ID Y HACED DISCIPULOS Del evangelio de Mateo En aquel tiempo, los once discípulos se fueron a Galilea, al monte que Jesús les había indicado. Al verlo, ellos se postraron, pero algunos dudaron. Acercándose a ellos, Jesús les dijo: «Se me ha dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el final de los tiempos». Reflexión Un hombre salió en una noche estrellada y agitó el puño hacia el cielo gritando: "Oh, Dios, qué mundo tan asqueroso y podrido has hecho. Yo podría haberlo hecho mucho mejor". Luego, una voz resonó desde las nubes y dijo: "Por eso te puse allí. Ponte a trabajar". La Ascensión es el momento en que Jesús nos pone a cargo de su misión y de su obra, prometiéndonos estar siempre con nosotros. La oración puede ser un tiempo para preguntar y descubrir dónde cada uno de nosotros puede trabajar en este mundo. (Silencio breve) Cuando recibo una gran sorpresa, tengo un instinto natural de contárselo a otros. Lo mismo les sucede a los discípulos con el pasaje de la Escritura de hoy. Ellos fueron transformados, al contar a otros la buena noticia que habían recibido. Yo también estoy encargada/o de esta tarea. (Silencio breve) La Trinidad es una Comunión de Amor. ¿Cómo experimento la Presencia de la Trinidad en mi vida? ¿Una comunidad de amor? (Silencio breve) Oigo el encargo de Jesús de invitar a otros a ser discípulos de amor. “Por lo tanto, anda y haz discípulos en todas las naciones”. ¿Por dónde comienzo? (Silencio breve) Y entonces escucho su promesa: "estoy con vosotros todos los días." Compartir, reflexión, silencio… Padre Nuestro