arlac en el lanzamiento de la marcha patriotica

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ARLAC EN EL LANZAMIENTO DE LA MARCHA
PATRIOTICA
Por: RINGO
En mi calidad de delegado de Arlac, llegué a Bogotá el miércoles 18. La policía en
el aeropuerto me preguntó ¿Por qué viene a Colombia? "Porque me gusta
Colombia", le respondí, a lo cual me sonrió, cuando me devolvió el pasaporte:
Espero que tenga una buena estadía; Gracias. Estoy seguro que será así.
Y así fue.
Los compañeros que vinieron a buscarme, me explicaron que era el primer
delegado internacional a llegar y que desplazarse en la capital era muy difícil por
los trabajos que bloquean las principales vías de la ciudad. Era verdad, desde la
distancia se podía apreciar unas largas filas de vehículos como unos gigantescos
gusanos agonizantes...
En la tarde del jueves 19 visité la sede central de la Universidad Nacional en
Bogotá, acompañado de una joven abogada que ejercía en una zona caliente del
conflicto. LLegando al campus, me imaginaba que había un gran control sobre los
estudiantes, y que se imponía un clima represivo. Gran error, cada muralla tiene
dibujos y consignas políticas alternativas, de hecho en la entrada misma del
campus hay un grafitti precioso y de grandes dimensiones en saludo a la Marcha
Patriótica. Y como si fuera poco, un monolito de Lenin es vecino de una
gigantesca imagen del Che Guevara. Por casualidad, nos encontramos con el
presidente de la Federación de Estudiantes Universitarios FEU, quien explicó que
su federación, que representa a 22.000 estudiantes hacía parte de la Marcha y
que eran encargados de la logística del evento. Lo cual comprenderemos más
tarde, era una tarea titánica: coordinar la participación, el alojamiento y la comida a
4.000 delegados y luego casi 100.000 manifestantes! La compañera me explica
que libertad relativa que reina en el campus se debe a la fuerza y organización del
movimiento estudiantil y que eso ha costado estudiantes y profesores asesinados,
desaparecidos y en prisión.
Después de visitar la Universidad; Francisco Tolosa, uno de los responsables
políticos del evento, nos invitó a almorzar. Tema obligado en esta y otras
conversaciones: la evolución de la crisis europea, especialmente del rol de la
izquierda griega. "Pacho" Tolosa como familiarmente le llaman, también manifestó
su preocupación por la campaña de difamación del gobierno y los militares que en
las zonas campesinas amenazaban a los compañeros de que eran guerrilleros, lo
cual en Colombia puede ser sinónimo de asesinatos y desapariciones,
encarcelamiento y persecuciones.
Al otro día, el viernes 20, tras la conferencia de prensa de lanzamiento del evento,
una bulliciosa reunión de jóvenes encargados de comunicación, de logística se
agitaba en una sala repleta, con ojo escrutador y con el aire contento, Carlos
Lozano dirigente del Partido Comunista, saboreaba un café.
En la noche, en un restorán palestino de Bogotá, cenamos los delegados
internacionales con la senadora del pueblo, Piedad Córdoba. Las informaciones a
ese momento señalaban que la policía y el ejército obstaculizaban la llegada de
marchantes de los departamentos del interior. Incluso algunos militantes del nuevo
Movimiento Izquierda Liberal en Marcha, adscrito al Partido Liberal no pudieron
llegar al evento fundacional. Este movimiento lidereado por Piedad Córdoba,
aspira a que el Partido Liberal vuelva a ser una fuerza progresista, defienda la
soberanía nacional y se oponga a los TLC. [ http://izquierdaliberalenmarcha.org/ ]
Tras compartir con las delegaciones volvimos al hotel Tequendama, donde nos
alojamos con los más de 150 delegados internacionales, así como numerosos
responsables y organizadores del evento.
La llegada de todas las delegaciones extranjera dió lugar a nuevos encuentros,
conversaciones y debates. De Australia a Norteamérica, como de América latina y
Europa los delegados entabablan conversaciones en el salón y aledaños del hotel.
Las comidas [mmmm sabrosas] en el restorán cercano eran animadas y
pintorescas porque en el barrio se encuentra también el ministerio de defensa y en
un momento de silencio, se escuchó desde una mesa donde comían unos
militares: "Y todavía quieren una segunda independencia!!". Con la compañera
que cenábamos nos reímos.
Mientras la comisión logística se agitaba, uno de nuestros acompañantes, pálido
colgaba su celular. ¿Un problema? Mmmm tengo que encontrar donde alojar a
3.500 personas no previstas... Pero a pesar de la simpatía y profesionalismo con
el que actuaban, sentíamos que nuestras demandas debían sumarse a una larga
lista de cosas a resolver, con los insistentes llamados de celular se iban
arreglando las cosas, pero cuánto hubiesemos querido ayudarles!
Siempre con paciencia infinita nos acompañaron y cuidaron. Esa fue una lección
de modestia y compromiso que valió más que un cerro de discursos. Y lo mejor, la
mayoría eran muy pero muy jóvenes. Al menos en Colombia, el relevo no sólo
está asegurado, ya está al frente y en esto se incluye, los dirigentes nacionales de
la Marcha, mucho de los cuales son muy jóvenes y se desenvuelven sin
aspavientos y otros tics -que a veces- se adquieren con los años de vida militante.
El gran día llegó
El sábado en la mañana nos dirigimos al centro de Convenciones Gonzalo
Jiménez de Quesada, afuera bajo una lluvia persitente, centenares de delegados
se abrían camino, la seguridad revisaba los bolsos y confirma la identidad. Rostros
sonrientes, indígenas, afros, de La Guajira al Putumayo, de la cordillera occidental
a los llanos, un enorme mosaíco humano. Mucho ruido, saludos y en le mega sala,
un ambiente eléctrico: Alerta, alerta que camina la espada de Bolívar... Tras el
saludo a las delegaciones, los discursos de bienvenida y en las pantallas, los clips
con las canciones de la Marcha... Por lo tarde, se inician los debates en los que
participan los delegados de no 600 organizaciones como se esperaba sino 1.750.
Todo en un ambiente de indescriptible emoción y combatividad.
Los delegados internacionales también nos reunimos y preparamos una
declaración conjunta. En la noche nuevas reuniones y muchas conversaciones
con las delegaciones, las cuales se pasean entre el hotel y el centro de
convenciones, los militares que custodian el ministerio y el hotel, observan a los
campesinos que se pasean. Afuera del recinto, bajo la lluvia, un señor vende
"aromáticas", té local con innumerables yerbas y frutos que es muy sabroso, se
endulza con miel... a nuestro pedido, destapan la olla y se puede ver el cóctel de
productos naturales cocidos a fuego lento.
Los debates en las comisiones fue intenso. Algunos consideraban que una
plataforma de bajo nivel podía ser más atractiva para atraer aliados y que
facilitaba el trabajo en las regiones campesinas, donde la guerra cobra un duro
tributo a la población civil. Otros consideraban que debía perfilarse una plataforma
más dura: "anticapitalista" y "antimperialista" de entrada.
El domingo en la noche, el acto de clausura se inició con un homenaje a Piedad
Córdoba, de Yuri Buenaventura, con la canción "El guerrero" hecha video-clip; la
lectura de conclusión de las comisiones con la plataforma política y un llamado a
la unidad con las otras fuerzas políticas y sociales, como el Congreso de los
pueblos. La unidad fue una de las grandes presentes en los debates. Es una
condición para avanzar ahora que el gigante popular se ha despertado. El
homenaje fue extensivo a las compañeras Gloria Inés Ramírez y Gloria Cuartas.
Otro fantasma que recorrió la Marcha Patriótica fue el de la Unión Patriótica,
genocidio que no puede repetirse.
El lunes, desde temprano la agitación era grande en espera de las columnas que
desde tres puntos de la capital debían converger en la Plaza de Bolívar. Hacia el
mediodía, durante la conferencia de prensa, un rumor remecía las ventanas del
salón del hotel, abajo miles de manifestantes llevando una bandera colombiana de
unos 50 metros de largo. En ese momento se comenzaba a sentir la fuerza del
gigante popular porque a pesar de los ataques del gobierno y reproducidos por
todos los medios de comunicación, las calles de la capital se llenaban con las
banderas blancas de la Marcha, rojas del Partido Comunista, amarillas del Polo,
de los sobrevivientes de la Unión Patriótica. Cada sindicato, asociación desfila con
su pasacalles, un grupo de campesinos del Huila bromean a un señor cubierto de
un poncho de plástico azul, el secretario general del PCC, Jaime Caycedo: "Ya no
es rojo compañero, ¿ahora es azul?" La respuesta graciosa no se escucha, de las
pantallas gigantes instaladas en la Carrera Séptima, se escucha música del
Pacífico colombiano.
Hasta ese momento, la situación era aún tensa, los organizadores temiendo
incidentes hacen que una parte de los delegados internacionales, se vuelvan al
hotel. Duro, duro de ser disciplinado cuando se tiene la posibilidad de asistir a un
evento con tantas proyecciones y tan cargado de historia. En un momento de
confusión, las ganas de estar con el pueblo fue más fuerte, y con una compañera
chicana y otra "yanqui" nos devolvemos para filmar y entrevistar a los
manifestantes. Preferimos no mirar a los organizadores, ni a los otros delegados.
Un aguacero diluviano nos deja completamente empadados, un poco preocupados
de que si la lluvia hubiese dañado las cámaras, finalmente; tras media hora,
llegamos de nuevo a la "Séptima", pasamos la valla de policías antimotines, ante
los cuales nos sacamos algunas fotos. Se escucha la canción "La marcha
patriótica viene, la marcha va, reivindicando la vida, del campo a la ciudad"
compuesta por el estudiante universitario del Huila Carlos Lugo, hoy detenido.
Todo va bien.
La relación con los marchantes al principio no fue fácil. Por ejemplo, a un grupo
del Chocó que tratamos de entrevistar no nos respondieron, con aire desconfiado
daban vuelta la espalda, hasta que llegó el responsables con expresión hostil y
tras mostrarles, nuestras credenciales, cambió completamente la situación.
Disciplinados al principio, sólo debía hablar el "encargado de comunicación", pero
poco a poco se relajaron y todos agregaron sus comentarios, y nos explican la
oposición al TLC. También nos invitan para que nos vayamos con ellos para que
podamos conocer cómo es la situación en la que viven y luchan.
Un poco más lejos, nadie responde tampoco y dicen que hable "este", no que
hable el "otro", mientras se esconden nerviosos del ojo de las cámaras; hasta que
de nuevo mostramos las credenciales y ahí si traen a "la" dirigente de
comunicación que parece no tener ni 15 años, pero a la que escuchan y aprueban
-concentrados- asistiendo con la cabeza, ella nos recuerda que con una huelga de
8 millones de estudiantes, obligaron al presidente Santos a renunciar a unas leyes
que abrían el camino a las privatización de la educación. Yo pregunto pero qué
pasará, si al final el gobierno impone el plan privatizador: Un joven me llama para
el lado y me dice de un tono grave -como sólo se puede tener a esa edad: "Si no
podemos seguir estudiando, entonces vamos a tomar las armas", yo le pregunto:
¿Piensas irte al campo como guerrillero? "No -me dice- ya lo hemos discutido, si
nos niegan los libros, tomaremos las armas, pero acá en las ciudad". En otra
ciudad, en Medellín, diez más tarde , cerca del mercado, leo: "Sí nos niegan los
libros, tomamos las armas". Rara coincidencia.
Finalmente, nos abrimos camino hasta la Plaza de Bolívar, pero sólo hasta en la
esquina de entrada, hay demasíada gente para seguir avanzando y desde la
escala de la catedral, podemos ver a lo lejos, el escenario. Comemos cacahuete
confitado, unos quesos blancos con manjar adentro, frutas, sanguches.
Compartimos con la gente que mojada sigue sonriendo, lo que no es evidente
para los habitantes de tierras calientes como los de la guajira con sus maravillosas
faldas de estilo gitano.
Un indígena arahuaco con su particular sombrero blanco, avanza despacio
apoyado por otras personas, parece que tiene dificultades para ver. Luego
aparecen un grupo de la guardia indígena, del Cauca, con sus bastones. Piedad
Cordóba y otros dirigentes hablan, y la gente no esconde su alegría a pesar de la
hija-e-puta-lluvia, un niño me mira lo que como, le ofrezco y una y otra vez me
sonrie para comer más, luego es su hermano, al principio la madre los frena, pero
cuando ve que tenemos las credenciales, sigue conversando y los niños
comiendo.
Gentes que marcan
Entre las tantas y tantas personas que pude conocer o reencontrar, unos
abogados de presos políticos, un estudiante que estuvo refugiado en España y
que ya volvió al país, venía en uno de los 37 buses con manifestantes de la ciudad
de Cúcuta. Una compañera que lucha para que reparen el puente porque no
pueden sacar sus productos en La Guajira. Otros del Quindío que luchan contra
un proyecto de central hidroeléctrica.
Y dos muy especiales, en la sede de la ACVC una cara conocida que creí un
campesino que ya estuvo de paso en mi casa y no!, era Yuri Buenaventura que
me explicó, la importancia que tiene el apoyar y el acompañar a la Marcha. Ahí
mismo, el rostro de una mujer familiar en los últimos años, la compañera Liliany
Obando quien salió hace poco de la cárcel y con ella, la tarea urgente de unirnos a
una red internacional de apoyo a los presos políticos porque la situación es muy
dura: Ahora hay un compañero que duerme en el suelo sin colchoneta y sólo con
unos pantalonetas, claro en la cárcel de castigo de Valledupar, donde a pesar de
los 40° de temperatura racionan el agua a los presos y prohíben el ingreso de
ventiladores...
[Terminando el concierto, me encuentro con algunos amigos de la delegación de
Antioquía. Cita en dos horas en el terminal de buses, para ir con ellos a Medellín y
ahí comienza la segunda parte de la aventura de Arlac en tierra colombiana]
Por supuesto compañero, acá la cosa cambió
Cuando volví a Bruselas, en reunión de Arlac a la pregunta, ¿de qué hay que
hacer? No lo dude: Hay que juntar plata e ir todos a Colombia. Es verdad, porque
allá se escribe la Gran historia y hay cosas que hay que vivirlas personalmente
para comprenderlas. Como ese sobreviviente de la Marcha que me dijo ahora
vamos pa'lante y vamos a tumbar el régimen, yo lo provoqué: ¿Está seguro? Y se
acercó y me miró fijo: Por supuesto compañero, acá la cosa cambió. Y esa es la
principal cuestión, Colombia se dirige hacia su Segunda independencia y esa
victoria cambiará el rostro de América latina y el mundo. Y Arlac modestamente,
pero sinceramente seguirá sirviendo, apoyando fielmente la causa popular
colombiana. No sólo en torno a la Marcha Patriótica, sino que también al Congreso
de los Pueblos y a la COMOSOC a la que pensamos también adherir...
Ringo/
09/05/2012
http://arlac.be
facebook : Arlac asbl
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