Ministerio De Educación Academia Integral San Lucas Proyecto Final Valores Tema: "Drogas y Alcohol, decisiones sabias." Profesora Leovet Díaz Estudiantes: Joelys Flores, Daniela Martínez y Ailianis Pandales 2 de Septiembre del 2024 Introducción El consumo de drogas y alcohol es un problema complejo que afecta a millones de personas en todo el mundo. Las decisiones que tomamos al respecto tienen un impacto significativo en nuestra salud, relaciones y futuro. Las sustancias psicoactivas pueden causar daños físicos y mentales a corto y largo plazo, desde problemas respiratorios y enfermedades del hígado hasta trastornos mentales como la depresión y la ansiedad. Además, el consumo excesivo puede llevar a problemas familiares, dificultades en el trabajo o los estudios, y problemas legales. Existen diversos factores que influyen en esta decisión, como la presión social, los problemas emocionales, la curiosidad y la genética. La prevención es clave. Educar a las personas sobre los riesgos del consumo, desarrollar habilidades sociales y fortalecer los factores de protección son fundamentales. Para aquellos que ya están consumiendo, existen diversas opciones de tratamiento que pueden ayudarles a superar la adicción y recuperar su vida. Es importante recordar que cada persona es diferente y que el camino hacia la recuperación puede ser largo y difícil. Sin embargo, con el apoyo adecuado, es posible superar la adicción y llevar una vida plena y saludable. Alcohol El alcohol es una droga depresora del Sistema Nervioso Central que inhibe progresivamente las funciones cerebrales. Afecta a la capacidad de autocontrol, produciendo inicialmente euforia y desinhibición, por lo que puede confundirse con un estimulante. El principal componente de las bebidas alcohólicas es el etanol o alcohol etílico, que tiene diferente concentración dependiendo de su proceso de elaboración. Los efectos del alcohol son Dificultad de coordinación de los movimientos, sedación, confusión, vértigo, trastornos de la visión. Náuseas, vómitos. Deterioro muy grave del rendimiento psicomotor. Coma etílico, hipotermia, disminución del tono muscular, hipoglucemia, dilatación de la pupila del ojo, pérdida de reflejos . Cigarros electrónicos Los cigarrillos electrónicos son dispositivos a pila con los que se inhala un vapor que comúnmente —aunque no siempre— contiene nicotina, saborizantes y otras sustancias químicas. La mayoría de los cigarrillos electrónicos están formados por cuatro elementos: ▪ un cartucho o receptáculo que contiene una solución líquida con variadas cantidades de nicotina, saborizantes y otras sustancias químicas. ▪ un elemento calentador (el vaporizador) ▪ una fuente de energía (generalmente, una pila) ▪ una boquilla por la cual se inhala Los cigarrillos electrónicos son populares entre los adolescentes y actualmente son la forma más común de consumo de tabaco entre los jóvenes en Estados Unidos. Algunos de los factores que han contribuido a su popularidad entre los jóvenes son la facilidad con la que se pueden obtener, su atractiva publicidad, la variedad de sabores de los e-líquidos y la creencia de que son más seguros que los cigarrillos tradicionales. Cuando una persona usa un cigarrillo electrónico, la nicotina contenida en el líquido del cigarrillo se absorbe rápidamente en la corriente sanguínea. Una vez en la corriente sanguínea, la nicotina estimula las glándulas suprarrenales para que liberen la hormona epinefrina (adrenalina). La epinefrina estimula el sistema nervioso central y aumenta la presión arterial, el ritmo respiratorio y la frecuencia cardíaca. Cigarrillo El cigarrillo produce daños en casi todos los órganos del cuerpo y es la principal causa prevenible de muerte prematura en los Estados Unidos. A pesar de la disminución de las tasas de tabaquismo, se estima que fumar contribuye a unas 480.000 muertes anuales. Los fumadores mayores de 60 años tienen un índice de mortalidad dos veces más alto que quienes nunca han fumado y se estima que mueren aproximadamente 6 años antes. Aunque la nicotina en sí no produce cáncer, el humo del tabaco contiene al menos 69 sustancias químicas cancerígenas,y el tabaquismo representa al menos el 30% de todas las muertes por cáncer. Las tasas generales de muerte por cáncer de los fumadores son dos veces más altas que las de los no fumadores, y el riesgo de fallecimiento por cáncer de los fumadores empedernidos es cuatro veces mayor que el de los no fumadores. Marihuana La marihuana es la droga psicotrópica producida por la planta cuyo nombre científico es Cannabis sativa. Esa droga se emplea debido a que su principal componente químico activo, tetrahidrocannabinol (THC), puede inducir relajamiento y elevar las percepciones sensoriales. Los usuarios normalmente fuman marihuana en forma de cigarrillo, conocido como joint, o en pipa o bong (pipa que usa agua como filtro). La droga también se fuma empleando blunts, que son puros ahuecados y rellenados con marihuana y, en ocasiones, en combinación con otras drogas como crack de cocaína. La marihuana también se mezcla con alimentos o se prepara como infusión. Aun en dosis bajas, la marihuana disminuye la atención y la coordinación y afecta el procesamiento mental de la información. Debido a esos efectos, el uso de la marihuana ha contribuido a accidentes automovilísticos, domésticos, y ocupacionales, que han acarreado daños al usuario y a otros. La marihuana en altas dosis puede redundar en distorsión de imágenes, pérdida de la identidad personal, y alucinaciones. El abuso de la marihuana puede crear también graves problemas físicos y mentales, entre ellos, infecciones respiratorias frecuentes, disminución de la memoria y del aprendizaje, mayor frecuencia cardíaca, ansiedad, y ataques de pánico. Las personas que abusan de la droga de manera sistemática experimentan los mismos problemas que los fumadores de tabaco, incluidos tos, flema, bronquitis crónica, y catarros de pecho frecuentes. Además, debido a que la marihuana contiene toxinas y carcinógenos, los fumadores de marihuana corren mayor riesgo de cáncer de cabeza, cuello, pulmones, y de las vías respiratorias. Opioides Los opioides son un amplio grupo de medicamentos dirigidos a aliviar el dolor que actúan sobre las neuronas cerebrales. Pueden elaborarse a partir de la adormidera, por ejemplo, en el caso de la morfina, o sintetizarse en un laboratorio, por ejemplo, el fentanilo. Otros opioides conocidos son la codeína, la hidrocodona y la oxicodona, aunque hay muchos más. Los opioides son muy peligrosos precisamente por su eficacia a la hora de combatir el dolor. En dosis bajas, pueden causar somnolencia. Sin embargo, a dosis más elevadas, pueden disminuir la frecuencia cardíaca y la respiración, y esto, a su vez, podría derivar en la muerte. El efecto de los opioides en la mente de los adolescentes puede ser particularmente peligroso debido a varios factores relacionados con el desarrollo cerebral y la vulnerabilidad psicológica en esta etapa de la vida. los opioides pueden tener efectos devastadores en la mente de los adolescentes, impactando su desarrollo cerebral, aumentando el riesgo de adicción y trastornos mentales, y afectando su capacidad cognitiva y emocional. Es crucial que los adolescentes reciban educación y apoyo para evitar el abuso de estas sustancias. Estimulantes Las drogas estimulantes son un tipo de drogas que, como su propio nombre indica, estimulan la actividad del sistema nervioso central (SNC); es decir, son drogas excitatorias que intensifican la actividad cerebral. Vamos a hablar de 2 tipos de drogas estimulantes: Cocaína: es una de las drogas estimulantes que existen. Así, se trata de una droga que excita o estimula el sistema nervioso central (SNC), a través de un mecanismo de acción que consiste en aumentar los niveles de dopamina, serotonina y noradrenalina en el cerebro. Anfetaminas: al igual que la cocaína, son compuestos con efectos reforzantes y estimulantes para el cerebro y el organismo. En cuanto a su mecanismo de acción, las anfetaminas actúan principalmente induciendo la liberación de las monoaminas es decir igual que la cocaína, las anfetaminas actúan sobre estos tres mismos neurotransmisores, aunque de diferente manera. En comparación con la cocaína, estas drogas estimulantes producen un efecto más duradero en el organismo, y es por ello que se necesita una frecuencia menor de administración de las mismas.