DISCIPLINAS Para la VIDAINTERIOR BOB BENSON,SR. & M I C HA E L W . BENSON 1 DISCIPLINAS Para la VIDA INTERIOR BOB BENSON,SR. & M I C HA E L W . B E N S O N THOMAS NELSON PUBLISHERS Nashville • Atlanta • Londres • Vancouver 2 Edición revisada, Copyright © 1989 por Bob Benson y Michael W. Benson Todos los derechos reservados. Permisos por escrito tienen que asegurarse del publicador para usar o reproducir cualquier parte de este libro, excepto de citas breves en revisiones críticas o artículos. Publicado en Nashville, Tennessee, por Thomas Nelson, Inc. y distribuido en Canada por Lawson Falle, Ltd., Cambridge, Ontario. Impreso en los Estados Unidos de América. Traductor al español: Fredi Arreola Data de Catálogo-en-Publicación de la Biblioteca del Congreso Benson, Bob. Disciplinas de la vida interna / por Bob Benson y Michael W. Benson. p. cm. Originalmente publicado por: Waco, Tex.: Word Books, © 1985. ISBN (inválido) 0-8409-7198-3 1. Calendarios devocionales. 2. Vida Espiritual.I. Benson, Michael W., 1955. II. Título. BV4811.B46 1989 89-12483 242'.2—dc20 Cip 3 4 5 6 — 95 3 Si deseas vivir rica, profunda y espiritualmente tienes que cultivar el “mundo interno.” Es un mundo emocionante. . . con el Padre Celestial como nuestro compañero . . . The Nashville Tennessean (Mediados de los 1940s) PARA JOHN T. BENSON, JR. padre y abuelo quien hace mucho tiempo, con el ejemplo y por precepto, como se expresa en las palabras que escribió arriba, dirigió a su familia en la búsqueda para conocer a Dios. 4 Prefacio “Reconocer y tomar la doble obligación a lo visto y a lo no visto, de una manera hogareña y práctica, es entrar conscientemente a la vida espiritual,” escribe Evelyn Underhill. Demasiado del cristianismo del día moderno se concentra en la obligación externa de lo que se ve y es visible en lugar de la obligación interna a lo que no se ve y está escondido. Este libro creció por una preocupación de que nosotros los cristianos le demos tiempo y atención a lo escondido, a la vida interna con Dios. Si vamos a entrar más profundamente a la arena invisible, a la esfera de lo espiritual, tendremos que hacer un esfuerzo concienzudo de movernos más allá de lo superficial con el propósito de entrar a un conocimiento más profundo de Dios. El principio de tal esfuerzo tiene que ser la construcción de un patrón en nuestras vidas en las que la voz de Dios tenga acceso a nosotros. Necesitamos desarrollar un ascetismo personal. Siendo que somos creaturas de hábito en general, necesitamos una rutina, una disciplina, para cultivar la vida interna. Es el propósito de este libro ayudarte a establecer tal patrón o rutina, lo cual explica el uso de la palabra disciplina en el título. En nuestras peregrinaciones espirituales respectivas, hemos venido a ver que los cristianos profundamente consagrados de muchas tradiciones han entregado herramientas para ayudarnos a tomar los pasos hacia tal disciplina. A través de la historia cristiana hemos recibido de ellos varios principios espirituales, reglas, disciplinas, y prácticas que han ayudado al creyente en la búsqueda de un conocimiento mucho más profundo de Dios. Hubo liturgias, leccionarios, libros de oración, y guías para las horas y los días de la peregrinación de uno. Las Reglas Espirituales, el Director Espiritual, la Liturgia de las Horas, los Diarios Espirituales, los Confesionales, las Reuniones de las Clases Metodistas primitivas, y muchos otros requisitos y costumbres se levantaron de la necesidad de desarrollar una relación disciplinada y continua con Dios. Uno de los hilos comunes de estas herramientas de espiritualidad fue el reconocimiento de la necesidad de constancia para establecer y profundizar la relación espiritual de una persona con Dios. Y subrayando a los escritos de todos aquellos cuyas obras ha permanecido a la prueba del tiempo es el tema de fidelidad y regularidad en la práctica espiritual. Desafortunadamente para la mayoría de nosotros, seguido ignoramos el amplio uso de tales oficios o disciplinas de los días pasados. Y aun cuando en ocasiones parece que existe una rareza de materiales que se pueden usar, también es muy verdad que no nos hemos expuesto a aquellos que sí están a la disposición. A pesar de la variedad de excusas de nuestra falta de contacto con tales disciplinas y materiales, nuestra ignorancia de ellas parece tener algunas raíces a lo menos en dos apuntalamientos filosóficos. Uno de ellos es que como cristianos en nuestra cultura occidental del siglo veinte, hemos crecido siendo tan pragmáticos en nuestra filosofía de la vida que desarrollar y nutrir nuestra vida espiritual seguido principia a dar vueltas alrededor de los mismos valores pragmáticos que gobiernan otras partes de nuestras vidas: “¿Qué hará esto eficientemente? ¿Qué es lo que resulta a menos costo y más productivo? ¿Es esto un uso adecuado de mi tiempo a la luz de mi agenda para el día de hoy?” 5 Como resultado, muchos de nosotros nos sentimos muy seguros, tanto por el hambre de nuestro corazón como por los frutos cristianos tan pobres en nuestras vidas, que estamos lejos de una vida enraizada en los recursos profundos de Dios. Los tiempos de tribulaciones y otras circunstancias adversas en ocasiones pudieran causar que renovemos nuestras intenciones y resoluciones con respecto a ésto por un tiempo. Sin embargo, generalmente, con el regreso de mejores tiempos, o simplemente bajo la miriada de presiones de la vida misma, gradualmente aflojamos el agarre de nuestras resoluciones y regresamos a nuestras preocupaciones más pragmáticas del “mundo real.” Tristemente, el segundo de aquellos poderosos apuntalamientos es nuestro prejuicio en contra de otras tradiciones. Nuestra falta de voluntad de cruzar las fronteras de la tradición seguido nos deja para hacer nuestra correría a las profundidades sin proveernos del consejo y la sabiduría de aquellos que a través de los siglos han hecho similares jornadas fructífera y victoriosamente. De hecho, seguido nos encontramos intentanto hacer nuestro peregrinaje espiritual enteramente por nosotros mismos. Por ejemplo, ni siquiera tenemos un término común que todos entendamos que se pueda usar para describir el proceso. Para muchos de nosotros, devociones es el término usado más seguido. Los términos como vida interna, formación espiritual, vida espiritual, vida interior, y otros simplemente no tienen el mismo sentido común para nosotros, si es que tienen algún significado para nosotros del todo. Una sorprendente similaridad y continuidad tanto en los estorbos como en las ayudas de la piedad a través de los siglos existe. Diarios y tratados de los santos primitivos y del día presente y gente piadosa apunta las luchas y las victorias virtualmente en todos los asuntos que pertenecen a la implementación de nuestras intenciones internas. Aquellos escritos tienen algo que decir a todos los que tomen la jornada en la vida interna. Hemos coleccionado en este libro un grupo de himnos, escrituras y lecturas que proveerán discernimiento y guianza para la formación y nutrición de la vida interna. Nuestra esperanza es que los servicios diarios proveerán un fundamento sobre el que podamos edificar fuertes disciplinas en nuestras vidas. Aunque algo del material ha sido reunido durante el estudio e investigación para este libro, la mayoría de las lecturas han venido de libros que hace tiempo fueron subrayados y de escritores que, a través de los años, proveyeron saludos y esperanza a nuestros espíritus. De igual manera, mucha de la escritura es tomada de aquellos versos y pasajes que se nos vinieron a la mente al pensar del asunto semanal que habíamos escogido. Una palabra más se necesita decir a aquellos que tomarán una disciplina para la vida interna. Para mantener una disciplina de contemplación y oración uno tiene que consagrar su yo al camino de fe. La amonestación a vivir “por fe” la vida que ahora estás viviendo es aplicable a la vida disciplinada también. Principiar hoy en oración pudiera no tener frutos visibles mañana. Pero ésta no es razón para detenerse. Uno que principia el lunes a entrenarse para un maratón de seguro no se detendría de entrenar porque sus músculos le duelen el viernes todavía. Es mucho más factible que principies con entusiasmo en la vida de oración, sólo para descubrir que has entrado a un tiempo seco, parecido al desierto después de unos días en el camino. Sigue. Recuerda que estas son disciplinas que has tomado en respuesta al llamado a moverte más profundo en tu vida con Dios. El llamado para caminar con Dios es un llamado a una vida de oración y devoción. El costo de responder, el costo de seguir, tiene que contarse a lo mejor de nuestras habilidades. Pero a causa de que no sabemos a donde nos llevará, cuando hacemos un intento de llegar a 6 un resumen, tenemos que estar preparador para añadir una gran cantidad a lo que ya sabemos que es el costo. El costo siempre será más grande que nuestra habilidad de medirlo. Las palabras de Jesús a aquellos que le siguirían en el camino son, “Venid y ved” (Juan 1:39). Y ese es el orden de las cosas en responder al llamado a seguir a Dios en la jornada a la vida interior. No se nos ha dado el privilegio de “ver primero” y luego decidir si estamos dispuestos para hacer la jornada. Sin embargo, el proceso de seguir a Dios se puede confiar. La oración del salmista tiene que llegar a ser nuestra oración: Me anticipé al alba, y clamé; Esperé en tu palabra. Se anticiparon mis ojos a las vigilias de la noche, Para meditar en tus mandatos. Salmos 119:147-148 Que este libro sea un fiel compañero para ti en su jornada. Bob Benson Michael W. Benson Haciendo que este libro funcione para ti 7 Este libro está dividido en una serie de cincuenta y dos patrones o servicios para la adoración personal. Están arreglados para el uso de uno por semana—pero si tu corazón y espíritu parecen necesitar el permanecer más tiempo con un tema o énfasis particular debes moverte a tu propio paso. Siendo que es profundamente verdad que todos somos principiantes en la oración los tópicos están arreglados en un progreso natural. Esperamos que esto te lleve en el sendero a una vida más profunda en Dios. Las primeras semanas tratan con despertar el saber espiritual y ejercitar ese saber en oración y estudio. Luego hay una sección que concierne a los estorbos de la vida espiritual seguida por estudios de patrones para hacer esto verdad en nuestras vidas. Las últimas semanas están dadas a considerar las gracias internas como los frutos externos que nos vienen como resultado de una vida centrada en Dios. Si hay algun área de tu vida interior que surge en un dado tiempo tal vez quieras gastar una semana más o menos en la escritura y las lecturas bajo ese encabezado—aunque no sea la que sigue en el orden. Esta es la jornada de tu alma y tú solo puedes determinar mejor tu presente localidad y necesidad. La jornada cada día seguirá este sendero: INVOCACION Hemos escogido y escrito oraciones que te guíen para venir a Dios y abrir tu tiempo con él. Para hacerlo un tiempo muy personal todas las oraciones han sido cambiadas a la primera persona, singular. También hemos cambiados los “ustedes” y “vosotros” a “ti,” esperando hacer tu oración una conversación muy ral con el Padre. Obviamente, si es tu hábito el usar un lenguaje más formal entonces ora la oraciones de la manera que sean de más ayuda para ti. SALMO La fuente mejor conocida de oraciones cristianas son los Salmos. Para muchos ellos son fuentes ricas de fortaleza en las diferentes condiciones y circunstancias de la vida. Alguna gente tiene dificultad, sin embargo, en leer los Salmos devocionalmente. Parte de su titubeo brota de la aparente “sed de sangre” de muchos de estos “poemas de oración.” Debe recordarse que los Salmos fueron escritos cuando los enemigos eran reales y brotaban en las fronteras como ejércitos conquistadores. La muerte literalmente espantaba a los escritores. Y aunque es verdad que nosotros no estamos enfrascados en batallas con ejércitos en marcha—y con leones y tigres—haremos bien en recordar que también nosotros estamos rodeados por enemigos aunque ellos son internos. Y si vamos a ser victoriosos en nuestra guerra espiritual será mientras Dios nos ayude a derrotar una hueste de enemigos tales como el orgullo, la codicia, la premura, la lealtad dividida, depresión, falta de poder de voluntad, enojo, avaricia y un incontable número de otros pretendientes de nuestras almas. Cuando leemos y oramos como luchadores en batalla en nuestros senderos espirituales los Salmos llegan a ser profundas fuentes de consuelo y ayuda para nosotros. 8 LECTURAS ESCRITURALES DIARIAS Para cada día hay porciones de la escritura enlistados que se relacionan al tema de la semana. Debe ayudarte con ejemplo, amonestación o discernimiento a ganar fortaleza en el área de desarrollo espiritual que se está considerando. Como una ayuda final a la lectura escritural hay un enlistamiento o Leccionario de la escritura al final del libro de donde puedes encontrar capítulos adicionales para incluir en tus lecturas diarias. Los sesenta y seis capítulos enlistados en el Leccionario, tanto del Antiguo como del Nuevo Testamentos, fueron compilados por miembros de La Iglesia del Salvador en Washington, D. C., de lectura para mantener el “cuerpo” intacto mientras perseguían varios ministerios en localidades regadas en el área. Aquí de nuevo, uno tiene que establecer su propio paso en la lectura. Pudiera ser que quieres gastar tu tiempo de lectura de la Biblia en leer y orar lentamente los pasajes más cortos relacionados al tema. Si te parece que no estás leyendo lo suficiente de la Biblia cada día, tal vez quieras aumentar tu lectura de la escritura del Leccionario. Ya sea que tu escogimiento pudiera ser para el año entero o para algún período de tiempo particular, se recomienda que tú adoptes un programa y fielmente te adhieras a él. Si decides leer los pasajes selectos en la mañana y el capítulo o los capítulos en la noche, por ejemplo, trata de que no pase el día sin que honres tu compromiso a la Palabra. También pudiera ser de ayuda si mantienes tu dilegencia en indicar los textos que has leido con un punto o una marquita tanto en tu Biblia como en la Disciplina también. Probablemente quieras usar una marca de lápiz para subrayar en tu Biblia las palabras o versos que te hablan especialmente a ti en tus lecturas. Una palabra de precaución: el horario, las marcas y el subrayado son sólo una ayuda para que seas fiel a la Palabra como un medio de gracia. En el mejor de los casos te pueden ayudar a formar algunos buenos hábitos en tu vida devocional. La Biblia tiene que leerse con un corazón y mente abierta de tal manera que su verdad y gracia principien a fluír en ti. Aprenderás a venir a la Biblia creyendo que Dios te está hablando a ti a través de su Palabra viva. La función de las Disciplinas es ayudarte a alcanzar el lugar donde el llamado de la Palabra es fuerte lo suficiente como para traerte a la lectura. SELECCIONES PARA MEDITACIÓN Aunque es verdad que la jornada interna de uno es un asunto muy personal también es evidente que la experiencia de otros puede ser una ayuda muy necesitada para nosotros. En el caso de cada tema en este libro, sea que es un paso importante en aprender a orar o algún obstáculo que parece estar bloqueando el camino, hay amplio consejo y guianza de aquellos que han alcanzado los mismos lugares en sus peregrinajes. Al leer las lecturas seleccionadas para la meditación hemos tratado de proveer ayuda en dos maneras. Algunas de las lecturas te retarán; crearán un deseo en ti de alcanzar en alguna nueva dirección para cultivar tu vida interior. La riqueza y convicción con las que alguna gente escribe es aparente rápidamente y sus palabras describen confianza, descanso, adoración y el conocer a Dios de maneras que levantan un hambre profunda dentro del corazón del lector. Otras lecturas alrededor de cada tema fueron seleccionadas por su practicalidad tan terrenal en bosquejar los pasos que podemos tomar para poseer estas nuevas áreas. Ellas son 9 maneras específicas de vencer las distracciones y obstáculos y patrones de devoción. Ellas engrandecerán nuestros corazones mientras aprendemos a practicarlas. Pudieras escoger leer todas las selecciones para cada semana cada día—o tal vez sería la mejor parte de la sabiduría considerar una o dos selecciones al día. Si las lees todas cada día pudiera ser de ayuda que esperes hasta el tercero o cuarto día para principiar a marcarlas. Da a las palabras e ideas algún tiempo para principiar a edificar su fortaleza mientras te hablan. Algunas de las lecturas te vendrán en un tiempo particular de tu vida y serán palabras que cambiarán tu vida. En tu corazón llegarás a ser un compañero peregrino con el escritor ya sea que es el Hermano Lorenzo, un monje francés del siglo diecisiete, o Emilie Griffin, una consultande de mercadotecnia que vive en Nueva Orleans. MEDITACION PERSONAL Si has permitido que los varios pasos de tu adoración—la invocación, el Salmo, las lecturas escriturales y las lecturas—hagan su trabajo, tu corazón y mente deben haber tomado un paso más lento y liberarse a sí mismo de los eventos y responsabilidades de tu vida cotidiana. Ahora quizás estás listo para meditar y reflexionar sobre cómo la escritura y las lecturas te hablan. Tus meditaciones deben ser en silencio a la medida que nuevos discernimientos, áreas de crecimiento, alabanza, amonestación, palabras, pensamientos y sentimientos se te vienen en quietud. La manera más segura de capturar y hacer lo mejor de los tiempos de meditación es usar un diario. Escribe estas profundas palabras y mensajes en un cuaderno. Habrá tiempos cuando hay alabanza y gracia—y habrá otros tiempos cuando te sentirás desanimado y en los suelos. Al escribir fielmente estas estaciones de tu desarrollo espiritual llegarás a conocer tanto la forma de tu propio espacio interno como el trabajo gentil del Espíritu de Dios al encontrarte con el teje y maneje de las necesidades y aspiraciones de tu corazón. Si tu diario ha de ser un depósito “seguro”—un lugar donde estás dispuesto a honestamente estimar tus debilidades y fracasos—tendrás que determinar que permanece un record privado entre tú y Dios. Si hay inclusive la menor posibilidad de que sea leído por otros será casi imposible mantener que tus palabras presenten los asuntos y a ti mismo en la mejor luz. El verdadero perdón y sanidad que necesitas viene sólo cuando eres enteramente honesto. El diario te dará un lugar para expresarte a ti mismo sin reservas a Dios de una manera que le dé la bienvenida a su venida. Tal vez quieras tener un lugar en tu diario para enlistar los nombres de personas por quienes estás orando. En muchas ocasiones estas personas se te vendrán en tu meditación. En ocasiones, las circunstancias o tareas que se tienen que hacer se te vendrán a la mente mientras estás en silencio. Añadirlos a una lista de gente y cosas por las que se deben orar los moverá en tu consciencia y mantendrá tu corazón y mente abiertos. Lee tu diario periódicamente (en intervalos mensuales o trimestrales) para darte alguna revisión en tu jornada. Serás fortalecido por el progreso que haces, por algunas respuestas que han venido en oración. Probablemente también verás que algunas de las preocupaciones que estaban encima como sombra sobre ti no eran tan temerarias después de todo. Y habrá áreas de tu estilo de vida por las cuales necesitarás dedicar diligencia adicional y oración. 10 Los tiempos de meditación (incluyendo el uso de tu diario) llegarán a ser tiempos de reflexión en los que tu vida principiará a ser vista en su propia perspectiva. ORACIÓN “La oración es el movimiento de Dios a la humanidad y de la humanidad a Dios, el acto del encuentro.” En un sentido, todo lo que has estado haciendo en el tiempo de oración diaria es orar. La invocación, la lectura de ambas escrituras y las selecciones, la meditación en silencio y el escribir han sido “actos de encuentro.” Se da tiempo ahora para que converses con Dios de la manera más significativa para ti. Mientras lees a través del libro, descubrirás muchas formas de oración. Estas se mueven de petición e intercesión a adoración y contemplación. Hay oraciones reunidas en palabras, ya sean tuyas o aquellas de otro, y hay una clase de oración que está más allá de las palabras. Hay oraciones que no tienen intención excepto estar en contacto con Dios y escuchar cualquier cosa que él quiera decir. Hay oraciones que buscan respuestas específicas tales como aquellas por el bienestar de un hijo o la recuperación de un padre anciano. No es que una de estas maneras de orar es mejor que la otra. Es mucho más posible que cada una de las formas debe llegar a ser alguna parte de tu orar. Al principio el asunto importante es orar de la manera como sabes orar. Como alguien dijo, “Ora como puedes, no como no puedes.” Cree que Dios te dirigirá en el camino de la oración y te enseñará a orar como debes. Un pequeño párrafo de dirección se da para cada semana que debe usarse como guiarza en aprender a usar las diferentes formas de oración. Trata de orar una parte del tiempo de oración en la dirección que está indicada. Como se notó con la lectura de la escritura, nada es más importante que ser consistente. Un tiempo específico y un lugar particular, como se discutirá más adelante, se demostrarán ayudas invaluables al sentido que “el acto del encuentro” verdaderamente sucede para ti. HIMNO Cada selección de lecturas incluye el texto de un himno antiguo y familiar. Estos se pueden cantar u orar. BENDICIÓN Se incluye una oración que te ayude a reconocer que eres un ciudadano de dos mundos y que ahora tienes que ir y venir entre ellos. Así que necesitarás su presencia contigo mientras te mueves a lo externo para vivir tu vida cotidiana. CONCLUSION El uso regular de este libro te ofrecerá alguna estructura, esperamos, algún discernimiento para buscar el establecer o el fortalecer el proceso a través del cual le das atención a la vida interior. Esta espiritualidad no es una parte o una de tus piezas; mas bien, subraya la fábrica de todo lo que tú eres. Encontrarás que esa diligencia en esta parte de tu vida puede 11 y traerá salidad y bienestar a todo el resto de tu vida. Será un paso significativo en tu camino a la plenitud. Seguido se dice que “la oración cambia las cosas.” Probablemente el primero y el más obvio de los cambios es traido al corazón de aquel que ora. Si estás dispuesto a comprometerte a esta jornada a la luz del cambio real; si bajo el vínculo de la fidelidad te sometes a ti mismo a las disciplinas que la vida interna requiere para este año, vendrás a un nuevo conocimiento de Dios y su poder transformador que opera en ti. 12 SECCION UNA disciplinas para la jornada interna La primera sección de este libro está dedicada a algunas áreas a las que se tienen que dar atención para proveer el fundamento de nuestra continua formación espiritual. Los tópicos para las semanas iniciales fueron seleccionados para ayudar a los lectores a despertar el conocimiento de su propia espiritualidad—lo interno de los asuntos que controlan y dan significado a la vida. Todos hemos tenido tiempos cuando no había nada en particular diferente que está sucediendo en las circunstancias externas de nuestro diario vivir sino durante los cuales, sin embargo, poseíamos una marcada calma y felicidad. Y también podemos recordar tales ocasiones como las vacaciones cuando deberíamos haber estado en paz pero en realidad estábamos en un torbellino. El reconocimiento de que la vida de uno tiene la intención de que se viva desde adentro hacia afuera es un punto importante en nuestra jornada espiritual. En una sociedad que pone grande énfasis sobre las apariencias externas, las etiquetas y los símbolos del éxito requerirá una concentración consagrada de nuestra parte para liberarnos a nosotros mismos de esta vida altamente tocada en la circunferencia. Las semanas de en medio de esta sección tratan con las diferentes clases de oración como maneras de vivir en el conocimiento de la presencia de Dios en el centro de la vida. Adroación, confesión, petición, intercesión y meditación son todas facetas o formas de oración que deben aprenderse. Gradualmente vendrás a explorar y hacer cada una de ellas una parte de nuestra vida efectiva y personal de oración. Y ellas a su vez nos ayudarán en hacer la experiencia de la oración llevarnos a todas nuestras actividades cotidianas. Las semanas que concluyen la sección son consideraciones de algunas ayudas prácticas y concretas para edificar este santuario interno. El estudio, la lectura de la Biblia, escribir un diario, desarrollar una amistad espiritual y ayunar son algunas de las maneras probadas y verdaderas de dar atención a la formación espiritual que practicaremos. Toma tiempo para leer y orar a través de esta sección. Hay diecinueve divisiones semanales pero cada lector tiene que viajar a su propio paso. Si te parece que debes permanecer en algún punto hasta que te sientas en casa allí, ciertamente haz eso. No es fácil quebrar los patrones de nuestra pasada manera de vivir. Persiste, porque es una jornada muy recompensadora. 13 1. Experiencias Auténticas INVOCACION Dios Eterno, tú has sido la esperanza y el gozo de muchas generaciones, y el que en todas las épocas has dado a los hombres el poder para buscarte, y en buscarte, encontrarte, concédeme, te imploro, una visión más clara de tu verdad, una fe más grande en tu poder, y una confianza más segura de tu amor. Amén. John Baillie en A Diary of Private Prayer SALMO 46 ESCRITURA DIARIA Lunes 2 Corintios 12:7-10 Martes Génesis 32:22-31 Miércoles Filipenses 3:7-12 Jueves Juan 4:1-26 Viernes 1 Corintios 2:6-16 SábadoJeremías 17:5-10 Domingo Job 42:1-6 SELECCIONES PARA MEDITACION MEDITACION PERSONAL ORACION Que tu oración esta semana sea por un verdadero sentido de ser escuchado. No ores particularmente por sentimientos o por respuestas específicas. Al contrario, ora por una quieta confianza de que estás conversando con tu Padre celestial. HIMNO “Yo Sé en Quién He Creído” 1 No sé porqué con todo amor Su gracia reveló; Pues siendo un triste pecador, Jesús me redimió. Coro Mas yo sé en quién he creído Y estoy seguro que es poderoso, De guardar lo que le he confiado, Hasta aquel día final. 14 2 No sé porqué su grande fe Me quiso impartir, Y así creyendo en su poder Pudiera yo vivir. 3 No sé porqué la convicción Conmueve el corazón; Por qué en humilde contrición Se obtiene salvación. 4 Lo que el mañana me dará No lograré saber; Si dicha o paz me rodeará O quieto moriré. D. W. Whittle. Traductor : H. T. Reza (Gracia y Devoción, #234) BENDICION Padre celestial: Déjame ver tu gloria, aunque sea desde la hendidura en la roca y debajo de la protección de tu mano que me cubre, cualquiera que sea el costo que tenga que pagar, perder amigos o bienes o largura de días, déjame conocerte tal y cómo eres tú, para que pueda adorarte como debo. A través de Jesucristo nuestro Señor. Amén. —A. W. Tozer en The Knowledge of the Holy SELECCIONES PARA MEDITACION El es el único que puede decirnos la razón de nuestra existencia, nuestro lugar en el mapa de las cosas, nuestra verdadera identidad. Es una identidad que no podemos descubrir por nosotros mismos, que otros no pueden descubrir en nosotros--el misterio de quiénes somos realmente. Cuánto hemos corrido alrededor del mundo buscando respuestas a esta adivinanza, mirado en los ojos de otros en búsqueda de alguna pista, de alguna insinuación, cazado en los múltiples mundos del placer y la experiencia y la autosatisfacción por alguna chispa, alguna revelación, alguna sabiduría, alguna autoridad que nos diga nuestro nombre verdadero y nuestro verdadero destino. Pero hubo, y hay, sólo Uno que nos puede decir ésto: el Señor mismo. Y él quiere decirnos, él nos hizo para conocer nuestra razón de ser y para ser dirigidos por ello. Pero es un secreto que nos confiará sólo cuando lo pidamos, y sólo a su propia manera y en su propio tiempo. El nos lo dirá suavemente, pero no en el apuro alocado y la fiebre de nuestros empujes y de nuestra fiera determinación de ser alguien, sino cuando estemos contentos a descansar en él, de ponernos bajo su protección, en sus manos. Lo más agradable de todo es, que el secreto se nos dirá lenta y dulcemente, cuando estemos dispuestos a gastar tiempo con él: tiempo con él que está más allá de todo tiempo. —De Clinging--The Experience of Prayer por Emilie Griffin 15 Al reducir todo lo que hacemos a alguna clase de medios para un fin, imponemos sobre nosotros mismos una camisa de fuerza de rigidez y convencionalidad. Tristemente, no nos damos cuenta de ésto sino hasta que en algún punto u otro rompemos con la camisa de fuerza. En ese mismo momento refregué mis ojos en asombro y me dí cuenta que había estado muerto, que la manera en que había actuado hacia otra gente era hueca, vacía de todo lo genuino, profundo, auténtico. Había estado usando máscaras, jugando papeles, haciendo los movimientos. Pensaba que podía manejar esta entrevista de televisión de la misma manera que estaba acostumbrado a hacer otras cosas--como si marcara una lista. De hecho, había pensado que podía evitar el riezgo de hablar de mí misma. Pero no se me había ocurrido que al no hablar de mí misma me haría hacer algo peor--decir algo que tuviera substancia. Pensaba que podía hablar de la religión y de la teología. Pero una de las cosas extrañas sobre el lenguaje de la religión y la teología es que no deja ser usado. La razón de ésto es bastante clara. No es algo neutral, una mera instrumentalidad. Cuando usamos ese lenguaje sólo por usarlo, el resultado es un sin sentido, una comunicación enmarañada. El lenguaje de la religión es el vehículo de la experiencia colectiva y es significativa sólo cuando habla de la experiencia y se dirige a la experiencia. —De Death by Bread Alone por Dorothee Soelle Nuestra situación, dicen los Padres Griegos, es como aquella de la gente israelita en el desierto de Sinaí: vivimos en tiendas, no en casas, porque espiritualmente siempre estamos en movimiento. Estamos en una peregrinación a través del espacio interior del corazón, una peregrinación que no se mide por las horas de nuestros relojes o los días del calendario, porque es una peregrinación fuera del tiempo hacia la eternidad. . . . El cristianismo es más que una teoría sobre el universo, más que una enseñanza escrita en papel; es un sendero en el que peregrinamos--en el sentido más profundo y más rico, el camino de la vida. Hay un solo medio de descubrir la verdadera naturaleza del cristianismo. Tenemos que entrar en este sendero, consagrarnos a este camino de vida, y entonces podemos principiar a ver por nosotros mismos. Mientras permanezcamos afuera, no podemos entender propiamente. Ciertamente necesitamos que se nos dé direcciones antes de que principiemos; necesitamos que se nos diga qué señales debemos de buscar, y necesitamos tener compañeros. De hecho, sin guianza de otros difícilmente podemos iniciar la jornada. Pero las direcciones de otros jamás podrán darnos lo que el camino es en realidad; no pueden ser un sustituto para la experiencia directa y personal. Cada uno es llamado a verificar por sí mismo lo que se nos ha enseñado, a cada uno se le requiere que vuelva a vivir la Tradición que ha recibido. “El Credo” dice Metropolitan Philaret de Moscú, “no nos pertenece a menos que lo hayamos vivido”. Nadie puede viajar de mosca en esta peregrinación suprema. Nadie puede ser cristiano de segunda mano. Dios tiene hijos, pero no tiene nietos. —De The Orthodox Way por Kallistos Ware Pero hay una entrada voluntaria más amplia a la oración que la tristeza y la desesperación-el abrir nuestros pensamientos a Dios. No podemos hacerle visible, pero podemos hacernos visibles a él. Así que, abrimos nuestros pensamientos a él--lenta nuestra lengua, pero sensitivos nuestros corazones. Podemos ver más de lo que podemos decir. Los árboles están de pie como guardas del Eterno; las flores como señales de su bondad--sólo 16 “nosotros” hemos fallado en ser testimonios de su presencia, anticipos de su confianza. ¿Cómo podemos haber vivido en la sombra de la grandeza y desafiarla? El que nos importe Dios se levanta poco a poco, un pensamiento a la vez. De pronto, ya estamos allí. O ¿está él aquí, al margen de nuestras almas? Cuando principiamos a sentir un pensarlo dos veces no sea que lastimemos lo que es santo, no sea que rompamos lo que está completo, entonces descubrimos que él no es austero. Responde con amor nuestro asombro tembloroso. Arrepentidos de olvidarnos de él aún por sólo un momento, llegamos a ser participantes del gozo gentil; nos gustaría rededicarnos para siempre al desenvolvimiento de su orden final. —De Man’s Quest for God de Abraham Joshua Heschel Dije que andaba buscando las raíces del misticismo cristiano. Ahora digo con reservas que hay tres fuentes de la experiencia mística cristiana: (1) la Palabra de Dios en las sagradas escrituras, (2) los sacramentos, en particular la Eucaristía, y (3) la Palabra de Dios en la comunidad llamada iglesia. Entonces, si pides consejo práctico de cómo debes entrar a la vida mística cristiana, no te aconsejo que tomes el avión para ir a Tel Aviv y el autobús al desierto de Judea. No te digo que viajes al Cairo y luego al Sinaí o al desierto del sur de Alejandría. No te digo que te sientes en forma de loto y respires con tu abdomen. Todo ésto es bueno, muy bueno, pero al final de cuentas periférico. Al contrario, te digo: ¡Escucha la palabra! ¡Lee las Escrituras! Léelas una y otra vez con fe y amor hasta que la palabra se convierta en vida dentro de tí, penetrando las cortezas más profundas de tu inconsciente. De nuevo, ¡celebra la Eucaristía! ¡Quiebra el pan con la comunidad! Está presente al misterio de la fe y participa del pan de vida. Esto te llevará a aquel rico desierto interno del silencio y gozo en donde tu vida está escondida con Cristo en Dios. Esto te llevará a decir con Pablo: “Ya no vivo yo, mas Cristo vive en mí” (Gálatas 2:20). Esto te llevará a gritar con Jesús: “¡Abba, Padre!” De nuevo, escucha a la comunidad. Sé parte de la comunidad. Obtiene guianza de algún representante de la comunidad; lee la literatura mística que la comunidad ha producido. Nunca te aisles. Nunca salgas de paseo fuera del cuerpo. ¡Comunidad! —De Christian Mysticism Today por William Johnston Entré al Union Theological Seminary en otoño de 1954. Si alguien me hubiera dicho un año o más antes que haría tal cosa, no me hubiera sorprendido tanto como si me hubiera dicho que entrearía a la Indianápolis 500. El año anterior llegaba a ser en algún sentido cristiano, aunque realmente hubiera tenidos mis dudas ponerlo de esa manera, y encuentro que aún ahora me siento inconfortable expresarme de esa manera. “Llegar a ser cristiano” suena como un logro, como llegar a ser millonario. Pienso de ello, mas bien, y todavía lo pienso, como un golpe de suerte, un paso en la dirección correcta. Aunque crecí en una familia en donde la iglesia no jugaba ningún papel alguno, a través de una serie de eventos desde la niñez me movió, en la mayor parte sin darme cuenta de ello, más cerca al sentimiento de aquel Misterio de donde surgió la iglesia en primer lugar, hasta que, finalmente, el Misterio mismo estuvo frente a mí, y el rostro que tenía era el de Cristo. Fue poco a poco, un proceso obscuro y el resultado de ella fue que terminé siendo de tal manera movido por lo que sentía de tal manera que encontré inadecuado el mantenerlo adentro de mí mismo como un secreto, y tenía que hacer algo con ello. 17 —De Now and Then de Frederick Buechner Siempre tiene que permanecer en la vida de cada hombre algún lugar para el canto de los ángeles, algún lugar para aquello que en sí mismo es tan hermoso que quita el aliento y, por una prerrogativa inherente, empuja todo el resto de la vida a una conectividad nueva y creativa, algo que reúne en sí mismo todos los pedazos de experiencias de áreas comunes de la vida y brilla en una luz blanca brillante de belleza y sentido penentrante--luego pasa. Lo común pasa con una nueva gloria; las cargas antiguas llegan a ser más livianas; las heridas profundas y antiguas pierden mucho de su antiguo y viejo dolor. Se pone una corona sobre nuestras cabezas y el resto de nuestras vidas estamos trata ndo de crecer lo suficiente para poderla llevar. A pesar de todo lo burdo de la vida, a pesar de todo las discordias ásperas de la vida, la vida es salvada por el canto de los ángeles. —De Deep is the Hunger por Howard Thurman Alguna vez pensé, “me gustaría sentir los contornos de estos tiempos con la yema de mis dedos”. Estaba sentada en mi escritorio sin ninguna pista de qué hacer con la vida. Esto era así porque todavía no me llegaba la vida, todavía estaba sentada en mi escritorio. Y luego, de pronto, fui arrojada a uno de los muchos puntos del sufrimiento humano. Y allí, frente a los rostros de la gente, en miles de gestos, pequeños cambios de expresión, historias de la vida, de pronto pude leer nuestra era--y mucho más que nuestra era solamente. Y luego, de pronto pasó: fui capaz de sentir los contornos de estos tiempos con mis dedos. ¿Cómo es que este pedazo de tierra rodeado de alambres de púas, en el que fluyó tanto miseria humana, permanecía sin embargo inscrita en mi memoria como algo casi amoroso? ¿Cómo es que mi espíritu, lejos de sentirse oprimido, parecía brillar más y más allí? Era porque leía las señales de los tiempos y ya no me parecían sin sentido. Rodeado por mis escritores y poetas y las flores de mi escritorio amé la vida. Y allí entre las barracadas, llenos de gente a quienes se cazaba y se les perseguía, encontré confirmación de mi amor por la vida. La vida en aquellas barracas sombrías no era otra que la vida en este cuarto protegido y pacífico. En ningún momento fui cortada de la vida que había dicho que había dejado atrás. Había un total grande y significativo simplemente. ¿Seré capaz de describir todo aquello algún día? ¿De tal manera que otros puedan sentir también qué tan amable y digno es vivir y qué justa --sí, justa--la vida realmente es? —De An Interrupted Life por Etty Hillesum 18 2. Entrando al interior INVOCACION Oh Dios, en todas las edades tú te has impartido al hombre y encendido el fuego de la fe en su corazón, concédeme la fe que viene de la búsqueda. Limpia mi vida de todo lo que niega y aplasta la fe, y llénala con la pureza y honestidad que la alimenta. Límpiame del mal que hace a la incredulidad su amigo, y expúlsala lejos de mí, para que, estando dispuesto en todas las cosas para hacer tu voluntad, pueda conocer la verdad que me hará libre. A través de Jesucristo, nuestro Señor. Amén. Samuel M. Shoemaker en Daily Prayer Companion SALMO 139 ESCRITURA DIARIA Lunes Isaías 55 Martes Juan 3:1-8 Miércoles 2 Corintios 4:7-18 Jueves Mateo 15:1-20 Viernes Juan 15:1-17 SábadoEfesios 3:1-21 Domingo Mateo 11:25-30 SELECCIONES PARA MEDITACION MEDITACION PERSONAL ORACION Tus oraciones esta semana deben reconocer la realidad y profundidad de su ser interno y pedir a Dios que te encuentre allí. Que él venga para habitar en esta esfera de tus esperanzas, valores, gozos, heridas y soledad. HIMNO “Alcancé Salvación” 1 De paz inundada mi senda ya esté O cúbrala un mar de aflicción, Mi suerte cualquiera que sea, diré: Alcancé, alcancé, salvación. 19 Coro Alcancé, salvación Alcancé, alcancé, salvación. 2 Ya venga la prueba o me tiente Satán, No amengua mi fe ni mi amor; Pues Cristo comprende mis luchas, mi afán Y su sangre obrará en mi favor. 3 Feliz yo me siento al saber que Jesús, Libróme de yugo opresor, Quitó mi pecado, clavólo en la cruz, Gloria demos al buen Salvador. 4 La fe tornaráse en gran realidad Al irse la niebla veloz, Desciende Jesús con su gran majestad, ¡Aleluya! Estoy bien con mi Dios. H. G. Spafford, Traducido por Pedro Grado. BENDICION Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén. Pablo en Efesios Tres SELECCIONES PARA MEDITACION “Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público” (Mt. 6:6). El aposento también es doble, externo e interno, material y espiritual: el lugar material es de madera o piedra, el aposento espiritual es el corazón o la mente: San Teofilacto interpreta este como significando el pensamiento secreto o la visión interna. Por tanto, el aposento material permanece siempre fijo en el mismo lugar, pero el espiritual lo llevas internamente a dondequiera que vayas. En dondequiera que el hombre esté, su corazón siempre está con él, y por eso, habiendo recogido sus pensamientos dentro de su corazón, puede encerrarse y orar a Dios en secreto, ya sea que esté hablando o escuchando, ya sea que esté entre poca gente o mucha. La oración interna, si viene al espíritu de un hombre cuando está con otra gente, no demanda el uso de los labios o de libros, ningún movimiento de la lengua o sonido de la voz: y lo mismo es verdad aun cuando estás solo. Todo lo que es necesario es levantar tu mente a Dios, y descender profundo dentro de ti mismo, y esto se puede hacer en cualquier lugar. —De The Art of Prayer por Igumen Chariton of Valamo 20 Las teorías sobre la experiencia religiosa, tales como la jornada de Laing o el descenso de Jung a la profundidad de la conciencia, son meras herramientas, ayudas con las cuales probar la propia experiencia de uno. Cada paso propio es más valioso que todo el conocimiento y discernimiento de otros. Pero ¿cómo llega uno a estos pasos? Ciertamente no por esperar las experiencias. La jornada interna es un ejercicio, algo que es cultivado; requiere concentración y atención. Sobre todo, la jornada interna requiere la sinceridad más grande de la que uno sea capaz. Involucra riesgos —el riesgo de la vergüenza si no hay nada allí, el riesgo del vacío si uno no cambia como resultado, el riesgo de la propia persona —y el riesgo no es menos que aquel encontrado en el camino a otra persona. Para nosotros los modernos, quizás, el temor de ser ridículos ante nuestros propios ojos es la vergüenza más grande. —De Death by Bread Alone por Dorothe Soelle A la medida que principiamos a aprender a orar, me gustaría hacer claro que lo que significo por “aprender a orar” no es un intento de justificar o explicar ésto de una manera especulativa. Al contrario, me gustaría señalar de qué uno debe estar consciente, y qué es lo que uno puede hacer si desea orar. Como yo mismo soy un principiante, asumiré que ustedes también son principiantes, y trataremos de principiar juntos. No estoy hablando a nadie que intenta la oración mística o estados más altos de perfección, porque estas cosas se enseñan a sí mismas. Cuando Dios irrumpe a través de nosotros o cuando nosotros irrumpimos a través de Dios, en ciertas circunstancias excepcionales, ya sea porque las cosas se revelan a sí mismas de repente con una profundidad que nunca antes habíamos percibido o cuando de repente descubrimos en nosotros mismos una profundidad donde la oración mora y desde donde salimos, no hay problema en orar. Cuando estamos conscientes de Dios, estamos ante él, le adoramos, le hablamos. —De Beginning to Pray por Anthony Bloom La gente que ora, realmente ora, no habla mucho de ello. Después que hayas mirado cuidadosamente en el asunto, pudieras estar desconcertado quién está realmente orando. Pero en general, la oración es algo que está por debajo de todo. ¿Será porque la gente que ora es demasiada posesiva sobre sus experiencias para compartirlas? Al contrario, la gente que ora generalmente comparte sus experiencias generosamente. Pero en lo general no andan publicando sus vidas de oración. Quizás la energía que tendría que usarse en hablar se va a la oración mejor. Con el propósito de encontrar a una persona que ora, tienes que buscar otras pistas: caridad, buen temperamento, paciencia, una justa habilidad para manejar el estrés, resonancia, apertura a otros. Lo que pasa a la gente que ora es que su vida interna gradualmente invade su vida externa. Esto no quiere decir que son menos activos. Ellos pueden ser abogados, doctores, hombres de negocios competentes. Pero sus corazones están en la vida interna y son movidos por eso. —De Clinging—The Experiencia of Prayer por Emilie Griffin Cuando san Pablo describió nuestra naturaleza humana misteriosa como “Templo del Espíritu Santo”— una morada creada o un santuario de la Vida Divina no creada e invisible — estaba declarando en los términos más fuertes posibles un punto de vista de nuestro estatus, nuestra relación con Dios, que siempre ha estado presente en el cristianismo; y en 21 realidad implícita en el punto de vista cristiano de la Realidad. Pero esa declaración como está parece demasiado fuerte para la mayoría de nosotros. No nos sentimos para nada como templos del Amor Creativo. Estamos más tranquilos con santa Teresa, cuando ella describe el alma como un “castillo interior”—una mansión con muchos cuartos, con varios pisos y apartamentos desde el sótano para arriba; no todos dedicados a usos exaltados, no siempre en un estado satisfactorio. Y cuando, de una manera más cotidiana habla de su propia vida espiritual como “llegar a ser sólida como una casa,” finalmente podemos entender algo. La casa del alma, esa morada interior que todos poseemos, para el cual todos somos responsables en mantenerla bien —un lugar en donde podemos encontrar a Dios, o de donde en un cierto sentido podemos excluir a Dios —esa no es una idea demasiado grande para nosotros. Aunque ninguna imagen sacada de la vida del sentido alguna vez pueda ser adecuada a los extraños y delicados contactos, tensiones, demandas y bendiciones de la vida que está más allá del sentido: aunque la parte importante de cada parábola es aquello que falla en expresarlo: todavía así, aquí tenemos una concepción que se puede hacer que cubra muchas de las verdades que gobiernan la vida interior de oración. —De The House of the Soul and Concerning the Inner Life por Evelyn Underhill Sin embargo es dificultoso escribir o hablar del Espíritu Santo. Titubeamos en reclamar al Espíritu como “nuestro” a pesar de sentirnos tranquilos al orar Padre “nuestro”, Señor “nuestro”, “mi” Jesús. Existe una reserva, una humildad, un mutismo ante el Espíritu. Quizás es el adjetivo “Santo” prefijado al Espíritu que nos hace titubear en decir “nuestro” Espíritu Santo, “mi” Espíritu Santo. Decir “Padre” o “Hijo” es hablar en términos de imágenes definidas, claras, humanas y correlativas a tener alguna referencia tangible. El Espíritu no se entrega a sí mismo a tales categorías humanas tangibles, ni a descripciones o definiciones. Nuestro vocabulario, nuestro lenguaje, aun nuestra teología oscure al Espíritu y esconde más de lo que revela. La luz no se puede poner en un candelero o el oceano en un balde. Es el Espíritu que da vida a la palabra; la palabra en sí misma seguido es mortal. El Espíritu es elusivo, sin obstrucciones, tan imperceptible como el tiempo y las sazones, el crecimiento y la edad. Sin embargo, el hombre tiene un profundo sentido del Espíritu por el aliento de su vida, el pulso de su corazón, el removerse de su conciencia, la intranquilidad de su alma. En esto, el hombre moderno no está lejos del hombre primitivo. La soledad, el silencio, las tinieblas, el sueño y la muerte nos tocan tan profundamente como para permitirnos el olvidarnos el misterio de lo absoluto. Qué tan intuitivo el hombre antiguo fue en sentir que el Espíritu estaba en todas las cosas. —De Surprised by the Spirit por Edward J. Farrell Cada uno de nosotros es el artista de su propia vida. Los materiales que se nos han dado para trabajar, las condiciones bajo las cuales trabajamos y lo que nos sucede, son parte del drama de lo que haremos con nuestras vidas. Pero los materiales y las condiciones y los eventos no son, en sí mismos, los factores determinantes. Si el hombre llevara o no llegará a su propio destino —el lugar que peculiarmente es de él —depende de si encuentra o no el Reino interno y escucha el llamado a la plenitud —o santidad, como otros dirían. El hombre que escucha ese llamado es escogido. No tiene que empujar por un lugar en el esquema de las cosas. El sabe que hay un lugar que es suyo y que puede vivir cerca a Aquell que se lo mostrará. La vida llega a ser su vocación. —De Journey Inward, Journey Outward por Elizabeth O’Connor 22 Meister Eckhart escribió, “Así como estás en la iglesia o celda, ese mismo cuadro mental llévalo al mundo; a sus torbellinos y su rebelión.” Dentro de nosotros todos hay un santuario interno sorprendente del alma, un lugar santo, un Centro Divino, una Voz que habla, al cual continuamente regresamos. La eternidad está en nuestros corazones, presionando sobre nuestras vidas hechas pedazos por el tiempo, calentándonos con insinuaciones de un destino asombroso, llamándonos a casa a Sí mismo. —De A Testament of Devotions por Thomas R. Kelly No hay “meros” hombres. El esplendor moral viene con el don de la vida. Cada persona tiene dentro de sí mismo una vasta potencialidad para identificación, dedicación, sacrificio y mutualidad. Cada persona tiene fuerzas ilimitadas para sentir la unidad humana y actuar encima de ella. La tragedia de la vida no es el hecho de la muerte sino en que nos muramos internamente mientras vivimos. —De Human Options por Norman Cousins Es tarde en la tarde. Estamos solos, quizás por primera vez desde que despertamos. Pedazitos y piezas del día asaetean nuestra conciencia. Pequeños deseos y temores del mañana nos dispersan aun más. Entre más corre a través de nuestras mentes, más complida y ansiosa nos parece la vida. Quizás la TV nos ayudará a calmarnos —o el periódico —o algún trabajo —o el sexo —o una gran cena. Tal parece que menos nos come entonces. La vida se detiene por un momento. Nos sentimos en control de nuevo —estamos “haciendo” algo —cualquier cosa. El efecto después del hacer nos deja menos ansiosos, pero más drogados. Hemos intercambiado una ansiedad que nos comía por una sensibilidad adormecida. Quizás, a lo menos, ahora podemos dormir. Lo hacemos, en la superficie. Pero no internamente. Nuestros sueños se ven atribulados. Fragmentos de la vida vuelan alrededor y alrededor sin un centro. Nos levantamos cansados, y luchamos otra vez otra vuelta. Tú y yo compartir una “vida abajo.” Generalmente es soportable; inclusive parece “normal”, por el puro hábito. En ocasiones inclusive parece alegre. Pero no satisface. Hemos crecido para mucho más que eso. Cuando esto llega a ser muy claro, cuando todas las vueltas del día se sienten más cansadas, nos escuchamos a nosotros mismos llorando con el lamento del salmista: ¿Hasta cuándo, Jehová? ¿Me olvidarás para siempre? ¿Hasta cuándo esconderás tu rostro de mí? (Sal. 13:1) ¿Hasta cuándo tengo que vagar a través de esta densa jungla todo golpeado y ciego antes que aparezca alguna claridad? —De Living Simply Through the Day por Tilden H. Edwards Conocerse a uno mismo es un elemento vital en la oración. Porque toda oración principia con cuestionarse, con una búsqueda de sentido e identidad, con hambre. San Bernardo llama al conocimiento de uno mismo “el conocimiento más alto, el mejor, el que nos trae más cerca de Dios, el conocimiento de nosotros mismos.” O en las palabras de Juan Taulero (1300 —61): 23 Te diré el camino más corto, el más directo: entra a tus propias profundidades, encuentra lo que más estorba tu propio progreso y te detiene. Retírate dentro de ti mismo, porque el Reino de Dios está dentro de ti. . . Regresa a ti mismo, entra a ti mismo, con el conocimiento de lo que tú eres. —De True Prayer por Kenneth Leech 3. Dirigiéndose a Dios INVOCACION Oh Señor de las Huestes, tú solo eres Señor. Tú has hecho los cielos y la tierra y todas las cosas vivientes que habitan allí. Tu mano es el alma de toda cosa viviente. Vendré delante de ti con adoración y honor este día. En el nombre de Cristo oro. Amén. SALMO 84 ESCRITURA DIARIA Lunes Lucas 10:25-28 Martes Mateo 6:1-4 Miércoles Exodo 20:1-17 Jueves Juan 1:1-18 Viernes Proverbios 8:22-36 SábadoRomanos 5:1-11 Domingo Lucas 18:9-14 SELECCIONES PARA MEDITACION MEDITACION PERSONAL ORACION Permite que a lo menos el principio de tu tiempo de oración esta semana sea gastado en recordar la maravilla de Dios en cuya presencia vienes. HIMNO “Dios, Nuestro Apoyo” 1 Dios, nuestro apoyo en los pasados siglos, Nuestra esperanza en años venideros, Nuestro refugio en hórrida tormenta, Y nuestro hogar eterno. 2 Bajo la sombra de tu excelso trono En dulce paz tus santos residieron. Tu brazo solo a defendernos basta, Y nuestro amparo es cierto. 24 3 En nuestra vida toda y en la muerte En tu promesa nuestra fe ponemos; Y nuestros hijos cantarán gozosos, Cuando hayamos ya muerto. 4 Dios, nuestro apoyo en los pasados siglos, Nuestra esperanza en años venideros, Sé tú nuestra defensa en esta vida, Y nuestro hogar eterno. Isaac Watts, —J. Mora, Traductor BENDICION Padre, tú vistes el cielo con luz y las profundidades del oceano con tinieblas. Tú obras maravillas entre los hijos de los hombres. Dame ojos para ver tus obras este día. Amén. SELECCIONES PARA MEDITACION Pensemos de nuestras oraciones, las tuyas y las mías; pensemos del calor, la profundidad e intensidad de tu oración cuando tiene que ver con alguien a quien amas o alguna cosa que es importante para tu vida. Entonces tu corazón está abierto, todo tu ser interno está recogido en oración. ¿Significa que te importa Dios? No, no te importa. Simplemente significa que el asunto de tu oración es importante para ti. Porque cuando has hecho tu oración apasionada, profunda e intensa con respecto a la persona que amas o la situación que te preocupa, y luego sigues con el siguiente asunto, el cual no te importa tanto—si de pronto te vuelves frío, ¿qué ha cambiado? ¿Se ha vuelto Dios frío? ¿Se ha ido? No, significa que toda esa actividad, toda esa intensidad en tus oraciones no había nacido de la presencia de Dios, de tu fe en él, de tu anhelo por él, de tu estar consciente de él; no nació de nada sino de tu preocupación por él o ella o ello, no de Dios. —De Beginning to Pray por Anthony Bloom Lo que es decisivo no es la experiencia mística de nuestro ser cerca de él; decisivo no son nuestros “sentimientos” sino nuestra “seguridad” de que él está cerca de nosotros —aunque aun su presencia esté velada y más allá del alcance de nuestra emoción. Nuestra emoción no es decisiva sino nuestra “convicción.” Si hace falta tal convicción, si la presencia de Dios es un mito, entonces la oración a Dios es un engaño. Si Dios es incapaz de escucharnos, entonces nosotros estamos locos en hablarle. La verdadera fuente de la oración, dijimos arriba, no es una emoción sino un discernimiento. Es el discernimiento al misterio de la realidad, “el sentido de lo inefable,” que nos capacita a orar. Mientras rehusemos tomar nota de lo que está más allá de nuestra vista, más allá de nuestra razón; mientras estemos ciegos al misterio del ser, el camino a la oración nos está cerrado. Si la salida del sol no es sino una rutina diaria de la naturaleza, no hay razón para decir, “En misericordia tú das luz a la tierra y a aquellos que habitan en ella. . . constantemente todos los días.” Si el pan no es sino harina humedecida, levada, 25 horneada y luego sacada del horno, no tiene sentido decir, “Bendito eres tú. . . que de la tierra sacas pan.” El camino a la oración pasa a través de los “actos de maravilla” y “asombro radical”. La ilusión de la inteligibilidad total, la indiferencia al misterio que está por todas partes, la necedad de la autoconfianza última son serios obstáculos del camino. En los momentos de ser enfrentados con el misterio de vivir y morir, de conocer e ignorar, de amar y de ser incapaces de amar—es que oramos, es que “nos dirigimos nosotros mismos a Aquel que está más allá del misterio.” —De Man´s Quest for God de Abraham Joshua Heschel Un drama de preparatoria es mucho más pulido que este servicio que hemos estado ensayando desde el primer año. En dos mil años, no hemos trabajado los ángulos. Positivamente los glorificamos. Semana tras semana el mismo milagro; que Dios es tan poderoso que puede acallar su propia risa. Semana tras semana, testificamos el mismo milagro; que Dios, por razones insondables, se refrena de acabar con nuestra danza de osos. Semana tras semana Cristo lava los pies sucios de los discípulos, maniobra los mismos dedos de ellos, y repite, Está bien—créelo o no—ser pueblo. ¿Quién lo puede creer? —De Teaching a Stone to Talk por Annie Dillard Ahora, este principio general tiene su aplicación especial a la oración. Nada puede ser más intensamente individual que las oraciones de la Biblia. Nadie trata de tener comunión con Dios en la forma de alguien más. Algunos oran arrodillados, como Pablo (Hechos 20:36); algunos de pie, como Jeremías (Jer. 18:20); algunos sentados, como David (2 Sam. 7:18); algunos postrados, como Jesús (Mt. 26:39). Algunos oran en silencio, como Ana (1 Sam. 1:13); algunos en voz alta, como Ezequiel (Ez. 11:13). Algunos oran en el templo (2 Reyes 19:14); algunos en su cama (Sal. 63:6); en los campos (Gn. 24:11, 12); en las colinas (Gn. 28:18-20); en el campo de guerra (1 Sam. 7:5); al lado de los ríos (Hechos 16:13); en las playas (Hechos 21:5); en la privacidad de su aposento (Mt. 6:6). Además, toda clase de temperamentos se encuentran en la oración; líderes prácticos como Nehemías, que en el silencio del espíritu busca la ayuda de Dios antes de hablar con el rey (Neh. 1:3, 5); poetas como el escritor del salmo veintitres, que aman la comunión con Dios; hombres de melancolía como Jeremías, “¿Has rechazado enteramente a Judá? ¿Ha aborrecido tu alma a Sion?” (Jer. 14:19); y hombres de espíritu radiante como Isaías, “mi fortaleza y mi canción es JAH Jehová, quien ha sido salvación para mí” (Is. 12:2). Hay muchas formas diferentes de orar como hay muchos individuos diferentes. Considera la oración de san Agustín: “Que mi alma tome refugio bajo la sombra de tus alas, del amontonamiento turbulento de los pensamientos mundanos; que mi corazón, este mar de olas inquietas, encuentre paz en ti, oh Dios.” Y luego, en contraste considera la oración del Señor Ashley, antes de que atacara en la batalla de Edge Hill: “Oh Señor, tú sabes qué tan ocupado tengo que estar este día. Si me olvido de ti, tú no me olvides.” Necesitamos siempre recordar, por tanto, que no hay un molde de oración en el que la comunión con Dios tiene que correr. Que cada hombre ore de la mejor manera que pueda. —De The Meaning of Prayer por Harry Emerson Fosdick 26 Cuando terminé, habló tentativamente, luego, llevado por la importancia de su asunto, con más pasión. “¿Cómo puedes ponerte a ti mismo al punto de decir ‘Dios’ una y otra vez? ¿Cómo puedes esperar que tus lectores tomen la palabra en el sentido en que tú deseas que se tome?” . . . Los ojos gentiles se encendieron. La voz misma chispeaba. Luego nos sentamos en silencio por unos momentos frente a frente. El cuarto estaba en el fluir de la brillantez de la mañana temprana. Me parecía como si el poder de la luz me penetraba. Lo que ahora respondo, no lo puedo reproducir, sino sólamente indicar. “Sí”, dije, “es la más cargada de todas las palabras humanas. Ninguna ha sido tan más enlodada, tan mutilada. Pero no puedo abandonarla sólo por esta razón. Generaciones de hombres han puesto la carga de sus ansiosas vidas sobre esta palabra y la han bajado hasta el suelo; está en el polvo y lleva toda la carga. Las razas de los hombres con sus divisiones religiosas han hecho pedazos la palabra; ellos han matado por ella y muerto por ella, y lleva las huellas de los dedos y su sangre. ¡Dónde puedo encontrar una palabra como ella para describir lo más Alto! Si tomara el concepto más puro, más burbujeante de los tesoros de la recámara más interna de los filósofos, sólo podría capturar con ella un producto del pensamiento que no compromete. No podría capturar la presencia de Aquel a quien las generaciones de los hombres han honrado y degradado con sus asombrosas vidas y muertes. Quiero decir aquel que las generaciones atormentadas por el infierno y las que asaltan al cielo de los hombres quieren decir. Ciertamente, ellos dibujan caricaturas y escriben ‘Dios’ abajo; ellos se asesinan unos a otros y dicen ‘en el nombre de Dios.’ Pero cuando toda la locura e ilusión caen al polvo, cuando están en contra de él en las tinieblas más solitarias y ya no dicen ‘él, él’ sino más bien ‘tú’, gritan ‘tú’, todos ellos una palabra, y cuando luego añaden ‘Dios’, ¿no es el Dios real a quien ellos imploran, al Dios Viviente, al Dios de los hijos de los hombres? ¿No es él quien les escucha? Y sólo por esta razón ¿no es ‘Dios’ la palabra de apelación, la palabra que ha llegado a ser un nombre, consagrado en todas las lenguas humanas de todos los tiempos? Tenemos que estimar a aquellos que la contradicen porque se rebelan en contra de la injusticia y heridas que fácilmente son refieren a ‘Dios’ para autorización. Pero no podemos abandonarla. ¡Qué comprensible es que algunos sugieran que permanezcamos en silencio sobre las ‘últimas cosas’ por un tiempo con el propósito de que las palabras malusadas puedan ser redimidas! Pero ellas no se redimen así. No podemos limpiar la palabra ‘Dios’ y no podemos perfeccionarla; pero, inmunda y mutilada como está, podemos levantarla del suelo y colocarla por encima en una hora de preocupación.” —De Meetings por Martin Buber Jesús nos enseña a acercarnos a Dios como “Padre”. En el Antiguo Testamento a Dios no se le habla seguido como “Padre”: de hecho, sólo hay catorce lugares donde ocurre. Ellas se refieren a Dios como el Creador con una relación singular a Israel su primogénito (Dt. 14:1). En los profetas, se hace un agudo contraste entre la paternidad de Dios y la infidelidad humana. Pero es toda la comunidad que invoca a Dios de esta manera. No hay evidencia que ninguno en el judaísmo se dirigiera a Dios como “mi Padre”. Sin embargo, es precisamente lo que Jesús hizo en todas sus oraciones—algunas veintiun veces. Además, encontramos la palabra Padre en la boca de Jesús usada para Dios unas ciento setenta veces en los Evangelios. Sólo hay una oración de Jesús, el grito de desesperación desde la cruz, en la que hace falta “mi Padre”. También, Jesús usa la palabra aramea 27 “Abba.” Así en el Getsemaní ora: “Abba, Padre, todas las cosas son posibles para ti; quita de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad sino la tuya” (Marcos 14:36). “Abba” era una forma muy familiar de invocar, más como “Papito”, una forma infantil. En los Evangelios, entonces, “Padre” es la descripción de Dios. Jesús claramente está animando una relación con Dios que esté marcada por la semejanza a los niños. —De True Prayer por Kenneth Leech A menos que encontremos el nombre correcto para Dios, no tenemos acceso libre, real, gozoso y abierto a él. Mientras tengamos que llamar a Dios con términos generales como “El Todopoderoso”, “El Señor Dios”, mientras que tengamos que poner “el” antes de la palabra para hacerla anónima, para hacerla un término genérico, no podemos usarla como un nombre personal. Pero hay momentos cuando los escritores sagrados, por ejemplo, explotan con algo que tiene la calidad de un sobrenombre, algo que nadie más podría posiblemente decir, que está en el límite de lo posible e imposible, que es hecho posible sólo porque hay una relación. Recuerda el salmo en el que, después de formas restringidas de expresión, de repente David explota, “¡Tú, Gozo mío!” Ese es el momento cuando todo el salmo vibra. Diciendo “Oh tú nuestro Señor,” “Oh, tú eres el Todopoderoso” y cosas semejantes, estaba declarando a Dios hechos sobre él, pero cuando irrumpe y dice “Oh Tú, ¡Gozo mío!” es otra cosa completamente diferente. Y cuando podemos decir a Dios, “Oh tú, ¡Gozo mío!” o cuando puedes decir “¡Oh tú, el dolor de mi vida, oh tú que estás en medio como una tormenta, como un problema, como una piedra de tropiezo!” o cuando podemos dirigirnos a él con violencia, entonces hemos establecido una relación de oración. —De Beginning to Pray por Anthony Bloom 28 4. Disciplina INVOCACION Oh eterno Dios, santifica mi cuerpo y alma, mis pensamientos y mis intenciones, mis palabras y acciones, para que cualquier cosa que piense, o hable, o haga pueda estar diseñada para la gloria de tu nombre, y con tus bendiciones puedan ser efectivas en tu obra. A través de Jesucristo nuestro Señor. Amén. Jeremy Taylor SALMO 26 ESCRITURA DIARIA Lunes Juan 3:25-36 Martes Lucas 12:35-48 Miércoles Mateo 25:14-30 Jueves Romanos 12:1-2 Viernes Lucas 2:41-49 SábadoDeuteronomio 27:1-8 Domingo 1 Tesalonicenses 4:1-12 SELECCIONES PARA MEDITACION MEDITACION PERSONAL ORACION Que tus oraciones esta semana te lleven más allá de tus rodillas inclinadas y espíritu reverente a los escogimientos determinativos de tu vida cotidiana. Que traiga tu voluntad a enfrentar todas las cosas que te alejan de servir a Dios. HIMNO “La Voluntad de Dios” 1 Mi voluntad la he rendido Y pertenezco sólo a Ti Humildemente yo te pido “Tu voluntad se haga en mí.” 2 Estoy hastiado de mi culpa, Y sólo tú perdonarás. No puedo darte otra disculpa, A Ti me acerco nada más. 3 Tu voluntad, Oh Rey precioso, Rendido quiero aceptar. El Santo Espíritu, de gozo 29 Mi alma quiera inundar. 4 Contigo siempre, Dios amado, Mi pie seguro estará. ¿Quién, de tu amor ilimitado Podrá mi vida separar? Coro Oh, dulce Bien, A Ti me entrego, Tu voluntad hoy haz en mí. Oh, Dios bendito, Mi ser contrito, Consagro solamente a Ti. Mrs. C. M. Morris—traducido por H. T. Reza BENDICION Señor, permite que mi vida sea ordenada, regular, templada; no permitas que el orgullo o la autobúsqueda, ni la codicia o venganza, que ni los fines pequeños y las imaginaciones bajas contaminen mi espíritu y desantifiquen mis palabras y acciones. Permite que mi cuerpo sea un siervo de mi espíritu y tanto cuerpo como espíritu sean siervos de Jesús, haciendo todas las cosas para tu gloria aquí. Amén. Jeremy Taylor SELECCIONES PARA MEDITACION “Por tanto, velad.” Porque la vida en el tiempo no es un tropezar de una epifanía en éxtasis a otra. La tarea enorme es mantener tus ojos abiertos, tu mecha bien cortadita, tu lámpara llena, tu pólvora seca. Aun cuando el esposo se tarda. Aun cuando el cielo cae en el lago y el lago mismo es tragado por alguna cañería del tiempo que se vuelve nada. Aun cuando todo se aplasta hasta la trivialidad. O el grito de la medianoche, “¡He aquí, el esposo viene!” te agarrará dormido, tú lámpara tirada, el aceite regado. Y entonces es mejor que nunca hubieras nacido. El momento que estás esperando, el fin para el cual fuistes hecho—tu tiempo—vuela sin ti. En lugar de ir a encontrarte con el esposo, glorioso e infinitamente deseable, tú andas en el pueblo negociando con los vendedores de aceite. La vida misma te ha pasado. La luz muere. El lago se da la vuelta, cierra la puerta. Se va. Ya no te conoce más. No hay dos caminos al respecto. Tú tienes tus ojos abiertos o no los tienes. Estás vigilando a la medianoche o no lo estás. Tú estás listo cuando viene volando hacia ti, cortando rápidamente sobre la superficie del tiempo. Las preocupaciones de este mundo no son excusa. Ningún padre, madre, esposa, ni hijos. No sepelios ni nacimientos ni bodas. Ninguna fórmula fija, reflegando la taza del baño, tirando píldoras o prosa. Cualquier cosa que la gran empresa humana tenga actualmente, el punto es vigilar. Todo el resto es añadidura. Buscar el reino es el ingrediente esencial. Mantén tus ojos abiertos o sería mejor que estuvieras muerto. Ya lo estás. —De And the Trees Clap Their Hands por Virginia Stem Owens 30 5. Deseo INVOCACION Señor, no sé que pedirte; sólo tú sabes qué necesito. Simplemente me presento a mí mismo a ti; abro mi corazón a ti. No tengo otro deseo que lograr tu voluntad. Enséñame a orar. Amén. Francois Fenelon en Little Book of Prayers SALMO 1 ESCRITURA DIARIA Lunes Filipenses 3:7-11 Martes Salmos 63:1-8 Miércoles Lucas 9:46-50 Jueves Juan 9:46-50 Viernes 1 Pedro 2:1-10 SábadoRomanos 8:18-25 Domingo Juan 7:37-44 SELECCIONES PARA MEDITACION MEDITACION PERSONAL ORACION HIMNO BENDICION SELECCIONES PARA MEDITACION 31 6. Retiro INVOCACION Me detengo, Padre, para tener comunión contigo. Ayúdame a estarme quieto y a conocer que tú eres Dios. Calma mientras tanto cualquier músculo o nervio tenso o emociones hechas pedazos. Permíteme estar relajado en cuerpo y calmado en espíritu para que pueda responder más a tu presencia. Me detengo, Padre, para tener comunión contigo . . . Amén. Roy E. Dickerson en Daily Prayer Companion SALMO 91 ESCRITURA DIARIA Lunes Lucas 5:12-16 Martes Mateo 4:1-11 Miércoles Eclesiastés 3:1-13 Jueves Lucas 22:39-46 Viernes Gálatas 1:11-24 SábadoLucas 17:20-21 Domingo Salmos 37:1-7 SELECCIONES PARA MEDITACION MEDITACION PERSONAL ORACION Esta semana pide a Dios que te ayude a ver el valor de retirarte con él. La soledad puede ser bendecida cuando él está en ella. Fue el patrón del Maestro retirarse para descansar. Y nosotros necesitamos entrar en su descanso. HIMNO “Te Necesito Cada Hora” BENDICION Oh mi Dios, ¿cuándo el silencio, el retiro y la oración llegarán a ser las ocupaciones de mi alma así como ahora son con frecuencia los objetos de mis deseos? ¡Cuán cansado estoy de decir mucho y sin embargo hacer tan poco por ti! Ven, Jesús, ven. ¡Tú eres el único objeto de mi amor, el centro y la felicidad suprema de mi alma! Ven, e impresiona mi mente con una convicción viva de tu presencia que todo dentro de mí pueda ceder a su influencia. Amén. Thomas à Kempis 32 SELECCIONES PARA MEDITACION En la soledad podemos lentamente desenmascarar la ilusión de nuestra posesividad y descubrimos en el centro de nuestro propio ser que no somos lo que conquistamos, sino lo que se nos da. En el retiro podemos escuchar la voz de aquel que nos habló antes de que pudiéramos hablar una palabra, que nos sanó antes de que hacer algún gesto pidiendo ayuda, quien nos libró mucho antes de que pudiéramos librar a otros, y quien nos amó antes de que pudiéramos amar a alguien. Es en el retiro que descubrimos que ser es más importante que tener, y que somos más dignos que el resultado de nuestros esfuerzos. En el retiro descubrimos que nuestra vida no es una posesión a defender, sino un regalo para compartir. Es allí donde reconocemos que las palabras sanadoras que hablamos no son sólo nuestras, sino que se nos han dado; que el amor que podemos expresar es parte de un amor más grande, y que la nueva vida que traemos no es una propiedad para agarrarnos de lla, sino un don que recibir. —De Out of Solitude por Henri J. Nouwen Desiertos, silencio, retiros no “son necesariamente lugar sino estados de la mente y el corazón.” Estos desiertos se pueden encontrar en medio de la ciudad, y en cada día de nuestras vidas. Solamente necesitamos buscarlos y darnos cuenta de nuestra tremenda necesidad de ellos. Serán pequeños retiros, pequeños desiertos, pequeñitas albercas de silencio, pero la experiencia que traerán, si estamos dispuestos a entrar en ellos, pudieran ser tan exultantes y tan santos como todos los desiertos del mundo, aun aquel en el Dios mismo entró. Porque es Dios quien hace los retiros, los desiertos y los silencios santos. Considera el retiro de caminar del metro o autobús a tu casa en la tarde, cuando las calles están más quietas y hay pocos transuéntes. Considera el retiro que te saluda cuando entras a tu cuarto para cambiarte tus ropas de la oficina o trabajo a otras más cómodas y hogareñas. Considera el retiro de una ama de casa, sola en su cocina, sentada para una taza de café antes de principiar el trabajo del día. Piensa de los retiros que se ofrecen en tales tareas humildes como la limpieza de la casa, planchar, cocer. Uno de los primeros pasos hacia el retiro es la partida. Si fueras a partir a un desierto real, pudieras tomar un avión, tren o carro para llegar allí. Pero estamos ciegos a las “pequeñas partidas” que llenan nuestros días. Estos “pequeños retiros” seguido están detrás de una puerta que podemos abrir, o en una pequeña esquina donde podemos detenernos a mirar a un árbol que de alguna manera sobrevivió la nieve y el polvo de una calle de la ciudad. Allí está el retiro de un carro en el que regresamos del trabajo, manejando defensa a defensa en una autopista embotellada. Este también puede ser un “punto de partida” a un desierto, silencio, retiro. Pero nuestros corazones, mentes y almas tienen que estar entonadas, deseosas, conscientes de estos momentos de retiro que Dios nos da. —De Poustinia—Christian Spirituality of the East for Western Man por Catherine de Hueck Doherty Así vemos un bosquejo del contenido y método de la guianza de Jesús. Había un rito al tratar con individuos, grupos y multitudes, diciendo y haciendo cualquier cosa que mejor los reconciliara a su vida más grande unos con otros y en el Santo. 33 Había otra dimensión de su ritmo: retiro. La preparación culminante de Jesús para este ministerio fue solo, en el desierto, yendo a través de la oscura, desviante, corrompientes fuerzas del mal, hasta que fueron enfrentadas y su poder sometido. Surgió fortalecido, con atrevimiento, con un sentido indomable de vocación. Después de este tiempo, continuaba saliendo solo a orar de tiempo en tiempo. —De Spiritual Friend por Tilden H. Edwards 34 7. Haciendo Momentos INVOCACIÓN Padre, dame ojos para ver y un corazón para responder a todo lo que venga a mi vida este día. No permitas que pierda sus gracias por estar mirando al futuro a algún mañana. Permíteme aceptar la novedad que cada momento trae consciente y en gratitud. En el nombre de aquel que hace todas las cosas nuevas oro. Amén. SALMO 81 ESCRITURA DIARIA Lunes Lucas 24:13-35 Martes Marcos 9:2-8 Miércoles 1 Crónicas 28:10-30 Jueves Apocalipsis 3:14-22 Viernes 1 Samuel 7:7-17 SábadoMarcos 14:1-9 Domingo Mateo 17:1-13 SELECCIONES PARA MEDITACION MEDITACION PERSONAL ORACION Principia a orar esta semana que los momentos de tu vida pueden en sí mismos llegar a ser oraciones. Ya sea que son en el gozo de una fiesta de cumpleaños, en el cansancio que viene del trabajo, en la majestad de la puesta del sol o en el dolor que viene con las lágrimas. Ora que cada una a su vez te causen levantar tu voz a él. HIMNO “El Mundo es de mi Dios” BENDICION Padre, mucho de mi vida parece vacía de eventos que pudieran nombrarse importantes. Su contenido y calidad será más determinadas por mis respuestas a lo ordinario. Permíteme ver tu mano en las providencias y circunstancias de este día. Amén. SELECCIONES PARA MEDITACION “Orar es tomar nota de la maravilla, volver a tener un sentido del misterio que anima a todos los seres, el margen divino en todos los logros.” La oración es “nuestra” humilde “respuesta” a la inconcebible sorpresa de vivir. Es todo lo que podemos ofrecer en 35 respuesta del misterio por el cual vivimos. ¿Quién es digno de estar presente en el constante desenvolverse del tiempo? En medio de la meditación de montañas, la humildad de las flores—más sabias que todos los alfabetos—las nubes que mueren constantemente por causa de su gloria, “nosotros” estamos odiando, cazando, lastimando. De pronto nos sentimos avergonzados por nuestros choques y murmuraciones frente al rostro de la gloria tácita en la naturaleza. ¡Es tan avergonzante vivir! ¡Qué extraños somos en el mundo, y qué presumptuosos nuestros hechos! Sólo una respuesta nos puede mantener: gratitud por ser testigos de la maravilla, por el don de nuestro derecho de servir que no hemos ganado, de adorar, y de cumplir. Es gratitud que hace al alma grande. —De Man’s Quest for God por Abraham Joshua Heschel Templanza, entonces, es el maestro de esa genial humildad que es esencial para la salud espiritual. Nos hace darnos cuenta que el curso normal y moderado es el único que uno puede manejar con éxito en nuestro propio poder: esas extraordinarias prácticas, penitencias, esfuerzos espirituales, con sus gracias correspondientes, nunca deben ser deliberadamente buscadas. Alguna gente parece pensar que la “vida espiritual” es una condición peculiar principalmente sostenida por nieves y corregida por talcos. Pero la norma sólida de la vida espiritual debe ser aquella de la vida natural: un asunto de una cantimplora, pan y mantequilla, y una cortada en el encaje. Los extremos de gozo, disciplina, visión, no están en nuestras manos sino en la Mano de Dios. Podemos mantener la casa del alma en orden sin ninguna de estas cosas. No es la mejor ama de casa la que ferozmente mantiene todo limpio, o recibe las cosas del confeccionario cuando está esperando invitados. “Si alguno abre la puerta, vendré a él”; comparte su comida ordinaria, e irradia su vida ordinaria. La demanda de templanza del alma, de reconocimiento del carácter sagrado de lo normal, se basa en ese hecho—el hecho central cristiano—de la entrada humilde de Dios a nuestra vida humana común. Lo supernatural puede y busca y nos encuentra, en y a través de nuestra experiencia normal cotidiana: lo invisible en lo visible. No hay necesidad de ser peculiar con el propósito de encontrar a Dios. Los Magos fueron enseñados por los cielos a seguir una estrella; y los trajo, no a una revelación paralizante de lo Trascendente, sino a un pequeño Niño en el regazo de su madre. —De The House of the Soul and Concerning the Inner Life por Evelyn Underhill Variados y ricos son los métodos usados por los individuos que han descubierto la fortaleza y la seguridad que viene de la práctica de la Presencia de Dios. En la mayoría de las veces estas prácticas son muy privadas y son una parte de los recursos íntimos de la vida religiosa personal. Hablar de tales cosas es como hablar de la vida privada de uno en público. En el curso de una vida una persona pudiera ser privilegiada en compartir el testimonio de maneras muy inesperadas. . . . Hay una amiga que está en su setentas ahora. En su vida profesional fue una secretaria. Cada mañana antes del desayuno se sentaba en su máquina de escribir y escribía una carta a Dios. Nadie más alguna vez la vio escribir. Es parte de su provia comunión privada con él. Hay otra persona que ya está en sus años tardíos. Por algunos meses ahora ella ha estado insegura de su salud. Cada mañana cuando se levanta, se detiene para un período de meditación. La frase es la misma cada día: “Este es el día que el Señor creo. Me gozaré y me alegraré en él.” En la noche, cuando apaga sus luces cerca de su cama, lo dice un poco 36 diferente porque “regocijarse” y “alegrarse” no son palabras muy descansadoras. Ella dice, “Esta es la noche que el Señor creo. Me relajaré y descansaré en ella.” Un día se calló, pero logró levantarse sin tener que pedir ayuda. Estaba temblando y con mucho dolor. Se preparaba para la cama y con mucha incomodidad fue capaz de meterse debajo de las sábanas. Mientras apagaba las luces, dijo, “Esta es la noche que el Señor creo. Me relajaré y lloraré en ella.” Luego se dio cuenta de lo que había dicho, y sus lágrimas se mezclaron con su risa. Varios y ricos en realidad son los métodos usados por los individuos que han descubierto la fortaleza y la serenidad que viene de la “práctica de la Presencia de Dios.” —De The Inward Journey por Howard Thurman Bueno, estoy desilusionado. ¿Quién no lo estaría? Con calcetines, una camiseta de escuela dominical, algunos pañuelos, un suéter cualquiera y un año de subscripción a un periódico religioso para los niños. El Pequeño Pastor. Me hace hervir. Realmente. Mi amiga tiene una mejor caja. Un paquete de Satsumas, eso es su mejor regalo. Ella está muy orgullosa, sin embargo, de un chaleco blanco de lana tejido por su hermana casada. Pero ella “dice” que su regalo más favorito es el cometa que yo le hice. Y “es” muy hermoso; aunque no tan hermoso como el que ella me hizo a mí, que es azul con estrellas de Buena Conducta color oro y verde regadas; además, mi nombre está pintado en él, “Buddy.” “Buddy, el viento está soplando.” El viento está soplando, y nada la hará hasta que corramos a un pasto abajo de la casa donde Queenie ha escarbado para esconder su hueso (y donde, hace un invierno, Queenie fue sepultada, también). Allí, metiéndonos a través del saludable zacate que llega hasta la cintura, desenrrollamos nuestros cometas, sentimos el jalón en la cuerda como el pez en el cielo mientras nadan en el viento. Satisfechos, calentados por el sol, rodamos en el zacate y pelamos Satsumas y miramos a nuestros cometas retorcerse. Estoy tan feliz como si ya hubiera ganado el Gran Premio de cincuenta mil dólares en aquella competencia de nombrar el café. “Oh no, ¡qué tonto soy!” grita mi amiga, de pronto alerta, como una mujer que recuerda demasiado tarde que tiene panecitos en el horno. “¿Sabes qué es lo que he pensado siempre?” pregunta en un tono de descubrimiento, y no me está sonriendo a mí sino a un punto más allá. “Siempre he pensado que un cuerpo tiene que estar enfermo y muriendo antes de que vea al Señor. Y me imaginaba que cuando él venga sería como mirar en la ventana del Bautisterio: hermoso como el vitral de color que lo penetra el sol, tal brillo que no sabes que se está oscureciendo. Y ha sido un consuelo: pensar en ese brillo que acaba con todo sentimiento de pánico. Pero luego pienso que nunca sucederá. Concedo que al mero final el cuerpo se da cuenta que el Señor ya se ha mostrado a sí mismo. Que las cosas son”—su manos dibuja un círculo en un gesto que reune a las estrellas y los cometas y el zacate y a Queenie echando tierra sobre su hueso—“tal y como siempre han sido, están mirándole. Con respecto a mí, yo podría dejar al mundo con hoy en mis ojos.” —De A Christmas Memory por Truman Capote Alan Watts una vez usó una comparasión de la realeza para movernos alrededor. Un rey y una reina son el centro de “donde estén”, así que se mueven con facilidad, con el porte real. No tienen ningún lugar donde “llegar.” Ellos ya “llegaron.” Mirando profundamente a 37 nuestro pasado, podemos ver que somos de la línea real más alta: la imagen real de Dios está en nosotros—cubierta, pero indestructiblemente allí. No necesitamos apurarnos a ninguna parte para agarrarla. Principalmente necesitamos relajarnos y disolver la amnesia que oscurece nuestra verdadera identidad. —De Living Simply Through the Day por Tilden H. Edwards Esta “noche oscura” de incredulidad tardó cuatro sombríos y estériles meses. Luego sucedió. Fue el principio del resto de mi vida, la experiencia pivotal religiosa de mi propia historia personal. En las tardes, nosotros los novicios tenemos un examen de conciencia de quince minutos, durante los cuales nos arrodillamos en bloques de madera, nuestras manos descansando en nuestros escritorios, nuestras mentes peinando a través del día buscando fallas de comisión y omisión en pensamiento, palabra y hecho. La única cosa que hice bien, o a lo menos me parecía a mí, fue poner ese bloque de madera en el lugar correcto. Un reclinatorio bien ajustado, me decía humorosamente a mí mismo, era la mitad de la batalla. Sucedió en un viernes por la tarde definitivo a principios de primavera, mientras estaba pateando ese reclinatorio a su lugar para la examinación de conciencia de la tarde. Con todo lo repentino y el golpe de un ataque al corazón, fuí lleno con una consciencia experimental de la presencia de Dios dentro de mí. Se ha dicho que nadie puede entregar una experiencia a otro, sino que sólo ofrece sus reflexiones sobre la experiencia. Estoy seguro que eso es verdad. Sólo puedo decir, al tratar de compartir mi experiencia contigo, que me sentí como un globo siendo inflado con el placer puro de la presencia amorosa de Dios, aun hasta el punto de incomodidad y duda si podría aguantar algo más de este repentino éxtasis. —De He Touched Me por John Powell Nada es más razonable, perfecto o divino que la voluntad de Dios. Ninguna diferencia en tiempo, lugar o circunstancias pueden añadir a su infinita dignidad, y si se te ha concedido el secreto de cómo descubrirla a cada momento, has encontrado lo que es más precioso y deseable. Dios les está diciendo, hermanas queridas, que si abandonan toda restricción, llevan todos sus deseos hasta sus límites más lejanos, abren su corazón sin fronteras, no hay un sólo momento cuando a ustedes no se les muestre todo lo que ustedes puede posiblemente desear. El momento presente mantiene riquezas infinitas más allá de sus sueños más salvajes pero sólo los gozarás hasta el punto de tu fe y amor. Entre más ama un alma, más anhela, más espera, más encuentra. La voluntad de Dios es manifiesta en cada momento, un océano inmenso que el corazón sólo sondea a la medida que fluye con fe, confianza y amor. Todo el resto de la creación no puede llenar tu corazón, la cual es más grande que todo lo que no es Dios; montañas aterradoras son como lunares para ella. Está en su propósito, escondido en la nuve de todo lo que te pasa en el momento presente, que tu tienes que confiar. La encontrarás que siempre sobrepasa tus propios deseos. No cortejes al hombre, no adores las sombras o fantasías; ellos no tienen nada que ofrecerte o aceptar de ti. Sólo el propósito de Dios puede satisfacer tus anhelos y dejarte hasta que no desees más. Adora, camina cerca, mira y abandona toda fantasía. La fe es muerte y destrucción a los sentidos porque ellos adoran las creaturas, mientras que la fe adora la voluntad divina de Dios. Deshaste de los ídolos, y los sentidos gritarán como niños desilusionados, pero la fe triunfa porque nunca se 38 puede separar de la voluntad de Dios. Cuando el momento presente aterra, aplasta, parece estéril y abruma los sentidos, Dios nutre, fortalece y revive la fe, que, como un general en control de una posición impregnable, se burla de tales defensas inútiles. Cuando la voluntad de Dios se revela a las almas y les ha hecho sentir que ellas, por su parte, se han entregado a sí mismas a él, ellas están conscientes de un aliado poderoso a cada lado, porque ellas prueban la felicidad de la presencia de Dios que sólo ellas pueden gozar cuando han aprendido, a través de la entrega de sí mismas, dónde estar de pie cada momento en relación a su voluntad siempre amable. —De The Sacrament of the Present Moment por Jean-Pierre de Caussade. Traducido por Kitty Muggeridge 39 8. Silencio INVOCACION Oh Dios, Dios, Padre mío, no tengo palabras, palabras con las que me atreva a expresar las cosas que se mueven dentro de mí. Me desnudo a mí mismo, mi mundo, ante ti en la quietud. Muévete sobre mi espíritu con tu gran ternura y entendimiento y juicio, de tal manera que encuentre, en maneras nuevas y extrañas, fortaleza para mi debilidad, salud para mi enfermedad, guianza para mi jornada. Este es lo que se conmueve dentro de mi corazón, oh Dios, Padre mío. Amén. Howard Thurman en The Growing Edge SALMO 8 ESCRITURA DIARIA Lunes Apocalipsis 3:20-22 Martes Santiago 3:1-12 Miércoles Eclesiastés 5:1-3 Jueves 1 Reyes 19:9-13 Viernes Salmos 46 SábadoJuan 10:1-15 Domingo Habacuc 2:20 SELECCIONES PARA MEDITACION MEDITACION PERSONAL ORACION Hay tanto que decir en la vida cristiana; pero es Dios quien debe hablar. Ora por silencio tanto en la mente como en el espíritu para que puedas escuchar su voz. Si él te habla en un susurro, ¿estarías quieto lo suficiente para oírle? HIMNO “En Quietud, En Quietud Contigo” BENDICION Ven, Señor, y habla a mi corazón. Comunica tu santa voluntad, y misericordiosamente trabaja dentro de ella para desear y para hacer de acuerdo a tu buen beneplácito. ¡Alás! ¿Qué tanto se prolongará mi exilio? ¿Cuándo se quitará el velo que separa el tiempo de la eternidad? ¿Cuándo veré aquello que ahora creo? ¿Cuándo encontraré lo que busco? ¿Cuándo poseeré lo que amo, que eres tú, ¡oh mi Dios!? Concede, oh Jesús, que estos santos deseos que ahora me inspiran, puedan ser seguidos por aquella eterna felicidad que ahora espero de tu infinita misericordia. Amén. Thomas à Kempis 40 SELECCIONES PARA MEDITACION Desafortunadamente, al vernos a nosotros mismos tal y como somos, no todo lo que vemos es hermoso y atractivo. Esto es sin lugar a dudas parte de la razón de por qué le huímos al silencio. No queremos ser confrontados con nuestra hipocrecía, nuestra vaciedad. Vemos qué tan falso y frágil es el yo falso que proyectamos. Tenemos que ir a través de la dolorosa experiencia de venir a nuestro verdadero yo. Es una jornada aterradora, una muerte al yo—al falso yo—y nadie quiere morir. Pero es el único sendero a la vida, a la libertad, a la paz, al verdadero amor. Y principia en con el silencio. No podemos darnos a nosotros mismos en amor si no nos conocemos y nos poseemos a nosotros mismos. Este es el gran valor del silencio. Es el sendero a todo lo que verdaderamente queremos. Esto es por qué san Benito habla del silencio como si fuera un valor en sí mismo: por causa del silencio. —De A Place Apart por M. Basil Pennington Por la gracia que Tú me concedes del silencio sin soledad, dame el derecho de implorar, de clamar por mis hermanos prisioneros en ¡una soledad sin silencio! —De A Thounsand Reasons for Living por Dom Helder Camara El silencio es la misma presencia de Dios — siempre allí. Pero la actividad lo esconde. Necesitamos dejar la actividad el suficiente tiempo para descubrir la Presencia—entonces podemos regresar a la actividad con ello. La quietud está presente a través del correr en cada punto. Pero si uno sólo corre, nunca sabrá uno de la quietud. Dios está presente en todos los seres, pero nunca estaremos conscientes de él si nunca nos detenemos y dejamos atrás a todos los seres para estar con él. —De O Holy Mountain! Por M. Basil Pennington No hace mucho tiempo el instructor de religión en una preparatoria cristiana decidió introducir la meditación en silencio a una de sus clases. Les dio instrucciones a los estudiantes a simplemente “ser” durante el silencio: relajarse y despertar, abrirse a la vida tal y como es, sin nada que hacer sino apreciar cualquier cosa que viniera. Semana tras semana lentamente aumentó la cantidad de tiempo hasta un máximo de diez minutos. La respuesta de los estudiantes fue muy reveladora. Un muchacho resumió el sentimiento general de clase: “Es el único tiempo en mi día cuando no se espera que logre algo.” La respuesta de varios padres airados fue igualmente revelador: “No es cristiano,” dijo uno. “No estoy pagando la colegiatura para que mi hijo esté sentado allí haciendo nada,” proclamó otro. ¿Cómo es que diez minutos de silencio pueden ser tan especiales y tan amenazantes? 41 —De Spiritual Friend por Tilden H. Edwards Como hay horas definidas en el día cristiano para la Palabra, particularmente el tiempo de la adoración común y oración, así el día también necesita tiempos definidos de silencio, silencio bajo la Palabra y silencio que viene de la Palabra. Estos serán especialmente los tiempos antes y después de escuchar la Palabra. La Palabra viene no que habla palabrerío sino al que detiene su lengua. La quietud del templo es señal de la santa presencia de Dios en su Palabra. Hay una indiferente, o inclusive negativa, actitud hacia el silencio que ve en él un despilfarro de la revelación de Dios en la Palabra. Este es el punto de vista que malinterpreta al silencio como un gesto ceremonial, como un deseo místico de ir más allá de la Palabra. Esto es errar la relación esencial del silencio a la Palabra. El silencio es la quietud sencilla del individuo bajo la Palabra de Dios. Estamos en silencio antes de escuchar la Palabra porque nuestros pensamientos ya están dirigidos a la Palabra, como un niño está quieto cuando entra al cuarto de su padre. Estamos en silencio después de escuchar la Palabra porque la Palabra todavía está hablando y habitando dentro de nosotros. Estamos en silencio al principio del día porque Dios debe tener la primera palabra, y estamos en silencio antes de irnos a dormir porque la última palabra también le pertenece a Dios. Guardamos silencio solamente por causa de la Palabra, y por lo tanto, no con el propósito de mostrar falta de respeto por la Palabra sino al contrario, para honrarla y recibirla. El silencio no es nada más que esperar por la Palabra de Dios y salir de la Palabra de Dios con una bendición. Pero todos saben que esto es algo que necesita ser practicado y aprendido, en estos días cuando prevalece el tan hablar. El verdadero silencio, la quietud real, realmente retiene la lengua de uno sólo como la sobria consecuencia de la quietud espiritual. —De Life Together por Dietrich Bonhoeffer Es Dios quien quiere establecer comunicación. El está más ansioso de hablarnos que nosotros de escucharlo. El es increíblemente persistente en tratar de llegar hasta nosotros. Nuestro verdadero problema es que tendemos a evitar el oírle. —De The Fight por John White La persona disciplinada es la persona que puede hacer lo que se necesita hacer cuando se necesita hacer. La marca de un equipo de baloncesto campeón es un equipo que puede meter las canastas cuando son necesarias. La mayoría de nosotros podemos meter una canasta eventualmente pero no podemos hacerla cuando es necesaria. De igual manera una persona que está bajo la Disciplina del silencio es una persona que puede decir lo que necesita decirse cuando necesita decirse. “Manzana de oro con figuras de plata es la palabra dicha como conviene” (Proverbios 25:11). Si estamos en silencio cuando debemos hablar, no estamos viviendo en la Disciplina del silencio. Si hablamos cuando debemos estar en silencio, de nuevo hemos errado la marca. —De Celebration fo Discipline por Richard J. Foster Hasta donde puedo acordarme, no he temido al silencio sino que le he dado la bienvenida como una fuente de profundización espiritual. Como otra gente viva en el mundo, he 42 crecido acostumbrada al ruido en el lugar de mi trabajo, a los sonidos ruidosos de la ciudad, a la inquietud interna removida por los pensamientos de premura y los proyectos apurados. El silencio puede ser un escape de las responsabilidades funcionales y las demandas físicas de escuchar y conversar con colegas, amigos y miembros de la familia. Pero también puede ser una apertura para Dios. —De Pathways of Spiritual Living por Susan Annette Muto Un problema común, relacionado a por qué pudiéramos buscar el escape del silencio, es el descubrimiento que evoca los errores sin nombres, los sentimientos de culpabilidad, la ansiedad extraña e inquietante. Cualquier cosa es mejor que este torbellino, y por eso prendemos el radio o levantamos el teléfono y hablamos a un amigo. Si podemos pasar a través de estos temores iniciales y permanecer en silencio, pudiéramos experimentar un desgaste gradual del caos interno. El silencio llega a ser un espacio creativo en el que volvemos a ganar perspectiva de la totalidad. —De Pathways of Spiritual Living por Susan Annette Muto Apúrate en ir al que te llama en los silencios de tu corazón. —De A Testament of Devotion por Thomas R. Kelly Es necesario que encontremos el silencio de Dios no sólo en nosotros mismos sino también en el otro. A menos que otro hombre nos hable enpalabras que brotan de Dios y se comunique con el silencio de Dios en nuestras almas, permanecemos aislados en nuestro propio silencio, de donde Dios tiene la tendencia de irse. Porque el silencio interno depende de una búsqueda continua, un clamor continuo, un doblarse repetido sobre el abismo. Si nos colgamos a un silencio que pensamos que hemos encontrado para siempre, dejamos de buscar a Dios y el silencio se nos muere dentro de nosotros. Un silencio en el que ya no se le busca a él cesa de hablarnos de él. Un silencio en donde él no parece estar ausente, peligrosamente amenza su continua presencia. Porque él se encuentra cuando se le busca y cuando ya no se le busca se nos escapa. El sólo es escuchado cuando esperamos escucharlo, y si, pensamos que nuestra esperanza se ha cumplido, cesamos de oir, él cesa de hablar, su silencio cesa de ser vívido y llega a ser muerto, aun cuando recarguemos con el eco de nuestro propio ruido emocional. —De Thoughts in Solitude por Thomas Merton Las contradicciones siempre han existido en el alma del hombre. Pero es sólo cuando preferimos el análisis al silencio que llega a ser un problema constante e insoluble. No se intenta que nosotros resolvamos todas las contradicciones sino que vivamos con ellas y nos levantemos por encima de ellas y las veamos a la luz de los valores exteriores y objetivos que las hacen triviales en comparasión. El silencio, entonces, pertenece a la sustancia de la santidad. En silencio y esperanza es formada la fortaleza de los santos (Isaías 30:15). —De Thoughts in Solitude por Thomas Merton 43 Hay ocasiones cuando nuestro silencio pide por perdón o aceptación; tiempos cuando nuestra falta de palabras es gratitud o adoración. Muy de repente, uno llega a estar consciente que en realidad cree en Dios con todo su corazón y que Dios ni nos desilusiona ultimadamente ni abandona al hombre decisivamente. En ocasiones el silencio nos hace apreciar el atrevimiento con el que decimos “Padre” a Dios nos consideramos a nosotros mismos sus hijos. “Padre” en ocasiones llega a ser la única palabra que el silencio permite mientras expresamos todo lo inexpresable que sentimos y queremos y alcanzamos. — De Dawn without Darkness por Anthony Padovano Un segundo, y más positivo, significado del silencio es que proteje el fuego interno. El silencio guarda el calor de las emociones religiosas. El calor interno es la vida del Espíritu Santo dentro de nosotros. Así pues, el silencio es la disciplina por la cual el fuego interno de Dios se atiende y se mantiene vivo. Diadochus de Photiki nos ofrece una imagen muy concreta: “Cuando la puerta del baño a vapor se deja continuamente abierta, el calor de adentro rápidamente se escapa; de igual manera con el alma, en su deseo de decir muchas cosas, disipa su recuerdo de Dios a través de la puerta del lenguaje, aun cuando todo lo que se diga sea muy bueno. Después el intelecto, aunque le hace falta ideas apropiadas, vierte un montón de pensamientos confusos a cualquier que encuentra, y ya no tiene al Espíritu Santo que guarda su entendimiento libre de fantasía. El silencio a tiempo, entonces, es precioso, porque no es nada menos que la madre de los pensamientos más sabios.” —De The Way of the Heart por Henri J. Nowen 44 9. Adoración INVOCACION Padre eterno de mi alma, que mi primer pensamiento hoy seas tú, que mi primer impulso sea adorarte, que mi primer palabra sea tu nombre, que mi primera acción sea el arrodillarme en oración. Amén. John Baillie en A Diary of Private Prayer SALMO 150 ESCRITURA DIARIA Lunes Deuteronomio 6:4-25 Martes Isaías 43:1-13 Miércoles Génesis 1:1-31; 2:1-3 Jueves 1 Pedro 1:3-9 Viernes Job 38:1-33; 42:1-6 SábadoApocalipsis 21:1-7 Domingo Lucas 1:46-55 SELECCIONES PARA MEDITACION MEDITACION PERSONAL ORACION Trata de hacer las primeras peticiones de tu oración esta semana aquellas de alabanza y adoración. No permitas que principies con tus necesidades o del contexto de tu propia vida. En lugar de eso, principia tu oración en el contexto de la grande y majestad de Dios: Padre nuestro. . . santificado sea tu nombre Venga tu reino, sea hecha tu voluntad. . . HIMNO “Gozosos, Gozosos, Te Adoramos” BENDICION Padre, que mi vida haga tu gran corazón feliz hoy. Permíteme vivir en adoración, alabanza y gratitud por quién eres y todo lo que has llegado a ser para mí. Amén. SELECCIONES PARA MEDITACION “Adoración” para el hombre de hoy es dificultoso. No está muy seguro qué es, qué significa. Sin embargo, “adoración” es una de las grandes palabras continuas del vocabulario religioso, un vocabulario que es uno de los más ricos, los elementos más retentivos de nuestro lenguaje. Las palabras permanecen mucho después que la profunda 45 experiencia que significaban se ha olvidado. En ocasiones, aun la capacidad para la experiencia ha menguado o se ha perdido, el significado de la palabra se ha hecho borroso. “Adoramos” muchas cosas—la palabra está en un uso común, se usa para describir cosas menores y seguido cosas sin espíritu o ideas. Así “adoración” en su sentido religioso y original—el inclinarse en temor y en reverencia, pringados con el temor de Dios—ha llegado a ser en su mayor parte algo perdido en la maravilla y sentimiento superficial. —De Surprised by the Spirit de Edward J. Farrell . . . la más alta adoración no está ocupada con el recuerdo de los favores recibidos y las misericordias extendidas, aunque ellas ayudan a uno a estar conscientes de la naturaleza de Dios. Todavía hay, en todos esos recuerdos, un remanente de ese auto-centrismo que debería ser precisamente la meta de la oración el escaparse de él. En ello, todavía estamos pensando de Dios en términos de algo hecho para “mí” y por “mí.” Nosotros realmente nunca le adoramos, hasta que lleguemos a ese momento cuando le adoramos por lo que él es en sí mismo, aparte de cualquier consideración del impacto de su Persona Divina sobre nuestros deseos y nuestro bienestar. Entonces le amamos a él por él mismo solo. Entonces le adoramos, sin importar si alguno de los beneficios personales están en anticipación o no. Entonces no es lo que él ha hecho por nosotros o lo que esperamos que él hará por nosotros, sino lo que él ha sido desde la eternidad antes que nosotros existiéramos, y lo que él es ahora aún si nosotros no estuviéramos en necesidad de él, y lo que él será para siempre sea que “para siempre” nos incluya o no—es eso lo que nos cautiva y evoca de nosotros la ofrenda sin egoísmos del yo en adoración. Eso es la adoración pura. Nada menos es digna del nombre. —De An Autobiography of Prayer por Albert E. Day Hay un lugar en la experiencia religiosa donde amamos a Dios por él mismo, sin ningún pensamiento de sus beneficios. Y hay un lugar donde el corazón no razona de la admiración al afecto. Es verdad, pudiera principiar allá abajo, pero rápidamente se levanta a las alturas de la adoración ciega donde la razón queda suspendida y el corazón adora en bienaventuranza sin razón. Solamente puede exclamar, “Santo, Santo, Santo,” aunque difícilmente sabe lo que significa. Si esto pudiera parecer demasiado místico, no suficientemente real, no ofrecemos prueba alguna ni nos esforzamos por defender nuestra posición. Esto sólo se puede entender por aquellos que lo han experimentado. Será rechazada por los cristianos de rango o comunes del día presente o encojerán sus hombros al considerarla sin importancia. Que así sea. Algunos leerán y reconocerán una descripción certera de las cumbres donde han estado por a lo menos breves períodos y a los cuales anhelan seguido regresar. Y los tales no necesitan prueba. —De The Root of the Righteous por A. W. Tozer La Misa ha estado edificando hasta este punto, al dicho solemne de aquellas frases suaves conocidas como el Sanctus. Hemos confesado, en un murmullo bajo y distinto, nuestros pecados; hemos llegado a ser la gente quebrantada, y entonces el pueblo hecho pleno por nuestro asentimiento receloso a la proclamación del sacerdote de la misericordia de Dios. Ahora, como siempre, en la voz más quieta, asombrados, repetiremos el Sanctus, repetiremos por qué es que hemos venido: 46 Santo, santo, santo Señor, Dios de poder y fortaleza, cielo y tierra están llenos de tu gloria. . . —De Teaching a Stone to Talk por Annie Dillard Así que hemos venido al punto en que, a través de la disciplina y la espera silenciosa, sucede la oración. No creamos la oración, sino que meramente preparamos el terreno y aclaramos los obstáculos. La oración siempre es un don, una gracia, la flama que enciende la madera; el Espíritu Santo da la oración. La respuesta humana es una de amor adorante. Es esta postura de adoración que es la postura central de la adoración. “La religión es adoración” escribió Von Hugel. Como en la meditación, la oración adorante pide concentración. Pero no es una fiera concentración mental como un enfocar nuestro amor, un derramar la maravilla hacia Dios. En la meditación había una simplificación del pensamiento para que pudiéramos pensar más profundamente en una palabra singular o una frase o tema hasta que el pensamiento diera paso a la oración. Similarmente en la oración de adoración nos enfocamos nosotros mismos. La mente llega a estar menos activa, y nos permitimos a nosotros mismos, cuerpo y espíritu, descansar en una actitud de ofrenda derramada a Dios. —De True Prayer por Kenneth Leech El Rabí Zalman, uno de los grandes sucesores del fundador del Hasidismo, el Baal Shem Tov, se dice que interrumpió sus oraciones para decir del Señor: “No quiero tu paraíso. No quiero tu mundo venidero. Te quiero a ti, y a ti solamente.” Este fue en el espíritu de su predecesor, quien dijo, “Si amo a Dios, ¿qué necesidad tengo de un mundo venidero?” Tal lenguaje posiblemente no satisfacerá a los modernos que quieren un futuro más abierto. Es una primera palabra importante para aquellos que tienen sólo puntos de vistas utilitarios de Dios. En el mundo de lo práctico, Dios es amado por causa de uno mismo, para los propósitos de yo, y por lo que cede esta relación en recompensa de la vida eterna. El antiguo hebreo amaba a Dios por causa de una larga vida en la que gozaría la creación, pero también estaba en amor por el Señor por causa del Señor. La tradición cristiana es su años vitales levantó algo de este sentido del amor de Dios y de confianza en los caminos divinos a donde quiera que llevaran. De la tradición de Bernardo de Clairval en la Edad Media sobrevive la historia de una mujer vista en una visión. Ella llevaba una jarra y una antorcha. ¿Por qué éstos? Por la jarra ella apagaría las llamas del infierno, y con la antorcha quemaría los placeres celestiales. Después que todos estos se hubieran ido, la gente sería capaz de amar a Dios por causa de Dios. Aquí, tan seguido como en el pensamiento hebreo, una consideración por el carácter intrínsico de Dios y de la dignidad divina brilla. Un creyente da un giro de un concepto en el que uno ama a Dios por causa de una transacción. Ahora hay una relación en la que la persona que confía simplemente reposa en la voluntad divina. —De A Cry of Absence por Martin E. Marty Nuestros niños pueden enseñarnos mucho sobre nosotros mismos. Mi hija una vez vino a casa con la declaración poco común para una niña de nueve años, “Nunca más le hablaré a Elizabeth.” Estaba enojada con Elizabeth pero, ya sea a causa del tamaño de esta última o 47 la influencia restringente de una imagen civilizada de una joven, ella se detuvo de rasguñarle los ojos a Elizabeth. En lugar de ello, hizo el asunto más civilizado: rehusó hablarle. Actuar como si otro no existe es un acto más hostil que una bofetada. En esta última acción uno a lo menos reconoce su presencia. El trato en silencio es un arma extremadamente poderosa de agresión. Con Dios, parece que somos incapaces de herirle de otra manera. La única arma que podemos usar en él, como un vehículo de nuestro enojo por todo el sufrimiento que permite, es nuestro silencio. Como mi hija a lo menos podemos ya no hablarle. —De Guilt, Anger, and God por C. Fitzsimons Allison Y que quede observado, siendo que este es el fin, así es la totalidad y el único fin, para el cual cada hombre sobre la faz de la tierra, para el cual cada uno de vosotros, fueron traídos al mundo y se les dio una alma viviente. ¡Recuerden! Ustedes no nacieron para nada más. Tu vida ha continuado sobre la tierra con ningún otro propósito que este, que tú sepas, ames y sirvas a Dios sobre la tierra, y le goces por toda la eternidad. ¡Considera! No fuístes creado para satisfacer tus sentidos, para gratificar tu imaginación, para ganar dinero, o la alabanza de los hombres; buscar felicidad en cualquier bien creado, o en nada debajo del sol. Todo esto es “caminar en la sombra vana”; es llevar una vida inquieta, miserable, con el propósito de evitar una miserable eternidad. Al contrario, ustedes fueron creados para este y sólo para este propósito, para buscar y encontrar felicidad en Dios sobre la tierra, para asegurar la gloria de Dios en el cielo. Por tanto, que vuestros corazones digan continuamente, “Esta únicado cosa hago”—teniendo una cosa en mente, recordando por que nací, y por qué sigo vivo—“prosigo al blanco.” Intento una sola cosa en mi mendigar, Dios; inclusive este “Dios en Cristo reconciliando al mundo consigo mismo.” El será mi Dios para siempre y siempre, y mi guía ¡aun hasta la muerte! —De The Message of the Wesleys. Copilado por Philip S. Watson Cuando lo peor finalmente pasa, o casi pasa, una clase de paz viene. He pasado más allá de toda tristeza, más allá del terror, todo menos más allá de la esperanza, y estaba allí, en ese desierto, que por primera vez en mi vida obtuve una visión de algo de lo que tiene que ser amar a Dios verdaderamente. Era sólo un vistazo, pero fue como tropezar en agua fresca en el desierto, como recordar algo tan grande y extraordinario que mi memoria había sido incapaz de contenerla. Aunque Dios no estaba por ninguna parte para verlo claramente, en ninguna parte para oírlo claramente, tuve que haber estado cerca de él—aun en el elevador que iba hasta su piso, aun caminando por el corredor a una de las puertas entre todas aquellas puertas que tenían su nombre estampado en ellas. Lo amo porque ya no quedaba nada mas. Lo amo porque parecía que se había hecho tan impotente en su poderío como yo estaba en mi impotencia. Le amor no tanto a pesar de que no había nada en ello para mí sino porque no había nada en ello para mí. Por primera vez en mi vida, allí en aquel desierto, agarré lo que tiene que ser amar a Dios verdaderamente, por sí mismo, amarle sin importar qué. Si le amo con menos que mi corazón, alma y fuerzas, le amo con a lo menos con lo que me queda para amar alguna cosa. —De A Room Called Remember por Frederick Buechner 48 14. Estudio INVOCACION Oh, tú que eres la Fuente y la Base de toda verdad, guíame hoy, te ruego, en mis horas de lectura. Dame sabidurá para abstenerme como para perseverar. Deja que la Biblia tenga su lugar propio; y concede que mientras leo pueda estar avivado a los movimientos del Espíritu Santo en mi alma. Amén. John Baillie en A Diary of Private Prayer SALMO 119:1-16 ESCRITURA DIARIA Lunes Filipenses 4:8-9 Martes 1 Timoteo 4:6-16 Miércoles Deuteronomio 17:18-20 Jueves 2 Pedro 1:3-8 Viernes Salmo 119:97-104 SábadoLucas 8:16-18 Domingo Proverbios 2:1-22 SELECCIONES PARA MEDITACION MEDITACION PERSONAL ORACION Jesús dijo, “Conceréis la verdad y la verdad os hará libres.” Nuestro problema no está en creer su declaración, sino en conocer la verdad. Ora que tu capacidad para recibir la verdad no esté bloqueada por el orgullo o por el pensamiento impío que tú ya conoces suficiente de la verdad. HIMNO “Qué Benditos Son Aquellos que Escuchan la Palabra de Dios” BENDICION Concédeme gracia para desear ardientemente todo lo que te es agradable a ti, y a examinar con prudencia, a reconocerlo en verdad, y a lograrlo perfectamente, para la alabanza y gloria de tu nombre. Amén. SELECCIONES PARA MEDITACION Así que hay necesidad de alguna clase de oración que no sea espontánea pero que esté verdaderamente enraizada en la convicción. Para encontrar ésto puedes sacar de un gran número de muchas de las oraciones existentes. Ya tenemos un horizonte rico de oraciones que han sido traídas en los talones de la fe, por el Espíritu Santo. Por ejemplo, tenemos los 49 salmos, tenemos muchas oraciones cortas y largas en la riqueza litúrgica de todas las Iglesias de donde sacamos. Lo que importa es que aprendas y sepas lo suficiente de tales oraciones para que en el momento correcto seas capaz de encontrar las oraciones correctas. Es un asunto de aprender de memoria suficientes pasajes significativos, de los salmos o de las oraciones de los santos. Cada uno de nosotros es sensitivo a ciertos pasajes particulares. Marca estos pasajes que van hondo en tu corazón, que te mueven profundamente, que hacen sentido, que expresan algo que ua está dentro de tu experiencia, sea de pecado, o de bendición en Dios, o de lucha. Aprende aquellos pasajes, porque un día cuando estés bajo completamente, tan profundamente desesperado que no puedas sacar nada de tu alma como una expresión espontánea, ninguna palabra espontánea, descubrirás que estas palabras se te vendrán y se te ofrecerán como un regalo de Dios, como un regalo de la Iglesia, como un don de santidad, ayudándonos en nuestra simple falta de fortaleza. Y entonces realmente necesitarás las oraciones que has aprendido y las has hecho parte de ti mismo. —De Beginning to Pray por Anthony Bloom La cuestión de la alimentación propia de nuestra propia vida devocional tiene, claro, que incluir el uso correcto de lectura espiritual. Y con la lectura espiritual podemos incluir la meditación formal e informal de la Escritura o la verdad religiosa: la consideración encubadora, el saborear—como si estuviera masticando el zacate—donde digerimos lo que hemos absorvido, y la aplicamos a nuestras propias necesidades. La lectura espiritual es, o a lo menos puede ser, segundo sólo a la oración como una desarrolladora y sostenedora de la vida interna. En ella tenemos acceso a todo el tesoro supernatural atesorado de la raza: todo lo que se ha encontrado sobre Dios. No debe reducirse a la Escritura, pero también debe incluir a lo menos las vidas y los escritos de los santos canonizados y no canonizados: porque en la religión la variedad de nutrición es mucho mejor que una monotonía fastidiosa o siempre lo mismo en la dieta. Si lo hacemos propiamente, tal lectura es un acto social verdaderamente. Nos da no sólo información, sino comunión; interrelación real con las grandes almas del pasado, quienes son el orgullo y gloria de la familia cristiana. Estudiar sus vidas y obras lentamente y con simpatía; leer la historia de la familia, las cartas familiares; tratar de entender el punto de vista de la familia; gradualmente descubrimos que esta gente en su origen aunque no en sus logros son mucho como nosotros. Ellos son gente que son devotos al mismo servicio, son minusválidos por las mismas dificultades; y sin embargo, cuyas victorias y discernimientos nos humillan y convencen, y quien nos dicen más y más, y aprendemos a amar más y más, de la relación del alma a la Realidad. —De The House of the Soul and Concerning the Inner Life por Evelyn Underhill La lectura formativa pues, involucra un cambio, en términos de Adrian van Kaam, de “dar forma,” en la cual estamos inclinados a imponer nuestro significado sobre el texto, a “recibir forma,” en donde dejamos que su significado nos influencíe. Nos movemos de una mentalidad principalmente argumentativa, racionalista y que encuentra errores a una atmósfera apreciativa, meditativa, confirmativa. Nuestra vida espiritual es refrescada en cualquier ocasión que tomamos tiempo para saborear estos valores sin tiempo. Ellos llegan a ser una parte viva de quiénes somos. El texto es como un puente entre los límites de nuestra vida aquí y ahora y las posibilidades que nos esperan si abrimos nuestras mentes y corazones a Dios. —De Pathways of Spiritual Living 50 por Susan Annette Muto Muchos cristianos permanecen en servidumbre a temores y ansiedades simplemente porque no se aprovechan de la Disciplina del estudio. Pueden ser fieles en la asistencia a la iglesia y solícitos en cumplir sus obligaciones religiosas y todavía no son cambiados. . . Pueden cantar con gusto; orar en el Espíritu, vivir tan obedientemente como saben, e inclusive recibir visiones y revelaciones divinas; y todavía el tenor de sus vidas permanecer sin ser cambiadas. ¿Por qué? Porque nunca han agarrado una de las maneras centrales que Dios usa para cambiarnos: el estudio. Jesús lo hizo claro sin lugar a dudas que es el conocimiento de la verdad que nos hará libres. —De Celebration of Discipline por Richard J. Foster He aprendido a desconfiar de la lectura rápida y el conocimiento instantáneo. Pocos gozos de la mente se pueden comparar con la experiencia de permanecer sobre una descripción terca del carácter, o encubar un pasaje bien conocido. “Alguna gente,” dijo Alexander Pope, “jamás aprenderá nada. . . porque ellos entienden todas las cosas demasiado rápido.” —De Human Options por Norman Cousins Incontables escritos subrayan la urgencia de nuestro mundo moderno, con todo su bullicio y ruido, de redescubrir el valor de la meditación, del silencio, de la oración, de la devoción. Lo prediqué antes de practicarlo. Si uno va a ayudar al mundo en este redescubrimiento, uno tiene que practicarlo uno mismo. La vida religiosa tiene que ser alimentada. Dedicamos años de estudios en un negocio o profesión. ¿No deberías mostras la misma perseverancia en adquirir la experiencia de Dios? El menor de los jugadores de billard o ajedrez sabe cuánto tiempo ha gastado con el propósito de aprender a jugar, y cuántos muchos juegos ha tenido que perder antes de ganar uno. El científico, cuando falla un experimento, en lugar de abandonarlo, se pregunta a sí mismo si no se ha escapado en su arreglo o en sus cálculos alguna causa de error. Uno de mis pacientes tuvo un sueño. Se le había dado la tarea de mantener vivo el fuego debajo del calentón. Una voz le seguía diciendo: “Pon carbón regularmente. No dejes que el fuego se apague.” Recientemente vi a una mujer joven que después de varios años de gran aventura espiritual, cayó en dificultades abrumadoras. Sucedió que le mencioné que durante los últimos doce años, podía contar los días en que había negligido escribir durante mi meditación lo que yo pensaba Dios esperaba de mí. Unos cuantos días después me escribió: “Estoy agradecida por lo que dijo. Hace mucho tiempo que abandoné el hábito de la meditación escrita. Alguien me dijo que después de un tiempo uno ya había hecho suficiente progreso espiritual como para ser capaces de mantener contacto con Dios todo el día, ¡sin tener que reservar algún tiempo especial para escucharle!” Todo es hábito en biología, y los hábitos son creados sólo por medio de la repetición. Los experimentos han demostrado que tanto de nuestro comportamiento está determinado por las imágenes mentales a las cuales nuestras mentes están constantemente regresando. Si traemos a nuestras mente una y otra vez a Dios, por la misma ley inevitable gradualmente estaremos dando el lugar central a Dios, no sólo en nuestros seres internos, pero también en nuestras vidas prácticas de todos los días. —De Reflections por Paul Tournier 51 La vida espiritual no es vida mental. No es pensamientos solo. Ni es, claro, una vida de sensación, una vida de sentimientos—“sentir” y experimentar las cosas del espíritu, y las cosas de Dios. Ni excluye la vida espiritua el pensamiento y sentimiento. Necesita de ambos. No es sólo una vida concentrada en el “punto alto” del alma, una vida de donde la mente y la imaginación y el cuerpo están excluídas. Si fuera así muy poca gente podía llevarla. Y de nuevo, si eso fuera la vida espiritual, no sería vida para nada. Si el hombre ha de vivir, tiene que estar todo vivo, cuerpo, alma, mente, corazón, espíritu. Todo tiene que elevarse y transformarse por la acción de Dios, en amor y fe. — De Thoughts in Solitude por Thomas Merton Sin dudas, sin debate interno, entré a la herencia de cada escritor ruso moderno con la intención de la verdad: tengo que escribir sencillo para asegurar que no todo se olvidaría, que la posteridad pudiera algún día conocer de ello. La publicación en el tiempo de mi propia vida tengo que eliminarla de mi mente, quitarla de mis sueños. Hice a un lado mi inútil sueño. Y en su lugar sólo había la seguridad que mi trabajo no sería en vano, que algún día golpearía las cabezas que tenía en mi mirada y aquellos que recibían sus emanaciones invisibles entenderían. No me rebelé en contra del silencio de toda una vida que en contra de la imposibilidad de toda una vida de liberar mis pies del jalón de la gravedad. Al ir terminando una pieza tras otra, al principio en los campos, luego en el exilio, luego después de la rehabilitación, primero versos, luego dramas, y luego obras en prosa también, tenía un solo deseo: guardar todas aquellas cosas de la vista y yo mismo con ellas. En el campo esto significó consagrar mi verso—muchos miles de líneas—a la memoria. Para ayudarme con esto improvisé cuentas decimales de avellanas y, en las prisiones de paso, quebré muchos cerillos y usé los fragmentos como recordatorios. Al acercarme al final de mi sentencia crecí en la confianza en mis poderes de memoria, y principié a escribir y a memorizar la prosa—diálogos al principio, pero entonces, pedazo por pedazo, pasajes completos escritos densamente. ¡Mi memoria encontró lugar para ellos! Funcionó. Pero más y más de mi tiempo—al final tanto como una semana cada mes—iba a la repetición regular de todo lo que había memorizado. —De The Oak and the Calf por Aleksandr Solzhenitsyn Una simple y de alguna manera obvia técnica es la memorización. La expresión “conocer con el corazón” ya sugiere su valor. Personalmente me arrepiento del hecho que conozco muy pocas oraciones y salmos de memoria. Seguido necesito un libro para orar, y sin uno tengo la tendencia a caer de nuevo en las pobres creaciones espontáneas de mi mente. Parte de la razón, pienso, que es tan difícil orar “sin cesar” es que pocas oraciones están disponibles para mí fuera de los contextos de la iglesia. Sin embargo, creo que las oraciones que conozco de memoria podrían llevarme a través de crisis muy dolorosas. El ministro metodista Fred Morris me dijo cómo el Salmo 23 (“Jehová es mi pastor”) le había llevado a través de las horrendas horas en el calabozo de tortura brazileña y le había dado paz en la hora más negra. Y me sigo preguntando qué palabras podría llevar conmigo en la hora cuando tenga que sobrevivir sin libros. Temo que en las situaciones de crisis tendré que depender de mis desvaríos propios sin redimir y no tener lapalabra de Dios para guiarme. 52 —De The Living Reminder por Henri J. Nouwen No puede ser que la gente crezca en gracia a menos que se entreguen a la lectura. Una gente que lee siempre será una gente que conoce. Una gente que habla mucho conocerá poco. Empuja esto en ellos con tu poder, y verás pronto el fruto de tus labores. . . . Nunca podrás ser profundo. . . sin ello mucho menos que un cristiano a carta cabal. ¡Principia! ¡Oh, principia! Fija alguna parte de cada día para tus ejercicios privados. Pudieras adquirir el gusto que ahora no tienes; lo que es tedioso al principio después será placentero. Sea que te gusta o no, lee y ora diariamente. Es por tu vida; no hay otra manera; de otra manera siempre serás una persona frívola todos tus días. . . —De The Message of the Wesleys. Compilado por Philip S. Watson 53 15. Lectura de la Biblia INVOCACION Padre, permite que tu palabra sea lámpara a mis pies, y lumbrera en mi camino. Deja que la guarde en mi corazón para no pecar contra ti. Amén. Salmo 119:105, 11 SALMO 19 ESCRITURA DIARIA Lunes Juan 8:31-32 Martes Hebreos 4:12-13 Miércoles 1 Pedro 1:13-25 Jueves Deuteronomio 30:11-14 Viernes Juan 5:31-47 Sábado2 Pedro 1:3-21 Domingo 2 Timoteo 3:10-17 SELECCIONES PARA MEDITACION MEDITACION PERSONAL ORACION Gasta parte de tu tiempo de oración en pedir un entendimiento más profundo de la Palabra de Dios y por un renovado amor por todo lo que ella te habla a ti. HIMNO “Lámpara de Nuestro Pie” BENDICION Querido Jesús, este día no permitas que me olvide que no puedo vivir de pan solamente, que como tú tengo que tener palabras de la boca del Padre. Amén. SELECCIONES PARA MEDITACION Porque en los libros sagrados, el Padre que está en el cielo encuentra a sus hijos con gran amor y les habla; y la fuerza y el poder en la palabra de Dios es tan grande que permanece el sostén y la energía de la Iglesia, la fortaleza de la fe para sus hijos, el alimento del alma, la fuente pura y perenne de vida espiritual. —De Christian Mysticism Today por William Johnston Se ha repetido por mucho tiempo que la oración es una conversación amorosa con uno que sabes que te ama. Sin embargo, no pocos preguntan hoy ¿cómo sé que no estoy hablando 54 conmigo mismo, en un diálogo continuo entre mí, yo mismo y mi ego? ¿Es realmente un encuentro yo-tú o sólo mí-yo? . . . Es la Escritura, la Palabra de Dios que es la realidadprofunda de nuestra oración, porque “hablamos a él cuando oramos: le escuchamos cuando leemos los dichos divinos.” Del hasidismo, los místicos judíos, hay una hermosa leyenda del rabí que entraba en éxtasis cada vez que expresaba las palabras “y Dios habló. . .” ¡Se abrumaba por completo al darse cuenta que Dios habló al hombre! ¡Qué sucedería si nosotros llegáramos a creer más profundamente la verdad—Dios habla! ¡Dios me habla a mí! Este es el corazón de la oración, este es el poder detrás de la revolución de oración de hoy—que Dios está hablándome directamente en la Escritura. —De Prayer Is a Hunger por Edward J. Farrell Conocido primariamente como un educador, Fran Gaebelein fue el fundador principal de la Escuela Stony Brook, un colegio preparatorio cristiano en Long Island, que ha llegado a ser un prototipo. Sostuvo el puesto por 41 años y consideraba su trabajo allí su logro más importante. Cuando se le preguntó una vez qué consejo deseaba pasar a la siguiente generación de cristianos, Gaebelein respondió: “Mantén a toda costa un tiempo diario de lectura de la Escritura y de oración. Al ver al pasado, veo que la influencia más formativa de mi vida y pensamiento ha sido mi contacto diario con la Escritura por más de 60 años.” —De “Frank Gaebelein: Character Before Career,” Christianity Today por Gretchen Gaebelein Hull He leído aquí y allá en la Biblia antes, de la manera que la gente lo hace—a fuerzas, al azar, lejos de estar segura qué andaba buscando o qué se suponía que debería encontrar. Estaba al tanto que se había dicho que había un gran tesoro sepultado en alguna parte en todas aquellas páginas poco prometedoras de doble columna, pero nunca tuve a alguien que me señalara adecuadamente un lugar donde principiar a escarbar. Tengo que haber estado bastante lejos en andar mirando los Evangelios, algunos de los salmos, algo de Génesis, de Job; y aunque no tengo memorias específicas de ello, recuerdo haber sido movido y haber sentido que había algo mucho más profundo de aquellas cosas que ya había pasado como para moverme a profundizar aun más. Pero todo me parecía muy fugaz y elusivo. Lo que principié a ver era que la Biblia no es esencialmente, más o menos como me había supuesto, un libro de principios éticos, de exhortaciones morales, de leyendas de precaución sobre gente ejemplar, de pensamientos que levantan—de hecho, no es un libro muy religioso en el sentido que la mayoría de los libros que es muy fácil que encuentres en las bibliotecas de los ministros o se revisan en una copia especial de religión del New York Times en su sección de libros que son religiosos. Vi en lugar de eso un gran compendio haraposo de escritos, cuyo propósito subyacente y unificante de todo es demostrar cómo trabaja Dios a través de los Jacobs y los Jabbocs de la historia para darse a conocer al mundo y atraer al mundo a sí mismo. Para toda su vasta diversidad e inigualdad, es un libro con una trama y una trama que se puede declarar rápidamente. Dios hace al mundo en amor. Por una razón u otra el mundo escoge rechazar a Dios. Dios no rechaza al mundo sino que continúa su búsqueda misteriosa y sin descanso hasta el fin del tiempo. Eso es lo que está haciendo por escoger a Israel para que sea su pueblo especial. Eso es lo que está haciendo a través de toda la pasión y poesía y ataque de los profetas. Eso es por qué la historia juega una parte tan 55 crucial en el Antiguo Testamento—todos aquellos reyes y renegados y batallas e invasiones y apostasías—porque fue precisamente a través de gente como esa y eventos como aquellos que Dios estaba trabajando, como, más tarde, en el Nuevo Testamento, estaba supremamente trabajando en la persona y el evento de Jesucristo. Sólo que “estaba trabajando” sería una manera mucha más acertada de ponerlo porque si hay un Dios que trabaja del todo, su obra continúa, claro, y en una y a la misma vez el pasado bíblico no sólo ilumina el presente sino que llega a ser él mismo parte de ese presente, parte de nuestros propios pasados individuales. Hasta que puedas leer la historia de Adán y Eva, de Abraham y Sara, de David y Betsabé, como tu propia historia, realmente no la has entendido. La Biblia es un libro sobre nosotros al final de cuentas, nuestras propias apostasías, nuestras propias batallas y bendiciones; fue el descubrimiento de eso. . . que constituye la verdadera recompensa. . . —De Now and Then por Frederick Buechner En este contexto, la palabra de Dios sea escrita o hablada se puede comparar a un espejo. Espiritualmente, los ojos de tu alma son tu razón, tu conciencia es tu rostro espiritual. Y así como cuando tienes una parte sucia en tu rostro físico tus ojos no pueden ver esa parte ni saber dónde está sin un espejo o alguien más que te diga; así espiritualmente es lo mismo, sin leer o escuchar la palabra de Dios no es posible para un alma, cegada por el pecado habitual, ver la la falla sobre su conciencia. —De The Cloud of Unknowing traducido por Ira Progoff ¿Cómo lo hace uno? Uno no puede evitar principiar con aquellas impresiones de la memoria en el evangelio, puesta en contra de la historia del judaísmo en toda la Biblia. Hace unos cuantos años, hubiera sido necesario que me disculpara largamente por recomendar que la gente haría bien en leer la Biblia. Hoy, sin embargo, una nueva generación a lo menos comprende cómo y por qué es que tales textos tienes que ser derramados. La crítica Leslie Fiedler observó que los jóvenes que viven en las comunidades leen de una manera diferente que los eruditos apartados lo hacían. Ellos pueden leer las novelas de Herman Hesse o Ken Kesey, o pudieran tantearse con The Whole Earth Catalogue. De todas maneras, ellos han leídos éstos “escrituralmente.” Esto es, ellos han extrañido las señales para su comunidad de aquellos. Ellos escudriñaron e investigaron estas fuentes y midieron su manera de vida por lo que leen. La Biblia tiene que ser asaltada e investigada por lo que tiene que hacer con la promesa de uno. —De You Are Promise por Martin E. Marty . . . esta palabra que nos envía a una vez a trabajar y a la obediencia, es la roca sobre la que edificamos nuestra casa. La única respuesta propia a esta palabra que Jesús trae consigo de la eternidad es simplemente hacerla. Jesús hablaba así: suya es la palabra, nuestra la obediencia. Sólo en el hacerla la palabra de Jesús retiene su honor, fortaleza y poder entre nosotros. Ahora la tormenta puede rugir sobre la casa, pero no puede destruir esa unión con él, que la palabra ha creado. Sólo hay otra posibilidad más, aquella de fallar en hacerla. Es imposible querer hacerla y sin embargo no hacerla. Tratar con la palabra de Jesús de otra manera que por hacerla es mentirle. Es negar el Sermón del Monte y decir No a su palabra. Si principiamos a hacer 56 preguntas, poner problemas, y ofrecer interpretaciones, no estamos haciendo su palabra. Una vez más las sombras del joven rico y el escriba de Lucas 10 levantan sus cabezas. Sin importar con cuando vehemencia afirmamos nuestra fe, y nuestro reconocimiento fundamental de su palabra, Jesús todavía lo nombrará “no hacerla.” Pero la palabra que nosotros fracasamos en hacer no es la roca sobre la que edificamos nuestra casa. No puede hacer entonces unión con Jesús. El nunca nos ha conocido. Eso es por qué tan pronto como el huracán principia perdemos la palabra, y encontramos que realmente nunca habíamos creído. La palabra que teníamos no era la de Cristo, sino una palabra que habíamos arrancado de él y la habíamos hecho nuestra por reflexionar en ella en lugar de hacerla. Así que nuestras casas se despedazan en ruinas, porque no está fundada en la palabra de Jesucristo. —De The Cost of Discipleship por Dietrich Bonhoeffer La Biblia es el record de aquellas irrupciones divinas en la historia humana. “La búsqueda de Dios por el hombre,” se describe, en lugar de ser nuestra búsqueda por Dios. Y sus acentos son considerados una clave para discernir la actividad divina continua en el presente. A diferencia de la mayoría de la literatura religiosa, no es principalmente una colección de dichos nobles, sino una lista al sonido del tambor de eventos, gente, luchas, grandes y terribles, de frafilidad, dudas, y heroísmo, del poder último de lo recto. La Escritura no intenta ser una exposición científica o mera historia. Es “historia de salvación,” un drama espiritual universal de una compasión y preocupación por la integridad humana que abarca todo, de un amor inquebrantable que busca una respuesta afirmativa. Es una historia vívida, y en ocasiones parabólica de la persistencia de Dios, de la búsqueda incansable por nosotros y nuestra respuesta tropezante, y seguido sin fe. —De The Untamed God por George Cornell A los hombres cándidos, razonables, no tengo temor de abrir lo que han sido los pensamientos más internos de mi corazón. He pensado, soy una creatura de un día, pasando a través de la vida como una flecha rasgando el aire. Soy un espíritu que viene de Dios, y regresa a Dios: posando sobre el gran golfo; hasta que, en unos cuantos momentos, no seré visto m´s; ¡caeré a la incambiable eternidad! Yo quiero saber una cosa—el camino al cielo: cómo llegar a salvo a ese puerto feliz. Dios mismo ha condescendido para enseñar el camino; para este mismo fin vino del cielo. Lo ha escrito en un libro. ¡Oh, dadme ese libro! A cualquier precio, ¡dadme el libro de Dios! Ya lo tengo: aquí hay conocimiento suficiente para mí. —De A Compenden of Wesley’s Theology. Editado por Robert W. Burtner y Robert E. Chiles Debemos oír. Todos debemos. Eso es a lo que toda la Biblia está llamando. “¡Oye, oh Israel!” ¿Pero escuchar qué? ¿Escuchar qué? La Biblia es cientos sobre cientos de voces todas llamando a la vez del pasado y reclamando nuestra atención como aullidos en una feria, como las sirenas aereas, como todo un corral de gallos a las primeras señlas de la aurora en los cielos. Algunas de las voces están gritando, como la voz de Moisés, para que todo Israel, todo el mundo, pueda oír, y algunas son tan suaves y pequeñas que difícilmente las puedes oír, como Job con cenizas sobre su cabeza y su quebrado corazón, como el viejo Simeón susurrando, “Señor, despide ahora a tu siervo en paz.” Los profetas vociferean en 57 sus frustraciones, su ira, su santa esperanza y locura; y los sacerdotes zanganean y zanganean sobre las dimensiones y el moviliario del Templo; y los escribas deletrear qué comer y qué no comer; y los historiadores enlistan los reyes, las batallas, las lecciones trágicas de la historia de Israel. Y en alguna parte en medio de ellas todas una voz particular habla lo que es diferente a todas las otras voces porque habla tan directamente a la privacidad más profunda y los anhelos y cansancio de casa uno de nosotros que hay ocasiones cuando los siglos son borrados como rocío, y es como si no estuviéramos protegidos por el tiempo entre nosotros y el que habla nuestro nombre secreto. Ven, dice la voz. A mí. Todos. Cada uno. —De A Room Called Remember por Frederich Buechner 58 16. Escribiendo el Diario INVOCACIÓN Oh Dios, ¿qué podemos hacer por nosotros mismos sin tu sostén sino caer en pecado y ofenderte? No nos dejes, por tanto, a nosotros mismos, sino fortalécenos en el hombre interior, de tal manera que podamos en todo tiempo y en todas las cosas renunciar nuestras inclinaciones malas, que incesantemente intentan alejar nuestros corazones lejos de ti. Completa tu conquista y haznos todos tuyos ahora y para siempre. Amén. SALMO 44 ESCRITURA DIARIA Lunes Efesios 6:10-18 Martes Jeremías 17:5-10 Miércoles 2 Corintios 4:7-5:5 Jueves 2 Corintios 10:11 Viernes 1 Crónicas 16:8-16 SábadoLucas 2:8-19 Domingo Lucas 1:1-4 SELECCIONES PARA MEDITACIÓN MEDITACIÓN PERSONAL ORACIÓN Ser abiertos y honestos con tus sentimientos nunca es fácil y casi siempre es doloroso. Pero Dios da el valor en medio de ambos. Pídele el deseo de ser transparente ante su faz. HIMNO “Tengo Que Decirte a Jesús” BENDICIÓN Todopoderoso y eterno Dios, atrae de tal manera nuestros corazones a ti, guía de tal manera nuestras mentes, llena de tal manera nuestras imaginaciones, controla de tal manera nuestras voluntades, que podamos ser totalmente tuyos, completamente dedicados a ti; y entonces úsanos, oramos, como desees, y siempre para tu gloria y el bienestar de tu pueblo; a través de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Amén. SELECCIONES PARA MEDITACIÓN La oración es un hambre, un hambre que no se aquieta fácilmente. Hoy el clamor “enséñanos a orar” es un eco y repercute desde muchas direcciones. Una de las maneras que he aprendido a orar es por escribir. Principio por copiar pasajes favoritos de la lectura, luego pensamientos e ideas de otros y finalmente escribo mis propios discernimientos y reflexiones de la oración y experiencias de cada día. Este diario de oración en ocasiones 59 parece como mi propia biografía de Cristo, una clase de quinto Evangelio. Escribir me hace pensar de la experiencia del evangelista. ¿Por qué y cómo Mateo, Marcos, Lucas y Juan principiaron sus escritos? ¿Qué les pasó a ellos? ¿Qué clase de gracia les estaba afectando? Ciertamente, su experiencia en escribir fue una oración, un entrar en la mente y el corazón de Cristo. Me pregunto si la experiencia del evangelista no debe ser una experiencia más común para muchos cristianos. —De Prayer Is a Hunger por Edward J. Farrell Una ayuda para mí en trabajar las cosas ha sido mantener un diario honesto —tan honesto como el ser humano puede ser— sin publicar. Concedido, mucho de mi trabajo que no es ficción es levantado directamente de mis diarios, pero lo que uso es sólo una pequeña fracción de estos volúmenes numerosos y voluminosos. Si puedo escribir cosas puedo verlas, y ellas ya no están atrapadas dentro de mi propia subjetividad. He mantenido estas notas de pensamientos y preguntas y en ocasiones pura basura (que “necesita” ser tirada en algún lugar) desde que tenía nueve, y ellos son, pienso, mi sofá psiquiátrico gratis. No hace mucho tiempo alguien que amo dijo algo que me lastimó duramente, y estaba desolado que esta persona pudiera hacer tal comentario de mí. Así que, en gran dolor, me arrastré a mi diario y escribí todo en una gran explosión de auto conmiseración. Y cuando lo había hecho, cuando ya lo tenía frente de mí, vi que algo que yo había dicho había invitado las palabras que me habían lastimado tanto. Era, de hecho, mi propia culpa. Pero nunca le hubiera visto si no lo hubiera escrito. —De Walking on Water por Madeleine L’Engle Hay otra razón todavía y muy diferente para mantener un diario. La meta aquí no es simplemente la de archivar mi propio potencial, sino más bien el de profundizar mi relación con ese centro de realidad espiritual de la que todas las grandes religiones de la humanidad hablan. Aquí la meta de guardar el record de mi vida y lucha no es tanto el forjar la cadena del crecimiento como para traer mi ser interno al herrero. El diario no es tanto una parte integral del edificio como un escalafón que se necesita para construir el edificio y luego necesitado para reparar la estructura. Pero el tamaño del edificio que uno puede construir sin el escalafón es limitado en realidad. La profunda relación con Dios que se puede recibir e integrar en muchos hombres y mujeres es limitada a la cantidad de esfuerzo y tiempo y disciplina que toman para guardar el record de sus encuentros con la realidad religiosa. Los diarios apuntan estos encuentros y también son herramientas útiles para cuidar el proceso de desarrollar la relación. También pueden apuntar nuevas maneras de abrir el ser de uno al poder transformativo de Dios. Dudo si aquellos que leen y escriben son capaces de llegar a la relación profunda con el amante divino que lo que es posible si no mantienen un diario. —De Adventure Inward por Morton T. Kelsey Escribir un diario es uno de los ejercicios de más ayuda que podemos hacer para aumentar nuestra capacidad para la meditación y la oración. El detenerse diariamente o unos cuantos minutos en la semana para escribir nuestros pensamientos tiene una manera de aquietar y desenmarañar nuestras vidas demasiado activas y descentradas. Escribir nos ayuda a trabajar a través de obstáculos no detectados en la vida espiritual. . . Un diario no sólo es un 60 record de eventos que tocan y nos transforman; es un espacio privado en el que podemos encontrarnos a nosotros mismos con relación a otros y Dios. —De Pathways of Spiritual Living por Susan Annette Muto Una vez que decidamos principiar, ¿existen ayudas concretas para escribir un diario que un practicante pudiera sugerir? ¿Qué incentivos podemos encontrar para seguir adelante? Al principio es fascinante darse cuenta que el acto de escribir fija en papel la corriente de experiencias que se nos resbalan constantemente. Nos ayuda a recordar unos cuantos eventos importantes entre la masa de sucesos que experimentamos. Escribir detiene el fluir de experiencias de tal manera que podamos mirar otra vez y obtener discernimiento en lo que realmente nos está ocurriendo en esta reunión o en la presencia de tal texto o durante nuestra pausa para la oración y presencia a lo trascendente. Escribir un diario en este respecto se podría comparar a la construcción de una presa en un río. La presa detiene el apuro del agua con el propósito de volver a canalizarla para obtener poder más alto. De igual manera, escribir canaliza nuestra atención de tal manera que podamos ver más claramente el misterio de la voluntad directriz de Dios en los eventos diarios. —De Pathways of Spiritual Living por Susan Annette Muto Es una realidad consoladora que no hay una manera correcta o equivocada de mantener un diario. Si queremos, nosotros mismos, llegar a ser lectores de diarios —conscientes de los tipos diferentes— seremos ayudados si mantenemos uno nosotros mismos. Podemos dibujar una forma u otra que encaje en nuestras necesidades, como lo hacemos en la oración. No podemos usar la manera contemplativa de oración cuando queremos clamar por misericordia o estamos airados en contra de nuestros enemigos. Escribir en nuestros diarios me parece estar muy cerca a orar, si en realidad esto no es oración. No podemos escribir nuestros discernimientos espirituales sobre el mundo cuando lo tenemos nosotros mismos en “nuestras manos.” La condición interna de uno pudiera ser un guía ayudador en nuestro escogimiento de una forma de escribir un diario para un dado día o un período de nuestra vida. —De Letters to Scattered Pilgrims Por Elizabeth O’Connor El mantener un diario para el peregrinaje requiere un compromiso consciente, inquebrantable a la honestidad con uno mismo. . . el primer requisito para crecer en auto entendimiento. Nadie puede romper nuestras cadenas por nosotros. Tenemos que hacer esto por nosotros mismos. Pudiéramos tener alguna ayuda en el camino, pero somos los únicos que nos podemos liberar a nosotros mismos, y esto lo hacemos al posesionarnos de la verdad —por arrancar las mentiras y los engaños. Esto requiere mucho valor, mucha persistencia, un compromiso a seguir adelante cuando queremos regresar. La meta es hacer a Jesucristo el Señor de nuestras vidas. —De Letters to Scattered Pilgrims por Elizabeth O’Connor Entre nuestras herramientas primarias para el crecimiento están la reflexión, la auto observación y el auto cuestionarnos. El diario es uno de los vehículos de más ayuda que 61 tenemos para cultivar estos grandes poderes en nosotros mismos. Todos tenemos estos poderes pero necesitamos estructuras que nos animen a usar y practicarlas. Escribir un diario refuerza la reflexión. Cuando ponemos por escrito nuestras observaciones estamos agarrando lo que está dentro de nosotros y lo estamos poniendo afuera. Estamos sosteniendo un pedazo de nuestra vida en nuestras manos donde podemos verla, y meditar en ella, y profundizar nuestro entendimiento de ella. —De Letters to Scattered Pilgrims por Elizabeth O’Connor Habiendo desarrollado el hábito de la reflexión descubrí que en ocasiones algo de una naturaleza más profunda surgió de las profundidades de mi ser. Por ejemplo, un día sentí que mi vida y todo lo que me rodeaba era aburrido y no tenía ningún interés. Me detuve en la iglesia y quietamente me senté en lo “gris” con mi diario abierto delante de mí. Después de algún tiempo surgió el pensamiento en mi cabeza que lo gris significaba que el sol estaba brillando en algún otro lugar, y que es mucho mejor que lo negro. Después que había meditado quitamente en lo gris por unos veinte minutos, gradualmente la niebla gris se levantó, y me encontré bañado en la luz brillante de la presencia de Dios. Recuerdo haber escrito esto. También descubrí que los discernimientos que escribí se me quedaron y fueron mucho más posiblemente integrados en mi vida que aquellas ideas y experiencias que no fueron escritas. —De Companions on the Inner Way por Morton T. Kelsey El diario no sólo nos da una manera segura de tratar con los sentimientos que están seguido listos para brotar de nosotros, sino que nos ofrece objetividad sobre ellos también. Qué diferentes parecen las ideas mientras están allí desnudas en la página delante de nosotros que en el momento de “inspiración.” En ocasiones parecen menos y en ocasiones aun más inspiradas. Qué menos poderosas son las emociones que nos consumen en un día cuando las miramos con una disposición más calmada el siguiente día. He encontrado que escribir mis temores uno por uno seguido remueven el pánico que sentía cuando me invadieron como un ejército hostil. Cuando los miramos tirados allí impotentes en blanco y negro en las páginas de nuestro diario, seguido asumen su tamaño propio. —De Companions on the Inner Way por Morton T. Kelsey El trabajo en el estudio comparativo de vidas trajo otro tipo de evidencia en favor de usar un diario personal como el instrumento básico para el crecimiento personal. Era impresionante observar el número de personas en otras culturas y en otros períodos de la historia que han mantenido espontáneamente un diario de alguna clase para llenar las necesidades en sus vidas. Estos diarios son primariamente un record cronológico de eventos. Son diarios elaborados en un grado mayor o menor dependiendo del temperamento de la persona y su situación de vida. En ocasiones están enfocados en alguna área particular de la experiencia o una tarea particular, como es seguido el caso de artistas y novelistas. En aquellos casos un diario sirve como la herramienta sicológica espontánea que hace posible al lado creativo interno del trabajo en progreso ser llevado a cabo. 62 El mantener diarios privados ha jugado un papel particularmente importante en la historia de la religión, dondequiera que la realidad de la experiencia interna ha sido valorada en la vida religiosa. Desde san Agustín hasta Pascal hasta la Sociedad de Amigos, alguna forma de diario persona ha sido invocada. En ocasiones estos diarios tratan con el horizonte completo de experiencias personales incluyendo todas las intimidades de la vida desde pleitos maritales y sexualidad hasta los momentos visionarios cuando una persona se siente a sí mismo como moviéndose precariamente entre la profecía y la locura. Aquellos, claro, son los diarios dramáticos. Pero muy seguido el diario trata con un área de comportamiento religioso que es específicamente definido por el grupo religioso particular al cual el individuo pertenece. En aquellos casos, las metas puestas por las creencias de la secta son la base para mantener el diario. El individuo usa el diario como un medio para medir su progreso en algún sendero religioso particular que ha sido escogido. Que ese uso de un diario privado es bastante común, no sólo en la vida religiosa sino en dondequiera que una persona se ha fijado una meta hacia la que trata de dirigirse a sí mismo. Los diarios se usan especialmente en aquellas situaciones donde una persona está teniendo dificultad en obtener su meta. Un diario privado entonces es traído primero como un instrumento para anotar y luego para evaluar qué tan lejos se ha obtenido sus metas y hasta qué grado se ha fallado. Tal uso de un diario llegar a ser una herramienta para probarse a sí mismo. Es de ayuda hasta el punto en que provee un medio de reflexión del contenido de la vida. —De At a Journal Workshop por Ira Progoff 63 17. Compañeros Espirituales INVOCACION Oh Dios, tú nos has hecho para el compañerismo, y nos has dado el poder tanto de ayudar como de lastimar a nuestros compañeros, cocédenos la sabiduría de saber qué es el bien de ellos, y la presta voluntad para ayudarles a obtenerlo. Sana a todos aquellos que hemos herido, fortalece a aquellos a quienes les hemos fallado, concédenos a todos tu gracia sanadora, y haz que nuestro compañerismo sea tu familia, a través de Jesucristo nuestro Señor, Amén. Norman B. Nash en Daily Prayer Companion SALMO 133 ESCRITURA DIARIA Lunes Juan 13:1-35 Martes 1 Timoteo 3:1-7 Miércoles Filemón 1-25 Jueves Filipenses 2:19-30 Viernes 1 Samuel 20:16-42 SábadoHechos 9:10-19 Domingo 1 Tesalonicenses 5:12-28 SELECCIONES PARA MEDITACION MEDITACION PERSONAL ORACION Principia a orar que Dios te dirija a alguien con quien puedas ser abierto y en oración tanto de los esfuerzos como del progreso de la vida espiritual. Por alguien con quien puedas principiar a ser mutuamente responsable por la peregrinación uno del otro en fe. HIMNO “He Encontrado un Amigo, ¡Oh Qué Amigo!” BENDICION Señor, tú sabes que no soy particularmente heróico o santo; que necesito a alguien con quien ser amigo en esta peregrinación espiritual. Permíteles encontrarme a través de mi deseo de ser un amigo espiritual. Amén. SELECCIONES PARA MEDITACION Las rigurosas demandas de la verdadera amistad, el don de uno mismo, el tiempo de uno, las preferencias de uno, la desnudez y honestidad, están más allá del precio que muchos 64 están dispuestos a pagar—aquellos que no han experimentado todavía lo que se compra con ese precio. Cualquiera que tiene la gracia de la verdadera amistad sabe el costo y sabe su valor. Y sabe, también, lo ridículo del temor que tal amistad minaría la comunidad. —De A Place Apart por M. Basil Pennington A menos que seamos personas particularmente heróicas o santas, cada uno de nosotros necesita una relación con a lo menos una otra persona que también busque y confíe en el camino sencillo, la Simple Presencia. Tal “amigo espiritual” puede ser de enorme sostén para nosotros, y nosotros para ellos. Aun si sólo se encuentran o se escriben uno al otro una vez al mes, puede ser suficiente. Con sólo saber que alguien más está luchando por el simple día contigo, sea que seguido se hablen o no, es de ánimo. Te sientes un poco menos solo, un poco menos tentado a caer sin pensarlo en las trampas complicadas. Alguien más está allí que sabe si tú estás tratando o no de poner atención al camino sencillo; que trae una clase de responsabilidad que es importante. Cuando alguien más sabe y le importa, entonces ponemos mucho más atención a lo que estamos haciendo. —De Living Simply Through the Day por Tilden H. Edwards A quien verás y responderás dependerá de muchas cosas, incluyendo tu ead, sexo, experiencia, personalidad, sendero espiritual, . . . tradición de fe. . . Veamos cada una de éstas a su vez. EDAD Normalmente creo que es mejor escoger a alguien en la segunda mitad de la vida: más o menos de treinta y cinco o más adulto. Carl Jung creía que cada persona que vino a verlo de más de treinta y cinco esencialmente le trajo una preocupación espiritual, sin importar el problema presente. Hay algo nuevo que generalmente principia a suceder en la edad mediana: un sentido de finitud, un ordenar lo que es y lo que no es importante en la vida, una búsqueda espiritual fresca o aprecio. SEXO ¿Qué diferencia hace si escoges a alguien del mismo o del sexo opuesto para un compañero espiritual? En los últimos siete años algunos de nosotros en Shalem hemos puesto atención particular a esta pregunta. No hay una respuesta para toda la gente en todas las situaciones. Sin embargo, donde hay un escogimiento entre dos buenas personas de diferentes sexos, con cada uno de los cuales te sientes igualmente confortable, en la mayoría de las situaciones es mejor escoger a una persona del mismo sexo. EXPERIENCIA Si tú nunca has estado en una amistad espiritual seria antes, y tu propio sentido de vida espiritual y experiencia parece rala, entonces tendrás probablemente muy poca autoconfianza espiritual y mucha vulnerabilidad al acercarte a tal relación. En tal circunstancia creo que es importante buscar a alguien quien esté confiado en la experiencia y sin embargo sea humilde en ella. La confianza te liberará para relajarte y ser vulnerable. La humildad te dará lugar para dejar que tu propia confianza se levante; no te sentirás intimidado por tu propio sentido de distancia espiritual. Por el otro lado, tal humildad significará que tu amistad será menos sutil, probablemente inconsciente, de explotar tu “novedad” por enseñorearse sobre ti con un sonido de superioridad, consejo 65 demasiado confiado que errarías como sabiduría. Tu amigo escuchará, gentilmente evocará de ti la luz del Espíritu dentro de ti. PERSONALIDAD Si podemos confiar en el trabajo de Carl Jung en su tipología de la personalidad y desarrollo, entonces encontrarías valioso el buscar complementarios. Si eres muy analítico, busca a alguien que sea un tipo más “sentimental”; si eres uno que le gusta sentir, busca a uno que sea más pensador; si eres más intuitivo, busca a alguien más concreto, conocedor de detalles, sensata; si eres más sensato, busca a un amigo intuitivo. Sin embargo, ten cuidado de una persona que es tan extremadamente contrastante en personalidad que terminaría en no ser capaz de sentirse a gusto contigo. SENDERO ESPIRITUAL Ten cuidado de tu sendero espiritual dominante ahora, un sendero influenciado por tu personalidad. Es importante que tu amigo tenga alguna experiencia y simpatía con tu sendero, aun cuando él o ella no estuviera viajando en él tan centralmente como tú. De hecho, alguien con experiencia que tenga simpatía y a la vez sea crítico de diferentes senderos es el mejor de todos: tal amigo puede ayudar a entonarte a diferentes posibilidades para las que estuvieras listo, y llamarte la atención a posibles engaños. TRADICION DE FE Las tradiciones cristianas particulares como se expresan en un dado lugar tienden a enfatizar ciertos senderos más que otros, en ocasiones explícitamente sobre otros. Si tu tradición pesa un sendero particular, está bien, mientras esté verdaderamente en tu sendero. Si no es así, habrá poco lugar o entendimiento del sendero que parece que han sido llamado a caminar ahora, entonces tendrás que encontrar un compañero espiritual de una tradición que tenga más simpatía, o alguien que comparta tus “puntos de vista minoritarios” dentro de la tuya propia. —De Spiritual Friend por Tilden H. Edwards Los lugares están tan llenos de misterios como los tiempos, y casi desde el principio supe eso, de todos los lugares, era el que correcto para mí. La parroquia parecía ser más parte del mundo del trabajo que un hogar que alguna vez tuviera y así lo hizo mucho más fácil creer que quizás mi trabajo era real también. Era un lugar para ponerse una corbata y de donde uno llega a casa. Podía escuchar a Bob Clayton y su esposa, Betty, trabajando en la oficina debajo de las escaleras, y el sonido de la máquina de escribir, el teléfono, y las idas y venidas de la parroquia me ayudó a creer en mis momentos más sanguíneos que, oscuros y locos como eran mis esfuerzos, tendría todavía alguna conección remota, de segunda historia, a lo menos en la iglesia de Cristo. Y quizás más que cualquier otra cosa, había oraciones en las mañanas. Excepto en las ocasiones más raras, nadie vino a ellas sino Bob y yo. La primera cosa cada mañana que hacíamos después de cruzar el césped a la iglesia era tocar la campana. En algunos días él leía el servicio y yo respondía. En otras, hacíamos lo contrario. El Señor sea contigo. Y con tu espiritu. Cantemos. Oremos. Los salmos. Las lecturas del leccionario. Los silencios. Al principio tuve la idea que mi propósito primario al manejar aquellas quince millas cada mañana era escribir y que las oraciones eran incidentales, pero luego empecé a sospechar que quizás era al revés y que ésto estaba más cerca de la verdad. Y más tarde todavía, estaba menos seguro que antes que a la larga había una diferencia más 66 grande entre escribir y orar de todas maneras. De todos modos, la mayor parte de lo que escribí en los siguientes diez años lo escribí en aquel cuarto pequeño y burdo, después de aquellos pequeños y burdos servicios, y en algunas cuantas ocasiones cuando había visto el cuarto, me dí cuenta que parte de mi vida siempre había tenido nostalgia por él. —De Now and Then por Frederick Buechner ¿Amas el espíritu de tu amigo, o amas sólo lo de afuera de él? Si amas su complexión clara, su voz de barítono, su perfil griego derecho, su espléndida figura, y paras allí— entonces tu amor no es el verdadero amor penetrante y celestial. Pero si amas los pozos profundos de quietud, muy adentro, adentro de él, si tú amas la calidad asemejada a Cristo de su compasión, de su capacidad inquebrantable por la inteligencia, por la permanencia, por el heroísmo, entonces estás principiando a llegar a la raíz de él. Cada persona tiene una cualidad un poco diferente de personalidad, un alma diferente a través de la cual expresa el gran Espíritu Dios. Si tú penetras a esa alma interna y la amas—no alguna ilusión imaginaria o algún patrón imaginario que tú mismo pusistes en él desde afuera, sino su verdadera alma propia, y la amas—entonces él es real y verdaderamente tu amigo. Tú y él serán David y Jonatán de por vida, o Rut y Noemí, como fuese el caso. —De I Will Lift Up Mine Eyes por Glenn Clark Dentro del Compañerismo más grande surge el círculo especial de unos cuantos quienes, paca cada uno de nosotros, ha caido un énfasis particular de cercanía. Estos son nuestro especial don y tarea. Estos “cargamos” internamente a través de la oración sin palabras. Por un acto y actitud interior los levantamos repetidamente ante el trono y les sostenemos allí en poder. Este es trabajo, verdadero trabajo del alma. Exige energía pero se hace con gozo. Pero la membresía de tales grupos especiales es diferente y se entrelaza. De cada individuo los vínculos de compañerismo especial irradia cerca y lejos. El efecto total, en una Iglesia viva, sería suficiente intersección de estos vínculos para formar una red de sostén y de carga de amor para toda la humanidad. Donde el Compañerismo hace falta la Iglesia invisible hace falta y el Reino de Dios todavía no ha llegado. Porque estos vínculos de amor divino y “cargar” son el material del Reino de Dios. Aquel que está en el Compañerismo está en el Reino. Dos personas, tres personas, diez personas pudieran estar viviendo en contacto vivo con otro a través de Aquel que subraya sus vidas separadas. Esta es una experiencia sorprendente, la cual sólo se puede describir pero no se puede explicar en el lenguaje de la ciencia. Pero en la experiencia vívida del Compañerismo divino está allí. Sabemos que estas almas están con nosotros, levantando sus vidas y las nuevas continuamente ante Dios y abriéndose a sí mismo, con nosotros, en una obediencia continua y estable a él. Es como si las fronteras de nuestro yo fueran engrandecidas, como si estuviéramos dentro de ellas y como si estuvieran dentro de nosotros. Su fortaleza, que se les ha dado por Dios, llega a ser nuestra fortaleza, y nuestro gozo, dado por Dios a nosotros, llega a ser su gozo. —De A Testament of Devotion por Thomas R. Kelly El cristianismo, después de todo, es una religión de amor; y no de amor propio sino de amor a los hermanos y prójimos de uno en Cristo. El “compañerismo” siempre ha sido una palabra clave, pues, dentro del metodismo, y en el metodismo original era más que una palabra. Con el propósito de hacerla y mantenerla como una realidad viviente, Wesley dividió sus Sociedades en Clases. Estos eran grupos de no más que una docena de 67 miembros, quienes se reunían una vez a la semana bajo el liderasmo de uno de sus propios números para conversación sobre la vida espiritual. Las Reuniones de las Clases no eran círculos de estudio, no eran grupos de discusión, y mucho menos sociedad de debate. Eran compañerismos centrados en Cristo. A sus miembros se les enseñó a tomar en serio la promesa del Señor que él estaría presente en medio dondequiera que dos o tres se reunieran en su nombre. Por lo cual, cuando ellos se encontraban en la Clase, cantaban: Jesús, miramos a ti, ¡Tu prometida presencia invocamos! Tú en medio de nosotros estarás, Reunimos en tu nombre: Tu nombre es salvación, Lo cual estamos dispuestos a probar; Tu nombre es vida, y salud, y paz, Y eterno amor. Luego seguían compartiendo su experiencia cristiana unos con otros—sus problemas y triunfos en el camino cristiano, o en la búsqueda de ese camino. En ocasiones ellos confesaban sus pecados unos a otros, en ocasiones se comprometían uno con el otro a sacarse adelante, pero siempre con el propósito de ayudarse unos a otros a crecer en gracia, en fe y esperanza y amor. —De The Message of the Wesleys. Compilado por Philip S. Watson 68 18. Ayuno INVOCACION Tú sabes, oh Señor, a cuántos seducciones pecaminosas, tribulaciones y peligros internos estamos expuestos, de las inclinaciones naturales y violentas al mal, nuestra repugnancia incesante al bien y los asaltos de la tentación. ¿Cómo seremos capaces de resistir tantos y tan poderosos enemigos inclinados como están a nuestra destrucción, si en tu abundancia no nos asistes? Es a ti que levantamos nuestros corazones y mentes. Es a ti en quien buscamos socorro para guardarnos de ceder a la tentación, para librarnos del más grande de todos los males, el pecado, y preservarnos de la perdición eterna. Amén SALMO 54 ESCRITURA DIARIA Lunes Juan 4:31-38 Martes Mateo 9:14-17 Miércoles Mateo 6:16-18 Jueves Lucas 4:1-13 Viernes Exodo 34:27-28 SábadoMateo 4:1-4 Domingo Lucas 5:33-39 SELECCIONES PARA MEDITACION MEDITACION PERSONAL ORACION Escuché a un hombre piadoso exclamar cuando se le preguntó si tenía hambre cuando ayunaba, “¡Claro que sí! Pero luego recuerdo que estoy ayunando para Dios y no para mí, y el hambre se va.” HIMNO “Lléname Ahora” BENDICION Tú has dicho, oh Señor, que para llegar a ser tus discípulos tenemos que negarnos a nosotros mismos y tomar nuestra cruz y seguirte. Tú sabes nuestra extrema repugnancia tanto a uno como al otro. Ten paciencia con nuestra fe en este punto para no condenarnos por no practicar lo que creemos que es necesario para la salvación, pero concede que como creemos así siempre vivamos para llegar a ser cristianos. Amén. SELECCIONES PARA MEDITACION 69 Uno de los asuntos que entendiblemente preocupa a mucha gente es si la Escritura hace o no al ayuno obligatorio sobre todos los cristianos. . . Aunque muchos pasajes de la Escritura tratan con este asunto, dos sobresalen en importancia. El primero es la sorprendente enseñanza de Jesús sobre el ayuno en el Sermón del Monte. Su enseñanza sobre el ayuno estaba directamente en el contexto de su enseñanza sobre dar y orar. Es como si hay una suposición casi inconsciente que dar, orar y ayunar todas son parte de la devoción cristiana. Jesús declaró, “Cuando ayunes. . .” (Mt. 6:16). Parece hacer la suposición que la gente ayunaría, y que lo que era necesario era instrucción sobre cómo hacerlo de una manera propia. . . . Habiendo dicho ésto, sin embargo, tenemos que seguir para darnos cuenta que aquellas palabras de Jesús no constituyen un mandamiento. Jesús estaba dando instrucciones sobre el ejercicio propio de una práctica común de su día. No habla una palabra sobre si era la práctica correcta o si debería continuarse. Así que, aunque Jesús no dice “Si ayunas,” tampoco dijo, “Tienes que ayunar.” La segunda declaración crucial de Jesús sobre el ayuno vino en respuesta a la pregunta de los discípulos de Juan el Bautista. Perplejos por el hecho que ellos y los fariseos ayunaban pero los discípulos de Jesús no, preguntaron “¿Por qué?” Jesús respondió, “¿Pueden los invitados a las bodas estar de luto mientras el esposo está con ellos? Los días vienen cuando el esposo les será quitado, y entonces ayunarán” (Mt. 9:15). Esta es quizás la declaración más importante en el Nuevo Testamento sobre los cristianos deben ayunar el día de hoy. La interpretación más natural de los días cuando los discípulos ayunarían es la era presente de la iglesia, especialmente a la luz de su intrincada conección con la declaración de Jesús sobre los odres nuevos del reino de Dios que sigue inmediatamente (Mt. 9:16-18). . . Quizás es mejor evitar el término “mandamiento” porque en el sentido estricto Jesús no ordenó ayunar. Pero es obvio que el procedió sobre el principio que los hijos del reino de Dios ayunarían. Porque para la persona que anhela un caminar más íntimo con Dios, estas declaraciones de Jesús son palabras atractivas. —De Celebration of Discipline por Richard J. Foster El ayuno también puede simplificar la naturaleza compulsiva, distrayente, avara de nuestros apetitos. Cuando ayunamos intencionalmente, una de las primeras cosas que notamos es qué tan poca comida realmente necesitamos, y sin embargo cuanta nos hemos estado tragando. El encayecido e inflado sentimiento de comer demasiado lentamente se desvanece. Llegamos a ser más livianos y más lúcidos. Vemos que somos realmente capaces de no responder a esa ola avara del apetito que martillea en nuestro cerebro. Esta es una pequeña realización de libertad. Si no respondemos a ese ola superficial presionadora, somos libres para fluir en una corriente más simple, más profunda, más pareja. 70 20. La Voluntad INVOCACION Dios a quien todos los corazones están abiertos y a quien toda voluntad habla, y de quien ningún secreto se esconde, oro que tú limpies el intento de mi corazón con el don inefable de tu gracia, para que pueda amarte perfectamente, y dignamente alabarte. Amén La Oración del Prólogo The Cloud of the Unknowing SALMO 71 ESCRITURA DIARIA Lunes Juan 3:10-21 Martes Lucas 11:14-28 Miércoles Mateo 26:36-46 Jueves Lucas 9:57-62 Viernes Marcos 8:34-9:1 SábadoLucas 5:1-11 Domingo Lucas 13:22-30 SELECCIONES PARA MEDITACION MEDITACION PERSONAL ORACION Si Jesús creía que su vida debería gastarse haciendo “la voluntad del Padre,” entonces nuestra tarea no debe ser menos. Ora para que su volunad sea lograda en tu vida; para que puedas traer gloria a él como Jesús lo hizo. HIMNO “Mi Jesús, Como Tú Quieras” BENDICION Señor, yo soy tuyo; cedo mi ser enteramente a ti, y creo que tú me tomas. Me abandono a ti. Obra en mi todo el beneplácito de tu voluntad, y yo sólo descansaré en tus manos y confiaré en ti. Amén. —De The Christian’s Secret of a Happy Life por Hannah Whitall Smith SELECCIONES PARA MEDITACION Nuestro progreso en santidad depende de Dios y de nosotros mismos—de la gracia de Dios y de nuestra voluntad en ser santos. Tenemos que tener una determinación viva para 71 alcanzar santidad. “Seré un santo” significa que me despojaré a mí mismo de todo lo que no es Dios; desnudaré mi corazón de todas las cosas creadas; viviré en pobreza y desapego; renunciaré a mi voluntad, mis inclinaciones, mis caprichos y fantasías, y me haré a mí mismo un esclavo de la voluntad de Dios. —De A Gift for God por Mother Teresa of Calcuta Hay un momento entre intentar orar y actualmente orar que es tan oscuro y en silencio como cualquier momento en nuestras vidas. Es el segundo entre pensar sobre orar y realmente orar. Para algunos de nosotros, este segundo pudiera tardar décadas. Tal parece, entonces, que el obstáculo más grande a la oración es el simple hecho de principiar, el simple ejercicio de la voluntad, el iniciar, el actuar, el hacer. Qué fácil es, y sin embargo — entre nosotros y la posibilidad de orar parece que hay un gran golfo fijo: un abismo de nuestra hechura que nos separa de Dios. Para empeorar las cosas, podemos acercarnos al abismo que está entre nosotros y la oración y retirarnos de ella bajo la cubierta de estar-demasiados-ocupados o tener-obligaciones-ala-familia o inclusive servir-a--Dios-de-otras-formas. Este retiro aparentemente justificado hace el acercamiento mucho más dificultoso la próxima vez hasta que al final, antes de principiar, un principio del principio, y así hasta el infinito. Una pared de lodo es edificado por las tenazas de cangrejo de nuestro titubeo, endurecido en barro, cocido por el pasaje del tiempo, hasta que al final parece demasiado dificultoso quebrarlo. —De Clinging—The Experience of Prayer por Emilie Griffin Los hombres que no son libres se horrorizan con la sugerencia de aceptar una disciplina diaria. Confundiendo el control interno con la tiranía externa, ellos prefieren el capricho de la auto-restricción. Preferirán mas bien tener ideales que normas, esperanzas que direcciones, fe en lugar de formas. Pero la meta y el camino no puede soportar mucho en separación. Los días de la semana, el alimento que comemos, los días feriados del año, lo hechos que hacemos—estas son las fronteras de la fe. A menos que la vida externa exprese el mundo interno, la piedad se estanca y la intención decae. El hombre está constantemente produciendo palabras y hechos, dándolos ya sea a Dios o a las fuerzas del mal. Cada movimiento, cada detalle, cada acto, cada esfuerzo de igualar lo espiritual y lo material, es serio. El mundo no está en delirio; la vida no es un terreno neutral. En esta vida nuestra lo que no está dirigido se pierde, lo que es al azar llega a ser caótico, lo que se deja a la deriva se abandona. Hemos dicho que la oración es la quintaesencia de la vida espiritual, esto es, el clímax de las aspiraciones. Pero la fe no puede estar satisfecha con clímax. No puede descansar contenta con las esencias. La fe no conoce fronteras entre la voluntad de Dios y toda la vida. Por tanto, hemos sido enseñados a cuidar el significado que se encuentra en los hechos, a sentir lo santo que está a la disposición en lo cotidiano, a dedicar lo cotidiano tanto como lo extraordinario, a estar preocupados por el ciclo como por el evento especial. —De Man’s Quest for God por Abraham Joshua Heschel Porque en el gobierno de nuestras vidas naturales, un escogimiento genuino de nos deja. Ni somos tontos, ni los esclavos de las circunstancias. Somos creaturas vivas poseídas de una libertad limitada, un poder de iniciativa que aumenta cada vez que la usamos de la 72 manera correcta; somos entrenados y desarrollados por ser confrontados con las alternativas, sobre los cuales asuntos tremendos dependen. Es típico de lo completo con que cada factor esencial de nuestra experiencia humana encuentra su regla y patrón en los Evangelios, que este libre escogimiento entre los cursos posibles formaran la preparación actual de nuestro Señor para su ministerio público. Iluminado por el bautismo con respecto a su filiación divina, su comisión única, no salió corriendo “en el poder del Espíritu” a predicar las buenas nuevas. “El que creyere no saldrá apurado.” El poder real es el resultado de una armonía interna, y requiere el acuerdo perfecto entre los pisos de arriba y los de abajo; el impulso ensillado a la obediencia. Por tanto, el Espíritu de Sabiduría lo impulsó al desierto, para enfrentarse con su propia naturaleza humana. Más de un sendero estaban abierto ante él. Pudiera haber reclamado los privilegios de una espíritu excepcional, en medio de un mundo que no es excepcional del todo: convertir el mundo material a su propio propósito, trascender las leyes comunes de la naturaleza, asumir la posición del niño chiqueado del Padre. Pudiera haber seguido el sendero descubierto por la ambición espiritual, llevándole al poder y el éxito obvio: la más molestosa de las tres tentaciones, porque le sugería que su misión de redención e iluminación se podía lograr en una gran escala, por entrar en alianza con el espíritu y los métodos del mundo. La gente que piensa de números siempre erra éste por un llamado de Dios. El amor, escogiendo lo que ayudaba, rechazó todas estas oportunidades, y eligió la carrera humilde de un profeta y evangelista local: una visión limitada, un servicio sin recompensas, un público que no lo apreció, un sendero estrecho que le llevó a la cruz. —De The House of the Soul por Evelyn Underhill . . .la mayoría de nuestras oraciones deben de ser para el enriquecimiento y control del espíritu de tal manera que los motivos, deseos y el uso del espíritu de los poderes corporales estén en armonía con la voluntad de Dios. Si la oración sólo hiciera ésto, haría por nosotros el asunto más importante que se puede hacer. —De Prayer and the Common Life por Georgia Harkness En poco tiempo resolví totalmente dejar algunas de mis vanidades, pero había una reserva secreta en mi corazón de la parte más refinada de ellas, y no era bajo lo suficiente como para encontrar paz. Así por algunos meses tenía grandes problemas, porque permanecía en mí una voluntad no sujeta que hacía que mis labores fueran sin fruto, hasta que por la constante misericordia de las visitaciones celestiales fui capaz de inclinarme en espíritu ante el Señor. —De Quaker Spirituality por George Fox Entonces no hay necesidad de congelarse cuando fielmente nos volvemos a él, si él nos dirige lentamente a sus cámaras secretas. Si él nos da firmeza creciente en el sentido más profundo de su presencia, sólo podemos agradecerle quietamente. Si él nos detiene en el paso de alternación podemos agradecerle por su amante sabiduría, y esperar en su guianza a través de los pasos para los cuales ya estamos preparados. Porque no podemos hacerle un ataque sorpresa. El hombre fuerte tiene que llegar a ser el niño pequeño, no entendiendo sino confiando en el Padre. —De A Testament of Devotion por Thomas R. Kelly 73 He dicho que cada Disciplina tiene su libertad correspondiente. ¿Qué libertad corresponde a la sumisión? Es la habilidad de poner abajo la terrible carga de siempre necesitar salirnos con la nuestra. La obsesión de demandar que las cosas salgan de la manera que queremos que salgan es una de las más grandes esclavitudes en la sociedad humana hoy. La gente gasta semanas, meses e inclusive años en una agitación mental perpetua a causa de cosas pequeñas que no salieron como ellos querían. Hecharán chispas y humo. Estarán enojados por aquello. Actuarán como si la misma vida depende de ese asunto. Inclusive, tendrán úlceras por ello. En la Disciplina de la sumisión somos liberados para abandonar el asunto, para olvidarlo. Francamente, la mayoría de las cosas en la vida no son tan importantes como pensamos que lo son. Nuestras vidas no llegan al fin si esto o aquello no sucede. Si observas estas cosas verás, por ejemplo, que casi todas las luchas de la iglesia y las divisiones ocurren porque la gente no tiene la libertad de ceder uno al otro. Insistimos que un asunto crítico está en juego; estamos peleando por un principio sagrado. Quizás eso es verdad. Generalmente no lo es. Seguido no podemos soportar el ceder simplemente porque significaría que no nos saldremos con la nuestra. Sólo en la sumisión somos capaces de traer ese espíritu a un lugar en donde ya no nos controla. Sólo la sumisión puede liberarnos lo suficiente para capacitarnos a distinguir entre los asuntos genuinos y la auto-voluntad terca. —De Celebration of Discipline por Richard J. Foster La auto-negación conjura en nuestras mentas toda clase de imágenes de sobajarse y auto aborrecimiento. Nos imaginamos que ciertamente significa el rechazo de nuestra individualidad y probablemente lleva a varias formas de auto-mortificación. Al contrario, Jesús nos llama a la auto-negación sin el auto aborrecimiento. La autonegación simplemente es un camino para entender que no tenemos que salirnos con la nuestra. Nuestra felicidad no depende de agarrar lo que queremos. La auto-negación no significa la pérdida de nuestra identidad como algunos suponen. Sin nuestra identidad ni siquiera podemos someternos unos a otros. ¿Perdió Jesús su identidad cuando fijó su rostro rumbo al Gólgota? ¿Perdió Pedro su identidad cuando respondió al mandamiento de Jesús sobre llegar la cruz, “Sígueme” (Juan 21:19)? ¿Perdió Pablo su identidad cuando se consagró a Aquel que le dijo, “Le mostraré cuánto le es necesario sufrir por causa de mi nombre” (Hechos 9:16)? Claro que no. Sabemos que lo opuesto es la verdad. Ellos encontraron su identidad en al acto de la auto-negación. La auto-negación no es la misma cosa como el auto-odio. El odiarse a uno mismo reclama que nosotros no tenemos dignidad, e inclusive que si la tenemos debemos rechazarla. La auto-negación declara que nosotros tenemos un valor infinito y nos muestra cómo realizarla. El auto-odio niega la bondad de la creación; la auto-negación afirma que era buena en realidad. Jesús hizo la habilidad de amarnos a nosotros mismos el prerrequisito para que alcancemos a otros (Mt. 22:39). —De Celebration of Discipline por Richard J. Foster Jesús en sus oraciones sobre la tierra, en su intercesión en el cielo, en su promesa de una respuesta a nuestras oración de allá, hace ésto su primero objetivo—la gloria de su Padre. ¿Es así con nosotros? ¿O no son, en gran medida, el auto-interés y la voluntad propia los motivos más grandes que nos empujan a orar? ¿O, si no podemos ver que este es el caso, 74 no tenemos que reconocer que el anhelo distinto y consciente por la gloria del Padre no es lo que anima nuestras oraciones? Y sin embargo tiene que ser así. No como si el creyente en ocasiones no la desea. Pero tiene que lamentarse que qué tan poco ha logrado. Y sabe la razón de su fracaso también. Fue porque la separación entre el espíritu de la vida diaria y el espíritu de la hora de oración era demasiado grande. Principiamos a ver que el deseo de la gloria del Padre no es algo que podemos despertar y presentar a nuestro Señor cuando nos preparamos a nosotros mismos para orar. ¡No! Es sólo cuando el total de la vida, en todas sus partes, se entrega para la gloria de Dios, que entonces podemos orar realmente para su gloria también. “Haced todo para la gloria de Dios,” y “Pedid todo para la gloria de Dios”— estos dos mandamientos gemelos son inseparables: obediencia al primero es la gracia secreta del segundo. Una vida para la gloria de Dios es la condición de las oraciones que Jesús puede contestar, “para que el Padre pueda ser glorificado.” —De With Christ in the School of Prayer por Andrew Murray 75 21. Dudas INVOCACION Dios todopoderoso, Señor de la tormenta y de la calma, del día y de la noche, de la vida y de la muerte; concédeme de tal manera tener mi corazón estacionado en tu fidelidad, tu inmutabilidad y amor, que cualquier cosa que me suceda, pueda mirar hacia ti con un ojo inquebrantable. Lo pido por causa de tu misericordia. Amén. George Dawson en Little Book of Prayers SALMO 42 ESCRITURA DIARIA Lunes Lucas 7:1-10 Martes Hebreos 10:19-25 Miércoles Mateo 14:22-36 Jueves Génesis 18:1-15 Viernes Juan 6:60-69 SábadoRomanos 4:1-25 Domingo Juan 20:24-31 SELECCIONES PARA MEDITACION MEDITACION PERSONAL ORACION En ocasiones todos nosotros estamos en necesidad de orar como el padre del muchacho endemoniado (Marcos 9) quien dijo a Jesús, “Creo, ayuda mi incredulidad.” No tengas temor de orar de esta manera si refleja tus necesidades. HIMNO “Oh, por una Fe Que No Se Moverá” BENDICION Padre y Dios, tú sabes el trabajo, el apuro y el cansancio que, día a día, inclusive semana tras semana, pesa tan pesado sobre mi vida. Tan seguido desfallezco y estoy temeroso, inquieto y dudoso. Anhelo descanso y paz y plenitud de seguridad de la fe. Que pueda esperar en ti diariamente en oración y que sea renovado con poder espiritual que pueda pelear la buena batalla y guardar la fe. Por causa del Jesús oro. Amén. Orien W. Fifer en Prayer Companion SELECCIONES PARA MEDITACION Las preguntas a la fe no son como adivinanzas o crucigramas: con cosas de esta clase pudiera a uno tomarle tiempo para encontrar la solución, pero una vez que se encuentran, 76 todo es claro y simple. Es completamente diferente con la fe. Aquí tenemos, no la verdad humana que los hombres pueden declarar y entender, sino la verdad de Dios, que va más allá de cualquier declaración o entendimiento del hombre. La fe nunca llega a ser clara. La fe permanece oscura. No hasta que entremos en la gloria será de otra manera: “Ahora vemos por espejo, oscuramente, mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido” (1 Co. 13:12). Sólo cuando estemos en gloria será de otra manera. Hasta entonces siempre habrá más dificultades que vienen, más dudas que vienen: así debe de ser. La duda es la sombra arrojada por la fe. Uno no siempre lo nota, pero siempre está allí, aunque escondida. En cualquier momento puede venir a la acción. No hay misterio de la fe que es inmune a la duda. —De That the World May Believe por Hans Küng Sea que uno usa las palabras de la Biblia o una colección tradicional o formula su propia oración es inmaterial, provisto que lo que se expresa es la voz del alma. Sicológicamente, el acto de oración centra la atención en las emociones más altas, unifica el espíritu, cristaliza los motivos, clarifica el juicio, desata los poderes latentes, refuerza la confianza que lo que se necesita hacer se puede hacer. Religiosamente, el poder de Dios que está siempre esperando derramar su fortaleza sobre aquellos que recibirán encuentra un canal. Los beneficios de tal oración son raramente disputados. Pero la pregunta que seguido se levanta es si tales beneficios no son “todos sicológicos.” Lo que generalmente se quiere decir es si no son enteramente subjetivos y auto-inducidos. La respuesta está en. . . la naturaleza de Dios y sus relaciones con los hombres. Si hay un Dios personal que nos hizo y nos sostiene, él escucha y responde a la oración. Aun si la respuesta está totalmente dentro del individuo que ora y lo que pasa se puede describir en términos sicológicos, todavía es la respuesta de Dios. A menos que haya tal Dios, ninguna oración tiene sentido. Negar que Dios actúa para darnos ayuda moral y espiritual es un ateísmo implícito. —De Prayer and the Common Life por Georgia Harkness Una mujer cristiana devota que conducía una clase bíblica grande con celo y éxito una vez vino con problemas a su ministro. En sus primeros años ella había gozado tal bendición en su cámara secreta, en compañerismo con el Señor y con su Palabra. Pero esto gradualmente se había perdido y, sin importar qué hacía, ellá no podía enderarla. El Señor había bendecido su obra, pero el gozo se había ido de su vida. El ministro le preguntó qué había hecho para volver a ganar la bendición perdida. “He hecho todo,” dijo ella, “todo lo que puedo pensar, pero en vano.” El la cuestionó sobre su experiencia en conección con su conversión. Ella le dio una respuesta inmediata y clara: “Al principio no reparé en el precio en mi intento de llegar a ser mejor, y liberarme de cualquier pecado, pero todo fue inútil. Al final de cuentas principié a entender que tenía que hacer a un lado todos mis esfuerzos, y simplemente confiar en el Señor Jesús para que derramara sobre mi su vida y paz, y él lo hizo.” “¿Entonces por qué,” dijo el ministro, “no tratas de hacer lo mismo de nuevo? Cuando entras a tu cámara secreta, no importa si está frío y oscuro tu corazón, no trates con tu propia fuerza forzarte a ti misma a tener la actitud correcta. Inclínate ante él, y dile que el vea en que triste estado estás y que tu única esperanza está en él. Confía en él con una confianza de niña para que tenga misericordia de ti, y espera en él. Tú no tienes nada—él tiene todo.” 77 —De The Prayer Life por Andrew Murray Quiero rogarte que seas paciente hacia todo lo que no está resuelto en tu corazón y trates de amar las preguntas mismas como cuartos cerrados y como libros que están escritos en una lengua muy extraña. No busques ahora las respuestas, las cuales no se te pueden dar porque no serías capaz de vivirlas. Y el punto es, vive todo. Vive las preguntas ahora. Quizás entonces gradualmente tú, sin notarlo, vivirás en algún día distante la respuesta. —De Letters to a Young Poet por Rainer Maria Rilke Jesús nunca argumentó la validez de la oración como tampoco argumentó la existencia de Dios. Dios no era algo que tenía que demostrarse por argumento; Dios simplemente estaba allí, el principio y el fin de la experiencia. De igual manera, la oración no era algo que debería demostrarse por argumento; la oración estaba allí, el aliento nativo del alma. La oración era la tendencia instintiva del hombre, traida en la misma constitución de su naturaleza. Su fuente está muy hondo debajo de la región del argumento; ella está en los corazones que Dios ha hecho para el compañerismo consigo mismo, los cuales pues (como Agustín un día más tarde expresó) siempre estarán inquietos hasta que encuentren descanso en él. Por lo cual Jesús nunca argumentó el asunto. Pero ciertamente hay un sentido en el que su propia vida de oración era el argumento incontestable. ¿Algún discípulo—Tomás, por ejemplo—tuvo dudas sobre la oración, dudas genuinas y honestas? Nada sería más capaz de conquistar sus dudas que el panorama de Jesús sobre sus rodillas, porque conociendo a Jesús y dándose cuenta qué tan completamente seguro y confiable discernimiento tenía Jesús en todas las cosas profundas de la vida, tal discípulo haría mejor en confiar en la certeza de Jesús en lugar de su propia incertidumbre. Pensaría que sería más sabio apegar más importancia a la convicción de Cristo que a sus propias dudas. En todos los asuntos de fe este es un principio enormemente valioso, y ciertamente lleva peso aquí. Las dudas son discipadas y disueltas ante la vida de oración brillante del Cristo. El Cristo que ora es el argumento supremo para la oración. —De The Life and Teaching of Jesus Christ por James Stewart Para la palabra crisis, el chino usa una combinación de dos caracteres. Estos dos caracteres son aquellos que designan “peligro” y “oportunidad.” Esta disyuntiva parece ser verdad de cada crisis. Es un punto pivotal, y, dependiendo de cómo uno da el giro, puede encontrar peligro u oportunidad. Las y griegas del camino de la vida humana que demandan decisiones de parte nuestra siempre son encrucijadas de peligro y oportunidad. Como en el uso médico de este término, cuando se pronuncia a un paciente “crítico,” la implicación es que se puede mover ya sea hacia la vida o hacia la muerte. En el proceso de la fe, las dudas y las crisis tienen que ocurrir. Paul Tillich señala que sólo a través de las crisis la fe puede madurar. Las dudas se comen la antigua relación con Dios, pero sólo de tal manera que una nueva pueda nacer. La misma cosa es verdad de nuestras relaciones humanas interpersonales. Ellas crecen de una fragilidad inicial a la permanencia sólo a través de las pruebas de dudas y crisis. Así Kahlil Gibran dice que podemos “olvidarnos de aquellos con quien nos reímos, pero nunca podemos olvidar aquellos con los que lloramos.” 78 Hay algo en la gente vieja que los hace sentir inquietos, o inclusive resentir, en las crisis de la fe de los jóvenes. Perdemos de vista el hecho de que la fe puede madurar sólo a causa de estas crisis. Se nos olvida que nadie puede decir un “sí” significativo de compromiso hasta que enfrente la posibilidad alternada de decir “no.” La cosa más destructiva que podemos hacer a aquellos que pasan a través de períodos de crisis es intentar hacer menos estas dudas legítimas y animar su represión. Las dudas reprimidas tienen un alto porcentaje de resurrección, y las dudas que son enterradas sólo crecerán nuevas raíces. Una cosa es cierta, que el paso a través de la sombra de las dudas y las crisis, sin importar qué tan dolorosas pudieran ser, es esencial al crecimiento en el proceso de la fe. —De A Reason to Live! A Reason to Die! Por John Powell Una cosa es segura: el Señor quiere que contemos como cierto que pedir, buscar, tocar, no puede ser en vano: recibir una respuesta, encontrar a Dios, el corazón y el hogar abierto de Dios, son el fruto cierto de la oración. Que el Señor hubiera pensado necesario en tantas formas repetir la verdad, es una lección de profunda importancia. Demuestra que él conoce nuestro corazón, cómo la duda y la desconfianza hacia Dios es tan natural en nosotros, y qué fácilmente estamos inclinados a descansar en la oración como una obra religiosa sin una respuesta. El sabe también como, cuando cuando creemos que Dios es el que oye la oración, creer en la oración que se agarra de la promesa es algo espiritual, demasiado alto y dificultoso para el discípulo de medio corazón. Por lo tanto, desde el mismo principio de su instrucción a aquellos que aprenderían a orar, busca colocar esta profunda verdad en sus corazones: la oración vale mucho; pide y recibiréis; todo el que pide, recibe. Esta es la fija y eterna ley del reino: si pides y no recibes, tiene que ser porque hay algo que falta o que está errado en la oración. —De With Christ in the School of Prayer por Andrew Murray Entonces ella se vuelve a mí, me agarra. “Tengo miedo. Tengo miedo.” Pongo mis brazos alrededor de ella y la agarro. La abrazo como abrazaba a mis hijos cuando eran pequeños y tenían miedo de la noche; como, este verano, abrazo a mis nietos. La abrazo como ella, hace mucho tiempo alguna vez, me abrazó. Y le digo las mismas palabras, las clásicas, maternales, instintivas palabras de seguridad. “No tengas miedo. Yo estoy aquí. Todo está bien.” “Algo no está bien. Tengo miedo. Tengo miedo.” La arrullo y le repito, “Todo está bien.” ¿Todo está bien? ¿Qué le estoy prometiendo? Yo también tengo miedo. Yo no sé que sucederá cuando Hugh vaya al neurólogo. No sé que sucederá a mi madre este verano. No sé que pudiera ser el mensaje la próxima vez que suene el teléfono. ¿Todo está bien? ¿Cómo puedo decirlo? Pero lo hago. La abrazo fuerte, y la beso, y murmuro, “Todo está bien, mamá. Todo está bien.” Significo esas palabras. No las entiendo, pero las significo. Quizás un día encontraré qué significan. Ellas están implícitas en todo lo que escribo. Descubro destellos de ellas durante esa conferencia, aun cuando estaba advirtiendo en contra de las promesas falsas. Ellas están debajo de todo, el hacer comida, caminar al perro, hablar con las niñas. Quizás 79 nunca encuentre con mi yo intelectual qué quiero decir, pero si se me dan suficientes destellos quizás estos se añadirán lo suficiente para que mi corazón entienda. No entiende; todavía no. —De The Summer of the Great-Grandmother por Madeleine L’Engle Pero el gozo es sólo uno de los regalos de esta vida. Otro es aquel de la consolación y el valor. Una misteriosa fuerza y confianza—mucho más grande que la tuya propia—viene con ello. Entonces, también, te encontrarás a ti mismo como que te aceptas más a ti mismo y a otros, siendo que descubrir que así como eres, eres amado, te abre a amar a otros de la misma manera. Y, finalmente, pudieras encontrar que tu fe misma ha sido transformada. Para mucha gente la fe no significa más que un grupo de creencias con las cuales estás de acuerdo o en desacuerdo. Tener fe es mucho como tener una opinión, la única excepción es que, que otras opiniones pudieran concernir a la política o a los deportes, esta es una opinión sobre si existe o no Dios. Viviendo la presencia de Dios, sin embargo, la fe es transformada de una opinión a una relación. Dios no es una creencia a la cual das tu asentimiento. Dios llega a ser una realidad que tú conoces íntimamente, la encuentras diario, una cuya fortaleza llega a ser tu fortaleza, cuyo amor, tu amor. Vive esta vida de la presencia de Dios el suficiente tiempo y cuando alguien te pregunte, “¿Crees que hay un Dios?” te pudieras encontrar respondiendo, “No, no creo que hay un Dios. Yo sé que hay un Dios.” —De A Way in the World por Ernest Boyer, Jr. 80 22. Tentaciones INVOCACION Dios mío, Padre mío, cuando considero tu grandeza y tu bondad, cuando mi corazón se inclina en adoración ante el Santo que habita la eternidad, mi espíritu se hunde cuando recuerdo que tus pensamientos no han sido mis pensamientos y tus caminos no han sido mis caminos. He sido destituido de tu gloria. No he sido lo que pudiera haber sido; no he hecho lo pudiera haber hecho. Ten misericordia de mí, de acuerdo a su longanimidad en Cristo Jesús, nuestro Señor. . . en su nombre. Amén. Herbert Welch en Daily Prayer Companion SALMO 141 ESCRITURA DIARIA Lunes 1 Corintios 10:11-21 Martes Mateo 4:1-11 Miércoles Santiago 1:2-4 Jueves Marcos 14:66-72 Viernes Mateo 16:21-24 SábadoHebreos 2:10-18 Domingo 1 Pedro 2:19-25 SELECCIONES PARA MEDITACION MEDITACION PERSONAL ORACION Para compartir su victoria tenemos que compartir su sufrimiento. Y esto incluye compartir en sus tentaciones. Las tentaciones pueden servir para fortalecernos como fortalecieron a Jesús. Investiga de él cómo pudieras beneficiarte en tales circunstancias. HIMNO “Tentado No Cedas” 1 Tentado no cedas; Ceder es pecar; Mejor y más noble Es luchar y triunfar; Valor pues, cristiano, Domina tu mal; Dios puede librarte, De asalto mortal 2 Evita el pecado, 81 Procura agradar, A Dios a quien debes, Por siempre ensalzar; No manche tus labios, Impúdica voz, Preserva tu vida, De ofensas a Dios. 3 Amante, benigno, Y enérgico sé; En Cristo tu amigo, Pon toda tu fe; Veraz sea tu dicho, De Dios es tu ser; Corona te espera, Y vas a vencer. En Jesús, pues, confía, En sus brazos tu alma, Hallarás dulce calma, El te hará vencedor. Horatio R. Palmer BENDICION Te damos gracias a ti, Padre celestial, a través de Jesucristo, tu amado Hijo, que este días con tu gracias nos has protegido; y se suplicamos que nos perdones todos nuestros pecados, y por tu gran misericordia nos defiendas de todos los riesgos y peligros de esta noche. Lutheran Service Book SELECCIONES PARA MEDITACION Nosotros no rehusamos orar. Meramente sentimos que nuestras lenguas están atadas, nuestras mentes inertas, nuestra visión interna apagada, cuando estamos a punto de entrar a la puerta que lleva a la oración. No rehusamos orar; nos abstenemos de ella. Sonamos la hueca campana del egoísmo en lugar de ser absorvidos por la quietud que rodea al mundo, moviéndose sobre toda la inquietud y temor de la vida—la secreta quietud que precede a nuestro nacimiento y sigue después de nuestra muerte. La futil autoindulgencia nos saca fuera de tono con el canto gentil de la espera de la naturaleza, de la búsqueda de salvación por la humanidad. ¿No vale la pena el escuchar al pulso de la maravilla el silencio y la abstinencia de estar absortos en nosotros mismos? ¿Por qué no apartamos una hora de la vida para la devoción a Dios por rodearnos de esa quietud? Habitamos al filo del misterio y lo ignoramos, gastamos nuestras almas, arriesgamos nuestra parte en Dios. Constantemente derramamos nuestra luz interna lejos de él, estableciendo nuestra gruesa cortina del yo entre él y nosotros, añadiendo más sombras a las tinieblas que ya se mueven sobre él y nuestra razón desviada. Aceptando nuestras conjeturas como dogmas, y prejuicios como soluciones, ridiculizamos la evidencia de la vida por lo que es más que la vida. Nuestra 82 mente ha cesado de ser sensitiva a la maravilla. Privados del poder de la devoción a lo que es más importante que nuestro destino individual, empapados por la ansiedad de sobrevivir, perdemos de vista lo que es el destino, de que es vivir. Apurados a través de los éxtasis de las ambiciones, sólo despertamos cuando estamos hundidos en el temor o la tristeza. En tinieblas, entonces, vamos tropezando buscando solaz, buscando significado, buscando la oración. —De Man’s Quest for God por Abraham Joshua Heschel En las historias de los Padres del Desierto, aquellos hombres que, por varios cientos de años después de Antonio, imitaron su vida en el desierto, hay una que concierne al Abad Juan el Enano quien oraba al Señor que su pasión le fuera quitada. Su oración fue concedida de tal manera que llegó a ser impasible. Y en esta condición fue a uno de los ancianos y dijo: Tú ves delante de ti a un hombre que está completamente en paz y no tiene más tentaciones. El anciano le dijo: Ve y ora al Señor que ordene que alguna lucha se mueva en ti, porque el alma madura sólo en las batallas. Y cuando las tentaciones principiaron de nuevo ya no oró que la lucha le fuera quitada de él, sino sólo dijo: Señor, dame la fuerza para pasar a través de esta lucha. —De A Way in the World por Ernest Boyer, Jr. Y un día cuando estaba caminando solitario lejos y estaba a punto de regresar a casa, fui levantado en el amor de Dios, de tal manera que no podía sino admirar la grandeza de su amor. Y mientras estaba en esa condición me fue abierto por la Luz eterna y su poder, y allí vi claramente todo lo había sido hecho y se haría en y por Cristo, y cómo él conquista y destruye al tentador, el Diablo y todas sus obras, y está por encima de él, y que todas estas dificultades eran buenas para mí, y las tentación por las tribulaciones de mi fe que Cristo me había dado. Y el Señor me abrió y ví a través de todas estas tribulaciones y tentaciones. Mi fe viva fue levantada, y vi todo lo que había sido hecho por Cristo, la vida, y mi fe estaba en él. Y cuando en cualquier tiempo mi condición estaba velada, mi fe secreta estaba firme, y la esperanza me sostenía por debajo, como un ancla en el fondo del mal, y anclada mi alma inmortal a su Obispo, causándole nadar sobre el mar, el mundo en donde todas las furiosas olas, el clima terrible, las tempestades, y las tentaciones están. Pero oh, ¡entonces vi mis problemas, tribulaciones y tentaciones mucho más que alguna vez lo había hecho! —De Quaker Spirituality por George Fox Estamos programados para ver las tentaciones como algo malo: No nos metas en tentación. Viene como una sorpresa entonces cuando leemos en el Evangelio de san Mateo: “Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo.” Esto no es exactamente lo que esperamos que el Espíritu Santo haga. La tentación en tanto que es un acto del mal levantándose de su envidia y odio ciertamente es mala. En cuanto son las cosas buenas del mundo seduciendo a nuestra naturaleza desintegrada para actuar en insubordinación, no es buena. Pero para aquellos que aman a Dios, todas las cosas obran para bien. El reto nos puede hacer crecer, darnos un discernimiento más completo, hacernos más como nuestro Señor y Maestro, quien luchó con la tentación desde los días del desierto hasta que colgaba desnudo en la cruz y fue bofeteado con el reclamo: Si eres el Hijo, desciende. —De A Place Apart por M. Basil Pennington 83 Estos son momentos que Dios usa para poner en el corazón y la boca la pregunta, “¿Hay otro camino?” Cuando se levanta esa pregunta, uno puede principiar a escuchar la peregrinación interna, o la “puerta estrecha.” Pero de aprender que hay dos caminos—uno que lleva a la muerte y el otro a la vida—no sigue que entramos por la puerta estrecha. Los hechos sobre la puerta son bastante simples. Uno, lleva a la vida, pero Dos, es un camino difícil, y Tres, pocos lo encuentran. Para aquellos que estarán en la peregrinación interna, estos son tres hechos para considerar al principio y al final de cada día. Tenemos que agarrarnos del primero en contra de las tentaciones, y los falsos profetas y las metas glamorosas. Tenemos que agarrarnos al segundo no sea que seamos fácilmente desviados o corrompidos por la ilusión que algo se puede tener por nada. Es parte de nuestra enfermedad que vamos en pos del supremo premio con muy poco entendimiento del costo y tan pobremente equipados para encontrarnos y sostenernos ante los ejércitos que nos harán la guerra. No pedimos valor, porque no sabemos que lo vamos a necesitar. Somos entregados a las manos del enemigo sin haber discernido su forma en el horizonte. El hombre que se saldrá de la multitud y seguirá su propio destino, tiene que mantener frente a sí mismo el conocimento que el camino es difícil. Pero aun si está consciente de ésto, todavía está en peligro. Tiene que recordar, también, que pocos lo hallan. Crecerá fácil para él el imaginarse que está en su camino cuando en realidad no lo está. Esto es por qué los religiosos pierden el Reino. Ellos asumen que porque están conscientes de los dos caminos, y porque han escogido el segundo, que están en él. Esto es caer fácilmente en el sueño de la multitud de nuevo. Pudiera ser una multitud “religiosa,” pero sin embargo sigue siendo una multitud. —De Journey Inward, Journey Outward por Elizabeth O’Connor ¿Cómo llegó a estar la historia en los Evangelios después de todo? El pleito del Maestro con Satanás sucedió en un desierto, lejos del camino trillado y de los ojos de los hombres. Durante aquellos cuarenta días y noches Jesús estaba totalmente solo, sin ningún otra alma cerca de él por ningún lado, ningún discípulo o amigo o alguien que viera lo que sucedió y contara la historia después. Sin embargo los evangelistas son capaces de dar una historia vívida y detallada. ¿Cómo sucedió? Claramente hay una sola explicación: la historia vino directamente de los labios de Cristo mismo. ¿Por qué la contó Jesús? Ese capítulo de su vida estaba cerrado; ¿por qué regresó y la trajo a la luz? Ciertamente no para gratificar la curiosidad de nadie. Ciertamente no para proveer materiales biográficos adicionales para la posteridad o para suplir un capítulo extra en nuestros Evangelios. Probablemente hay dos razones. Primera, Jesús compartió esta experiencia con sus discípulos con el propósito de ayudarles a través de sus propias horas de tentación. Ayuda en gran manera, como cualquiera que alguna vez ha sido tentado sabe, escuchar de la lucha de alguien más y de su victoria. Y si esa otra sucede que es la de Cristo—¡cómo ayuda poderosamente! Pero segunda, Jesús contó esta historia a causa de la lucha titánica de los días y las noches del desierto que marcaron su alma para siempre, y él nunca podía olvidar. Podía verla y sentirla después de meses tan claramente como si 84 hubiera pasado apenas ayer—la salvaje y desolada soledad, las rocas y crujidos por los golpes despiadados del sol que golpeaba en el día y por el golpe quejante del viento que los cruzaba en la oscuridad, las bestias vagabundas, la hambruna hambrienta, las voces demoníacas que susurraban a su corazón, la gracia de Dios y los ángeles que le habían traído al otro lado. Jesús contó a sus discípulos de ella porque no podía evitarlo. No se escondía. —De The Life and Teaching of Jesus Christ por James Stewart ¿Por qué quiero ser rico cuando tú fuistes pobre? ¿Por qué deseo ser famoso y poderoso ante los ojos de los hombres, cuando los hijos de aquellos que exaltaron a los falsos profetas y apedrearon la verdad te rechazaron y te clavaron en la cruz? ¿Por qué debo atesorar en mi corazón una esperanza que me devora—la esperanza de la perfecta felicidad en esta vida—cuando tal esperanza, condenada a la frustración, no es nada sino desesperación? Mi esperanza es lo que el ojo nunca ha visto. Por tanto, que no confíe en las recompensas visibles. Mi esperanza es lo que el corazón del hombre no puede sentir. Por tanto, que no confíe en los sentimientos de mi corazón. Mi esperanza es lo que la mano del hombre jamás ha tocado. No me permitan confiar en lo que puedo agarrar entre mis dedos. La muerte aflojará mi agarre y mi vana esperanza se habrá ido. Que mi confianza esté en tu misericordia, no en mí mismo. Que mi esperanza sea en tu amor, no en mi salud, o fortaleza, o habilidad o recursos humanos. —De Thoughts in Solitude por Thomas Merton La vida cristiana tiene que pasar a través de una guerra; y especialmente cuando está sentada en los lugares celestiales en Cristo Jesús, tenemos que luchar en contra de enemigos espirituales allí, cuyo poder y habilidad nos tientan tienen que ser sin lugar a dudas mucho más superiores a cualquiera que hemos encontrado hasta el momento. Como un hecho, las tentaciones generalmente aumentan en fuerza diez veces después que hemos entrado a la vida interna, en lugar de bajar. Y ninguna cantidad o clase de ellas alguna vez ni por un momento nos deben llevar a suponer que realmente no hemos encontrado el lugar de la verdadera morada. Las fuertes tentaciones son generalmente una señal de gran gracia, en lugar de poca gracia. —De The Christian’s Secret of a Happy Life por Hannah Whitall Smith Y el mismo poder de tus tentaciones, estimado cristiano, por lo tanto, pudiera ser una de las pruebas más fuertes que realmente estás en la tierra que has estado buscando entrar, porque hay tentaciones peculiares a esa tierra. Nunca debes dejarlas que te causen cuestionar el hecho de haber entrado a ella. —De The Christian’s Secret of a Happy Life por Hannah Whitall Smith No debemos, por lo tanto, desesperar que somos tentados sino orar a Dios con mucho más fervor, que él venga a ayudarnos en todas las tribulaciones, que, sin dudas, de acuerdo a los dichos de san Pablo, “dará juntamente la salida, para que podamos soportar” (1 Co. 10:13). 85 Por lo tanto, humillemos nuestras almas bajo la mano de Dios en todas las tentaciones y tribulaciones, porque el humilde en espíritu será salvo y exaltado. —De Imitation of Christ por Thomas à Kempis 86 23. Distracciones INVOCACION Señor, déjame a lo menos permanecer abierto a tu iniciativa; permíteme esperar paciente y atentamente la hora cuando tu voluntad vendrá e irrumpirá a través de todas las paredes que he edificado. Enséñame, oh Señor, a orar. Amén. Henri J. Nouwen en A Cry for Mercy SALMO 64 ESCRITURA DIARIA Lunes Lucas 6:46-49 Martes 2 Timoteo 1:1-14 Miércoles Proverbios 3:1-18 Jueves Efesios 6:10-20 Viernes Juan 5:1-15 SábadoSantiago 3:13-18 Domingo Lucas 10:38-42 SELECCIONES PARA MEDITACION MEDITACION PERSONAL ORACION Trata de usar algunas de las formas de adoración y meditación para ayudarte en liberar tu mente de todas las cosas que invadirían tu mente mientras oras. HIMNO “Descansando Dulcemente” 1 En encumbrada Roca descanso Protegido cuidadosamente, habito. No hay enemigos ni tormestas que me molesten, Mientras dentro de la hendidura me escondo. Por mucho tiempo perseguido por el pecado y Satanás, Cansado, triste, anhelo el descanso. Entonces encuentro este techo celestial Abierto en el pecho de mi Salvador. 2 Paz que sobrepasa el etendimiento, Gozo que el mundo no puede dar jamás, Ahora en Jesús estoy encontrado; En sus sonrisas de amor yo vivo. En la Roca altísima me escondo 87 Hasta que las tormentas de la vida pasen; Muy seguro en este refugio bendito, No temo el ataque más fiero. Ahora estoy descansando, dulcemente descansando, En la hendidura una vez hecha para mí. Jesús, Bendita Roca de la Eternidad, Yo me esconderé en ti. Mary D. James BENDICION Padre, lleno estás de compasión, me consagro y encomiendo a ti, en quien soy, y vivo, y sé. Se la Meta de mi peregrinaje, y mi Descanso en el camino. Que mi alma tome refugio del torbellino amontonante de los pensamientos mundanos debajo de la sombra de tus alas; que mi corazón, este más de inquietas olas, encuentre paz en ti, oh Dios. Amén. San Agustín en Little Book of Prayers SELECCIONES PARA MEDITACION Ya he hablado más de una vez sobre este trabajo que tiene que hacerse. No debes permitir que tus pensamientos vaguen a la deriba, sino tan pronto que huyan, inmediatamente tienes que traerlos de nuevo, reprochándote a ti mismo, arrepintiéndote y lamentando este desvío de la mente. San Juan de la Escalera dice de esto, “Tienes que hacer un gran esfuerzo para encerrar a tu mente dentro de las palabras de la oración.” —De The Art of Prayer por Igumen Chariton of Valamo La mayoría de nuestros conflictos y dificultades vienen de tratar de luchar con los aspectos espirituales y prácticos de nuestra vida separadamente en lugar de lograrlos como parte de un total. Si nuestra vida práctica está centrada en nuestros propios intereses, amontonada con las posesiones, distraída por las ambiciones, pasiones, quereres y preocupaciones, apurados por un sentido de nuestros propios derechos e importancia, o ansiedades de nuestro propio futuro, o anhelos por nuestro propio éxito, no necesitamos esperar que nuestra vida espiritual sea un contraste a todo esto. La casa del alma no está edificada en tal plan conveniente: hay muy pocas divisiones a prueba de sonido en ella. Sólo cuando la convicción—no meramente la idea—que la demanda del Espíritu, sin importar las inconveniencias, viene primero y ES primero, reina el total de ella, morirán aquellos ruidos objetables que tienen una manera de penetrar en el pequeño oratorio muy hermosamente amueblado, y ahogar todas las voces quietas con sus ruidos violentos. —De The Spiritual Life por Evelyn Underhill Vale la pena poner atención a las disposiciones del ánimo. Estoy descubriendo durante estas primeras semanas en Genesee que estoy sujeto a diferentes disposiciones de ánimo, que seguido cambian muy rápido. Sentimiento de una fatiga depresiva, de baja autoestima, de aburrimiento, sentimientos también de enojo, irritación y hostilidad directa, y 88 sentimientos de gratitud, gozo y ánimo—todos pueden estar allí, en ocasiones inclusive durante un día. Tengo el sentimiento que estas disposiciones de ánimo que cambian rápidamente muestran qué tan apegado realmente estoy a las muchas cosas que se me han dado: un gesto amigable, un trabajo placentero, una palabra de alabanza, un buen libro, etc. Cosas pequeñas rápidamente pueden cambiar tristeza en gozo, disgusto en contentamiento, y enojo en entendimiento o compasión. En alguna parte durante estas semanas leí que la tristeza es el resultado del apego. La gente desapegada no son fáciles víctimas de los buenos o malos eventos en sus alrededores y pueden experimentar un cierto equilibrio. Tengo el sentimiento que esto es un conocimiento importante para mí. Cuando mi trabajo manual no me interesa, me aburro, luego rápidamente me irrito y en ocasiones estoy inclusive enojado, diciéndome a mí mismo que estoy perdiendo mi tiempo. Cuando leo un libro que me fascina, llego a estar tan involucrado que el tiempo pasa rápido, la gente me parece más amigable, mi estancia aquí vale la pena, y todo es un gran evento feliz. Claro, ambas “disposiciones de ánimo” son manifestaciones de falsos apegos y muestran qué tan lejos estoy de una forma saludable de “indiferencia.” Pensando de todo esto, creo que mi principal problema todavía es que no he hecho realmente a la oración mi prioridad. Todavía la única razón que estoy aquí—quiero decir, la única razón por la que debo estar aquí—es aprender a orar. Pero, en realidad, mucho de lo que estoy haciendo está motivado por muchas otras preocupaciones: poniéndome en línea, aprender algunas habilidades manuales, saber más sobre los pájaros y los árboles, llegar a conocer gente interesante—tales como John Eudes—y levantar muchas ideas y experiencias para futura enseñanza. Pero si la oración fuera mi única preocupación, todas estas otras cosas loables se podrían percibir como regalos. Ahora, sin embargo, estoy obsesionado por estos deseos que son falsos, no en sí mismos, sino por estar en el lugar equivocado en la jerarquía de valores. Eso, creo, es la causa de mis disposiciones de ánimo. Por el momento parece tan importante a lo menos estar al tanto de ello. —De The Genesee Diary por Henri J. Nouwen Una gran mujer del siglo pasado. . . estaba acostumbrada a decir. . . “¡Piensa pensamientos gloriosos de Dios—y sírvele con una mente quieta!” Y ciertamente es un hecho que entre más gloriosos y amplios nuestros pensamientos de él son, más grande la quietud y confianza con que hacemos nuestro trabajo detallado será. No pensamientos controversiales, o pensamientos convencionalmente estrechos, o pensamientos académicos secos, o pensamientos ansiosamente apurados. Todos estos traen contracción en lugar de expansión de nuestras almas; y todos sabemos que este sentido interno de contracción o expansión es una prueba infalibre de nuestro estado espiritual. Pero los pensamientos asombrados y agradables de una Realidad y Santidad que nos es inconcebible, y sin embargo ese es Amor. Una Realidad que se derrama a sí misma en y a través de las formas y accidentes más simples, y se hace a sí misma conocer bajo los símbolos más hogareños; que está completamente presente en y con nosotros, determinándonos a cada momento nuestras vidas. Tales meditaciones como estas mantienen nuestras ventanas abiertas hacia la Eternidad; y nos preservan del ahogo piadoso molesto que es el moho y óxido de la vida dedicada. —De The House of the Soul and Concerning the Inner Life por Evelyn Underhill 89 Con este retiro ha venido el discernimiento y la voluntad a actuar más efectivamente en control de los pensamientos y pureza de corazón. Gracias, Señor. Me parece extraño ahora que el mismo “discernimiento” y voluntad no estaban presentes previamente en mí. Subraya el misterio de su gracia y mi debilidad de mente y voluntad que viene del pecado—original y personal. Lo que anteriormente era percibido en una clase de manera vaga como no siendo del todo lo que debe ser, pero no claramente visto como algo que debe ser efectivamente excluído, con la venida de la gracia es visto como equivocado, contrario a lo que realmente quiero, y excluído con relativa facilidad. Sin embargo, con clara consciencia que es así por su gracia, que sin la gracia sería como antes, permitiría que estos pensamientos, esta peste de moscas que me rodean, como William de San Thierry les llamaba, arruinen la dulzura del ungüento, la devoción de mente y corazón. Qué tan completamente dependemos de la venida y la permanente presencia de su gracia. —De O Holy Mountain! Por M. Basil Pennington Muchos han regresado a esta cámara interna, bajo amarga auto-acusación que ha orado tan poco, y ha resuelto para el futuro vivir de una manera diferente. Sin embargo, la bendición no ha venido—no hubo fortaleza para continuar fiel, y el llamado al arrepentimiento no tenía poder, porque sus ojos no habían sido fijados en el Señor Jesús. Si hubiera entendido sólamente, hubiera dicho: “Señor, tú miras qué tan frío y tan oscuro es mi corazón: yo sé que tengo que orar, pero siento que no puedo hacerlo; me hace falta la urgencia y el deseo de orar.” No sabía que al momento el Señor Jesús en su tierno amor estaba mirándole y diciendo: “Tú no puedes orar; tú sientes que todo es frío y oscuridad; ¿por qué no te entregas en mis manos? Sólo cree que yo estoy listo para ayudarte en oración; anhelo grandemente compartir ampliamente mi amor en tu corazón, para que tú, en la consciencia de tu debilidad, puedas con confianza descansar en mí para que derrame la gracia de la oración. Así como te limpiaré de todos tus otros pecados, de igual manera te libraré del pecado de falta de oración—sólamente que no busques la victoria en tu propia fuerza. Inclínate delante de mí como uno que espera todo de su Salvador. Que tu alma guarde silencio delante de mí, sin importar qué sientes que es tu estado. Está seguro de esto—yo te enseñaré a cómo orar.” —De The Prayer Life por Andrew Murray Hemos estado hablando del privilegio de la oración, la suprema oportunidad de amistad con Dios mantenida vital por la deliberada comunión, y podemos detenernos ahora para considerar el costo. Pablo es típico de todos los visionarios cristianos al descubrir que a “la excelencia del conocimiento de Jesucristo” no se llega sin contar algunas cosas como pérdida. Cuesta ganar una vida que realmente puede orar. Vasari dice que Rafael acostumbraba a usar una vela en un gorro en el tablero, de tal manera que, mientras estaba pintando, su sombra no callera sobre su obra. La oración de muchos hombres es arruinada por su propia sombra. Hay cosas en su vida que se tienen que abandonar si verdaderamente orará. Tiene que usar en su frente la vela de la renuncia por causa de su trabajo. Considera las actitudes malas, pecados que atesoras, malos temperamentos en tu vida que hacen la oración de alguna manera profunda y ferviente una tarea dificultosa. —De The Meaning of Prayer por Harry Emerson Fosdick 90 Así como el silencio parece completo, un ruido u otra sensación puede estorbar. O una interrupción puede venir puramente de adentro, quizás una idea sobre los planes de mañana o un afán sobre una declaración tonta o algo que uno se ha olvidado hacer. No ganas nada al enojarte. Esto sólo añade a la actividad que se está tratando de romper. Con buena paciencia natural, uno pone las preocupaciones de ayer y mañana en un archivo de suspenso, así como santa Teresa dijo que se hace. Un día, tratando de estar quieto en la capilla, la santa nota que las cosas que colgaban en el altar estaban desarregladas. “¡Qué descuidado es el sacristán!” se dijo a sí misma. “Tengo que. . . No, aquí vine para orar, no para decirle al sacristán qué hacer.” Con una sonrisa ella se aquietó de nuevo, sólo para escuchar un agudo ruido sobre el techo donde algunas tejas se estaban reemplazando. “¡Ese trabajador descuidado!” pensó. “Es mejor que me salga de aquí. Ningún mero hombre puede hacer las cosas bien. . . No, no ahora.” Y una vez más regresó a reedificar el silencio. . . . Esta clase de silencio no se puede apurar o forzar; no viene a través del esfuerzo. En lugar de eso, tiene que permitirse que suceda. Es como comer un alcachofa. Tiene que hacerse una hoja a la vez, hasta llegar al corazón. Si uno trata de comerla de una sola mordida, todo lo que uno agarra es un montón de cardos. Uno tiene que apartar tiempo para el silencio y luego tornarse a él con compostura, dejando ir las cosas inmediatas poco a poco a la vez con el propósito de entrar a un mundo donde los sueños y también la energía para la vida nacen. —De The Other Side of Silence por Morton T. Kelsey Tal parece a aquellos en fervor por lo correcto como si todas las cosas conspiran para prevenir su progreso. Esto, claro, es sólo una apariencia, que se levanta en parte de esto, que el peregrino tiene que ir de regreso en los desvíos en que está constantemente vagando. —De An Anthology of George MacDonald. Editado por C. S. Lewis No me dices nada nuevo; tú no eres el único que está atribulado con los pensamientos errantes. Nuestra mente es extremadamente errante; pero, como la voluntad es la ama de todas nuestras facultades, ella las vuelve a llamar, y las lleva a Dios como su fin último. Cuando la mente, por falta de haber sido reducida suficientemente por la recolección en nuestro primer intento de devoción, ha contraido ciertos malos hábitos de andar vagando y de disipación, son difíciles de vencer, y comúnmente nos atraen, inclusive en contra de nuestras voluntades, a las cosas de la tierra. Creo que un remedio para esto es confesar nuestras faltas y humillarnos a nosotros mismos ante Dios. No te aconsejo que uses multiplicidad de palabras en la oración, muchas palabras y largos discursos seguido son la ocasión para la vagancia. Mantente a ti mismo en oración delante de Dios como un mudo o un mendigo paralítico ante la puerta de un hombre rico. Que sea tu negocio mantener tu mente en la presencia del Señor. Si en ocasiones vaga y se retira a sí misma de él, no te inquietes a ti mismo por eso; la preocupación y la inquietud sirvan más para distraer la mente que para volverla a recolectar; la voluntad debe traerla en tranquilidad. Si perseveras en esta manera, Dios tendrá misericordia de ti. —De The Practice of the Presence of God por Brother Lawrence 91 24. Ansiedad INVOCACION ¡Oh Dios! ¿Quién es capaz y está dispuesto en ayudarme, qué bases tengo para no poner toda mi confianza en ti, para arrojarme a los brazos de tu providencia, y esperar los efectos de tu bondad? Tú tienes cuidado de todos. Por tanto me entregaré por completo a ti, viviré siempre en tu presencia, y me guiaré siempre por tu temor y amor. Es esta gracia que ahora te pido, el Dios de mi corazón, y mi porción para siempre. Concédeme pesar bien y seguir tu amonestación: “Por nada estéis afanosos, porque vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas.” Amén. The Book of Common Prayer SALMO 142 ESCRITURA DIARIA Lunes Filipenses 4:6-7 Martes Mateo 6:25-34 Miércoles Lucas 12:1-12 Jueves Mateo 13:1-23 Viernes Lucas 11:38-42 SábadoLucas 21:34-36 Domingo 1 Pedro 5:6 SELECCIONES PARA MEDITACION MEDITACION PERSONAL ORACION ¿Puedes identificar tu más grande temor? ¿Y podrías confesarlo a Dios? Si lo mantienes escondido dentro de ti nunca podrás se limpio de él, mucho menos usarlo para su gloria. Ofrécele tus temores y ansiedades esta semana. HIMNO “Ven, Tú Largamente Esperado Jesús” Ven, tú largamente esperado Jesús, Nace para liberar a tu pueblo. De nuestro temor y pecado libéranos; Permítenemos encontrar descanso en ti. Fortaleza y Consolación de Israel, Epserando de toda la tierra eres tú; Querido Deseo de toda nación, ¡Gozo de todo anhelante corazón! 92 Nace para librar a tu pueblo, Nace un niño y sin embargo un Rey, Nace para reinar en nosotros para siempre, Ahora trae tu reino de gracia. Por tu propio eterno Espíritu Rige en todo nuestro corazón solo; Por tu mérito todo suficiente, Levántanos a tu glorioso trono. Charles Wesley BENDICION Oh Dios, que eres la vida de todo lo que vive, la luz de los fieles, la fortaleza de todos aquellos que trabajan, y el reposo de los muertos: te agradezco por tus bendiciones del día a su tiempo, y humildemente te pido tu protección misericordiosa toda la noche. Tráeme, te ruego, a salvo en las horas de la mañana; a través de aquel que murió por mí y resucitó de nuevo, tu Hijo mi Salvador Jesucristo. Amén. The Book of Common Prayer SELECCIONES PARA MEDITACION Hay un sentido de perfección en el corazón del hombre Que tiene que abundar en todo lo que hace; Que marca con reverencia casa pasa que da; Que tiene su dominio cuando todo lo demás falla; Que acaba todas las cosas malas; Que calienta la profundidad de los temores congelados Haciendo amigo al enemigo, Haciendo amor del odio, Y dura más allá de la vida y la muerte, Más allá de las metas de paz, ¡de los fines de la guerra! Esto busca el hombre a través de todos sus años: Ser completo y de una pieza, adentro, afuera. —De The Inward Journey por Howard Thurman Intento lograr bastante hoy. En lugar de seguir pensando: ¿Se acordarán las siguientes generaciones de gente limpiar el drenaje en el otoño? Les dejaré una nota. —De Teaching a Stone to Talk por Annie Dillard Para preservar la paz en tiempo de problemas nuestra voluntad tiene que permanecer firme en Dios y estar siempre dirigida a él, esto es, tenemos que estar dispuestos a recibir todas las cosas de la mano de Dios, de su justicia, y de su bondad, con sumisión humilde a su bendita voluntad. Bien y mal, salud y enfermedad, prosperidad y adversidad, consolación y sequedad, tentación y tranquilidad, dulzura interior, tribulaciones, y castigos, todo debe ser recibido por el alma con humildad, paciencia y resignación, como viniendo a 93 nosotros por designio de Dios. Esta es la única manera de encontrar paz en medio de los grandes problemas y adversidades. —De Imitation of Christ por Thomas à Kempis La próxima hora, el siguiente momento, está mucho más allá de nuestro entendimiento como también en el cuidado de Dios, al igual que de aquí a cien años. La preocupación por el siguiente minuto es tan necio como la preocupación por el mañana, o por un día en los siguientes mil años—en ninguno podemos hacer nada, en ambos Dios está haciendo todo. Aquellos reclamos del mañana que tienen que repetirse hoy son la tarea del hoy: el momento que coincide con el trabajo que debe hacerse, es el momento al que debe ponérsele atención; el siguiente no se ve por ninguna parte hasta que Dios lo haga. —De An Anthology of George MacDonald. Editado por C. S. Lewis Atribulada alma, no estás obligada a sentir pero estás obligada a levantarte. Dios te ama ya sea que sientas o no. Puedes amar cuando quieras, pero estás atada a pelear el odio en ti hasta el final. No trates de sentirte bien cuando no eres buena, sino clama a Aquel que es bueno. El no cambia porque tú cambiastes. No, él tiene una ternura especial de amor hacia ti porque tú estas en la oscuridad y no tienes luz, y su corazón está alegre cuando tú te levantas y dice, “Iré a mi Padre.” . . . Cruza los brazos de tu fe, y espera en la quietud hasta que la luz se levante en tus tinieblas. Porque los brazos de tu fe lo digo, pero no de tu acción: Recapacita de algo que tienes que hacer, y ve y hazlo, aunque sea el barrer un cuarto, o preparar una comida, o visitar a un amigo. No le pongas atención a tu sentimiento: Haz tu trabajo. —De An Anthology of George MacDonald. Editado por C. S. Lewis Todo crecimiento en la vida espiritual está conectado con el discernimiento claro de quién es Jesús para nosotros. Entre más me doy cuenta que Cristo tiene que ser todo para mí y en mí, que todo en Cristo es en realidad para mí, más aprendo a vivir la vida real de la fe, la cual, muriendo al yo, vive totalmente en Cristo. La vida cristiana ya no es más una vana lucha para vivir correctamente, sino el descanso en Cristo y encontrar la fortaleza en él como nuestra vida, para pelear la pelear y ganar la victoria de la fe. —De With Christ in the School of Prayer por Andrew Murray Y recuerda, hay dos cosas que son totalmente menos incompatible que el aceite y el agua, y estas dos son la confianza y el apuro. ¿Le llamarías confianza si le dieras algo en las manos de un amigo para que lo cuidara, y luego gastaras tus noches y días en pensamientos de ansiedad y apuro con respecto de si lo ha hecho correctamente y con éxito? ¿Y puedes llamarle confianza, cuando tú le has entregado el que salve y guarde tu alma en las manos del Señor, si día tras día, y noche tras noche te gastas las horas en pensamientos de ansiedad y preguntando sobre el asunto? Cuando un creyente realmente confía alguna cosa, cesa de apurarse sobre la cosa que ha confiado. Y cuando se apura, es prueba clara que no ha confiado. —De The Christian’s Secret of a Happy Life por Hannah Whitall Smith 94 No tienes dificultad en confiar al Señor el manejo del universo, y toda la creación externa, y ¿es tu caso más complejo o dificultoso que éstos, que necesitas estar ansioso o atribulado sobre su manejo de ti? ¡Afuera con tales dudas indignas! Ponte de pie sobre el poder y dignidad de confianza de tu Dios, y mira qué tan rápidamente todas las dificultades se desvanecerán ante una determinación firme de creer. Confía en la oscuridad, confía en la luz, confía en la noche y confía en la mañana, y encontrarás que la fe que pudiera principiar con un enorme esfuerzo, terminará tarde o temprano por llegar a ser el hábito fácil y natural del alma. —De The Christian’s Secret of a Happy Life por Hannah Whitall Smith El hombre que ora levanta la pregunta de cuáles pudieran ser los límites de la esperanza. La oración es su manera de declarar que las fronteras de la vida y los límites de la esperanza no se puede dibujar con crayones del tiempo y del espacio. El hombre que ora empuja la esperanza a áreas donde los hombres que nunca sueñan jamás se aventuran. Y así no es dificultoso para él creer. El cree que su oración llega a Dios y que influencía la realidad aunque nunca en una relación estricta de causa-efecto. La oración tiene éxito no términos de lo que produce lógicamente o logra pragmáticamente sino en términos de lo que fuerza a la realidad que experimente. —De Dawn Without Darkness por Anthony Padovano Una vez, siendo un joven lleno de fantasía exuberante, me propuso hacer un catálogo de los “bienes” reconocidos de la vida. Como otros hombres en ocasiones tabulan listas de propiedades de las que son dueños o les gustaría que fuesen suyas, hice mi inventario de cosas terrenales deseables: salud, amor, belleza, talento, poder, riquezas, y fama—junto con varios ingredientes menores de lo que yo consideraba la porción perfecta del hombre. Cuando mi inventario estaba completo orgullosamente se lo mostré a un anciano sabio que había sido el mentor y modelo espiritual de mi juventud. Quizás estaba tratando de impresionarlo con mi sabiduría precoz y la universalidad de mis intereses. De todas maneras, le entregué mi lista. “Esto,” le dije confiadamente, “es la suma de todos los bienes mortales. Si un hombre pudiera poseerlos todos, sería como un dios.” En la esquina de los ancianos ojos de mi amigo, ví arrugas de entretenimiento que se reunían en una red de paciencia. “Una lista excelente,” dijo, considerándola muy pensativamente. “Bien digerida en contenido y puesta en un orden no sin razón. Pero parece, mi joven amigo, que has omitido el elemento más importante de todos. Te has olvidado de un ingrediente que si falta cada una de las posesiones llega a ser un terrible tormento, y tu lista como un total una carga intolerable.” “¿Y qué,” le pregunte, entonando mi voz con fiereza, “es ese ingrediente que hace falta?” Con un lápiz cruzó todo mi esquema. Luego, habiendo demolido la estructura de mi sueño adolescente con un solo golpe, escribió tres sílabas: paz mental. “Este es el don que Dios reserva para su protegidos especiales,” dijo. “El talento y la belleza él la da a muchos. La riqueza es común, la fama no muy rara. Pero la paz mental— ese es su galardón final de aprobación, la señal más querida de su amor. El la derrama con caridad. La mayoría de los hombres jamás son bendecidos con ella; otros esperan todas sus vidas—sí, muy avanzados en edad—para que este don descienda sobre ellos.” 95 —De Peace of Mind por Joshua L. Liebman ¡No estéis afanosos! Las posesiones terrenales empañan nuestros ojos y nos engañan en pensar que ellas pueden proveer seguridad y libertad de la ansiedad. Sin embargo, todo el tiempo ellas son la misma fuente de la ansiedad. Si nuestros corazónes son puestas en ellas, nuestra recompensa es ansiedad cuya carga es intolerable. La ansiedad crea sus propios tesoros y ellas a su vez engendran más preocupación. Cuando buscamos la seguridad en las posesiones estamos tratando de sacar la preocupación con preocupación y el resultado preciso es lo opuesto de nuestras anticipaciones. Las cadenas que nos atan a nuestras posesiones demuestran ser preocupaciones ellas mismas. —De The Cost of Discipleship por Dietrich Bonhoeffer Si luego añadimos a la pequeñez del hombre lo inexpresablemente corto de su duración, ¿es sorpresa que un hombre de reflexión en ocasiones sienta una clase de temor, no sea que el gran, eterno, infinito Gobernador del universo ignore a tan diminutiva creatura como el hombre—una creatura en todo sentido inconsiderable, cuando se compara ya sea con la inmensidad o la eternidad? . . . Pero ¿cómo podemos prevenir esta reflexión incómoda, y efectivamente curareste temor? . . . por considerar que el cuerpo no es el hombre; que el hombre no sólo es una casa de barro, sino un espíritu inmortal; un espíritu hecho a la imagen de Dios; un espíritu que es de valor mucho más infinitamente que toda la tierra; sí, que toda la creación material. Considera que el espíritu del hombre no sólo es de un orden más alto, de una naturaleza más excelente, que cualquier parte del mundo visible, sino también más durable; no es propensa ya sea a la disolución o decadencia. —De The Message of the Wesleys. Compilado por Philip S. Watson Hace algunos años me encontré un antiguo profesor en la Universidad de Notre Dame. Mirando su larga vida de enseñanza, sino con un curioso giñado en su ojos: “Siempre me he estado quejando que mi trabajo estaba siendo constantemente interrumpido, hasta que lentamente descubrí que mis interrupciones eran mi trabajo.” Esta es la gran conversión de nuestra vida: reconocer y creer que los muchos eventos inesperados no son solo interrupciones molestas de nuestros proyectos, sino la manera en que Dios moldea nuestros corazones y nos prepara para su regreso. Nuestras grandes tentaciones son el aburrimiento y la amargura. Cuando nuestros planes son interrumpidos por mal tiempo, nuestras bien organizadas carreras por enfermedad o mala suerte, nuestra paz mental por torbellinos internos, nuestra esperanza de paz por una nueva guerra, nuestro deseo de un gobierno estable por un constante cambio de los guardias, y nuestros deseos de inmortalidad por la muerte real, somos tentados a darnos por vencido a un aburrimiento paralizante o dar de golpes en amargura destructiva. Pero cuando creemos que la paciencia puede hacer que nuestras expectativas crezcan, entonces el destino se puede convertir en vocación, las heridas en un llamado para un entendimiento más profundo, y la tristeza en el lugar de nacimiento para el gozo. —De Out of Solitude por Henri J. Nouwen 96 25. Conocimiento INVOCACION Permíteme conocerte, oh Señor, que me conoces; permíteme conocerte como soy conocido. Entra a mi alma y arréglala para ti mismo de tal manera que puedas tenerla y retenerla sin mancha o arruga. Esta es mi esperanza. Amén. San Agustín en Confessions SALMO 104 ESCRITURA DIARIA Lunes Isaías 32:14-20 Martes 1 Juan 3:19-4:6 Miércoles Filipenses 4:2-9 Jueves Romanos 8:26-27 Viernes 1 Juan 5:1-12 Sábado1 Corintios 2:6-16 Domingo Hechos 9:1-9 SELECCIONES PARA MEDITACION MEDITACION PERSONAL ORACION Todo esta clamando llegar a ser parte de ti. Tienes que escoger cuidadosamente las cosas y pensamientos que permitirás que entren. Pídele a Dios que principie a limpiar tu conocimiento. Entonces, determina en oración que tú guardarás el umbral de tu mente. HIMNO “La Oración es el Deseo Sincero del Alma” La oración es el deseo sincero del alma, Expresado o no expresado; El movimiento de un fuego escondido Que tiembla en el pecho. La oración es la carga de un suspiro, La caída de una lágrima, El mirada hacia arriba de un ojo, Cuando nadie sino Dios está cerca. La oración es la forma más simple del habla Que los labios infantes pueden tratar; La oración son las cuerdas más sublimes que alcanzan La majestad en lo alto. 97 ............ La oración es el aliento vital del cristiano El aire natural del cristiano, Su dicho en las puertas de la muerte; Entra al cielo con la oración. James Montgomery BENDICION Padre, protégeme del ataque de las cosas, tanto buenas como malas, que apartarían mi atención este día. Hazme recordar que todo lo que permito que entre en mi corazón llegará a ser parte de mí mientras oro. Permíteme venir a ti en sencillez de corazón y pureza de deseo. En el nombre de Cristo. Amén. SELECCIONES PARA MEDITACION . . . el conocimiento del hombre puede entrar a una relación viva, comunicadora de conocimiento, transformadora de la vida, con Dios. Obviamente la consciencia de tal relación no sería posible si la consciencia humana sólo pudiera estar al tanto de lo que los ojos pueden ver y los oídos oír y las manos tocar y la lengua probar y las narices oler. Porque ningún ojo humano ha visto a Dios, ni oído ha escuchado su voz, ni manos han tocado la mano de Dios, ni lengua le ha probado, ni nacires han olido su fragancia. Adentro como afuera de la Biblia, el lenguaje de la religión emplea terminología que sugiere tales experiencias, pero es, como todos sabemos, un uso metafórico de las palabras. “Nadie ha visto a Dios jamás.” Dios es una inferencia legítima de los eventos. Esto es por qué últimamente, en especial, los hombres declaran que el método de revelación está en los hechos, no en las palabras. Dios actúa y los hombres interpretan esa acción como divina e infieren significados que son divinos. Pero Dios también pudiera ser un objeto inmediato de conocimiento. Eso es lo que los grandes místicos y una multitude de pesonas más humildes han declarado. Ellos no han estudiado meramente los eventos en la historia y concluído que Dios estaba en acción allí y llegaron a una conclusión con respecto al significado de esa acción. Ellos han estado vívidamente conscientes de Dios como lo estaban de cualquier humano con quien ellos tenían compañerismo. En ese conocimiento ellos han retado antiguas ideas y nuevas ideas nacieron. Ellos han sido purgados de antiguas emociones y sintieron el surgimiento de nuevas y creativas. Ellos han llegado a estar ciertos de transformaciones internas principiadas y llevadas a cabo, como han sido de tiempo en tiempo renovados en sus contactos conscientes con Dios. Ellos han llegado a estar al tanto de una unidad siempre profundizante con Dios que, entre los más grandes de ellos, los hicieron afirmar humilde pero con gozo, como lo hizo Teresa de Avila, “No hay nada en mí que no sea Dios; mi ‘yo’ es Dios.” —De An Autobiography of Prayer por Albert E. Day La oración es el microcosmo del alma. Es el alma total en un momento; la quintaesencia de todos nuestros actos; el clímax de todos nuestros pensamientos. Se levanta tan alta como nuestros pensamientos. Ahora, si la Torah no es nada sino la literatura nacional de la 98 gente judía; si el misterio de la revelación se descarta como supertición, entonces la oración difícilmente es más que un soliloquio. Si Dios no tiene poder para hablarnos, ¿de qué manera poseeríamos nosotros el poder de hablar con él? Así, la oración es parte de un asunto más grande. Depende de la situación espiritual total del hombre y sobre una mente en la cual Dios está en casa. Claro, si nuestras vidas son tan estériles como traer al espíritu a la adoración; si todos nuestros pensamientos y ansiedades no contienen suficiente substancia espiritual que se destile en oración, una transformación interna es un asunto de emergencia. Y esa emergencia enfrentamos hoy. “El asunto de la oración no es la oración; el asunto de la oración es Dios.” Uno no puede orar a menos que tenga fe en su propia habilidad de acosar al infinito, misericordioso, eterno Dios. —De Man’s Quest for God por Abraham Joshua Heschel Es una simple historia, dicha simplemente. Un día, un hombre entró a una tienda de antigüedades y pidió permiso para mirar. Era una tienda algo exclusiva frecuentada sólamente por aquellos que podían comprar los artículos hechos raros por su escacez y edad. El visitante parecía estar fuera de lugar porque estaba vestido pobremente aunque limpio; en realidad era claro por su apariencia que era un trabajador cuyo rostro había sido cuarteado por el sol y la lluvia y cuyas manos era toscas y usadas. Después de más de una media hora, se fue. Más o menos después de diez días regresó. Esta ocasión encontró una pieza hermosa de cristal y preguntó si podía hacer un depósito sobre ella. Cada semana hacía un pago, hasta que al final de cuentas el artículo fue de él. Con mucha curiosidad, el dueño de la tienda entró en plática con él para determinar, si podía, el uso que le daría tal hombre a su nueva compra. “La compré para mi pequeño cuarto. No es mucho, pero traiga a él, de vez en cuando, a través de los años, sólo lo mejor y las cosas más hermosas. Usted ve, ese es el lugar donde yo vivo.” Traer al lugar donde tú vives sólo lo mejor y lo más hermoso—¡qué plan para la vida de uno! Esto está muy al alcance de todos. Piensa de usar la memoria de uno en esa manera. A la medida que uno vive de día en día, hay toda clase de experiencias, buenas, malas, hermosas, feas, que llegan a ser parte del pasado de uno. Desarrollar la habilidad para colar la memoria de uno de tal manera que sólo lo excelente se retenga ¡para el cuarto de uno mismo! Toda clase de ideas que pasan a través de la mente de uno, sobre uno mismo, sobre el mundo, sobre la gente. ¿Cuál guardas para tu propio cuarto? Piensa sobre ellas ahora mismo; ¿qué ideas guardas para el lugar donde tú vives? Estaría bien en el alcance de uno decir que las palabras tan citadas de Jesús, sobre atesorar para ti mismo tesoros en el cielo, tratan con esta misma idea básica. El lugar donde tú vives es donde está tu tesoro. Donde tu tesoro está allí es donde está tu corazón. Donde está tu corazón, es donde está tu Dios. —De Deep Is the Hunger por Howard Thurman Es bueno experimentar el ministerio quieto del espíritu viviente del Dios viviente. Una y otra vez hay pequeñas sanidades de roturas silenciosas que nos sostienen en nuestros contactos con el mundo y unos con otros. Somos sorprendidos por la palabra pequeña, el silencio inesperado, la sonrisa fuera de tono; sin saber exactamente por qué, el balance se recobra y el ritmo de la herida se detiene en su lugar. Hay el sentido de separación que se apodera de las relaciones humanas más felices y la experiencia de la recuperación que hace que el corazón cante su antigua canción con una nueva mecha. Hay días cuando todo parece dificultoso, cuando las tareas ordinarias llegan a ser empresas mayores, cuando uno 99 es sensitivo y cada momento es amenazado por una explosión que no viene en realidad a suceder; entonces sin causa aparente, todo el cuadro cambia y el espíritu puede respirar de nuevo con facilidad, el resorte en el paso regresa de nuevo. Es bueno experimentar el ministerio quieto del espíritu viviente del Dios viviente. En ocasiones somos arrojados al desastre con una rapidez que paraliza la mente y deja la apertura al temor sin protección del valor o de la fortaleza. Si había habido alguna advertencia, alguna intimación de lo que estaba por venir, la sabiduría de los años pudiera haberse interpuesto a la vida con una protección medida. Pero no, este no fue el caso. Seguido, aún antes de que la plena consciencia de lo que ha sucedido se pueda sentir, el realineamiento de los poderes de uno principian a trabajar y la recuperación están en el camino. Hay problemas que nos encuentran de frente en nuestra jornada. El asunto de nuestro espíritu y la cosa que nos confrontan se juntan—estamos engolfados en el gran silencio de la la lucha fatal. Tal parece que de ninguna parte, de ningún lugar, se puede encontrar una respuesta. En vano buscamos una pista, una clave, aún una pequeña cosa que nos dé un pequeño respiro, un segundo viento. Una y otra vez es apto que suceda: el milagro de la liberación; una palabra a la deriva de una conversación casual; un sentimiento o una línea en una carta; el refrán de una antigua canción; una imagen del pasado; una párrafo de una página impresa; el movimiento de una oración en el corazón—el milagro del descanso y somos liberados. El peligro pasó, el conflicto se acabó. Es bueno, tan bueno, experimentar el ministerio quieto del espíritu viviente del Dios viviente. —De The Inward Jouney por Howard Thurman Cuando un lago es grandemente agitado por las brisas y el viento, uno puede tirar una piedra o aun muchas piedras y no hay ningún efecto notable. Cuando un lago está perfectamente en paz uno puede arrojar una piedra en él, las gentiles olas se riegan en todas direcciones hasta que alcanzan las playas más lejanas. Cuando estamos en medio de la vida cotidiana ocupada, muchos pensamientos van y vienen en nuestras mentes y nuestros corazones, que no percibimos los efectos que están teniendo sobre nosotros. Pero cuando llegamos a lograr una quietud interna más profunda, entonces somos más discernidores. El camino está abierto para seguir aún las direcciones más gentiles del Espíritu y evitar aún las más sutiles desviaciones que se nos sugieren ya sea por el yo o por el malo. —De Centering Prayer por M. Basil Pennington ¿Cómo, entonces, podemos agarrarnos de esa Vida y Poder, y vivir la vida de oración sin cesar? Por la quieta y persistente práctica de volver todo nuestro ser, día y noche, en oración y adoración interna y entrega, hacia Aquél que nos llama desde las profundidades de nuestras almas. Los hábitos mentales de la orientación interna tienen que establecerse. Un volverse interno y secreto a Dios se puede hacer continua y justamente, después de semanas y meses y años de práctica y olvidos y fracasos y regresos. Es tan simple como un arte como el descubrió el Hermano Lawrence, pero pudiera tardarse antes de que logremos alguna estabilidad en el proceso. Principia ahora, mientras lees estas palabras, mientras te sientas en tu silla, ofrécele todo tu ser, en abandono total y gozo, en quietud, en rendimiento alegre a Aquél que está adentro. —De A Testament of Devotion por Thomas R. Kelly 100 “En el principio,” John Eudes dijo, “tus pensamientos vagarán, pero después de algún tiempo descubrirás que llega a ser más fácil estarte quieto en la presencia del Señor. Si tu cabeza parece estar llena de preocupaciones y apuros, pudieras dar inicio con algunos salmos o algunas lecturas de la Escritura que puedan ayudarte a concentrarte y luego estarás mejor preparado para la meditación en silencio. Cuando eres fiel en esto, lentamente te experimentarás a ti mismo de una manera más profunda. Porque en esta hora inútil en la que no haces nada ‘importante’ o ‘urgente,’ has llegado a enfrentarte con tu impotencia básica, tienes que sentir tu inhabilidad fundamental de resolver tus problemas o los de otras personas o cambiar al mundo. Cuando no evitas esa experiencia sino que la vives por completo, encontrarás que tus muchos proyectos, planes y obligaciones llegan a ser menos urgentes, cruciales e importantes y pierden su poder sobre ti. Te dejarán libre durante tu tiempo con Dios y tomarán su lugar apropiado en tu vida.” —De The Genesee Diary por Henri J. Nouwen Gracias a la sicología moderna sabemos mucho más que lo que alguna vez supimos de la consciencia. Sabemos, por tanto, que es necesario emancipar la consciencia de las tirnarías terrenales y humanas que la mantienen inconsciente de Dios. Podemos ahora desarrollar nuestras disciplinas inteligentemente, con una relevancia al predicamente de nuestras consciencias. Ya no necesitamos más dar de golpes a ciegas con la esperanza de hacer algo ahora y después que apure nuestra liberación del “mundo, la carne, y el diablo.” Conocemos nuestras consciencias, y sabiendo que podemos actuar sabiamente con referencia a ella. Sabemos qué nos detiene de conocer a Dios. Sabemos qué podemos hacer para terminar ese desconocimiento y aclarar el camino a la visión beatífica. —De Discipline and Discovery por Albert E. Dary 101 *Traducido por Fredi Arreola, de Frank G. Carver, "A Devotional Quest" en Preacher's Magazine (September, October, November, 1988), pp. 8-9, 15. UNA REGLA DE DEVOCION INTRODUCCION: Encuentre un tiempo y lugar de retiro regular "La única causa de la infelicidad del hombre es que no sabe cómo estarse quieto en su cuarto" (Blas Pascal, Pensees. Penguin Books, 1966. VIII, 136, p. 67) "La oración es la práctica de permitir que el corazón de una persona se transforme" (Farrell). I. DEL MUNDO A LA PALABRA Job, Reuben P. and Norman Showchuck, A Guide to Prayer for Ministers and Other Servants. The Upper Room, 1978. Kelly, Thomas, A Testament of Devotion. Harper and Row, 1941. Lorenzo, El Hermano, Practicando la Presencia de Dios, Traductor Angel Sánchez Escobar. The Upper Room, 1982. Leech, Kenneth, True Prayer, An Invitation to Christian Spirituality. Harper and Row, 1980. Merton, Thomas, New Seeds of Contemplation. New Directions, 1962. 3. APLIQUE LA MENTE AL TESTIMONIO DE LA ESCRITURA Y A OTROS TESTIMONIOS DE DIOS. Un salmo para la semana leído a diario (o un salmo diario). De las cinco sugerencias de Lutero para la hora quieta,la segunda era una "digestión completa de un pasaje escritural u otro pasaje de testimonio" porque "la Palabra de Dios habla en, con, y debajo de las palabras de la Biblia" (J. W. Doberstein, The Minister's Prayer Book, pp. 16. 19). II. DE LA MENTE AL CORAZON 1. RELAJESE ANTE LA NOCION DE LA PRESENCIA DE DIOS, ALGUIEN QUE ES "más íntimo a nosotros que nosotros a nosotros mismos. . . y de nosotros Tú nunca te vas, sin embargo, nosotros con que dificultad retornamos a Ti" (San Agustín, Las Confesiones). 102 2. RINDASE A DIOS Y A SU VOLUNTAD PARA USTED ESTE DIA. "Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón" (Deuteronomio 6:4-6). _____________, Contemplative Prayer. Image Books, Doubleday, 1969. Muto, Susan Annette, A Practical Guide to Spiritual Reading. Dimension Books, 1976. Nouwen, Henri N. J., The Way of the Heart: Desert Spirituality and Contemporary Ministry. The Seabury Press, 1981. __________________, Making All Things New: An Invitation to Spiritual Life. Harper and Row, 1981. The Way of a Pilgrim and the Pilgrim Continues His Way, Trans. Helen Bacovcin. Image Books, Doubleday, 1978. 1. MEDITE SOBRE LA VERDAD DE DIOS COMO LA HA ILUMINADO A SU MENTE EL ESPIRITU SANTO. "En la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche" (Salmos 1:2). "¡Oh, cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi meditación. . . Más que todos mis enseñadores he entendido, porque tus testimonios son mi meditación" (Salmos 119:97, 99; cf. Salmos 19:14). 2. REFLEXIONE EN SILENCIO O POR ESCRITO SOBRE SU VIDA, SUS ACTITUDES Y SENTI-MIENTOS. Christensen, Bernhard, The Inward Pilgrimage: Spiritual Classics from Agustine to Bonhoeffer. Augusburg, 1976. The Classics of Western Spirituality. Paulist Press. Un conjunto de gran calidad con muchos libros ya en im-prenta. Doberstein, John W., ed. The Minister's Prayer Book: An Order of Prayers and Readings. Colins, 1964. Foster, Richard J., Alabanza a la Disciplina. Editorial Betania, 1986. Holmes III, Urban T., Spirituality for Ministry. Harper and Row, 1982. Contemplación es "sobre todo, la adoración y amor de Dios por sí mismo, porque él es Dios" (Thomas Merton, Contemplative Prayer, p. 115). 103 La oración del corazón: "Orar es descender con la mente al corazón, y allí estar frente al rostro del Señor, siempre-presente, que-todo-lo-ve, dentro de ti" (The Russian mistic Theophan the Recluse, en Henri J. M. Nouwen, The Way of the Heart, p. 76). III. DEL VIAJE INTERNO AL EXTERNO. 1. RECIBA EL ESPIRITU DE CRISTO "¿Cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu vidéis pues, sino pensad en El a menudo, adoradle continuamente, vivid y morid con El. Esta es la gloriosa ocupación de un cristiano. En pocas palabras, ésta es nuestra ocupación; si no la sabemos debemos aprenderla. Procuraré ayudaros con mis oraciones" (de una carta, París, Octubre 29, 1689. Hermano Lorenzo de la Resurrección, La Práctica de la Presencia de Dios, 61). "Ten misericordia de mí, oh Jehová; porque a ti clamo todo el día" (Salmos 86:3). "Ama orar. Siente la necesidad de la oración seguido durante el día, y toma tiempo para orar. La oración aumenta el corazón hasta que es capaz de contener pierde el tiempo y que no hay forma más apropiada de ayudar a los que amamos" (Carlo Carreto, Cartas del Desierto, 18). "Padre nuestro, tomamos a nuestros amados, y aquellos que nos necesitan profundamente, en nuestros corazones, y allí te los entregamos por completo a ti. Que tu paz, la paz que sobrepasa todo entendimiento, descanse sobre ellos, trayéndoles tu perfecto cumplimiento en todas sus necesidades. Amén" (Glenn Clark, I Will Lift Up Mine Eyes, Job and Showchuck, p. 274). Atrae mi alma, oh Cristo, más cerca al tuyo; Respira en cada deseo Tu divina voluntad. No sólo para mí sea esta mi oración; Levanta tu mundo, oh Cristo, Más cerca de ti. (Lucy Laracom, Job and Showchuck, 1983, p. 291). 3. DE ALABANZA A DIOS "Bueno es alabarte, oh Jehová, y cantar salmos a tu nombre, oh Altísimo; Anunciar por la mañana tu misericordia el don de Dios en sí mismo. Pide y busca, y tu corazón crecerá lo suficiente para recibirle y guardarle como tuyo" (Madre Teresa, A Gift from God, Job and Showchuck, p. 238). 104 BIBLIOGRAFIA Baille, John, A Diary of Private Prayer, Charles Scribner's Sons, 1948. Carreto, Carlo, Cartas del Desierto, Ediciones Paulinas, 1974. Chamber, Oswald, My Utmost for His Highest. Dodd, Mead and Company, 1965. "Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; prúebame y conoce mis pensamientos; y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno" (Salmos 139:23-24). "Padre, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Y perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que nos deben. Y no nos metas en tentación" (Lucas 11:2-4). 3. CONTEMPLE A DIOS. La oración de Jesús: "Señor Jesucristo, ten misericordia de mí" (The Way of a Pilgrim, p. 18). y tu fidelidad cada noche" (Salmos 92:1-2). CONCLUSION: vaya a las actividades del día con la confianza que la presencia y ayuda de Dios es constante "Os suplico que tengáis presente lo que os he recomendado, lo cual es pensar con frecuencia en Dios, de día, de noche, en nuestros quehaceres, e incluso en las distracciones. El siempre está cerca de vuestra merced y con vuestra merced; no lo dejéis solo. Admitiríais que es descortés dejar solo a un amigo que ha venido a visitarnos, ¿por qué, entonces, debe ser Dios menospreciado? No lo olSanto a los que se lo pidan?" (Lucas 11:13). "Sopló y les dijo: Recibid el Espíritu Santo" (Juan 20:22). "Si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él" (Rom. 8:9). 2. INTERCEDA POR LA IGLESIA, POR OTROS, Y POR SI MISMO, TRAYENDO TODO A LA PRESENCIA DE DIOS. "A la distancia de los años puedo decir que he mantenido mi compromiso. Es más, cada vez se ha hecho más clara la certeza de que orando no se 105