ASOCIACION UNIVERSIDAD PRIVADA SAN JUAN BAUTISTA FACULTAD DE COMUNICACIÓN Y CIENCIAS ADMINISTRATIVAS ESCUELA PROFESIONAL DE ADMINISTRACION DE NEGOCIOS LECTURA: ANALISIS INTEGRAL DE ESTADOS FINANCIEROS ANALISIS DE ESTADOS FINANCIEROS – TEORIA, APLICACIÓN E INTERPRETACION BERNSTEIN, LEOPOLD A. METODOLOGIA DEL ANALISIS DE ESTADOS FINANCIEROS La clasificación, ordenación y presentación de datos destinadas al análisis de estados financieros puede estandarizarse en cierta medida para mayor coherencia y eficiencia organizativa. Sin embargo, el proceso real de análisis debe dejarse al criterio del analista, de forma que éste pueda tener en cuenta la enorme diversidad de situaciones y circunstancias que es probable encontrar en la práctica, y dar rienda suelta a su iniciativa, originalidad e ingenio. No obstante, es posible establecer algunas generalizaciones y directrices útiles como aproximación general a la labor de análisis de estados financieros. Para empezar, el análisis de estados financieros se orienta a la consecución de objetivos claros. Para que el análisis alcance esos objetivos de la mejor manera posible, el primer paso es definirlos cuidadosamente. La reflexión y clarificación que conducen a esa definición de los objetivos constituyen una parte muy importante del proceso analítico, puesto que garantizan una clara comprensión de los objetivos, es decir, de lo que es pertinente y relevante y de lo que no lo es, con lo que se evita la realización de trabajo innecesario. Esta clarificación de los objetivos es indispensable para un análisis efectivo y eficiente: efectivo en tanto que, dadas las especificaciones se centra en los elementos más importantes y relevantes de los estados financieros; eficiente, por cuanto desemboca en un análisis con una economía máxima de tiempo y esfuerzo. ILUSTRACION 1: El responsable de créditos de un banco, cuando se enfrenta a una solicitud de préstamo a corto plazo para financiar existencias, puede definir su objetivo como de valoración de la intención y capacidad del prestatario para reembolsar puntualmente el préstamo. De esta forma, el analista puede concentrarse en lo que es necesario para alcanzar su objetivo y no necesita ocuparse de circunstancias del sector que únicamente pueden afectar a la entidad prestamista a largo plazo. Una vez definido el objetivo del análisis, el siguiente paso es la formulación de las preguntas específicas cuyas respuestas son necesarias para alcanzar los objetivos propuestos. ILUSTRACION 2: El responsable de créditos de la ilustración 1 debe definir ahora los criterios esenciales que van a influir en su decisión. Así, por ejemplo, la pregunta sobre la buena voluntad del prestatario para reembolsar el préstamo a corto plazo está relacionada con el carácter de aquél; y el analista financiero sólo puede revelar los antecedentes de los préstamos que se han concedido. Por tanto, habrá que emplear herramientas diferentes de las propias del análisis financiero para obtener información completa sobre el carácter del prestatario. Entre las preguntas sobre las cuales necesita información el responsable de créditos figuran las siguientes: 1. ¿cuál es la liquidez a corto plazo de la empresa? 2. ¿cuáles van a ser sus orígenes y utilizaciones de tesorería durante la vigencia del contrato de préstamo? El analista financiero puede avanzar mucho para proporcionar respuestas a esas preguntas. Una vez definidos los objetivos, y traducidos a las preguntas y criterios específicos que es necesario resolver, el analista está listo para el tercer paso del proceso de análisis: decidir qué herramientas y técnicas de análisis son las más apropiadas, efectivas y eficientes para la resolución del problema concreto de decisión al que se enfrenta. ILUSTRACION 3: Siguiendo la secuencia desarrollada en las ilustraciones 1 y 2, el responsable de créditos debe decidir ahora que herramientas del análisis de estados financieros son más apropiadas en este caso. Puede elegir una o varias de las siguientes: 1. Ratios de liquidez a corto plazo 2. Medidas de rotación de existencias 3. Proyecciones de flujos de tesorería 4. Análisis de los cambios en la situación financiera Estos análisis tendrán que incluir estimaciones y proyecciones de las condiciones futuras, a las que se orienta, en su mayor parte si no en su totalidad, el análisis financiero. El cuarto y último paso del análisis es la interpretación de los datos y medidas reunidos como base de decisiones y acción. Es el paso más importante y difícil, y que requiere la aplicación de considerable capacidad de discernimiento, habilidad y esfuerzo. La interpretación es un proceso de investigación y evaluación, y de representación de la realidad que se esconde detrás de las cifras examinadas. No hay, por supuesto, la adecuada definición del problema y de las preguntas esenciales que es necesario responder, así como la competente selección de las herramientas de análisis más apropiadas a las circunstancias, suponen un considerable avance hacia una interpretación válida de los resultados del análisis. ILUSTRACION 4: Siguiendo la secuencia de los tres ejemplos anteriores, la recogida por el responsable de créditos de los datos mencionados en la ilustración 3 no es, naturalmente, el resultado final del análisis. Esos datos deben ser integrados, evaluados e interpretados con el fin de llegar a la decisión básica sobre si hacer el préstamo y, en caso afirmativo, por qué importe. Los pronósticos meteorológicos constituyen un ejemplo de la diferencia que existe entre la disponibilidad de datos analíticos y la interpretación acertada de los mismos. El destinatario medio de la información meteorológica no sabe cómo interpretar la presión atmosférica, la humedad relativa o la velocidad del viento. Lo que necesita conocer es el pronóstico meteorológico que formulan los expertos a partir de una interpretación de esos datos. El analista e intérprete inteligente de datos de estados financieros debe tener siempre presente que un estado financiero es, en el mejor de los casos, una abstracción de la realidad en la que se basa. La posterior manipulación matemática de los datos financieros puede dar lugar a un segundo, tercer o superior nivel de abstracción, y el analista debe tener presente siempre la realidad económica que hay detrás de las cifras. Ningún mapa de las montañas Rocosas puede transmitir la magnificencia del paisaje. Hay que contemplar ese paisaje para poder apreciar su belleza, porque los mapas, como los estados financieros, son, en el mejor de los casos, abstracciones. Por esta razón los analistas de valores deben, en determinado punto, dejar los estados financieros y visitar las compañías que analizan para llegar a una comprensión plena de los fenómenos revelados en su análisis. Esto es especialmente cierto porque la realidad estática representada en las abstracciones que se encuentran en los estados financieros no puede permanecer estable mucho tiempo. La realidad cambia constantemente. Es necesario reconocer las limitaciones inherentes a los datos financieros para realizar un análisis inteligente. Ello no les resta importancia, porque los estados y datos financieros son los únicos medios con los cuales las realidades financieras de una empresa pueden reducirse a un denominador común, que se cuantifica y puede ser manipulado, y proyectado económicamente de forma disciplinada y racional. COMPONENTES ESENCIALES DEL ANALISIS FINANCIERO Los seis componentes esenciales del análisis financiero que hemos examinado en el presente texto son: 1. Liquidez a corto plazo 2. Flujo de fondos 3. Estructura de capital y solvencia a largo plazo 4. Rendimiento de la inversión ( RI ) 5. Utilización de activos 6. Resultados de explotación El planteamiento del análisis de estados financieros, a través de sus componentes esenciales implica: 1. la determinación de los objetivos principales que debe alcanzar un análisis financiero concreto. 2. la formulación de un juicio sobre cuáles de las seis áreas principales de análisis deben ser evaluadas, con qué grado de énfasis y en qué orden de prioridad. Así por ejemplo, un analista de valores, al evaluar las virtudes para el inversor de una emisión concreta de títulos, puede conceder importancia primaria a la capacidad de generación de beneficios y al potencial de la empresa. Por tanto, el primer elemento del análisis será la evaluación de los resultados de explotación y el siguiente, tal vez, el rendimiento de la inversión (RI). Un análisis integral hará necesario prestar atención a las otras cuatro grandes áreas de análisis, aunque tal vez con grados menores de énfasis; es decir, de profundidad. Esta atención a las otras cuatro áreas principales del análisis es necesaria para detectar posibles problemas en algunas de ellas; es decir, áreas de riesgo potencial. Así pues, el análisis posterior puede revelar un problema de liquidez derivado de una situación de debilidad del capital circulante, o puede revelar una inadecuación de los fondos de capital capaz de ahogar el crecimiento y la flexibilidad. Puede ocurrir que estas áreas problemáticas resulten tan importantes que lleguen a eclipsar la cuestión de la capacidad de generación de beneficios, lo que daría lugar a una modificación en la importancia relativa que concede el analista a las áreas de su análisis concreto. Si bien la subdivisión del análisis en seis aspectos distintos de la situación financiera y los resultados de una compañía es un planteamiento útil, hay que tener presente que estas áreas de análisis están estrechamente interrelacionadas. Así, por ejemplo, los resultados de explotación de una empresa pueden estar afectados por la falta de fondos de capital adecuados o por problema de liquidez a corto plazo. De forma similar, una evaluación de crédito no puede detenerse en el punto en el que se ha determinado una situación satisfactoria de liquidez a corto plazo, porque unos problemas incipientes o ya establecidos en el área de los “resultados de explotación” pueden dar lugar a graves drenajes de fondos por pérdidas. Estos drenajes pueden provocar un rápido vuelco en la situación satisfactoria de liquidez existente en un punto dado del tiempo. Al comienzo del análisis el analista determinará provisionalmente la importancia relativa de las áreas que va a examinar y el orden en el que va a realizar su examen. Este orden de importancia y prioridad puede alterarse posteriormente a la luz de los hallazgos del analista al avanzar en su trabajo. CARACTERISTICAS DEL BUEN ANALISIS FINANCIERO Como hemos señalado, la base de todo buen análisis es la comprensión plena de los objetivos que debe alcanzar y de los usos a los que se va a destinar. Esta comprensión da lugar a una economía de esfuerzos, así como a centrar la atención en los puntos que es necesario clarificar y las estimaciones y proyecciones que son necesarias. En la práctica, rara vez es posible obtener todos los datos en torno a un análisis concreto, por lo que la mayor parte de los análisis se realizan sobre datos incompletos e inadecuados. El proceso de análisis financiero consiste básicamente en reducir las áreas de incertidumbre, pero esta última nunca puede ser eliminada por completo. Un análisis e informe escrito es no sólo un medio significativo de comunicación con el lector, sino que además resulta muy útil para organizar el pensamiento del analista, así como para permitirle comprobar la fluidez y lógica de su presentación. El proceso de redacción refuerza nuestro proceso de pensamiento, y a la inversa. Al releer lo escrito, reelaboramos nuestros pensamientos, y las mejoras de estilo dan lugar, a su vez, a una agudización y perfeccionamiento del propio proceso de elaboración de ideas. En un buen análisis aparecen claramente separadas para el lector las interpretaciones y conclusiones del análisis, y los datos en los que éste está basado. Con ellos, no sólo se presentan los datos desgajados de las opiniones y estimaciones, sino que se permite al lector seguir el discurso racional de las conclusiones del analista y modificarlas como le dice su criterio. Con este fin, el análisis debe contener diferentes apartados dedicados a : 1. antecedentes generales de la empresa analizada, el sector al que pertenece y el entorno económico en el que actúa. 2. datos financieros y de otro tipo utilizados en el análisis, así como ratios, tendencias y otras medidas analíticas desarrolladas a partir de ellos. 3. hipótesis sobre el entorno económico general y las demás condiciones en las que se basan las proyecciones y estimaciones. 4. una relación de factores positivos y negativos, cuantitativos y cualitativos, por áreas principales de análisis. 5. proyecciones, estimaciones, interpretaciones y conclusiones basadas en los datos mencionados anteriormente. (En algunos análisis se enumeran únicamente los factores positivos y negativos que se desprenden del análisis, y se dejan las interpretaciones a cargo del lector). Un buen análisis debe comenzar con un apartado de “Resumen y conclusiones”, así como un índice que ayude al lector apresurado a decidir qué proporción del informe desea leer y en qué partes del mismo se va a concentrar. El redactor de un informe analítico debe huir de la tendencia, demasiado frecuente, a incluir material irrelevante. Al lector, por ejemplo, no le interesa remontarse un siglo en los detalles sobre los humildes comienzos de una empresa, ni desea emprender un viaje por las vías muertas y pasos en falso que inevitablemente encuentra el analista en el proceso de separar lo importante de lo insignificante. El “relleno” y la información irrelevante sólo sirven para confundir y distraer al lector de un informe. En un buen informe analítico no hay lugar para las ambigüedades y equívocos que se emplean con el fin de eludir responsabilidades o hurtar conclusiones. Por último, los redactores de estos informes deben tener en cuenta que a todos se nos juzga por pequeños detalles. En consecuencia, la presencia de incorrecciones gramaticales o evidentes errores de bulto en un informe puede sembrar la duda en la mente del lector con respecto a la competencia del autor del análisis y a la validez de éste.