La regulación emocional es aquella capacidad que nos permite gestionar nuestro propio estado emocional de forma adecuada. Supone tomar conciencia de la relación entre emoción, cognición y comportamiento. Es la reacción motora y emocional a uno o varios estímulos o situaciones desencadenantes donde el/la estudiante, por la intensidad de la reacción no comprende su estado emocional ni logra expresar sus emociones o sensaciones de una manera adaptativa, esta dificultad está por sobre lo esperado para su ciclo evolutivo, donde los niños, niñas y adolescentes (de aquí en adelante NNA) no son capaces de autorregularse por el nivel de descontrol. La desregulación emocional se puede reflejar en un amplio espectro de conductas, dependiendo de la etapa del ciclo vital, que puede ir desde un llanto intenso difícil de contener hasta conductas de agresión hacia sí mismo y/u otras personas. Cuando hemos intentado un manejo general sin resultado positivo, pero no se ve un riesgo para el/la estudiante o terceras personas Cuando hay ausencia de controles inhibitorios cognitivos y se ve un riesgo para el/la estudiante o terceras personas Cuando se observa un descontrol y un riesgo inminente para el/la estudiante o terceras personas DEC sin antecedentes previos Responsables y plazos DEC reiterados sin diagnóstico y/o tratamiento Acciones previas de los agentes educativos DEC reiterados con diagnóstico y tratamiento Acciones de reparación y seguimiento Elevar el tono de voz. Rechazar la emoción que exprese el/la estudiante o buscar que la cambie de inmediato. Intentar dar explicaciones extensas. Interpretar la desregulación sólo como una mala conducta. Emitir juicios de valor (mala conducta, pataleta, es un llamado de atención) Recuerda que cada estudiante es único y puede necesitar un enfoque personalizado para manejar su crisis. “Protocolo de respuesta individual ante situaciones desafiantes”