El aprendizaje y la enseñanza por “Competencias” para la formación integral. La educación integral de los alumnos, requiere una forma particular de llevarse a cabo, ya que no se trata de una sumatoria de procesos en las distintas dimensiones del ser, sino de la actualización de las capacidades en forma unitaria, como un todo. Es el ser integral quien responde frente a los desafíos de la realidad y del conocimiento. Esta formación integral supera el modelo disciplinar o de asignaturas más o menos globales que se espera se integren en el sujeto y le permitan actuar. No se trata de trabajar contenidos desde distintas áreas, sino trabajar contenidos que incorporen toda las áreas y las dimensiones. El contexto histórico actual demanda también una forma de educar que trascienda el esquema de transmisión y acumulación de conocimientos fundamentalmente del saber conceptual, para poder aplicar esos conocimientos frente a los requerimientos de la realidad concreta al tiempo que se desarrollan actitudes colaborativas y con conciencia social. Surge entonces la necesidad de educar en el desarrollo de competencias. El tema de las competencias, puede pensarse como antiguo y como novedad. Siempre se buscó que la escuela “prepare para la vida”… “para desarrollarse en el futuro…” “que la vida entre en la escuela…la escuela productora de cultura…” , lo que suponía una aplicación de lo que se aprendía en la vida profesional, laboral y social, personal. Los precursores de la Nueva escuela, a principios de siglo (Dewey, Montessori , Decroly, Freinet), proponían el desarrollo e habilidades para la vida. Desde esta perspectiva, desarrollar competencias es algo que se planteó desde siempre. ¿Dónde está la novedad entonces? Varias consideraciones: 1- Estas capacidades suponen una síntesis personal, una habilidad para integrar conocimientos de diferente índole. Si la escuela enseñaba en forma aislada los conocimientos, en compartimentos estancos, las oportunidades de hacer esa síntesis dependían de la capacidad personal del alumno. Muchos lo lograban; muchos no. Si pensamos la escuela como posibilidad de inclusión, de real acceso a la educación de todos, hay que facilitar a los alumnos la posibilidad de hacer sus propias síntesis y enseñarles a hacerlas. Ayudar al alumno a desplegar, a actualizar sus capacidades, sus dones, es función de la escuela cuando educa más que instruir. 2- El mundo del s XXI requiere desarrollar capacidades que ponen en acto a la persona en su integralidad. No basta con saber conocimientos conceptuales: hay que saber hacer y saber hacer con otros; hay que saber comunicar, ser creativos, saber reconocer los problemas, plantearlos y resolverlos. La escuela sienta bases desde el inicio en este sentido. 3- Nuestra educación ignaciana, centrada en un humanismo cristiano y de valores evangélicos, implica formar personas competentes, compasivas, comprometidas con su tiempo, es decir, que puedan actuar eficazmente en el mundo que les toca vivir, a partir de valores para y con los demás. “No el mucho saber satisface el alma sino el gustar de las cosas internamente…” La educación, el saber, integra al hombre en todas sus dimensiones: intelectiva, afectiva, volitiva, cultural…y es desde la respuesta profunda, que atraviesa todo el ser en todas sus dimensiones como el hombre se renueva y puede, junto a los otros, modificar su tiempo y su historia. Discernir es en sí misma una competencia; discernir para elegir y actuar es una competencia más compleja que involucra al hombre encarnado e inserto en el mundo. Contexto en el que se plantean El término surge del ámbito empresarial en los años 70 ; designa el “saber hacer una tarea concreta en forma eficiente”, en relación a la producción, gestión, y desarrollo profesional empresarial. Se extendió al ámbito educativo en la década del 80, y en nuestro país en los 90, junto con el paradigma estratégico situacional, los criterios de eficiencia, eficacia, producto y proceso, y las demandas del mundo productivo por el uso de tecnologías, medios de comunicación, etc. En los umbrales del s XXI, y ya frente a los desafíos y nuevas necesidades educativas en relación a las nuevas tecnologías y la irrupción de las TICS en el mundo, frente a los continuos y cada vez más rápidos cambios en las maneras de pensar, en la generación de información, en los requerimientos sociales, las organizaciones internacionales relacionadas con la educación acordaron algunas orientaciones básicas para tener en cuenta. Uno de estos principios para la educación los sienta el Informe Delors, que plantea cuatro pilares fundamentales en torno a los cuales deben organizarse los procesos educativos: Informe Delors (1999) Cuatro pilares para la educación: • Saber conocer • Saber hacer • Saber ser • Saber convivir No es suficiente saber teorías y argumentarlas, sino que es necesario poder operar en la realidad con ellos, poder resolver los problemas que la realidad plantea, poder dar respuestas creativas, poder vivir en democracia y con conciencia ciudadana del mundo. Estos pilares sentaron las bases de la educación por competencias. ¿Qué son las competencias? Competencias - Ámbito empresarial Dimensión estructural Dimensión semántica ¿Qué es? ¿Para qué? ¿De qué manera? ¿Dónde? Por medio de Que causa un En el Aquello rendimiento trabajo superior Persona Presencia de adecuada Mc Leary características para realizar 2005 o ausencia de tareas incapacidades específicas Para llevar a cabo una Capacidades, Capacidad actividad OIT 2004 Exitosamente conocimientos y efectiva laboral actitudes plenamente identificada Sobre lo Conocimientos, Discutir, Diccionario que cualidades, Habilidad consultar, Larousse concierne capacidades y decidir al trabajo actitudes Respecto a Permite el Engloba las los niveles INEM Ejercicio de desempeño capacidades y un Eficazmente requeridos 1995 capacidades de una conjunto de en el ocupación comportamientos empleo Conocimientos La Dentro de conceptuales, identificación Tremblay Acción un grupo procedimientos Capacidad de tareas1994 eficaz de organizados en problemas y situaciones esquemas de su resolución operaciones Acciones que combinan varios Movilización conocimientos de recursos (redes de Le Boterf que solo son información, 2000 pertinentes redes de en una relación, saber situación hacer). Esquema operativo transferible a una Mc Clelland familia de situaciones En relación a la formación profesional, destacan las características que deben tener las personas “competentes” para el desarrollo profesional. Analizando estas definiciones del ámbito empresarial y profesional, podemos concluir que: - Las competencias tienen como finalidad la realización de tareas eficaces o excelentes. - Se especifican en una ocupación o desempeño profesional concreto - Suponen la actualización de conocimientos, habilidades y actitudes. Sin embargo, en el área educativa el término tiene una significación más profunda, pues tienden explícitamente a la formación integral incluyendo todas las dimensiones del hombre. Competencias – Ámbito Educativo Dimensión estructural Dimensión semántica ¿Qué es? ¿Para qué? ¿De qué manera? ¿Dónde? Para enfrentarse Con En un Curriculum Capacidad a tareas garantías de contexto simples o éxito determinado complejas Generalitat Catalunya 2004 Monereo Dominio 2005 Para resolver problemas diversos de la vida real Resolución de problemas Para Movilizando afrontar a conciencia Re eficazmente y manera Perrenoud Aptitud una familia rápida, 2001 de pertinente y situaciones creativa análogas En determinado ámbito o escenario de la actividad humana Por medio de Operación (una acción mental) sobre un objeto (conocimiento) para el logro de un fin determinado Conocimientos, habilidades y actitudes de carácter transversal Amplio repertorio de estrategias Múltiples recursos cognitivos: saberes, capacidades, micro competencias, informaciones, valores, actitudes, esquemas de percepción, de evaluación y de razonamiento Supone combinación de habilidades prácticas, conocimientos, Responder motivación, a demandas valores éticos, De forma Capacidad complejas y actitudes OCDE adecuada y de llevar a emociones y eficaz cabo tareas otros diversas componentes sociales y de comportamientos que se movilizan para una acción eficaz. Hacer Conocimientos, frente a habilidades, Conjunto demandas Individual o En actitudes, DE SE CO complejo peculiares grupalmente contextos valores, en cada emociones y situación motivaciones En síntesis: Competencia es: - Capacidad o habilidad - De efectuar tareas o hacer frente a situaciones diversas (participar activamente, cumplir exigencias complejas, realizar acciones, resolver problemas, etc) - De forma eficaz (conseguir mejores resultados, exitosa, eficaz, creativa, pertinente) - En un contexto determinado - Movilizando actitudes, habilidades y conocimientos (destrezas, conocimientos, capacidades, actitudes, valores éticos, afectos, emociones, deseos, interacción social, operaciones mentales complejas, esquemas de pensamiento, estrategias personales, aprendizajes, etc). - Al mismo tiempo y en forma interrelacionada. SABER SER, SABER CONOCER, SABER HACER, SABER CONVIVIR. Especificidad y alcances del término desde distintos paradigmas El término competencia en su origen estuvo relacionado al paradigma conductista, de tradición anglo – sajona; se aplica en educación en la década del 90 para establecer estándares evaluativos que garanticen competencias formativas de capital humano y profesional adecuado a la competitividad de la economía global. Esta acepción resulta reductiva y atomizada, reducida a la yuxtaposición de habilidades cognitiva pequeñas (al más puro estilo condicionamiento de conductas). En este punto se asemeja al paradigma técnico – conductista de los años 70, formulado en términos de objetivos operacionales, direccionales, conductas observables. La diferencia es que competencia no es objetivo que se logra en una actividad específica; involucra a toda la persona y no es evaluable en el mismo sentido del objetivo. Con la segunda revolución cognitiva, y el florecimiento del cognitivismo (que incorpora al constructivismo y tiene su máximo exponente en Ausubel), se incorporan los procesos y mecanismos mentales que participan en el aprendizaje (comprensión, memoria, atención, motivación disposición personal, etc). Competencia no es contenido procedimental; aunque lo incluya, lo trasciende porque es integral, e incluye a todos los demás contenidos. La OCDE, para la elaboración del concepto de competencia, tiene una perspectiva más abierta, integrada, holística y relacional, incluyendo los aportes de los estudios socio – culturales y constructivistas sobre el aprendizaje, afirmando que “los individuos emiten juicios, revisan, reflexionan y cambian el comportamiento al reconstruir constantemente su conocimiento útil y relevante, cuando interactúan con otras personas y objetos en los contextos complejos de la interacción social.” Las habilidades individuales son construcciones sociales que reflejan las prácticas culturales que dominan los contextos y las situaciones de la vida. Las competencias se forman en la interacción social. Tipos de competencias Se pueden clasificar en tres grandes grupos: Competencias básicas , Competencias específicas y Competencias transversales. Las básicas o fundamentales son aquellas necesarias para la vida en sociedad de cualquier ciudadano y para el desarrollo de la vida cotidiana; las transversales son aquellas que necesitan todos los individuos para el desarrollo de su vida cotidiana y las específicas aquellas que se requieren para una formación profesional /laboral o de desempeño particular. Características de las competencias fundamentales - Carácter holístico e integrado: conocimientos, capacidades, actitudes, valores y emociones no pueden entenderse de forma separada. La persona es una unidad, en la que el todo es más que la suma de las partes. Es el hombre en su totalidad el que responde competentemente desde su ser/hacer/saber en una situación. Por esto, la competencia integra la persona total, y resulta efectivamente una acción integral. 2- Carácter contextual: Las competencias se concretan y desarrollan vinculadas a contextos de acción. Momento de CONTEXTO DEL PPI Las competencias se desarrollan y actualizan en contextos de aprendizaje concretos; se trata de un APRENDIZAJE SITUADO, en un tiempo y espacio, en una cultura, es decir, en un contexto socio – cultural. Las interacciones del sujeto con el medio conforman redes simbólicas que las personas deben incorporar para ir logrando autonomía. Estas redes simbólicas (códigos, significaciones, gestos símbolos), van evolucionando y cambiando, y los sujetos deben poder modificarse e ir cambiando con ellas, para adecuarse creativamente. Resulta entonces, que las competencias de interpretación e intervención en la cultura, no solo dependen del individuo, sino también de la riqueza cultural del contexto. La escuela tiene frente a esto una función ineludible: cuanto más rico sea el contexto de aprendizaje, más competentes serán los alumnos para comprender y actuar en el mundo; cuanto más amplio sea el mundo cultural mejor preparados para actuar en él y modificarlo, estarán nuestros alumnos. El aprendizaje es entonces, un proceso de enculturación; frente a la multiplicidad de información y frente a la multiculturalidad, la escuela formará en competencias que permitan seleccionar, organizar, comparar, discernir y fortalecer identidad cultural. 3- Dimensión ética: las competencias se nutren de actitudes, valores y compromisos que los sujetos van adoptando a lo largo de toda la vida. Momento de EXPERIENCIA desde el PPI El involucramiento afectivo del individuo mueve su deseo de proyectarse en la acción. Las competencias se forman en contextos concretos, con necesidades que movilizan al alumno y ayudan a desarrollar actitudes de búsqueda para el logro del fin. Entre el pensamiento y la acción, median los deseos y los afectos, que hacen tender a la persona a realizar una acción, median las experiencias, los valores, las motivaciones, las intenciones. El enfoque de competencias obliga a actualizar los planteos teleológicos y los valores puestos en juego para la puesta en práctica de las competencias. Antes de hacer, PIENSO Y SIENTO, y desde allí DECIDO qué hacer. Todas estas disposiciones y los valores, se conectan con la dimensión social, trascendiendo lo individual. Llevarán entonces a asumir un compromiso consciente con uno mismo y con el grupo social, dando a la competencia un ámbito social en el que se actualiza. Lograr desarrollar las actitudes y disposiciones es un desafío muy importante en la educación de ciudadanos comprometidos. 4- Carácter creativo de la transferencia: la transferencia debe comprenderse como un proceso de adaptación creativa a cada contexto. REFLEXIÓN desde el PPI Las competencias se pueden transferir de un ámbito a otro luego de un análisis reflexivo del contexto y de sus propias capacidades (habilidades metacognitivas). Transferir una competencia significa usarla /aplicarla en un contexto distinto al que se la aprendió; implica adaptación y re – contextualización del problema con actitud creativa de resolución. Las competencias se aplican re- creándolas, no repitiéndolas automáticamente. Supone una reflexión sobre la adecuación, una re-valorización de lo que se sabe y se puede hacer (un conocerse metacognitivamente). Esto, ciertamente para algunos autores no es posible, pues sostienen que lo que se aprende en un dominio no puede trasladarse a otro. Otros autores sostienen que sí… 5- Carácter reflexivo: las competencias básicas suponen un proceso permanente de reflexión para armonizar las intenciones con las posibilidades de cada contexto. REFLEXIÓN desde PPI 6- Carácter evolutivo: las competencias se desarrollan, perfeccionan, amplían o se deterioran y restringen a lo largo de la vida. Para De Se Co (Definición y Selección de Competencias, de OCDE), las competencias fundamentales o básicas son: - - Utilizar herramientas de forma interactiva y eficaz (lenguajes, conocimientos, tecnologías, códigos, etc) como modo de interrelacionarse con el mundo y conocerlo. Funcionar en grupos sociales heterogéneos (poder integrarse a vivir en la multiculturalidad, con el diferente, con el otro) Actuar de forma autónoma (lograr identidad y libertad en las elecciones y decisiones, lograr autogobierno con compromiso y responsabilidad; desarrollar un proyecto de vida propio y personal). Otras competencias a desarrollar en la escuela: Comprensión lectora, resolución de problemas, habilidades para trabajar en equipo, aprendizaje colaborativo, habilidades metacognitivas, habilidades intelectuales, habilidades comunicativas. Propuestas didácticas para el trabajo por competencias Las propuestas didácticas suponen metodologías activas de acción. Fundamentalmente consisten en utilización de Métodos para la acción práctica en distintos contextos (Estudio de casos, resolución de problemas, construcción de problemas o problematización, método de proyectos) Métodos de participación social (foros, debates, mesas redondas, etc) Métodos para el entrenamiento y desarrollo de habilidades operativas (habilidades comunicativas, habilidades en el manejo de información, mediación de conflictos, etc) La aplicación de estos métodos, y la formación de estrategias didácticas incluirán siempre contenidos de los campos del saber, del hacer y del ser, no como yuxtaposición, sino en una dinámica de enriquecimiento de unos y otros. Las competencias se desarrollan en contextos reales de aprendizaje; deben tener una aplicación práctica y real de resolución de problema/ asunto y se aprenden en equipo, en un contexto social. Es muy importante considerar que, si bien el acento está puesto en la competencia, los contenidos siguen teniendo el peso que tenían en la enseñanza tradicional, sólo que ahora no son objetivo de la educación. Aprender no es saber muchos conocimientos intelectuales, sino ser competentes en su uso. Los contenidos ahora serán de los campos de saber, del hacer y del ser. Justamente por eso, debe hacerse una fina selección de los contenidos que se trabajarán. Los contenidos deben ser de calidad, jerarquizados, actuales pero con peso epistemológico. Cuanto mejores contenidos seleccionemos, mejores competencias se formarán. Los contenidos dan sustento a las competencias. No se puede saber hacer si no hay algo para hacer; no se puede aprender a pensar y reflexionar si no es sobre contenidos importantes; si no se tienen conocimientos conceptuales sobre ello y si no se tienen actitudes y valores éticos. Los contenidos son fundamentales para el desarrollo de competencias, y deben plantearse desde el magis ignaciano. Es importante tener criterios de selección y secuenciación de contenidos que tengan sentido, que generen conflicto cognitivo, que tengan significatividad epistémica, psicológica y social, que se anclen en conocimientos previos y se puedan relacionar con diferentes ámbitos. Algunas consideraciones La escisión entre teoría y práctica, entre formación académica y mundo laboral, hace que la educación que se ofrece desde un planteo tradicional de escuela fracase, no de respuesta a las necesidades, no retenga a los alumnos. La escuela enciclopédica y memorista, del saber intelectual (que forma para una educación universitaria también enciclopédica), debe dar cabida a una educación para poder hacer, debe incorporar el saber hacer en relación a los problemas laborales y de la vida cotidiana y ciudadana, y el saber ser, desarrollando intencionalmente actitudes de convivencia respetuosa, y de valores éticos. La escuela hoy ya no tiene sólo una función transmisora de cultura y propedéutica (de preparación para la universidad); se le suma una función de formación integral (de todas las dimensiones y aspectos de la persona de los alumnos, incluidas las capacidades laborales) y la función orientadora (ayudando al alumno a desarrollar sus talentos, capacidades) A partir de 2003, la mayoría de los países de OCDE y la Unión Europea han comenzado a reformular el currículo escolar en torno al controvertido, complejo y poderoso concepto de COMPETENCIAS. Convertir el desarrollo de competencias personales en el eje vertebrador del currículo escolar implica modificaciones sustantivas en todos los componentes de la escuela actual, o incluso, en la misma concepción del escenario escolar, obviamente en el diseño y desarrollo del currículo en todas sus etapas, la organización del tiempo y el espacio, las relaciones sociales y la función de todos los agentes implicados. Vertebrar el currículo en el desarrollo de competencias, implica pensar otra escuela, en otro sistema escolar. La tentación puede ser decir: no podemos nada; lo temerario es decir hagámoslo ya y no hay más que pensar… Tal vez puedan ir encontrándose ámbitos en los que se puedan ir planteando algunas competencias y se pueda organizar curricularmente el proyecto pedagógico desde las competencias Es muy importante tener en cuenta los planteos antropológico y teleológico en que se sustentan los proyectos pedagógicos de nuestras escuelas, es decir : hay que tener en claro de qué hablamos cuando decimos formación integral, a qué hombre y con qué principios nos referimos y cuáles son los fines educativos que se persiguen. Este saber hacer, conocer y ser, deben fundarse en principios antropológicos y teleológicos claros, para no caer en un funcionalismo vacío de sentido. Las competencias en sí no son fines de la educación; tal vez el hombre educado pueda caracterizarse en parte por las competencias que adquiere, pero no son ellas el sentido: son sólo medios, instrumentos, no fines. Lo importante es la formación integral, la perspectiva de unidad de la persona en comunión con otras personas. Nuestro planteo de Pedagogía Ignaciana nos da una herramienta insuperable para el desarrollo de una competencia que mi juicio es fundamental para la vida: el discernimiento ignaciano para la acción y la contemplación en la acción. Desde este discernimiento, encarnado en las propuestas didácticas, es lo que tratamos de ir incorporando desde hace tiempo. BIBLIOGRAFIA Zabala Vidiella, Antoni; 11 Ideas claves para el aprendizaje y la enseñanza por competencias; Ed. Graó; 2007 Perez Gómez, Ángel; La naturaleza de las competencias básicas y sus aplicaciones pedagógicas; en Cuadernos de Educación; Consejería de Educación, Gobierno de Cantabria; 2009 Davini, Cristina; Métodos de Enseñanza ; Ed. Santillana; 2010 Red Educacional Ignaciana; Orientaciones y estrategias para un diseño curricular que promueva la formación integral ; 2011 Hilda Di Fabio ; Comprensión lectora y pensamiento crítico; Ed. Ciafic; 1998.