LA VALORACIÓN CRÍTICA DE UN TEXTO - En el examen dicha tarea se formula de la siguiente manera: “Opinión personal razonada” (de 15 a 18 líneas). - Es la tercera tarea que debemos hacer y la última. - Es la tarea más creativa de las tres (resumen y tema son las otras dos) y la que nos permitirá expresar nuestra opinión sobre el texto y la tesis e ideas que en él se presentan. - La valoración crítica es una actividad que permite medir los siguientes elementos o capacidades: 1. La madurez intelectual del alumno. 2. El grado de conocimientos (su información sobre cultura en general y sobre el mundo de la actualidad). 3. Su capacidad de razonamiento. 4. Su capacidad para exponer por escrito ideas propias (aunque motivadas por el texto). - En el fondo, se trata de crear un texto propio a partir de otro texto. Nuestro texto será también un texto expositivo-argumentativo, aunque breve, en el que se recojan nuestras propias opiniones. - Con la opinión personal razonada, el alumno debe analizar el texto desde su punto de vista personal señalando las ideas que más le han llamado la atención y argumentando en todo momento sus opiniones. Es fundamental que dicha opinión esté desarrollada con orden y coherencia. En este apartado del examen no solo tiene cabida la reflexión sobre el contenido del texto propuesto, sino también todas aquellas consideraciones que se estimen relevantes sobre cómo sirve a la finalidad que el autor se propone al elaborar el texto el modo en que este es construido lingüísticamente. (Guía de Estudio). - El alumno debe responder dando su visión personal, que debe exponer de forma estructurada y clara, huyendo de tópicos y argumentando todo lo expuesto, tomando como base su propia experiencia, lo visto en los medios de comunicación o leído en libros escritos por analistas o expertos en el tema, estableciendo paralelismos entre lo que se dice en el texto y otros hechos por él conocidos. (Anaya. Selectividad) - Posibilidades que se nos ofrecen a la hora de realizar dicha tarea: 1. Comentar la forma del texto (hablar del texto) → una valoración fundamentada en la estructura lingüística del texto 2. Comentar el contenido del texto (hablar sobre el texto) → una valoración basada en el simple comentario personal. 3. Hacer un comentario mixto → compaginar las dos anteriores (1 y 2) 1 - Orientaciones para comentar la forma del texto (opción1): ● Será necesario comentar la tipología textual del texto (apartados 3 y 4) ● junto a los recursos expresivos (o recursos retóricos o literarios) del autor. ● En los comentarios que aparecen en el libro se hace mucho hincapié en la estructura que presenta cada texto; por lo tanto, este será otro aspecto (la estructura) para comentar. - En lo que se refiere al comentario del contenido (opción 2) se deberá interpretar y enjuiciar las ideas del autor: ● Interpretar consiste en explicar el sentido o significado de lo dicho por el autor ● Enjuiciar es opinar sobre ello. Entonces se podrá asentir o disentir de la tesis e ideas del autor, pero siempre fundamentado (razonado) con argumentos propios (y en la medida de lo posible originales). Y todo ello basado en nuestra experiencia. ● Algunas ideas para comentar: la actualidad del tema (vigencia o no), grado de interés social, originalidad del tema tratado, relación del tema tratado con otros temas interesantes, reiteración de ideas, manipulación informativa… Qué es lo que debe hacerse Qué es lo que no debe hacerse Explicar con claridad los razonamientos propios. Aprovechar experiencias y conocimientos actuales. Buscar cierta originalidad en los planteamientos. Ser claro y preciso en la expresión de las ideas. Cuidar la corrección lingüística de lo que se escriba. Además de sensatos, en un comentario de texto, siempre seremos prudentes y moderados. Decir “estoy de acuerdo” o “no estoy de acuerdo” sin argumentar las razones. Expresar ideas que contradigan las del autor si no puedes justificarlas. Volver a contar el texto o resumirlo. Intentar impresionar a los correctores expresando ideas “muy originales”, pero poco justificadas o razonables, que resulten estrambóticas. Salirse del tema. Ser innecesariamente irónico o irrespetuoso con el autor del texto. Errores más frecuentes en la valoración crítica Basar la valoración en razonamientos y anécdotas demasiado personales o sin venir a cuento o sin justificar. Centrar el comentario en opiniones alejadas del asunto que trata el texto (“Irse por los cerros de Úbeda”) Poner demasiado énfasis en un aspecto anecdótico del texto, dejando de lado las cuestiones más interesantes (“Irse por otros derroteros”). Volver a contar pero con otras palabras lo mismo que dice ya el texto sin aportar nada nuevo. - Por último, habrá que tener un especial cuidado en todo lo referente a la expresión escrita. Este ejercicio además de medir muchos aspectos, que ya hemos comentado, es un ejercicio de creatividad y de producción escrita. El alumno ha de demostrar sus conocimientos lingüísticos a la hora de poner por escrito su opinión personal. Así, el alumno deberá cuidar la expresión y la corrección gramatical, y especialmente la ortografía, pues estos aspectos se tendrán en cuenta en la evaluación del ejercicio. 2 EL COMENTARIO CRÍTICO Esta tarea tiene como finalidad demostrar, por parte del alumno, la comprensión del texto y la capacidad para hacer un juicio crítico; es la parte donde se ve si se ha entendido el texto o no. El alumno tiene que saber relacionar, utilizar argumentos, tanto a favor como en contra. No interesa su opinión o su acuerdo o desacuerdo con el autor, sino su capacidad de argumentar y su capacidad para expresarlo de forma coherente. Se trata de que el alumno haya entendido el texto y que su respuesta sea un ejercicio expositivo-argumentativo que refleje la madurez y el sentido crítico. Se trata de expresar una opinión razonada elaborando un discurso razonado de forma coherente, cohesionada y correcta. Se le pide al alumno que adopte un punto de vista sobre el tema del texto y que enjuicie su contenido. Se valorará la capacidad de defender una opinión y de desarrollar los argumentos de forma organizada. Debe evitarse la paráfrasis del texto. Se valora positivamente la contribución personal: experiencia, conocimiento del tema, opinión formada... Indicaciones: En principio, para la redacción de tu respuesta, no hay enfoques ni métodos únicos. Dependerá del contenido y tipo de texto, y de tus propias habilidades, y de tus conocimientos y cultura sobre temas de actualidad. Por eso, es tan importante conocer y entender los temas de actualidad. De ahí la necesidad de leer prensa y buenos artículos de opinión; ver buenos programas informativos, leer, ir al cine, etc. Probablemente el corrector aceptará cualquier orientación, con tal de que el comentario resulte coherente, construido desde un punto de vista personal, y que muestre la madurez intelectual esperable en un alumno universitario. Técnicas para hacer un juicio crítico: - Para enjuiciar el contenido con profundidad –que equivale a madurez–, y aportar ideas y argumentos propios, debes usar estas técnicas: - preguntarte por las causas profundas de los problemas: pregúntate por qué sucesivamente. - indagar con madurez en las posibles motivaciones de unos y otros sobre esa cuestión… - señalar con prudencia los posibles responsables de esa situación… - plantear posibles soluciones realistas a esos problemas… - sugerir tu papel o el de la sociedad civil respecto a ese tema… - enjuicia la validez de los argumentos del autor, o si oculta datos, hechos, ideas… - Tu objetivo debe ser añadir ideas nuevas al texto (aportar ideas tuyas), no limitarte a decir sí/no a lo que dice el autor. Sé crítico y “exigente” con el autor, no hay que creerse todo ni aceptar todo lo que dicen sin más. Generalmente, los problemas no son “o blancos o negros”. Por eso, no queda bien decir sin más: “estoy totalmente de acuerdo / en contra del autor…”. Lo normal es que coincidas en algunas ideas, y no en otras. 3 - Evita la demagogia que a veces nos inculcan los medios de comunicación y/o los políticos: los problemas suelen ser complejos en sus causas, y también en sus soluciones. PIENSA, REFLEXIONA. - En vez de argumentar haciendo referencia a tu propias vivencias u opiniones, trata de USAR CONOCIMIENTOS ENCICLOPÉDICOS (culturales) y PRAGMÁTICOS (hechos concretos y actuales del “mundo real”) para argumentar tus ideas. Algunas otras cuestiones que debes plantearte a la hora de enjuiciar un texto: 1) Indicar la finalidad que persigue el autor: ¿Qué quiere decir el autor, por qué y para qué? 2) Enjuiciar el proceso que ha seguido el autor: analizar la CANTIDAD, CALIDAD Y ESTRUCTURACIÓN DE LA INFORMACIÓN, la estructura lógica interna del texto. Para ello analizaremos: - Cómo presenta la información y cómo se ha seleccionado (su organización): cómo presenta la tesis; la selección y uso de la información; grado de autenticidad y validez de los argumentos y datos aportados. Si se dudara de su adecuación para probar la tesis del autor, se razonarán los motivos de tales dudas. Por otro lado, hay que analizar si la información está bien estructurada, ordenada, de forma clara y adecuada. - De igual modo, analizaremos el uso, calidad, y validez de la información aportada y, si existieran, se pondrán de relieve cuantas vaguedades, incoherencias, ambigüedades, tergiversaciones, generalizaciones o contradicciones se hayan apreciado en la exposición, así como cualquier otro aspecto que se considere relevante como utilizar eufemismos para encubrir o atenuar determinadas realidades, manipular u ocultar datos o cualquier otra información, adelantarse a las posibles objeciones, etc. - Comentar su rigor expositivo, sus reflexiones, la posible influencia de sentimientos y/o ideologías en sus ideas. Hacer aclaraciones, precisiones o puntualizaciones sobre ideas que no hayan quedado lo suficientemente claras. Señalar aquellos puntos que se observen más flojos, que menos convencen. - Reflexionar también sobre el interés, actualidad y vigencia del tema tratado así como la originalidad de dicho tratamiento, destacando las ventajas o innovaciones que aporta. Se trata, por tanto, de valorar los aciertos y errores del autor en la elaboración del texto, justificando cada una de las afirmaciones o juicios vertidos. De todos modos, conviene obrar con cautela; de ningún modo se plantearán las críticas en un tono polémico, agresivo o irrespetuoso para con el autor, y habrá que procurar que las opiniones emitidas sean objetivas y no resulten de una postura personal excesivamente subjetiva o mediatizada. Atención: no debes comentar todos estos aspectos; solo lo que se vea realmente en el texto. 4 Ten en cuenta, también, que tampoco se trata de “confesarse”: puedes ocultar o suavizar tus opiniones y críticas, lo cual a veces puede ser conveniente. No interesa tanto la opinión personal cuanto unos juicios coherentes y razonados: valoración crítica razonada. Se trata de ver la capacidad de razonamiento. En esta tarea deben aparecer tus propias opiniones sobre lo que dice el texto, y no debes volver a contar lo que dice el texto o quiere decir el autor. Eso sí, que tus juicios sean coherentes, justificados, equilibrados, prudentes1, serenos, etc. Sé respetuoso y tolerante con las ideas del texto, aunque no estés de acuerdo con ellas; sé abierto y no tajante y radical en tu exposición. Procura no decir obviedades y recuerda que debe quedar clara tu posición de a favor o en contra. CALIDAD EN LA EXPRESIÓN En todo examen, la calidad de la expresión incide directamente en la nota. El ejercicio puede resultar casi ininteligible si no se cuida la redacción. Por ello, el alumno debe esforzarse por escribir correctamente lo que desea comunicar. Veamos algunas indicaciones: - Al redactarlo, procura evitar en lo posible la 1ª persona en verbos, pronombres y determinantes. No abuses tampoco de expresiones como “yo creo, yo opino, en mi opinión”. Es preferible usar la 3ª persona: “el autor argumenta utilizando...”; o “la ejemplificación del texto es acertada ya que...”; o bien “este escritor consigue persuadir mediante...”. La 3ª persona verbal da más objetividad, incluso cuando expreses tu juicio personal. - Evita las expresiones coloquiales y, por supuesto, las vulgares. No quedan bien ni son graciosas. Generalmente denotan pobreza léxica (no somos Pérez Reverte). Huye también de expresiones estereotipadas y clichés como “pienso de que...” o “soy de la opinión de...”. Busca el tono adecuado para tu argumentación y evita la excesiva mordacidad o el sarcasmo innecesario. - Utiliza un registro culto / formal, con un vocabulario rico y preciso que domines. Si el tema lo exige, utiliza el registro especializado (tecnicismos). Pero tampoco caigas en la verbosidad pedante. - Utiliza términos y expresiones propias de la oratoria y la argumentación: “el autor defiende su tesis…”, “el autor parte de unas premisas…”, “su argumentación carece de solidez puesto que…”, “el texto presenta una hipótesis…”, “el autor utiliza una falacia argumentativa al afirmar que…”, “el texto muestra contradicciones internas ya que …”, “la deducción que realiza el autor es…”. - Procura no repetir muchas veces la misma palabra: recurre a los sinónimos conceptuales o referenciales. - Utiliza los conectores discursivos para argumentar, expresar opiniones, causalidad, oposición, etc. Son fundamentales para mejorar la redacción. 1 Prudencia a la hora de incurrir en puntos de vista parciales o polémicos (por lo general, el texto contendrá opiniones mucho más autorizadas que las nuestras). 5 - Cuida la elaboración material: buena caligrafía, ortografía, signos de puntuación, uso de tildes, márgenes izquierdo y derecho, superior e inferior, renglones derechos, sin tachaduras… Todos estos aspectos son fundamentales: son valorados por el corrector, quien se posiciona a favor o en contra no solo por el contenido del juicio crítico, sino también por la calidad de la expresión. ERRORES MÁS HABITUALES 1. Limitarse a resumir, explicar o parafrasear el texto, sin aportar nada nuevo. Es lo peor. 2. No profundizar en el tema de fondo: la nota será baja, ya que así no se demuestra madurez crítica. 3. Dejar el juicio a medio hacer, por una mala organización de los tiempos de cada parte. 4. Hacer un juicio pobre, basado en tópicos, ideas superficiales o ideas poco contrastadas. 5. No argumentar tus propios juicios y opiniones. Así no se persuade al corrector, ni se demuestra madurez. 6. Todo lo señalado en el apartado de la calidad expresiva. 6