Vite Sanchez Eduardo Daniel Tecnologia de frutas y hortalizas (0172) Arturo Navarro Ocana Flores comestibles comercializadas en mercados de Pachuca de Soto, Hidalgo, Mexico El consumo de flores ha generado interés en el campo de la salud debido a la presencia de estos bioactivos. Los beneficios fisiológicos proporcionados por sus características nutricionales y funcionales contribuyen a una mejor salud y pueden reducir el riesgo de ciertas enfermedades. Como resultado, es crucial llevar a cabo investigaciones sobre las sustancias bioactivas presentes en estos recursos, ya que nos permiten determinar su calidad, así como su potencial farmacéutico y nutraceutico. De las 26,000-30,000 plantas que han sido descritas en Mexico, solo 2168 especies son comestibles. Las flores consumidas son de 67 especies diferentes, que pertenecen a 49 generos de 25 familias, la mayoría de estas especies son Asparagaceae, Fabaceae, Cactaceae, Arecaceae y Cucurbitaceae. La utilización de flores como alimento en México se remonta a tiempos prehispánicos, y fue registrada en los escritos de cronistas y predicadores. Las flores todavía se consumen en México, especialmente en las comunidades rurales y indígenas, donde se desarrollaron y mantienen las costumbres para su recolección, producción, uso y preparación. En las regiones humedas de mexico, la mayoría de las flores que se consumen son de catos y agaves, mientras que en los climas tropicales se consumen de palmeras, estos recursos genéticos representan un importante material biológico utilizable porque además de la gran diversidad genética que contienen, juegan un papel crucial en la vida diaria de muchas personas. Son recursos de autoconsumo, forman parte de la dieta diaria, son elementos de identidad de grupos culturales y cuando se venden generan ingresos. En general, pequenos productores, que principalmente son mujeres, comercializan estos productos en los mercados tradicionales, donde los productos nativos de las regiones donde estan establecidos son comercializados e intercambiados. El consumo de flores ha presentado una fuerte división en las últimas décadas. En primer lugar, debido a que son alimentos recolectados según la temporada y históricamente consumidos por poblaciones rurales o indígenas, han sido etiquetados con etiquetas negativas y prejuicios, lo que reduce su consumo. Lo que se ha acompañado de una pérdida de conocimientos tradicionales, como las técnicas para obtener flores y las recetas para consumirlas. Sin embargo, tambien ha habido un aumento de interes en este grupo de alimentos, lo que ha llevado a restaurantes gourmet a preparar platillos, en los que hay flores, y ademas de un aumento en la publicacion de libros de recetas con este tipo de productos. En este escenario, las flores comestibles son abandonadas por las culturas que han desarrollado el conjunto de conocimientos necesarios para su producción, y son objeto de una creciente demanda de las ciudades debido a su gran potencial nutricional. La combinación de estos dos fenómenos podría resultar en una sobreexplotación de estos recursos.