I. INTRODUCCION El presente ensayo aborda la acción de libertad interpuesta por Jeanine Añez en el contexto del juicio conocido como "golpe II". Añez alegó que, durante una audiencia celebrada el 28 de marzo de 2022, sufrió una crisis de salud (crisis hipertensiva y de ansiedad) que no fue atendida de manera adecuada, lo que vulneró sus derechos fundamentales a la vida, salud, dignidad, y al debido proceso. Además, denunció la falta de participación de su defensa y la exclusión del carácter público del juicio, ya que no se permitió la presencia de los medios de comunicación. Por su parte, los jueces demandados (Tribunal de Sentencia Anticorrupción Primero de La Paz) presentaron informes médicos que indicaban que Añez fue atendida por personal médico durante la audiencia y que su condición fue estabilizada. Negaron que existiera la necesidad de un traslado a un centro médico especializado y argumentaron que la audiencia se desarrolló conforme a las normas procesales, permitiendo la participación de su defensa en los momentos correspondientes. El Tribunal Constitucional Plurinacional revisó la resolución y confirmó la decisión del tribunal de garantías, denegando la tutela solicitada por Añez. El fallo se basó en la conclusión de que Añez recibió atención médica adecuada y que no se habían vulnerado sus derechos fundamentales. Este caso presenta un análisis crítico sobre la tensión entre la aplicación técnica de la ley y la protección de los derechos fundamentales en un contexto de alta presión política. El tribunal priorizó los informes médicos sobre la estabilidad física de Añez, pero el análisis del impacto en su salud psicológica y el contexto general de la audiencia pudo haber sido más profundo, especialmente en relación con la dignidad humana, el derecho a la defensa, y el carácter público del juicio. II. DESARROLLO 2.1. IDENTIFICACION DE LA ACCION Y ORGANO COMPETENTE La acción de defensa interpuesta en este caso es la acción de libertad de tipo correctiva. Este tipo de acción constitucional es uno de los mecanismos más importantes en el sistema jurídico boliviano para la protección de los derechos fundamentales de las personas, especialmente cuando se trata de preservar su libertad personal y garantizar el respeto a su vida y salud durante situaciones de privación de libertad. En este caso, la acción de libertad fue presentada por los representantes de Jeanine Añez, ex presidenta interina de Bolivia, durante el desarrollo del juicio en su contra conocido como el caso "golpe II". La acción se fundamentó en la alegación de que Añez sufrió una vulneración de varios de sus derechos fundamentales durante el desarrollo de una audiencia judicial celebrada el 28 de marzo de 2022. En dicha audiencia, Añez sufrió una crisis de salud, específicamente una crisis de ansiedad e hipertensión que, según sus defensores, no fue atendida de manera adecuada e inmediata por las autoridades judiciales presentes. La acción de libertad fue solicitada con el objetivo de proteger los derechos de Añez a la vida, a la salud, a la dignidad humana, y a un debido proceso justo. La defensa argumentó que, durante la audiencia judicial, se ignoraron las necesidades médicas urgentes de Añez, lo que constituyó una amenaza grave a su integridad física. Además, se alegó que los derechos de defensa de Añez fueron vulnerados, ya que su equipo legal fue limitado en su capacidad de intervenir de manera efectiva durante el juicio, lo que afectó la equidad del proceso. La acción de libertad está consagrada en el artículo 125 de la Constitución Política del Estado de Bolivia, y tiene como fin primordial proteger a cualquier persona que sufra una restricción indebida de su libertad personal o que se encuentre en condiciones que agraven su detención de manera ilegítima. En el caso de Añez, el recurso se enmarcó dentro de lo que se conoce como acción de libertad correctiva, la cual tiene como propósito garantizar que las condiciones de detención de un privado de libertad no sean degradantes, inhumanas o violatorias de sus derechos, entre los cuales se comprende a la vida y salud. La solicitud de esta acción no se limitaba únicamente a un aspecto de restricción física de su libertad, sino que también buscaba que se garantizara una atención médica especializada fuera del recinto penitenciario, ya que su salud se encontraba comprometida debido a sus padecimientos crónicos. Además, se pedía que se reconociera una serie de derechos relacionados con el debido proceso, como el derecho a ser oída y el derecho a la defensa. El órgano jurisdiccional competente para conocer y resolver la acción de libertad interpuesta por Jeanine Añez es la autoridad encargada del control jurisdiccional dentro del proceso penal, dependiendo de la etapa en la que se encuentre el mismo, en este caso, la etapa era de juicio, por lo que interpuso correctamente la acción ante el Tribunal de Sentencia Penal Cuarto de la Capital del departamento de La Paz, constituido en tribunal de garantías, este tribunal fue el encargado de llevar a cabo la audiencia pública en la que se escucharon los argumentos de las partes y se emitió una resolución inicial. Sin embargo, al ser una acción constitucional, el fallo de este tribunal fue posteriormente revisado por el Tribunal Constitucional Plurinacional, que tiene la competencia exclusiva y final para confirmar, modificar o revocar las decisiones tomadas en primera instancia en acciones de defensa constitucional, como es el caso de la acción de libertad correctiva interpuesta en este contexto. En este caso, el Tribunal Constitucional Plurinacional revisó la resolución emitida por el tribunal de garantías y la confirmó, denegando la tutela solicitada por Añez. 2.2. FUNDAMENTOS DE LA DEMANDA • Los derechos fundamentales que se consideran vulnerados en esta ocasión en contra de Jeanine Añez son: Derecho a la vida La demandante Jeanine Añez alega la vulneración de varios derechos fundamentales, entre ellos el derecho a la vida (Art. 15 de la CPE), argumentando que no recibió atención médica adecuada durante una crisis de salud en plena audiencia, lo que puso en riesgo su vida. El derecho a la vida es el más básico y fundamental de todos, ya que sin este derecho no se pueden ejercer los demás. El Estado tiene la obligación no solo de respetar este derecho, sino de protegerlo activamente, sobre todo cuando la persona está bajo su custodia. En el caso de la demandante, al estar detenida y dependiendo completamente del Estado para recibir atención médica, cualquier negligencia en proveerle esa atención en el momento crítico constituye una violación a su derecho a la vida. Esto está respaldado por la SCP 0687/2000R, que establece que el Estado no solo debe abstenerse de violar este derecho, sino que tiene el deber de crear las condiciones necesarias para garantizar su pleno goce. Adicionalmente, la Convención Americana sobre Derechos Humanos (Art. 4) refuerza este derecho, prohibiendo la privación arbitraria de la vida y subrayando la obligación de los Estados de garantizar su protección. En este caso particular, Jeanine Añez sufrió una crisis de salud en plena audiencia y, según su versión, no recibió la atención médica adecuada de inmediato, lo que ponía en riesgo su vida. El derecho a la vida no solo implica que no te priven de ella, sino que también conlleva el deber del Estado de protegerla activamente. Al no brindarle la atención médica oportuna, se estaba vulnerando este derecho fundamental, ya que la salud de una persona en una situación crítica puede agravarse si no se toman medidas inmediatas. La Corte Interamericana de Derechos Humanos ha señalado en casos como el de Suárez Rosero vs. Ecuador dispuso que la omisión de medidas de protección sanitaria en personas bajo custodia del Estado puede ser considerada una violación del derecho a la vida y a la integridad personal. Además, la SCP 0506/2015-S2 deja claro que el derecho a la vida es la base de todos los demás derechos y que el Estado debe garantizar condiciones óptimas de salud para las personas privadas de libertad. Derecho a la Salud El derecho a la salud es fundamental porque garantiza que cualquier persona, incluso en situaciones de detención, debe recibir atención médica adecuada. En este caso, Añez sostiene que las condiciones en las que estaba detenida no eran apropiadas para su estado de salud, y que cuando tuvo una crisis durante la audiencia, la atención médica no fue oportuna ni suficiente. Aquí entra lo que dice la SCP 0618/2012, que refuerza que las personas privadas de libertad mantienen intacto su derecho a la salud. Es decir, aunque estés detenido, eso no significa que el Estado pueda olvidarse de ti o tratarte peor en cuanto a tu salud. De hecho, el Estado tiene más responsabilidad, porque estás bajo su control y cuidado. Además, la SCP 0506/2015-S2 subraya que el derecho a la salud está vinculado directamente con el derecho a la vida, lo que significa que si no se te da la atención médica que necesitas, no solo está en juego tu bienestar, sino también tu vida misma. Jeanine Añez argumenta que, durante la audiencia, cuando tuvo un colapso nervioso, la atención médica fue insuficiente. Al estar en custodia del Estado, debía haber recibido una respuesta rápida y adecuada para estabilizar su estado de salud. Sin embargo, ella afirma que esto no ocurrió, lo que vulnera su derecho a la salud (Art. 18 de la CPE). No solo porque no se le dio la atención necesaria en ese momento crítico, sino porque el Estado tiene la obligación de garantizar que su salud no se vea deteriorada por la condición de estar detenida. Esto se relaciona con lo que la Convención Americana sobre Derechos Humanos establece: a los Estados son responsables de las personas que tienen bajo custodia y deben asegurar que su salud esté protegida en todo momento. Derecho a la dignidad El derecho a la dignidad, establecido en el Artículo 22 de la (CPE), está intrínsecamente ligado al respeto y trato humano que debe recibir toda persona, sin importar su situación, ya sea libre o privada de libertad. Jeanine Añez argumenta que las autoridades judiciales violaron su dignidad al no permitirle ejercer plenamente su defensa ni ser escuchada en condiciones justas. Adicionalmente, se cortó el micrófono a sus abogados y, a pesar de que ella estaba en una crisis de salud, el juicio continuó sin considerar su situación. La Sentencia Constitucional Plurinacional 0370/2012 establece que la dignidad implica que la vida y la integridad de una persona deben ser respetadas en todas circunstancias, y cualquier trato que denigre o pase por alto las necesidades esenciales de una persona afecta directamente su dignidad. La SCP 0618/2012 refuerza que las personas privadas de libertad conservan sus derechos fundamentales, incluido el derecho a ser tratadas con dignidad, y el Estado debe garantizar condiciones que no sean degradantes ni inhumanas. La vulneración del derecho a la dignidad en este caso se refleja en el trato desigual durante la audiencia. El tribunal no permitió que la demandante ni sus abogados ejercieran su defensa adecuadamente y continuó con la audiencia a pesar de su crisis de salud, ignorando su estado físico y emocional. Este trato no solo afecta su derecho al debido proceso, sino que también es una forma de trato humillante que contraviene el respeto a la dignidad humana. Derecho al Debido Proceso Contemplado en el Artículo 115 de la CPE. Jeanine Añez alega que se le violó este derecho porque no pudo ejercer adecuadamente su defensa debido a su estado de salud, a la exclusión de sus abogados durante la audiencia, al hecho de que no se hubieran resuelto la recusación y reposición interpuesta por su defensa. El Derecho al Debido Proceso asegura que toda persona tiene derecho a un juicio justo, donde se le permita defenderse adecuadamente y en igualdad de condiciones. La Sentencia Constitucional Plurinacional 0370/2012 subraya que este derecho incluye la posibilidad de ser escuchado y de tener una defensa efectiva. La SCP 0618/2012 también refuerza que las personas, incluso en situaciones de privación de libertad, deben poder ejercer su defensa y participar en el proceso judicial de manera justa. La falta de respeto a la condición de salud de Jeanine Añez, la exclusión de sus abogados, el no haber resuelto los recursos interpuestos, limitan gravemente su capacidad para defenderse. La restricción de su libertad sin el debido proceso legal afecta no solo su situación personal, sino también el respeto a las garantías procesales que deben ser observadas en cualquier juicio. Ignorar la salud de una persona en un juicio y proceder sin permitir una defensa adecuada no solo va en contra del Derecho al Debido Proceso, sino que también resulta en un trato injusto. • Hechos que sustentan la alegación de violación de los derechos fundamentales Primero, la detención de Jeanine Añez se considera arbitraria y contraria a la ley, ya que no cumplió con las garantías legales establecidas para una detención válida. Según el Artículo 21 de la Constitución Política del Estado (CPE), la libertad personal solo puede ser restringida conforme a la ley, y la falta de una justificación legal adecuada y de respeto a los procedimientos procesales refleja una vulneración de este derecho. Además, la falta de consideración de su estado de salud durante el proceso judicial y la continuación del juicio a pesar de su crisis médica indican que la detención no solo es ilegal, sino también desconsiderada respecto a su bienestar físico y emocional. Esto muestra una violación del derecho a la libertad personal, que requiere que cualquier privación de libertad se realice de manera legal, respetando las garantías procesales y en condiciones que no afecten la dignidad e integridad del individuo. La exclusión de sus abogados y la imposibilidad de presentar una defensa efectiva durante el juicio contravienen el Artículo 115 de la CPE, que garantiza el derecho al debido proceso, incluyendo la posibilidad de ser defendido adecuadamente. En segundo lugar, el derecho a la integridad personal también fue vulnerado cuando el juicio continuó a pesar de que Jeanine Añez sufrió una crisis de salud. El Artículo 23 de la CPE garantiza el respeto a la integridad física y psicológica de las personas, y la Sentencia Constitucional Plurinacional 0370/2012 refuerza que el juicio continuó a pesar de que la Jeanine Añez sufrió una crisis de salud. El Artículo 23 de la CPE garantiza el respeto a la integridad física y psicológica de las personas, y la Sentencia Constitucional Plurinacional 0370/2012 refuerza que el respeto a la dignidad y la integridad personal debe ser garantizado en todas las circunstancias. La SCP 0618/2012 también establece que las personas privadas de libertad mantienen todos sus derechos fundamentales, incluyendo el derecho a ser tratadas con dignidad. Ignorar el estado de salud de Jeanine Añez y continuar con el juicio demuestra una violación de su derecho a la integridad personal y al respeto debido, evidenciando las irregularidades en su detención y proceso judicial. Otro hecho importante fue que ella consideraba que no le estaban dando un tratamiento adecuado a su salud dentro del centro penitenciario, por lo que no se dejaba atender en muchas ocasiones, ella pretendía recibir atención médica especializada en un centro de salud externo al penal. • Pruebas presentadas Las pruebas presentadas por la accionante fueron: • Informes y exámenes médicos. Que documentan detalladamente su deterioro estado de salud. • Exámenes médico forense y pericial psiquiátrico practicados a Añez en agosto de 2023 constataron que padecen de hipertensión crónica, trastorno depresivo severo, tendencia suicida, síndrome conversivo, disociativo y depresivo, shock de emoción violenta, hipertensión sistémica, probable polineuropatía periférica, recomendando recibir tratamiento en un hospital especializado. • Grabación de la audiencia del 28 de marzo de 2022. Al inicio de la audiencia, se pudo constatar que el médico personal intentaba reanimarla y evitar que colapsara. A lo largo de la grabación, se evidencia que los abogados defensores de Añez solicitaron la palabra durante veintiún minutos, sin obtener respuesta, hasta que finalmente el médico tratante pudo informar que Añez sufrió un colapso y fue conducida a una sala contigua para recibir atención médica. También evidencia el hecho de que no se resolvieron la recusación ni la reposición interpuestas. • Declaraciones y testimonios • Carolina Rivera Añez, hija de Jeanine Añez, denunció que su madre ingresó en un shock nervioso con temblores extremos en sus extremidades, torcimiento de mano y vómitos durante una de las audiencias. • La abogada Norka Cuellar, que acompañó a Añez en la audiencia del 28 de marzo, presenció que perdió el sentido de ubicación, tenía un temblor en el lado derecho de su cuerpo y gritaba por dolor de pecho, evidenciando su grave estado de salud. La parte accionante fundamentalmente refirió al informe oficial del médico del penal de Miraflores, en el que determinó que, si bien la accionante si sufrió un ataque de ansiedad, su estado de salud es estable. 2.3. NORMAS APLICABLES E INTERPRETACION CON RELACION AL CASO • Se toma en consideración las siguientes normas: EN BASE A LO ESTABLECIDO EN LA CPE. Art. 119 Parágrafo II” menciona que toda persona tiene derecho inviolable a la defensa”. Art. 37 “el estado tiene la obligación indeclinable de garantizar y sostener el derecho a la salud, que se constituye una función suprema y primera responsabilidad financiera. Se priorizará la promoción de la salud y la prevención de las enfermedades". Art. 178. Parágrafo I “hace mención que la potestad de impartir justicia emana del pueblo boliviano y se sustenta en los principios de independencia, seguridad jurídica, publicidad, probidad, celeridad, gratuidad, pluralismo jurídico, interculturalidad, equidad, servicio a la sociedad, participación ciudadana, armonía social y respeto a los derechos. Art. 13 Parágrafo I “hace mención que los derechos reconocidos por la constitución son inviolables, universales, interdependientes, indivisibles y progresivos. El estado tiene el deber de promoverlos, protegerlos y respetarlos”. At. 73. Parágrafo I” hace mención que toda persona sometida a cualquier forma de privación de libertad será tratada con el debido respeto a la dignidad humana”. Art. 180 “nos habla de los principios procesales de gratuidad, publicidad, transparencia, celeridad, honestidad, legalidad, eficacia, eficiencia, debido proceso e igualdad de las partes ante el juez”. Art. 238 del Código de Procedimiento Penal “el cual hace mención que todo permiso de salida o traslado de un centro penitenciario, únicamente lo autorizará la jueza o juez del tribunal del proceso con noticia a la jueza o juez de ejecución penal a los fines de registro”. Art. 109.I de la Ley Nº 2298 de Ejecución Penal, que dispone el Juez de Ejecución Penal, concederá al interno permisos de salida en los siguientes casos: 1. Enfermedad grave o fallecimiento de los padres, cónyuge o conviviente, hijos, hermanos (…) CONVENCIÓN AMERICANA DE DERECHOS HUMANOS. Artículo 8 parágrafo I “el cual hace mención que toda persona tiene derecho hacer oída, con las debidas garantías y dentro de un plazo razonable. Por un juez o tribunal competente, cual independiente e imparcial, establecido con anterioridad por la ley, en la sustanciación de cualquier acusación penal formulada contra ella o para la determinación de sus derechos y obligaciones de orden civil, Laboral, fiscal o de cualquier otro carácter”. • Interpretación con relación al caso Si bien los abogados de la señora Jeanine Añez alegaron la vulneración de distintos derechos y garantías constitucionales, todos esos agravios deben estar debidamente fundamentados, y si se cree que son vulnerados deben ser demandados ante el juez de la causa, reclamos que la autoridad judicial no percibió al momento de llevarse a cabo la audiencia. Los abogados de la ahora interna obviaron presentar un informe médico que certifique que la misma necesita con urgencia ser internada, por ende, la autoridad judicial no tiene plena certeza de que el estar privada de libertad hubiera agravado su estado de salud, por lo que no puede acceder a la petición de los abogados de la señora Jeanine Añez, actuando bajo las prerrogativas de lo establecido en nuestra normativa para precautelar los derechos alegados como vulnerados. De acuerdo con la normativa aplicable a este caso, es evidente que debe garantizarse en todo momento el acceso a la salud, que, al ser conexo con la vida, también se estaría protegiendo, bajo ese entendido el tribunal ha fallado no concediendo al tutela, pues no se ha verificado vulneración a su derecho a la salud, ni en la audiencia, puesto que fue atendida inmediatamente por los médicos del centro penitenciario, ni en su estadía cotidiana en el penal de Miraflores en donde también se encuentra bajo revisión. Por otra parte, el traslado o permiso de salida debía solicitarse oportunamente ante el Juez, empero no se ha verificado este extremo en este caso. El fundamento de la acción fue el miedo, inseguridad y desconfianza de la señora Añez a la atención que podían darle dentro del penal, debido a su condición de “presa política”. No se fundamentó ni probó una agravación en su estado psicológico o moral, que quizá hubiera resultado más favorable para ella, mas allá de alegar un deterioro en su estado de salud física. 2.4. JURISPRUDENCIA DEL TCP RELEVANTE PARA EL CASO Y SU APLICACION La SC 1579/2004-R de 1 de octubre, ha señalado que: el hábeas corpus denominado correctivo, protege al detenido de aquellas condiciones que agravan en forma ilegítima la detención, violando su condición humana. A través de este recurso, se garantiza el trato humano al detenido, establecido en las Convenciones Internacionales de Derechos Humanos…ʼ”; la SC 1199/2005-R de 26 de septiembre, reiterada por la SC 0739/2011-R de 20 de mayo; y las Sentencias Constitucionales Plurinacionales 0184/2013 de 27 de febrero y 0898/2016S3 de 24 de agosto, entre otras, sostuvo que: “De lo señalado se puede determinar claramente que el hábeas corpus correctivo procede contra los actos lesivos a la integridad personal, integridad que debe entenderse en los planos físico, psicológico y moral, en estrecha conexión con la dignidad humana. Bajo esa perspectiva, no es obtener la libertad de la persona, sino que cesen los maltratos, estado de incomunicación, las condiciones de detención, inclusive de hospitalización que puedan considerarse inhumanas, humillantes y degradantes” La SC 0687/2000-R de 14 de julio, definió el derecho a la vida como: “el bien jurídico más importante de cuantos consagra el orden constitucional. Es el derecho de toda persona al ser y a la existencia, siendo su característica esencial la base para el ejercicio de los demás derechos”. la SC 0370/2012 de 22 de junio, señaló que: “Menciona el valor o bien jurídico protegido por el derecho a la vida. El derecho a la vida constituye el soporte físico de todos los demás derechos fundamentales y, por su obvia conexión con la idea de dignidad de la persona, es incuestionable que su titularidad corresponde a todos los seres humanos cualquiera que sea su nacionalidad”. La SCP 0618/2012 de 23 de julio, “hace mención al derecho de salvaguardar la salud de los privados de libertad cuando se encuentra en directa conexión con la integridad corporal y la vida”. SC 0181/2005-R de 3 de marzo, todo procesado que considere que durante el proceso investigativo sufrió una lesión a un derecho fundamental en cualquiera de las formas en las que pueda ser menoscabado, debe denunciar tal conducta ante el juez de la causa. SC 0080/2010-R de 3 de mayo, determinó que la acción de libertad no puede ser desnaturalizada de su esencia y finalidad. • Aplicación al caso concreto Primeramente los abogados de la accionante manifiestan que la misma se encuentra muy delicada de salud ello teniendo en cuenta el exámenes médico forense y pericial psiquiátrico practicados a su persona en agosto de 2023, donde se pudo constatar que adolece de hipertensión crónica, trastorno depresivo severo, tendencia suicida, síndromes conversivo, disociativo y depresivo, shock de emoción violenta, hipertensión sistémica, probable polineuropatía periférica; recomendando reciba tratamiento en un hospital de especialidad. Motivo por el cual la señora Jeanine Añez en las últimas 3 audiencias qué acudió sufrió episodios de ansiedad y crisis de nervios que derivaron en desvanecimientos y alteraciones psicomotoras. De la misma manera se manifestó que la señora Añez no confía en los médicos que la atienden dentro del penal, ya que su único propósito es difundirla en los medios de comunicación que se encuentra estable, sin dar otro detalle de su situación de salud. La jurisprudencia antes mencionada nos indica que el bien jurídico protegido más importante que precautela el sistema jurídico es el derecho a la vida, de la misma manera se hace referencia el derecho a la salud y a recibir una atención pronta y oportuna, derechos que los abogados de la accionante mencionan que se vieron vulnerados ante la situación de salud por la que estaba atravesando su cliente en el transcurso del proceso. Sin embargo, el tribunal constitucional actuó bajo normativa teniendo en cuenta que en el transcurso del proceso si alguna de las partes cree que sufrió una lesión a un derecho fundamental, la misma puede denunciar tal conducta ante el juez de la causa. A lo cual la autoridad judicial manifiesta que en ningún momento del proceso recibió tal denuncia por lo cual considera que no se seleccionó ningún derecho en el transcurso del proceso. Si bien nuestra normativa salvaguarda todos los derechos mencionados, la autoridad judicial para dar cumplimiento y precautelar los mismos tiene que tener constancia de que se están violando los mismos para lo cual existen actuados que se deben seguir para dar conocimiento a la autoridad judicial cuando creyeren que sus derechos están siendo vulnerados. De la misma manera si bien existe la fundamentación del porqué se debería conceder la acción de libertad a la interna, dicha fundamentación no basta, sino que se debe complementar con pruebas que justifiquen la misma, como por ejemplo el informe médico que indique la urgencia de que la señora Añez sea internada o necesite de atención medica externa o que dé cuenta de que las condiciones de la privada de libertad se están agravando. La jurisprudencia referida anteriormente se ve aplicada en la resolución del TCP en este caso, pues lo que se pretende con esta acción es evitar que se agrave una situación de una persona privada de libertad, lo cual significa que se protegen integralmente varios derechos, entre ellos, la salud y la vida, en ese sentido, el tribunal ha verificado que la señora Añez ha estado recibiendo atención medica en todo momento dentro del penal y no ha comprobado que su situación delicada de salud se esté agravando dentro del penal, necesitando en consecuencia internarse en un centro hospitalario externo. 2.5. ARGUMENTOS Y PRUEBAS APORTADAS POR LAS PARTES Argumento de Jeanine Añez Falta de atención médica adecuada: Argumento de los Jueces (Demandados) Añez afirmó que, durante la audiencia Atención médica proporcionada: Los del 28 de marzo de 2022, inicio del jueces señalaron que Añez recibió juicio oral, audiencia que se instaló de atención médica inmediata y que fue forma desordenada, sufrió una crisis de estabilizada durante la audiencia. Según salud que no fue atendida de manera el informe médico, su condición fue adecuada ni oportuna, poniendo en calificada como estable y no ameritaba un riesgo su vida y salud (Arts. 15 y 18 traslado a un hospital externo. CPE: Derecho a la vida y a la salud). Análisis Crítico con base en la CPE de Bolivia Si bien el Art. 18 de la CPE garantiza el derecho a la salud, incluyendo la atención médica en casos de emergencia, el tribunal podría haber subestimado el impacto de la crisis de salud de Añez. Aunque los informes médicos indicaron estabilidad, la percepción subjetiva de la demandante, en términos de salud emocional y psicológica, también debería haber sido considerada, especialmente si afecta su capacidad para participar en el proceso judicial. En situaciones de detención, la percepción del detenido respecto al personal médico puede influir directamente en su salud mental y emocional. Además, se podría discutir si el hecho de no haber interrumpido completamente la audiencia cuando una persona está en una situación de crisis emocional o física podría haber afectado el derecho a un juicio justo, ya que Añez pudo no estar en condiciones de concentrarse y participar adecuadamente. Argumento de Jeanine Añez Argumento de los Jueces (Demandados) Necesidad de traslado a un centro médico especializado: Añez y su No se justificó el traslado: Los jueces equipo legal argumentaron que su afirmaron que no existía ningún informe condición médica requería un traslado a médico que demostrara la necesidad una clínica especializada, ya que la urgente de trasladar a Añez a un centro atención de médico externo. Señalaron que estaba Miraflores no era adecuada (Art. 18 recibiendo tratamiento en el penal y que CPE: Derecho a la atención médica su estado de salud no justificaba el especializada). traslado. médica en el penal Análisis Crítico con base en la CPE de Bolivia La CPE, en su Art. 18, establece que el acceso a la atención médica es un derecho fundamental. Sin embargo, los jueces no consideraron plenamente el principio de precaución en cuanto al derecho a la salud, especialmente cuando una persona sufre de múltiples afecciones crónicas y psicológicas. El tribunal podría haber dado más peso a la posibilidad de que Añez recibiera tratamiento especializado para garantizar su bienestar integral. También se podría explorar si las decisiones administrativas de no permitir el traslado a un centro especializado estuvieron influenciadas por consideraciones políticas, dado el contexto del caso de Añez, lo que plantea una posible vulneración a la imparcialidad del proceso. Argumento de Jeanine Añez Argumento de los Jueces (Demandados) Intervención conforme a la ley: Jeanine Añez alegó que, durante la audiencia del Intervención conforme a la ley: Los 28 de marzo de 2022, sus abogados fueron jueces indicaron que la participación de limitados en su capacidad para intervenir, los abogados de Añez se realizó de lo que violó su derecho al debido proceso acuerdo con las normas procesales, sin y a una defensa adecuada, protegidos por violar los Artículos 115 y 119 de la Constitución Aseguraron que las intervenciones se Política del Estado (CPE). Según la concedieron en el momento adecuado y defensa de Añez, hubo una clara según el orden correspondiente. el derecho a la defensa. animadversión por parte del tribunal hacia sus defensores, quienes reclamaban por el estado de salud de su clienta. Como Análisis Crítico con base en la CPE de Bolivia resultado, se les cortó el micrófono y uno de ellos fue multado, lo que impidió que El Art. 119 de la CPE garantiza la la defensa pudiera intervenir de manera igualdad den el proceso judicial, un efectiva. Añez se encontraba en una principio clave para asegurar un juicio camilla siendo atendida por personal justo. Aunque los jueces argumentan que médico durante gran parte de la audiencia, actuaron según las normas, la percepción lo que también afectó su capacidad para de Añez sobre la limitación de su defensa ejercer una defensa material. Además, el podría reflejar una desigualdad procesal. tribunal no resolvió adecuadamente la Un recusación ni el recurso de reposición participación equitativa de todas las presentado por sus abogados, lo que partes es necesario para garantizar que se profundizó respeten los derechos de defensa en un la percepción de una vulneración de su derecho a la igualdad de armas en el proceso judicial. análisis más profundo juicio altamente politizado. de la Argumento de Jeanine Añez Argumento de los Jueces Exclusión del carácter público del (Demandados) juicio: Añez argumentó que la Problemas técnicos: Los jueces audiencia no fue pública, ya que se indicaron que se impidió impidió la entrada a los medios de deliberadamente el acceso público, sino comunicación, violando el principio que la audiencia virtual tuvo dificultades de publicidad (Art. 119.1 CPE: técnicas debido a la conexión de Derecho a un juicio público). múltiples personas, lo que limitó la participación no de los medios de comunicación. Análisis Crítico con base en la CPE de Bolivia El Art. 119 de la CPE garantiza el derecho a un juicio público, lo que refuerza la transparencia del proceso judicial. Si bien los problemas técnicos pueden surgir, es responsabilidad del tribunal garantizar que se tomen medidas proactivas para asegurar el acceso público, especialmente en un caso de gran interés. La falta de acceso efectivo a la audiencia virtual compromete este derecho constitucional. Podría considerarse la importancia del acceso público como un mecanismo de control social en procesos judiciales, particularmente en casos de alto perfil político. La falta de acceso público podría generar desconfianza en la imparcialidad del proceso. Además, se podría analizar si la tecnología utilizada era adecuada para la magnitud e importancia del juicio, y si existieron alternativas razonables para garantizar el acceso público que no fueron exploradas. Argumento de Jeanine Añez Argumento de los Jueces (Demandados) Afectación a la dignidad y maltrato psicológico: Añez argumentó que su Atención médica suficiente: Los jueces dignidad fue afectada durante el proceso no consideraron específicamente las judicial, y que el trato médico en el penal denuncias de maltrato psicológico, no fue digno ni adecuado (Art. 15 CPE: argumentando Derecho a la dignidad y a un trato recibiendo humano). condiciones físicas y mentales de que Añez tratamiento estaba para sus acuerdo con los informes médicos. Análisis Crítico con base en la CPE de Bolivia El Art. 15 de la CPE establece el derecho a la dignidad y al trato humano, lo que incluye el respeto por la integridad emocional de las personas. Aunque se centraron en los aspectos físicos de la salud de Añez, los jueces ignoraron la importancia del componente psicológico de la dignidad humana, que podría haber sido afectado por su desconfianza hacia el personal médico. El tribunal debió profundizar en este aspecto para cumplir con los estándares de derechos humanos. Sería relevante profundizar en el concepto de dignidad humana desde una perspectiva de derechos humanos internacionales. En el contexto de la detención, la salud mental y emocional debe ser tan prioritaria como la salud física, especialmente cuando el detenido enfrenta una situación de aislamiento o estrés prolongado. Podría explorarse también el efecto que la falta de confianza en el personal médico tiene en la vulnerabilidad emocional de los detenidos, especialmente cuando se le niega el acceso a un médico de su elección o a especialistas externos. Pruebas Presentadas Jeanine Añez (Accionante) Grabación de la audiencia del 28 de marzo de 2022: Se presentó como prueba una grabación en video que muestra que, al inicio de la audiencia, el personal médico intentaba reanimar a Jeanine Añez para evitar que colapse, debido a una crisis nerviosa. Durante ese tiempo, los abogados de Añez solicitaron la palabra en varias ocasiones para informar sobre su deterioro de salud, pero el tribunal no respondió adecuadamente. El médico del penal corroboró que Añez sufrió una crisis nerviosa, sin embargo, el presidente del tribunal no suspendió la audiencia ni consideró la gravedad de la situación. En cambio, ordenó que Añez fuera estabilizada y que el proceso continuara, sin permitir una adecuada participación de su defensa. Se reprodujo el video en el cual se observó que los abogados de Añez solicitaron la palabra durante veintiún minutos, antes de que el galeno informara formalmente que Añez había sufrido un colapso, lo que motivó su traslado a una sala contigua para recibir atención médica. Exámenes médicos forenses y psiquiátricos: Los informes médicos y psiquiátricos presentados mostraron que Añez padecía de hipertensión crónica, trastorno depresivo severo, tendencia suicida, síndromes conversivo y disociativo, y episodios de crisis nerviosa. En los exámenes forenses practicados en agosto de 2023, se constataron estos padecimientos, además de shock emocional violento, hipertensión sistémica y probable polineuropatía periférica. Los médicos recomendaron que Añez recibiera tratamiento especializado en un hospital, ya que sus condiciones requerían cuidados intensivos. Añez, además, manifestó que en las últimas tres audiencias que presenció, experimentó episodios graves de ansiedad, crisis nerviosa que resultaron en desvanecimientos y alteraciones psicomotoras. También expresó que no tenía confianza en los médicos asignados, dado que provenían de un contexto que ella consideraba opresivo, lo que afectaba su bienestar emocional y percepción del tratamiento recibido. Pruebas Presentadas Jeanine Añez (Accionante) 1.Denuncia sobre el tratamiento en la audiencia: Añez afirmó que durante la audiencia sufrió una crisis nerviosa y que, a pesar de su estado de salud evidente, los jueces no detuvieron el procedimiento ni le brindaron atención médica adecuada y oportuna. Asimismo, denunció que no se permitió la participación de su defensa de manera efectiva, ya que los abogados fueron ignorados en sus intervenciones y uno de ellos fue incluso multado por solicitar la palabra para expresar la gravedad de la situación médica de Añez. Además, la defensa alegó que no se cumplió con el principio de publicidad del juicio, ya que los medios de comunicación fueron excluidos de la audiencia, lo que vulnera el derecho a un proceso público. Los jueces tampoco respondieron a un recurso de reposición presentado por la defensa, lo que agravó la percepción de vulneración de derechos. 2. Informe de su hija Carolina Rivera y la abogada Norka Cuéllar: Carolina Rivera, hija de Añez, y la abogada Norka Cuéllar declararon que, durante la audiencia, Añez perdió el sentido de la ubicación, presentó temblores severos en su cuerpo, vómitos, y una alteración psicomotora visible. Ambas testigos confirmaron que su estado de salud fue ignorado por el tribunal, y que la decisión de continuar con la audiencia a pesar de estas condiciones vulneró gravemente su derecho a la salud y dignidad. 3.Agresiones: Añez también denunció que su hija Carolina Rivera y su abogada Norka Cuéllar fueron víctimas de agresiones físicas cuando acudieron al Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF) para realizar trámites relacionados con su defensa. Estas agresiones, según Añez, fueron perpetradas por personal policial del recinto carcelario de Miraflores, donde ella se encontraba detenida. A pesar de que estos incidentes fueron denunciados ante el Ministerio Público, no se inició ninguna investigación para esclarecer los hechos y proteger la integridad de su familia y su equipo legal. Análisis Crítico De Las Pruebas Presentadas Jeanine Añez (Accionante) La presentación de la grabación en video es una prueba contundente, ya que ofrece una evidencia directa sobre los eventos que ocurrieron durante la audiencia. Sin embargo, el análisis de esta prueba debe ir más allá de los hechos visibles. El derecho al debido proceso, garantizado por la Constitución Política del Estado (CPE), establece que las personas tienen derecho a participar activamente en su defensa. En este caso, la grabación sugiere que Añez no pudo ejercer este derecho debido a su crisis médica. Los jueces debieron considerar que, al estar Añez en una condición médica comprometida, continuar con la audiencia sin pausa no solo fue inadecuado, sino que pudo haber afectado gravemente su capacidad para comprender los procedimientos y participar en su propia defensa, violando el artículo 115 de la CPE, que garantiza el derecho a un juicio justo y equitativo. Además, el hecho de que la defensa solicitara la palabra durante un largo periodo sin respuesta también podría implicar una vulneración del derecho a la defensa efectiva, protegido por el artículo 119 de la CPE. La grabación no solo prueba que Añez estaba siendo reanimada durante el procedimiento, sino que muestra una clara desconexión entre el tribunal y la defensa, lo que podría interpretarse como una falta de consideración por los derechos humanos básicos de la acusada. La crisis de salud debería haber sido suficiente para suspender la audiencia y garantizar que la demandante pudiera recibir el tratamiento médico adecuado antes de continuar con el juicio. Los informes médicos y psiquiátricos son fundamentales para evaluar el estado de salud de Añez. La hipertensión crónica y el trastorno depresivo severo son condiciones serias que requieren un tratamiento continuo y especializado, y la tendencia suicida agrava la situación al generar un riesgo significativo para la vida de Añez. Estos diagnósticos no solo justifican la necesidad de un tratamiento médico, sino que también deben considerarse dentro del marco de derechos humanos y el derecho a la salud, garantizado por el artículo 18 de la CPE. El tribunal, al no permitir el traslado de Añez a un hospital especializado, parece haber desestimado los informes médicos presentados, lo que plantea serias dudas sobre la protección de su derecho a la vida y salud. Análisis Crítico De Las Pruebas Presentadas Jeanine Añez (Accionante) El derecho a recibir tratamiento médico especializado no solo es un mandato constitucional, sino que está respaldado por normas internacionales, como la Convención Americana sobre Derechos Humanos (art. 4 y 5), que establece la obligación del Estado de proteger la integridad física y mental de las personas privadas de libertad. El hecho de que Añez manifestara desconfianza en el personal médico del penar también es significativo. La falta de confianza en los médicos asignados afecta directamente la calidad del tratamiento que recibe, y, en este caso, podría haber tenido un impacto negativo en su recuperación y estabilidad emocional. El derecho a la salud no se limita a la provisión de cuidados físicos, sino que también incluye el respeto a la dignidad y autonomía del paciente, aspectos que parecen haber sido ignorados en este contexto. El tratamiento que Añez recibió durante la audiencia puede ser considerado como una posible violación de varios derechos fundamentales. La CPE, en su artículo 15, garantiza el derecho a la dignidad y a la integridad física y psicológica de las personas, un derecho que parece haber sido comprometido en este caso. Continuar con el procedimiento a pesar de la condición de Añez puede interpretarse como una falta de humanidad y una priorización del proceso sobre los derechos básicos de la acusada. La exclusión de la defensa es otro punto clave en este análisis. El artículo 119 de la CPE establece que toda persona tiene derecho a una defensa material e irrestricta. El hecho de que los jueces no permitieran que los abogados de Añez intervinieran de manera efectiva, junto con la sanción impuesta a uno de ellos, refuerza la percepción de que no se estaba garantizando una defensa justa. Además, la falta de respuesta a los recursos presentados por la defensa, como la recusación y el recurso de reposición, demuestra una posible negligencia en la debida diligencia que debería guiar el actuar judicial. La negativa de los jueces a detener el proceso mientras Añez estaba siendo atendida en una camilla sugiere que el tribunal no reconoció adecuadamente el impacto de su estado de salud en su capacidad para participar plenamente en el juicio, lo que puede haber comprometido su derecho al debido proceso. Análisis Crítico De Las Pruebas Presentadas Jeanine Añez (Accionante) El testimonio de personas cercanas a Añez, como su hija y su abogada, proporciona una perspectiva clave sobre cómo su crisis de salud fue gestionada por el tribunal. Estos testimonios son cruciales para evaluar si el tribunal cumplió con su deber de garantizar el bienestar físico y emocional de Añez. El hecho de que se describieran síntomas como vómitos y temblores resalta la gravedad de la situación, y la pérdida de la ubicación es indicativa de una crisis que afecta tanto la salud física como mental. Este tipo de comportamiento por parte del tribunal puede ser visto como una falta de sensibilidad hacia el estado de la acusada, lo que podría violar el principio de humanidad en el trato de las personas procesadas, previsto en tratados internacionales y en la propia CPE. La dignidad y la integridad de Añez debieron haber sido prioritarias en ese momento, lo que indica una falla en la protección de sus derechos fundamentales. Las denuncias de agresiones físicas contra los familiares y el equipo legal de Añez son una señal preocupante de las condiciones en las que se está llevando a cabo el proceso. Estas acusaciones, si son ciertas, no solo vulneran el derecho a la seguridad personal de los afectados, sino que también representan una interferencia con el derecho a la defensa de Añez, ya que las agresiones podrían disuadir a su equipo legal y a su familia de participar plenamente en el proceso. El artículo 13 de la CPE y los tratados internacionales de derechos humanos garantizan el derecho a una protección efectiva contra cualquier tipo de violencia. Si el tribunal y las autoridades no investigaron adecuadamente estas denuncias, estarían incurriendo en una omisión grave en su deber de proteger a las personas involucradas en el proceso judicial. Pruebas Presentadas Por El Tribunal y Jueces Demandados 1. Informe de los médicos del penal: El informe médico presentado por los profesionales del penal, quienes atendieron a Jeanine Añez durante la audiencia del 28 de marzo de 2022, indica que Añez presentó un "estado de ansiedad" con signos vitales estables. El informe señala que, tras ser estabilizada en el área médica contigua a la sala de audiencias, Añez pudo continuar con el juicio sin mayores complicaciones. El diagnóstico médico fue hipertensión arterial controlada, gastritis en tratamiento y una patología psiquiátrica bajo manejo, lo que sugiere que su estado de salud no requería un traslado a un hospital especializado ni interrupción definitiva de la audiencia. 2. Registro de la audiencia del 28 de marzo de 2022: El registro de la audiencia refleja que el link de la sesión fue filtrado, permitiendo la participación de más de 150 personas, incluidos testigos, lo que dificultó la gestión del proceso. Los jueces indicaron que no suspendieron la audiencia porque no consideraron que la condición de Añez fuera grave. Cuando la abogada de Añez informó sobre su descompensación, el tribunal otorgó un receso para que los médicos evaluaran su estado, después del cual se concluyó que podía continuar con el juicio. 3. Orden procesal: Los jueces defendieron que durante la audiencia se respetó el orden procesal establecido por ley. Afirmaron que otorgaron la palabra primero a la parte acusadora y luego a los abogados de Añez, siguiendo el procedimiento habitual. También justificaron que se permitió la intervención de la defensa en los momentos adecuados, aunque se sancionó a uno de los abogados de Añez por conducta inapropiada. Análisis Crítico De Las Pruebas Presentadas Por El Tribunal y jueces Demandados Si bien el informe médico asegura que Añez fue estabilizada físicamente, este enfoque es demasiado limitado. El derecho a la salud, tal como lo establece el artículo 18 de la Constitución Política del Estado (CPE), no se restringe solo a la estabilidad física, sino que también incluye el bienestar mental y emocional. Dado que Añez padecía trastorno depresivo severo y tendencia suicida, el estado de ansiedad que presentó durante la audiencia debió haber sido tratado con más cautela. El simple hecho de estabilizar sus signos vitales no significa que estaba en condiciones de continuar participando activamente en el proceso judicial. Ignorar las implicaciones emocionales y psicológicas de su condición puede interpretarse como una falla en la protección integral de su salud. Además, el tratamiento psiquiátrico mencionado en el informe parece haber sido tratado superficialmente, sin reconocer la gravedad de los trastornos que afectaban la capacidad de Añez para enfrentar un juicio de alta presión. Los informes médicos forenses y psiquiátricos previos indicaban condiciones crónicas que afectaban su estado mental. Es posible que la decisión de no suspender la audiencia se haya basado en una visión reduccionista de la salud como un estado físico, lo que viola los estándares internacionales de derechos humanos y las garantías constitucionales en Bolivia. Por tanto, este informe es insuficiente para justificar la decisión de continuar con el juicio sin un análisis más profundo del impacto emocional y psicológico que Añez estaba experimentando. Los jueces debieron haber priorizado una evaluación médica externa o más especializada, en línea con el principio de precaución que protege la integridad de los detenidos. El hecho de que el tribunal permitiera que la audiencia continuara después de un breve receso, basado en un informe médico que indicaba la estabilidad física de Añez, muestra una falta de comprensión integral del derecho al debido proceso y la defensa adecuada. El artículo 115 de la CPE garantiza el derecho a un juicio justo, lo que implica la plena capacidad de la acusada para comprender el procedimiento, participar y ejercer su defensa de manera efectiva. Si bien el tribunal otorgó un receso temporal, no parece haber evaluado adecuadamente si Añez, dada su crisis de ansiedad, estaba en condiciones emocionales y psicológicas de continuar con el proceso. Además, el hecho de que se permitiera el acceso a tantas personas durante la audiencia debido a una filtración del link indica una falta de control sobre la privacidad y el desarrollo ordenado del proceso. Análisis Crítico De Las Pruebas Presentadas Por El Tribunal y jueces Demandados La participación de un número tan elevado de personas podría haber afectado la capacidad del tribunal para manejar la audiencia de manera efectiva, especialmente en un juicio de alta sensibilidad política. El artículo 119 de la CPE garantiza el derecho a un juicio público, pero esto debe realizarse bajo condiciones que no afecten la dignidad ni la capacidad de la acusada para defenderse. Es crucial reconocer que el procedimiento judicial en este caso no se limitaba a un cumplimiento mecánico de las normas. Dada la delicada condición de Añez, tanto desde el punto de vista de su salud como del contexto político en el que se encontraba, el tribunal debió haber considerado suspender la audiencia de forma definitiva y reprogramarla, para garantizar que su participación fuera plena y efectiva. La afirmación de que se siguió el orden procesal no justifica por completo el trato que recibió la defensa de Añez durante la audiencia. El artículo 119 de la CPE establece el derecho a una defensa irrestricta, lo que implica que los abogados deben tener plena libertad para intervenir en defensa de su cliente, especialmente en situaciones de crisis como la que enfrentaba Añez. Aunque se mantuvo el orden procesal en términos técnicos, las circunstancias excepcionales de la audiencia, en las que Añez sufría una descompensación de salud, requerían una mayor flexibilidad por parte del tribunal. El hecho de que uno de los abogados de Añez fuera sancionado por intentar informar sobre la condición médica de su cliente refleja una rigidez procesal que pone en duda la imparcialidad del tribunal. La capacidad de la defensa para proteger los derechos de la acusada se vio limitada por la falta de respuesta inmediata y la sanción impuesta, lo que compromete el derecho de Añez a una defensa efectiva. Este tipo de comportamiento por parte del tribunal podría interpretarse como una forma de coacción procesal, especialmente en un contexto donde los derechos humanos de la acusada debían haber sido la prioridad. Es importante destacar que el cumplimiento formal de las normas procesales no es suficiente si, en la práctica, los derechos fundamentales de la defensa se ven comprometidos. La igualdad de armas es un principio fundamental del debido proceso, y en este caso, el comportamiento del tribunal parece haber inclinado la balanza en favor de la acusación. Esto no solo afecta la percepción de justicia, sino que también pone en riesgo la validez del proceso judicial en sí. Pruebas Presentadas Por El Ministerio de Gobierno (Tercero interviniente) 1. Certificados médicos forenses Prueba presentada: Se presentaron varios certificados médicos forenses que indican que Jeanine Añez estaba siendo atendida de manera regular por médicos forenses en el penal de Miraflores. Estos certificados afirmaban que su condición médica era estable, a pesar de presentar ciertas patologías crónicas, como hipertensión y problemas psiquiátricos. Se destacó que Añez estaba siendo atendida las 24 horas del día y los 7 días de la semana. Sin embargo, se mencionó que Añez rechazaba valoraciones médicas, lo que en ocasiones impedía a los médicos realizar su trabajo de manera adecuada. 2. Informe del Régimen Penitenciario (28 de marzo de 2022) Prueba presentada: Se citó un informe de Régimen Penitenciario del 28 de marzo de 2022 que afirmaba que Jeanine Añez presentó un cuadro de "ansiedad momentánea" durante la audiencia, pero que fue atendida de manera inmediata por el personal médico presente. El informe señalaba que, tras ser atendida, los signos vitales de Añez estaban dentro de los parámetros normales y que, por tanto, no hubo necesidad de interrumpir el proceso judicial ni de trasladarla a un centro médico especializado. 3. Comunicado de la Dirección General de Régimen Penitenciario Prueba presentada: La Dirección General de Régimen Penitenciario emitió un comunicado que afirmaba que Añez estaba recibiendo atención médica las 24 horas del día, los 7 días de la semana, y que no había habido un agravamiento significativo de su estado de salud durante la audiencia del 28 de marzo de 2022 que justificara un traslado a un hospital. Análisis Crítico De Las Pruebas Presentadas Por El Ministerio de Gobierno (Tercero interviniente) Aunque los certificados médicos confirman que Añez estaba recibiendo atención constante, este tipo de informes se centran principalmente en su estabilidad física, sin abordar en profundidad su estado mental o el impacto de las condiciones carcelarias en su salud psicológica. La referencia a que Añez rechazaba las valoraciones médicas puede ser interpretada como un signo de desconfianza en el sistema médico del penal, lo cual debe tomarse en cuenta desde una perspectiva más amplia sobre el derecho a la dignidad y la autonomía del paciente, protegidos por el artículo 15 de la CPE. El derecho a la salud implica no solo la provisión de servicios médicos, sino también el acceso a un entorno seguro y de confianza donde el paciente se sienta protegido y respetado. Si Añez rechazaba el tratamiento médico, podría ser indicativo de un entorno inadecuado para su atención médica y emocional. Esto sugiere que, aunque los médicos forenses brindaban atención regular, el rechazo constante de Añez puede reflejar un trato inhumano o degradante, ya que la relación médico-paciente parecía estar deteriorada, lo cual impactaba directamente en su bienestar mental y emocional. Este informe reafirma la estabilidad física de Añez después de su episodio de ansiedad, pero una vez más se limita a los signos vitales y no profundiza en el impacto psicológico de la situación. El hecho de que se tratara la ansiedad como algo "momentáneo" minimiza la gravedad de su estado mental, especialmente en el contexto de un juicio de alta presión política. En este tipo de situaciones, el estado psicológico es igual de importante que el estado físico, y la patología psiquiátrica que padecía Añez (como el trastorno depresivo severo y las tendencias suicidas) debió haber sido tomada más en serio por el personal penitenciario y el tribunal. El derecho a la vida y a la salud integral (artículo 18 de la CPE) implica que el Estado debe proteger no solo el bienestar físico de los detenidos, sino también su salud mental. El manejo de una crisis de ansiedad en este contexto no puede limitarse a la normalización de los signos vitales; se requería una atención más profunda que considerara el riesgo de futuros episodios de ansiedad severa o un deterioro psicológico. El tratamiento psiquiátrico especializado no debería haberse descartado, y la falta de un seguimiento adecuado puede interpretarse como una vulneración de su derecho a una atención médica integral. Análisis Crítico De Las Pruebas Presentadas Por El Ministerio de Gobierno (Tercero interviniente) Aunque este comunicado respalda la atención médica constante, no se profundiza en el contexto emocional y psicológico que puede afectar de manera crucial la percepción y el manejo de la salud de una persona detenida. La insistencia en que Añez estaba recibiendo atención médica las 24 horas sugiere un enfoque mecánico y superficial del derecho a la salud, donde la frecuencia de la atención es destacada, pero no se aborda si dicha atención era suficiente o adecuada para las necesidades particulares de Añez. Además, este comunicado ignora el hecho de que un entorno penitenciario no es necesariamente el mejor lugar para tratar condiciones psiquiátricas complejas. Si bien el personal médico estaba presente, no se asegura que el entorno era el adecuado para que Añez pudiera recibir un tratamiento que mejorara su salud mental y emocional. La dignidad humana y el derecho a recibir atención médica especializada implican que los detenidos deben ser trasladados a instalaciones adecuadas cuando sus condiciones así lo exigen, como lo establece el artículo 18 de la CPE y el derecho internacional en materia de derechos humanos (Convención Americana sobre Derechos Humanos, artículo 5). El enfoque en los signos vitales y la ausencia de una evaluación profunda de la salud mental de Añez sugiere que el Estado estaba más enfocado en mantener la continuidad del proceso judicial que en garantizar el bienestar integral de la acusada. Esto plantea serias dudas sobre si el trato humanitario que Añez recibió en el penal era el adecuado y si se priorizaron los procedimientos judiciales sobre sus derechos fundamentales. 2.6. DECISIÓN JUDICIAL Y SUS FUNDAMENTOS JURIDICOS En este caso, los magistrados de la sala segunda del Tribunal Constitucional Plurinacional resolvieron denegar la tutela solicitada, confirmando la resolución emitida por el Tribunal de Sentencia Penal Cuarto de la Capital del departamento de La Paz, bajo el siguiente fundamento jurídico expuesto. El principal fundamento fue la jurisprudencia reiterada con relación a la naturaleza de la acción de libertad correctiva, en ese sentido, refieren la SC 1579/2004-R de 1 de octubre que establece que a través de este recurso se garantiza el trato humano del detenido, cuya base legal se encuentra en el artículo 89 de la LTC (1836), que ampliaba los alcances protectivos de esta garantía, al referirse a “otras violaciones que tengan relación con la libertad personal en cualquiera de sus formas”. Conforme a esto, una de las formas en que se manifiestan estas violaciones vinculadas a la libertad, está la referida al agravamiento ilegal de la situación del detenido o condenado, lo cual restringe con mayor intensidad la libertad personal de estos. En ese sentido, de manera más concreta refieren que esta acción alcanza a la protección de supuestos en los que se denuncie una afectación al derecho a la salud y vida del privado de libertad. De acuerdo a diversas sentencias (SC 1199/2005-R de 26 de septiembre, SC 0739/2011-R de 20 de mayo; y las SCP 0184/2013 de 27 de febrero y 0898/2016-S3 del 24 de agosto), la acción de libertad correctiva procede contra actos lesivos a la integridad personal, en el ámbito físico, psicológico y moral, en estrecha relación con el principio de dignidad humana, por lo que, esta acción no pretende la libertad del detenido, sino más bien el cese de maltratos y demás actos que vulneran sus derechos. En siguiente fundamento se refiere a la protección de los derechos a la vida y a la salud, entendiendo a la vida como el bien jurídico más importante a proteger pues es la base para el ejercicio de los demás derechos, por lo que el Estado está obligado a su respeto y protección. En esa línea, han señalado a la SC 0370/2012 de 22 de junio que refirió que el derecho a la vida es el soporte físico de todos los derechos fundamentales debido a su conexión con la dignidad de las personas, indudablemente su titularidad corresponde a todos sin excepción ni discriminación. Por otro lado, con relación al derecho a la salud, han referido la SCP 0618/2012 de 23 de julio que precisó que la Corte Interamericana de Derechos Humanos, ha establecido que el derecho a la salud de los privados de libertad, se mantiene intacto durante la ejecución de la medida, entendiendo este derecho como el disfrute del más alto nivel posible de bienestar físico, mental y social, que incluye, entre otros, la atención médica adecuada; la disponibilidad permanente de personal médico idóneo e imparcial; el acceso a tratamiento y medicamentos apropiados y gratuitos; la implementación de programas de educación y promoción en salud, inmunización, prevención y tratamiento de todo tipo de enfermedades; y, las medidas especiales para satisfacer las necesidades particulares de salud de las personas privadas de libertad pertenecientes a grupos vulnerables, entre los cuales están las mujeres. El Tribunal ha entendido que la salud es vida, y estos derechos no pueden afectarse por la mera disminución del derecho a la libertad, por lo que, enfatiza en que en los centros penitenciarios los privados de libertad reciben atención medica constante y de manera gratuita pues disponen de centros médicos en dichos recintos, dependientes del Ministerio de Salud, que en todo momento velan por la salud de los reclusos. Al ingresar al análisis al caso concreto, el Tribunal refirió a la prueba existente, en ese sentido señaló un certificado del área médica, consistente en un informe sobre el estado de salud de Jeanine Añez, emitido por la comisión de médicos del régimen penitenciario de Miraflores, dirigido a la Responsable en Salud de la Dirección General de Régimen Penitenciario, dicho informe dio constancia que en efecto, durante el desarrollo de la audiencia, Jeanine sufrió un estado de ansiedad con hiperventilación y temblor corporal, se verificó también que ella estaba desorientada pues desconocía el lugar en donde estaban, pese a ello presentaba signos vitales normales, finalmente concluyeron que su estado de salud es estable, retornó a la audiencia, y sin embargo de los diagnósticos desfavorables que presentaba, como ser gastritis, hipertensión arterial y patología psiquiátrica, informan que ya estaba siendo tratada. En ese entendido analiza la protección del derecho a la salud y a la vida por medio de la acción de libertad correctiva, indudablemente esta acción busca proteger al privado de libertad de circunstancias que vulneran su condición humana. Cita a la a SCP 0618/2012 de 23 de julio que determina que es previsible salvaguardar la salud de los privados de libertad cuando se encuentra en directa conexión con la integridad corporal y la vida. En este punto analiza la pretensión de la accionante, quien manifiesta que se han vulnerado sus derechos a la salud, la vida, dignidad, debido proceso, defensa, a ser oída y a la impugnación, debido a que en la audiencia de fecha 28 de marzo de 2022 ha sufrido un colapso en su estado de salud, no hubiera recibido atención médica y los accionados continuaron con la audiencia. Bajo este marco, establece que efectivamente Jeanine sufrió un colapso en su estado de salud, sin embargo, fue atendida oportunamente por el equipo de médicos del recinto penitenciario, y eso se verifica del informe antes referido y también de lo que han manifestado la accionante y su abogada, quienes han admitido que si se le dio atención medica al momento de sufrir su colapso, garantizando en todo momento su salud y vida en consecuencia. Asimismo, no se determinó la necesidad de trasladarla a otro centro de salud especializado, además, la accionante refirió que ella no cooperaba con los médicos para ser atendida ya que no confía en ellos. Por lo que no le concedieron la tutela solicitada. Por otro lado, no se han referido a la presunta vulneración de los derechos a la defensa, a la impugnación, al debido proceso, a ser oída, no fueron considerados pues esa vía no era la correspondiente para pronunciarse al respecto. De este fundamento podemos destacar el alcance que tiene la acción de libertad correctiva, indudablemente busca proteger los derechos de las personas privadas de su libertad al impedir que se agrave su situación por esa misma circunstancia, sin embargo, esta acción no es un medio para solicitar la atención medica que prefiera el accionante, en este caso, la señora Jeanine pretendía una atención médica especializada externa fundándose solamente en la desconfianza que tenía en los médicos del centro penitenciario, lo cual no es tan infundado ya que debemos tomar en cuenta el contexto en el que se dio este suceso, pues su aprehensión se consideró como una persecución política, era lógico que ella dudara de la atención que le brindaban, máxime si su estado de salud no mejoraba según su percepción, ella temía por su vida, pero lastimosamente no contaba con las pruebas suficientes que verifique la necesidad de recibir atención médica especializada externa o que la atención que le brindaban dentro del recinto penitenciario era insuficiente. La fundamentación del Tribunal es correcta, ya que el fondo de esta acción es garantizar que no se agrave la situación del privado de libertad, por lo cual protege integralmente una serie de derechos, lo que se observó en este caso, ya que la señora Jeanine si estaba siendo atendida por médicos dentro del recinto penitenciario, y los diagnósticos no referían la necesidad de recibir otro tipo de atención médica, asimismo no se constató que su situación de salud se hubiera agravado. 2.7 ANÁLISIS CRÍTICO DE LA DECISIÓN JUDICIAL. Consideramos acertada la decisión del tribunal constitucional en lo que respecta a los derechos de los privados de libertad ( art. 73.I y 74.I CPE), y en la misma línea de razonamiento, la jurisprudencia constitucional ha previsto e incorporado la figura de la acción de libertad correctiva, misma que se interpone para evitar que se agraven las condiciones de una persona detenida o privada de libertad, ya sea en virtud de una medida cautelar o en cumplimiento de una pena impuesta en su contra, agravamiento que torna indebida la privación de libertad personal y que se constituye en otra de las causales de procedencia previstas en los arts. 125 de la CPE y 47 del Código Procesal Constitucional (CPCo). la acción de libertad correctiva, tiene por objeto corregir las condiciones que agravan la situación de reclusión en la que se encuentran aquellas personas privadas de libertad, con el objetivo de que se supriman condiciones de maltrato. Ahora, teniendo conocimiento sobre en qué momento corresponde aplicar la acción de libertad correctiva, en el presente caso podemos evidenciar la solicitud de la misma siendo denegada la tutela impetrada de forma correcta, por los siguientes motivos. • • • • Si bien en fecha 28 de marzo de 2022, la accionante ingresó a un estado de ansiedad, que derivó en un “estado confucional en espacio”, se registraron signos vitales dentro de los parámetros normales. Las personas privadas de libertad gozan de los derechos a la vida y a la salud, siendo obligación de nuestro Estado su tuición y salvaguarda, por dicho motivo, al momento de que la accionante entra en su estado de ansiedad se la traslada a la sala contigua donde recibe la atención medica inmediata y necesaria. La abogada de la accionante en sus declaraciones informo que la misma se encontraba rodeada de cuatro médicos y dos enfermeras que la atendieron en todo momento. El cuadro clínico establecido por los especializados en el área de salud, retornando a la sala de audiencias era de: “Paciente al momento estable”, y el diagnóstico hipertensión arterial en tratamiento controlada, gastritis en tratamiento y patología psiquiátrica estable en tratamiento. Con los puntos mencionados precedentemente es que no se puede tomar en cuenta dicha acción de libertad debido que no existió vulneración al derecho a la vida, a la salud, a la dignidad, al debido proceso, a la defensa, a ser oída, y a la impugnación como se plantea, en el entendido de que la misma se encontraba acompañada en todo momento de profesionales médicos y enfermeras que realizando los exámenes correspondientes verificaron la salud estable de la accionante. No obstante, se habría realizado la violación de los derechos precedentemente mencionados, si las autoridades demandadas no le hubiesen brindado la atención médica adecuada y continuaban con dicho verificativo, cosa que no paso. Si bien, conforme la SCP 0865/2017-S1 de 2 de agosto establece que no es necesario la presentación de un a documentación médica: “la autoridad demandada debió inmediatamente de conocido el pedido realizado por el accionante, disponer que se realice en un tiempo prudencial la valoración médica forense del accionante así como tomar los recaudos necesarios para notificar al profesional referido, y éste emita diagnóstico a cerca del estado de salud del mencionado y con ello resolver sobre la conveniencia o no del petitorio del accionante”. Sin embargo, en el presente caso, se expidieron varios certificados médicos forenses, que la examinada clínicamente en este caso la Sra. Jeanine Añez, se encontraría estable, si bien existe y tiene ciertas patologías, las mismas están siendo tratadas por personal médico. Lastimosamente se tiene que la accionante en muchas oportunidades rechaza valoraciones médicas, he inclusive hay informes de los médicos forenses mencionando que no pudieron ejercer la valoración ni su trabajo porque ante un rechazo expreso y eminente de la accionante. Por todo lo expuesto, se manifiesta que no se realizó la vulneración de ningún derecho y garantía constitucional, cumpliendo con lo establecido en convenios y tratados internacionales ratificados en nuestro país, motivo por el cual no corresponde conceder la tutela en la modalidad correctiva de la acción de libertad. • ASPECTOS RELEVANTES DE LA DECISIÓN JUDICIAL. a) Declaración del abogado de la accionante, donde menciona que la misma se encontraba en presencia de cuatro médicos y dos enfermeras, demostrando que no se violaron los derechos fundamentales de la vida y la salud de la persona. b) Las grabaciones de la audiencia realizada en fecha 28 de marzo de 2022, donde efectivamente se puede visualizar el procedimiento realizado, evidenciando la rápida, oportuna e inmediata atención medica brindada a la Sra. Añez. c) Cuadro clínico presentado por los especializados en el área de salud /médico forense, donde en ambos puntos hacen referencia de que la accionante si sufrió un ataque de ansiedad pero que al pasar unos minutos la misma se encontraba estable con cuadros de salud normales, por otra parte, el médico forense en su testimonio informo que la Sra. Añez se encuentra tratada por especialistas médicos por las patologías que la misma presenta. • ASPECTOS A TOMAR EN CUENTA PARA FUTURAS ACCIONES. Si bien el Estado nos permite realizar la solicitud de Acciones de Defensa, en este caso la acción de libertad en su triple carácter (preventivo, correctivo, reparador), se debe asegurar que al realizar la solicitad de la misma, es necesario cumplir con lo especificado en nuestra carta magna y el código procesal de esta. Si bien mediante la grabación realizada a dicha audiencia, se pudo evidenciar la vulneración del derecho a la defensa, que fue mencionada de forma genérica, sin exponer cómo o de qué forma se vulneró el mismo, ni cual es la vinculación de dichos derechos con la violación a su derecho a la vida y salud referentes al presente mecanismo constitucional. En este sentido, tomamos en cuenta que el hacer la mención de la violación de derechos que no se relacionen con la acción de libertad correctiva no procederán ni serán tomados en cuenta, dicho que este corresponde a otro procedimiento. De igual manera, al no existir la violación por los derechos referidos a la acción de libertad correctiva, no procederá la misma, debiendo asegurar que esos derechos estén totalmente fundamentados, ya que no podemos pedir dicha acción cuando se tiene la documentación correspondiente de que el accionante está siendo atendido de manera rápida, oportuna, e inmediata. Diferente fuera el caso cuando hablamos de una persona que estando en un estado crítico de salud, se le niega la atención y estudios médicos para comprobar si el mismo verdaderamente se encuentra en ese estado poniendo en riesgo su salud y su vida tal como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos permiten concluir que las personas privadas de libertad, conservan esa condición propia de ser humano, así sean restringidos en su libertad de locomoción por una condena. 2.8 ASPECTOS ADICIONALES A CONSIDERAR. • EL CONTEXTO SOCIAL Y POLÍTICO Y SU INFLUENCIA. La crisis política de noviembre de 2019 marcó un hito en la historia de nuestro país, cuyas consecuencias se pueden observar hasta la actualidad. Los que muchos consideramos como líderes valientes que han tenido el coraje de asumir retos y riesgos en ese tiempo, actualmente han sido apresados, a criterio de muchos, perseguidos políticamente. En ese sentido, es que se ha aprehendido a Jeanine Añez, quien asumió como presidenta interina en 2019 tras una serie de renuncias que se han propiciado a raíz de la renuncia del presidente constitucional de ese tiempo, Evo Morales, y, siguiendo una sucesión constitucional, ha asumido dicho puesto, sin pensar en que dos años después, iba a ser procesada por terrorismo, sedición, conspiración, incumplimiento de deberes y resoluciones contrarias a la Constitución y las leyes. Desde el primer momento su experiencia estuvo llena de irregularidades, pues a todas luces podíamos deducir una persecución política por parte del oficialismo que retomó el poder. Este conjunto de cosas, hizo temer a la expresidenta por su vida ya que su estado de salud no era optimo, y eso se puede evidenciar del hecho de que no confíe en la atención medica que le proporcionaban dentro del recinto penitenciario, pero que lastimosamente no tenía un sustento probatorio o legal. Se puede ver que su acción tenía un trasfondo mayor pues en esta manifestó varias vulneraciones, no solamente las concernientes a la vida y salud, ya que refirió el hecho de que en la audiencia que se analizó, no les concedieron la palabra a sus abogados sino después de casi media hora, que su hija y abogada sufrieron de agresiones por parte del personal policial, que no se resolvieron la recusación ni el recurso de reposición interpuestos por su defensa, que dan a pensar que la intención de los administradores de justicia era perjudicar o vulnerar los derechos de la señora Jeanine, sin embargo, esta no era la vía correcta debido a la naturaleza de la acción de libertad correctiva, en ese caso hubieran interpuesto una acción de amparo constitucional. Por lo que podemos deducir que en realidad el contexto social y político de ese entonces no influenció en la decisión del tribunal, ya que fue fundamentada a derecho, sin embargo, la serie de irregularidades con las que se tramitó su proceso como un todo, evidencian una mala intención por parte de la justicia boliviana y genera especulaciones en el pueblo boliviano, que pensamos que la salud de la señora Jeanine estaba siendo vilmente vulnerada, pero analizando a derecho, al menos en este caso, deducimos que la decisión asumida por el tribunal fue correcta. Lo que es un tema en el que consideramos que, si influyó el contexto social y político fue en la anterior acción de libertad que se le concedió a la señora Jeanine, y que pese a tener una resolución positiva en favor de ella, no pudo efectivizarse debido a que grupos de personas sitas a las afueras del centro penitenciario en donde estaba recluida, no le permitieron salir, situación que creemos inaudito, no es posible que por ese motivo no se de cumplimiento a una resolución judicial más cuando se trata de una acción de libertad que protege directamente derechos tan importantes como el de la salud y la vida, ahí estuvimos ante una negligencia enorme. • IMPACTO DE LA DECISIÓN JUDICIAL. Debido a que no se ha concedido la tutela en favor de la accionante, no hay como tal un impacto en la protección de los derechos fundamentales, más si en relación a los alcances de la acción de libertad correctiva, que como se mencionó anteriormente, si bien pretende evitar que se genere más daño al privado de su libertad, esto no quiere decir que se conceda la tutela en casos en que el accionante pretenda una atención médica especializada de su preferencia basándose en suposiciones de una mala atención por parte del centro penitenciario en donde se encuentre recluido, ya que el fondo de esta acción es evitar que se agraven arbitrariamente las condiciones de los privados de libertad, que, en el caso concreto, y como referencia a otros, si estuvo protegida por los médicos del centro penitenciario, entonces, mínimamente debía existir algo que acredite la necesidad de atención médica especializada fuera del recinto penitenciario. • COMPARACIÓN CON OTROS CASOS. Un caso similar al analizado, es el de Luis Fernando Camacho, por el hecho de que debido a los mismos sucesos de noviembre de 2019 está siendo procesado y actualmente también se encuentra privado de su libertad, asimismo, también padece de una condición médica que agrava su estado de salud. Su defensa interpuso acción de libertad por vulneración a su salud, debido a que pedían su asistencia obligatoria a las audiencias sin tomar en cuenta que debían suministrarle un suero indispensable, y, además, que a su enfermera le hacían esperar demasiado tiempo, rompiendo con la cadena de frio necesaria para mantener útil el suero, sin embargo, no le concedieron la tutela aludiendo que no había vulneración a su derecho a la salud. De estos casos podemos ver que hay circunstancias que son tan específicas que no alcanzan a la interpretación de los fines de la acción de libertad, sobre todo en estos casos en los que se sospecha de una mala intención por parte de los administradores de justicia en procesos seguidos en contra de personas relacionadas con la política, o en definitiva no está bien definido a que se refiere con “condiciones que agraven su situación de privados de libertad”, resultando este extremo en algo abstracto y que admite muchas interpretaciones, que en los casos analizados ya se está dando una línea de interpretación. En conclusión y lo que consideramos que sirve de referencia para otros casos, es que hay que tomar en cuenta la finalidad de la acción de libertad correctiva y los hechos que se denuncian como vulneradores de los derechos de los privados de libertad, porque si existe objetivamente protección de los derechos de los privados de su libertad, como en este caso hubo atención a la salud aunque sea dentro del recinto penitenciario y no necesariamente uno exclusivo como pretenda el accionante, no se concede la tutela, pues para garantizar la salud y la vida basta con que exista atención médica adecuada, objetivamente no se verifique una vulneración a los derechos de los privados de libertad, o que no se pruebe que se está agravando su condición por estar privados de libertad, como en el caso de Jeanine y de Luis Fernando, aspecto por el cual no les concedieron la tutela que solicitaron. 3. CONCLUSIONES Se evidencia que esta acción se aplica para corregir situaciones que agravan las condiciones de reclusión de las personas privadas de libertad. Sin embargo, en el caso de Jeanine Añez, los jueces concluyeron que no existía una agravación objetiva de su situación de salud que justificara la concesión de la acción correctiva. Se argumenta que, aunque Añez presentaba ciertas patologías crónicas, las mismas estaban siendo tratadas adecuadamente dentro del recinto penitenciario. Se destaca que el derecho a la salud de los privados de libertad es inalienable y no se limita a su estabilidad física, sino que también incluye el bienestar psicológico y emocional. En el caso de Añez, los jueces concluyeron que la atención médica proporcionada dentro del penal, aunque constante, no abordó adecuadamente su estado psicológico. Sin embargo, no se reconoció una vulneración directa a sus derechos a la vida y la salud debido a la intervención médica que recibió durante los episodios de ansiedad. Se observó que el proceso judicial en el que se encontraba Añez estuvo marcado por dificultades en la defensa. Añez no pudo ejercer plenamente su derecho a una defensa efectiva debido a su estado de salud, lo que, según se argumenta, debió haber llevado a la suspensión de la audiencia. Sin embargo, el tribunal no consideró que existiera una violación de este derecho, basándose en la estabilidad física de Añez en el momento de la audiencia El trato que recibió Añez por parte del tribunal fue percibido como rígido y poco flexible, dado su estado de salud y la delicada situación política en la que se encontraba. El hecho de que el tribunal continuara con la audiencia pese a la descompensación de salud de Añez sugiere una priorización del proceso sobre sus derechos humanos básicos, lo que podría interpretarse como una violación al principio de humanidad en el trato de las personas procesadas. Se debatió sobre la publicidad de la audiencia, con Añez argumentando que se vulneró su derecho a un juicio público debido a la exclusión de los medios de comunicación. Los jueces, por su parte, justificaron esta limitación por problemas técnicos, pero la falta de medidas proactivas para asegurar el acceso público genera dudas sobre la transparencia del proceso. El caso de Jeanine Añez pone de manifiesto las limitaciones del sistema judicial boliviano en situaciones donde los derechos fundamentales de los detenidos, como la salud, la dignidad y la defensa, requieren un tratamiento integral. Si bien el fallo del Tribunal se ajustó a la normativa vigente, es evidente que se debe mejorar la sensibilidad y flexibilidad en la aplicación de la justicia, particularmente cuando se trata de personas en condiciones vulnerables. Un enfoque más equilibrado, que contemple tanto el bienestar físico como emocional de los acusados, contribuiría a fortalecer la protección de los derechos humanos en el ámbito judicial. De esta forma, este trabajo subraya la importancia de continuar buscando mecanismos que armonicen el rigor legal con el respeto por la dignidad humana, garantizando juicios justos y transparentes. Con estas reflexiones, se culmina este ensayo destacando la importancia de avanzar hacia un sistema de justicia que no solo se enfoque en cumplir con los procedimientos establecidos, sino que también reconozca y valore la humanidad de quienes están sometidos a él. Solo a través de la crítica constructiva y la mejora constante se podrá construir un sistema de justicia más equitativo, humano y digno en Bolivia. - De acuerdo con la a SC 1199/2005-R de 26 de septiembre, la acción de libertad correctiva procede contra actos lesivos a la integridad personal, integridad que debe entenderse en lo físico, psicológico y moral, en estrecha conexión con la dignidad humana, lo cual genera la complicación de determinar cuándo y cómo se estaría vulnerando psicológica y moralmente a un privado de libertad, que es lo que se considera como tal, y qué es suficiente para que proceda la acción de libertad correctiva, pues la fundamentación de los magistrados fue más bien objetiva, ya que por el hecho de que Jeanine recibe atención médica, no le concedieron la tutela sin considerar que más bien las vulneraciones podrían tratarse de un tema psicológico y moral. En el caso analizado los argumentos apuntaban a una vulneración a su salud, por lo que, el tribunal haciendo una evaluación objetiva le niega la tutela, quizá, de haber fundamentado en relación al estado psicológico de la accionante, el resultado hubiere sido favorable.