AGRADECIENDO Y APROVECHANDO CADA MINUTO DE NUESTRA VIDA Eclesiastés 3:1-8 Introducción. No vivas para que te recuerden, vive para que te extrañen, ama y sirve de corazón. En la Palabra leemos que debemos vivir con humildad porque la vida es como neblina que aparece y desaparece, y la muerte puede sorprendernos en cualquier momento. Sabemos que morir es uno de los misterios más grandes. Sin embargo, todos tenemos dos cosas en común: moriremos y no nos llevaremos nada. Es bueno recordarlo porque a veces vivimos como si nunca moriremos y como si nos llevaremos todo porque buscamos amontonar, a veces hasta compulsivamente, en vez de compartir y disfrutar de lo poco o mucho que tenemos. Así que vale la pena tener presente que la vida terrenal es pasajera, por lo que debemos estar listos para dejarla en cualquier momento. Es mejor adornar con flores los corazones, no los panteones. I. LA MUERTE UN PASO A LA ETERNIDAD Sabemos que hay un tiempo para todo en la vida. La Palabra lo dice claramente. Cuando nace un bebé hay regalos y felicidad, es un tiempo hermoso, pero también tenemos que prepararnos y hacer tiempo para morir, lo que tenemos que pedirle a Dios es que nos conceda que lleguemos a ese momento de la mejor manera posible, siempre considerando que Él nos está esperando. Cuando el mártir Esteban fue apedreado, se abrieron los cielos y Jesús no estaba sentado en Su trono, sino de pie para recibirlo con los honores que sabe darle a quien le sirvió y le honró. “Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, miró al cielo, vio el esplendor de Dios, y a Jesús de pie a la derecha de Dios. Entonces dijo: ¡Miren! Veo el cielo abierto y al Hijo del hombre de pie a la derecha de Dios”. Hechos 7:55-56 (Versión DHH). Claro que todas las personas que lo han aceptado serán recibidas, pero Él tiene galardones especiales para quien lo sirvió. Jesús nunca dejó de servir, incluso ante la persecución y la muerte, ¿por qué dejarías de servir por alguna pequeña incomodidad? ¿Acaso te cambias de trabajo porque te exigen demasiado? No seas tan delicado, no dejes tu grupo porque alguien te hizo una mala cara. A pesar de todo hay que servir al Señor para que nos reciba de pie en el cielo. II. LA VANIDAD DE LA VIDA Frente a la muerte nos cuestionamos ¿por qué sucede esto? Pero lo cierto es que la muerte alcanza a todos. El rey Salomón nos dice que es vanidad lo que amontonamos como la sabiduría y la riqueza, porque no sabemos qué sucederá con todo eso luego de morir. La muerte es dolorosa porque la vida continúa para los que quedamos, por más que guardemos luto, es inevitable seguir adelante. Si tienes a Jesús en tu corazón, morir es una celebración. Así que el consejo es que ante la muerte y la incertidumbre de lo que sucederá después, frente a las situaciones que parecen injustas, hay que confiar en el Señor. Debemos aprender a vivir felices porque lo demás es vanidad, es decir, injusticia. Dios nos proyecta una vida eterna para disfrutarla allá, pero la que nos da aquí, hay que apreciarla y disfrutarla. Sé generoso, obsequia a tus seres queridos. Sería vanidad no gozar de la risa de tus hijos y de tu esposa. Lo más hermoso es pasar tiempo con la gente que amas. Lo importante no es cuánto vivimos sino cómo vivimos, por supuesto que en santidad y esforzándonos por ser correctos. Vive de acuerdo a los principios bíblicos de disfrutar cada momento. ¡Ve y hazlo! Salomón dijo que escogió la alegría. Vive para que te extrañen, no solo para que te recuerden. Incluso se recuerda a Hitler, pero nadie lo extraña. Hay algunos a quienes nadie extraña, siempre criticando o señalando y nunca alabando, todo el tiempo corrigiendo, no felicitando. Evita esa actitud amargada, dedícate a provocar una sonrisa en el rostro de las personas que te rodean. Si sabemos que somos justos y vivimos una situación dolorosa, hay que aceptarla, no le busquemos explicación. Así decía Salomón, hay cosas que no deberían suceder, pero suceden, simplemente sigue adelante. Seguramente es doloroso y triste, pero no podemos detenernos a cuestionar, solamente alaba al Señor y continúa. La muerte es parte de la vida y debemos aceptarla con esperanza. III. TODAS LAS COSAS NOS AYUDAN A BIEN Un pastor contó como en su familia han enfrentado dolorosas pérdidas. Un hermano de su esposa murió en un accidente de aviación. Sin embargo, a partir del dolor de su muerte, toda su familia conoció al Señor y tiempo después, ella lo conoció en la iglesia, para más tarde formar un hogar, cumpliéndose lo que dice en Romanos 8:28 “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien…”. La muerte del esposo de mi hija fue una situación muy dolorosa para todos, sin embargo, ese suceso nos dio la oportunidad de reflexionar a todos y considerar cuan afortunados éramos de vivir para servir al Señor, lo cual hemos hecho con mayor empeño. A pesar de todo lo que podemos pasar, por amor a los demás hay que vivir lo mejor que podamos. Dile al Señor: “El día que muera iré contigo, mientras tanto, viviré con amor y alegría”. Si perdiste a un ser querido y estás triste, vive tu proceso, llora lo que sea necesario porque llegará el día que dejarás de hacerlo ya que Dios puso en nosotros ese espíritu de sobrevivencia y de superación del dolor. Que no te confundan los momentos difíciles, no pienses que los justos no deben sufrir porque en la Palabra dice que hay personas buenas que enfrentarán situaciones como si fueran impía y viceversa. Mejor acepta lo que venga con fe y pide fortaleza al Señor en todo momento, porque mayores galardones hay para quienes confían en Él y le sirven con alegría todos los días de su vida. Declárate fortalecido por Su amor, acepta Su consuelo y alábale siempre. Conclusión. “Escuchen, los que dicen: Hoy o mañana viajaremos a esta u otra ciudad y estaremos allí un año, y haremos negocios y ganaremos mucho dinero. Ustedes ni siquiera saben qué va a pasar con su vida el día de mañana, porque ustedes son como niebla que aparece sólo por un momento y después desaparece. Por el contrario, siempre deberían decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello". Santiago 4:13-15 Febrero 02 de 2014