrible.
Los títeres del tamaño de una persona: Angelines, Olga y Eisenstein,
configuran la ficción de la pieza, mientras que los actores (Helena y
Xosel) se mueven dentro de un presente construido a medida, una
especie de realidad metateatral en la que el teatro es el propio taller
de realización de los objetos que han de ser los protagonistas de
la película PYKA (en su formato de cine en vivo). Es de este modo
como los tres discursos —metateatralidad, ficción teatral y cine—
conviven a lo largo de la obra mediante una estructura fragmentada,
combinación discontinua de las tres maneras de llevar a cabo la
narración, con abundantes huecos por los que se cuelan, a su vez,
otros discursos, especialmente de la poesía.
Pero en PYKA, además, la idea de abismo trasciende a lo formal
para convertirse en un sucesivo ahondar en aquellas emociones
que surgen desde el trauma, desde aquellos hechos imposible de
olvidar y que marcan la vida de las personas. En este sentido, la
pieza nos va mostrando las capas más sensibles de la personalidad
de los personajes, creando un pequeño universo en el que todos sus
habitantes se encuentran afectados por las consecuencias del poder,
por la falta de empatía. De algún modo, cada uno de ellos son reflejo
y abismo de los otros, formando parte de la vida de los demás de
manera determinante, decisiva.
El resultado es una pieza con numerosas aberturas a la interpretación
y en la que la trama se ve superada por los accidentes, por los
pequeños detalles que aparecen a modo de abismos en los que
hundir nuestra imaginación. Una pieza sinfónica, donde la música
en directo actúa como auténtico aglutinante, y donde los signos se
reproducen a lo largo de la trama creando una malla de asociaciones
—del mismo modo que ocurre en el cine de Eisenstein—.
Bibliografía escogida
BABLET, DENIS (ed.). 1984. El Teatro de la Muerte, Ediciones de la Flor, Buenos Aires.
BORGES, JORGE LUIS. 1986. Ficciones, Seix Barral, Barcelona.
BÜTTNER, Nils. 2016. Hieronymus Bosch El Bosco. Visiones y pesadillas, Alianza Editorial, Madrid.
FERRO, MARC. 2008. El cine, una visión de la historia. Akal. Madrid.
GUIDE, ANDRÉ. 1951, Journal 1889-1939, Editions Gallimard, Paris.
LARIOS SHADAY. 2018. Los objetos vivos. Escenarios de la materia indócil, Paso de gato,
México.
OSORIO, OLGA. 2013. Solaris. Andrei Tarkovski (1972), Nau Llibre, Valencia.
THOMSON PETER & SACKS GLENDIR (eds.). 1998. Introducción a Brecht, Akal, Madrid.
Julio Fernández Peláez
Doctor por la Universidad de Alcalá en Estudios Literarios, Lingüísticos y Teatrales. Estudios de Bellas Artes y Escenografía. Desde 1989
trabaja en distintos ámbitos de la creación artística. Como dramaturgo ha escrito alrededor de 30 obras, algunas de ellas llevadas a escena con la compañía Anómico Teatro: Anxos abandonados en mosaicos,
Mer o lo invisible, Paisajes de extinción, Chuvia, Optimismo Florence,
Ensayo sobre la lejanía, Preferiría no hacerlo o Julieta Virtual. Dirigió el
festival “Poéticas para unha vida”, dedicado al arte y poesía de acción,
y durante años condujo el proyecto de revista-objeto escénica y performativa NÚA. En la actualidad es el editor de Ediciones Invasoras.
Participó en los I y II Encuentros entre dramaturgos y coreógrafos
organizado por CDN y Teatros del Canal, así como en “Exploratorio
Circo”, organizado por CDN y Circo Price. Ha recibido algunos premios
por sus textos teatrales, como el “Teatro Mínimo Rafael Guerrero” (XVI
y XXI edición), “Dulce por Amargo”, “Cuenca a escena” (1ª y 5ª edición),
“Pegada de Teatro Radiofónico”, “Teatro x la Justicia” y “El Espectáculo
Teatral”, así como otros en el ámbito de la poesía, la narración o el
ensayo. Ha publicado teatro, poesía y novea: Acciones de entusiasmo,
imposibles y nunca llevadas a cabo, Rapsofá, Sembraré recuerdo, Billetes
transportan mensajes, Cuando las islas hablen, etc. En 2021 se publicó
su texto Cartas de amor a los árboles en la revista PRIMER ACTO.
Desde 2006 tiene su residencia en Vigo.
89
REFLEXIONES SOBRE LA
&
CONSERVACIÓN
RESTAURACIÓN
EN EL TEATRO DE TÍTERES
Raquel Racionero
conservadora-restauradora
Francisco J. Cornejo
titiritero e historiador de los títeres
Los Bonecos de Sainto Aleixo aguardan hasta la próxima función. Fotografía de María José González de la Lastra.
Pregunta. ¿Qué es lo primero que se le pasa por la cabeza a una profesional de la Conservación y Restauración cuando se enfrenta al reto
de aplicar su experiencia y sus conocimientos a una serie de figuras
que fueron creadas para ser animadas sobre un escenario, para formar parte de un espectáculo dramático?
Raquel. Lo primero en lo que un profesional de nuestro campo puede pensar al enfrentarse a la conservación de un títere, es la necesaria
adaptación de todos sus conocimientos tanto teóricos como prácticos, a unos bienes complejos para que sigan cumpliendo con su
función y con los valores que representan.
91
Francisco. Como titiritero, siento que el principal valor de un títere
radica en sus posibilidades expresivas. Para poder “comprender” al
muñeco es necesario verlo en movimiento. La conservación física del
títere debería incluir siempre sus funciones dinámicas.
P. ¿Hasta qué punto el profesional de la Conservación puede/debe
garantizar que un títere, una vez “jubilado” y considerado como un
bien a proteger, conserve todas sus características como personaje
teatral: físicas, pero también dinámicas; es decir, que mantenga todas las posibilidades de movimiento para el que fue creado? ¿Qué
dificultades existen para que esto sea posible?
R. Debemos tener en cuenta, primeramente, en qué entorno se
encuentra la pieza, ya que, si ésta es un bien protegido y se halla
Fractura del material.
Mano de la marioneta
MA00005 del Retablo de
Maese Pedro conservado
en el Museo Nacional del
Teatro de Almagro, Ciudad
Real. Fotografía de Raquel
Racionero. © Museo Nacional
del Teatro.
Retirada de restos de material
biológico presente en el
perímetro del telón de fondo
de un teatrillo de marionetas.
Fotografía de Raquel
Racionero.
depositado en los fondos de un museo, quiere decir que ya, en parte,
ha perdido su función; es decir, se custodiará y se exhibirá, pero se
desactivará su función dramática. En el resto de los casos, debemos
ser prudentes antes de asegurar que el profesional pueda garantizar
el mantenimiento de ese dinamismo que permita el uso continuado.
Cada pieza es un caso concreto, cada marioneta presenta un estado
de conservación propio; está formada por la combinación de distintos materiales y tiene un grado de deterioro concreto, dependiendo de muchos factores. Para una correcta conservación es necesario
tener en cuenta todos los elementos constituyentes que articulan y
permiten jugar con el títere, es decir: percha, peana, articulaciones,
costuras, anclajes, etc. El mal estado de uno o varios de los materiales
utilizados para su creación condicionaría el que la pieza pudiera o no
manipularse. La fragilidad puede venir producida por las condiciones a las que haya estado expuesto el bien, por el envejecimiento de
algunos de sus componentes o por la interacción entre los mismos.
F. Frente a la primera sensación que nos inclina a sentir un museo de
títeres como un cementerio de algo que fue vivo, pero que ya no lo
es, el titiritero –y el historiador– acaba comprendiendo la importancia de esos objetos que nos motivan a hacer cosas, que nos inspiran,
que nos enseñan, que nos ahorran el trabajo de tener que volver a
inventar la pólvora… Por eso, es muy de agradecer que esos objetos mágicos, hoy muertos, se nos muestren tal cual eran, con toda
su autenticidad y con el máximo rigor; porque si es así, podremos
moverlos al menos con nuestra imaginación.
P. ¿Qué piensas de las condiciones de conservación de los objetos
utilizados en el teatro de figuras animadas en los museos y colecciones que conoces? ¿Qué aspectos cambiarías?
R. La manera de mostrar a los títeres dentro de las colecciones de los
museos en la mayoría de los casos es mejorable. Los muñecos son
piezas complejas debido a sus necesidades de manipulación y a su
fragilidad, condicionada por su estructura articulada y, habitualmente, por la fatiga de sus elementos de agarre; lo que hace necesaria la
creación de distintos sistemas expositivos que pasan por la creación
de soportes específicos y adaptados a las características de cada pieza; algo que no siempre se cumple. Además, muchas de estas figuras,
por la falta de espacio, se almacenan en áreas sobresaturadas y de
forma conjunta con otras piezas, sin medios o condiciones adecuadas. En todos los casos la conservación debe ser planteada como una
necesidad continua y dirigida a la excelencia.
P. ¿Crees que sería necesaria una Guía de buenas prácticas para los
profesionales del teatro de títeres que incluyera recomendaciones
sobre materiales a evitar, almacenaje o transporte?
R. Es necesario que, al igual que ocurre con el caso de la conservación
de otros bienes como la pintura o la escultura, los títeres tuvieran un
manual de referencia donde se recogiera un protocolo de actuación
con instrucciones de uso y manipulación, plan de posibles cuidados,
identificación de materiales, recomendaciones, etc.
93
Caja de conservación
realizada con materiales
inertes de protección frente
a golpes y vibraciones y
cambios termohigrómétricos;
para el almacenaje y
transporte de la marioneta
Melisendra MA00002 del
Retablo de Maese Pedro
conservado en el Museo
Nacional del Teatro de
Almagro, Ciudad Real.
Fotografía de Raquel
Racionero. © Museo Nacional
del Teatro.
Marionetas del Retablo de Maese Pedro expuestas en una vitrina.
Exposición permanente del Museo Nacional del Teatro de Almagro, Ciudad Real.
Fotografía de Raquel Racionero.
F. Confieso que, como titiritero, la preocupación principal respecto
a los objetos que necesariamente utilizábamos en los espectáculos
(títeres, decorados, teatrillo, accesorios) era que funcionaran cuando
llegara su momento. La conservación se entendía exclusivamente
de esta manera: revisar y cambiar un hilo cuando éste se estaba
deshilachando, apretar los tornillos de vez en cuando, repintar
desconchones, remendar vestidos, cambiar las pilas de los micros
antes de que se agotaran… y poco más. Cuánto habríamos
agradecido buenos consejos sobre qué materiales eran mejores de
cara a su mayor duración, cómo cuidarlos, cómo transportar los títeres
y enseres para que no sufrieran en los viajes… Cuántos problemas y
cuántos trabajos se podían haber ahorrado…
P. ¿Qué importancia tienen para ti como conservadora-restauradora
la documentación sobre los procesos creativos (construcción, ensayos, representaciones…) del teatro de títeres?
R. Todos los datos aportados por parte de los creadores/artesanos son
fundamentales a la hora de llevar a cabo cualquier intervención sobre
estas piezas. Es muy importante dejar constancia de las intenciones
de los creadores/artesanos y de los procesos que estén relacionados
con la creación de los títeres, por ejemplo, en los cuadernos de artista
o en los figurines; todos deberían ser documentados textualmente,
fotográficamente o por otros medios. Esta información no solo aportaría datos sobre el proceso creativo, sino que podría justificar las futuras acciones a llevar a cabo por parte de los técnicos conservadores
en su toma de decisiones.
F. Como historiador de los títeres, comparto la idea de que es imprescindible documentar los procesos creativos de cada espectáculo y/o
títere concreto. Toda información sobre los mismos se vuelve extremadamente valiosa cuando se trata de conocer el por qué y el cómo
de su existencia. Desgraciadamente, todavía queda mucho camino
por recorrer; por parte de los titiriteros, que no le damos la importancia que tiene, y porque son contadas las instituciones –con dotación
económica y de infraestructuras suficiente– que acojan, protejan y
estudien todo este material, supuestamente accesorio.
P. Necesidades, más o menos urgentes de resolver, de cara a la mejor
conservación de los títeres y de sus espectáculos. Propuestas.
R. El futuro para la conservación de títeres y muñecos de manipulación pasa por entender la singularidad de este Patrimonio, donde
debe primar la conservación no solo de la parte material sino también del significado. Se debe hacer hincapié en la conservación de
los materiales como elementos tangibles más o menos seccionados
o envejecidos, pero a la vez es necesario mostrar y conservar la parte
relacionada con el cumplimiento de las dinámicas narrativas de un
discurso escénico del que los títeres forman parte.
95
Marionetas en una vitrina. Exposición permanente del Museo da Marioneta de Lisboa.
Fotografía de María José González de la Lastra.
Aunque la toma de decisiones ante la conservación y la restauración
de algunas de estas piezas pertenece a los profesionales formados
para ello, es necesario el trabajo conjunto de los artesanos del títere,
de los creadores y de los técnicos en conservación y restauración especialistas en este campo. De ese contacto deberá nacer un protocolo
de guarda y mantenimiento efectivo, que permita frenar el deterioro
y la pérdida, con normas sencillas de aplicación que sean inseparables en la práctica del mantenimiento de este tipo de piezas. Sería
necesario controlar las condiciones de almacenamiento, exposición,
uso y transporte, abordando todas las posibles situaciones a las que
pueden enfrentarse este tipo de bienes. Además, es importante que,
más allá del resultado estético que se pueda conseguir con el empleo
y la combinación de diversos materiales, nos anticipemos a posibles
problemas y deterioros teniendo en cuenta la calidad y cualidades de
los materiales empleados, así como sus posibles incompatibilidades
por razones de origen o las características de su envejecimiento.
F. Veo dos grandes necesidades que requieren de una intervención
urgente: una es la toma de conciencia por parte del mundo de los
titiriteros de la importancia de documentar y conservar de la manera más completa posible los frutos y herramientas de su trabajo; la
otra, complementaria, es el desarrollo de instituciones solventes y
estables –públicas o privadas, nuevas o ya existentes– con capacidad
para acoger, preservar y poner a disposición del público y de los estudiosos todo el material generado por el teatro de títeres. En España los títeres no han sido valorados socialmente y, en consecuencia,
las pérdidas patrimoniales han sido casi totales en lo que respecta
a los siglos anteriores al XX. Ahora es el momento de romper esta
tendencia; no hemos de permitir que se pierdan los importantes testimonios del arte de los títeres forjados a partir de finales de los años
setenta del pasado siglo, que ya comienzan a estar en riesgo.
P. ¿Existe un campo de acción definido a la hora de hablar de la conservación de títeres? ¿Qué diferencias existe entre conservar un títere
y restaurarlo?
R. La conservación es una disciplina que engloba todas aquellas medidas y acciones, tanto directas como indirectas, aplicadas a un bien
para su salvaguarda. Dentro de la conservación se contemplan distintos tipos, aquella preventiva que siempre debe cumplirse, que se
realiza sobre el contexto circundante al bien no interfiriendo en él
directamente, ni en sus materiales y estructura; a diferencia de lo que
sí hace cualquier restauración. Los tratamientos curativos y de restauración tan solo quedan justificados ante una necesidad expresa,
como, por ejemplo, el riesgo de perdida total o parcial del bien.
97
F. Cuando un títere, o un espectáculo, está en uso, los titiriteros
hablamos de “reparación” de nuestros muñecos, teatrillos o
elementos escénicos. El espectáculo debe continuar. El títere siempre
debe cumplir su función dramática, aunque para ello tengamos
que hacer un apaño sobre la marcha. Su conservación se entiende
como algo subordinado a dicha función. El restaurador, en cambio,
al que suponemos con el tiempo y medios adecuados, debe valorar
reflexivamente el qué y el cómo intervenir en el “objeto a proteger”,
aunque, siempre, teniendo claro que esa intervención lo es para
mantener los valores –técnicos, estéticos, históricos, culturales– de
la pieza correspondiente.
P. ¿Qué debe primar en un títere, su función estética o su función
práctica?
Palcos de un teatro como
expositor de títeres.
Exposición permanente
del Museo da Marioneta de
Lisboa.
Fotografía de María José
González de la Lastra.
F. Ambas funciones son inseparable e interdependientes. Hay que
tener presente que la función estética del títere no se limita a su aspecto visible (modelado, pintura, vestuario…), también su materialización técnica –sus posibilidades y limitaciones dinámicas– constituyen su esencia como personaje. Es decir, la función práctica de un
títere siempre forma parte esencial de su estética. Cada técnica de
teatro de títeres condiciona su propia estética. Los mejores resultados se alcanzan cuando técnica y estética se perciben como inseparables; cuando ninguna se impone sobre la otra.
R. Estas piezas para cumplir con su función de reconocimiento dentro
de un contexto requieren para ser efectivas, activar la memoria visual
y para ello los títeres deben mostrar tanto una consistencia material
como estética y de esta forma se producirá tal reconocimiento de
aquello que representan. Debe perseguirse que se cumplan ambas
funciones y si no es así, que quede justificado el porqué no se
realizan. Es muy importante que en ningún caso se borren las huellas
del tiempo sobre estas piezas, ya que son parte de su evolución.
P. ¿En que consistiría un protocolo de conservación de un títere?
R. Para la preservación de piezas tan singulares se requiere la implantación de una serie de rutinas que nos permitan frenar el envejecimiento y la pérdida de su mensaje. Para ello hay que entender estos
bienes como materiales a los que hay que realizar un seguimiento
de su estado a lo largo de su almacenaje, manipulación, exposición
y uso. Es necesario conocer la historia material del títere para garantizar una larga vida a estas piezas. La casuística es muy variada, por
ejemplo, si tenemos que almacenar títeres evitaremos que estos se
encuentren ubicados cerca de tuberías, bajantes o zonas con riesgos
de humedad; los mantendremos alejados de áreas con presencia de
restos de comida que puedan ser atractivos para la acción de los roedores, etc.
F. La necesidad de este protocolo es indudable. Su elaboración, para
que sea realmente completo y atienda las necesidades reales de la
conservación de los títeres, debería ser el fruto de encuentros programados con este fin entre titiriteros, coleccionistas o museos, y especialistas del mundo de la conservación preventiva. UNIMA debería
jugar el papel de catalizador de estos encuentros.
P. ¿Qué agentes de deterioro afectan especialmente a la correcta
conservación de un títere?
R. Los agentes de deterioro suelen combinarse, siendo sus efectos
el resultado de la conjunción de varios tipos de ellos. Sin duda la
principal amenaza de estas piezas es la acción humana. El deterioro
viene provocado en muchos casos por el desconocimiento sobre
este tipo de figuras, los procedimientos y las técnicas utilizadas para
la construcción de mecanismos, armazones, etc. A esto se suma el
uso de materiales frágiles, en algunos casos reciclados o de baja
calidad que, con su uso se dañan al producirse de forma directa
deformaciones, tensiones, abrasiones, etc. La combinación y el uso
de materiales de origen natural marca la fragilidad de estos, que
son altamente degradables ante las plagas, a través de la acción de
99
organismos vivos como microorganismos, insectos, aves, roedores,
etc. Además, debemos tener en cuenta que los factores externos
tales como una humedad elevada, o la acción de la luz, etc., pueden
acrecentar de manera exponencial tales deterioros.
P. ¿Qué entendemos por original y por copia, en el mundo del teatro
de títeres?
F. La diferente valoración entre original y copia es una consideración
de la Historia del Arte –no exenta de polémicas y de matices– que no
puede trasladarse sin más al mundo del teatro de títeres. Muchas veces ocurre que en un mismo espectáculo son necesarias varias figuras
de un mismo personaje replicado. En otras ocasiones de un mismo
molde surgen las cabezas o cuerpos que con la pintura y el vestuario
se convierten en títeres diferentes. Cuando un títere da problemas, es
posible repetirlo con las mejoras necesarias ¿cuál deberíamos considerar original y cuál copia? ¿el primero en el tiempo, a pesar de sus
defectos; o el posterior, ¿ya mejorado? Las copias comerciales, sin funcionalidad dramática, serían elementos puramente decorativos.
R. Estoy de acuerdo con la idea expresada por Francisco, pero creo
que debemos valorar el peso y la importancia del concepto de original. Si tratamos a los títeres sólo como un medio de expresión y no
tenemos en cuenta sus particularidades y esa frescura del proceso
creativo unitario, singular y novedoso, estaríamos eliminando de golpe las huellas del tiempo y las intenciones iniciales de los creadores.
Para evitar la pérdida de la historia e intencionalidad de estas obras
plásticas, creo que debemos extrapolar la importancia del concepto
de original al mundo del títere. Esta concepción cultural sería sin duda
aplicable a un ámbito concreto del mundo del títere en Occidente, en
parte alejados de la concepción oriental relacionada por ejemplo con
el Teatro Japonés Bunraku. En los muñecos conservados creados para
este tipo de teatro se aprecia especialmente el tallado de las cabezas de madera, eliminándose el pelo y la pintura. Esto no ocurre de la
misma forma en el caso de un títere de origen occidental, en el que, si
desmembramos la cabeza y eliminamos la policromía, al no considerar la importancia del original con su antigüedad y su relevancia, tendremos un conjunto de piezas desmembradas sin significado alguno.
P. ¿Se pueden sustituir partes constituyentes de un títere? ¿Qué elementos pueden o no sustituirse, existen límites?
R. Hay que tener en cuenta que hay tratamientos que pueden tener un
carácter irreversible, como ocurre con la sustitución de partes. Es por
ello muy importante saber identificar que daños sufre el títere y tomar
una decisión siguiendo criterios técnicos basados en el conocimiento
en profundidad de los materiales, que daños sufren y que ha
podido producirlos. No se debe buscar devolver la funcionalidad
sin respetar la integridad histórica, física y estética de estos bienes.
Es muy importante por tanto que todas las partes implicadas en la
conservación de estas figuras conozcan un protocolo de aplicación
específico y exista una vía en el que tanto los creadores/poseedores
y los conservadores dialoguen y trabajen juntos.
F. Cada caso necesita de un estudio previo particular. Comparto
la idea de que es imprescindible que la decisión se tome de manera conjunta entre conservadores, creadores o historiadores y
propietarios.
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Marioneta y soportes en
una vitrina. Exposición
permanente del Museo da
Marioneta de Lisboa.
Fotografía de María José
González de la Lastra.
FRONTERAS
Luisa Aguilar y L. Fernando de Julián
Ilustración: Irene González
TIEMPO
Ayer, hoy, ¿mañana?
LUGAR
Allí, que está al otro lado de aquí
PERSONAJES
El OTRO
Una LÍNEA
Una VOZ
El OTRO viste un enorme abrigo, lleva un enorme sombrero y arrastra, con
esfuerzo, una enorme maleta. Avanza con pasos pequeños por un
enorme camino. Llega hasta una línea tangente dibujada en el suelo.
Se detiene. La observa. Duda.
Una VOZ incomprensible da instrucciones. La LÍNEA se desplaza unos palmos hacia allá.
El OTRO da un respingo.
La VOZ incomprensible vuelve a dar instrucciones. La LÍNEA se desplaza
unos cuantos palmos hacia acá. La VOZ interpela una corrección incomprensible. La LÍNEA se corrige y se desplaza de nuevo un poco más
acá.
El OTRO se asusta y se aferra a su maleta.
Silencio.
El OTRO, con cierto miedo, deja su maleta y se acerca hasta la LÍNEA. La
observa. Duda. Decide colocar su pie suavemente sobre ella.
Estallan luces y sirenas de alarma.
Una VOZ- Fron-te-ra.
El OTRO saca del bolsillo interior de su abrigo unos papeles que muestra en
todas direcciones.
La LÍNEA amaga una vez, otra, y acaba dando un fortísimo estornudo.
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Los papeles salen volando.
El OTRO observa los papeles en el aire y cómo caen desparramados en el
suelo. Recoge precipitadamente todos menos uno, los hace bola y los
guarda dentro de un bolsillo de su abrigo. Observa el único papel que
ha quedado en el suelo, tiene su foto. Lo toma y hace con él un barco de
papel. Lo coloca sobre la LÍNEA.
La LÍNEA se ondula suavemente. Sus movimientos son cada vez más bruscos y el barco de papel termina por caerse.
La VOZ da instrucciones incomprensibles.
El OTRO levanta las manos.
La VOZ increpa al OTRO con más fuerza de forma ininteligible
El OTRO se lleva las manos a la cabeza y de su sombrero comienza a escurrir
agua.
La LÍNEA se enrosca en el OTRO y éste interpreta que le quiere secar. Tiene un
gesto de ternura con la LÍNEA.
La LÍNEA se desenrolla con fuerza y hace girar al OTRO como una peonza,
que traza un rumbo zigzagueante hasta que sale de escena. La LÍNEA
golpea el barco de papel hasta que también lo saca de escena.
La VOZ ordena.
La LÍNEA obedece: se mueve, avanza hasta donde ha quedado la maleta del
OTRO y la arrastra consigo dejándola tras de sí.
Entra el OTRO muy enfadado. Se sorprende al ver su maleta al otro lado de
la LÍNEA.
El OTRO se acerca titubeante varias veces a la LÍNEA y retrocede.
Duda. Toma valor y trata de coger la maleta. Atraviesa lentamente la LÍNEA
con su mano. Suena un ruido metálico estruendoso. Su mano cae del
otro lado. El OTRO se asusta y retrocede unos pasos. La LÍNEA se acerca
a la mano y la olisquea; no le interesa. La empuja y la hace rodar hasta
que queda cerca del OTRO que la recoge y se la vuelve a insertar en la
muñeca.
El OTRO tiene una idea. De su abrigo saca una salchicha y la agita en el aire.
La LÍNEA olisquea y se inquieta.
El OTRO lanza la salchicha tan lejos como puede y la LÍNEA sale tras ella.
El OTRO aprovecha para recuperar su maleta mientras una VOZ no deja de
proferir toda clase de órdenes e insultos.
La LÍNEA vuelve y se coloca en su sitio.
El OTRO saca una enorme tijera de su maleta.
La LÍNEA se asusta.
Estallan luces y sirenas de alarma. Una VOZ maldice más y más fuerte.
El OTRO se coloca la tijera en la espalda y sus hojas empiezan a batirse
como alas de mariposa. Coge altura y pasa por encima de la LÍNEA. Se
quita su sombrero para despedirse mientras grita:
EL OTRO- En el aire no hay fronteras.
Todo el escándalo de luces, sirenas y maldiciones se va apagando poco a poco mientras el OTRO se aleja, hasta hacerse el silencio y oscuro final.
105
AA RR TT EE
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16
AÑO XVII • Nº 16
FEDERACIÓN
ESPAÑA
El pequeño conejo blanco, Teatro de la Luna. Colección Muséo Taller de Títeres. ©Foto L. Fernando de Julián
JOSÉ RUSSO
Ramón del Valle
TRADICIÓN
Y VANGUARDIA
Luis Zornoza Boy
EL MUSÉU
L. Fernando de Julián
VENTRÍLOCUAS
ESPAÑOLAS
Adolfo Ayuso
PUPPETPLAYS
Didier Plassard
DRAMATURGIA
DEL ABISMO
Julio Fernández
CONSERVACIÓN
Y RESTAURACIÓN
Raquel Racionero
Francisco J. Cornejo
FRONTERAS
Luisa Aguilar
L. Fernando de Julián
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