Subido por Henry W. Mallitasig Arellano

PEDAGOGIA CATEQUÉTICA

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PEDAGOGIA CATEQUÉTICA
Conceptos básicos:
1. ¿QUÉ ES LA PEDAGOGÍA? La pedagogía la podemos definir como una ciencia social,
también es interdisciplinar porque está enfocada hacia la investigación y la reflexión de
las teorías educativas en todas las etapas de la vida, no solo en la infancia, si no en
todas las etapas de desarrollo del ser humano. Como ciencia que es, se nutre de
conocimientos provenientes de ciencias auxiliares o de apoyo como la Sociología, la
Historia, la Antropología, la Filosofía, la Psicología, la Política. , entre otras. El término
"Pedagogía" ha evolucionado para referirse a una ciencia abocada al estudio de la
educación como fenómeno complejo. El propósito del pedagogo es el de construir teoría
referente a la investigación educativa. La educación por su parte, es un proceso
permanente e inacabado a lo largo de toda la vida, del ser humano; que busca su
formación integral. Es la institución social que permite y promueve la adquisición de
habilidades, conocimientos y la ampliación de horizontes personales y que puede tener
lugar en muchos entornos. Es decir, una acción práctica que se da en todas las
sociedades. El objeto de estudio en la pedagogía es «la educación», en sentido amplioLa «formación» como objeto de estudio de la Pedagogía, siendo «educación» y
«formación» conceptos que en la actualidad aún se debaten, pues indican términos y
posiciones epistemológicas diferentes referidas a lo educativo.
2. ¿CUÁLES SON LAS CATEGORÍAS FUNDAMENTALES DE LA PEDAGOGÍA? Las
categorías fundamentales de pedagogía son:
1. La educación y la instrucción,
2. La enseñanza y el aprendizaje
3. El desarrollo y la formación,
Estas tres categorías tanto en su propia dimensión como en sus interdependencias son
fundamentales.
ACLARANDO CONCEPTOS:
1. Pedagogía
Es una ciencia perteneciente al campo de las Ciencias Sociales y Humanas. Su origen
está en dos palabras griegas, paidós y agogía, que significan respectivamente niño y
conducción, y equivale por tanto a conducción del niño.
Poco a poco el término pasó a indicar, en sentido figurado, la actividad misma de la
educación. Actualmente este significado a partir de su etimología está completamente
abandonado. Se ha superado la referencia exclusiva al niño, ya que todas las etapas de
la vida son susceptibles de educación; y por otra parte, el carácter práctico de la acción
de conducir, lo ha asumido más bien el concepto de educación.
El objeto de estudio de la Pedagogía es la educación, tomada está en el sentido
general que le han atribuido diversas legislaciones internacionales, como lo referido en
documentos de la UNESCO. Así, también es posible encontrar la palabra
formación como objeto de estudio de la Pedagogía, siendo educación y formación
vocablos sinónimos en tal contexto.
La Pedagogía estudia la educación como fenómeno complejo y multirreferencial,
lo que indica que existen conocimientos provenientes de otras ciencias y disciplinas que le pueden ayudar a comprender lo que es la educación, como son la
Historia, la Sociología, la Psicología y la Política, entre otras.
Muy significativa es la definición de pedagogía a partir de su estudio etimológico.
Tanto el Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia Española, como
el Diccionario Salamanca de la Lengua Española, definen la pedagogía como la
ciencia que se ocupa de la educación y la enseñanza.
■Objetivos
• Proporcionar guías para planificar, ejecutar y evaluar procesos de enseñanza y aprendizaje, aprovechando las aportaciones e influencias de diversas
ciencias, como la psicología la sociología, la antropología, la filosofía, la
historia y la medicina, entre otras.
• Orientar el proceso donde el sujeto pasa de una «conciencia en sí» a una
«conciencia para sí», reconoce el lugar que ocupa en el mundo y se reconoce como constructor y transformador de este.
2. Pedagogo/ pedagoga
El pedagogo (paidagogos), en sus orígenes, era el esclavo o liberto que cuidaba a
los niños y los acompañaba a la escuela, a la presencia del maestro; y más tarde
el encargado de la educación de los jóvenes aristocráticos.
Hoy se aplica al experto o experta en educación formal y no formal que investiga la
manera de organizar mejor los sistemas y programas educativos, con el objeto
de favorecer al máximo el desarrollo de las personas y las sociedades. Estudia la
educación en todas sus vertientes: escolar, familiar, laboral y social.
En términos más cercano: es el acompañante que conduce a otra persona a la
consecución del objetivo que se pretende, tanto en el ámbito familiar, como en el
escolar, el empresarial, el profesional o el religioso y catequético.
3. PEDAGOGÍA Y CIENCIAS HUMANAS
Desde un punto de vista amplio, la pedagogía es la ciencia de la educación. Pero
actualmente está en discusión la comprensión del aspecto disciplinar de la pedagogía, desde su consideración como disciplina específica y unitaria hasta su concepción dentro de un ámbito científico multidisciplinar. A nosotros nos bastará su consideración como disciplina científica de la organización del saber y de la intervención
educativa. Una disciplina que reorganiza y sistematiza todos los saberes que proceden de las ciencias humanas sobre la educación, con el fin de ponerlos en marcha y
orientarlos en función de la educación formal y no formal, humana y cristiana.
«La evangelización no sería completa si no tuviera en cuenta la interpelación recíproca
que en el curso de los tiempos se establece entre el Evangelio y la vida concreta,
personal y social del hombre.»
Evangelii nuntiandi 29
«Entre evangelización y promoción humana –desarrollo, liberación–
existen lazos muy fuertes. Vínculos de orden antropológico, porque
el hombre que hay que educar no es un ser abstracto, sino un ser
sujeto a los problemas sociales y económicos.»
Evangelii nuntiandi 31
1. Antropología
En una cultura científica no podemos prescindir, en el ámbito de la educación,
del estudio del hombre –la antropología–. De los datos que este estudio nos
aporta encontramos un destinatario real y válido al que comunicar un mensaje
concreto, en nuestro caso, el mensaje de salvación. Es necesario hacerse cargo
de la realidad, siendo consciente de ella para transformarla y humanizarla,
ofreciendo un camino nuevo: la Buena Noticia de Evangelio.
El objetivo último es la educación integral de la persona, lograr un equilibrio de
todo su ser, cuerpo y espíritu, inteligencia y afectividad. En la educación de la fe
hemos de educar al ser humano para que sea un cristiano –hombre o mujer–
maduro, integrado, que cree y vive el Evangelio.
2.
Psicología
A través de esta ciencia nos acercamos a la persona, objeto de nuestra
consideración, y también al grupo humano como resultado de la interacción y la
comunicación.
■La persona
El psicólogo y teólogo José Antonio García-Monge aporta unas pautas para
acercarnos a la psicología. Indica que los puntos de partida que podemos
tener para aproximarnos a la conducta humana son los siguientes:
• El hombre y la mujer se hacen de fuera a adentro, es decir, en el ámbito
familiar primero, para pasar después al escolar y social; va formando su
personalidad a base de contacto con distintas realidades que contribuyen y,
a la vez, condicionan su aprendizaje.
• El hombre y la mujer se hacen de dentro a fuera, es decir, tenemos un mundo
interior que se va manifestando en diálogo con su realidad. Ese mundo
interior está hecho de dinamismos que explican muchas de sus reacciones
(cf. NDC: “Psicología y catequesis”, Vol. II, 1899-1906).
La aportación de la psicología modifica planteamientos catequéticos antiguos,
invitándonos a considerar al hombre, no como una racionalidad que entiende el
mensaje, sino como una persona que conoce, siente y se motiva, desde lo
afectivo y desde lo que vive.
■El grupo humano
El diccionario de la Real Academia (1970, pág, 679) define el término grupo
como aquella "pluralidad de seres o cosas que forman un conjunto, material o
mentalmente considerado". Grupo es, por tanto, un conjunto de varios seres, la
unidad de la pluralidad. Al parecer, el término se origina en el italiano groppo o
gruppo, que era un vocablo técnico para designar la presencia de varios
individuos en una obra de pintura o escultura formando un solo sujeto
temático. El término se introduce en castellano hacia 1734 para designar la
reunión de varias personas (ver Corominas, 1967). Que un grupo debe estar
constituido por una pluralidad de individuos es una condición esencial que
nadie cuestiona, aunque haya algunas discrepancias respecto a los límites
numéricos tanto por abajo como por arriba. Así, por ejemplo, no se suele
pensar en un grupo cuando se trata de dos personas: si se habla de 1 un "grupo
familiar", se piensa en padres e hijos y quizás en otros parientes; en cambio, si
se trata únicamente de los cónyuges, se suele hablar de "un matrimonio" más
que de un "grupo familiar". Ahora bien, en principio y tal como lo indica la
definición del diccionario, se podría considerar como grupo casi cualquier
pluralidad de individuos, desde una pareja o grupo de dos hasta la totalidad de
la humanidad, "el grupo humano"; todo depende de la perspectiva adoptada, es
decir, del criterio unificador empleado. De acuerdo con la definición ofrecida,
ese criterio puede ser tanto una consideración material como mental, algo que
esté en la misma realidad, como algo que esté sólo en nuestra cabeza. En otras
palabras, tan calificables como grupo serían aquellos que se encuentran unidos
en el espacio y en el tiempo (varios sujetos que se encuentran en una misma
habitación, por ejemplo), como aquellos que simplemente son unidos por una
consideración mental (por ejemplo, los médicos de El Salvador).
Pedagogía de la catequesis
Definición:
La catequesis es un conjunto de esfuerzos realizados en la Iglesia para hacer
discípulos, para ayudar a los seres humanos a creer que Jesús es el Hijo de Dios, a fin
de que, por la fe, tengan vida en Su nombre, y para educarlos e instruirlos en esta vida y
construir así el Cuerpo de Cristo. (cf Juan Pablo II, CT 1, 2).
En un sentido más específico, “globalmente, se puede considerar aquí que la
catequesis es una educación en la fe de los niños, de los jóvenes y adultos, que
comprende especialmente una enseñanza de la doctrina cristiana, dada generalmente
de modo orgánico y sistemático con miras a iniciarlos en la plenitud de la vida
cristiana”. (CT 18)
Propósito:
La catequesis DEBE SER VIVENCIAL. El sujeto (hombre, mujer, joven, niño), debe ser
más importante que la doctrina. A través de ella, se inicia al sujeto en los Sacramentos.
La catequesis es un proceso de maduración en la fe y termina cuando finaliza la vida.
El propósito de la misma, es sacar de nuestro corazón y desarrollar El Verbo (Jesús),
que todos tenemos y descubrir la fuente de la vida que todos llevamos dentro.
YO CON DIOS, POR CRISTO, EN LA COMUNIDAD. Catequizar es evangelizar, dar vida,
no quedarse sólo con Jesús crucificado, sino resucitado, vivo, porque Él está presente
en la Eucaristía, en la vida y dentro de nosotros. El es Jesús Resucitado. Evangelizar y
catequizar no es sólo impartir una doctrina. La Palabra de Dios, es para buscar a Jesús
dentro de ti y hacerte Su amigo. Jesús nos envía a ser Buena Nueva, a través de
nuestras palabras, acciones y testimonio de vida.
Pedagogía de Jesús en el Evangelio
Por: Pbro. Eduardo Contreras Gutierrez, Diocesis de Leon, Gto | Fuente: Tiempos de Fe,
Anio 3 No. 13, Noviembre - Diciembre 2000
Tenemos que empezar afirmando que Jesús es, sin duda, el Gran Pedagogo de
Dios, "La misma Historia de la Salvación en el Antiguo Testamento está
esencialmente ordenada a preparar y a anunciar la venida de Cristo, Redentor del
universo y de su reino Mesiánico" (T.M.A. 6). El gran dinamismo de la
Encarnación del Verbo está ya presente en las más destacadas figuras de los
Profetas, Sacerdotes y Reyes tales como Abraham, Moisés, Elías, David,
Melquisedec, etc. Todos ellos son figuras, imágenes y anticipos del Mesías
Salvador. Al mirar la conducta pedagógica de Dios con Israel, se destaca ya
desde el principio el amor compasivo y misericordioso (Ex 2,23-25), cuando Dios
se compadece de la esclavitud de su Pueblo en Egipto y decide librarlo (Ex 3,710), los lleva al desierto y pacta una Alianza con ellos (Ex 19,1-6). Se muestra fiel
y compasivo y aunque lo castiga por sus idolatrías y pecados siempre lo perdona
y le muestra su amor; sin embargo a lo largo de su historia, Dios va anunciando
siempre una tierra prometida, una Nueva Alianza, un Nuevo Pueblo y un Mesías
Salvador.
La Pedagogía de Dios desde el Antiguo Testamento se muestra amorosa,
paciente, compasiva, libre, respetuosa y siempre da una respuesta de
Esperanza Salvífica hacia el futuro. Ya en la plenitud de los Tiempos, éstas serán
también las características fundamentales de Jesús verbo de Dios Encarnado.
En Él está la Plenitud de Dios, y Él es la Palabra definitiva (Hb 1,1-2). La Pedagogía
de Dios se hace plena y definitiva en el verbo de Dios. Es la Palabra que irrumpe
en la historia humana al cumplirse la Plenitud de los Tiempos, es el verbo de Dios
que llega como don gratuito de la Trinidad Omnipotente y como manifestación
plena del amor de Dos que se "hace carne" y se hace "historia". "El Verbo se hizo
carne y habitó entre nosotros" (Jn 1,14).
Lo primero que resalta de esta Pedagogía de la Encarnación es sin duda lo
maravillosos del Amor Trinitario. El Dios que no tiene "tiempo" ni "historia", se
hace "temporal" e
"histórico"; el
Dios
que
es
Espíritu
puro
de
hace "carne" y "materia"; el Dios que es Omnipotente e Infinito de hace "limitado" y "finito", todo ello en la humanidad de Nuestro Señor Jesucristo. Este es el
misterio insondable de su amor por nosotros donde la Pedagogía de Dios se
identifica con su Cristo, su Ungido, su Palabra definitiva, verdadero Dios y
verdadero hombre. Tan fiel a su ser di vino como tan fiel a su condición humana.
Con toda verdad, podemos afirmar en la catequesis de los primeros Padres de
la Iglesia tal como lo expresaba San Máximo Confesor "El Misterio de la
Encarnación del verbo tiene la fuerza de los secretos y figura de la Escritura y la
Ciencia de todas las criaturas visibles e inteligentes, por eso sólo el verbo de Dios
encarnado nos puede enseñar la ciencia de Dios" (O.D.E. III).
La Pedagogía de Dios revelada en Jesús
La persona y la vida de Jesús forman la Pedagogía de la comunicación plena de
Dios con el hombre. Jesús es el "gran comunicador de Dios" que habla con
autoridad y no como los escribas (Cfr. Lc 4, 32-36); enseña con su palabra lo que
vive en su propia vida. Hay en el una coherencia de vida. Él es pobre y elige la
pobreza como desprendimiento total para aceptarlo, seguirlo y ser digno de Él.
"Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tomo su cruz y que me
siga" (Lc 8,39). Utiliza en su actuación las actitudes fundamentales del amor,
perdón, verdad, transparencia y sacrificio que el mismo exige y a quien quiera
aceptarlo y seguirlo.
Jesús no excluye a nadie, pero prefiere a los pobres, a los enfermos, a los
marginados de su tiempo y se coloca en medio de ellos.
Es de una sensibilidad exquisita y se compadece de las multitudes que "andan
como ovejas sin pastor"; llora ante la tumba de su amigo Lázaro y ante su ciudad
de Jerusalén. Pero no hay en Él la menor huella de un "blando sentimentalismo" sino un alma heroica que se atreve también, con energía, a denunciar la hipocresía y la mentira de los Fariseos (Mt 23,14,24,25) y arroja a los Mercaderes del templo con indignación (Mc 11 15ss).
Inaugura el Reino de Dios, lo va dando a conocer a través de parábolas cuyos
rasgos son tan intuitivos, vivos y cálidos que hacen revivir la vida de los
labradores, pastores, pecadores y viñadores de su tiempo. Dichas parábolas
encierran matices tan reales que son el vehículo pedagógico donde envuelve su
mensaje fundamental del Reino de Dios que es como el "grano de mostaza", como la "perla fina", como el "vino nuevo", como el "vestido nuevo", como
la "dracma perdida" (Mt 13). Es así como lleva a descubrir a sus discípulos y a
sus seguidores que Él es en verdad el "grano de trigo", el "grano de
mostaza", el "vestido nuevo" que inaugura ya existencialmente la presencia del
Reino.
Y qué decir de sus milagros. No hay enfermos que se acerquen y que no sea
curado, pero siempre, más que la salud física, Jesús entrega el don de la Fe: "vete
en paz tu fe te ha salvado" (Mt 8,513). Jesús no es un milagrero que se busca a
sí mismo, sino que sus milagros hacen evidente su poder divino y el reconocimiento de que Él es el Hijo de Dios y es quien libera de la esclavitud del
pecado. Es sumamente elocuente y significativo el episodio de la curación del
paralítico de Cafarnaúm relatado por los tres sinópticos "pues para que vean que
el Hijo del hombre tiene en la tierra potestad para perdonar los pecados, dijo dirigiéndose al paralítico ponte de pie, toma tu camilla y vete a tu casa" (Mt 9,1-7).
Amar, Sanar y perdonar conforman los valores de la pedagogía de Jesús relatada
en los evangelios.
Finalmente, Él conocía profundamente el corazón humano y qué sentido positivo y
realista tuvo para respetar sus propias decisiones. En el diálogo con el joven rico (Mt
19,16ss). Jesús respeta su negativa a la invitación que le hace de vender sus bienes y
de seguirlo, solo comenta "qué difícil va a ser para los ricos entrar en el reino de Dios",
pero también añade "lo que es imposible para los hombres no lo es para Dios". Nadie
como Él pudo decir y luego vivir el "amad a vuestros enemigos y haced el bien a lo que
os aborrecen" (Lc 6,27). Así, podemos afirmar que su actitud de amor y de donación
incondicional fue el ALMA DE SU PEDAGOGIA, porque en su persona, en sus parábolas
y en sus hechos, el Mensaje más sublime es el de su "Amor de Donación hasta el
extremo de la cruz" y es ahí donde pronuncia su postrera súplica a su padre "Padre
perdónalos porque no saben lo que hacen" (Lc 23,34).
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