La oración es el aliento de la fe, es su expresión más propia. El Papa recuerda la historia de Bartimeo, un personaje del Evangelio. Es ciego y se sienta a mendigar al lado del camino. Se da cuenta por la multitud de que Jesús no está lejos y grita: "¡Hijo de David, Jesús, ten piedad de mí!". Más fuerte que cualquier argumento en contra, en el corazón del hombre hay una voz que clama. Todos tenemos esa voz interior. Una voz que sale espontáneamente, sin que nadie se lo ordene, una voz que cuestiona el sentido de nuestro camino aquí abajo, especialmente cuando nos encontramos en la oscuridad: "¡Jesús, ten piedad de mí! Jesús, ten piedad de mí". La oración de Abraham escuchar a Dios y hacer su voluntad La oración de Jacob doblegarse ante Dios convertirse cambiar LaOracion de Moises interceder por los demás aceptar nuestro propósito David el dialogo con Dios en todas nuestras acciones Elias Como cristianos debe ser una prioridad cultivar nuestra relación con Dios, y una de las mejores maneras para crecer en nuestro andar con Jesús es la oración. Cuando oramos, hablamos con Dios sobre lo que sucede en nuestras vidas, nuestros anhelos, nuestras luchas y nuestros temores. Orar a Dios nos acerca a él. La oración abre la puerta para que recibamos sus palabras, su consuelo y las bendiciones que él desea darnos. La oración también fortalece nuestra fe. Al orar, sentimos la presencia y el poder del Espíritu Santo y su presencia nos llena de gozo y de valentía para obedecer al Padre en todo momento, viviendo siempre dentro de su voluntad. En Mateo 6:5-8, Jesús habla sobre la oración y dice: Cuando oren, no sean como los hipócritas, porque a ellos les encanta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas para que la gente los vea. Les aseguro que ya han obtenido toda su recompensa. Pero tú, cuando te pongas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto. Así tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensará. Y al orar, no hablen solo por hablar como hacen los gentiles, porque ellos se imaginan que serán escuchados por sus muchas palabras. No sean como ellos, porque su Padre sabe lo que ustedes necesitan antes de que se lo pidan. Comenzamos con una actitud de alabanza, adoración y humildad Padre nuestro que estás en el cielo, ... Expresamos nuestra confianza en Dios Venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. (v.10) ... Presentamos nuestras peticiones Danos hoy nuestro pan cotidiano. ... Reconocemos la importancia del perdón ... Pedimos victoria sobre la tentación y el mal ... Alabanza a Dios ... 1. Comenzamos con una actitud de alabanza, adoración y humildad Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre. (Mateo 6:9) Inicialmente, debemos mostrar nuestra alabanza y adoración, reconocer la grandeza de Dios y su santidad. Nuestra actitud debe ser humilde. 2. Expresamos nuestra confianza en Dios Venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. (v.10) Luego nos sometemos a su voluntad y afirmamos que lo mejor que nos puede pasar es que su reino se manifieste en nuestras vidas. Declaramos confianza total de que su reino y su voluntad son lo mejor para nosotros, porque donde se manifiesta el reino de Dios suceden grandes cosas. 3. Presentamos nuestras peticiones Danos hoy nuestro pan cotidiano. (Mateo 6:1 Pasamos a presentar nuestras peticiones, a pedir la provisión de Dios para el día. Él sabe que durante el transcurso del día tendremos necesidades físicas y desea suplirlas. 4. Reconocemos la importancia del perdón Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores. (v.12) Reconocemos nuestra necesidad de su perdón y su gracia. A la misma vez examinamos nuestro corazón para saber si hemos estado dispuestos a perdonar y a ofrecer gracia a los que nos han ofendido. Es momento de examinarnos. Sabemos que estamos agradecidos por el perdón de Dios a nuestras vidas. ¿Está nuestro corazón suficientemente transformado como para ofrecer el perdón a los que nos han ofendido? 5. Pedimos victoria sobre la tentación y el mal Y no nos dejes caer en tentación, sino líbranos del maligno. (Mateo 6:13) Pedimos su ayuda y protección ante las tentaciones para que permanezcamos firmes en él y no cedamos. Sabemos que él es el único que nos puede proteger y librar de las tentaciones y de todos los ataques del maligno. 6. Alabanza a Dios Algunas versiones incluyen: Porque tuyos son el reino y el poder y la gloria para siempre. Amén. Finalizamos con alabanza y adoración a Dios, reconociendo que solo él merece toda la gloria y toda la honra, que la eternidad está en sus manos. ¿Por qué debemos orar? La oración nos acerca al Padre. Nos da la maravillosa oportunidad de abrir nuestros corazones a él, contarle lo que ocupa nuestras mentes, pedirle su ayuda y su sabiduría. Santiago 4:8 dice: «Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes.» ¡Y esto es lo que hacemos cuando oramos! Nos acercamos al Padre; sacamos tiempo para hablarle y escucharle, para disfrutar de su presencia y compañía. Esta es la razón principal por la que oramos. Hay otras razones por las que debemos orar, mira algunas de ellas a continuación. 1. Para que Dios sea glorificado Cualquier cosa que ustedes pidan en mi nombre, yo la haré; así será glorificado el Padre en el Hijo. (Juan 14:13) Dios espera que pidamos y que lo hagamos en el nombre de Jesús. No es pedir todo lo que se nos antoje, sino pedir de acuerdo con su deseo para nosotros y para que él sea glorificado en nuestras vidas. 2. Porque si pedimos, recibimos Pidan, y se les dará; busquen, y encontrarán; llamen, y se les abrirá. Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abre. ¿Quién de ustedes, si su hijo le pide pan, le da una piedra? (Mateo 7:7-9) Aquí vemos el corazón paternal de Dios. Él desea dar cosas buenas a sus hijos, pero debemos pedir, buscar, llamar, cultivar nuestra relación con nuestro Padre y expresarle nuestros anhelos. 3. Porque Jesús dio ejemplo En los días de su vida mortal, Jesús ofreció oraciones y súplicas con fuerte clamor y lágrimas al que podía salvarlo de la muerte, y fue escuchado por su reverente sumisión. (Hebreos 5:7) Vemos que Jesús, aun siendo Dios hombre, cultivó una vida de oración y clamor, pero también tuvo «reverente sumisión». ¡Cuánto más debemos nosotros mostrar ese corazón reverente y sumiso a través de nuestras oraciones y de nuestras conversaciones con el Padre! Aprende a orar e interceder con el ejemplo de Jesús 4. Para recibir su paz No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús. (Filipenses 4:6-7) ¡Son tantas nuestras preocupaciones diarias! Podemos llevarlas ante Dios, entregárselas y darle gracias porque no tenemos que enfrentar solos los problemas de la vida. Es en esa actitud de total confianza en él que recibimos su paz, una paz incomprensible que muestra el cuidado de nuestro Dios. 5. Para recibir sanidad física y espiritual La oración de fe sanará al enfermo y el Señor lo levantará. Y, si ha pecado, su pecado se le perdonará. Por eso, confiésense unos a otros sus pecados, y oren unos por otros, para que sean sanados. La oración del justo es poderosa y eficaz. (Santiago 5:15-16) Podemos llevar ante Dios todo tipo de peticiones, incluidas las peticiones por salud y por el perdón de pecados. Dios anhela tocarnos con sanidad física y sanidad espiritual. Somos justos gracias a Jesús (2 Corintios 5:21) y por eso nuestra oración es eficaz y tiene poder. 6. Porque expresa confianza en la gracia y misericordia de Dios Así que acerquémonos confiadamente al trono de la gracia para recibir misericordia y hallar la gracia que nos ayude en el momento que más la necesitemos. (Hebreos 4:16) Mientras más cultivemos nuestra relación con Dios, más fácil será acercarnos a él con toda confianza para hablarle y presentarle nuestras necesidades. También será cada vez más fácil escucharle y recibir su misericordia, su gracia y su paz. Debemos perseverar en la oración Podemos orar en todo momento por todas las situaciones o personas que vengan a nuestra mente. También debemos interceder por nuestros hermanos en la fe. Es importante pedir al Espíritu Santo las palabras precisas para orar con sabiduría, de acuerdo con el corazón de Dios. No dudes en acercarte al Padre celestial con tus oraciones. Verás el gozo enorme que sentirá tu corazón al fortalecer tu relación con él a través de la oración. LA ORACION Santa teresa de Jesús doctora de la iglesia y especialista en oración decía que orar es “tratar de amistad con alguien que sabemos que nos ama”. Alguien empecemos por aquí alguien es decir lo primero que tenemos que hacer antes de rezar es saber que vamos a hablar a tratar con alguien, esto va a marcar absolutamente todo la mayor parte de los que rezan consideran y creen que hablan con alguien pero no saben bien que es quién es este alguien y otros de los que rezan en realidad no hablan con nadie hablan consigo mismos. A mi dios me ha dicho mi dios me ha dicho es decir y ese alguien no es real para él no es verdadero que alguien dios les haya dicho sino que han estado hablando consigo mismos y ellos consideran que lo que ellos se dicen a sí mismo se lo ha dicho dios. Lo primero que tenemos que tener en cuenta es esto, hay que hablar hay que tratar el contenido con alguien es decir con una persona cuando uno se relaciona con una persona con alguien y no con algo el tipo de relación es esencialmente distinta Nosotros vamos a tratar con una persona que es en parte una persona humana jesús de nazaret y en parte una persona divina segunda persona de la santísima trinidad es decir jesús jesucristo nuestro señor es el punto de partida que cambia completamente el panorama por ejemplo una primera consecuencia de esto para repito la muchísima gente tratan con dios no como si fuera alguien cuando los católicos que rezan la mayoría de ellos lo hacen en función de su propia necesidad su propio interés es decir no sólo porque van a ir a rezar para pedir sino porque van a ir a rezar cuando les apetece ,me apetece necesito no puedo pasar sin sobre expresiones que no son en sí mismas malas pero que estoy dándoles esto como para que tengan una idea de cuáles son las trampas en que podemos caer en la oración me apetece me apetece lo necesito mucho no puede pasar sin ir a misa y uno diría qué bien qué persona tan espiritual no puedo pasar sin rezar el rosario de qué persona tan tan buena tan religiosa cuidado eres un egoísta en tu relación con dios no es la relación con alguien sino con algo aunque no te des cuenta como tendría que ser la relación con alguien pensé que esto va a ser después tan útil para la relación con el prójimo porque siempre no lo olviden nuestra relación con el prójimo será una consecuencia de nuestra relación con dios o sea si aprendemos a tratar con dios tratando con alguien vamos a aprender a tratar con el cónyuge con los hijos con los padres con los amigos también teniendo en cuenta que son alguien si no aprendemos a tratar a dios como lo que es no aprenderemos a tratar al prójimo como lo que es cuál tendría que ser la motivación de nuestra relación por supuesto está bien decir yo necesito ir a misa yo realmente estoy mal estoy tenso y voy a ir un rato ante el sagrario o yo necesito ayuda voy a pedirle a la santísima virgen eso no está mal pero eso sí solamente existe esa motivación es una motivación egoísta (decir ejemplo) tiene que ser si hay alguien alguien que tiene un corazón alguien que me necesita alguien que me espera yo tengo que ir me apetece bien no me apetece es igual yo tengo que ir , un principio básico para la oración es la perseverancia no puede haber una vida de oración seria si un día vas y estás mucho tiempo pasa un mes y no vuelves, estas es una temporada yendo a misa diaria y después no vas a misa ni los domingos eso es un planteamiento egoísta tú haces las cosas en función de ti no en función del otro (Jesus) porque en realidad para ti el otro no existe sino lo necesitas o no te apeteces si tú haces esto con dios seguramente están haciendo lo mismo con la gente que vive contigo te relacionas con ellos en función de tu interés esta persona me es útil es placentera me da dinero me da placer me da a compañía entonces estoy con ella esta persona ha dejado de ser útil cariño ya no siento nada por ti cariño ya no me aportas nada ahí te quedas el peligro de la oración res una persona que rezas eres una persona fiel vas a misa siempre que puedes no pasa el día sin hacer el rosario cuando puedes es la biblia hacer un rato de meditación sobre un texto de quien sea y adoración ante el sagrario o recogido en el silencio de tu habitación es decir eres una persona arrogante fiel que acudes más allá de tus apetencias pensando en que hay alguien que te necesita bueno pero el resultado muy fácilmente es que te conviertes en una persona soberbia que juzga que se siente superior que se consideran mejor que los demás esos que no rezan eso es quien no van a misa o esos que rezan mal y yo rezo bien esos que van solo a pedir y yo voy a pedir y a dar las gracias un ejemplo de esto lo pone el propio jesús hay una parábola como todas son parábolas divinas por tanto bellísimas la parábola de la oración del fariseo y del publicano ustedes la conocen verdad el fariseo está de pie ante dios le trata con respeto era un fariseo es decir antiguo testamento bueno y además hace algo muy bueno que se empieza dando gracias te doy gracias hasta ahí es perfecto te doy gracias es decir atribuye lo que va a decir después a dios es perfecto te doy gracias porque no soy como los demás hombres se le atribuye a dios el mérito fíjense pero dice que él no es como los demás hombres dice el paga el diezmo lo que era las normas tan tan minuciosas que tenía que cumplir un fariseo para volviendo de la rueda para el diezmo todo lo que era para un fariseo el cumplimiento de la ley verdad supongo que también el respeto del sábado y no matar no robar no mentir fin los diez mandamientos verdad bueno te doy gracias porque no soy como los demás hombres está de pie ante dios y dice jesús que en cambio el publicano pública no era un sinvergüenza si hoy tuviéramos que decir quién es el publicano diríamos que era un recaudador de impuestos, el publicano sabe que es un ladrón el publicano se pone de rodillas el publicano no se atreve a levantar la mirada dios el publicano está haciendo una oración con alguien al cual considera su señor lo mismo que el fariseo pero el publicano dice te pido perdón porque soy un pecador y el señor que no está diciendo ni mucho menos que todos tengan que ser publicanos porque mateo que era publicano levy le dejó que viniera con él pero le hizo dejar las prácticas corruptas que tenía, La oración es un diálogo no es sólo hablar porque la oración es también escuchar y eso es lo que constituye el diálogo y lo que diferencia el diálogo del mero hablar cuando uno habla no escucha y cuando uno dialoga tiene que hablar y tiene que escuchar por lo tanto hay que partir de ese de ese principio voy a dialogar y voy a dialogar con alguien con alguien no voy a hablar o voy a estar pensando o voy a hablar con una pared o hablar conmigo mismo Voy a dialogar con alguien , una persona, pero que no es una persona cualquiera es dios es el señor es decir es el creador es el todopoderoso y es importante rezar con el cuerpo como el cuerpo tenía que expresar ambas cosas nuestro cuerpo es también un elemento esencial de la oración porque nosotros no solo somos almas sino que también somos cuerpo y hay una parte que expresa nuestro cuerpo por ejemplo arrodillándose y así expresa la adoración y el respeto debido a dios y hay una parte que expresa nuestro cuerpo por ejemplo rezando sentados donde así estamos poniendo de manifiesto nuestra confianza en nuestra relación de amistad con ese dios entrar en nuestra relación con dios diciéndole que nos fiamos de él que confiamos: dios mío yo confío en ti yo me fío de ti así que hay que entender que es lo que por lo menos que es lo que yo quiero decir cuando hablo de la confianza en dios de la fe , en italiano se dice fiducia que la fide es fe por tanto la confianza implica la fe en que dios es el todopoderoso primer acto yo creo en tu poder cuando digo yo confío es yo tengo fe yo tengo fe en que yo tengo fe en tu poder y al decir que tengo confianza estoy diciendo que acepto todo aquello que va incluido dentro de ese paquete doctrinal que es la fe católica lo primero yo creo que dios es el todopoderoso yo creo que dios es el señor dios tiene poder tenemos que decírselo creo en ti que en tu poder creo en tu fuerza y después tengo que decir y creo en tu amor en este orden en este orden porque así fue como dios se reveló y dios primero se manifiesta como el que tiene poder y después se manifiesta como el que usa ese poder no para el mal sino para el bien de las criaturas que él ha creado es decir el poder lo usa para amar y no para destruir pero primero el señor se nos manifiesta como el poderoso y eso muchísimo antes de que abraham empezar a tener aquella relación especial con dios que le llamó a dejar su tierra para ir en busca de la tierra prometida y en el grito nosotros cuando decimos yo confío en ti tengo que tener claro que al decir esto estoy diciendo que tengo fe en el poder de dios el primer punto yo tengo fe en tu poder y esto lo hemos perdido muchos de los católicos ya no se piden milagros porque no se tiene fe en el poder de dios no se cree en la intervención de dios en la historia grande o en la historia pequeña en tu historia porque hemos perdido en primer lugar la fe en ese poder de dios a continuación la fe me enseña y yo por la confianza le digo que creo en ello también ese todopoderoso es amor y que es amor para mí y por supuesto es amor para ti para el otro para el conjunto de los seres humanos yo creo en tu poder y en tu amor primer punto y no quiero decir que esto hay que decirlo explícitamente cada vez que le decimos al señor yo confío en ti pero al menos tenemos que saberlo y tiene que estar como fondo de nuestra oración yo creo señor en tu poder y yo creo en tu amor creo en que puedes y creo en que quieres creo en que puedes hacer lo que sea porque es el todopoderoso y creo en que me amas y por lo tanto ese poder que tienes eres absolutamente omnipotente ese poder te digo que me abandono tanto que respondo con amor a tu amor y que mi forma de amarte en este momento es decirte que creo en tu amor yo creo en tu amor como una respuesta de amor tú me has amado he creído en tu amor y ahora mi respuesta a mi fe en tu amor es decirte que creo en ti y que creo que me sigues queriendo aunque en este momento no lo entienda o no lo entienda del todo en medio de mi duda en medio de mí turbación de mi oscuridad respondo con amor a tu amor diciéndote sigo creyendo en ti por tanto la confianza es una respuesta del corazón al amor de dios y es una respuesta de amor al amor la paz es el primer fruto la paz señor yo confío en ti yo señor me fío de ti yo me abandono en ti yo y de nuevo te vuelve la paz de él la paz es el primer resultado que te que se produce en tu alma cuando tú le haces este don de amor a dios de fiarte de él él te regala inmediatamente la confianza ,confiar en su poder en su amor incluido en ese concepto de amor un elemento esencial que es su divina misericordia esa experiencia de confiar en la misericordia divina que siempre es inmerecida esa experiencia te saca a flote aunque te hayas hundido