http://www.diariolasamericas.com/news.php?nid=78433 Electromagnetismo que cura Por Javier Parra EFE Reportajes Estrés, depresión, insomnio, ansiedad y algunos tipos de alergias, así como intoxicaciones e infecciones, figuran en la lista de tratamientos por biorresonancia, un método alternativo que consiste en estimular las ondas paciente sometiéndose a un electromagnéticas del individuo para Una que éstas actúen como terapia frente tratamiento con una de las máquinas que utiliza la biorresonancia. al malestar físico y psíquico. Víctor Herráez, director de Bioenergy, un centro existente en España donde se aplican sesiones de biorresonancia, define a ésta como “la ciencia de regulación de un ser vivo por medio de sus propias ondas electromagnéticas” para que éstas se vuelvan curativas, y añade que sus terapias están basadas “en la biofísica y la mecánica cuántica”. Los impulsores de la biorresonancia como procedimientos terapéutico parten del principio de que toda materia viva genera corrientes eléctricas y emite ondas electromagnéticas propias. Este tipo de energía puede ser registrado por medios mecánicos para diagnosticar ciertas enfermedades. Las máquinas utilizadas en los tratamientos de biorresonancia «normalizan» esas corrientes alteradas y las devuelven saneadas al organismo, con el fin de contribuir a que el problema desaparezca. Aseguran también que las terapias de biorresonancia “permiten equilibrar el funcionamiento emocional, corregir los pensamientos y pautas negativas de nuestro consciente y positivizar los traumas acumulados en nuestro inconsciente”. Para cada una de las patologías tratadas por este método terapéutico existen protocolos normalizados aplicables a los distintos equipos que se utilizan en los tratamientos, y que consisten en unos aparatos de control de las ondas electromagnéticas por medio de monitores. La misión principal de los equipos es regular las ondas alfa, beta, delta y gamma, cuyo desequilibrio puede provocar los problemas de estrés. El procedimiento es muy simple: el paciente se sienta en un sillón y es conectado por medio de unos cables al aparato detector de las ondas internas, desde donde se realiza el retorno de las mismas al organismo. Para convertirse en un experto en biorresonancia, explica Herráez, ... hay que superar los cursos de formación establecidos por cada fabricante de los distintos equipos, desde un nivel básico u operativo, hasta nivel de master. “A los pacientes que acuden a esta consulta en busca de información se les indica que la biorresonancia está especialmente indicada para trastornos provocados por el estrés como insomnio, ansiedad, depresión y angustia, así como en el tratamiento de alergias, intoxicaciones e infecciones”, comenta el experto. Los tratamientos por biorresonancia son costosos. El precio por sesión en España oscila entre 70 y 90 euros (93 y 119 dólares) y el número de sesiones dependerá, según Herráez, de “la situación bioenergetica de la persona y si su patología es crónica o aguda”. En función a estas variables el tratamiento oscilaría entre seis y doce sesiones. “En el caso de los trastornos derivados del estrés, la biorresonancia permite reequilibrar las ondas cerebrales relacionadas con aquellos y regular las funciones de los neurotrasmisores más importantes”, asegura Herráez. En un momento económico tan difícil para casi todo el mundo, cuando el miedo a perder el empleo deriva a veces en estrés, Herráez opina que este tipo de procedimientos pueden convertirse en una alternativa “eficaz”, ya que ese estrés se traduce también en problemas físicos, como migrañas y alteraciones digestivas e intestinales. “En los casos de alergia –añade- su eficacia se basa en que elimina efectivamente la información electromagnética que desencadena la respuesta alérgica por parte del sistema inmunológico”. A la pregunta de si la biorresonancia ataca directamente a la raíz de la patología a tratar, la respuesta de Herráez es afirmativa. “Estos tratamientos –apunta- corrigen desequilibrios energéticos que son la causa de la patología. Nuestra experiencia es altamente positiva en este sentido”. En cuanto a la obesidad, un problema que va en aumento en la sociedad industrializada, Herráez indica que esta técnica ... “sirve como complemento de otros tratamientos precisos”. “Una de las principales causas de la obesidad radica en los elevados niveles de ansiedad que desarrollan algunas personas. Al neutralizar con biorresonancia estos problemas se permite una mayor asimilación en la absorción de alimentos y, por ende, en la pérdida de peso”, dice el director de Bioenergy. Los detractores de esta forma de terapia consideran a la biorresonancia una pseudociencia más, comparable a la radiónica, que hizo millonario a su inventor, el médico estadounidense Albert Abrams (1863-1924), y que se basaba en la hipótesis de que se podían producir modificaciones en las patologías, e incluso sanaciones radicales, por medio de circuitos y aparatos que permitieran realizar mediciones y emisiones a distancia, utilizando como nexos de unión simples muestras de los pacientes a tratar. John Agapiou, neurofisiólogo del University College, de Londres, se mostró escéptico en un artículo sobre una máquina de biorresonancia al considerar que el aparato no cuenta “con validación experimental, ni teórica”. Herráez vincula el concepto de pseudociencia de los escépticos “con la cultura de salud de cada país”, y cita como contraste el ejemplo de Alemania donde existen asociaciones de médicos de bioinformación (su web en español es www.bit-org.de) que se mantienen al día, en relación con los avances en los tratamientos de biorresonancia a través de numerosas publicaciones científicas, pues no en vano los alemanes llevan veinte años de ventaja en las aplicaciones de esta técnica. También recuerda el director de Bioenergy que en la página web de su centro, www.vcvbioenergy.es, hay colgadas estadísticas de casos y de patologías tratados individualmente en el centro, así como de tratamientos realizados para el control de los problemas del estrés en compañías que lo solicitaron, con el fin de aplicarlas a su personal. “Los resultados del seguimiento posterior a los tratamientos–concluye Herráezfueron ... realizados por los servicios médicos de las empresas en las que fueron requeridos nuestros servicios, con el fin de dar un carácter de independencia a las conclusiones”.