3ULQFLSLRVGH LOXVWUDFLRQ ODZUHQFH ]HHJHQ DHGLFLRQDFWXDOL]DGD \DPSOLDGD Lawrence Zeegen Edición revisada por Louise Fenton GG ® Principios de ilustración Título original: The Fundamentals of Illustration. 2nd edition Publicado originalmente por AVA Publishing SA Diseño: Michael Evidon Ilustración de la cubierta: Mia Nilsson Tipografía de la cubierta: Barlow, de Eric Wiryanata Traducción de la 1.a ed.: Sílvia Pujol Revisión técnica de la 1.a ed.: Anna Ferris Traducción del texto añadido en la 2.a ed.: Darío Giménez Diseño de la cubierta: Toni Cabré/Editorial Gustavo Gili, SL Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a Cedro (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro. org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra. La Editorial no se pronuncia ni expresa ni implícitamente respecto a la exactitud de la información contenida en este libro, razón por la cual no puede asumir ningún tipo de responsabilidad en caso de error u omisión. © AVA Publishing SA, 2012 para la edición castellana: © Editorial Gustavo Gili, SL, Barcelona, 2013 ISBN: 978-84-252-2644-1 (PDF digital) www.ggili.com Editorial Gustavo Gili, SL Rosselló 87-89, 08029 Barcelona, España. Tel. (+34) 93 322 81 61 Valle de Bravo 21, 53050 Naucalpan, México. Tel. (+52) 55 55 60 60 11 Principios de ilustración Lawrence Zeegen 2a edición actualizada y ampliada Edición revisada por Louise Fenton GG ® Índice Capítulo 1 El ilustrador como artista 14 Prólogo Cómo utilizar este libro Introducción 6 8 10 La ilustración como disciplina La nueva ola de ilustradores El espíritu de la escuela de arte Una vida exigente Caso práctico: John Clementson Inténtalo tú mismo Preguntas-resumen 16 18 22 23 24 26 27 Capítulo 4 Transmitir conceptos Capítulo 5 Planificación y promoción 94 124 ¿Por qué conceptos? El brieff Documentación En busca de la inspiración Brainstorming Descripción del boceto Caso práctico: Damian Gascoigne Inténtalo tú mismo Preguntas-resumen 96 100 102 106 110 118 120 122 123 Vender el producto. El arte de la autopromoción Portfolios Presencia online Medios de autopromoción La representación de una agencia Técnicas de presentación Caso práctico: Ben Kelly Inténtalo tú mismo Preguntas-resumen 126 132 137 140 142 144 146 148 149 Capítulo 2 El medio es el mensaje Capítulo 3 Opciones de mercado 28 54 La fuerza del lápiz El mundo de los materiales El uso de medios peculiares El uso de la fotografía Combinación de medios El uso del ordenador Caso práctico: Tim Vyner Inténtalo tú mismo Preguntas-resumen 30 34 38 40 42 44 48 52 53 Perspectiva general Ilustración editorial Edición de libros Ilustración de moda Ilustración publicitaria Ilustración para la industria discográfica Colaboración con un estudio Proyectos personales Caso práctico: Olivier Kugler Inténtalo tú mismo Preguntas-resumen 56 58 64 68 72 78 82 86 90 92 93 152 155 158 160 162 164 166 167 Direcciones de interés Bibliografía Sitios web de utilidad Glosario Índice alfabético Agradecimientos La ética profesional 168 170 171 172 174 176 177 Capítulo 6 Producción 150 El kit fundamental Organización del estudio Recursos y documentación Consejos de producción Consejos legales Caso práctico: Howard Read Inténtalo tú mismo Preguntas-resumen Prólogo Cómo utilizar este libro Introducción 6 6 8 10 Prólogo Un nuevo interruptor pone en marcha sorprendentemente un proyector que da vida a una animación. Enciendes otro y aparece un libro infantil, un sello postal minúsculo, un dibujo colgado en la pared, una hilera de botellas de vino etiquetadas, un cartel, un mapa, un cómic, un teatrillo y una pieza de madera grabada. Se enciende la pantalla de un ordenador y aparece un alfabeto exquisito. Un nuevo interruptor hace surgir un grupo de personajes en 3D. El siguiente, un dibujo de un par de zapatos en la página de una revista. El último interruptor enciende un foco sobre el cuadro de interruptores. Cada uno de ellos muestra una etiqueta: Comunicación. Opinión. Dibujo. Narrativa. Patrón. Idea. Moda. Movimiento. Promoción. Medios de comunicación. Recompensa. Estilo. Impuestos. Composición. Secuencia. Abstracción. Educación. Colección. Medios. La puerta de esta misteriosa habitación, como la cubierta de este libro, tiene escrita la palabra Ilustración. Debajo, entre paréntesis, puede leerse: “Para enfocar un tema, arrojar luz sobre él”. Lawrence Zeegen lo ha conseguido de forma inteligente, elegante y original. Utilizando ejemplos que resistirán el paso del tiempo, arroja luz sobre cuestiones como la profesionalidad, la teoría y la práctica de una profesión tan amplia como la ilustración. Profesor George Hardie 7 Prólogo Cómo utilizar este libro ≥ Entras en una inmensa habitación oscura y buscas la luz. Encuentras un montón de interruptores. Enciendes uno al azar y una luz ilumina una página en blanco intacta sobre una mesa. Pruebas otro y aparece un garabato a bolígrafo en el dorso de un sobre. Otro más y la luz cae sobre un diagrama científico. Cómo utilizar este libro Principios de ilustración pretende ser una guía completa para ilustradores, diseñadores y quienes suelen contratar ilustraciones. Esperamos que la información que aquí se ofrece anime, inspire e instruya a aquellos que se inician en la materia para que disfruten al adentrarse en el emocionante y creativo mundo de la ilustración. Brainstorming 2. El medio es el mensaje 3. Opciones s de mercado ≤ En busca de la inspiración Desarrollo de ideas Descripción del boceto El brainstorming puede tener significados distintos para cada persona. Expresado simplemente, es la acción de recopilar toda la documentación, notas, garabatos y primeros pensamientos con el fin de crear un conjunto superior de ideas y pautas más claramente definidas. Los ilustradores, a diferencia de los diseñadores, a menudo deben realizar sus brainstorming solos; en ilustración, la búsqueda de ideas es una tarea solitaria, una actividad individual en la que solo hay una persona responsable del resultado final. Por supuesto, trabajar con un director de arte o un diseñador en un proyecto puede ser de gran ayuda y discutir las ideas debería ser parte del proceso, pero, en definitiva, solo hay una persona que crea las ideas iniciales: tú, el ilustrador. La mejor forma de describir el funcionamiento de un brainstorming es comparándolo con un ataque masivo de ideas y pensamientos. Suelta todo lo que se te ocurra y anótalo en un papel o en la pantalla. Deja que las ideas fluyan, las buenas ideas, las malas ideas, las que te parezcan excitantes e incluso las más aburridas, debes dejarlas salir a todas. Igual que una dura tormenta tropical con fuertes rráfagas de viento, tu mente debería trabajar con entusiasmo 1 y poniendo toda su energía en producir todo lo que sea posible. Examina las opciones, explora posibles enlaces, combina significados y deconstruye pensamientos; todo sirve. Para hacer que un brainstorming funcione, necesitas tener la semilla de muchas ideas. 1. El ilustrador como artista Una vez en posesión de un informe completo acerca del proyecto, tus notas e interpretaciones de la reunión informativa, un bloc de dibujo con tus primeras inspiraciones y pensamientos, la documentación recogida acerca del tema, una carpeta del proyecto y un ambiente de trabajo creativo en el que trabajar. ¡Es hora de empezar a formular algunas ideas! 3 4. Transmitir conceptos CONSEJO DEL AUTOR: DOCUMENTACIÓN HISTÓRICA 5. Planificación y promoción 2 6. Producción — La precisión histórica puede no ser una exigencia en la mayoría de las ilustraciones, pero siempre que un proyecto reclama información visual detallada acerca de un tema es recomendable llevar a cabo ciertt e estigación. — El uso de informa a ffidedigna garantizará que no se cometan errores. 4 4.8 111 8 El encargo: ilustrar una letra A la hora de comunicar ideas resulta esencial investigar diversas soluciones posibles al encargo. Este proyecto te ayudará a explorar métodos propios para generar ideas y contribuirá a que aprendas a pensar libremente. Desarrolla una serie de bocetos en miniatura como respuesta inicial para ilustrar la primera letra de tu nombre. Empieza escribiendo la letra en el papel sobre el que vas a trabajar: eso servirá de recordatorio constante del objetivo de tu encargo. La idea es trabajar deprisa: dibuja y anota todo aquello que se te ocurra que empiece por esa letra. También puedes empezar a explorar cosas que van más allá de la propia letra. Por ejemplo, la letra p puede hacer que pienses en “perro” y, a su vez, esa palabra te puede hacer pensar en animales. De ese modo el concepto inicial empieza a liberarse de restricciones y tu imaginación podrá echar a volar. 3. Opciones de mercado Para la fase de respuesta inicial a un encargo no hacen falta toneladas de materiales. Con un útil de dibujo y unas hojas de papel basta y sobra. Hay ilustradores que prefieren usar papel especial para dibujo, otros prefieren utilizar un cuaderno y otros se limitan a usar cualquier trozo de papel que encuentren por ahí. Con el tiempo encontrarás tu propia manera de trabajar. Tu objetivo debería ser llenar el máximo de miniaturas posibles. Da alas a tu imaginación y no te preocupes por la precisión visual. Con estas primeras impresiones lograrás poner sobre el papel todas las ideas que se rran. Tu respuesta inicial es importante: nunca e, siempre puedes volver a esas primeras ideas e t turo. 5 Las imágenes, de diversas procedencias, vienen acompañadas por pies de ilustración. 4. Transmitir conceptos Trata de e no dedicar a esta actividad más de noventa minutos. Al limitar el tiempo podrás centrarte en el encargo y evitarás que tu mente divague en exceso. 5. Planificación y promoción 3. Navegación La función de las ilustraciones creadas para libros es muy importante, puesto que ayudan a un texto a tomar vida. ¿Cómo empiezas el proceso de creación de imágenes y, en el caso de que también crees el texto, por dónde empiezas? SF Tras leer el texto, me pregunto qué aspecto o tema quiero explorar con la imagen y trato de plasmarlo. Cuando trabajo en cuentos para niños, a menudo la idea parte de una imagen previa. Como dijo Quentin Blake, si hay algo grande de ser autor e ilustrador al mismo tiempo es que puedes escribir una historia sobre cosas que te gusta dibujar. ¿Qué libros ilustrados fueron importantes para ti cuando eras niña y por qué? El libro ilustrado en su forma más básica es un conjunto de secuencias que corresponden a una narración. ¿Cómo determinas los aspectos de una historia que requieren ser ilustrados? ¿Podrías resumir cuáles son tus propósitos cuando realizas ilustraciones para este sector de la industria? SF Trato de hacer libros que me gusten y que sé que me habrían gustado cuando era niña. Pienso que los libros funcionan mejor de este modo que si uno intenta adivinar qué es lo que les gustaría a los niños encontrar en un libro. Nosotros mismos tenemos bastante de niños en nuestro interior para saber lo que nos gustaba cuando éramos más jóvenes (¡y que todavía nos gusta!). Del mismo modo, los niños tienen lo suficiente de adulto para saber cuándo se les está tratando con condescendencia. 6 5. Planificación y promoción SF No me interesa mucho retratar exactamente lo mismo que se describe en el texto. Si el texto es bueno, es mejor dejar que las palabras sugieran directamente la imagen en la imaginación del lector y ofrecer, en cambio, una imagen que muestre detalles menos obvios, o que proporcione una perspectiva visual inesperada del texto. Algunos libros llevan más tiempo en la fase inicial, pero luego progresan sin dificultad; otros, que parecen más sencillos al principio, son los que a veces llevan más tiempo. Es un proceso muy orgánico y, aunque es importante tener la capacidad de estar receptivo a los comentarios del editor, también lo es estar muy seguro de cuál fue la visión original y la inspiración que dio origen al libro. 4. Transmitir conceptos SF Me encantaba la atmósfera que creaban los libros. Me atraía sobre todo el mundo que retrataban y en el cual parecía que podía entrar. Ahora me siento privilegiada por tener la oportunidad de crear estos mundos para la imaginación. También me gustaban los colores y me fascinaban los detalles, como cuando buscaba el recurrente detalle del gusano en los libros de Richard Scarry. También tuve un libro con ilustraciones fotográficas y su apariencia poco común me parecía especial y me intrigaba. El desarrollo de ideas y bocetos es parte del proceso de trabajo de un ilustrador, ¿cuánto tiempo te lleva y en qué momento muestras tu trabajo al editor? SF Para mí es importante tener una idea clara del libro antes de hablar con el editor. Estoy abierta a recibir cualquier sugerencia por parte de él y soy consciente de que las cosas cambiarán tras mi presentación inicial, pero es bueno empezar con algunas ideas claras. 67 Caso práctico: Howard Read Reacción inicial La tarde de un miércoles, Howard recibió un correo electrónico del director de arte de la revista The Guardian Weekend en el que le preguntaba si le gustaría ilustrar un artículo de la columna “Cómo...” titulado “Cómo... decorar”. El artículo pretendía tratar desde un punto de vista humorístico la manera que tienen los humanos y los animales de decorarse a ellos mismos y de decorar su entorno. Antes de dar su confirmación, Howard se interesó por todos los aspectos del encargo: los bocetos, el original definitivo, el formato del trabajo, las tarifas y el texto del artículo. Le dieron un plazo de dos días. Howard empezó leyendo cuidadosamente el texto y tomando notas sobre ideas para posibles elementos que podrían incluirse en la ilustración. Empezó a dibujar sus primeras impresiones y fue incluyendo posibles figuras y otros elementos. Después pasó a hacer bocetos sencillos en blanco y negro de las ideas y se los envió al director de arte del The Guardian para que diera su visto bueno. Visto bueno 7. Casos prácticos Original definitivo 7 Al trabajar en el original final, Howard retocó la figura y los elementos y estableció una gama de colores. Una vez terminado, el original se escaneó y se le envió al director de arte dentro del plazo acordado. 4. Transmitir conceptos Finalización El trabajo que se acabó imprimiendo en la revista le dio a la columna un toque de humor y de personalidad. 6.4 5. Planificación y promoción Cada capítulo concluye con el análisis de un caso práctico de un ilustrador, lo que permite al lector ver cómo ha abordado y llevado a cabo determinado profesional en activo un proyecto real de ilustración. 3. Opciones de mercado En este caso, el director de arte quedó satisfecho con los bocetos y no hizo falta revisión alguna. De haber sido necesario revisar el trabajo, Howard habría tenido que responder a toda prisa debido a la brevedad del plazo impuesto. Después, el director de arte habría tenido que aprobar esa revisión. Una vez obtenido el visto bueno, se habría podido empezar a trabajar en el original definitivo. 2. El medio es el mensaje El encargo ≤ Consejos legales Caso práctico: Howard Read Inténtalo tú mismo ≥ Howard Read es ilustrador profesional y docente. Su trabajo editorial se ha publicado en The Financial Times, The Independent, The Sunday Timess y The Economist. 1. El ilustrador como artista El capítulo 3 ofrece una serie de entrevistas realizadas a ilustradores en activo. 6. Producción 3.6 Diseño de sobrecubierta y páginas para el cuento infantil Pinocchio Sara Fanelli Sara Fanelli dio un giro completo a un clásico infantil tan lleno de posibilidades como Pinocho, ilustrando esta historia popular con una estética muy novedosa. 66 6. Entrevistas a profesionales en activo 3. Opciones de mercado Al final de cada capítulo se presentan una actividad de «Inténtalo tú mismo» y una serie de preguntas en forma de resumen. El ilustrador de libros — entrevista con Sara Fanelli 2. El medio es el mensaje 5. Inténtalo tú mismo 123 ≤ Ilustración editorial Edición de libros Ilustración de moda ≥ Los recuadros de consejos prácticos ofrecen apuntes breves de información útil para el lector. 122 1. El ilustrador como artista 4. Recuadros de consejos prácticos 6. Producción Una barra lateral de navegación permite al lector saber en qué capítulo se encuentra, además de cuáles son los capítulos precedentes y siguientes. 2. El medio es el mensaje Materiales 1. ¿De qué manera se pueden generar y registrar ideas? 2. ¿Qué información básica conviene recopilar acerca de un proyecto antes de ponerse a trabajar en él? 3. ¿De qué manera puede el ilustrador empezar a explorar en detalle las ideas iniciales para un proyecto? 4. ¿Dónde puede buscar inspiración el ilustrador? 5. ¿Por qué es importante que seamos capaces de explicarle al cliente nuestro trabajo? 6. ¿De qué manera puede contribuir el ilustrador a garantizar que su trabajo sea singular, pertinente y duradero? ≤ Inténtalo tú mismo Preguntas-resumen 2. Imágenes Preguntas-resumen Comunicar ideas 1. El ilustrador como artista El texto está fraccionado en bloques manejables, lo que permite al lector consultarlo a placer. Inténtalo tú mismo 6. Producción 6.4 Ilustración editorial para la revista The Guardian Weekend Howard Read Si un ilustrador es capaz de entregar un encargo a tiempo y dentro del presupuesto, es más que probable que vuelvan a contratarlo en el futuro. 164 165 ≤ Prólogo Cómo utilizar este libro Introducción ≥ 1. Texto 10 Introducción Según el National Museum of Illustration de Rhode Island (Estados Unidos), “los ilustradores combinan la expresión personal con la representación pictórica con el objetivo de transmitir ideas” —una descripción útil, sin duda, pero que no capta la esencia de lo que el tema en cuestión es o ha sido hasta ahora—. Al describir la “época dorada” en que revistas como el Saturday Evening Postt recorrían los estudios buscando grandes ilustradores, Steven Heller, director de arte y escritor especializado en diseño, afirmaba: “La ilustración es el arte del pueblo”. El National Museum of Illustration se hizo eco de este sentimiento y fue más lejos incluso al declarar que “la ilustración sirve como reserva de nuestra historia social y cultural y es, por tanto, una forma de expresión artística trascendente y duradera”. 11 ≤ Cómo utilizar este libro Introducción 1. El ilustrador como artista ≥ Ilustración es una palabra ambigua, o lo era hasta hace poco. A pesar de no haber sido aceptada del todo ni por la industria del arte ni por la del diseño, la ilustración ha continuado su lucha. Considerada caprichosa por los artistas y artyy por los diseñadores, se encontró subsistiendo en una tierra de nadie situada entre ambas disciplinas. En el ámbito educativo tampoco le ha ido mucho mejor, raramente ha llegado a impartirse como disciplina más allá de simples talleres donde el estudiante de ilustración ha tenido que aprender a interpretar algunas reglas básicas y a saltarse cualquier barrera para acceder a los equipos que facilitan el trabajo. La vida de un ilustrador no es apta para los débiles de corazón, requiere de mucha determinación para encarar las exigencias y los rigores de una carrera profesional profundamente individual donde uno puede sentirse muy carente de ayuda. Pero, contra todo pronóstico, la disciplina ha emprendido un impresionante retorno a la forma: pero ¿cómo y por qué? Las imágenes ilustradas captan la imaginación del receptor y funcionan como enlaces inseparables entre momentos de su historia personal y el instante presente. Desde el primer contacto de los niños con los libros ilustrados hasta su admiración por las carátulas de sus discos o CD en la adolescencia, las ilustraciones desempeñan un papel protagonista al establecer la transición entre etapas diferentes de su vida. A mayor escala, es justo decir que la ilustración ha servido para registrar los logros y proezas del hombre, y los ha interpretado de una forma que no habría sido posible antes de la invención de la fotografía. Milton Glaser —cofundador de PushPin Studios, en Nueva York— subrayaba en La educación del ilustrador: “Al observar las pinturas de Pompeya, las pinturas rupestres de los aborígenes australianos o los maravillosos frescos de Italia, comprendemos un momento de la historia y las creencias de aquella población”. Puede que la ilustración contemporánea desempeñe su trabajo en un ambiente menos majestuoso, pero su huella permanente en los estantes de revistas, libros y discos de nuestras casas se mantiene como testigo de la importancia que realmente tiene para nosotros esta disciplina. No es tarea fácil delimitar el momento en que nació la ilustración contemporánea. El propio término contemporánea implica modernidad, actualidad, tendencia, sintonía con la moda. Por tanto, si buscamos demasiado atrás, en un pasado oscuro y lejano, terminaremos por recuperar imágenes que al público actual le costaría reconocer o recordar. Si trazáramos una línea temporal a mediados del siglo XX, por ejemplo, esto nos obligaría a ignorar los carteles clásicos ilustrados por Tom Eckersley para la campaña de la II Guerra Mundial, o sus asombrosos pósters para Guiness, pues se crearon en los años cuarenta. Y lo mismo ocurriría con gran parte del trabajo de Abram Games, excepción hecha de los carteles simbólicos que elaboró para el metro de Londres y que sí podríamos tener en cuenta, pues se realizaron a principios de los años cincuenta. Deberíamos rechazar también el trabajo de Norman Rockwell para el Saturday Evening Post de Estados Unidos, así como los carteles de Ben Shahn sobre la II Guerra Mundial. Pero sí se considerarían contemporáneos según este criterio las ilustraciones de Saul Steinberg (quien emigró a Nueva York desde Bucarest, vía Milán, en 1951) para la revista New Yorker, r los carteles del metro de Londres de Edward Bawden y las ilustraciones de Ronald Searle para la revista Punch del Reino Unido. Sin embargo, para muchos que crecieron en los años sesenta y setenta del siglo XX, los primeros ilustradores realmente contemporáneos se ubican en una generación de creadores de imagen completamente nueva. En los años sesenta, mientras los baby-boomerss de la posguerra enfocaban la vida con un optimismo y un entusiasmo inéditos hasta entonces, el consumismo experimentó un aumento sin precedentes. Los adolescentes alcanzaban la mayoría de edad, surgían los movimientos juveniles y con ellos la necesidad de un lenguaje gráfico que los identificara. La psicodelia, el Op Art y el Pop Art situaron a las artes visuales firmemente sobre el mapa. Era el inicio de una nueva época, la de la mentalidad de progreso, y las imágenes ilustradas ayudaron a definir su apariencia. Probablemente fueron los Beatles quienes, durante los años sesenta, ofrecieron a la cultura popular algunas de sus imágenes ilustradas más memorables: desde la portada de Klaus Voorman para Revolver, r en 1965, al clásico animado de Yellow Submarine creado a partir de los dibujos originales de Heinz Edelmann, o The Beatles Illustrated Lyrics, de Alan Aldridge, un libro imprescindible que fue publicado en 1969. No obstante, fue el artista e ilustrador Peter Blake quien en 1967 utilizó una combinación de fotografía e ilustración para crear la portada de Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band dy consolidó el estatus de los Beatles como unos directores creativos vanguardistas, además de músicos. Entre las imágenes ilustradas que señalan los años sesenta como una década verdaderamente inspiradora se incluyen las simbólicas portadas que creó Martin Sharp para la revista Oz, z una publicación satírica alternativa con origen en Sídney que se trasladó a Londres en 1966, y su cartel para Bob Dylan del año siguiente. Otro famoso cartel de Dylan es el que creó, al otro lado del Atlántico, Milton Glaser en 1966 y en el que el cabello del artista aparece representado como una estructura de espirales psicodélicas. Los cómics de El gato Fritz de Robert Crumb, el cartel de Michael English para Jimi Hendrix, las portadas de Zap Comix creadas por Victor Moscoso y las de Rick Griffin para The Grateful Dead son otros de los ejemplos que marcaron un antes y un después en esta década, que siguen siendo recordados por todos aquellos que entonces eran adolescentes, y que agudizaron la diferencia entre la generación de la preguerra y la de la posguerra. 12 El duro sonido de la calle y años más tarde también el punk k provocaron algunos cambios notables en el paisaje visual. Con este nuevo sonido urbano, enérgico y descarnado, llegó un enfoque más crudo y duro del diseño: por ejemplo, la gráfica de bandas como Sex Pistols y The Clash está enteramente basada en el “corta y pega”. A medida que el punk k y la nueva ola adoptaban estilos de ilustración cada vez más duros, diseñadores como Barney Bubbles —que trabajó para Elvis Costello, Ian Dury y The Damned o Russell Mills, en sus proyectos para Penetration y Roger Eno— hicieron caso omiso a todo cuanto había existido hasta entonces. Así pues, ¿qué aguarda al ilustrador del siglo XXI? ¿Por qué este enorme interés por desarrollar una carrera que puede costar años consolidar, solo para esfumarse en un instante? ¿Por qué tener que soportar la posibilidad de que nuestro portfolio sea rechazado o, lo que es peor, tener que perseguir a un departamento de contabilidad empeñado en ignorar nuestros requerimientos de pago meses después de que una factura haya vencido? La respuesta es sencilla: tiene que ver con el deseo de comunicar, de crear imágenes y de comprobar que estas funcionan sobre el papel. La ilusión de abrir una revista en la que se incluye nuestro trabajo, ver a la gente en el metro leyendo un libro para el que hemos creado la cubierta o pasar ante una valla publicitaria donde aparecen nuestros dibujos es un placer que merece la pena. La ilustración exige compromiso, personalidad y talento. Es poco probable que un ilustrador que falle en alguna de esas tres áreas reciba encargos y, lo más duro, que pueda seguir trabajando pasados solo cinco años. Desarrollar un lenguaje visual personal, dominar los materiales y comprender los pormenores de la industria son solo una parte del oficio; para tener éxito, necesitarás información de personas que trabajen en esta industria. Y la tienes ahora mismo en tus manos. A lo largo de los años ochenta y noventa, la popularidad de la ilustración sufrió una serie de altos y bajos. Las célebres imágenes de Ian Pollock para la producción de El Rey Learr de The National Theatre rivalizaban con las magistrales portadas de Pierre Le Tan para The New Yorker, r mientras que las ilustraciones con las que Brad Holland ambientó las páginas de numerosas revistas competían con el trabajo de Glynn Boyd Harte, Chloe Cheese, Dan Fern, Seymour Chwast, Paul Hogarth, Peter Till, George Hardie, Bush Holyhead, Graham Rawle o Brian Grimwood. Quizá los más conocidos por su trabajo durante aquellos años sean Gerald Scarfe, el creador de la portada de The Wall,l de Pink Floyd, y Ralph Steadman, creador de las ilustraciones de Fear and Loathing in Las Vegas, el libro de Hunter S. Thompson. Los ochenta fueron años prolíficos y, a pesar de la recesión que se viviría en los noventa, cuando parecía que esta disciplina tradicional llegaba a su ocaso, la llegada de la era digital supuso un renacimiento de la ilustración, así como una bocanada de aire fresco por las posibilidades que le ofrecía. De este modo, la ilustración continuó retratando la actualidad. 13 ≤ Cómo utilizar este libro Introducción 1. El ilustrador como artista ≥ A medida que los años sesenta daban paso a los setenta, considerados como una década olvidada por el gusto, empezó a tomar forma una nueva sensibilidad gráfica. Bajo la influencia de las drogas, que habían invadido los años hippies de finales de los sesenta, las ilustraciones de Roger Dean y Peter Jones tomaron la estética visual de la fantasía y la ciencia ficción. La primera mitad de los setenta fue un periodo plagado de lenguajes gráficos distintos, como ejemplo están la cubierta creada por Hipgnosis para el álbum Dark Side of the Moon, de Pink Floyd, el fotomontaje surrealista de la portada creada por Tadanori Yokoo para el álbum Agharta, de Miles Davis, o la cubierta de Ian Beck para Goodbye Yellow Brick Road, d de Elton John. La ilustración como disciplina La nueva ola de ilustradores El espíritu de la escuela de arte Una vida exigente Caso práctico: John Clementson Inténtalo tú mismo Preguntas-resumen 14 16 18 22 23 24 26 27 Capítulo 1 — El ilustrador como artista 1. El ilustrador como artista 2. El medio es el mensaje 3. Opciones de mercado Si nos empeñamos en encuadrar y delimitar la ilustración, queda claro que esta disciplina estaría situada en algún punto entre el arte y el diseño. La ilustración, a la que nunca se ha considerado del todo una actividad complementaria del arte ni tampoco una disciplina artística independiente, ha estado siempre extrañamente a caballo entre dos mundos: el de los artistas y el de los diseñadores. Aquí hablaremos de los caminos que llevan a la ilustración y de algunos de los placeres que nos brinda la vida del ilustrador. 4. Transmitir conceptos 5. Planificación y promoción 6. Producción 15 La ilustración como disciplina Como hemos visto en las páginas 12 y 13, la ilustración cuenta con una larga y variada historia y se ha manifestado en todo tipo de aplicaciones, desde cubiertas de libros hasta títulos de crédito de películas. Pero esa tendencia a cruzar las fronteras entre distintas disciplinas ha sido también su desventura. Fuera de las escuelas, parece haber un rechazo unánime por parte de los artistas a reconocer la importancia del papel que la ilustración juega en su disciplina de trabajo. Que el arte se meta en el campo de la ilustración ha sido tolerado ocasionalmente, pero rara vez se acepta que ocurra al revés. También en el mundo del diseño es muy habitual que los diseñadores saqueen libremente los campos de la ilustración, aunque raras veces se atreven a plantar semillas diferentes y dejar espacio para que destaquen los nuevos talentos. Si volvemos a las escuelas, el panorama no es mucho más optimista; aún pocas instituciones ofrecen cursos de ilustración a tiempo completo —aunque es cierto que su número está aumentando paulatinamente— y aquellas que lo hacen ofrecen poco más que conocimientos básicos para sobrevivir. Los cursos sobre ilustración pocas veces tienen destinado un espacio físico propio en las escuelas y a menudo se imparten en forma de talleres dentro de los cursos de diseño gráfico. Aún hoy día, en muchos países de Europa, la ilustración no está reconocida como una disciplina y por esta razón no existen cursos específicos en esta área. En el ámbito profesional, la ilustración de prensa y la ilustración publicitaria son campos que se han ido desarrollando históricamente en manos de diseñadores y artistas, sin que existiera un reconocimiento de la práctica como disciplina propia; como consecuencia, los cursos que se imparten se han mantenido hasta ahora como ramas derivadas del diseño gráfico. Es cierto que se pueden dar puntos de unión y de debate entre las dos disciplinas (diseño gráfico e ilustración), pero eso solo será posible si ambas se imparten en niveles de reconocimiento equivalentes. No está bien que la ilustración se mantenga al final de la lista en nivel de enseñanza, por debajo de cursos especializados que demandan una inversión en equipamientos muy superior, como el diseño textil, que requiere la compra de telares, o los cursos de cerámica (para los cuales es necesario contar con hornos en la escuela), o incluso la compra de materiales como la madera, el metal y los plásticos para los talleres de diseño en 3D, sin olvidar las cámaras de revelado fotográfico en blanco y negro o digital para los cursos de fotografía. Nuevos derroteros A pesar de todo ello, con el auge de los blogs, sitios web y medios de comunicación digitales, y gracias, en parte, a la popularidad creciente de nuevos medios como los videojuegos, el grafiti y la novela gráfica, la ilustración empieza por fin a gozar de cierto reconocimiento como disciplina. Los nuevos territorios y oportunidades de autopromoción suponen que el valor, la popularidad y el partido que se le puede sacar a esta forma de arte aplicado que se encuentra en continua evolución y expansión están logrando consolidarla cada vez más como una materia por derecho propio. 1.1 Pintura urbana Ben Kelly Esta pintura, elaborada a partir de bocetos rápidos, se creó para una exposición sobre el ilustrador como artista. No ha sido hasta hace bien poco que se ha empezado a considerar en serio a los ilustradores como artistas por derecho propio. “Fuera de las escuelas, parece haber un rechazo unánime por parte de los artistas a reconocer la importancia del papel que la ilustración juega en su disciplina de trabajo.” 16 2. El medio es el mensaje 3. Opciones de mercado La ilustración como disciplina La nueva ola de ilustradores ≥ 4. Transmitir conceptos 5. Planificación y promoción 6. Producción 17 1. El ilustrador como artista 1.1 La nueva ola de ilustradores Gran parte del reciente resurgir del interés por la ilustración se debe al auge que esta experimentó a principios de la década de 2000. Curiosamente, en aquellos momentos se estaba produciendo una revolución lejos de los confines de la ilustración profesional y de las exigencias sofocantes del trabajo comercial. La sublevación fue sutil y no se inició en los campos de batalla que eran más familiares para los ilustradores de la vieja escuela. Toda una nueva generación estaba perfeccionando sus técnicas en ámbitos que se alejaban de la órbita de la ilustración tradicional, dedicados a producir obras muy poco complacientes con las exigencias de los directores de arte de las revistas de papel couché y los suplementos dominicales. Una nueva ola de ilustradores con una nueva perspectiva, algo que decir y las formas y medios para decirlo empezó a tomar el control. Negándose a complacer las necesidades corporativas de los aburridos clientes de la industria, un nuevo ilustrador más informado, con una mayor cultura urbana y aprecio por la moda había empezado a crear imágenes para un público compuesto por sus iguales. Poco a poco, las revistas independientes y la industria discográfica, la prensa de estilo y las empresas de moda 1.2 empezaron a contratar los servicios de esta nueva generación de profesionales. Momentos cruciales Hay dos momentos que se consideran clave en el renacimiento de la ilustración. En el Reino Unido, la revista The Face contrató a un ilustrador como director de arte y, de la noche a la mañana, el aspecto de la publicación cambió radicalmente. Empezaron a aparecer en sus páginas imágenes dotadas de mucho ritmo y con aire más urbano y extravagante, creadas por nuevos ilustradores, la balanza entre el uso de ilustración o fotografía estaba más inclinada hacia la primera de lo que había sido nunca hasta entonces. En Estados Unidos, la compañía Levi’s captó muy rápidamente este movimiento y empezó a encargar a ilustradores la creación de las campañas publicitarias de sus líneas de moda urbana, rompiendo moldes y dejando que la ilustración entrara en un ámbito que había sido exclusivo de la fotografía. En la lucha por captar el mercado y mantenerse en la cresta de la ola, la lista de clientes que acogían la ilustración con los brazos abiertos fue creciendo de día en día. Pero ¿qué había cambiado realmente en el campo de la ilustración? 1.2 Access, para Wire Design. Plantilla manual con retoques y collage digitales. Miles Donovan La capacidad de combinar técnicas analógicas y digitales proporcionó confianza renovada a los ilustradores y les dio nuevos territorios para explorar. 18 1.3 Deconstructing Kylie para Kylie La La La. Dibujo y plantilla manual redibujados y retocados digitalmente. Miles Donovan La designación de un ilustrador como director de arte de la revista británica The Face marcó un cambio decisivo para los ilustradores del todo el mundo.