Subido por Giovana Peña Daza

El campo de la psicología social

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EL CAMPO DE LA PSICOLOGÍA SOCIAL
PSICOLOGÍA SOCIAL SOCIO - COGNITIVA
Resumen
I. El campo de la psicología social.
Resumen del texto Introducción: el campo de la psicología social del libro Psicología
social, I. Influencia y cambio de actitudes. Individuos y grupos, de Serge Moscovici
(1985).
¿Qué es la psicología social?
Existe el individuo y la sociedad, cada uno autónomo y con realidad propia donde se
puede conocer a uno sin conocer al otro. En esa división el individuo es el organismo (lo
único) estudiado por la psicología y la sociedad es sus instituciones y aparatos (lo
múltiple o colectivo) estudiada por la economía o la sociología. El psicoanálisis se
ocupa del individuo y el marxismo de la sociedad. Esta partición obedece a una lógica
determinada donde el individuo existe dentro de la red social y la sociedad se
compone de una multitud de individuos diversos, sin embargo en cada individuo
habita una sociedad de personajes imaginarios o reales con quienes mantiene un
dialogo interior permanente y sostiene relaciones aun sin saberlo. Así cuando se habla
de la división individuo – sociedad, se deja a un lado la experiencia compartida.
Todo análisis y toda explicación exigen una abstracción como en psicología al describir
el pensamiento separado de las emociones. Esta separación oculta una realidad
primera, la existencia en la oposición entre individuo y sociedad.
La psicología social se ocupa de un problema: ¿por qué e produce el conflicto entre
individuo y sociedad? Cuando trata de estudiar en paralelo y con independencia uo y
otro, pierde su personalidad.
Así surge una primera fórmula: la piscología social es la ciencia del conflicto entre el
individuo y la sociedad, tanto de la externa como de la que lleva dentro, por ejemplo,
la resistencia a las presiones conformistas de la mayoría, la oposición entre un líder y su
grupo, las desviaciones respecto a la ortodoxia, las discusiones en un grupo para llegar
a una decisión o la captación de un individuo por las masas.
El objeto central de la psicosociología son los fenómenos relacionados con la ideología
y la comunicación, ordenados según su génesis, estructura y función, siendo los dos
primeros sistemas de representaciones y actitudes como los fenómenos familiares de
prejuicios sociales o raciales, de estereotipos o creencias. Tienen como rasgo común el
que expresan una representación social que individuos y grupos se forman para actuar
y comunicar, dando forma a la realidad física e imaginaria, que es la realidad social.
En tanto los fenómenos de comunicación social designan los intercambios de mensajes
lingüísticos y no lingüísticos entre individuos y grupos para transmitir una información
determinada e influir sobre los demás, incluyendo los fenómenos de comunicación de
masas de influencia colectiva, como los procesos puramente lingüísticos y los hechos
semánticos, se relaciona con los signos que circulan en la sociedad y con la semiología
(la intensión de comunicar).
La segunda fórmula dice: la psicología social es la ciencia de los fenómenos de la
ideología (cogniciones y representaciones sociales) y de los fenómenos de
comunicación en los diferentes niveles de las relaciones humanas (entre individuos,
entre individuos y grupos, entre grupos) disponiendo de un conjunto de conocimientos,
teorías y experiencias que permiten comprender las actividades mentales superiores y
ciertos aspectos psíquicos de la vida social de los grupos.
La visión psicosocial.
Comprendido el contenido de una ciencia también se reconoce su particularidad, no
existen límites precisos entre la psicología social y otras ramas, ni con la antropología,
pues hay un mismo interés por las interacciones humanas y los grupos humanos,
teniendo en común conceptos como la representación, la influencia o el aprendizaje.
Pero ¿cómo se distingue la psicología social de estas otras disciplinas? Por el enfoque
que le es propio, una manera de observar los fenómenos y las relaciones, una visión
psicosocial enfocada en los hechos con una clave de lectura binaria separando el
sujeto y el objeto, el psicólogo pone a un lado el “ego” (individuo, organismo) y al otro
lado el “objeto”. Al estudiar los procesos intelectuales nos interesamos por la manera
en que el cerebro trata una información proveniente del mundo exterior y deseamos
saber cómo.
En sociología el sujeto es una colectividad, una multitud de sujetos que cambian,
negocian, comparten una misma visión del mundo, etc. El objeto representa un interés
o una institución constituido por otras personas u otros grupos que forman un entorno
humano, son un sujeto y un objeto diferenciados según criterios económicos o políticos,
éticos o históricos; lo que deseamos saber es cómo se comportan las diversas
categorías de individuos en la sociedad, cómo reproducen la jerarquía existente y
cómo distribuyen las riquezas o ejercen sus poderes, cómo la acción de cada individuo
con sus propios intereses y metas, se transforma en una acción colectiva. La mayoría
de las explicaciones y análisis se guían por el siguiente esquema:
Sujeto colectivo diferenciado
según criterios económicos o
históricos
Objeto diferenciado en social y no
social
Un gran número de psicólogos sociales recurren a esquemas análogos conduciendo a
errores y malentendidos, marcados por un carácter parcial, han reducido los
fenómenos psicosociales a fenómenos psicológicos y los fenómenos sociales a
fenómenos individuales. Existe una visión psicosocial que se traduce por una lectura
ternaria de los hechos y las relaciones sustituyendo la relación a dos términos (sujeto y
objeto) por una relación clave en tres términos: sujeto individual – sujeto social – objeto
o ego – alter – objeto.
Esta relación puede concebirse estática o dinámica correspondiendo a una simple
“co-presencia” o “interacción” con modificaciones que afectan al pensamiento y
comportamiento de cada individuo, distinguiéndose dos mecanismos: la facilitación
social y la influencia social. En la primera la presencia de un individuo o grupo hace
que un individuo prefiera o aprenda con mayor facilidad las respuestas más familiares y
las menos originales, el individuo expresa o retiene las respuestas dominantes comunes
a todos. La influencia social consiste en un individuo sometido a la presión de una
autoridad o un grupo, adoptando las opiniones y conductas de éstos.
Esto define la manera en que se puede considerar el “alter” (individuo o grupo) para
analizar las relaciones con la realidad y con el objeto social y no social, real o
simbólico, encontrándonos ante otro similar un alter ego ya sea diferente o un alter sin
más. La mayoría de las investigaciones sobre grupos tienden a concebir al “alter ego”
similar al “ego”. En los estudios sobre la conformidad se manifiesta en los individuos una
tendencia a compararse a alguien semejante o a alguien a quien les gustaría
parecerse. Otras corrientes de investigación consideran un “alter” marcado por una
diferencia precisa donde la minoría, el individuo expresan una opinión o un juicio que
le son propios confrontados a una mayoría o a una autoridad y que representan la
norma o la ortodoxia, haciéndose reconocer una identidad particular y una diferencia.
Los dos mecanismos psicosociales de comparación social y de reconocimiento social
corresponden a dos maneras de percibir al otro en el campo social.
Al practicar la psicología social nos hallamos fuera de la ontología objetivista, para
realmente ver la sociedad como es, se requiere pasar de una concepción binaria a
una ternaria concretada en las prácticas de psicología social de observación directa
de relaciones o gestos, de reacciones afectivas o simbólicas de los individuos entre
ellos en una situación precisa. El observador se oculta tras un espejo de doble visión,
emblema de esta visión psicosocial. Los sujetos individuales y las realidades adquieren
su sentido a través de esta única investigación, de la sociedad de cada cual, a través
de los sujetos sociales; cada uno descompone y recompone al individuo según sus
convencionalismos, así nuestra personalidad social es la creación del pensamiento de
los demás (Proust). El proceso es la realidad, el psicólogo es el punto ciego de este
enfoque, quizá no vea, pero sin él es imposible ver.
Sin embargo existen obstáculos epistemológicos. El primero consiste en la opinión que
hay que agregar un suplemento espiritual a los fenómenos sociales explorando el
aspecto subjetivo de los acontecimientos de la realidad objetiva (económica y social).
Se comienza por analizar los diversos aspectos del sujeto “colectivo” (poder,
desigualdades económicas, la clase social, los intereses de los grupos y otros.
Constituido el marco, se constatan las diferencias con respecto a lo que debería
pensar o hacer ese sujeto colectivo si obedeciera a los determinismos económicos o
sociales. Para dar cuenta de estas diferencias se invocan factores de tipo subjetivo
(sentimientos, valores, grado de conciencia social, influencia de los medios de
comunicación, imagen simbólica, etc.) tratando de que la psicología social
comprenda lo que la gente piensa y siente, además de que mida sus efectos.
El segundo obstáculo consiste en el estudio del individuo aislado, quien no deja de
pertenecer al grupo, a una clase social y sus reacciones son influenciadas por esta
pertenencia.
A fin de aportar un suplemento de realidad el psicólogo se cree obligado a volver a
estudiar los mismos fenómenos en el seno de la sociedad después de haberlos
estudiado en el vacío social, encargando a la psicología social que añada una
dimensión objetiva a los fenómenos subjetivos, que analice el juicio social, la
percepción social, siendo el medio para satisfacer una carencia: llenar al sujeto social
de un mundo interior y resituar al sujeto individual en el mundo exterior con una
naturaleza híbrida, psicológica y sociológica. Sin embargo su carácter original consiste
en cuestionar la separación entre lo individual y lo colectivo, contestando la partición
entre psíquico y social en los campos esenciales de la vida humana.
Freud estableció que la psicología individual tiene por objeto al hombre aislado que
intenta saber por qué vías éste trata de satisfacer sus influjos pulsionales y que
raramente está en condiciones aisladas pues el otro interviene con frecuencia como
modelo, apoyo y adversario, así la piscología individual es ante todo y
simultáneamente una psicología social.
La psicología social analiza y explica los fenómenos que son simultáneamente
psicológicos y sociales como las comunicaciones de masas, de lenguaje y las
influencias, de las imágenes y signos en general, de las representaciones sociales, etc.
Si se quiere movilizar a una masa de hombres, luchar contra los prejuicios o combatir la
discriminación, se encontrara entre lo individual y lo colectivo solidarios.
Las diversas teorías que nos ocupan.
El enfoque psicosocial se guía por las teorías y observaciones precisas de las relaciones
entre los individuos y los grupos en un medio social determinado. Con los productos de
sus instigaciones los psicólogos tratan de explicar la naturaleza de dichas relaciones y
de inventar prácticas para cambiarlas.
Una teoría es un conjunto de proposiciones ligadas lógicamente que clasifican y
explican un conjunto de fenómenos, sirven para prever ciertos comportamientos o
efectos hasta el momento inobservados. Comporta intenciones e imágenes que
conservan un carácter implícito y tienden hacia la coherencia y la correspondencia
con una serie de hechos que se pueden observar y comprobar. En la psicología social
los análisis y las explicaciones no se sitúan en el mismo nivel así que no se pueden
emplear los mismos criterios para compararlas, por lo que existen tres tipos de teorías:

Teorías paradigmáticas: proponer una visión global de las relaciones y
comportamientos humanos. Como ejemplo esta la teoría del campo de Lewin
que parte de la idea de que el mundo psicológico puede ser considerado
como un medio en cuyo seno los individuos constituyen singularidades,
concentraciones de fuerzas que actúan por proximidad. Nada está aislado ni
separado de manera duradera, el campo comprende todas las influencias
conexas, afectivas e intelectuales que afectan un comportamiento
determinado cuando éste se produce. Se compone de regiones
interdependientes y sus componentes son el espacio vivido, la persona y el
medio ambiente físico y social, así se puede analizar la manera psicológica con
que las personas se representan su mundo y actúan unas sobre otras. Logro
trasladar la Gestalt a los fenómenos sociales proporcionando un lenguaje para
describirlos, trazo una visión de los individuos y los grupos como fuerzas
compactas, tensiones dinámicas que se modifican mediante su contacto.
Inspiro los modelos de la dinámica de grupos y terapias de comunicación
atrayendo la atención de los psicólogos sobre las construcciones mentales que
dan forma a la acción y a las relaciones humanas excluidas por el conductismo.

Las teorías fenomenológicas: intentan describir y explicar una familia de
fenómenos conocidos y muy conocidos. Unas se ocupan de los fenómenos
fundamentales, como la influencia y otras se ocupan de fenómenos que no lo
son tanto. Cada teoría responde a dos preguntas: ¿cómo? y ¿por qué?, al
hacerlo abrigan la ambición de revelar la causa de un cierto número de
efectos. Como ejemplo esta la teoría de Sherif que trata de comprender por
qué los individuos autónomos con juicio propio y personal convergen hacia un
juicio común l hallarse en grupo y se conforman con el mas tarde. La hipótesis es
que la mayoría de los fenómenos sociales son ambiguos y l carecer de criterios
claros y precisos para juzgarlos los individuos son presa de la incertidumbre y
para reducirla unos se apoyan en el juicio de otros formando una norma común
que decide lo que es verdadero o falso viendo las cosas a través de los ojos del
grupo.

Las teorías operatorias: tratan de llegar a un mecanismo elemental,
desconocido hasta entonces, y que explica un conjunto de hechos. También
prevén hechos nuevos y sorprendentes. Festinger expone la teoría de la
disonancia cognitiva que dice que cuando una persona dispone respecto a un
objeto de dos cogniciones o dos representaciones acordes entre sí, hay
consonancia y la persona en cuestión siente satisfacción. Por el contrario,
cuando dos cogniciones o representaciones que no son acordes entre sí e
incluso son opuestas entre sí hay disonancia y la persona es víctima de la
ansiedad, así la persona sufre una incitación que los lleva a reabsorber el estado
de disonancia que le inquieta y perturba. La disonancia entre cogniciones
puede ser reducida si se cambia de comportamiento o de cogniciones,
teniendo por efecto la consonancia, explicando así fenómenos de cambio de
actitud y comportamiento.
Los tres tipos de teorías coexisten dentro de la psicología social, en su conjunto se
puede reconocer su especificidad lógica y su función en el estudio de los fenómenos.
Los métodos de verificación de las teorías y de observación de las realidades.
Los principales métodos de investigación para dar cuerpo a estas teorías y ponerlas en
práctica son el método de observación sistemática y el método experimental, cada
uno plantea problemas éticos y sociales, así como cuestiones de técnica.
El método de observación: investigación llevada a cabo sobre terreno que registra de
manera precisa y sistemática las actividades llevadas a cabo por las personas dentro
de su marco normal. Debido a la escasez de personas y ocasiones para realizar
observación no es posible sacar conclusiones fiables, por lo que las hipótesis pueden
captar ciertos fenómenos en toda su complejidad. Permite comprender la vida del
individuo y del grupo en varios campos y sus conexiones al tiempo que descubre
esquemas de relaciones y acciones. Sin embargo las personas generalmente saben
que son observadas, por lo que se emplean técnicas como las cámaras ocultas. Una
de las formas de observación más corrientes es la encuesta donde los psico sociólogos
utilizan el procedimiento de la entrevista para estudiar los sentimientos, las preferencias,
las representaciones o las acciones de la gente. Se estimula a las personas para que se
expresen con la mayor integridad posible. A menudo se emplea un cuestionario
compuesto de preguntas con una redacción precisa a las que la persona debe dar
respuestas no menos precisas, formuladas con anterioridad o elegir de entre las
respuestas propuestas aquella que corresponde a su propia opinión. La interpretación
de los resultados es la parte más delicada, un “banco de observaciones” puede llenar
la brecha que separa el análisis de la observación y permitir la verificación de las
conclusiones generales de una teoría.
El método experimental: intenta provocar una serie de reacciones en condiciones
determinadas de antemano, la hipótesis define simultáneamente estas condiciones y
la serie de reacciones esperadas, por una parte delimita las causas y por otra prevé los
efectos. Requiere de dos factores, el que el experimentador varía sistemáticamente
(variable independiente) y el comportamiento resultante de la manipulación
experimental (variable dependiente) para dominar la relación entre ambas, el
investigador trabaja en un laboratorio y a menudo emplea a un asistente que conduce
la experiencia, pero que no está al tanto de la hipótesis ni de los resultados esperados
para no orientar a los sujetos de estudio en la dirección deseada. Algo particular de la
psicología social, se utilizan cómplices. Estos son individuos parecidos a los que
participan en la experiencia y que deben hacer lo que hacen los otros, pero en
realidad han recibido instrucciones con anterioridad.
Las experiencias de laboratorio pueden complementarse con las experiencias sobre
terreno en las que el investigador intenta manipular la variable independiente, aunque
son difíciles de organizar y ejecutar.
La psicología social es probablemente la única ciencia social que recurre de manera
predominante a la experimentación, actualmente no existe una psicología social que
sea puramente clínica o de observación. Se intenta articularlas en un marco común de
experimentación, siendo la diversidad de métodos lo que ha permitido trabajar a varios
niveles de realidad social y comprender fenómenos diferentes.
II. Psicología social socio-cognitiva (procesos psicosociales)
Factores sociales en la percepción
Algunos procesos fundamentales de la psicología acostumbran a verse desde un
punto de vista exclusivamente individual cuando la parte que tienen de social es lo
bastante importante, los procesos psicológicos básicos no pueden ser estudiarlos sin
tener en cuenta su dimensión social como la memoria o el lenguaje o también el caso
de las emociones, las cuales utilizamos en contextos sociales que les dan sentido y las
regulan.
En el caso de la percepción que es más un proceso de construcción de aquello
percibido que una absorción directa de estímulos, este proceso de construcción se
produce colectivamente a pesar de tener lugar en individuos particulares y en cuerpos
concretos.
Percepción y percepción social.
El concepto de percepción social hace referencia a la percepción de personas y a
cualquier objeto o relación que tenga un significado social. Percibir a una persona
incluye clasificarla en algún grupo social, hacer una primera aproximación a su
personalidad e incluso deducir sus intenciones con el fin de prever su conducta,
entender a la persona como mero receptor pasivo de sensaciones olvida que la
acción básica en la percepción es la dotación de significado de aquello que es
percibido. Percibir objetos es un fenómeno mucho más pasivo pero incluye tareas de
clasificación, atribución de características y de significados que los hemos aprendido
mediante las relaciones que mantenemos con los otros y de la historia de los grupos
sociales a los que pertenecemos.
Los psicólogos de la Gestalt propusieron una serie de leyes que guían la percepción, la
más importante “el todo es más que la suma de las partes”, la globalidad de aquello
percibido posee propiedades emergentes que no están presentes en las partes de las
que se compone, hasta el punto de que esta globalidad otorga propiedades y
significados a las partes que éstas no tenían antes. Otra ley dice “la figura se impone
por encima del fondo” organizamos la información percibida en totalidades (figuras)
que se destacan del resto de información (fondo). Desde el punto de vista de la
psicología social, es el significado social otorgado al conjunto de la información lo que
determina qué elementos se convierten en figura y cuáles en fondos, así, la percepción
del objeto está directamente vinculada al significado social y a los usos. Toda
percepción es social y la actividad de percibir es más constructora que descriptora de
una realidad concreta. Percibir es una actividad colectiva más que individual.
La realidad como construcción social.
La premisa es que la percepción es una construcción de la realidad y los actos
perceptivos son una construcción conjunta y no un acto individual, así se entiende a la
psicología social como la disciplina que estudia los procesos de constitución,
mantenimiento y cambio de la realidad.
Percepción y actitudes.
A finales de los años cuarenta Jerome Bruner y sus colaboradores estudiaron algunos
determinantes sociales de la percepción como los valores, las necesidades, las
actitudes, la motivación, el aprendizaje o el lenguaje en una línea de investigación
llamada de new look on perception, como reacción a una psicología experimental de
inspiración psicofisiológica que estudió la percepción aislada del contexto en el que se
producía, y asumía que sus sujetos representaban sujetos universales y que no habría
interferencias culturales en la percepción, muchos estudios mostraron la influencia en la
percepción de factores como el aprendizaje y la motivación, el temperamento y el
humor, las necesidades y los hábitos y las actitudes y los valores. Para ellos la
percepción es una negociación entre lo que el organismo puede percibir por sus
capacidades biológicas y lo que selecciona para ser percibido. Por su parte el
aprendizaje determina qué percepciones son relevantes y provoca que los objetos que
habitualmente se seleccionan destaquen por encima de los otros, pero algunos objetos
pueden parecer mayores según su importancia, su valor y su significado. Aunque el
valor determina la sobreestimación, Bruner nos explica que percibir no es un proceso
aislado, sino que forma parte del proceso de comprensión mismo. Es la organización
cognitiva la que determina la percepción, depende de la posición que éste ocupa en
la red de relaciones sociales y de las herramientas lingüísticas y afectivas que esta red
ha construido.
Por otro lado el conocimiento anterior afecta la percepción además de que Los sujetos
de estudio manifiestan una resistencia extrema a la incongruencia, ante la falta de
reconocimiento algunos sujetos llegaban a una solución de compromiso y también la
percepción llegó a bloquearse pues nos negamos a percibir aquello para lo cual no
estamos preparados.
Uno de los objetos de la percepción es la persona, el propio concepto de percepción
social se ha referido al estudio de la percepción de otras personas y de los procesos
particulares que ésta conlleva según si se pone énfasis en la adscripción a una
categoría grupal de una persona, podemos dividir el estudio de la percepción social
en percepción interpersonal y percepción intergrupal.
Percepción social y relaciones interpersonales
Existen dos campos de estudio clásicos, el primero de inspiración gestáltica se refiere a
la formación de impresiones, el cómo se organiza la percepción de las otras personas
de manera que nos permite llegar a conclusiones sobre su talante a partir de unos
indicios mínimos. El segundo estudia la atribución de las causas de la conducta de las
personas, estudia las explicaciones que el sentido común da del origen y de la
responsabilidad final de nuestro comportamiento.
La formación de impresiones: una de las actividades que hacemos durante las
interacciones que mantenemos con las otras personas es la gestión de las impresiones
que proporcionamos a los otros, somos perfectamente conscientes de que las personas
nos formamos impresiones de los otros. Comparte los mecanismos que permiten la
percepción de cualquier objeto, incluida su dependencia de la sociedad. Esto es un
proceso que depende de los valores, las actitudes, el aprendizaje y de cualquier
fenómeno que vincule a la persona y su entorno social.
Tenemos que partir de una condición especial: la existencia de individuos, visión
unitaria y creación histórica de la sociedad occidental del último par de siglos, el self
occidental ha pasado a ser romántico, moderno y saturado. Asch se propuso estudiar
cómo se organizaba esta percepción que a pesar de provenir aparentemente de
características puntuales y segregadas producían un efecto unitario: el individuo. En su
concepción un cambio produce una modificación de ámbito global, además hay que
tomar en cuenta que hay rasgos más centrales que otros, aquí el contexto es
fundamental pues lo que nos encontramos es toda una red de relaciones entre rasgos,
una calidad no es inherentemente central sino que depende siempre del contexto y lo
que cambia el contexto es el propio significado.
A partir de la psicología de la Gestalt, la psicología social cognitiva tomó el estudio de
la formación de impresiones, Bruner y Tagiuri en 1954 establecen las “teorías implícitas
de la personalidad” ya que algunos rasgos estaban relacionados entre sí y esto era
incluso un proceso previo a la propia impresión a partir de la percepción de alguna
característica de una persona, inferimos la presencia y la ausencia de otros rasgos. De
aquí que haya expectativas previamente al contacto interpersonal que relacionan los
diferentes rasgos de la personalidad, así las teorías populares de la personalidad
determinan qué podemos percibir, qué podemos esperar percibir y cómo podemos
esperar ser.
La psicología social cognitivista estudia cuál es la estructura de estas teorías implícitas,
basándose en el estudio de las correlaciones que muestran las descripciones que
hacemos de las otras personas y en el estudio de los prototipos o ejemplos ideales que
nos sirven de referencia. Estas correlaciones o conjuntos de rasgos agrupados en
personalidades ideales no tienen relación con la experiencia anterior de contactos,
tanto si es para describir a un amigo íntimo como a un desconocido, siempre
aparecen las mismas agrupaciones. Hay una consistencia en los rasgos que legítima el
constructo personalidad que permite pensar que los tests de personalidad surgen
precisamente de estas teorías populares de la personalidad y, no de unas
características objetivas preexistentes.
Parece que hay una relación circular: primero se crea históricamente y culturalmente
la noción de individuo, para que las personas perciban que hay una serie de rasgos
consistentes que hacen de cada persona una unidad lógica, después los psicólogos
estudian estos rasgos y “descubren” la personalidad que vuelve a la sociedad en
forma de tests y teorías para decir a la gente cómo son, o cómo tendrían que ser.
La formación de impresiones y las teorías implícitas de la personalidad son un
mecanismo fundamental para “recrear” individuos en la vida cotidiana. Lo que la
gente piensa de nosotros no es ajeno a lo que nosotros mismos pensamos que somos,
una de las formas de influencia más sutiles, pues las impresiones que los otros se hacen
de nosotros tienen un origen social y cultural que va más allá de las interacciones
directas y reales que sostenemos con los otros, repercuten directamente en nuestra
identidad. Lo que podemos ser en una sociedad concreta será producto directo de
aquello que en esta sociedad se considera que se puede ser.
Referencias:

Moscovici, S. (1985). Introducción: el campo de la psicología social. En S.
Moscovici (Coord.), Psicología social, I. Influencia y cambio de actitudes.
Individuos y grupos (pp. 17-37). Barcelona, España: Paidós. Recuperado de:
https://es.scribd.com/document/336639108/Introduccion-El-campo-de-lapsicologia-social-Serge-Moscovici

Feliu i Samuel-Lajeunesse, J. (2004). Factores sociales en la percepción. En T.
Ibáñez Gracia (Coord.), Introducción a la psicología social (287-309). Barcelona,
España: Universitat Oberta de Catalunya. Recuperado de:
https://reader.digitalbooks.pro/book/preview/28251/chap0.xhtml
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