Evaluación del nivel literal en relación con la evaluación del nivel inferencial

TEMA 4
Evaluación del nivel literal en relación con la evaluación del nivel inferencial
Información para la lectura
La elaboración de instrumentos de evaluación de cuánto comprenden los estudiantes de los textos
que leen es una responsabilidad del docente. Por eso, es necesario que cada maestro desarrolle
habilidades para elaborar reactivos, atendiendo las intencionalidades específicas, para luego
analizar las reacciones de sus estudiantes. Este proceso (prueba) permite conocer y precisar el
alcance del entendimiento del estudiante con respecto a lo que lee, si llega solamente al nivel literal
o si avanza hacia otros niveles más complejos.
La información recogida sobre el desarrollo de niveles de comprensión lectora permitirá al docente
diagnosticar a cada estudiante, ayudarlo en su proceso formativo y mejorar de manera más
específica o puntual la habilidad que no está logrando aún, y en el mejor de los casos, afianzar las
habilidades que el estudiante ha logrado.
Será necesario, entonces, conocer qué habilidades específicas se están evaluando con cada
reactivo presentado al estudiante.
El proceso de la lectura es una interacción entre el emisor del texto y el receptor, por tanto, cuando
un estudiante lee, procura entender el contenido que el autor del texto quiere transmitir y, para ello,
necesita comprender cómo el autor ha organizado la información y cómo la ha codificado mediante
las palabras que ha seleccionado (Condemarín, 2005). Esas son habilidades de interpretación que
el estudiante debe conocer y dominar para desarrollar la capacidad de la comprensión lectora.
Un buen lector constantemente se forma hipótesis sobre los significados y propósitos y hace
predicciones. Estas hipótesis y predicciones se relacionan con los modelos del texto que va
desarrollando el lector mientras lee y se basan en sus esquemas, es decir, se basan en conjuntos de
conocimientos estructurados relevantes al tópico del texto. Esta producción de hipótesis dirigida por
los esquemas es un proceso de “arriba hacia abajo”. El buen lector también usa datos específicos del
texto para probar y modificar las hipótesis. Este uso de datos específicos del texto es un proceso de
“abajo arriba” (Mac Ginitie, 1979).
El proceso de “arriba hacia abajo”, es decir, que el estudiante comprenda lo que el autor quiso
expresar en su texto es el que se desarrolla comúnmente en las aulas, pero también existe el otro
proceso, el de “abajo arriba”, que es cuando el estudiante despliega sus propios conocimientos
previos, construye el significado del texto a partir de sus hipótesis y le da sentido propio al
contenido de lo que está leyendo. Este proceso es poco estimulado en las aulas. La inferencia de
ideas se proyecta hacia ese tipo de comprensión lectora: de abajo arriba.
El docente que prepara los instrumentos de evaluación de la comprensión lectora, sea del nivel
literal como del inferencial, debe ser consciente de unos factores que debe tener en cuenta en el
momento de la construcción de los reactivos, o ítems de evaluación. Algunos de esos factores son:
la edad cronológica del estudiante (un niño de 6 años no puede tener la misma conexión texto-
mundo que un niño de 11 años), el grado escolar, la condición sociocultural del ambiente en que
se desenvuelve el estudiante, entre otros aspectos.
Con una buena evaluación de la comprensión lectora de sus estudiantes, el docente podrá
seleccionar los materiales de lectura adecuados para ellos y que se potencie el natural interés de
los niños por saber más, por conocer más, por experimentar nuevas sensaciones y emociones a
través de la lectura (Condemarín, 2005).
En el inicio de este apartado de reflexión se dio destaque a la necesidad de precisar las habilidades
que se evalúan cuando se preparan los reactivos. En efecto, a continuación, se detallarán algunas
actividades que evidencian las diferencias entre el nivel literal (retención de datos del texto en la
memoria del lector) y el nivel inferencial.
Por ejemplo, tomando en consideración el siguiente texto1:
Los ejercicios de evaluación del nivel literal comprometerían solamente a la retención de los datos
básicos presentes de manera explícita en el texto.
Ítem 1. Responde
¿A quién visita Joaquín?
…………………………………………………………………………..
Habilidad evaluada: Recuperación del dato presente en el texto, el cual consiste en indicar que
Joaquín visita a su abuelo.
1 Fuente: Historieta cuadernillo de aprendizaje Castellano 4.° grado, p. 26.
Ítem 2. Responde con F si es falso o V si es verdadero.
Joaquín visitó una biblioteca y se lo cuenta a su abuelo.
Habilidad evaluada: Generalización de la información presente en el texto.
Ítem 3: Completa la idea
Joaquín encontró en la biblioteca un libro de....................................................................
Habilidad evaluada: Especificación del tipo de libro que está nombrado en el texto.
Por su parte, cuando lo que se evalúa es la formulación de hipótesis, la elaboración de conjeturas
y la correspondiente justificación con ideas o palabras del propio texto, es decir, habilidades
correspondientes al nivel inferencial, implica un desarrollo de mayor grado de cognición por parte
del estudiante; y exige del docente más conocimientos que le permitan hacer las preguntas
adecuadas con respecto a la deducción que el estudiante realizará.
Siguiendo con el mismo texto, algunos ítems correspondientes al nivel inferencial podrían ser
formulados así:
Ítem 1: Responde con F si es falso o V si es verdadero.
Anteriormente, el abuelo ha contado historias a Joaquín
Habilidad evaluada: Deducción de la información a partir de la pista “ahora te toca a ti”.
Ítem 2: Completa la idea
El abuelo confía en Joaquín para que le cuente la historia porque……………………….
Habilidad evaluada: Inferencia de idea, asociando la “confianza” con la pista de “porque eres
súper inteligente”.
Ítem 3: Subraya la expresión inadecuada en esta oración.
Los animales de la historieta se llevan... bien - mal.
Habilidad evaluada: Aplicación de conocimientos externos al texto en relación con las
expresiones de rostro de los animales, los sonidos que emiten, y las experiencias previas en cuanto
a que perros y gatos no siempre son amigos.