“Fue un día arduo, pero al final hice lo que quise como quise” (Video: Informática como objeto de enseñanza) Desarrollar diferentes formas de resistencia: estudio, Foulcoult: resistencia Con frecuencia se le ha reprochado a Foucault que, al hacer circular el poder por todas partes, se inhibe cualquier posibilidad de resistencia. Desde su perspectiva, sin embargo, se trata de hacer aparecer "la lucha perpetua y multiforme más que la dominación oscura y estable de un aparato uniformizante" (DE3, 407). Si no hubiese resistencia, no habría poder (DE4, 720). • Para Foucault, la resistencia al poder no proviene de un exterior a él; es contemporánea e integrable a las estrategias de poder (DE3,425). Desde esta perspectiva, las posibilidades reales de resistencia comienzan cuando dejamos de preguntamos si el poder es bueno o malo, legítimo o ilegítimo, e interrogamos sus condiciones de existencia. Ello implica, en primer lugar, despojar al poder de sus sobrecargas morales y jurídicas (DE3 • Las formas múltiples de resistencia, por otro lado, pueden ser tomadas como punto de partida para un análisis empírico e histórico de las relaciones de poder (DE4, 225). • La posibilidad de resistencia no es para Foucault esencialmente del orden de la denuncia moral o de la reivindicación de un determinado, sino del orden estra y de lucha. Para una caracterizacion de la resistencia desde esta perspectiva vease: Lucha. lucha DOMINACIÓN, EXPLOTACIÓN, SUJECIÓN. Foucault distingue tres tipos de lucha: 1) contra las formas de dominación étnica, social o religiosa; 2) contra las formas de explotación que separan a los individuos de lo que ellos producen; 3) contra las formas de sujeción que vinculan al sujeto consigo mismo y, de este modo, aseguran su sujeción a los otros (DE4, 227). En las sociedades feudales han predominado las luchas contra las formas de dominación; en el siglo XIX, las luchas contra la explotación debido a las nuevas formas de poder (DE4, 228). Estas cristalizan en el Estado, que para Foucault es, en su sentido estrictamente moderno, una combinación compleja de técnicas de individualización y procedimientos totalizadores. Desde este punto de vista, el Estado moderno aparece, al menos en uno de sus componentes, como una reelaboración del poder pastoral (véase: Poder). Si bien no se puede separar cada una de estas tres formas de sujeción, ello no significa que sean simplemente un producto terminal de la dominación social o de la explotación económica. 20/04/2024 Ornella Correa Las relaciones entre ellas no son del orden de la deducción; cada una tiene su propia especificidad y mantiene, con las otras, relaciones que no son lineales, sino circulares. Para Foucault, el desafío político, ético, social y filosófico de su época consiste en promover nuevas formas de individualidad, diferentes de las que se imponen desde hace varios siglos (DE4, 232). FILOSOFíA ANALÍTICA DEL PODER, LUCHAS TRANSVERSALES, LUCHAS ESPECIFICAS. En el diálogo con Gilles Deleuze acerca de los intelectua- les y el poder ("Les Intellectuels et le pouvoir"; DE2, 306-315), Foucault subraya que una de las dificultades fundamentales con las que se encuentra el intelectual a la hora de definir y llevar adelante formas ade cuadas de lucha es que ignora qué es el po der (DE2, 312). Se puede encontrar aquí una de las motivaciones de su interés por el desarrollo de "una filosofía analítica del poder". La filosofía ha tenido tradicionalmente como función fundar y limitar el poder, instaurándose ella misma como ley. Una filosofía analítica del poder, en cambio, no se plantea la cuestión del poder desde el punto de vista del bien o del mal, sino desde el punto de vista de la existencia del poder (DE3, 540). Este modo de concebir la filosofía del poder se inscribe en un enfoque general que entiende la filosofía como una actividad de diagnóstico. La tarea de la filosofía, en este sentido, no consiste en descubrir algo que está oculto o en convertirse en la formulación de Jo que está por venir, es decir, en promesa, sino en hacer visible lo que es visible, en analizar las fuerzas que constituyen nuestro presente (véase: Diagnosticar). Desde esta perspectiva, una filosofía analítica del poder sirve como instrumento para formas de lucha que presentan cuatro características: 1) No se trata de calificar o alabar al poder de manera masiva o global, sino de estudiar las relaciones de poder como juegos, en términos de tácticas y estrategias: juegos alrededor de la locura, de la medicina, de la enfermedad, de la pe- 20/04/2024 Ornella Correa nalidad, de la prisión, en los que se considera el estatuto de la razón y de la no razón, de la vida y de la muerte, del crimen y de la ley. No consis_te en enfrentamientos dentro de estos juegos de poder, sino en resistirse a ellos (DE3, 544). 2) A diferencia de los movimientos políticos y revolucionarios tradicionales, estas luchas son fenómenos difusos y. descentrados. Por ejemplo, de nuevo en el caso de la prisión, estas luchas no se han planteado el problema general de cuál debe ser el sistema legal de punición en un país democrático. Parten de problemas más específicos y locales: la subalimentación, las condiciones de detención, etc. (DE3, 545). 3) Estas luchas tienen por objetivo los hechos o efectos del poder, las formas concretas en que se lo ejerce. 4) Por último, se trata de luchas inmediatas. Ellas no siguen el principio leninista del enemigo principal; tampoco esperan un momento futuro, lo que sería la revolución o la liberación. 20/04/2024 Ornella Correa 264 LUCHA "Respecto de una jerarquía teórica de las explicaciones o de un orden revolucionario que polarizaría la historia y jerarquizaría los momentos, se puede decir que estas luchas son anárquicas. Se inscriben dentro de una historia inmediata, que se acepta y se reconoce como indefinidamente abierta" (DE3, 546). Cuanto acabamos de exponer proviene de la conferencia del 27 de abril de 1978 en Tokio, titulada "La Philosophie analytique de la politique" (DE3, 534-551). Posteriormente, en 1982, en "Le Sujet et le pouvoir" (DE4, 222-243), Foucault retoma la caracterización de estas luchas. Enumera allí seis rasgos, algunos de los cuales reiteran los que ya hemos mencionado mientras que otros los explicitan. 1) Son luchas transversales. No se limitan a un país o a un sistema económico. 2) Tienen como objetivo los efectos del poder. 3) Son luchas inmediatas. 4) 20/04/2024 Ornella Correa Cuestionan el estatuto del individuo. "Estas luchas no son exactamente por o contra el 'individuo', sino que se oponen a lo que se puede llamar el 'gobierno por individualización"' (DE4, 227). S) Estas luchas oponen formas de resistencia a los efectos de poder que están ligados al saber, a la competencia y a la calificación. 6) "Finalmente, todas las luchas actuales giran en torno a la misma cuestión: ¿quiénes somos? Son un rechazo de estas abstracciones, un rechazo de la violencia ejercida por el Estado económico e ideológico que ignora quiénes somos individualmente, y también un rechazo de la inquisición científica o administrativa que determina nuestra identidad" (DE4, 227). REVOLUCIÓN, REFORMA. "Quizás estamos por vivir el fin de un período histórico que, desde 1789-1793, ha estado dominado, al menos para Occidente, por el monopolio de la revolución, con todos los efectos adjuntos 20/04/2024 Ornella Correa de despotismo que ello podía implicar, sin que, por ello, esta desaparición de la revolución signifique una revalorización del reformismo. En las luchas de las que acabo de hablar, en efecto, no se trata para nada de reformismo, porque este tiene por función estabilizar un sistema de poder luego de un determinado número de cambios, mientras que, en todas estas luchas, se trata de la desestabilización de los mecanismos de poder, de una desestabilización aparentemente sin fin" (DE3, 547). GENEALOGJA. La genealogía puede ser definida como el acoplamiento de la erudición con las luchas locales (IDS, 9-10). 20/04/2024 Ornella Correa Estudioso, intelectual y contemporáneo son conceptos distintos, pero están sentados sobre una base común, el ser consciente y cuestionar la realidad en la que se vive. No saliéndose de aquellas masas que siguen inmersas en la dominación, sino estando bien dentro de ellas, tomando lo conocido y sus conocidos, para poder ejercer una denuncia crítica. Tomando la denuncia crítica como la teorización de las experiencias vividas para transferirlas a palabras capaces de generar ecos de cambio. Ecos de resistencia. Si tuviera que ponerle otro nombre a la resistencia, la llamaría desarraigo. Desarraigo entendido como tomar nuestras raíces con las que nos nutrimos, y elegir NOSOTROS la tierra donde plantarnos. Salirnos de la maceta e irnos al campo nativo. Decidir que árboles nos van a acompañar, cuanto sol nos va a iluminar, y cuanta agua de lluvia queremos absorber, en vez de recibir agua corriente. De esta forma el panorama cambia, y lo que antes era una masa de plantines fabricados por grandes botánicos en los viveros, se convierte en un bosque nativo en todo su esplendor de luz y diversidad. Y aquel vivero multitudinario en algún momento quedará vacío y abandonado, para que sus ruinas sean conquistadas por más hierbas, pastos, árboles y arbustos que se apropien de su suelo y lo redibujen como propio. 20/04/2024 Ornella Correa