Postgrado Diploma de Especialización en Diseño, Cálculo y Construcción de Estructuras de Madera ASIGNATURA- 01 TRANSFORMACION MECANICA DE LA MADERA PARA SU USO EN CONSTRUCCION TEMA DE MONOGRAFÍA CICLO DE VIDA DE LA MADERA PARA CONSTRUCCIÓN Alumno: Docentes responsables: 18 de Setiembre de 2023 Página | 1 Indice - Introducción - Hacia un concepto de sustentabilidad - Análisis de Ciclo de Vida . Antecedentes . Definición . Metodología Definición del objetivo y alcance del sistema Análisis de inventario Análisis de impacto del Ciclo de Vida Interpretación . La madera en Uruguay . Aspectos claves en ciclo de vida de la madera . Conclusión Página | 2 Introducción Las actividades que el ser humano desarrolla con el fin de generar bienes de consumo, servicios, obras de infraestructura, o cualquier otro objeto que requiera del uso de materias primas naturales y energía para su producción, indefectiblemente tendrán un impacto en el ecosistema del cual se abastecen. Determinar la magnitud de ese impacto, resulta no ser una tarea lineal ni sencilla; atribuible probablemente a la infinidad de factores que entran en juego en los sistemas de producción, en donde existen dimensiones sociales, económicas y ambientales, todas ellas interrelacionadas. En un reporte publicado por las Naciones Unidas (“Building materials and the climate: constructing a new future”, 2023), se concluye que el sector de la construcción fue responsable de más del 34% de la demanda energética y alrededor del 37% de las emisiones de CO2 asociadas a la energía y sus operaciones en el período postpandemia. Por otro lado, establece que el proceso de producción del cemento, que es uno de los materiales más usados en la construcción, representa el 7% de las emisiones globales de carbono. El informe se enfoca en tres caminos a tomar de carácter urgente, a facilitarse mediante el apoyo e incentivos a los actores intervinientes en el sector de desarrollos constructivos, para que se llegue al objetivo de descarbonizar las etapas asociadas al ciclo de vida de las construcciones. Las acciones a tomar son: 1. Evitar la extracción y producción de materias primas dinamizando una economía circular, que requiere construir con menos materiales a través de un mejor diseño basado en el uso de datos, al tiempo que se debe fomentar la reutilización de edificios e implementar materiales reciclados siempre que sea posible. 2. Cambiar a materiales cuyas prácticas de producción sean regenerativas, siempre que sea posible mediante el uso de materiales de construcción de base biológica, que sean producidos éticamente y cuyos procesos signifiquen una baja en las emisiones de carbono (por ejemplo: ladrillos, madera, bambú, detritos agrícolas y forestales de origen sostenible) siempre que sea posible. 3. Mejorar los métodos para descarbonizar radicalmente los materiales convencionales como el hormigón, el acero y el aluminio, y solo utilizar estos materiales, cuando sea absolutamente necesario. Para poder lograr un consenso y poder combinar esfuerzos en un camino hacia la descarbonización de los procesos de la industria de la construcción, se necesita involucrar a todos los actores intervinientes en el ciclo de vida de una construcción. Pasando por los involucrados en los procesos extractivos, la industria manufacturera, diseñadores y calculistas, promotores y legisladores, empresas constructoras, comunidades y quienes se encargarán de la gestión de los residuos. Esto requiere la integración de diversas áreas como: la investigación, política y financiamiento mediante el cruce de datos y nuevas herramientas que permitan tomar decisiones que conduzcan hacia una mejor gestión de los recursos. Página | 3 Ante la infinidad de factores que pueden intervenir en la ponderación de un producto o proceso respecto de otro, y sobre el grado de impacto que puedan tener en el medio ambiente, parecería que siempre estamos discutiendo en base a un enfoque de corto alcance, cuyo veredicto se basa en aspectos parciales de un producto. Establecer fundamentos sólidos respecto de las ventajas medio ambientales que presenta una solución respecto de otra, es de orden para poder tomar las decisiones apropiadas. Agregándose entonces otros parámetros de comparación, que no sean únicamente los de carácter económico, por ejemplo. Hoy en día en la industria de la construcción, existe una serie de herramientas que resultan de gran utilidad para trabajar hacia los objetivos antes mencionados. La metodología BIM, donde el desarrollo de los proyectos de edificios se realiza de manera colaborativa, a través del uso de una base de datos incorporada al diseño digital; Esto conlleva un gran ahorro de tiempo junto a una notable reducción de la incertidumbre, dado que permite disponer de un panorama integral de la obra y sus pormenores mucho antes de que el primer obrero ingrese al sitio. La otra herramienta se le conoce como ACV (Análisis de Ciclo de Vida) y será el objeto de estudio de esta monografía, particularmente con enfoque en el uso de la madera como material de construcción. El ACV es una metodología versátil y útil para disminuir los consumos energéticos y emisiones de gases de invernadero. Este método de análisis contempla cada una de las fases existentes durante todo el ciclo de vida de un material o una edificación, según como se defina el sistema que se pretende estudiar. Esta metodología intenta lograr la trazabilidad de cada material que es utilizado en las construcciones, desde su extracción, hasta su disposición final o reutilización en otros procesos productivos. Para ello se debe disponer de una cantidad considerable de datos referidos a cada material, sus consumos, origen, traslados, subproductos que lo componen, entre otros tantos datos pertinentes para su estudio con este método. Por otro lado, la madera como material de construcción, debido a su composición química y su estructura celular (biológica), brinda un sinfín de posibilidades en la generación de subproductos de ingeniería de madera, durante todo su ciclo de producción. En este trabajo intentaremos identificar las principales características del ciclo de vida de la madera para la construcción. También por ser este un material de origen “natural vivo” y que tiene la característica de ser un recurso renovable, es importante trabajar en los sistemas de gestión de las plantaciones, los cuales pueden ser incorporados al análisis de ciclo de vida de un producto de madera. Esto último toma relevancia en el sentido de que los árboles durante la fase de plantación tienen la capacidad de absorber el carbono del ambiente, a través del dióxido de carbono que captan en el proceso de fotosíntesis, convirtiéndose en verdaderos receptores de carbono y contribuyendo a la generación de oxígeno para nuestro planeta. Aquí radica la importancia de que las plantaciones de árboles madereros, estén incorporados a un sistema de gestión ambiental, que aseguren el ciclo de regeneración del recurso forestal. Es importante destacar que la normalización en los procesos que intervienen en el equilibrio medioambiental, es un aspecto fundamental para garantizar la calidad y sostenibilidad en cualquier industria. Página | 4 Hacia un concepto de sustentabilidad Cientos de conferencias, informes, acuerdos, investigaciones y políticas, hoy en día coinciden en que el cambio climático es un problema tangible. Pero hubo un tiempo durante el cual este asunto pasaba totalmente desapercibido, pues el foco estaba en otro lado. Imagino que desde que el humano descubrió el fuego, este ha mostrado signos de obnubilación cuando se trata de actividades que generan emisiones de carbono. Esta tendencia se hizo patente durante el desarrollo industrial y a partir de la invención del automóvil más aún. Allá por el comienzo del Siglo XX, el manifiesto futurista de Marinetti, publicado en el periódico “Le Figaro”, en cierta forma ilustraba el sentir de una época. “Nosotros afirmamos que la magnificencia del mundo se ha enriquecido con una nueva belleza, la belleza de la velocidad. Un coche de carreras con su capó adornado con gruesos tubos parecidos a serpientes de aliento explosivo… un automóvil rugiente, que parece correr sobre la ráfaga, es más bello que la Victoria de Samotracia”. Transcurrido el tiempo y en vista de una serie de eventos antropogénicos, con efectos medioambientales que repercutieron en la vida de innumerables personas, es que en la década de los 60´s un grupo de personas comienza a tomar conciencia de las consecuencias de las acciones de la humanidad sobre la faz de la tierra. Innumerables conflictos bélicos con consecuencias desastrosas a nivel ambiental y humanitario; los testeos nucleares efectuados alrededor de todo el mundo en el afán de una carrera armamentística, los cuales provocaron eventos de lluvia radioactiva que se disiparon más allá de los lugares de prueba; las prácticas que se empleaban en procesos industriales, como el continuo vertido de metales pesados en ecosistemas acuáticos, por mencionar algunas de las amenazas medioambientales que fueron el disparador de una preocupación por el tema. Por otro lado, surgía un nuevo modelo económico, que dio forma a la industria de postguerra, donde las economías mundiales, aprovechándose del desarrollo obtenido durante la guerra, ahora ponían todo su potencial en la fabricación de productos de consumo, cada vez más masivos. De la misma manera, las poblaciones comienzan a tener un repunte numérico, lo que implicó una mayor demanda de soluciones habitacionales y aumentar los rendimientos en la producción de alimentos, los cuales en muchas regiones escaseaban debido a las consecuencias devastadoras de las guerras. Por los años 60, materiales como el plástico, comienzan a ganar relevancia en la fabricación de productos. Sustituyendo otros más costosos como la madera o el vidrio para embalajes. En ese tiempo no se contaban con herramientas de análisis en la industria, que permitieran elaborar una predicción en el impacto de cada una de las acciones llevadas a cabo por la humanidad. Sin embargo, por esos tiempos surgen otras miradas. En 1962 se publica el libro “Silent Spring” de la zoóloga Rachel Carson, quien alertó al público sobre los peligros de los pesticidas y otros productos químicos en el medio ambiente. La obra pone sobre la mesa el problema medioambiental, hasta entonces poco estudiado y ofrece un punto de vista científico sobre los efectos del avance de la industria sobre la naturaleza. Página | 5 “El más alarmante de todos los atentados del hombre contra su circunstancia, es la contaminación del aire, la tierra, los ríos y el mar con peligrosas y hasta letales materias. Esta polución es en su mayor parte irreparable; la cadena de males que inicia, no sólo en el mundo que debe soportar la vida, sino en los tejidos vivos, en su mayor parte es irrecuperable. En esta contaminación, ahora universal, del medio ambiente, la química es la siniestra y poco conocida participante de la radiación en el cambio de la verdadera naturaleza del mundo... la verdadera naturaleza de su vida. El estroncio 90, liberado en el aire por las explosiones nucleares, llega a la tierra con la lluvia o cae por sí solo, se aloja en el suelo, se mete en la hierba o en la cebada o en el trigo que crecen allí y de vez en cuando se introduce en los huesos del ser humano, donde permanece hasta su muerte.” Otro evento importante por esos años fue el descubrimiento del agujero en la capa de ozono, que llevó a la prohibición de los clorofluorocarbonos (CFC) y otros productos químicos que dañan la capa de ozono. Esta creciente conciencia pública sobre la contaminación del aire y el agua, se materializa en la asamblea general de las Naciones Unidas de 1987, donde se presenta el informe titulado “Nuestro futuro común”, también conocido como el informe Bruntland, nombrado así en reconocimiento a la entonces primera ministra de Noruega, quien presidió la asamblea en esa instancia. En el informe se presenta un diagnóstico generalizado del estado de situación global, identificándose las problemáticas más relevantes. Igualmente se establecen perspectivas de población, así como también estimaciones en la medición de recursos entre otros tantos puntos que brindaron en aquel entonces un panorama bastante completo de la situación global desde múltiples enfoques. Como resultado se plantea un plan de acción mancomunado entre las diferentes naciones participantes de la asamblea, estableciéndose tareas y esfuerzos con el fin de trazar un camino que brinde seguridad y un desarrollo duradero, obligándose a redefinir el papel de las economías y las políticas internacionales en su relación con el medio ambiente y el desarrollo. El concepto de sustentabilidad comienza a hacerse eco en las agendas internacionales y se comienzan a establecer metas globales para dar forma a políticas que tengan como objetivo un desarrollo que pueda ser sostenible en el tiempo, sin comprometer el futuro de las generaciones posteriores. Es en este escenario que se abre camino una metodología de análisis, la cual se ha ido perfeccionando con el paso del tiempo y que hoy en día se la conoce como el análisis de ciclo de vida (ACV). Página | 6 Análisis de Ciclo de Vida Antecedentes El análisis de ciclo de vida tuvo sus raíces tempranas en estudios de embalaje y se centró principalmente en el uso de energía y algunas emisiones, lo que impulsó un desarrollo metodológico en gran parte no coordinado, en los Estados Unidos y el norte de Europa. Los estudios se realizaron principalmente para empresas, que los utilizaron internamente y comunicaron poco a poco a los interesados. Su creación no se le puede atribuir a una persona en particular, pues este método es resultado del aporte consecutivo de diferentes personas e instituciones, motivados por la necesidad de una mejora en los procesos productivos y en el mejor aprovechamiento de los recursos. Sin embargo, podemos mencionar a un referente en esta materia; el Dr. Ian Boustead, quien fuera uno de los miembros fundadores de la comunidad de evaluación del ciclo de vida en todo el mundo. Nació en el noreste de Inglaterra y obtuvo una licenciatura en física en la Universidad de Birmingham en 1960. Después de enseñar matemáticas durante 4 años, se unió al Royal College of Military Science en Shrivenham, obteniendo títulos de maestría y doctorado. En 1972, se unió a la Open University como tutor de personal en la Facultad de Tecnología. Durante este tiempo, desarrollo su interés por la presentación de informes energéticos y formó una asociación comercial con el Dr. Gerry Hancock, con quien escribió y publicó el ‘Manual de análisis energético industrial’ en 1979. Su trayectoria derivó en la contratación por parte del gobierno del Reino Unido para producir el informe del Consejo de la Industria sobre materiales de embalaje (publicado en 1993). Boustead fue un importante contribuyente al desarrollo y práctica de la metodología ACV tanto a través de su trabajo pionero temprano, como más tarde a través de su participación en la serie de conferencias ACV SETAC (Society of Environmental Toxicology and Chemistry) y siendo líder del comité ISO ACV, con una participación activa en la redacción de las normas que estructuran el método. En 1993 la SETAC define el método ACV, sin embargo, no fue hasta unos años más tarde en que se presentó un informe llamado “hacia una metodología AICV (Análisis de Impacto de Ciclo de Vida)”, que sirvió de base para la elaboración de las normas ISO 14040 e ISO 14044, que hoy en día definen y dan un marco científico a todos los estudios ACV que se realizan. Página | 7 Definición La SETAC en 1993 define al análisis de ciclo de vida como: “una técnica para evaluar los aspectos medioambientales y los potenciales impactos asociados a un producto mediante la recolección de un inventario de las entradas y salidas relevantes de un sistema; la evaluación de los potenciales impactos medioambientales asociados con entradas y salidas; y la interpretación de los resultados de las fases de análisis y evaluación de impacto de acuerdo con los objetivos del estudio” Metodología Los requisitos y la orientación para llevar a cabo el ACV se han establecido a través de estándares de consenso internacional ISO 14040 e ISO 14044. El ACV considera todos los flujos de entrada y salida (materiales, energía, recursos) asociados con un sistema de producto determinado y es un procedimiento iterativo que incluye la definición de objetivos y alcances, análisis de inventario, evaluación de impacto e interpretación. Un ACV puede tener básicamente dos tipos de objetivos. 1. Comparar ambientalmente dos o más productos o servicios. 2. Determinar para un producto o servicio, las etapas del ciclo de vida que mayor impacto tienen. Figura 1 _ Etapas de un Análisis de Ciclo de Vida (ISO 14040) Página | 8 Podemos identificar cuatro etapas en la metodología de Análisis de Ciclo de Vida. Cabe destacar la diferencia entre las etapas de la metodología ACV, que se corresponden a la figura 1 y las etapas del ciclo de vida del sistema que se pretende estudiar, las cuales se pueden ver en la figura 2. 1. Definición del objetivo y alcance del sistema. Es la etapa inicial de la metodología. Es aquí donde se debe definir el objetivo de este estudio y el campo de aplicación pretendido, fundamentando las razones para llevar a cabo el mismo e identificando al público a quien estarán dirigidos los resultados del análisis. El alcance del sistema deberá ser lo suficientemente detallado como para poder cumplir con los objetivos establecidos. Aquí también se define el sistema del producto objeto de estudio, sus límites (donde se especifican cuáles son los procesos unitarios que pertenecen a ese sistema), las funciones de ese sistema y cuáles serán las entradas y salidas del mismo. Los protocolos para el manejo de datos se formalizan en esta etapa también. Cabe destacar que cualquier proceso cuyas entradas o salidas no tengan un peso considerable para el objeto de análisis, pueden ser desestimados para el estudio. La idea es que se concentren los recursos en el estudio de los módulos, etapas y procesos que tienen un verdadero impacto ambiental. En la siguiente tabla pueden verse los diferentes procesos unitarios dentro de los módulos que conforman las etapas del de ciclo de vida de un producto. Figura 2 _ Etapas del Ciclo de Vida de un edifico según el estándar EN 15643-2 del CEN/TC 350. Página | 9 2. Análisis de inventario. Fase de evaluación del ciclo de vida que implica la compilación y cuantificación de entradas y salidas para un producto a lo largo de su ciclo de vida. En esta etapa se realiza la asignación de cargas ambientales, el consumo de energía y emisiones vinculados a los procesos unitarios y los flujos elementales intervinientes en el sistema. El proceso de aplicación de un análisis de inventario es iterativo, dado que a medida que se van recolectando más datos, más se aprende acerca del sistema, por lo que pueden surgir nuevas necesidades de datos o incluso cambios en los procedimientos de recolección de los mismos. Existen normas como la EN 15978 y EN 15804, que definen los indicadores medioambientales para el análisis de impacto. Estos se presentan con unidades numéricas, acordes a la categoría de impacto que se pretende evaluar. La elección de las unidades de medición debe ser de tal manera que nosotros podamos comparar diferentes sistemas con una unidad de comparación universal que pueda ser utilizada en varios análisis diferentes. Las ecoetiquetas, que suelen identificar los productos que cumplen con determinados estándares de eficiencia o que refieren directamente al manejo ético de las fuentes producción, son una herramienta que resume de manera gráfica y sencilla estos aspectos de los productos y que sirven para corroborar el cumplimiento del mismo con estos requerimientos establecidos. Figura 3 _ Análisis de Inventario de Ciclo de Vida aplicado a un proceso unitario del sistema Página | 10 3. Análisis de impacto del Ciclo de Vida. Esta centrado en la evaluación de la magnitud de los impactos potenciales en el medioambiente usando los resultados del análisis de inventario. Este proceso consiste en asociar datos del inventario con categorías de impacto e indicadores de categoría de impacto, con el fin de comprender esos impactos. De aquí también surgen parte de los insumos para la fase de interpretación del ciclo. En la figura 3 se pueden apreciar algunas de las categorías de impacto, las cuales se corresponden con el sistema estudiado. 4. Interpretación En esta instancia se consideran en conjunto los datos aportados por las etapas de análisis de inventario e impacto de ciclo de vida. La fase de interpretación debería arrojar resultados consistentes con los objetivos y alcance fijados en la etapa inicial y alcanzar conclusiones, explicar limitaciones y proveer recomendaciones para las partes interesadas. Todos estos datos deben ser reportados de manera adecuada a la parte interesada, donde se deberá explicar con exactitud la metodología, hipótesis de arranque y las decisiones que determinaron la esencia del análisis. Entre los aspectos que deberían ser puestos en conocimiento en los resultados del estudio encontraremos: . la relación entre los resultados el análisis de inventario y el análisis de impacto; . la calidad de los datos aportados; . puntos críticos en la categoría que puedan ser considerados como un riesgo para aspectos como, por ejemplo, bienestar y salud humana o un ecosistema natural. . la selección de las categorías de impacto . la caracterización de los modelos; entre otros. La utilización de esta metodología es de gran ayuda para dimensionar el impacto de cada etapa del ciclo de vida de un producto. Brinda herramientas de evaluación y comprensión de los flujos fundamentales permitiéndole al interesado identificar los puntos débiles y las amenazas dentro de los diferentes procesos de las etapas de un producto. Brinda en definitiva la posibilidad de tener la trazabilidad de los diferentes procesos, acercando cada vez más la posibilidad de dirigirnos hacia una economía circular, donde se pretende reducir al mínimo los residuos industriales y se busca la reutilización y aprovechamiento de los recursos al máximo. Página | 11 La madera en Uruguay Uruguay posee una industria forestal que ha visto su mayor crecimiento recientemente, sobre todo asociado a la llegada de grandes papeleras, cuyo interés se centra en la producción de celulosa. La industria forestal maderera por otro lado, tiene un desarrollo aún más reciente. Esto se debió en gran parte a una muy arraigada tradición en la construcción con hormigón armado y mampostería tradicional; a la falta de forestaciones tecnificadas que proporcionen maderas de uso estructural para la construcción y por ende la falta de una industria que gire en torno a esta materia. Si bien Uruguay posee una ley de forestación que data del 1988, es en estos últimos años que la madera ha comenzado a ser un elemento clave en la transformación de esta industria. Los altos costos de la construcción tradicional y los prolongados plazos de obras que plantean los sistemas prevalentes, han conducido a la búsqueda de otros sistemas que puedan ser más competitivos y porque no, más amigables con el medio ambiente. Es ahí donde la madera presenta una ventaja competitiva. En el año 2022, se publicó en Uruguay un documento llamado “ Hoja de ruta para la vivienda social en madera”, que involucra a una gran cantidad de organismos gubernamentales, empresas, laboratorios, profesionales, técnicos, académicos y gremios; cuyo énfasis está en el desarrollo de la construcción de vivienda social en madera, pero además apunta a una estandarización de procesos, capacitaciones en la tecnología, normativas edificatorias, caracterización de nuestras maderas para poder avanzar en la certificación de las mismas, entre otros tantos pasos a seguir. En definitiva, se apunta al desarrollo de un mercado formal de la construcción en madera y a una visión nacional en esta materia. Esto pone de manifiesto un cambio de paradigma en la forma de construir en nuestro país, y consecuentemente en el impacto ambiental que esto referirá (dado que la construcción es una de las actividades de mayor peso en la economía de nuestro país). Establecer fundamentos sólidos respecto de las ventajas medio ambientales que exhibe la tecnología de la madera respecto de la construcción tradicional, es de orden para poder tomar las decisiones apropiadas, agregando otros parámetros de comparación que no sean únicamente los de carácter económico. Aspectos claves en el ciclo de vida de la madera La madera es un material de construcción, cuya materia prima contribuye en forma muy positiva a la mitigación del cambio climático. Esto se debe a su gran capacidad de almacenamiento de carbono durante su fase “viva” como árbol. La madera además brinda una extensa variedad de subproductos resultantes del propio proceso de aserrado, raleo y poda (astillas, aserrín, restos forestales entre otros) e incluso permite el reciclado tras la fase de uso o post consumo. La posibilidad de que sus materias primas sean renovables (mediante los sistemas de certificación forestal, promotores de una explotación sostenible y controlada), además del hecho de depender en menor medida del uso de combustibles fósiles en su fase de transformación (respecto a otros materiales), así como requerir una menor cantidad de agua en su producción, hacen que sea más probable establecer un balance de los flujos fundamentales de un sistema de producción. Los residuos de madera tienen el potencial de ser utilizados para fabricar una amplia gama de productos, incluidos los productos de ingeniería en madera, la generación de energía (calor y Página | 12 electricidad), su uso para control de humedad en suelos y control de crecimiento de malezas, entre otros. Estas materias primas de bajo costo e infrautilizadas tienen el potencial de aumentar el valor agregado de los desechos de madera. La enorme cantidad de residuos de madera generados a partir de la biomasa forestal y de la industria de la fabricación de muebles planteó una serie de preocupaciones ambientales. Es por eso que también son aspectos fundamentales en el análisis del ciclo de vida en la madera para construcción. Los análisis de ciclo de vida para edificios, inicialmente centraron su atención en analizar la fase de operación de los edificios, ya que se ha afirmado que en muchos casos esto representa más del 70% del uso de energía del ciclo de vida de un edificio. El avance en las tecnologías de acondicionamiento de edificios, así como la implementación de estándares como el “Passivhaus”, han llevado a una reducción significativa del consumo energético durante la fase de uso de un edificio, por lo que las fases de ciclo de vida vinculadas al proceso constructivo adquieren un peso relativo en el consumo energético. Por ejemplo, en edificios de consumo de energía casi nulo, por ejemplo, el impacto de la fase de producción y construcción representa el 50 % o más del impacto total del ciclo de vida. La madera en este sentido brinda grandes ventajas para poder reducir las emisiones en esta fase. Si analizamos las ventajas desde la fase del diseño, podemos encontrar también que los materiales sostenibles como la madera van muy bien de la mano de las herramientas BIM, permitiendo reducir la incertidumbre en etapas tempranas de diseño. Esto se logra, por el simple motivo de que la información que se incorpora en el modelo paramétrico, puede ser utilizada para generar piezas de construcción las cuales pueden ser transformadas en fábricas con el uso de maquinaria de precisión, así como máquinas de corte CNC. El uso de maderas locales puede ser muy beneficioso para la contribución a la reducción de emisiones de CO2 asociadas al transporte de los materiales de construcción. La madera presenta la ventaja de poder establecer la fuente de su materia prima en diferentes locaciones. La infinidad de variedades de especies de arboles madereros, también permiten que los productores puedan trabajar con la especie que mejor se adapte a las condiciones bioclimáticas de la región. De esta manera uno puedo definir una distribución estratégica de las plantaciones forestales, en función de las necesidades de la industria. Si se tratara del cemento, los puntos de extracción de calcárea son enclaves inamovibles. Aun así, también existen limitaciones, pues las plantaciones deben establecerse en zonas aptas para forestación, que en el caso de Uruguay afortunadamente se extienden por casi todo el territorio nacional. Las forestaciones que son gestionadas de manera sostenible y que cumplen con los estándares para obtener la certificación, suelen tener un impacto positivo también en el entorno circundante, pues en muchos casos contribuyen a la conservación de los ecosistemas circundantes, la prevención de la erosión de los suelos, brindan refugio para especies nativas y generan condiciones de trabajo favorables para las comunidades locales. A su vez contribuyen a la mejora de las condiciones medioambientales, tales como la limpieza del aire, por ser estas “pulmones verdes”. Los productos de ingeniería que se pueden generar, son de una amplia gama y permiten tener un excelente aprovechamiento de casi todos los compuestos de la materia prima inicial. Existe una industria de productos de ingeniería en madera, que se aprovecha de los subproductos, resultantes de cada una de las etapas del ciclo de vida de la madera. Desde vigas con madera aserrada encolada, Página | 13 tableros con fibras, aserrín o laminas de madera, hasta incluso combustible generado con biomasa. Esto permite un mayor aprovechamiento del recuso, brindando otras alternativas que a su vez permiten quitarle presión a la demanda de madera aserrada, lo que implicaría la tala más frecuente de las forestaciones madereras. Así fue el efecto provoco el avance de las tecnologías de acondicionamiento térmico, lo que permito que se redujera sustancialmente el uso de leña como combustible para calefaccionar. Los productos de ingeniería, generalmente requieren del uso de adhesivos, los cuales varían según el cometido para el cual vaya a ser utilizada el producto, o bien pueden variar en función de la maquinaria que se disponga para la fabricación de las piezas. En cualquier caso, este es un aspecto a tener en cuenta, pues según el producto del cual se trate, este poseerá más o menos proporción de adhesivo y muchas veces estos son productos costosos e incluso suelen tener un gran impacto ambiental en su producción. Conclusión En la búsqueda de soluciones apropiadas al problema de las emisiones de carbono que hoy en día se le pueden atribuir a la industria de la construcción, tanto la madera como las herramientas de análisis de ciclo de vida configuran un panorama favorable para obtener los objetivos trazados por los comités internacionales que tratan este tema permanentemente. Existe una tendencia global hacia la descarbonización de las economías y el uso de prácticas más saludables con el medio ambiente. En gran parte, esto se debe a un cambio cultural que progresivamente va internalizándose en las nuevas generaciones de las poblaciones. Esto resulto en un clima favorable para la implementación de tecnologías como la madera, por su imagen de origen “natural” asociada al producto y a su vez porque permite obtener un producto de carácter renovable mediante la gestión de las forestaciones con las avanzadas practicas silvícolas. Las certificaciones de productos establecen un estándar y ayudan a “instruir” al público consumidor en la elección de productos sustentables. El avance en el área tecnológica y en el manejo de datos, permite acceder a una mayor cantidad de información de los productos con los que estamos trabajando, así como también información referente a sus consumos asociados, lo que nos habilita a estimar las cargas ambientales de los mismos en etapas tempranas del diseño. El análisis del ciclo de vida permite entender en mayor profundidad el impacto ambiente en el uso de la madera para la construcción y resulta ser una herramienta útil para perfeccionar los procesos productivos, mejorar la calidad de los productos obtenidos e identificar oportunidades en las diferentes etapas del ciclo de vida de la madera. El desarrollo de nuevos productos de ingeniería, permite extender el uso de la madera para la construcción, obteniéndose cada vez mejores prestaciones y el desarrollo de nuevas tecnologías que suelen reutilizar los desechos de la producción de otros elementos, conformándose una economía de carácter circular en cierta forma. En definitiva, todo da a entender que la madera en estas condiciones de producción, va a jugar un rol muy importante en la industria de la construcción en los tiempos que se avecinan. Bibliografía Página | 14 -Atsushi Takano, Annette Hafner, Lauri Linkosalmi, Stephan J. 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