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1 ENSAYO Nuñez Gonzalez Victor Alain 7°1

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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL ESTADO DE HIDALGO
INSTITUTO DE CIENCIAS DE LA SALUD
LICENCIATURA EN PSICOLOGÍA
ENSAYO:
Efectos estigmatizantes del diagnóstico
psicológico en niños
INTEGRACIÓN PSICODIAGNÓSTICA
MTRO: DANIELA SOTO MARTINEZ
VICTOR ALAIN NUÑEZ GONZALEZ
ALUMNO
SEMESTRE Y GRUPO: 7°1
Efectos estigmatizantes del diagnóstico psicológico en niños
Realizar un diagnóstico clínico resulta muy útil cuando se trata de clasificar
los trastornos psicológicos. Tener un sistema de clasificación es necesario cuando
hablamos del área clínica y de la salud, esto es porque podemos determinar un
tratamiento basado en la evidencia científica y el conocimiento empírico que se tiene
de estos. Para llevar a cabo esta tarea, poder diagnosticar, se tienen que aplicar
pruebas o test estandarizados. Estas pruebas comparten la misma nomenclatura,
lo cual agiliza la comunicación entre profesionales y a su vez facilita el abordaje de
temas similares como lo es el diagnóstico psicológico.
Los sistemas de clasificación más conocidos y utilizados en el ámbito clínico
de la psicología son el DSM (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders)
y CIE (Clasificación Internacional de Enfermedades) Cuando hablamos del
diagnóstico, es un caso concreto que es evaluado y se asigna a una, o más, de las
categorías recogidas en el sistema de clasificación correspondiente, con esto lo
comparamos a otros problemas clasificados en el sistema. Así dicho, el diagnóstico
significa utilizar una de las etiquetas propuestas en estos sistemas de clasificación.
Utilizar estos sistemas no está exento de críticas. Estas etiquetas llegan a ser más
perjudiciales que el trastorno etiquetado.
Es normal que en este proceso, la etiqueta pueda pasar de describir una
conducta que está mostrando la persona a llegar a ser considerada una
característica de esta (Pokorny 1996), con esta lógica podemos entender que una
persona que ha sido diagnosticada con el trastorno patológico de esquizofrenia
pasara de tener características de esta patología a ser simplemente reducido a “El
esquizofrénico” y de esta forma no podría ser tratado de la misma manera dentro
del entorno social donde se desarrolla y pertenece. Las experiencias sobre la
estigmatización de estas etiquetas son vividas por los familiares y los pacientes, con
esto también se necesita destacar que ellos son quienes muestran dificultades de
adherencia al tratamiento (Acosta, Rodríguez, y Cabrera, 2013; Flores, Medina,
Robles, y Páez, 2012; Lee, 2002).
En ocasiones, hablar de la psicología clínica es hablar de los problemas que
esta misma crea.
Cuando se trata de niños y adolescentes los efectos iatrogénicos y
estigmatizantes cobran especial relevancia en su ámbito escolar. Tomemos por
ejemplo el clásico profesor escolar que tiene que adaptarse a las nuevas
necesidades presentadas por un alumno que obtuvo un puntaje alto en una escala
que mide la inteligencia mental. Continuando con este mismo ejemplo Smith, Flexer,
y Sigelman (1980) realizaron una investigación donde examinaron mediante la
aplicación de cuestionarios las actitudes de los directores de escuelas primarias
hacia los niños etiquetados con retraso mental, problemas de aprendizaje o niños
sin diagnóstico. Encontrando, de esta forma, que los niños sin etiqueta alguna eran
tratados de manera menos positiva. Los adolescentes con etiqueta de problemas
de aprendizaje eran comúnmente comparados con retraso mental que aquellos que
no tenían etiqueta, esto era notorio en las áreas de personalidad y moral.
En el nivel de formación esto tenía mayor impacto cuando se trataba de
manejar expectativas. Estas eran altas cuando el estudiante era etiquetado con
dificultad en el aprendizaje que los etiquetados con retraso mental.
Otras consecuencias de las que podemos mencionar es la etiología del
comportamiento patológico. Con un niño con la etiqueta de diagnóstico del TDAH,
los profesionales son más propensos a atribuir la causa del comportamiento en
factores neurológicos y genéticos, mientras que sin la etiqueta estas atribuciones
pasaban al entorno que rodea al niño, así como al comportamiento que fomentan
los padres.
Si tomamos a un niño no diagnosticado, la familia es vista como un facilitador
de lo que el niño podría lograr. Cuando hablamos del niño etiquetado de retraso
mental, los profesores valoraban el nivel de habilidad como un factor indicativo de
lo que este podría llegar a alcanzar. Los maestros que trabajan con estudiantes con
retraso mental modificarían la dificultad de la carga de trabajo para aumentar el logro
académico en lugar de utilizar recursos externos, como lo es el aumento de la
motivación.
Ya que se habla del diagnóstico, tenemos que hablar de la subjetividad del
diagnóstico. La consideración de si una conducta es excesiva o deficitaria va a
depender de quien emita el juicio. Reyes-Sandoval y Acuña (2012) nos demuestran
que las maestras de jóvenes de un nivel socioeconómico medio que atendían a un
grupo de alumnos pequeño y trabajaban en escuela privada juzgaban ciertas
conductas como anormales en mayor medida que los docentes de características
opuestas.
Para esta investigación se realizó un estudio que incluía a dieciocho titulados
en Psicología (12 mujeres y 6 hombres) participaron como evaluadores.
Se utilizó el instrumento de Escala de Inteligencia de F. Goodenough
(Goodenough, 1926). Para la evaluación a través del test Goodenough se utilizaron
17 dibujos realizados por niños de 3-4 años de edad, con un desarrollo esperado.
Los dibujos (15) fueron distribuidos en tres carpetas, contando con cinco
dibujos cada una. Esas carpetas fueron identificadas con tres etiquetas diferentes:
altas capacidades, retraso mental y desarrollo normal. Ningún niño presentaba
dificultad alguna.
A estos evaluadores se les hizo saber que los dibujos estaban agrupados por
diferentes diagnósticos de los niños que los habían realizado y que estos
diagnósticos fueron hechos por otros profesionales. La tarea de los evaluadores era
corregir estas pruebas (dibujos). Ellos, entonces, tendrían que entregar una
corrección sobre el diagnóstico dado por los profesionales.
Con los resultados obtenidos durante la investigación, se concluye que las
pruebas son puntuadas diferencialmente dependiendo de la etiqueta diagnóstica
mostrada. Concretamente las pruebas con diagnóstico de altas capacidades son
valoradas por los evaluadores con puntuación menor que los que tienen otras
etiquetas.
Podemos afirmar que hay influencia de las etiquetas en el momento que se
debe hacer las evaluaciones correspondientes. Las variaciones son menores de
unas etiquetas a otras, pero hay una variación que está siendo influida por la
etiqueta diagnóstica.
Referencias
•
Del Mar Montoya Rodríguez, M. (2017). Efectos estigmatizantes del
diagnóstico
psicológico
en
niños.
Dialnet.
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=6477843
•
La
dinámica
estigmatizante:
Generación
Y
-
ProQuest.
(s. f.).
https://www.proquest.com/docview/2477254757
•
World Health Organization: WHO. (2022, 11 febrero). Publicación de la CIE11
2022.
Organización
Mundial
de
la
Salud.
https://www.who.int/es/news/item/11-02-2022-icd-11-2022release#:~:text=La%20Clasificaci%C3%B3n%20Internacional%20de%20En
fermedades,y%20es%20ahora%20totalmente%20digital.
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