NUMERO: 19 FECHA: Septiembre-Octubre 1987 TITULO DE LA REVISTA: México 1988-1994...

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NUMERO: 19
FECHA: Septiembre-Octubre 1987
TITULO DE LA REVISTA: México 1988-1994...
INDICE ANALITICO: Finanzas
AUTOR: Alejandro Dávila Flores [**]
TITULO: La Naturaleza de la Inflación Mexicana [*]
ABSTRACT:
La inflación es alimentada, fundamentalmente, por dos factores: el incremento en el costo
de los insumos nacionales y el margen de utilidades brutas. De hecho, los aumentos de
los costos de producción solamente justifica un 55.4% de la inflación registrada en el
período.
TEXTO:
La lucha por controlar la inflación, no obstante ser un objetivo prioritario de la estrategia
de reordenación económica impulsada por la presente administración pública federal, ha
sido un gran fracaso para el interés nacional y pingüe negocio para un reducido grupo.
La aplicación pertinaz de una política neo-liberal ha calado hondo en la estructura
económica nacional y no ha logrado contener "el proceso de crecimiento, diferenciado y
autosostenido del nivel general de los precios". [1] En efecto, desde julio de 1985 la
inflación repuntó con intensidad hasta alcanzar, en mayo de 1987, tasas anuales del
125%, cifra sin precedente en la época post-revolucionaria (véase el cuadro 1).
Cuadro 1. México: Ritmo de Inflación Anual por mes. (Porcentaje de Incremento Anual)
%[H-]
Diagnóstico oficial de la inflación
El diagnóstico que se formula en el Plan Nacional de Desarrollo 1983-1988 (PND) indica
que el incremento de la inflación en 1982 fue resultado de una demanda agregada
superior a la capacidad de respuesta del aparato productivo interno (oferta), desequilibrio
engendrado por una fuerte expansión del gasto público y privado, así como los ingresos
por exportaciones de petróleo. [2]
Esta concepción del fenómeno inflacionario, así como de la forma de combatirlo, es
perfectamente compatible con el esquema analítico de la teoría monetarista.
De acuerdo con las ideas neo-liberales, éstas son las variables que determinan la
inflación: a) una oferta monetaria excesiva; b) un exagerado intervencionismo del Estado
en la actividad económica, lo que genera un alto nivel del gasto público, de los impuestos
y del déficit presupuestal; c) el incremento en los costos salariales y, d) los obstáculos al
libre funcionamiento de las fuerzas del mercado.
Políticas y resultados
Sobre la base de estas ideas se estructuró la política anti-inflacionaria. Así, los agregados
monetarios de base (billetes de curso legal, monedas y cuentas de cheques en moneda
nacional) tuvieron una contracción importante, al pasar de 10.54% del PIB en 1982 a
7.31 % en 1986; se liquidaron, vendieron o fusionaron dos terceras partes de las empresas
paraestatales y se contrajo sensiblemente el gasto de inversión pública (10.91% del PIB
en 1982 y 7.06% en 1986); los salarios mínimos reales perdieron parte importante de su
poder adquisitivo (se estima una caída del 50% en los salarios mínimos reales entre 1981
y 1986), y fue liberado el comercio exterior, a la vez que se restringían al mínimo los
artículos nacionales sujetos al control de precios.
El costo económico y social de la política de ajuste ha sido enorme: a fines de 1986, el
PIB nacional fue inferior en cerca de 4%, en términos reales, al de 1981; el producto por
habitantes se desplomó en 14.1%, con el agravante de que esta reducción se produjo en el
contexto de un profundo retroceso en materia de distribución del ingreso; el desempleo
abierto se estimó en alrededor del 14.4% de la población económicamente activa, a fines
de 1986. [3]
Sin embargo, como se señaló la inflación repuntó con gran intensidad desde el segundo
semestre de 1985. Lo mismo sucedió con el déficit financiero del sector público
consolidado, que sufrió un nuevo incremento.
A finales de 1986, nos encontrábamos prácticamente en el punto de partida de 1982 en
materia de inflación (98.87% en 1982 contra 105.75% en 1986) y de finanzas públicas
(en 1982 el déficit financiero fue equivalente al 17.58% del PIB; en 1986 alcanzó el
16.31%; véase el cuadro 2).
Cuadro 2. México: Indicadores de las Finanzas Públicas del Sector Público Consolidado.
(1982-1986). (Porcentaje del PIB)[H-]
El tributo cobrado por la inflación ha sido alto. Entre las consecuencias más negativas se
pueden señalar las siguientes:
- Cambios bruscos en la estructura de precios relativos.
- Mayor concentración del ingreso.
- Profundización del desequilibrio de las finanzas públicas.
- Desviación de los recursos productivos a la especulación financiera.
Estructura de la inflación en México
Quienes, siguiendo la tradición neoclásica, han investigado los fenómenos monetarios,
tienen una visión muy optimista sobre el dinero, que se expresa en la llamada hipótesis de
la neutralidad de la moneda. Esta hipótesis señala que la moneda es neutra cuando una
variación de la oferta monetaria (M) no modifica los resultados obtenidos en la situación
de equilibrio inicial. En síntesis, se sostiene que el cambio de M no genera ningún efecto
en la distribución de los llamados bienes "reales".
El presente trabajo se ubica en oposición a esta concepción. Aquí se postula que la
gestión de la moneda así como de las instituciones encargadas de regularla tienen un
profundo impacto en la distribución del excedente entre los distintos agentes que
conforman la estructura económica.
Con esta finalidad se realizaron las siguientes indagaciones para el período comprendido
entre noviembre de 1982 y diciembre de 1986:
a) Un examen del comportamiento del índice de precios productor de 61 ramas de
actividad económica en México.
b) Un estudio sobre el impacto de la inflación en la estructura de costos de producción y
en la distribución del valor agregado.
c) Un análisis de la sensibilidad de los precios ante aumentos proporcionales en los
salarios y en las utilidades brutas.
En el primer caso, los resultados se presentan en el cuadro No. 3. Se aprecian ritmos
altamente diferentes de crecimiento en los precios, que han repercutido claramente en la
evolución de los términos de intercambio. Como hipótesis se puede plantear que esta
heterogeneidad en el ritmo inflacionario ocurre en función del grado de concentración de
la producción industrial y de las características específicas de su demanda. La evaluación
de esta hipótesis tendrá que esperar la publicación de los resultados del censo económico
efectuado en 1986.
Cuadro 3. México: Evolución del índice de Precios Productor y de los Términos de
Intercambio por Rama Económica. (Diciembre de 1986/Noviembre de 1982)[H-]
Para el segundo punto se procedió de la siguiente forma: de la matriz de coeficientes
técnicos de producción (que son en realidad coeficientes de gasto) se tomaron las
funciones de producción de 61 ramas de actividad económica en México. Posteriormente,
se evaluó el impacto del incremento en los precios de cada uno de sus insumos sobre su
estructura de costos y sobre las variables de la distribución del valor agregado. Los
resultados para la economía en su conjunto se presentan en la gráfica 1.
Gráfica 1. México: Estructura de la Inflación[H-]
Se aprecia que, contra lo que se afirma comúnmente, el aumento en los costos salariales y
en los insumos importados no ha tenido un impacto determinante en la dinámica de la
inflación en el período de estudio. Asimismo, se puede observar que la inflación es
alimentada, fundamentalmente, por dos factores: el incremento en el costo de los insumos
nacionales y el margen de utilidades brutas. De hecho, los aumentos en los costos de
producción solamente justifican un 55.4% de la inflación registrada en el período.
El cuadro 4 nos muestra la variación de las tasas de utilidad bruta registradas entre
noviembre de 1982 y diciembre de 1986 para cada rama económica. Esta información
permite identificar cuáles han sido las ramas de actividad beneficiadas o penalizadas por
la evolución de los precios.
Cuadro 4. México: Tasa de Cambio del Margen de Utilidad Bruta. (Diciembre de
1986/Noviembre de 1982)[H-]
Es evidente que la heterogeneidad de la distribución del valor agregado también se
observa en los distintos tipos de agentes económicos: asalariados, propietarios y gobierno
(véanse gráficas 2 y 3). Mientras que los asalariados perdieron el 40% de su participación
en el valor agregado (35.8% en 1982, 21.6% en 1986), el margen de utilidades brutas
repuntó en un 27.1%, al pasar de 54.3% en 1982 a 69% en 1987.
Gráfica 2. Distribución del Valor Agregado. México, 1982[H-]
Gráfica 3. Distribución del Valor Agregado. México, Diciembre de 1986[H-]
Finalmente, los resultados del análisis de sensibilidad de los precios ante incrementos
proporcionales en los salarios y en las utilidades brutas, realizado para una división de la
economía nacional en 18 sectores, se ilustran en el cuadro 5. Se aprecia que, salvo en el
caso de tres sectores (13, 14 y 18), los precios son más sensibles al aumento en los
márgenes de utilidad que a las alzas salariales.
Cuadro 5. México: Sensibilidad de los Precios Ante un Aumento Proporcional de
Salarios y Utilidades Brutas. (Porcentaje de Incremento)[H-]
Propuesta de política
Tanto el fracaso de la política neoliberal como los resultados del análisis efectuado en el
inciso anterior, permiten concluir que la dinámica de crecimiento de los precios en la
actual coyuntura económica está determinada por comportamientos de tipo especulativo.
A lo largo de la profunda recesión económica que ha sufrido nuestro país durante el
último lustro, la lucha por el excedente se ha enfocado en la capacidad de los agentes
económicos para imponer a la sociedad el mayor nivel de precios posible.
"Cuando se intenta explicar el origen de las presiones inflacionarias, normalmente se
acude al expediente de una demanda agregada, excesiva en relación con la capacidad
productiva de la economía o, en el mejor de los casos, al efecto que sobre los precios
provoca un aumento en los costos de producción. En pocas ocasiones se señala el
impacto que tienen los márgenes de utilidad sobre la evolución de los precios.
"En efecto, desde el punto de vista de la economía en su conjunto, el margen de utilidad
de las empresas representa un costo social que se incluye, al igual que los costos de
producción, en el precio de las mercancías. Cuando un consumidor adquiere un producto,
paga la parte equivalente a su costo de producción y, adicionalmente, la ganancia del
productor.
"En el marco de una política de liberalización de precios, y ante la expectativa de un
contexto inflacionario pronunciado, la respuesta de las empresas para conservar o
incrementar sus márgenes de utilidad ha sido el aumento en los precios unitarios. Es
evidente que, en las actuales condiciones de la economía nacional, existe un alto
componente especulativo en la determinación de los precios, que exige una mayor
regulación del Estado en esa materia." [4]
Es urgente la utilización de la política de precios como lo que realmente es: un
instrumento activo y privilegiado de distribución del excedente económico. Debe existir
una presencia decidida del Estado en la política de precios que frene las conductas
especulativas e impulse una orientación sectorial de la economía mexicana, que permita
recuperar un sendero de crecimiento económico sostenido, que deberá estar fincado en el
interés mayoritario de la nación.
Es importante marcar la diferencia entre una política de regulación de precios y otra de
congelamiento de precios. En este último caso, se trata de una política de aplicación
general que intenta fijar los precios en un determinado nivel, sin importar mucho la
situación previa de los precios relativos. Esta ha sido la política aplicada en Brasil y
Argentina recientemente, donde, después de un período inicial en que se logró frenar
sensiblemente la inflación, aparecieron problemas de desabastecimiento y mercado negro
que terminaron por desbordar los controles de precios.
Por su parte, la regulación de precios implicaría un ajuste activo en la estructura de
precios relativos que ha sido severamente distorsionada después de casi cinco años de
una guerra de precios generalizada. En este caso, la intervención estatal sería selectiva,
aplicándose en aquellas ramas en donde se identifiquen prácticas especulativas.
México cuenta con la experiencia administrativa y con los requerimientos de información
necesarios para impulsar una política activa de regulación de precios. Hace falta voluntad
política para anteponer el interés general de la nación a los intereses de grupos que han
hecho de la inflación y de la especulación un negocio redondo.
CITAS:
[*] Versión preliminar de un ensayo más amplio que se publicará próximamente en la
colección "Testimonios de la crisis: deuda y reconversión, coeditado por la FCPS-UNAM
y la editorial Siglo XXI.
[**] Maestro investigador de la UAAAN y de la UAM-I. Ex becario del CONACYT.
[1] Abraham Frois, Gilbert, Eléments de dynamique économique, Ed. Dalloz, 3e. édition,
Paris, 1977, p. 309.
[2] Poder Ejecutivo Federal; Plan Nacional de Desarrollo 1988-1988. Talleres Gráficos
de la Nación, México, D.F., junio de 1983, p. 101.
[3] Dávila, Alejandro; "Política de alternativa de financiamiento de la inversión en
México", El Economista Mexicano, No. 3/4. Colegio Nacional de Economistas, A.C.,
abril de 1987, p. 23.
[4] Dávila, Alejandro; "Política de alternativa de financiamiento de la inversión en
México", El Economista Mexicano, No. 3/4. Colegio Nacional de Economistas, A.C.,
abril de 1987, p, 29.
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