Filosofía Ética: el mundo de la acción 1- El hacer consciente y voluntario cuando hablamos de ética solemos utilizar esa palabra con el mismo sentido que le damos a la palabra moral. Pero si somos rigurosos, debemos decir, que moral es el conjunto de normas y costumbres que recibimos de nuestro entorno y que configuran nuestra personalidad. La ética es la reflexión que hace uno mismo justificándose el porque sigue una determinada moral, es decir, buscamos los principios que justifican el porque actuó como actuó. Con el término acción nos referimos normalmente a actos que hacemos conscientemente dejando de lado aquello que hacemos sin darnos cuenta es decir, ponemos énfasis en la voluntariedad de las acciones. Aristóteles hizo la distinción de acciones voluntarias y acciones involuntarias involuntarias pueden ser forzosas (cuando el origen de la acción esta fuera del individuo y la realizamos por fuerza). También puede ser una acción involuntaria por ignorancia, son aquellas que desconocemos las circunstancias de la acción o alguna circunstancia, (ejemplo: atropellar a alguien que no hemos visto). Voluntarias una acción voluntaria es aquella que tiene su origen en la propia persona que realiza la acción, de esta forma podemos considerar responsable al sujeto que la realiza. son acciones que hacemos conscientemente con la intención de alcanzar un fin, estas acciones se puede alabar o censurar. Los saberes o los ámbitos que estudian las acciones de este tipo son: - La ética y el derecho Dentro de las acciones voluntarias, encontramos las que caracterizamos como mixtas, son aquellas en las que el sujeto no quiere de forma absoluta hacer esa acción pero la lleva a cabo para evitar un mal mayor. Lo que esta claro es que para considerar responsable de una acción a un sujeto, este tiene que ser dueño de poder hacerla o de no hacerla. Los elementos que intervienen en la acción En toda acción intervienen los siguientes elementos: 1- La creencia: es lo que mueve la vida de las personas lo que nos hace actuar es un elemento que esta de forma latente en todas las acciones voluntarias que llevamos acabo. Muchas veces no somos conscientes de las creencias que nos hacen actuar no hay que confundirlas con las ideas porque las ideas las tenemos y las pensamos y si no nos parecen correctas las podemos desechar. En cambio las creencias no las tenemos sino que estamos en ellas es decir, vivimos en ellas 2- Intención: es la tendencia que tenemos los seres humanos ha hacer alguna cosa es la inclinación de hacer algo, la intención puede ser consciente o inconsciente 3- Actitud: la predisposición ha actuar de una determinada manera. Las actitudes no son innatas, es decir, se adquieren a lo largo de nuestra existencia y se pueden modificar. Nos permiten crear hábitos de conducta 4- Fines y los medios: los fines son los objetivos que queremos alcanzar con nuestras acciones, nos referimos a los deseos que tenemos, para plantearnos un deseo racionalmente no tiene porque estar en mi mano conseguirlo, pero para planteárnoslo como un fin o un objetivo si tiene que estar en mi mano conseguirla. Los medios son las acciones que llevamos a cabo para conseguir un determinado fin, hay veces que el medio no lo deseo, pero como el fin a conseguir es mu valioso lo hago igualmente. Las acciones se evalúan tanto como los fines a conseguir como los medios que utilizamos 5- D 6- El último elemento que encontramos en las acciones es el sentido y es el que pretende comprender porque ocurre una acción y porque se desarrolla de algún modo y no de otro. Es básico o es fundamental conocer los símbolos las tradiciones y la cultura que rodea al sujeto cuando realiza acciones para poder darle sentido pleno. Es el elemento mas filosófico 3 el saber de la acción Los saberes que se ocupan de las acciones los propuso Aristóteles en su libro ética a nicomaco. En este libro presenta los siguientes saberes, primero: el saber teórico - Que es propio de la razón contemplativa o científica y se ocupa de aquellos entes o seres que tienen por objeto las matemáticas, la física o la metafísica. Estas () se rigen por principios que no pueden ser de otra forma, es decir, son fijos. El saber practico es propio de la razón calculativa o derilevativa y se ocupa de aquellos entes u objetos que tienen principios que si pueden tener otra forma, es decir, no son fijos, nos referimos a las acciones. Sobre una acción, la razón puede calcular que le conviene mas hacer y por lo tanto guiarnos en la mejor manera de realizarla, es decir, evalúan los pros y los contras. Dentro del saber practico distinguimos el saber practico, técnico que se encarga de producir bienes, es decir, productos de la mejor manera posible, por lo tanto me desarollando la mayor virtud técnica. Y encontramos el saber practico prudencial que tiene la tarea de analizar las acciones buscando la felicidad y desarrollando la virtud prudencial. La reflexión ética se encarga de analizar las acciones a nivel individual como colectivo en todos los ámbitos donde un tercero puede salir perjudicado, ej.: economía, religión, política, derecho… 4 el ser humano como realidad moral Todos los seres humanos nacemos con unos sentimientos y unas pasiones que constituyen nuestro temperamento y que son difíciles de modificar, este temperamento es uno de los dos elementos que configuran el carácter de las personas, el otro son las propiedades que adquirimos en el proceso de socialización primaria. Tenemos por lo tanto 2 tipos de propiedades, unas naturales y las otras adquiridas, cuando queremos adueñarnos de una nueva propiedad adquirida, Aristóteles explica que tenemos que repetir un determinado acto para convertirlo en un habito si este habito nos predispone a hacer cosas buenas, lo llamamos virtud y nos predispone a hacer cosas malas lo llamamos vicio. A la hora de actuar el ser humano imagina diversas posibilidades de acción en las que tiene que elegir y justificar esa elección eso nos convierte en un ser racional y moral. Los animales son amorales porque actúan por instinto o automáticamente en cambio las personas actuamos moralmente si seguimos las normas establecidas o inmoralmente sino seguimos esas normas establecidas en ningún caso podríamos decir que somos amorales. La prueba de que no somos amorales es que tenemos conciencia moral que es la capacidad de darse cuanta, de que unas formas de vida de unos valores y unos principios son mas humanizadores que otros es por lo tanto la capacidad de captar los principios por los que distinguimos entre lo moralmente bueno y lo moralmente malo. Con la conciencia formulamos juicios prácticos pasando de principios generales a juicios concretos y la mejor forma de comprender que exige un principio moral es tratar de aplicarlo. La conciencia también realiza la función de autocritica, es decir, actúa como un juez alabando o censurando algunas acciones, y en caso de desaprobarlas, nos castiga con el remordimiento. Solo podemos pedir () cuando hablamos de sujetos libres y conscientes , han tenido la opción de elegir y el conocimiento moral suficiente para ser dueños de sus actos El desarrollo del juicio moral En el terreno laboral el ser humano crea juicios y por tanto produce un tipo de conocimiento sobre el que podemos razonar y argumentar los contenidos de estos juicios son distintos dependiendo de la cultura y la tradición desde la que emitimos el juicio pero a nivel de estructura formal los juicios son iguales en todos los individuos, esto quiere decir, que podemos educar la conciencia moral en las formas mas justas de tomar decisiones, porque las cuestiones de justicia se pueden universalizar. La estructura universal de los juicios morales se desarrolla a través de 3 niveles cada uno de ellos suponen un grado de madurez 1 nivel es el que llamamos (preconvencional) en este nivel lo justo es el que satisface nuestros intereses, respetamos las normas solo por las consecuencias que tiene vulnerarlas 2 nivel es el que llamamos (convencional) en este nivel se considera justo lo que concuerda con las leyes de la sociedad 3 nivel es el que llamamos (posconvencional) en este nivel el ser humano distingue entre las normas de la sociedad y los principios morales universales, es decir, la justicia particular es inseparable de la solaridad global. 6. Madurez moral Autonomía y responsabilidad La madurez moral es un proceso que se inicia por la heteronomía moral y culmina en la autonomía moral las personas inmaduras, moralmente suelen razonar desde el nivel preconvencional y sueles dejarse llevar por sus impulsos egocéntricos y por lo tanto no son dueñas absolutas de sus actos entienden por justo lo que les convienen en cada momento y acaban siguiendo las normas de otros porque no razonan sus propios principios, es decir, son heterónomas. Las personas que razonan a nivel convencional a pesar que consiguen controlar sus impulsos egocéntricos lo hacen para adaptarse a lo que la sociedad espera de ellas, es decir, siguen la norma de otro aunque ese otro sea la sociedad no son autónomas. Las personas autónomas tienen un grado máximo de madurez moral dirigen su comportamiento por principios que su propia conciencia considera universalmente vinculantes es decir, es tener la conciencia de pertenecer a la humanidad desarrollando la empatía. Conocimiento y leguaje – relaciones cuerpo