. HISTORIA DE BRASIL Para entender el periodo colonial brasileño es necesario explicar el carácter del capitalismo mercantil, que dio origen a los descubrimientos marítimos de los siglos XV y XVI y organizó la colonización de las tierras encontradas. La expansión de la Península Ibérica en dirección al mundo africano, y posteriormente americano, tenía el indiscutible liderazgo de Portugal que, además de dominar gran parte de las Islas Atlánticas, consiguió descubrir el camino marítimo hacia las Indias, objetivo central de las incursiones marítimas. La dinastía de los Avis, en Portugal, pudo formar el primer Estado monárquico altamente centralizado de Europa y se lanzó de forma sistemática al restablecimiento del rico comercio con las Indias, cuyo camino terrestre fue cortado por los árabes. Este hecho revela el papel fundamental que desempeñaron Portugal y, tiempo después, España en la formación del mundo contemporáneo. Al sacar provecho de las prácticas mercantiles antes que otros europeos, al contar con una fuerte concentración interna y externa de capitales, al reunir los conocimientos científicos y tecnológicos de la época, estos países consiguieron abrir al occidente europeo un vasto imperio económico, cuyo fruto final recogerían, siglos después, Holanda, Francia e Inglaterra, sobre todo. El carácter de la expansión marítima era principalmente comercial. Se trataba de contactar a China y a la Ruta de la Seda a través de su punto más próximo, el rico centro comercial hindú y el Océano Índico, y reorientar su comercio con Europa, que se realizaba hasta entonces a través del continente mediante una vía marítima. Los puestos comerciales, defendidos por sus fuertes, constituían las principales formas de exploración terrestre. No obstante, era muy diferente la situación en la mayor parte de África y sobre todo en las Islas Canarias, así como en gran parte de las 1 tierras de América. En estos lugares, o se expropiaron los pueblos indígenas más ricos o se realizó un proceso de cambio absolutamente desigual entre los productos de civilizaciones por completo distintas (un objeto de oro se intercambiaba por uno de acero europeo, sin ninguna ley de valor que regulara ese intercambio). Con el tiempo, se fue demostrando la conveniencia de establecer allí centros productivos bajo la administración europea. El paso de las relaciones puramente mercantiles a la producción colonial tuvo que variar según las particularidades regionales. Dos tipos de objetos eran necesarios: minerales preciosos y productos tropicales inexistentes en Europa. Ello determinó la elección de las regiones hacia donde el colonizador se desplazó, según sus conocimientos y los recursos técnicos de la época. El segundo condicionante de la producción colonial fue la mano de obra. Donde existían poblaciones indígenas organizadas, capaces de obtener los metales o los productos tropicales, la tarea fundamental era someterlas y organizarlas con el propósito de que trabajaran para el colonizador. Se trataba de destruir la antigua organización indígena o ajustarla a las nuevas necesidades, lo cual llevó a la destrucción física de millones de nativos. Había una gran disposición para experimentar soluciones nuevas, sin dejar de considerar los precedentes históricos de los imperios antiguos y medievales, lo que permitió alcanzar solo cierta estabilidad a mediados del siglo XVI. Se trataba sobre todo de conseguir un sistema de movilidad de vastas poblaciones hacia el trabajo minero o en granjas, sin eliminar una economía de subsistencia necesaria y una organización comunal mínima, que funcionaba en especial como reserva de mano de obra. Sin embargo, el asunto de mayor interés es dónde faltaba mano de obra, como en Brasil. Los indígenas brasileños se encontraban atrasados en exceso en su experiencia de trabajo disciplinado y demasiado dispersos para servir de base a una economía rural estable. 2 El recurso inicial que usaron los portugueses fue la esclavitud de los indígenas, combinada con la utilización de portugueses degradados. Esta solución resultó muy limitada y se abrió una fantástica y terrible etapa histórica de desplazamiento de la población africana hacia América, mediante una intensificación hasta el límite máximo del viejo comercio esclavista árabe en África. Este comercio se transformó en los dos negocios más importantes del capitalismo mercantil, que superaba las ganancias de las actividades productivas. Como señaló Karl Marx, el comercio de esclavos, que estuvo bajo el dominio inglés en el siglo XVII, fue una de las bases fundamentales de acumulación originaria de capitales que permitió el surgimiento del moderno modo de producción capitalista. Cualquiera que fuese la solución encontrada, sea la organización de comunidades indígenas, de las cuales la Corona cobraba tributos; o la entrega de las poblaciones locales al dominio de los “encomenderos”, a los cuales la Corona concedía el derecho de explotación de los indígenas, las minas y las tierras; o a través de la esclavitud pura y simple de africanos y, en algunos casos, de indígenas, todos los regímenes de trabajo adoptados tuvieron un carácter servil y forzado. En las colonias, no puede crearse un mercado libre de trabajo a pesar de las amplias motivaciones capitalistas que orientaron su formación. La razón fundamental de esto era la existencia de tierras abundantes, lo cual conduciría de modo normal a la explotación individual, familiar o comunitaria, si la mano de obra existente no se forzaba a trabajar en las empresas mineras o agrícolas, de los señores europeos o de los “criollos”. Aquella alternativa más progresista se dio en la colonización, casi independiente y “privada”, del norte de Estados Unidos, siglos después. En Brasil, los africanos demostraron esta tendencia natural al escapar de las haciendas para formar comunidades propias, los “quilombos”, entre los cuales el más famoso fue Palmares, que tuvo alrededor de 20 000 habitantes, sobrevivió más de medio siglo y estableció vínculos comerciales poderosos con las ciudades del noreste, hasta que las tropas “paulistas” lo destruyeron totalmente en 1694. 3 Como se dijo, tres son las características fundamentales de las formaciones socioeconómicas coloniales: 1) Las sociedades coloniales son un producto del fortalecimiento y la expansión del poder monárquico y este las organiza y administra. La tierra, las minas y las poblaciones nativas de las colonias de modo legal pertenecen al rey. También el derecho de comerciar con las colonias era monopolio legal de la Corona. Las burguesías mercantiles se hallaban bajo su protección y tenían que pagar altos tributos por las concesiones monárquicas para que explotasen las riquezas coloniales. 2) Todo el rico comercio y la enorme producción colonial eran un monopolio de la Corona, que cedía, a cambio de un alto tributo, su explotación a particulares, cuando no podía hacerlo ella misma. Este monopolio incluía la mano de obra indígena, lo cual indica el segundo aspecto de las formaciones socioeconómicas coloniales: el trabajo fue servil por necesidad (en el caso de Brasil, el Caribe y el sur de Estados Unidos, era esclavo), no por tradicionalismo, sino por ser funcional, audaz y “emprendedor” ajustado a las necesidades de la producción colonial. 3) El tercer aspecto esencial de estas formaciones es la determinación externa de su producción destinada a atender las necesidades del mercado colonizador europeo. Brasil experimentó varios ciclos de producción en el periodo colonial, siendo los principales: el Pau-Brasil, en el siglo XVI, del azúcar y del oro, en los siglos XVII y XVIII, que siguieron una sucesión histórica más o menos rígida. Esta economía es necesariamente mono productora, organizada en enormes extensiones de tierra cedidas por la Corona, en usufructo de los nobles locales, bajo la forma de grandes unidades productoras, basadas en la mano de obra esclava y servicio. Los portugueses que establecieron su primera colonia en 1530 y crearon plantaciones de caña de azúcar a lo largo de la costa. Cuando los portugueses descubrieron las grandes reservas de oro y de diamantes que existían en Brasil, aceleraron su expansión en el territorio y saquearon los metales preciosos para llevarlos al viejo continente. En 1789 se inició el movimiento brasileño que intentaba derrotar a los colonizadores. Pero recién en 1822 Brasil logró convertirse en una nación libre. El último rey de descendencia portuguesa gobernó hasta 1888, momento en que los militares lograron expulsarlo de manera definitiva y Brasil se convirtió en una república federal 4 ¿Qué es Brasil? La República Federal de Brasil es el país más grande de América del Sur y el quinto país con la mayor extensión de territorio del mundo después de Rusia, China, Canadá y Estados Unidos. Brasil tiene 211.000.000 habitantes y es el país más poblado de América Latina. Fue conquistado por Portugal y, luego de su independencia, conservó el portugués como el idioma oficial excepto en algunas poblaciones indígenas que aún conservan su lengua original y viven en lugares remotos del Amazonas. Su territorio ofrece importantes recursos naturales, como tierras fértiles, minas y enormes masas de agua que sirven para generar energía hidroeléctrica. Sin embargo, a pesar de ser una de las principales economías del mundo existen desigualdades sociales extremas, degradación ambiental y crisis financiera. Brasil es el quinto país con la mayor extensión de territorio del mundo. Límites geográficos de Brasil Brasil tiene una extensión de 8.511.965 km2. Al norte Guayana Francesa, Surinam, Guyana, Venezuela y Colombia. Al sur Paraguay, Argentina y Uruguay. Al este Océano Atlántico. Al oeste Perú y Bolivia. Brasil está conformado por 26 estados y un distrito federal que es la capital de la República y se llama Brasilia. Tiene una extensión de 8.511.965 km2. Entre las ciudades más desarrolladas se destacan San Pablo y Río de Janeiro. 5 La selva amazónica tiene una extensión de 1.500 km2. Brasil presenta un paisaje variado y complejo, con abundantes ríos, humedales, montañas y mesetas, que ofrecen una gran biodiversidad. Tiene la selva más grande del mundo, el Amazonas, ubicada en el norte del país y que tiene una extensión de 1.500 km2. La selva, además, está conformada por una importante red fluvial. El país cuenta con un gran sistema fluvial que es drenado por el río Amazonas, el más extenso y caudaloso del mundo que, también, atraviesa a los países de Perú y Colombia. Además, hay numerosos ríos y arroyos más pequeños que drenan en el océano Atlántico. Clima de Brasil La temperatura media de Brasil es de 28 ºC. El clima que predomina en Brasil es tropical y subtropical húmedo, excepto en algunas zonas del noreste que van desde Bahía hasta las costas de Natal y San Luis, en las que suele ser semiárido y con sequías. En las regiones centrales del territorio abundan las precipitaciones durante los meses de verano, que van desde noviembre hasta abril, incluso, con aguaceros torrenciales. Las lluvias en general son moderadas, entre 1000 y 1500 milímetros al año, aunque varían según la geografía y suelen ser muy abundantes en la zona del Amazonas, entre 2000 y 3000 milímetros al año. La temperatura media es elevada y suele rondar los 28 ºC. En Brasilia la temperatura es moderada y oscila entre los 15º y 30º. En gran parte del territorio durante el verano la temperatura puede alcanzar los 40 ºC. 6 Flora y fauna de Brasil La escasa presencia humana en la selva es primordial para la conservación de las especies. La flora y fauna de Brasil presentan mayor biodiversidad que cualquier otro país en el mundo, en especial, en la selva amazónica. La escasa presencia humana en la selva resulta primordial para la conservación de las especies. La vegetación es muy abundante con árboles como el maruá, el cedro, la caoba, el palo violeta, la pitanga, la palmera, el ishpingo y el yvirá isí, entre otros. También, hay plantas como la orquídea, la bignonia, el lirio y la princesa flor. Muchas de las especies vegetales son frutales o tienen hojas de uso medicinal. La diversidad de ecosistemas alberga, además, a numerosas especies animales, como el delfín rosado, el perezoso, el mono tití, la anaconda verde, el tucán, el guacamayo, el lagarto, el caimán negro, la anguila eléctrica, el pirarucu y la rana punta de flecha, entre otras. CULTURA DE BRASIL. La cultura de Brasil es eminentemente pluricultural, marcada por grandes y diversas corrientes migratorias provenientes de todos los continentes, sumado al intenso mestizaje. Brasil está conformado por muy diversos pueblos, lo que se refleja en su cultura, que posee elementos principalmente indígenas, africanos y europeos.. La cultura popular y la cultura erudita siempre fue bastante problemática en el país. Durante un largo período de la historia, desde el Descubrimiento de Brasil hasta mediados de los siglos XIX y XX, la distancia entre la cultura erudita y la cultura popular era bastante amplia: la primera buscaba ser una copia fiel de los cánones y estilos europeos, la segunda era formada por la adaptación de las culturas de los diferentes pueblos que formaron el pueblo brasileño en un conjunto de valores, estéticas y hábitos rechazados y despreciados por las 7 élites. Gran parte del proyecto estético modernista fue justamente el de rescatar en los campos considerados "nobles" de la cultura (las artes en general, la literatura, la música, etc.) y hasta los hábitos cotidianos, considerándola como una legítima cultura brasileña. Los colonizadores portugueses que invadieron el territorio a partir del 1500 d. C. y que exterminaron casi todos los rasgos de las tradiciones originarias amerindias, es decir, de los indígenas de América. Además, recibió la influencia de los inmigrantes alemanes y los esclavos africanos. Cuando los europeos llegaron al territorio brasileño se estima que había unos 30 millones de indígenas. En la actualidad hay unos 300.000 indígenas que habitan los lugares más remotos del país. La diversidad de culturas, de los invasores y de los inmigrantes, generó nuevas costumbres religiosas, musicales y culinarias. Una de las principales características de la cultura brasileña que refleja esa diversidad es la música, como el folklore africano en portugués, la samba y la bossa nova que combina samba y jazz El carnaval es otra característica de la tradición brasileña, que adquirió reconocimiento a nivel mundial debido al imponente despliegue del festejo y de la calidad del espectáculo de las diferentes comparsas que desfilan con sus coloridos trajes y carrozas al compás de la música tradicional. La capoeira surgió como una técnica de arte marcial y, con el tiempo, se convirtió en un deporte nacional de Brasil. En la actualidad combina técnicas de lucha con baile popular de influencia africana y es una de las representaciones de la cultura brasileña más reconocida en todo el mundo. 8 Comidas típicas de Brasil La gastronomía brasileña utiliza ingredientes como la yuca, el ñame y frutas como el açaí, cupuaçu, mango, papaya, guayaba, naranja y piña. La feijoada es la comida típica de Brasil y es un guiso hecho con frijoles negros, carne de cerdo deshidratada. Es servida con arroz y naranjas y espolvoreada con harina de yuca. Es un plato que se considera pesado, por lo que se come con tranquilidad. Es habitual que se ofrezca en los restaurantes los miércoles y sábados. Religión El número de protestas ha crecido radicalmente, actualmente representando el 19-26% de la población. Otras religiones son el espiritualismo (2.14.8%), las religiones afro-brasileñas (~2%), otras (~2%), además de las personas sin religión (7.9-12.8%). La población judía en Brasil es de alrededor de cien mil personas, principalmente en São Paulo y Río de Janeiro Las minorías están constituidas por los indígenas que conservan su religión y sus costumbres, especialmente en el Amazonas, tales como unión de vegetación. Como resultado de la esclavitud negra, algunos afro-brasileños practican creencias africanas como el animismo, y otras como el candomblé y la umbanda. La llegada de inmigrantes procedentes de Asia trajo consigo la práctica de las siguientes religiones minoritarias respecto de la globalidad del país: budismo, confucianismo, taoísmo, sintoísmo e islamismo, crecientes en el país. Brasil tiene el segundo mayor número de seguidores de las llamadas nuevas religiones japonesas, superado apenas por el propio Japón. Puede mencionar Seicho-noIe, Tenrikyo, Igreja Messiânica Mundial y otros, con variados grados de influencias judaico-cristianas, de las religiones del este asiático (principalmente representadas pelas tradiciones nativas de Japón) y religiones indianas (principalmente representadas por el (budismo). 9 Economía de Brasil A pesar de ser un país subdesarrollado es la mayor economía de América del Sur. La economía de Brasil es la mayor de América del Sur y una de las más importantes del mundo. Cuenta con una gran cantidad de recursos naturales, renovables y no renovables, que proveen al país en la industria minera, agricultura y manufactura. Brasil es uno de los principales productores mundiales de café, soja, mandioca y azúcar. A pesar de sus riquezas naturales es un país subdesarrollado en el que las tasas de inflación se mantienen en aumento, en gran parte, por las políticas gubernamentales que se implementaron desde el siglo XX. El turismo también es una de las principales industrias del país y que se mantiene en crecimiento. El país recibe unos tres millones de turistas extranjeros al año que eligen como destino Río de Janeiro, Salvador, Bahía, las playas de Santa Catarina y las Cataratas del Iguazú, una de las siete maravillas del mundo, que comparte con Argentina. Actividades económicas de Brasil Brasil es la decima segunda economía más grande del mundo, detrás de Estados Unidos, China, Japón, Alemania, Francia y Reino Unido. Su economía es también la mayor de América Latina. Su PIB según estimaciones del FMI es de US$1.894.000 millones de dólares en 2020. Brasil ha logrado un gran crecimiento económico durante los últimos años, incluso se espera que para antes del 2050 sea una de las 5 economías más grandes el mundo. También hace parte del denominado grupo BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sur África) de economías emergentes con gran población y potencial de desarrollo económico. Brasil es uno de los países más desiguales del mundo, está ubicado como uno de los 20 países con la peor distribución de ingreso de acuerdo con el Coeficiente de Gini, aunque en los últimos años esta brecha se ha reducido gracias a reformas llevadas a cabo en los últimos gobiernos. 10 Actividades primarias de Brasil Las actividades primarias de Brasil son una pequeña proporción del agregado total de la producción económica y ocupan a alrededor del 10% de la fuerza laboral del país, calculada en 100 millones. Sus principales productos agrícolas son: Café, Brasil es el mayor productor a nivel mundial con una producción anual estimada de 43 millones de sacos. Soja, es el segundo productor mundial, después de Estados Unidos, con 74 millones de toneladas cosechadas al año. Caña de azúcar, es el primer productor del mundo con una recolección de más de 700.000 toneladas, la mayoría es usada en la fabricación de etanol para la gasolina que se consume en el país, donde por ley debe contener como mínimo un 22%. Cítricos, es el segundo productor del mundo (18% del total), detrás de China. Carne, es el segundo productor mundial con alrededor de 10 millones de toneladas por detrás de Estados Unidos. Otros productos agrícolas importantes de Brasil son el cacao, arroz y trigo. Brasil tiene una rica geología y una gran cantidad de recursos naturales como hierro, carbón, manganeso, oro y petróleo. También es el principal exportar mundial de estaño, litio, tantalio y de piedras preciosas. Actividades Brasil secundarias de Las actividades secundarias son de gran importancia en la economía del país, tiene la segunda industria más grande del continente, después de la de Estados Unidos, y es considerada como una de las más avanzadas de América. El sector industrial es muy diverso y se destaca en la producción de automóviles, maquinaria, productos 11 químicos, electrónica, cemento, acero, aviones, textiles, zapatos, alimentos y bebidas. Brasil es también uno de los líderes mundiales en la producción de energía hidroeléctrica, esta representa el 69 por ciento del total de la electricidad generada en el país. La energía nuclear contribuye con un 4 por ciento de la electricidad generada. Muchas multinacionales ensamblan automóviles en Brasil: Volkswagen, Ford, Mercedes Bens, General Motors, Fiat y Volvo son algunas de estas. Petrobras es la compañía más grande de Brasil y la número 20 en el mundo, de acuerdo con el índice Forbes Global 2000; le siguen Vale, Itaú Unibanco, Ambev y Banco Bradesco. La mayoría de la industria está concentrada en el sur y sureste el país. Actividades terciarias de Brasil Las actividades terciaras son las más importantes en Brasil aproximadamente a dos terceras partes de la fuerza laboral del país. y ocupan Las componen los servicios privados y gubernamentales, incluyendo las burocracias estatales y los servicios públicos. Sobresalen el comercio, turismo, transporte, servicios financieros, hotelería, telecomunicaciones, servicios públicos y privados, educación y salud. El turismo es una industria en crecimiento en Brasil, el país recibe más de 5 millones de turistas al año lo que lo ubica como el quinto destino más preferido de América después de Estados Unidos, México, Canadá y Argentina. Participación de las distintas actividades económicas en Brasil Actividades primarias: 5.5% del PIB. Actividades secundarias: 27.5% del PIB. 12 Actividades terciarias: 67% del PIB. Exportaciones de Brasil Las exportaciones de Brasil en 2020 fueron aproximadamente de US$214.000 millones. Los principales destinos de las exportaciones brasileñas son China (30.3%), Estados Unidos (10.2%), Argentina (4%) y Holanda (3.2%). Los principales productos que exporta son hierro, caña de azúcar, petróleo, soja, aves de corral, café, madera y carros. Importaciones de Brasil Las importaciones de Brasil en 2020 fueron aproximadamente de US$160.000 millones. Los principales orígenes de las importaciones brasileñas son China (22.7%), Estados Unidos (18.5%), Alemania (6.05%) y Argentina (4.78%). Los principales productos que importa son maquinaria y electrodomésticos, combustibles, vehículos, químicos, plásticos y fertilizantes. 13 Comparación de los estados de Brasil con países del mundo. Los economistas comparan los estados brasileños con países del mundo. Se equiparán el PIB, el PIB Per Cápita y la población. Por ejemplo, que el PIB de solo el estado de Sao Paulo es el mismo de Polonia, el PIB Per Cápita del estado de Alagoas es el mismo que el de China o que la población del estado de Paraná es similar a la de Portugal. Principales sectores económicos Brasil tiene abundantes recursos naturales y una economía relativamente diversificada. Es el mayor productor mundial de café, caña de azúcar y naranjas, y es uno de los mayores productores mundiales de soja. Con bosques que cubren la mitad del país y la selva tropical más grande del mundo, Brasil es el cuarto mayor exportador mundial de madera. Además, en Brasil se encuentra el mayor ganado comercial del mundo. El país también atrae a muchos grupos multinacionales en las industrias de alimentos y biocombustibles. No obstante, aunque la agricultura representa el 40,1% de las exportaciones, contribuye relativamente poco al PIB (5,9%) y solo emplea al 9% de la población. Sin embargo, la agricultura creció significativamente en 2021, impulsada sobre todo por el aumento de la producción de soja y la subida de los precios de las materias primas agrícolas. Brasil también es una gran potencia industrial, y se ha beneficiado enormemente de su riqueza en minerales. El país es el segundo mayor exportador mundial de hierro y uno de los principales productores mundiales de aluminio y carbón. Como productor de petróleo, Brasil apunta a a ser independiente energéticamente en un futuro cercano, con reservas que podrían convertirlo en uno de los cinco principales productores de petróleo del mundo. Además, el país se impone cada vez más en los sectores de la industria textil, aeronáutica, farmacéutica, automotriz, siderúrgica y química. Muchos de los grandes fabricantes de automóviles del mundo han establecido plantas de producción en Brasil. El sector industrial aporta un 17,6% al PIB y emplea al 19,9% de la población. Sin embargo, en 2021, el sector se vio afectado por la falta de insumos, la persistente inflación y los elevados precios de las materias primas y otros costos, como el de la electricidad, que se dispararon debido a la persistente sequía que aún sufre el país. El sector de servicios representa el 62,9% del PIB brasileño y emplea al 70,9% de la fuerza laboral activa. En los últimos años, el país se ha embarcado en la producción de servicios de alto valor agregado, especialmente en los campos de la aeronáutica y las telecomunicaciones. El turismo también ha ido en aumento en los últimos años, por lo que es un segmento importante del sector. Aunque el sector de los servicios fue el más afectado durante la pandemia, en 2021 mostró una importante recuperación al aumentar las tasas de vacunación y la movilidad de la población. La recuperación del sector fue impulsada principalmente por los servicios a las familias, la información y la comunicación, y el transporte, así como por un leve rebote de la industria del turismo. 14 economía brasileña en las últimas décadas Durante ambos períodos las características básicas de la organización económica de Brasil fueron prácticamente las mismas, a pesar de los numerosos intentos para modificarlas, entre los cuales solo el denominado Plan Real y la simultánea puesta en marcha del Mercosur comenzaron a producir reformas estructurales mediante la apertura económica, las privatizaciones y la desregulación de algunas actividades. Dicha organización se caracterizó por una economía cerrada y prebendaría, con un Estado intervencionista, caracterizado por favorecer a ciertos sectores económicos, principalmente al industrial, mediante subsidios y regulaciones que contribuyeron a distorsionar la correcta asignación de los recursos y prácticamente eliminaron los incentivos a la competencia no permitiendo conformar una economía competitiva e integrada a los mercados internacionales. La organización económica antes descripta permitió que en el período 1930-1980 el PBI per cápita creciera substancialmente más que en nuestro país debido principalmente a la gran diferencia en el nivel inicial de ingresos, la masiva incorporación de capital a la economía brasileña, la utilización de sus inmensos recursos naturales y la postergación de algunas decisiones que hubieran permitido mejorar las condiciones sociales de la población más pobre, aún no incorporada a la economía de mercado. A partir del fenómeno de la globalización y la creciente participación de los servicios en la estructura económica mundial, la capacitación de los recursos humanos y la organización de los medios de producción cumplen un papel mucho más relevante. Brasil no pudo enfrentar exitosamente los desafíos de ese nuevo escenario, debido a las deficiencias en su sistema educativo y los problemas derivados de su organización económica. A la luz de los últimos acontecimientos todo parece indicar que las reformas estructurales del Plan Real fueron realizadas sin el suficiente consenso político ni la convicción derivada de las lecciones del pasado, tal como ocurrió en el caso de nuestro país, conduciendo a un paulatino desmejoramiento de la situación fiscal manifestada en la crisis que estallara a mediados de enero pasado. 15 Los problemas más recientes La historia económica sigue demostrando actualmente que los países con alto déficit fiscal financiado por deuda externa e interna que mantienen un tipo de cambio fijo tarde o temprano terminan en una crisis. El elevado nivel de la deuda interna brasileña y la concentración en el corto plazo del vencimiento de la misma, junto a la presencia de un déficit fiscal superior al 8% del PBI que no puede ser financiado con ahorro interno y que por lo tanto requiere el ingreso de fondos desde el exterior, en un momento en el que los inversores extranjeros han perdido la confianza en el futuro de Brasil, constituyen un conjunto de dificultades de difícil superación. Al estallar la crisis se tuvo la sensación que los políticos, empresarios y sindicalistas no habían comprendido la gravedad de la misma y que por lo tanto eran parte del problema. Además, los errores de diagnóstico y la lentitud en la implementación de las medidas necesarias indicaron una gran debilidad política que provenía de los desacuerdos partidarios y una excesiva permeabilidad a la influencia de los intereses sectoriales, todo lo cual repetía los rasgos básicos del modelo de organización económica de Brasil que prevaleció durante las décadas previas al Plan Real. Las soluciones propuestas frente a la crisis parecieron subestimar estos antecedentes. Tanto la flotación del tipo de cambio en respuesta a la pérdida de reservas y a la débil competitividad de las exportaciones, como la propuesta por parte de algunos analistas de implementar un Plan Bonex frente al excesivo endeudamiento interno de corto plazo o la sugerencia de una convertibilidad de la moneda local no priorizaron, en la mayoría de los casos, la solución al problema principal que continúa siendo el elevado déficit de las cuentas públicas, el cual refleja una reiterada debilidad política para ordenar la economía. A su vez, dicha debilidad tiene como raíces principales la resistencia al cambio por parte de las estructuras de poder que añoran las ventajas conseguidas en el modelo de organización económica anterior. A la hora de proponer soluciones a los problemas planteados sería un error pretender analizar la crisis brasileña con la óptica de lo que aconteció durante el período en el cual Argentina tuvo una alta inflación. En Brasil, la actitud y las reacciones frente a las crisis por parte de la dirigencia son, hasta cierto punto, diferentes. Por ejemplo, el empresariado de San Pablo defiende reiteradamente un tipo de cambio alto, los gobiernos de los estados brasileños tienen una mayor autonomía que en el caso de las provincias argentinas y la fragmentación política es mayor que en nuestro país. Asimismo, el tamaño de la economía brasileña en la 16 región le otorga a nuestros vecinos una capacidad inicial de negociación superior a la nuestra aunque limitada por las condiciones que impone el mercado tal como quedó en claro en Asia y Rusia a lo largo de los diecinueve meses que lleva acumulados la actual crisis económica. En ese sentido, el régimen de tipo de cambio flotante adoptado recientemente debería ser parte de un programa económico consistente y no sólo una respuesta a la realidad impuesta por la crisis 17