BUSCA POR DENTRO By: Ing. Manuel J. Meza Delgado La luna de aquel 28 de abril de 1975 no había traído las lluvias mil como decía el adagio, el sol para ese día había tomado la decisión de salir más temprano y el canario presintiendo el mal augurio no entonó la melodía de costumbre al llegar el alba. La resignación de los seis hermanos era notoria, el sabio instinto les murmuraba en secreto que la muerte asaltaría en cualquier momento a su padre, puesto que la enfermedad alojada en su hígado estaba en su fase terminal. La hija predilecta Elizabeth negada a aceptar la realidad de los acontecimientos, lloraba sin consuelo en aquel lúgubre bohío. En la noche del día anterior el sofocante calor no había permitido que Andrés Pérez Moreno conciliara sueño, lo que produjo que se despertara más temprano de lo habitual. El instinto no funcionaba igual, el presagio que algo atípico estaba a punto de suceder le paseaba por el subconsciente, como si aquello que tanto había pedido lo estuviera esperando justo afuera de su lecho de descanso. Su compañera de toda la vida Juana Navarro había estado envuelta en un efecto compuesto del destino sin saberlo, dado que en la mañana del mismo día había decido comprar un objeto llamado espejo. Al principio, ella estaba convencida que aquello a lo que el comerciante llamaba reflejo, no era más que un artilugio usado por las brujas para mandar hechizos y vigilar a las personas mientras dormían. Al final de aquella agobiante negociación, ella aceptó de una vez por todas que quería ese espejo y obligó a su nieto Temístocles a colgarlo en la estaca que sostenía el rancho de palma, para que cuando Elizabeth se pusiera la falda de flores glaseara su belleza ante el espejo. Andrés, desconociendo los acontecimientos previos, sintió la necesidad de tomar agua. La totuma estaba totalmente vacía. Hizo un gran esfuerzo por llamar a su esposa, pero ésta no le escuchó. Al verse inmerso ante semejante situación, tomo la decisión de levantarse a buscar su agua, a pesar de que su cuerpo no tenía la misma energía. En esta oportunidad no me quedaré esperando a que ocurra, voy tras mi agua, así el cuerpo no me responda, pensaba Andrés. Convencido que era lo correcto, puso sus pies en la fría arena y luego con la punta de los dedos hizo contacto con sus abarcas. Al percatarse con el rabillo del ojo que la luna había decidido no mostrarse en esa madrugada por el ventanal, no tuvo más remedio que encender la mecha de la lampara llena de petróleo que estaba en la mesita de noche junto a su cama. Tomando con nerviosismo su bastón y con las fuerzas escondidas en su interior, decide con aquella luz titilante dirigirse con claridad hacia aquella puerta ancha que conduce al rancho de palmas colindante con el patio trasero. Con sus temblorosas manos se dispone a abrir la puerta y justo cuando la puerta se abre, una brizna de viento frio entra a juguetear con la llamarada de su lampara, provocando en Andrés un nerviosismo que le cobijó todo el cuerpo. A oscuras, pero con la ilusión intacta de llegar cuanto antes a la tinaja le motivaba. Sin notarlo, sus paulatinos pasos le condujeron ante aquel objeto de dimensiones majestuosas. Perplejo ante aquello que para él era totalmente desconocido, se preguntaba una y otra vez ¿Qué es esto? ¿De dónde salió? Tenía sentido su asombro, porque en seis meses era mucho lo que la niña Juana había adquirido. Mientras seguía admirando con el tacto de sus manos los márgenes del espejo, el cristal sintió las vibraciones sensoriales de Andrés. De inmediato, aquel objeto colgante en la estaca empezó a recrear a través de su cristal distintas escenas donde el esposo de Juana era el protagonista. Andrés al percatarse así mismo dentro del espejo en una época distinta, debajo de una enramada comiendo un delicioso mango maduro, su cuerpo se paralizó por completo del miedo. Sin embargo, su atónita mirada seguía a detalle la recreación de aquella época, donde una ciénaga totalmente evaporada a causa de un inmenso sol adornaba el panorama. Estirando los pies y soltando aquello que comía, Andrés suelta un grito ensordecedor, como si algo quisiera salir dentro de él. De su zona cardiaca salió un haz de luz, que al expandirse con total rapidez cubrió parcialmente aquel rancho de palma. Una vez disipada aquella intensidad lumínica, todo volvía a la escena del cuadro, donde una especie de animal venía cayendo del caballete. Sigilosamente salió una voz de aquella escena que decía -bendito sea Dios, por poco me desintegro- Lo que hablaba era aquello que había salido tempestuosamente del pecho de Andrés, que, según su percepción, era más parecido a una esfera de luz. Andrés en shock por la experiencia que estaba viviendo pensaba, tanto limón en el suelo y tomé el que estaba biche. En el instante en el que la esfera decide bajar y presentarse ante su cuerpo físico, éste aún no había recuperado el control de sus sentidos. La esfera aumentó su vibración y lo sacó de ese estado en el que se encontraba. Al ser consciente nuevamente, se encontró con la escena donde la esfera empezaba a hablarle: Andrés, no tengas miedo. Recuerda que detrás de lo desconocido se esconden valiosas experiencias, debes obligarte a estar siempre mirando con objetividad las cosas que piensas y ejecutas de manera automática. Té preguntarás ¿Quién soy? ¿De dónde vengo? La respuesta suele ser sencilla en su esencia, pero no fácil de entender. Soy esa pequeña parte de ti a la que comúnmente le llamas alma, pero puedes llamarme por mi verdadero nombre, Marsyus. Por lo regular suelo estar escondido ahí en tu pecho sin queja alguna, pero mientras estabas comiendo ese delicioso mango, tu cuerpo entro en equilibrio y al no guardar resentimientos, los pensamientos negativos no emergieron, provocando una fácil salida. Andrés interrumpe y pregunta ¿por qué casi te desintegras? Marsyus le responde – si bien es cierto que facilitaste mi salida, también es importante mencionar que las creencias religiosas por poco me retienen. Andrés, he estado observándote durante todo este tiempo y estoy sorprendido del inmenso amor que guardas en tu corazón, especialmente por tus hijos. Sabes, yo estoy hecho de amor y eso suele tener altas ventajas y desventajas. Obtienes ventaja cuando aprendes a manejarlo sabiamente, ese detalle te dará la posibilidad de que otras personas quieran estar cerca de ti, es como si el panal estuviera atrayendo a sus abejas. Es por esa razón que durante mucho tiempo las personas disfrutaban tenerte cerca, además, tenías la posibilidad de tener múltiples soluciones sin buscarlo. El lado opuesto de todo esto consiste en que tu cuerpo se acostumbró a estar siempre en desequilibrio, puesto que al momento de pensar creas un sentimiento, ese sentimiento le está diciendo al cuerpo todo el tiempo como debe comportarse ante el pensamiento que estás teniendo. Este es el principal motivo que ha obligado a tu cuerpo a crear esa mortal enfermedad. Incluso, en la próxima generación alguien también la padecerá. Te lo comento porque siempre hay demonios al acecho, esperando el justo momento para que tengas pensamientos negativos y de esta manera robar tu amor en forma de luz alojado cerca de tu corazón. Estos seres solo siguen órdenes de jerarquías de reptiles (parecido a lo que tú llamas iguanas) que se encuentran alrededor de esta tierra hueca y achatada en los polos. Regularmente, cuando estás pensando en cosas tristes todo el tiempo, le estás dando la posibilidad a estos seres para que te ubiquen y cuando lo hacen, harán lo posible para exagerar tu sufrimiento. Debes evitar a toda consta la ira, el odio y los juicios por que descargan la batería de tu cuerpo. Cuando sientes más amor y piensas en positivo, entonces el cuerpo se recarga completamente, imposibilitando que aquello negativo te ubique y puedan disponer de tus emociones. Sabes, en lo que tu conoces como estrellas, ocurrió un hecho sin precedentes hace miles de años. Unas iguanas de una estatura promedio de cuatro metros, tuvieron la grandiosa idea de copiar un planeta. La nueva copia la dejaron en manos de una iguana llamada Anu. Este reptil tenía una familia conformada por su esposa Lux y sus dos hijos Elil y Enki. Los dos eran muy crueles, sin embargo; Lux tenía la sensibilidad de su alma y se dio cuenta al igual que Enki que aquellos primeros seres humanos daban lástima mirarlos, dado que no podían pensar ni actuar normalmente, emulando fácilmente a un animal. Enki aprovechó el talento de crear biológicamente un nuevo ser y encapsuló dentro del ser humano el alma. Esa alma es la que quieren los demonios quitarles, porque es más fácil manipular aquello que no razona. El problema que tiene la parte encarnada es que lo olvida al momento de nacer, pero tiene la posibilidad de reencontrarse espiritualmente para allanar el camino y las cosas paulatinamente se van acomodando a la verdad como está ocurriendo ahora. -Andrés, he llegado a la conclusión que todo está altamente influenciado por estas bestias, tanto, que te han acostumbrado a no disfrutar los pequeños momentos y eso te ha llevado a estar sumergido completamente en tus pensamientos, impidiendo tener control sobre tu cuerpo y todo lo que te rodea. Para la muestra un botón, hace poco soñabas que sobrevolabas la Sierra Nevada de Santa Marta y en la distancia te percataste que unos indígenas Arhuacos secaban artesanalmente unos granos de café. Te dio tanta curiosidad que te acercaste un poco para mirar el proceso un poco más de cerca. El olor era delicioso y no podías dejar ese magno lugar sin probarlo. A las tres de la mañana del siguiente día, una familia al escuchar la alarma del gallo que montado en la azotea gritaba a todos los vientos que se levantaran, que era primero de octubre. Todos con su ropa de algodón se levantaron y al atizar el fogón emergió una llama, encima de ella colocaron una olla de barro. Dentro vertieron los granos de café molido. Cuando todos se fueron a bañar, tu llegaste cerca de aquella olla para tomar con una totuma un poco de café. Tenías sensaciones diferentes en tu paladar, tanto que decidiste verter un poco de aquellos granos en tus bolsillos. Despertaste con una sensación de alegría, sin embargo; es un vago recuerdo de lo que algún día fuiste. De esa vida traes el deseo de disfrutar los pequeños momentos y se te ha hecho una misión imposible. Andrés el sentido de las cosas lo pones tú. No te parece que tienes el poder para cocrear (no se puede crear algo maravilloso en una copia, solo se puede modificar lo ya establecido) y hacer lo que realmente deseas. Debes dejar el mal hábito de postergar lo que debes hacer, todos quieren cumplir sus sueños sin la necesidad de hacer grandes sacrificios. Cada cabeza es un universo en particular, todos tienen sus propias batallas internas y aun así guardas la esperanza de que alguien venga aquí a salvarte. El talento sin disciplina es un total desperdicio cuando te das por vencido sin intentarlo antes. Pronto volverás a tu esencia, pero con un conocimiento diferente para enrumbar mejor la próxima vida-. En ese momento el haz de luz se disipó y Andrés se dio cuenta que el espejo nunca había animado o creado una imagen, que todo lo que había visto no eran más que proyecciones internas, respuestas que siempre estuvieron allí, esperando el momento para ser escuchadas. Después del suspiro, tomó fuerzas, se acercó a su tinaja y saboreo esa agua como nunca. Al volver a la cama se prometió vivir sus últimos días con una actitud totalmente diferente, aceptando definitivamente que solo él era el responsable de lo que le estaba pasando. Al despertar en la mañana siguiente, encuentra a Elizabeth envuelta en llanto y tomando su mano le dice: ¡Eureka! Y su luz se apagó.