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CARTA DE MAYO
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas
nuevas. Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la
reconciliación;
2 CORINTIOS 5:17,18 RVR60
Esta es una cita que en Palabra de Fe se menciona mucho, ya que da a conocer la naturaleza del creyente, la
consecuencia de estar unido a Cristo, siendo uno, y todo esto a través del nuevo nacimiento. Pero lo que yo quiero
resaltar es el hecho que las cosas viejas pasaron, lo nuevo ya llegó, y es esto nuevo a lo que se refiere la Escritura en
la carta a los Hebreos como "bienes venideros o definitivos".
Pero estando ya presente Cristo, sumo sacerdote de los bienes venideros, por el más amplio y más perfecto
tabernáculo, no hecho de manos, es decir, no de esta creación, HEBREOS
9:11 RVR60
Cuando estuve estudiando esta escritura me encontré con la palabra "bienes", cuyo significado es bueno en todo el
contexto, es la bondad de Dios contenida en Jesucristo, la que hace que vivamos en plenitud y en victoria,
Dios, a través de Jesucristo, introdujo su naturaleza y vida, para que el hombre tuviera acceso a ella y participara de
toda la realidad celestial; hay que entender que esto fue dado para todos los hombres, pero solamente el creyente
participa de ello a partir del nuevo nacimiento. El término "participante" viene en varias escrituras impactantes, su
significado lo podemos definir como “socio o asociado”, y el espíritu de esa palabra muestra que tienes acceso, o que
formas parte de las mismas condiciones y porcentajes de cualquier socio. La escritura, en 2 Pedro 1:4, nos
describe como socios de la naturaleza de Dios. ¡Formamos parte de la realidad celestial manifestada en la tierra!
2Pe 1:4 RV60 por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas
llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a
causa de la concupiscencia;
2Pe 1:4 (BLS) Además, nos ha dado todas las cosas importantes y valiosas que nos prometió. Por medio de
ellas, ustedes podrán ser como Dios y no como la gente pecadora de este mundo, porque los malos deseos de esa
gente destruyen a los demás.
Ahora bien, en Hebreos 9:11 Jesucristo es el administrador supremo de los "bienes venideros o definitivos";
dichos bienes no habían sido mostrados a ser alguno, estaban en el corazón mismo de Dios, reservados para
nosotros; nunca antes fueron expuestos, ningún ángel tuvo acceso a ellos, solamente por medio del Espíritu Santo
son revelados a quienes estaban destinados desde antes de los tiempos. Leamos las siguientes escrituras:
Sal 78:1 Escuchad, pueblo mío, mi ley; Inclinad vuestro oído a las palabras de mi boca.
Sal 78:2 Abriré mi boca en proverbios; Hablaré cosas escondidas desde tiempos antiguos,
1Co 2:7 Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta,
la cual Dios predestinó antes de los
siglos para nuestra gloria,
1Co 2:8 la que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si la hubieran conocido, nunca habrían
crucificado al Señor de gloria.
1Co 2:9 Antes bien, como está escrito:
Cosas que ojo no vio, ni oído oyó,
Ni han subido en corazón de hombre,
Son las que Dios ha preparado para los que le aman.
1Co 2:10 Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo
profundo de Dios.
1Pe 1:12 A éstos se les reveló que no para sí mismos, sino para nosotros, administraban las cosas que ahora
os son anunciadas por los que os han predicado el evangelio por el Espíritu Santo enviado del cielo; cosas en las
cuales anhelan mirar los ángeles.
Efe 3:10 para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la iglesia a los
principados y potestades en los lugares celestiales,
Efe 3:11 conforme al propósito eterno que hizo en Cristo Jesús nuestro Señor,
Mat 13:11 Él respondiendo, les dijo:
Porque a vosotros os es dado saber los misterios del reino de los
cielos; mas a ellos no les es dado.
Mat 13:16 Pero bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos, porque oyen.
Mat 13:17 Porque de cierto os digo, que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis, y no lo vieron;
y oír
lo que oís, y no lo oyeron.
¡Nosotros somos los seres más bendecidos de toda la creación! No solo podemos escuchar, sino que podemos
contemplar y palpar, experimentar y disfrutar dichos bienes. Jesús es el máximo administrador de los bienes
definitivos, y además funge como fiador y garantiza a través de su juramento el cumplimiento de cada palabra, él hizo
un pacto de sangre con nosotros; lo único que puede impedir que disfrutes de tales bienes es la ignorancia.
Te preguntarás qué son los bienes venideros; son la plena sustancia de vida de Dios, sus beneficios, su forma de vida,
sus derechos, su condición, su posición, pero sobre todo su amor, y todo esto se define como su BENDICIÓN; así que
nosotros al ser participantes (socios) del llamamiento celestial, también tenemos la responsabilidad de administrar
estos bienes juntamente con Jesús. La creación está expectante de su manifestación, y por ende somos los
encargados de dar a conocer esos bienes y de transmitirlos.
Escucho muchas veces decir: "Israel, por qué no he visto en mi vida las cosas que Dios ha dicho?" Y muchas de esas
quejas tienen un tono de impaciencia o enojo, pero veamos lo que dice la Palabra al respecto:
2Pe 1:3 Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino
poder, mediante el conocimiento de aquél que nos llamó por su gloria y excelencia,
Es necesario conocer dichos bienes a través del sacrificio de Cristo; tales bienes se establecen como principios o leyes
espirituales, por eso se describen como definitivos, son eternos y jamás dejan de ser; por lo tanto es necesario desarrollarte
en ellos estableciéndolos como tu forma de vida, ellos deben reinar en tu mente y en tus decisiones; hay que llevarlos a cabo
(como dice en Josué
1:8 : --Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche
meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás
prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.-- ) y ser constantes y pacientes en ello; a todo esto lo llamamos vivir por fe y
para fe, no hay otra forma de disfrutar los bienes venideros; es por eso que muchos hijos de Dios no ven cumplida en su
vida esta realidad, ya que no han vivido en sociedad con Él; quieren hacerlo a su manera y no conforme a lo que la ley del
Espíritu de Vida determina:
Stg 1:25 Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo
oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.
Esto no es un conjuro que tienes que recitar; es una forma de vida, un todo, y por lo tanto tienes que desarrollarte en ello; tú
y yo estábamos acostumbrados a la vida primitiva, pero recuerda que esa forma de vida quedó atrás; ahora desarróllate en la
nueva creación, aprende y actúa conforme a la nueva vida que recibiste de Dios por medio de la fe; nada del pasado sirve
para esta nueva vida. Son las cosas que provienen de Dios (bienes venideros o definitivos) las que te corresponden, así que
sigue adelante, tu vida ya no es aquella de limitaciones y sufrimiento, sino que ahora es la misma vida ZOE de Dios, su
Palabra, la cual actúa poderosamente en ti.
Este mes actúa creyendo en estas verdades, toma tu semilla y declara esta palabra:
"Soy participante del llamamiento celestial, Jesús es mi sumo sacerdote de los bienes definitivos, los cuales me corresponden,
yo los conozco y los recibo por fe; la vida de Jesucristo es la que opera en mi vida; yo pienso, siento y decido conforme a la
naturaleza de Dios; no acepto limitaciones, ni fracaso en mi vida, ya que fui trasladado al reino de Jesucristo; vivo la vida
abundante que Dios me dio en Cristo, la prosperidad me corresponde y abundo en bienes en toda área de mi vida. Te creo,
Dios, y transmito tu bendición a través de esta semilla. En el nombre de Jesucristo. Amén."
Recuerda que somos socios de la gracia, colaboramos en el mismo proyecto divino. Sigo orando por ti y confío en que tus
oraciones en mi favor son también constantes; te amo, la victoria es nuestra, y recuerda lo siguiente:
JESUCRISTO, TU PALABRA ES PODER
ATTE.
ISRAEL RUVALCABA
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