CONTENIDO DE LA SENTENCIA (CÓDIGO PROCESAL CIVIL DE 2016) Rama del Derecho: Derecho Procesal Civil. Descriptor: Actos Procesales en Materia Civil. Palabras Claves: Sentencia, Contenido, Resultando, Considerando, Considerativa, Tribunal, Emisión y Artículo 61 del Código Procesal Civil. Fuentes de Información: Normativa, Doctrina y Jurisprudencia. Por Tanto, Parte Fecha: 05/09/2023. Nombre del Investigador: Lic. Esp. Simons Salazar García. Contenido RESUMEN ................................................................................................................................. 2 NORMATIVA ........................................................................................................................... 2 Disposiciones Especiales Sobre la Sentencia........................................................... 2 DOCTRINA ............................................................................................................................... 4 1. Contenido de la Sentencia ...................................................................................... 4 2. Requisitos de Eficiencia de la Sentencia ........................................................... 7 JURISPRUDENCIA .................................................................................................................. 9 1. Partes y Requisitos de la Sentencia en el Artículo 61.2 del Código Procesal Civil ...................................................................................................................... 9 2. Plazo para Dictado de la Sentencia .................................................................. 12 3. Explicación sobre las Partes de la Sentencia ................................................ 14 4. Principio de Congruencia y el Contenido de la Sentencia ........................ 16 1 5. Falta de Requisitos de la Sentencia que Inciden en las Partes de la Fallo Judicial .............................................................................................................................. 18 6. Sentencia: Concepto, Partes, Requisitos, Importancia en el Proceso Jurisdiccional y la Normativa Civil ........................................................................... 21 FUENTES BIBLIOGRÁFICAS............................................................................................. 27 RESUMEN El presente informe de investigación realiza una reseña sobre el Contenido de la Sentencia, considerando los supuestos normativos del artículo 61 del Código Procesal Civil, aunado al criterio externado por la doctrina y jurisprudencia, los cuales se encargan de analizar los alcances de la norma citada y determinar su aplicabilidad a las diferentes situaciones de hecho que se presentan en los estados judiciales. NORMATIVA Disposiciones Especiales Sobre la Sentencia [Código Procesal Civil]i Artículo 61. Disposiciones Especiales Sobre la Sentencia 61.1 Emisión de la sentencia. Concluida la audiencia de prueba, en cualquier tipo de proceso, se procederá al dictado de la sentencia. De ser posible se emitirá oralmente en ese acto. Para tal efecto, el tribunal podrá ordenar un receso. La sentencia dictada oralmente se deberá digitar y se entregará a las partes una reproducción en el acto de la notificación. Cuando no sea posible emitirla en el acto oralmente, se dictará por escrito dentro de los cinco días siguientes. En procesos muy complejos lo que se informará a las partes se dictará por escrito, dentro del plazo de quince días. 61.2 Contenido de la sentencia. Las sentencias deben resolver todos y cada uno de los puntos que hayan sido objeto de debate, no pueden conceder más de lo pedido, salvo 2 disposición legal en contrario y no podrán comprender otras cuestiones que las demandadas; se exceptúan aquellas para las que la ley no exige iniciativa de parte. Además de los requisitos propios de toda resolución judicial, las sentencias tendrán un encabezamiento, una parte considerativa y otra dispositiva. El encabezamiento contendrá la clase de proceso, el nombre de las partes, sus representantes y sus abogados. En la parte considerativa se incluirá: 1. Una síntesis de las alegaciones y pretensiones y mención de las excepciones opuestas. 2. La enunciación, clara, precisa y ordenada cronológicamente de los hechos probados y no probados de importancia para la decisión, con referencia concreta a los medios de prueba en que se apoya la conclusión y de los criterios de apreciación de esos elementos. 3. Un análisis de las cuestiones debatidas por las partes, de las excepciones opuestas y lo relativo a costas, con la debida fundamentación jurídica, con las citas estrictamente indispensables de legislación, jurisprudencia y doctrina que se consideren aplicables. 4. La parte dispositiva se iniciará emitiendo pronunciamiento sobre los incidentes que no pudieron ser resueltos con anterioridad y sobre las excepciones opuestas. Seguidamente, se consignará el fallo en términos imperativos y concretos, con indicación expresa y separada de los extremos que se declaran procedentes o deniegan. Finalmente, se dispondrá lo que corresponda sobre la repercusión económica de la actividad procesal. Las sentencias de segunda instancia y casación incluirán un breve resumen de los aspectos debatidos en la resolución impugnada y de los alegatos de los recurrentes. 3 DOCTRINA 1. Contenido de la Sentencia [López González, J.A.]ii [P. 396] En relación con el contenido de las sentencias, el legislador emite mandatos claros: las sentencias deben resolver todos y cada uno de los puntos que ha[P. 397] yan sido objeto de debate (61.2). En otras palabras, los tribunales se deben pronunciar sobre las alegaciones y propuestas de las partes contendientes, sin omitir pronunciamiento sobre ningún aspecto. Se introduce además, el principio de congruencia, según el cual, en principio los tribunales no pueden conceder más de lo pedido. Se dice que, en principio, porque seguidamente hace una excepción: “salvo disposición en contrario". En esta parte, el código hace referencia a la idea moderna de relatividad de la congruencia, que de alguna forma se asume en este código. Dicha teoría moderna sustenta, en lo fundamental, que la congruencia no debe verse de una forma rígida, pues la experiencia ha enseñado que en ciertos supuestos existen necesidades insoslayables de flexibilizarla. Se dice: “No puede extrañar, pues, que ante determinadas situaciones excepcionales el respecto irrestricto a la congruencia deba ceder ante la influencia de otros principios procesales cuya observancia resulta más valiosa en el caso".1 Igualmente, se ha expresado: “En realidad este principio (el de congruencia) está en crisis ya que con los términos de la indexación de oficio, la reclamación del pago de los frutos, etcétera, ha venido siendo depuesta su autoridad.2 En principio, entonces, los tribunales no pueden conceder más de lo pedido, salvo disposición legal en contrario3 y no pueden comprender otras cues- 1 De los Santos, Mabel, Los valores en el proceso civil actual y la consecuente necesidad de reformular los principios procesales, en J.A. 2001-77. Citado por W. Peyrano, Jorge, La Flexibilización de la congruencia en sede civil. Cuando se concede judicialmente algo distinto de lo requerido por el justiciable, en «Principios Procesales», Tomo I, pág. 240 y 241. 2 Parra Quijano, Jairo, El Futuro del proceso civil, en Libro de Ponencias de las XV Jomadas Iberoamericanas de Derecho Procesal, pág. 463. Citado por W. Peyrano, Jorge, La Flexibilización de la congruencia en sede civil. Cuando se concede judicialmente algo distinto de lo requerido por el justiciable, en «Principios Procesales», Tomo I, pág. 241. 3 Una disposición legal en contrario la encontramos, por ejemplo, en el artículo 62.1, que le ordena al tribunal, aún sin que la parte lo haya pedido, determinar las adecuaciones hasta la sentencia, cuando condene al pago de cantidades determinadas de dinero. 4 [P. 398] tiones que las demandadas, con excepción de aquellas para las que la ley no exige iniciativa de parte (61.2).4 El contenido de las sentencias, está determinado por la estructura externa que ha dispuesto el legislador (61.2). Además de los requisitos propios de toda resolución judicial, las sentencias deben tener un encabezamiento, una parte considerativa y otra dispositiva. El encabezamiento debe contener como mínimo la clase de proceso, el nombre de las partes, sus representantes y sus abogados. Se dice, como mínimo, porque no hay inconveniente en hacer constar otros detalles que posteriormente se consideren importantes. Durante la vigencia de la legislación anterior, las sentencias tenían un aparte denominado “resultandos”. El nuevo código modifica la estructura externa de la sentencia, de tal manera que no exige que tenga esa parte con esa denominación. No obstante, el contenido de lo que antes tenía esa denominación no desapareció, se trasladó al inicio de la parte considerativa, me refiero, concretamente, a la síntesis de las alegaciones, pretensiones y excepciones de las partes. La parte considerativa, es la parte, digamos, reflexiva del pronunciamiento. Es el momento en el que se hace un análisis de todo el conflicto. Por ese motivo, para garantizar la formación interna de la sentencia, el código exige que tenga, los siguientes apartados. Una síntesis de las alegaciones y pretensiones y mención de las excepciones opuestas (61.2.1). La idea del legislador es que la sentencia refleje un estudio detallado de los escritos de alegaciones de las partes. Se trata de que el tribunal haga un resumen breve de las principales alegaciones, de las pretensiones formuladas y de las excepciones opuestas. Ese resumen breve, fundamentalmente tratándose de las pretensiones y excepciones constituirá la ruta que deberá seguir el tribunal a la hora de emitir el fallo. Las sentencias de segunda instancia y casación deben incluir un breve resumen de los aspectos debatidos en la resolución impugnada y de los alegatos de los recurrentes (61.2.pá. final). [P. 399] Como segundo punto de la parte considerativa, la sentencia debe contener la enunciación, clara, precisa y ordenada cronológicamente de los hechos probados y no probados de importancia para la decisión, con referencia concreta a los medios de prueba en que se apoya la conclusión y de los criterios de apreciación de esos elementos (61.2.2). El tribunal tiene que hacer una lista de hechos probados y al final 4 La ley no exige iniciativa de parte tratándose, por ejemplo, de la condena en costas, que se debe disponer de oficio en toda resolución que le ponga fin al proceso (73.1). 5 de cada hecho que tiene por acreditado debe enunciar las fuentes de prueba que le permitieron llegar a esa conclusión. Debe, además, indicar los criterios de apreciación de esos elementos. La referencia a los criterios de apreciación, tratándose de esta normativa, nos remite a lo que dispone el artículo 41.5, según el cual, la prueba se debe apreciar en su totalidad, conforme a criterios de lógica, experiencia, ciencia, correcto entendimiento humano y la conducta de la parte cuando tal aspecto se pueda tomar en consideración. Desde esa perspectiva lo que tendrá que indicar el tribunal es, dentro de todos esos criterios, cuales aplicó y si los aplicó todos, pues los indicará todos. El tercer aspecto que debe contener la sentencia es el análisis de las cuestiones debatidas por las partes, de las excepciones opuestas y lo relativo a costas, con la debida fundamentación jurídica, con las citas estrictamente indispensables de legislación, jurisprudencia y doctrina que se consideren aplicables (61.2.3). Esta parte de la sentencia supone un análisis cuidadoso de las alegaciones de cada una de las partes y de las excepciones del demandado. Lo recomendable, cuando ello sea posible, es que se haga un análisis separado de la procedencia de cada pretensión formulada por el actor a la luz de la oposición del demandado. Lógicamente, en relación con cada pretensión, se debe hacer el estudio de las excepciones del demandado, salvo que una excepción se alegue específicamente en relación con determinada pretensión. Finalmente, se debe disponer lo relativo a costas, pues como ya vimos, el artículo 73.1. exige hacer pronunciamiento sobre costas, en toda sentencia. La debida fundamentación jurídica, se refiere a que el tribunal debe indicar las normas legales que sustentan su sentencia. Y cuando se dice que debe ser una debida fundamentación, se refiere a que el tribunal debe hacer el estudio adecuado para aplicar la normativa correcta. Ya se sabe que determinadas pretensiones se sustentan en normativa especial, como por ejemplo, las que encuentran fundamento en la denominada responsabilidad objetiva. [P. 400] El legislador no ha querido cerrar los ojos a una realidad: la utilización de las tecnologías modernas ha tenido como consecuencia que muchas sentencias son excesivamente extensas. Lo que realmente sucede es que las computadoras permiten copiar y pegar textos de doctrina y jurisprudencia con mucha facilidad. El problema es que la transcripción indiscriminada de legislación, doctrina y jurisprudencia propicia que al final no se penetre er los entretelones del caso concreto y al final se dicte una sentencia “académica”, sin realizar un verdadero análisis del conflicto. Por ese motivo, se dice expresamente que en las sentencias se deben incluir, las citas estrictamente indispensables de legislación, jurisprudencia y doctrina que se consideren aplicables. No se trata de limitar la creatividad de las personas juzgadoras, la idea es que se estudie el caso en forma detallada y que el análisis sea el adecuado. 6 La parte final de la sentencia, prevista por el legislador, es la parte dispositiva. Dicha parte, tiene como característica que se debe redactar en términos imperativos, es decir, disponiendo. No es correcto que en esta parte de la sentencia se den fundamentos o explicaciones. Es, en definitiva, un resumen en términos imperativos de lo que se decidió en la parte considerativa. En esta parte, el tribunal debe decir si se admiten o rechazan los incidentes que no pudieron ser resueltos con anterioridad. Debe expresar si admite o deniega las excepciones que formuló el demandado. Siempre, en términos imperativos y concretos y en forma separada, se debe expresar los extremos de la pretensión que se declaran procedentes y los que se deniegan. Finalmente, debe disponer lo que corresponda sobre repercusión económica de la actividad procesal, es decir, lo relativo a quien corresponde pagar los costos del proceso. 2. Requisitos de Eficiencia de la Sentencia [Artavia Barrantes, S. y Picado Vargas, C.]iii [P. 540] Son siempre de carácter intrínseco y apuntan a la utilidad de la sentencia como norma jurídica individual para terminar el litigio con legitimidad y justicia particularmente, con relación al conflicto-. Para ello, el contenido intrínseco de toda sentencia debe responder a cánones lógicos más o menos uniformes que, establecidos generalmente en las constituciones y en las leyes de procesales, enseñan cómo debe ser cumplida por el juzgador la tarea de juzgar un caso concreto. [P. 541] Para realizar el acto de juzgamiento, el juez debe comenzar por conocer y comprender cabalmente cuál es la pretensión demandada que es, precisamente, lo que el pretendiente espera obtener mediante la sentencia -objeto de la pretensión y naturaleza del conflicto-. Para acreditar ese conocimiento y esa comprensión, el juez: a) Inserta inicialmente en su sentencia una suerte de preámbulo que antes recibía el nombre de resultando, y ahora es parte de los considerandos, -NCPC 61.2.1- donde relata en él todo lo que resulta de los autos -el proceso-, específicamente, las pretensiones de la demanda y las excepciones de la contestación -debiendo consignarse también la reconvención y réplica si existiere-. b) Continúa con los denominados considerandos en los que motiva cómo subsume los hechos que considera regularmente probados e improbados en la normativa general y abstracta preexistente –NCPC 61.2.2-, análisis de las cuestiones debatidas debidamente fundada –NCPC 61.2.3- 7 c) Y cuál es la consecuencia de tal subsunción fáctica y jurídica5 en orden a lo pretendido y resistido en autos (por tanto, o parte dispositiva NCPC, 61.2.4). La sentencia solo debe comprender hechos relevantes6, entendiendo como tales, los principales, sobresalientes, importantes, destacados, medulares o conspicuos, que sean subsumibles7 en la teoría jurídica [P. 542] que toma el tribunal, para la decisión, considerando los argumentos de ambas partes8. Pero además, subsumiendo esos hechos en los presupuestos tácticos de la 5 Sobre la individualización del hecho y la Correspondencia entre hecho y norma (subsunción), véase Taruffo Michele. La prueba de los hechos, pág. 93 y 128. El autor español Julio Pérez. El conocimiento científico en el proceso civil, Valencia, 2010, nos habla, para referirse al conocimiento y aplicación de conocimiento científico de los hechos, de: "valoración de los hechos, interpretación de los hechos, calificación jurídica de los hechos, estados de opinión y juicios de valor", pág. 75 y ss. 6 S. I C. N° 0797-F-S1-2012 de las 09:40 hrs del 04-07-2012 "Ciertamente, en un arbitraje de derecho, los árbitros deben analizar los aspectos medulares que se relacionan con la contienda y examinar las probanzas para determinar los hechos probados y no acreditados que, a su juicio, resulten importantes para laudar". 7 Sobre el tema, señala el maestro Taruffo "Cada modelo de thema probandum implica evidentemente una hipótesis de solución de la quaestio iuris a la que se refiere la litis: por un lado, los hechos alegados por las partes se califican jurídicamente, dentro de los respectivos esquemas de decisión constituidos por las demandas, en relación con las normas sobre las que se funda el derecho base de la acción, en la medida en la que se trata de actos constitutivos, extintivos, etcétera, del derecho mismo. Por otro lado, en todo caso, pero especialmente [P. 542] cuando la referida calificación no es exhaustivamente propuesta por las partes, le corresponde al juez establecer cuáles son los hechos jurídicos que deben ser probados con base en una hipótesis o propuesta de subsunción de los hechos en las normas que parecen ser aplicables al caso concreto. En esencia, cuando el thema probandum está constituido por hipótesis sobre hechos jurídicos, su determinación presupone una hipótesis de calificación jurídica de los hechos referidos, lo que implica que la individuación de la quaestio facti esté vinculada dialécticamente con la de la quaestio juris y sufra los efectos de las eventuales variaciones de esta última. Todo ello no implica, sin embargo, que los dos aspectos del problema no puedan (y por ello deban) ser diferenciados; el thema probandum puede, por lo tanto, ser definido correctamente, como el contexto de hipótesis en tomo a la veracidad o falsedad de determinados hechos, aunque el procedimiento que lleva a su formulación comprende una serie de elecciones de carácter jurídico y valorativo, que también condicionan la determinación de los hechos que deben ser probados", TaruffoMichele. La motivación de la sentencia..., 2011, pág. 227. 8 S. I C. N° 001260-F-S1-2012 de las 09:30 hrs del 04-10-2012 "Esta Sala aclara, el artículo 58, inciso d), de la Ley RAC, establece que el laudo contendrá la relación de los hechos probados y no demostrados que, a criterio del Tribunal, sean relevantes para resolver. Aunque la consideración de cuáles aspectos son importantes para laudar, le corresponde a los árbitros, la misma norma en comentario les obliga a exponer las razones en que se basan para laudar. Entonces, la debida motivación conlleva, entre otros aspectos, a que expliquen por qué consideraron que los argumentos de defensa no le han merecido relevancia para decidir. 8 norma, el caso concreto9-principio de subsunción-y la prueba, por lo tanto, los hechos irrelevantes, insignificantes o que carecen de importancia en la solución del caso, no deben ser estimados10. JURISPRUDENCIA 1. Partes y Requisitos de la Sentencia en el Artículo 61.2 del Código Procesal Civil [Sala Primera]iv Voto de mayoría: II. De los cargos de esta naturaleza, expuestos por el casacionista, dos fueron admitidos. En el primero acusa, la sentencia incurre en las causales de casación previstas en los incisos primero y cuarto del artículo 69.2 del Código Procesal Civil, a saber: “1. Infracción o errónea aplicación de normas procesales que sean esenciales para la garantía del debido proceso, siempre que la actividad defectuosa no se haya subsanado conforme a la ley.” “4. Ausencia o contradicción grave en la fundamentación.” Comenta, la infracción se hace patente en los considerandos de la sentencia, donde se omite un elenco de hechos probados. Alega, la omisión de un marco de hechos probados, en una sentencia, configura, concurrentemente, tanto una infracción a normas procesales esenciales para la garantía del debido proceso, como 9 S. IC. N° 01260-F-S1-2012 de las 09:30 hrs del 04-10-2012 "Todo ello, lleva a que la autoridad decisoria tenga que emitir razones convincentes para justificar su proceder, con vista en un análisis pormenorizado del caso concreto, de las afirmaciones que las partes hacen sobre los hechos constitutivos, modificativos o extintivos de los derechos que debaten, lo mismo que de las pruebas tendientes a acreditar esas afirmaciones. Con mayor razón, el pronunciamiento de fondo, enlazado con ese quehacer procesal, impone el deber ineludible de justificar la decisión adoptada. La violación de estos postulados, que aseguran la plena vigencia del referido principio, es contundente, dada la situación de incertidumbre e impotencia en que se dejó a la demandada [...]. Asimismo, la decisión sobre cuáles extremos de la demanda se acogen, está ayuna de referencia a pruebas concretas y de un análisis completo de las pretensiones y manifestaciones sobre las que ha girado la contienda y el material probatorio incorporado a los autos". Ver en igual sentido 943-F-2005 del 7-12-2005. 10 S. IC. N° 331-F-S1-2012 de las 9:05 horas del 08-03-2012...en el ejercicio de esa potestad, el tribunal únicamente enlista aquellos hechos que, probados y aceptados, estima capaces de sustentar la parte dispositiva del laudo. Cualquier otro alegado en la demanda que resulte ajeno a la petitoria, deberá obviarlo, resultando innecesario que realice pronunciamiento alguno respecto de ellos, por carecer de influencia en la decisión de la litis. De igual manera, procederá respecto de los no demostrados. La exclusión que el Tribunal haga de los hechos de la demanda en el laudo, a la sazón, no constituye, de manera alguna, violación de normas de orden público que conlleve nulidad". 9 una ausencia grave de fundamentación. Arguye, la sentencia impugnada vulnera, por omisión, el artículo 61.2.2 del Código Procesal Civil (en adelante CPC), que exige, como parte del contenido mínimo de la sentencia: “La enunciación, clara, precisa y ordenada cronológicamente de los hechos probados y no probados de importancia para la decisión, con referencia concreta a los medios de prueba en que se apoya la conclusión y de los criterios de apreciación de esos elementos.” Manifiesta, en los considerandos dedicados al análisis jurídico, la sentencia contiene enunciados sobre aspectos fácticos. En efecto, dice, en la última oración del Considerando V se afirma: “En consecuencia, analizada globalmente la prueba incorporada a este litigio y antes descrita, se puede confirmar que realmente lo que ocurrió fue un vínculo contractual entre las demandantes y los señores David Curl y Genevieve Curl.” Estima, este hecho, que se da por sentado en el análisis jurídico, no aparece en el elenco de hechos probados (en realidad, no hay elenco de hechos probados). Continúa, de esa forma, no se cumple con las exigencias del artículo 61.2.2. del CPC, en cuanto a: 1. La cronología: ¿Cuándo se configuró ese supuesto contrato entre las actoras y los señores Curl (David y Genevieve)? 2. Los medios de prueba en los que se apoya tal conclusión de hecho; y 3. Los criterios de apreciación de esos elementos. También se afirma, en los considerandos dedicados al análisis jurídico: “…si bien es cierto también existe una nota del 14 de febrero del 2018, en donde se hace mención de que la empresa Fénix Dreams no acepta el reajuste del presupuesto aprobado para los trabajos de remodelación de la Casa Las Palmas…” Considera, así la sentencia menciona un hecho (la nota del 14 de febrero de 2018), remitida por la demandada FÉNIX DREAMS, sin embargo, ese hecho no consta en la lista de hechos probados (del todo no hay lista de hechos probados). En su criterio, ese hecho, que corresponde al hecho décimo primero de la demanda, debió constar en la lista de hechos probados, con los requisitos del artículo 61.2.2 del CPC: 1. Datos cronológicos. 2. Medios de prueba; y, sobre todo, 3. Los criterios de apreciación de esos elementos. En síntesis, esboza, la sentencia omitió un paso necesario del razonamiento jurídico: la enunciación clara, precisa y ordenada cronológicamente, de los hechos que subsecuentemente servirán como insumo para el análisis jurídico del caso. Prosigue, en este caso los aspectos fácticos aparecen entrelazados en el análisis jurídico, de manera imprecisa y sin orden cronológico, y sin que, de manera explícita, se establezca el razonamiento que condujo a los hallazgos fácticos, ni los criterios de apreciación de los elementos de prueba. Indica, la exigencia legal de que los hechos deban aparecer en un considerando aparte, debidamente ordenados y descritos en forma cronológica, es mucho más de que una formalidad. Opina, tal exigencia obedece a exigencias sustanciales vinculadas al principio del debido proceso y al deber de motivación de la sentencia (que es parte esencial del principio del debido proceso). Interpreta, la ciudadanía en general y, con mayor razón, las partes tienen derecho a conocer en su integralidad el proceso de razonamiento de la sentencia; el cual, necesariamente, ha de iniciar con el recuento ordenado del marco fáctico, su soporte probatorio y los criterios de apreciación de las pruebas, pues de lo 10 contrario, se estaría ante una resolución en conciencia. Detalla, concurrentemente, hay ausencia de fundamentación, pues toda sentencia debe tener, al menos, dos vetas: (1) La fundamentación fáctica, donde se enuncian los hechos probados a la luz de las pruebas y se indican los criterios de apreciación probatoria; y (2) La fundamentación jurídica, donde se subsumen los hechos en los supuestos de hecho de las normas, en concordancia con los valores del ordenamiento. Expone, en el presente caso hay una ausencia de fundamentación fáctica, con lo cual, se produce una infracción de los artículos 28.1 y 61.2 del CPC, que exigen una debida fundamentación de las resoluciones en general y de las sentencias en particular. Expresa, la infracción consiste en que: (1) Por carecer de una enunciación clara, precisa, ordenada cronológicamente de los hechos probados, y por haber omitido toda referencia concreta a los medios de prueba de los hechos probados y a los criterios de apreciación de tales elementos, la sentencia vulneró el artículo 61.1.2 del CPC, la cual constituye, una norma procesal esencial para la garantía del debido proceso. Revela, se incurrió, por consiguiente, en la causal de casación contemplada en el artículo 69.2.1 del CPC, ante la carencia de fundamentación fáctica, consistente en la enunciación de los hechos probados, la indicación de las pruebas y de los criterios de apreciación de las pruebas, vulnerándose los numerales 28.1 y 61.2 del CPC, incurriendo en la causal de casación contemplada en el artículo 69.2.4 ibidem. Por lo anterior, solicita se case la resolución recurrida y se ordene el correspondiente reenvío. (…) IV. Para este órgano decisor, el Tribunal sustentó sus argumentaciones (considerando V), en elementos fácticos que en efecto omitió consignar como parte del elenco de hechos probados (no existe tal elenco en la sentencia). En esa línea, claramente se observan argumentos del Tribunal, en cuanto a la efectiva realización de labores constructivas en el lugar que los demandantes denominaron Villas Las Palmas, Flamingo Guanacaste. Asimismo, que los trabajos fueron realizados por encargo de los señores David Curl y Genevieve Curl. De igual modo, que dichos señores realizaron transferencias a las demandadas, que se entendían -según correos electrónicos emitidos por el Banco de Costa Rica-, como pagos a su favor. Ahora bien, el numeral 61.2.2 del CPC, establece la obligación del Tribunal de incluir: “2. La enunciación, clara, precisa y ordenada cronológicamente de los hechos probados y no probados de importancia para la decisión, con referencia concreta a los medios de prueba en que se apoya la conclusión y de los criterios de apreciación de esos elementos”. Claramente, la sentencia atacada es omisa en cuanto a la inclusión de este apartado, el cual no puede ser sustituido por meras argumentaciones, como las contenidas en el considerando V, donde, como se apuntara supra, los jueces mencionan situaciones fácticas que en criterio de este órgano, ameritaban ser incluidas como hechos tenidos por probados en la sentencia. Lo anterior constituye una violación indudable al principio del debido proceso, pues se impide a la parte perdidosa atacar eventuales 11 vicios de la sentencia, por la razón obvia de que los elementos fáctico-jurídicos en que se sustenta no han quedado plasmados en aquella, en forma clara y precisa, como lo exige el rito procesal civil. En vista de lo expuesto, lleva razón la recurrente al alegar la violación del precepto 61.2.2 del CPC, razón que obliga a que el cargo sea acogido. 2. Plazo para Dictado de la Sentencia [Tribunal de Apelación Civil y Trabajo Zona Sur Sede Pérez Zeledón]v Voto de mayoría V. ALEGATOS DE LA PARTE APELANTE: Se muestra disconforme la parte actora con la Sentencia de Primera Instancia Nº 2022000083 de las 13:15 horas del 22 de setiembre de 2022, por lo que interpone recurso de apelación mediante escrito incorporado al expediente electrónico en fecha 29 de setiembre de 2022, alega los siguientes agravios: Primer agravio: Se acusa inobservancia de los numerales 2.7 y 61 del Código Procesal Civil, ya que el a quo falla la decisión mucho tiempo después de concluida la fase de confirmación. Perdiendo el Juzgador de Instancia, la Inmediación. En efecto, la audiencia es celebrada en fecha 22-07-2022 y la sentencia proferida en fecha 22-092022. El artículo 2.7 del Código de rito, recoge el principio de Inmediación, según el cual: “Todas las audiencias serán realizadas por el tribunal que conoce del proceso, salvo disposición legal en contrario. Las sentencias deberán dictarse por el tribunal ante el cual se practicaron todas las pruebas. La utilización de medios tecnológicos que garanticen la relación directa con los elementos del proceso no implica ruptura del principio de inmediación”. Por su parte la norma 61.1 de la citada excerta legal señala que: “Concluida la audiencia de prueba, en cualquier tipo de proceso, se procederá al dictado de la sentencia. De ser posible se emitirá oralmente en ese acto. Para tal efecto, el tribunal podrá ordenar un receso. La sentencia dictada oralmente se deberá digitar y se entregará a las partes una reproducción en el acto de la notificación. // Cuando no sea posible emitirla en el acto oralmente, se dictará por escrito dentro de los cinco días siguientes. // En procesos muy complejos lo que se informará a las partes se dictará por escrito, dentro del plazo de quince días.” La Inmediación es el contacto directo del Juzgador con el proceso, no solo con la prueba. La oralidad implica inmediación. A través de la oralidad se llega a la inmediación y esta se pierde, cuando entre la celebración de la audiencia y el dictado de la sentencia, media un período prolongado. La audiencia es oral, para hacer cumplir los principios –que difícilmente se desarrollan en un proceso escrito-, de Inmediación, Concentración, Continuidad, identidad física del Juzgador. El Código Procesal Civil, establece un sistema procesal por audiencias, las pruebas se reciben oralmente, las conclusiones se hacen en el acto de audiencia y, el dictado de la decisión final, debe ser consecuente con ello. Si bien, no desconocen la posición de la doctrina nacional sobre el tema. (Cfr. López González, Jorge. Curso de derecho procesal civil costarricense, Tomo I, San José, Costa Rica, 12 Editorial EdiNexo, 1° edición, p.395), se trata del franqueamiento de un derecho fundamental, es inocultable que por el plazo transcurrido habrá una pérdida importante de la memoria sobre los aspectos debatidos, sobre todo, cuando el Juzgador, debe intervenir en otros procedimientos. No invocan la nulidad por la nulidad misma y el superlativo formalismo procesal, sino la vigencia de una garantía contenida en el artículo 8.1 de la Convención Americana de Derechos Humanos el que dispone: “Toda persona tiene derecho a ser oída con las debidas garantías y dentro de un plazo razonable, por un juez o tribunal competente, independiente e imparcial, establecido con anterioridad por la ley, en la sustanciación de cualquier acusación penal formulada contra ella, o para la determinación de sus derechos y obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o de cualquier otro carácter” (énfasis propio). Al establecerse un proceso civil por audiencias, se privilegian sus fines, como son la Inmediación, la Contradicción, la Continuidad, la identidad física del Juzgador. Un Juez que ha perdido la inmediación, iguala al Juez que no ha celebrado la audiencia. La interpretación debe hacerse de modo sistemático. Es prohibida la suspensión de la audiencia por más de 2 a 5 días, si supera ese plazo es nula (art. 50.3). La acordada por las partes no puede afectar la regla de inmediación (art. 34.1), solo se admite la suspensión de la audiencia en casos calificados (art. 50.3), la emisión de conclusiones de modo oral y el dictado de la parte dispositiva de la sentencia. Todas estas reglas vienen a privilegiar la oralidad y la inmediación, de modo que, conducen a la irremediable conclusión que la superación de los plazos previstos para fallo, constituyen infracciones a la inmediación y éste al ser un principio básico garante del proceso, tiene la característica de ser un vicio de naturaleza absoluta. Mediante decisión número 2006-3658, la Sala Constitucional declara que: “Es poco discutible hoy la conveniencia de que exista la menor dilación posible entre el momento en que sea recibida la prueba, se argumente sobre un posible resultado y el dictado de la sentencia. Esta forma de concentración o continuidad es característica intrínseca del juicio oral, dado que las pruebas presentadas se registran por así decirlo- en la memoria de los jueces y partes, lo que implica que éstas deben tomarse sin solución de continuidad entre ellas para prevenir olvidos. La oralidad, entonces, supone la concentración, en lo que difiere del procedimiento escrito que favorece la dispersión de la actividad procesal, dado que, por su misma naturaleza, los plazos para recibir prueba y los establecidos para dictar sentencia generalmente no se cumplen. Por lo anterior, aquel principio significa que el debate debe realizarse durante todas las audiencias que sean necesarias pero en forma consecutiva y que sean necesarias hasta su conclusión, salvo las excepciones taxativamente contempladas en que se permita una suspensión (…)”. De lo dicho se infiere: (i) La concentración y continuidad, es un mecanismo adecuado para el logro del principio de Inmediación y el insoslayable contacto del Juez con el proceso (Voto 3138-97), y; (ii) Con ello se garantiza la seguridad jurídica de las partes al cerrar la puerta a la incertidumbre e indefensión que pueden sufrir. Por lo anterior, solicita se decrete la invalidez e ineficacia de la decisión recurrida. Se rechaza agravio: Cuestiona la parte recurrente 13 violación al principio de Inmediación, por cuanto el fallo se dicta mucho tiempo después de concluida la fase de prueba, ya que la prueba fue celebrada en fecha 22 de julio de 2022, y la sentencia se dictó el 22 de setiembre de 2022. A criterio del Tribunal la nulidad alegada por la parte recurrente resulta improcedente, toda vez, que el plazo establecido en el artículo 61.1 del Código Procesal Civil, es ordenatorio y no perentorio, siendo su objeto evitar la mora judicial, haciendo exigible a las personas Juzgadoras dictar el pronunciamiento respectivo, en cumplimiento de los principios constitucionales que orientan la labor del Poder Judicial; brindar una justicia pronta y cumplida, pero no tiene por resultado, en caso de incumplimiento, la nulidad de lo resuelto. El dictado de la sentencia fuera del plazo no violenta el debido proceso ni el derecho de defensa. El incumplimiento del mismo no genera indefensión, podría hablarse de retraso, pero no afecta el derecho de defensa ni el debido proceso. Anular una sentencia por dictarse fuera del plazo sería denegatoria del acceso a la justicia, pues según la tesis del apelante, sería imposible pronunciar sentencia, esta no es la intención de disponer un plazo para emitirla, sino evitar la demora; además, que el Código Procesal Civil, no contempla algún plazo dentro del cual deba dictarse la sentencia, bajo pena de nulidad. Es por eso que al no haberse causado ninguna indefensión y no haberse violentado el procedimiento, no hay ninguna nulidad que declarar, por lo que la nulidad alegada debe rechazarse. 3. Explicación sobre las Partes de la Sentencia [Tribunal de Apelación Civil y Trabajo Alajuela]vi Voto de mayoría VIII. CASO EN CONCRETO: Revisados los autos, este Tribunal es del criterio que se debe anular la sentencia de primera instancia. Las resoluciones en general deben ser fundamentadas, claras, precisas, concretas y congruentes con lo solicitado; y en particular las sentencias deben resolver todos y cada uno de los puntos que hayan sido objeto de debate, no pueden conceder más de lo pedido, salvo disposición legal en contrario y no podrán comprender otras cuestiones que las demandadas; se exceptúan aquellas para las que la ley no exige iniciativa de parte [numerales 28.1 y 61.2 CPC]. La resolución emitida con ocasión de un anuncio de posible improponibilidad de la demanda con base en las causales enlistadas en el canon 35.5 del Código procedimental es una sentencia y como tal debe ajustarse a la congruencia necesaria con lo pretendido y discutido. Ahora bien el artículo 61.2 CPC enuncia que cada sentencia debe resolver todos y cada uno de los puntos que son objeto del debate, y se indica lo que debe contener cada parte de la misma. Es muy importante la estructura y contenido de las sentencias, las que conforme al numeral ya citado, se dictarán con varios apartados en la parte considerativa, el primero es la consignación de una síntesis de las pretensiones y excepciones deducidas, segundo la enunciación 14 clara, precisa y ordenada cronológicamente de los hechos probados y no probados de importancia para resolver, con indicación de los medios de prueba en que se apoya la conclusión y las razones que la amparan y los criterios de valoración empleados, para cuyo efecto deberá dejarse constancia del análisis de los distintos elementos probatorios evacuados, mediante una explicación detallada y exhaustiva de cada uno de ellos, finalmente el análisis de las razones de hecho, jurídicas, doctrinales y jurisprudenciales, sobre la procedencia o improcedencia de las proposiciones, lo cual se hará en párrafos separados, por temas, siendo requisito indispensable citar las normas jurídicas que sirven de base a las conclusiones sobre la procedencia o improcedencia de las pretensiones o excepciones propuestas. Dicho apartado, constituye el corazón del fallo, en donde se analiza la prueba idónea para llegar a la solución del conflicto, por ende, no bastaría con indicar los elementos de prueba, pues la ley procesal requiere su concreta valoración. En armonía con lo anterior, la fundamentación de la sentencia sobre los aspectos de fondo debatidos debe acompañar las afirmaciones que se esbocen, con las razones y premisas puntuales que las justifiquen. La materialización de las razones que condujeron a la persona juzgadora a adoptar una u otra decisión es lo que permite a las partes poder ejercer control sobre lo resuelto, mediante los mecanismos procesales concebidos para ello. De ahí que se establece expresamente la obligación de razonar con claridad las decisiones. En el presente asunto se dicta una sentencia anticipada por improponibilidad de la demanda, conforme el artículo 35.5 del Código Procesal Civil, pero no se incluye en el "Considerando" los hechos probados y no probados, estructura que es obligatoria conforme se indicó supra. Esos hechos probados y no probados deben guardar estrecha relación con los que se expusieron en la demanda y contestación. Al respecto, el Magistrado Jorge Olaso ha escrito: "...Por ser atinente a este tema, consideramos importante mencionar una explicación clara de la congruencia que debe existir entre los hechos de la demanda y la sentencia: Quizás el plano más cuestionable en la utilización de las funciones del lenguaje, dentro de la narración de los hechos, se produce en la dimensión prescriptiva y en la estimativa. Esto producto de que, en la elaboración técnica, tanto de la acción como en el dictado del fallo, se recurre a la mención de contextos normativos y jurisprudenciales, quizás con la idea de dar fundamentos de peso a la narración, pero a través de esto se pierde la idea esencial de la narrativa de los hechos. Las normas y los antecedentes de los tribunales escapan del contexto de la afirmación de hechos relativos al caso que buscan “convencer” al órgano jurisdiccional para el dictado de una decisión. Lo mismo sucede en el ejercicio de la función estimativa, pues en ella el litigante incurre en la construcción de conclusiones relativas a la forma en cómo deben ser apreciados los hechos y los eventos. En otras palabras, la introducción de valoraciones en torno a normas prescriptivas y juicios de valor en uno u otro sentido, no deberían integrarse en la construcción histórica de la acción o del fallo, sino que son 15 parte del fundamento jurídico técnico que el operador del derecho debe brindar para hilvanar los hechos y luego, subsumirlos, en el planteamiento normativo adecuado para el caso. Esta problemática la encuentra el juzgador al analizar los hechos planteados en la demanda, pues las partes introducen conclusiones dentro de éstos hechos, lo que deja de lado situaciones que tendrían una relevancia capital en uno u otro sentido. Esa omisión no puede ser subsanada por el juez, pues a pesar de que gracias a la prueba evacuada pueda inferir hechos esenciales para el dictado de la decisión, la incorporación de éstos no sería factible por violentar el principio de congruencia. Tal circunstancia se podría obviar bajo la perspectiva de cada uno de los sistemas procesales, lo que en el campo laboral se centraría en derivaciones del principio protector y el de la búsqueda de la verdad real, pero colocaría al empleador en un marco de desigualdad procesal, sobre todo cuando es el propio órgano jurisdiccional el que busca llenar los vacíos fácticos que la parte proponente no cumplió al interponer su acción. Una demanda mal elaborada generará una contestación defectuosa, pero sobre todo una infracción grave al principio de defensa que, a su vez tiene la parte empleadora, dado que en muchos casos resulta difícil defenderse no en cuanto a los hechos, sino a las conclusiones e interpretaciones dogmáticas o normativas o lo que es peor debatir citas jurisprudenciales incorporadas dentro de una mención de hechos “relevantes” del proceso. Esa práctica incorrecta en la narrativa fáctica imposibilita, en principio, la labor jurisdiccional que le ordena el párrafo tercero de la norma citada, pues en ella se dispone que una fundamentación “adecuada” se basa en establecer “las razones de hecho”, jurídicas, doctrinales y jurisprudenciales que lleven a la procedencia o improcedencia de las proposiciones..." (Olaso Álvarez, Jorge. "La argumentación en la sentencia: un análisis en torno al proyecto de reforma al Código de Trabajo". Existe una ausencia total de hechos en la sentencia cuestionada, sin apoyo de las conclusiones, de tal manera que se infringió el deber de fundamentación resguardado en el artículo 61.2 CPC que se realizará la enunciación, clara, precisa y ordenada cronológicamente de los hechos probados y no probados de importancia para la decisión. Lo anterior conduce necesariamente a la nulidad del fallo, pues no se cumple con los requisitos formales de la sentencia, existiendo incongruencia, y se estaría vulnerando el derecho de defensa de las partes, pues no conocen los hechos en los que se dicta la improponibilidad de la demanda. 4. Principio de Congruencia y el Contenido de la Sentencia [Tribunal Primero de Apelación Civil de San José]vii Voto de mayoría III. Como se logra colegir con meridiana claridad al analizar los agravios esgrimidos por el apelante y la resolución al recurso horizontal, la a quo no emitió pronunciamiento 16 sobre la totalidad los reproches esbozados por la actora. Aquella, se limitó a indicar: “En este caso y de acuerdo a los argumentos del recurrente, si bien la obligación que se pretende cobrar corresponde a honorarios por servicios profesionales y no por compras, el requisito de la firma de quien se obliga es igual para ambos casos, por ende, no procede el cobro de estos por vía monitoria dineraria.”. Sin embargo, ello no impide conocer acerca de la apelación interpuesta. El Código Procesal Civil en sus artículos 28.1 y 61.2 regula el principio de congruencia, bajo el cual, los jueces de la República, que sus resoluciones deben ser, claras, precisas y, resolver todos y cada uno de los pedimentos que hagan las partes en el proceso.?Debido a ello la revocatoria debe ser resuelta con un razonamiento adecuado y, en algunos casos, ante esa incongruencia, la solución no puede ser otra más que la invalidez del acto. Empero, debe entenderse, siempre, que la norma adjetiva no es un fin en sí misma, busca dar aplicación al derecho sustantivo sin trabas ni prácticas dilatorias, pensándose en todo momento, que la interpretación de aquella debe hacerse a favor de la acción, debiendo, quienes administren justicia, abstenerse de determinadas prácticas, aplicaciones e interpretaciones de la normativa procesal que impidan el derecho a la tutela judicial y efectiva, así como, a que los justiciables, acudan a la administración de justicia en resguardo de sus derechos; artículos 41 de la Constitución Política, 5 y 8 de la Ley Orgánica del Poder Judicial y, 2.2, 2.4, 2.5, 3.3, 4.1, 5.1 y 5.2 del Código Procesal Civil (CPC). En el presente asunto, quien recurre hizo una argumentación jurídica bajo una serie de agravios que no fueron ligeramente abordados por la a quo, la que no realizó mayor motivación en su rechazo, siendo su fundamentación genérica, sin embargo, esto no quiere decir que se violente el debido proceso y el derecho de defensa pues, la resolución puedo haber sido aclarada o adicionada de oficio o por rogación de las mismas partes; ordinales 2.2, 3.3 y 58.3 del CPC. La parte recurrente tuvo la oportunidad de solicitar la adición del auto que admitió el recurso vertical, pretendiendo conociera sus agravios por la vía horizontal, sin embargo, no lo hizo así, mostrando tácitamente su conformidad con la preterición; no puede haber indefensión si la parte teniendo la oportunidad de solicitar la rectificación del vicio no hace valer ese derecho, por lo que, en este estadio se debe sumar el instituto de la preclusión -canon 2.9 del Código Adjetivo Civil- convalidándose y teniéndose por subsanado el acto por no haberse “reclamado la reparación del vicio en la primera oportunidad hábil”; guarismo 31.1 CPC. 17 5. Falta de Requisitos de la Sentencia que Inciden en las Partes de la Fallo Judicial [Tribunal Segundo de Apelación Civil de San José]viii Voto de mayoría IV. Analizando el fallo venido en alzada, considera quien firma, que no queda otro camino que anular la sentencia dictada, ante la existencia de vicios que la hacen insalvable, sin que pueda conocerse los agravios planteados por la parte apelante según de seguido se expone. El artículo 61.2 del Código Procesal Civil, constituye una excepción al principio de libertad de formas preceptuado en el numeral 24.1 de ese mismo cuerpo de leyes, por lo que la sentencia debe reunir los requisitos formales básicos, pero además de llevar un orden lógico y estructurado de los enunciados que debe contener, deben ser claros, precisos y congruentes, tal y como lo dispone el artículo 28.1 del mismo Código. En esa misma línea, este Tribunal en su Sección Primera, en resolución 302-2000 del 28 de julio del año 2000, refiriéndose al derogado artículo 155 Ley 7130, disposición que hoy consigna el articulo 61.2 Ley 9342 sostiene: “…las partes deben tener la certeza de cuáles son los hechos que se tienen por acreditados a fin de examinar el íter lógico que siga el juzgador en la valoración de las pruebas, lo que también es de gran importancia a los efectos de establecer los límites de la cosa juzgada. En este orden de ideas, el tratadista español Leonardo Prieto-Castro y Ferrandiz, expone que la "sentencia, cuando haya de recaer después de un proceso agotado, constituye la culminación o conclusión del juicio o silogismo jurídico, que comienza con la demanda. El trabajo del Juez en presencia de un proceso acabado es condensar y resumir todos sus elementos (construyendo la motivación de la sentencia) y sentar la conclusión jurídica a que los mismos conducen (en la parte dispositiva)... IV.Ahora bien, ese mandato, de fijar con claridad los hechos, de valorar toda la prueba recibida, y de ser preciso en la parte dispositiva, siendo requisitos formales y esenciales de toda sentencia, tienen como sanción la nulidad, que es declarable aún de oficio, conforme a los artículos 194 y 197 ibídem...” (sic). V. En razón de lo expuesto y siendo que la sentencia recurrida es desordenada, incoherente y contradictoria, lo que denota en la persona juzgadora falta de revisión concienzuda de la forma básica, tiene como consecuencia su anulación por los siguientes motivos: En cuanto a los hechos probados y no probados: La construcción judicial de los hechos se desarrolla bajo un marco de reglas procesales, que tienden a garantizar el correcto desarrollo de los análisis del contradictorio entre demanda y defensa, para evitar abusos y limitar el arbitrio de las personas juzgadoras y su tendencia en acoger verdades subjetivas o incompletas. El artículo 61.2 inciso 2) del Código Procesal Civil, establece que los hechos que el tribunal tenga por probados o no probados deben ser concretos, claros, precisos y ordenados, citando los elementos de prueba que los 18 sustenten; indicando donde se puede consultar esa prueba; así mismo deben ir acompañados de los criterios de apreciación de esos elementos. Esto quiere decir, que los hechos se deben redactar con toda precisión, claridad y la valoración subjetiva con base en las razones de hecho y de derecho que asisten. Los mismos deben contener las circunstancias de modo, tiempo y lugar que sean jurídicamente relevantes y que tengan capacidad para producir efectos jurídicos, lo que significa que deben conducir a demostrar las pretensiones o las excepciones de las partes, por lo que se requiere que dichos hechos sean la base para el análisis de las cuestiones debatidas por las partes y que sirvan de sustento al juez para lograr dirimir el conflicto. Sin embargo, en la resolución de análisis, se observa que el apartado correspondiente a los hechos demostrados e indemostrados, incumplen con lo indicado anteriormente. Las aseveraciones que se indican en el hecho identificado con la letra A) sostienen ser el resultado de la copia del convenio en el que se suscribe " una opción obligatoria de venta sobre la finca del partido de San José con matrícula registral 458247-000" (Sic), sin embargo, al revisar el folio 14 del expediente físico, no se determina que el objeto del negocio jurídico sea la finca como tal, como lo da a entender el hecho probado. En el hecho acreditado, identificado con la letra B), se tiene como cierta la participación del señor demandado Víctor Mora Méndez en la conformación del “adendum de la opción obligatoria de venta”, sin embargo en el considerando de análisis concluye el juzgador que no es posible vincular al citado señor como parte en dicho contrato, señala: “La manifestación puede ser hecha de palabra, por escrito o por hechos de que necesariamente se deduzca", en el caso de la voluntad del señor Víctor Manuel Mora Méndez no esta claramente manifestado y no se probaron actos que dieran a entender posteriormente que dicha voluntad aceptado el acuerdo tácitamente, lo anterior pues de una lectura del adendum en primera instancia no se determina como parte del mismo al demandado, únicamente se indica como partes contratantes a Manuel Arley Corrales actuando en su condición de apoderado generalísimo sin límite de suma de Gabina Corrales Peraza en su calidad de dueña registral del inmueble y Ronald Alberto Ulloa Hernández en su calidad de comprador...”. lo cual deviene en una contradicción. El hecho probado correspondiente a la letra C), lejos de tener por cierto un hecho o un evento narra un punto que se considera indemostrado a criterio de la juzgadora. El hecho D), tiene por acreditada la existencia de un único pago, realizado por el actor al licenciado Álvaro Rodrigo Mora Salazar de cien mil colones, sin embargo, por resolución de las trece horas treinta y un minutos del veinte de febrero del dos mil diecinueve, la misma juzgadora, solicita al actor aportar los recibos de “compra” que están en su poder y que se ofrecieron como prueba, los cuales además de que ya constaban en autos, consideró la jueza que le resultan indispensables para el fallo de este asunto, así lo hace ver en resolución de las catorce horas cuarenta y tres minutos del quince de marzo de dos mil diecinueve, sin embargo, en la sentencia tiene por acreditada la existencia solo de uno de los treinta y cinco recibos que solicitó, y no realizó análisis alguno respecto al resto de los recibos que en 19 su momento determinó como indispensables. El siguiente hecho probado, fue identificado con la letra H), y al igual que el tercer hecho, narra una situación indemostrada, desconoce un plano de la propiedad que rola a folio 24 del expediente físico, por no estar catastrado; no obstante, al revisar dicho folio, tales aseveraciones resultan incorrectas, además se procede en el mismo apartado, a resolver el rechazo de prueba. Los hechos indemostrados no fueron analizados en relación con la prueba recabada en la audiencia oral. En definitiva, la construcción de los hechos probados y no probados que realizó el a quo, no responden a una adecuada técnica, la redacción no permite comprender el significado de cada una de las premisas enlistadas, ya que son referencia a los hechos de la demanda sin que conste una especificación clara y concreta de cada hecho especifico entre todo lo apuntado en la demanda. Lo expuesto anteriormente, apenas es una pequeña muestra de los problemas de forma que presenta el apartado de los hechos probados y no probados de la sentencia analizada, los cuales además de no seguir un orden cronológico, tampoco siguen una secuencia en su descripción, se incurre en contradicciones, o bien, no mantienen relevancia con el objeto del proceso, todo lo anterior en clara violación de lo dispuesto en el numeral 61.2 del Código citado, por lo que amerita la nulidad de la sentencia impugnada. VI. Contradicciones en la parte considerativa sustantiva: La juzgadora indica que el documento base en el cual se debe centrar el análisis del litigio, lo es el adendum a la opción de compra, documento que resulta ser accesorio o dependiente de un contrato anterior que se tituló opción obligatoria de compra venta, documento que ofrecido y aportado como prueba por la parte actora. Documento de importancia y relevancia que no fue objeto de análisis, ni siquiera fue citado al realizar el análisis por el fondo del conflicto, siendo este, el cual le da origen al adendum. Como tampoco fue objeto de análisis en este apartado de la sentencia, la prueba documental que requirió bajo el título de indispensable y la totalidad de las declaraciones testimoniales que constan en la grabación de la audiencia oral, ni para sustentar el criterio con el que resuelve o para desvirtuar su relevancia. Evidenciándose contracciones entre los hechos que se pueden entender como probados con lo analizado en el considerando 4). VII. En cuanto a las excepciones: La parte demandada opuso las excepciones de falta de derecho, falta de legitimación activa y pasiva, y citó la expresión sine actione agipte, todo esto visible a folio 64 del expediente principal físico, sin embargo, no existe resolución al respecto, no se refirió la jueza a ninguna de ellas, aspecto adicional que lleva a la necesidad de anular la sentencia impugnada. VIII. En síntesis, se denota una falta de análisis intelectivo, dando como consecuencia una incorrecta construcción de los hechos, falta de análisis del objeto del proceso, que lo llevaron a incurrir en contradicciones, no realizó un análisis de toda la prueba aportada tal y como se apuntó. El fallo impugnado violenta además el numeral 41.5 del mismo cuerpo legal, dado que esa norma dispone que los jueces deben apreciar los 20 medios de prueba aportados al proceso, en conjunto, de acuerdo con las reglas de la sana crítica, lo que obliga al juzgador a referirse a todo el material probatorio allegado al expediente, fundamentando adecuadamente por qué razón le da tal o cual valor o el motivo por qué no lo toma en cuenta, estudio que no se refleja en el veredicto impugnado. Por lo expuesto, no queda más remedio que anular el fallo recurrido, a fin de que el juzgador de instancia analice toda la prueba que consta en el expediente, de acuerdo con las reglas de valoración probatoria vigentes en la materia, debido a que no es posible a esta autoridad emitir un nuevo fallo realizando el análisis y la valoración correspondiente en esta instancia, pues de hacerlo se conculcaría el artículo 42 de la Constitución Política, que tutela el principio de la doble instancia. 6. Sentencia: Concepto, Partes, Requisitos, Importancia en el Proceso Jurisdiccional y la Normativa Civil [Sala Primera]ix Voto de mayoría II. Único: acusa contradicción grave en la fundamentación, así como falta de motivación normativa [preceptos 61.2.2 y 61.2.3 del Código Procesal Civil (CPC)]. La sentencia, señala, tiene profundas contradicciones, lo cual quebranta la normativa procesal en cuanto a que el fallo debe estar correctamente fundamentado. Manifiesta, es deber de las personas juzgadoras establecer los hechos demostrados e indemostrados de conformidad con la prueba, criterios de apreciación, análisis de las cuestiones debatidas, defensas, motivación jurídica y demás elementos que brinden certeza sobre el porqué se resolvió como se hizo. Las resoluciones, agrega, han de resultar congruentes en lo referido a las valoraciones realizadas, los razonamientos y la decisión tomada. Expone, la Sala Constitucional ha resuelto, la falta de una correcta fundamentación es un vicio grosero que lesiona el debido proceso y el derecho de defensa. Estima, las contradicciones existentes en la sentencia recurrida le provocan indefensión a su representada al tiempo que le da un trato desigual. Explica, eso es así dado que el Tribunal no mencionó ninguna norma, jurisprudencia ni doctrina, con lo cual actuó como si se tratara de un “Tribunal de Equidad”. De ahí, alega, decidió equiparar lo pactado en el “Contrato de Compraventa” con una obligación para su representada con la parte actora. El Despacho, arguye, sin ingresar al examen de norma alguna, determina que las manifestaciones contenidas en dicho documento privado, no suscrito por la demandante, le confirió un crédito a su favor y en su contra. Expresa, la liberación de responsabilidad a Papagayo LLC, se equiparó a una “obligación contractual” favorable a la accionante. Reprocha, las personas juzgadoras no analizaron, el documento de folios 2 al 23, no fue suscrito por la actora, sin embargo, reprocharon “no se podían variar las condiciones en el adendum”. Ello ya que consideraron constituía un “nuevo cambio unilateral en las condiciones” que no 21 podían “afectar al señor Heck”. En su opinión, eso denota una indebida valoración de la prueba, porque no se variaron las condiciones, por lo cual la fundamentación es contradictoria. Apunta, si bien tanto el contrato de compraventa como el adendum se hicieron con las formalidades requeridas, incluyendo la identidad de las partes interesadas, solo se le proporcionó carácter vinculante a favor del accionante. Increpa, el Tribunal además de confundir figuras, le concedió un trato desigual, puesto que considera al contrato de venta óptimo para hacer nacer obligaciones, aunque el demandante no compareció por lo que cual no externó su consentimiento, así resulta ser un tercero respecto a tal relación contractual, quien no puede aprovecharse de la pactado allí (cardinal 1025 del CC). No obstante, contradiciendo su motivación dispone, el adendum no resulta oponible al actor dado que no lo rubricó. Recalca, las personas juzgadoras al analizar un mismo tema en el considerando IX se contradicen gravemente, ya que, sin citar ninguna norma, califican y argumentan en forma disímil sobre dos documentos emitidos cumpliendo las formalidades y requisitos formales y sustantivos. El simple hecho, afirma, de no sustentar su decisión en normativa alguna constituye un yerro procesal que le provoca indefensión a su representada. Recrimina, los vicios son tan profundos que conllevaron se condenara a Arena Blanca, sin la motivación requerida, porque de haberse basado en el ordenamiento jurídico debió disponer que el actor es un tercero respecto a la relación contractual privada donde participó la citada empresa. Insiste, se desconocen los argumentos jurídicos que sirvieron de fundamento al Tribunal para resolver como lo hizo. En consecuencia, objeta, se concedió al demandante una suma que no le correspondía, ya que no se consolidó la condición suspensiva incluida en el, acuerdo entre Arena Blanca y Papagayo LLC; por el contrario, indica, la motivación se contradice en lo tocante a dos acuerdos similares, pues, les brinda efectos distintos. III. De conformidad con lo dispuesto en el canon 61.2 del CPC, las sentencias deben tener un contenido mínimo, -encabezamiento, partes considerativa y dispositiva-, estar debidamente motivadas fáctica (61.2.2) y jurídicamente (61.1.3). Además, dicho cuerpo normativo en el artículo 61.2, regula: “Las sentencias deben resolver todos y cada uno de los puntos que hayan sido objeto de debate, no pueden conceder más de lo pedido, salvo disposición legal en contrario y no podrán comprender otras cuestiones que las demandadas; se exceptúan aquellas para las que la ley no exige iniciativa de parte”. En dicha inteligencia este Órgano decisor estima, la motivación forma parte del debido proceso, de modo que las personas juzgadoras deben dejar constancia en su fallo del examen efectuado de los aspectos de hecho y normativos que formaron parte de lo discutido. Además, con sustento en ello, externar los razonamientos por los cuales tomaron una determinada decisión en contra de otra. Por ende, constituye en desarrollar los motivos que posibiliten vislumbrar lo decidido. Así, compone un elemento formal el cual posee una doble finalidad. La primera, un instrumento dirigido a disminuir la arbitrariedad, en tanto habilita el control de la imparcialidad del órgano 22 jurisdiccional. La segunda, en cuanto permite a los contendientes combatir los argumentos de la sentencia que estimen sin sustento o errados. De acuerdo con lo expresado, la falta de motivación del fallo acaece cuando los motivos por los cuales el Tribunal arribó a lo decidido no están plasmados en lo resuelto, o su desarrollo es contradictorio o confuso al grado que no permita conocer con claridad las razones que condujeron a lo dispositivo del fallo. De conformidad con lo expuesto, la motivación resulta en suma importante, pues no solo es obligatoria, de consuno con lo dispuesto en el artículo 61.2 del CPC, y también forma parte de la cual no puede prescindirse en el estado de derecho. Así, esta Sala considera, la sentencia fundamentada, no es más que producto de la justicia en democracia, sea, con sustento en el ordenamiento jurídico, así como en resoluciones objetivas y diáfanas, que sean transparentes en lo tocante a lo fallado, que resulten convincentes a las partes, de modo que proporcione suficientes razones al disconforme, para que pueda atacarlo de forma efectiva ante el superior. Consecuencia de lo anterior, la causal de casación se origina cuando la motivación de la sentencia no existe, o su concreción resulta imprecisa o contradictoria, de manera que imposibilite conocer claramente los motivos que condujeron a resolver como se hizo en el dispositivo del fallo, dado que quebrantaría el debido proceso. Por ende, de lo que se trata es de que lo resuelto posea sustento fáctico y normativo. IV. En dicha dirección de pensamiento, este Órgano decisor de modo reiterado ha dispuesto, con el propósito de entrar al conocimiento del recurso de casación, que debe estar debidamente fundamentado, en tanto que así lo regula el CPC en el precepto 65.5 donde enumera las disposiciones generales que debe cumplir todo medio de impugnación, -entre los que se encuentra el recurso de casación-. En dicho sentido, los cardinales 69.4.2 y 69.5.5 ibid, norman sobre el requisito de citar las estipulaciones quebrantadas o indebidamente aplicadas, y el rechazo de plano cuando no se desarrollen diáfana y precisamente las conculcaciones aducidas. De ahí, ha de contar, según lo preceptúan los cánones de cita, con la motivación de hecho y jurídica del caso. En cuanto a lo último, en tanto despliegue su inconformidad en lo concerniente a la omisión, actuación o incorrecta exégesis de alguna norma que conforme el bloque de juridicidad, entre los que se incluyen los principios de rango constitucional. Igualmente, la que se produce de forma indirecta, una vez que varían las situaciones fácticas del fallo impugnado. Por consiguiente, la motivación estipulada normativamente, refiere a la argumentación técnico-jurídica donde se citan cánones, o reglas normativas concatenadas entre sí y afines de modo razonado en una doble perspectiva, a saber, con los razonamientos de la impugnación, así como con el fallo combatido. En tanto se mencionen normas jurídicas, -o al menos una de ellas-, que concierna y se vincule de forma diáfana con la sentencia atacada y lo argüido en el recurso, existe motivación jurídica. De acuerdo con lo dispuesto en el cardinal 65.5 de cita, es indispensable que el recurso cuente con un sustento jurídico mínimo, de forma 23 que se expliquen las razones en los cuales se fundamenta, atacando los razonamientos normativos del fallo impugnado e indicando alguna norma que le sirva de base. Consecuentemente, si la impugnación obvia esa relación técnico-normativa a la que se alude, o la que efectúa, resulta impertinente o desligada al caso de modo manifiesto e indudable, entonces adolece de motivación jurídica. V. De lo expresado en el considerando precedente se colige, el control que realiza esta Cámara respecto al fallo combatido es de legalidad. En consecuencia, constata que la normativa correspondiente haya sido aplicada de manera acertada. Así, quien impugna debe señalar diáfana y puntualmente, cuál es el precepto de fondo que en su opinión resulta vulnerado (cardinal 69.4.2). Además, por otro lado, el artículo 61.2 del CPC, le impone al juzgador motivar de forma debida su decisión, -fáctica y normativamente como se expresó supra-. Dicha omisión, conduce a la conculcación de los principios constitucionales de tutela judicial efectiva, debido proceso, seguridad jurídica y derecho de defensa. Lo anterior, debido a que las partes contendientes no conocerían, en lo de interés, cuál es el sustento jurídico de lo resuelto. Ello, es claro, obstaculiza o impide, también, el combate de la sentencia ante esta Sala. Además, esta Cámara se encontraría imposibilitada de realizar la tarea de contralor de legalidad, pues no conocería cuál fue la base jurídica utilizada como sustento de lo fallado. Esto es impropio, máxime en los asuntos donde existe duda sobre cuál fue el fundamento. La parte casacionista en el primero de los reproches procesales, entre otras cosas acusa falta de motivación. Ha de hacerse notar, en la especie, que el Tribunal al establecer la responsabilidad de Inversiones Arena Blanca VXR S.A. se limita a expresar que ésta, se encontraba obligada a cancelar al actor un 6% por concepto de servicios profesionales, dado que se obligó a ello en el “Contrato de Compraventa” suscrito con Papagayo LLC S.A, propiamente en la cláusula H del Considerando Tercero, donde se estipuló: “…El vendedor será el único responsable por gastos… sean honorarios a corredores, honorarios a profesionales y/o honorarios por consultorías de los montos recibidos por parte del Vendedor al momento del Cierre. El Vendedor pagará por consultoría el 6% del Precio de Compraventa a Raymond Heck de los montos recibidos… así el Vendedor autoriza al Custodio de la cuenta en plica a retener todos los fondos al Cierre y distribuir los fondos directamente…”. De igual forma, expresó: “… Aún cuando se tiene claro que el actor no figura como parte en ninguna de las contrataciones, ello no obsta para que las manifestaciones de Arena Blanca puedan entenderse como un reconocimiento expreso de una obligación previamente adquirida… Nótese que en ningún momento Arena Blanca ha cuestionado su compromiso. Ahora bien aunque la redacción de la cláusula (H) es ambigua y podría dar lugar a interpretar, como ahora lo hace la demandada, que el actor tenía derecho a sus honorarios solo si se producía el cierre del negocio, una lectura detenida permite establecer que se le reconoció un seis por ciento sobre la totalidad de los dineros recibidos por concento del precio de la venta, sin sujeción a condición alguna. El cierre del negocio es el momento establecido 24 para realizar la liquidación y cancelación de los honorarios del señor Heck, no una condición para la procedencia del pago.. surge la necesidad de dejar claro, en el apartado 2. Del Addendum al Contrato de Venta, que el MILLÓN DE DÓLARES obtenidos adicionalmente por la ampliación del plazo para el cierre del negocio, quedaba fuera del seis por ciento estipulado a favor del actor. Por otra parte, se introduce en ese mismo apartado una modificación a lo inicialmente reconocido en la cláusula (H) del Contrato de Venta, cuando se sujeta el pago de los honorarios, ahora sí, al cierre del negocio. Sin embargo, este cambio en las condiciones, unilateralmente decidido por Arenas Blancas, no tendría por qué afectar al accionante, salvo que se demostrara que el actor acepto las nuevas condiciones impuestas, carga de la prueba que le incumbía a Arenas Blancas. Del análisis de la secuencia de correos que aporta el actor, en ningún momento reconoce o acepta que su derecho a honorarios dependa del cierre del negocio. Por el contrario, todos los correos o la gran mayoría, tienen por objeto el reclamo de lo que considera se le adeuda, ante lo cual, si bien no hay un reconocimiento expreso por parte de los representantes de Arena Blanca, tampoco existe un rechazo, por lo que ha de entenderse su silencio como una aceptación tácita…”. Lo reproducido, fue decidido por las personas juzgadoras sin sustentarse en ninguna norma. Tampoco apuntan, cuál tipo de responsabilidad es la aplicable en el caso de análisis, ni cita regulación alguna como fundamento. Además, omite apuntar cuál regulación imponía a la demandada la carga de la prueba, así como la razón jurídica por la cual, lo referido a la condición requerida para el pago de los emolumentos en el “Contrato de Compraventa”, no afecta o se deja de aplicar al accionante. VI. Ha de insistirse, la falta de motivación se produce cuando se dejan de desarrollar los fundamentos de hecho y jurídicos con sustento en los cuales se arriba a la resolución del caso propuesto y debatido en vía jurisdiccional. Este Órgano decisor estima, que la sentencia constituye un acto procesal mediante el cual se arriba a la resolución final de la divergencia propuesta y debatida ante los tribunales jurisdiccionales, determinando la procedencia o no de lo pretendido, así como de las defensas opuestas. Dicho pronunciamiento habrá de exponer las razones fundadas por las que declara procedentes o improcedentes lo peticionado por las partes, mediante el examen y desenlace de los aspectos de hecho primordiales y motivos jurídicos donde se subsumen. En dicha inteligencia, han de comprender los componentes que se deducen de los elementos de convicción admitidos y practicados, al igual que los aceptados, sea de manera tácita o expresa, las cuales enmarcara en el ordenamiento jurídico, con los efectos que este les concede. Por consiguiente, se requiere de la exposición concreta de los fundamentos de orden fáctico y jurídico, sostén de lo resuelto. De ahí, dicha acción motivadora se constituye en el postulado sustancial del fallo. Como consecuencia de lo anterior, se tiene, que, en la parte considerativa de la sentencia entre otros elementos, deberá examinar los aspectos de fondo expuestos, 25 las excepciones opuestas, así como pronunciamiento sobre las resultas económicas del caso (artículo 61.2.3 del CPC). En consecuencia, es en dicho apartado donde se expone la fundamentación, tanto fáctica como normativa. Por su lado, en la parte dispositiva se resuelve en cuanto a si se acoge o rechaza lo pretendido, excepciones y costas, entre otros, debiendo ser un reflejo de lo desarrollado en los considerandos. Se recalca, la motivación por ser el presupuesto sustancial del fallo, resulta un presupuesto ineludible, en virtud de lo cual en los preceptos 61.1.3, 61.2, 61.2.2, 61.2.3 ibid, la estipulan como requisito y el cardinal 69.5.5 dispone su falta constituye una razón autónoma de casación. Por ende, es in dudable, su falencia implica un menoscabo al derecho de defensa de las partes. VII. En otro orden de ideas, en lo tocante a la falta de motivación jurídica, resulta indudable, que anular un fallo constituye la última solución procesal, en el caso que sea necesaria su anulación con el propósito de sustituirlo por otro que resulte de conformidad con el derecho. Su efecto, debe conducir a que se subsane el yerro procesal en la fase adjetiva donde acaeció. Se insiste, constituye el remedio último y extraordinario, limitado a los casos cuando se produjo indefensión o se dejó de lado cualquiera de los pedidos realizados por los litigantes, en este último supuesto, mediante la anulación parcial y devolución al órgano jurisdiccional de origen para el fallo correspondiente. En la especie, según lo adujo la representación de la parte recurrente en el cargo adjetivo, y se constata en la reproducción realizada en el considerando V, el Tribunal no citó ninguna disposición a fin de fundamentar lo resuelto. Se constata, que el mismo dispuso que Arena Blanca debe pagar al actor los honorarios profesionales pero, omite mencionar las regulaciones en que fundamenta su dicho. Igualmente, deja de señalar cuál tipo de responsabilidad es la aplicable en el subexamine, y las disposiciones que resultan actuables. Asimismo, por lo propuesto y debatido en el proceso, se dificulta establecer de modo preciso, cuáles son las normas actuadas para resolver como lo hizo el Tribunal. Tampoco pueden determinarse los motivos por los cuáles el derecho citado y explicado por la parte accionada no resultan de aplicación al caso de análisis. Ello, según se apuntó, es claro, pone en indefensión a los contendientes, dado que al no conocer cuál fue la base normativa de lo fallado, impide combatirla de modo debido ante este Órgano decisor. De ahí, es indudable se conculcan los principios constitucionales de tutela judicial efectiva, debido proceso, seguridad jurídica y derecho de defensa. Obsérvese, el impugnante en sus agravios se arriesga a indicar diversas estipulaciones como infringidas, a saber, 20 de la CP, 627, 632, 1007, 1008, 1025, 1026 del CC y 411 del CCo. Sin embargo, lo que se dispusiera sobre el particular conformaría una simple suposición, pues, no se conoce la base normativa que utilizó el Tribunal al fallar como lo hizo. 26 ADVERTENCIA: El Centro de Información Jurídica en Línea (CIJUL en Línea) está inscrito en la Universidad de Costa Rica como un proyecto de acción social, cuya actividad es de extensión docente y en esta línea de trabajo responde a las consultas que hacen sus usuarios elaborando informes de investigación que son recopilaciones de información jurisprudencial, normativa y doctrinal, cuyas citas bibliográficas se encuentran al final de cada documento. Los textos transcritos son responsabilidad de sus autores y no necesariamente reflejan el pensamiento del Centro. 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Publicada en: Gaceta No 68 del 08/04/2016, Alcance: 54. ii LÓPEZ GONZÁLEZ, Jorge Alberto. (2017). Curso de Derecho Procesal Civil Costarricense: Según el Nuevo Código. Tomo I. Parte General. 1a Edición, Editorial EDiNexo. San José, Costa Rica. Pp. 396-400. iii ARTAVIA BARRANTES, Sergio y PICADO VARGAS, Carlos. (2017). Comentarios al Nuevo Código Procesal Civil. Tomo III (Artículos 77 al 109). 2a Edición, Editorial Jurídica Faro. San José, Costa Rica. Pp. 540-542. iv SALA PRIMERA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA. Sentencia 358 de las diez horas veintiséis minutos del nueve de marzo de dos mil veintitrés. Expediente: 18-000134-0388-CI. v TRIBUNAL DE APELACIÓN CIVIL Y DE TRABAJO DE LA ZONA SUR, PÉREZ ZELEDÓN. Sentencia 4 de las ocho horas cincuenta y cuatro minutos del veintitrés de enero de dos mil veintitrés. Expediente: 21-000099-0422-CI. vi TRIBUNAL DE APELACIÓN CIVIL Y TRABAJO DE ALAJUELA. Sentencia 1137 de las ocho horas cuarenta y seis minutos del veinte de diciembre de dos mil veintidós. Expediente: 20-0003301157-CJ. 27 vii TRIBUNAL PRIMERO DE APELACION CIVIL DE SAN JOSE. Sentencia 1604 de las dieciséis horas diecisiete minutos del treinta de noviembre de dos mil veintidós. Expediente: 21-009780-1170CJ. viii TRIBUNAL SEGUNDO DE APELACIÓN CIVIL SECCIÓN SEGUNDA DE SAN JOSÉ. Sentencia 391 de las siete horas cuarenta y dos minutos del diecisiete de junio de dos mil veintidós. Expediente: 18-000022-1698-CI. ix SALA PRIMERA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA. Sentencia 2243 de las diez horas trece minutos del dieciséis de diciembre de dos mil veintiuno. Expediente: 12-000033-0386-CI. 28