POEMA DE LA LEGISLACION AMBIENTAL MEXICANA. En la tierra del sol y el maíz, donde el viento susurra secretos mil, surge una ley que abraza el porvenir, la legislación ambiental en México, a existir. En letras de eco verde se escribe, un compromiso que la naturaleza concibe, guardiana de ríos, selvas y mar, protegiendo el pulso de cada lugar. La Ley General del Equilibrio Ecológico, teje un lazo fuerte y simbiótico, entre el hombre y su madre tierra, trazando caminos de justicia que aterra. En códigos y normas se plasma, la danza sagrada que la vida abraza, del jaguar en la selva al cactus en el desierto, todos encuentran su espacio, su puerto. La Profepa y Semarnat vigilantes, custodian los bosques como amantes, sus ojos atentos en cada rincón, defendiendo la biodiversidad con devoción. En el ocaso de las fuentes no renovables, surge la luz de energías sustentables, la ley impulsa el sol y el viento, abriendo puertas a un futuro sin tormento. Pero aún hay retos que enfrentar, la contaminación que no cesa de acechar, con leyes que sancionen y eduquen, se construye un mañana que florezca y crezca. Así, entre leyes y decretos que se entrelazan, México avanza hacia metas que abrazan, un ambiente limpio, un cielo claro, donde la ley resuene como un canto raro. Que en cada corazón mexicano despierte, el compromiso por la tierra que nos ofrece, legislación ambiental, guía y faro, rumbo hacia un México donde el verde sea más claro.