Derecho Administrativo I – Cátedra Dr. Alberto Biglieri Capítulo II. Organización de la Administración Pública Unidad Nº 4 COMPETENCIA CONCEPTO Y PRINCIPIOS: La Competencia es la esfera de atribuciones de los entes y órganos, determinada por el derecho objetivo o el ordenamiento jurídico positivo. Es decir, el conjunto de facultades y obligaciones que un órgano puede y debe ejercer legítimamente. La competencia de los órganos administrativos es el conjunto de atribuciones que, en forma expresa o razonablemente implícita, confieren la Constitución Nacional, la Constitución Provincial, los tratados, las leyes y los reglamentos. La Competencia es irrenunciable e improrrogable. Debe ser ejercida directa y exclusivamente por el órgano que la tiene atribuida como propia, salvo los casos de delegación, sustitución o avocación previstos por las disposiciones normativas pertinentes. La competencia condiciona la validez del acto, pero no su condición propia de acto estatal o no estatal; es decir, puede haber actos estatales cumplidos con incompetencia. La competencia del acto administrativo reúne los siguientes principios: a) Expresa: porque debe emanar de la Constitución Nacional, Constitución Provincial, tratados, leyes y reglamentos. b) Improrrogable o indelegable: porque hállase establecida en interés público y surge de una norma estatal, no de la voluntad de los administrados, ni del órgano-institución, ni del órgano-individuo. El órgano-institución no puede disponer de ella, sino que debe limitarse a su ejercicio, en los términos que la norma respectiva establezca. c) Irrenunciable: es decir indeclinable. Gordillo: La competencia es el conjunto de funciones que un agente puede legítimamente ejercer; el concepto de competencia da así la medida de las actividades que de acuerdo al ordenamiento jurídico corresponden a cada órgano administrativo: es su aptitud legal de obrar y por ello se ha podido decir que incluso formaría parte esencial e integrante del propio concepto de órgano. Mientras que en el derecho privado la capacidad es la regla, y por lo tanto se presume en tanto una norma expresa no venga a anegarla, en derecho público la competencia de los órganos no se presume y debe estar otorgada en forma expresa o razonablemente implícita por una norma jurídica para que pueda reputársela legalmente existente. CLASES: en razón de la materia, territorio, tiempo y grado. a) Por la materia: Se refiere a las actividades o tareas que legítimamente puede desempeñar el órgano. Según el carácter de la actividad, la materia puede ser: deliberativa, ejecutiva, consultiva y de control. Impera también el principio de la especialidad, de particular aplicación a los entes administrativos. b) Por el territorio: Comprende el ámbito espacial en el cual es legítimo el ejercicio de la función. Se vincula a las divisiones o circunscripciones administrativas del territorio del Estado, dentro de las cuales los órganos administrativos deben ejercer sus atribuciones. También se denomina horizontal. c) Por el tiempo: Comprende el ámbito temporal en que es legítimo el ejercicio de la función. La competencia es por lo común permanente, en cuanto el órgano puede ejercer en cualquier tiempo las atribuciones que le han sido conferidas. Pero en ciertos casos el órgano puede ejercer la atribución sólo por un lapso determinado. Se dice entonces, que la competencia es temporaria. d) Por el grado: La organización administrativa se integra verticalmente. Culmina en un órgano supremo, al que se subordinan los órganos de rango inferior. El grado es la posición o situación que ocupa el órgano dentro de la pirámide jerárquica. El inferior en grado está subordinado al superior. TRANSFERENCIA: Las competencias administrativas o su ejercicio se transfieren mediante: delegación; avocación; sustitución; subrogación y suplencia. a) Delegación: Todo órgano puede transferir el ejercicio de sus competencias propias a sus inferiores jerárquicos, salvo norma legal o reglamentaria en contrario. La delegación debe ser expresa y contener, en el mismo acto, una clara y concreta enunciación de las tareas, facultades y deberes que comprende la transferencia de competencia. El acto de delegación tendrá eficacia jurídica desde su publicación en el Boletín Oficial cuando se trate de delegación general y desde su notificación si es particular. El delegado es responsable por el ejercicio de la competencia transferida frente al ente público y a los administrados. Sus actos son impugnables, ante el mismo órgano y ante el delegante. El delegante puede, en cualquier tiempo, revocar total o parcialmente la delegación, debiendo disponer expresamente en el mismo acto si reasume el ejercicio de las atribuciones delegadas o las transfiere a otro órgano, sin perjuicio de la facultad de avocarse al conocimiento y decisión de un asunto concreto. La revocación de la delegación surte efectos desde su notificación o publicación, según haya sido la delegación particular o general, respectivamente. Son indelegables: las atribuciones constitucionalmente conferidas al órgano en razón de la división de poderes, por ejemplo, la de dictar reglamentos que establezcan obligaciones para los administrados, y las atribuciones ya delegadas. b) Avocación: El órgano superior puede asumir el ejercicio de las competencias propias de sus órganos inferiores jerárquicos, avocándose al conocimiento y decisión de cualquier cuestión concreta, salvo norma leal o reglamentaria en contrario. El delegante puede también avocarse al conocimiento y decisión de cualquier asunto concreto que corresponda al delegado en virtud de la delegación general. La avocación produce efectos desde su notificación. c) Sustitución: El superior común a dos órganos puede disponer la transferencia de la competencia de uno a otro en procedimientos concretos, cuando las necesidades del servicio lo hagan conveniente, salvo que norma legal o reglamentaria lo prohíba. El acto de sustitución produce efectos desde su notificación. La sustitución sólo procede cuando se permite la transferencia de competencia por avocación y delegación. d) Subrogación: En caso de excusación o recusación, la competencia se transfiere del órgano excusado o recusado al subrogante previsto por el ordenamiento jurídico. A falta de previsión, deberá ser designado por el superior jerárquico del órgano subrogado. e) Suplencia: Las ausencias temporales o definitivas de agentes públicos deben ser cubiertas por el suplente previsto por el ordenamiento jurídico. A falta de previsión normativa asume la competencia el superior jerárquico inmediato o agente público que éste designe. El suplente sustituye al titular para todo efecto legal, y ejerce las competencias del órgano con la plenitud de facultades y deberes que ellas contienen. Gordillo: solamente contempla la delegación y la avocación Ley 19.549 -ARTICULO 3°). La competencia de los órganos administrativos será la que resulte, según los casos, de la Constitución Nacional, de las leyes y de los reglamentos dictados en su consecuencia. Su ejercicio constituye una obligación de la autoridad o del órgano correspondiente y es improrrogable, a menos que la delegación o sustitución estuvieren expresamente autorizadas; la avocación será procedente a menos que una norma expresa disponga lo contrario. CONFLICTOS: Cuando las normas que rigen la competencia son interpretadas en forma distinta por los eventuales encargados de aplicarlas, puede darse el caso de dos órganos que se consideren igualmente competentes o incompetentes para intervenir. Esta oposición de criterios determina el conflicto, cuestión o contienda de competencia. Si dos o más órganos se consideran competentes, se dice que existe un conflicto positivo; si ninguno se considera competente se habla de conflicto negativo. Salvo los casos en que los conflictos de competencia están sujetos a decisión del tribunal superior de justicia (ej. Entre provincias o de éstas con la Nación), los mismos serán resueltos: - Por el Poder Ejecutivo, si fueran interministeriales. Por el Jefe de Gabinete, si fueran entre órganos centralizados y entidades descentralizadas o entre éstas. - - Por el ministro respectivo, si se plantearan entre órganos dependientes del mismo Ministerio. Por el órgano inmediato superior común, en los demás casos. En los conflictos de competencia hay que observar las siguientes reglas: · Declarada la incompetencia, se remiten las actuaciones a quien se estime competente, y si este órgano las rehúsa, deberá someterlas a la autoridad habilitada para resolver el conflicto. · Cuando dos órganos se encuentran entendiendo en el mismo asunto, cualquiera de ellos, de oficio o a petición de parte, requerirá la inhibición al otro; si éste mantiene su competencia, elevará, sin más trámite, las actuaciones a quien deba resolver. · Los conflictos de competencia se resolverán sin otra sustanciación que el dictamen jurídico del órgano consultivo correspondiente y, si fuera necesario, el dictamen técnico que el caso requiera. · Resuelto el conflicto, las actuaciones serán remitidas a quien haya de continuar el procedimiento. Ley 19.549 - ARTICULO 4°). El Poder Ejecutivo resolverá las cuestiones de competencia que se susciten entre los ministros y las que se planteen entre autoridades, organismos o entes autárquicos que desarrollen su actividad en sede de diferentes ministerios. Los titulares de éstos resolverán las que se planteen entre autoridades, organismos o entes autárquicos que actúen en la esfera de sus respectivos departamentos de Estado. ARTICULO 5°). Cuando un órgano, de oficio o a petición de parte, se declare incompetente, remitirá las actuaciones al que reputare competente; si éste, a su vez, las rehusare, deberá someterlas a la autoridad habilitada para resolver el conflicto. Si dos órganos se considerasen competentes, el último que hubiere conocido en el caso someterá la cuestión, de oficio o a petición de parte, a la autoridad que debe resolverla. La decisión final de las cuestiones de competencia se tomará en ambos casos, sin otra sustanciación que el dictamen del servicio jurídico correspondiente y si fuere de absoluta necesidad, con el dictamen técnico que el caso requiera. Los plazos previstos en este articulo para la remisión de actuaciones serán de n días y para producir dictámenes y dictar resoluciones serán de 5 días. FORMAS DE ORGANIZACIÓN ADMINISTRATIVA El Estado, en su carácter de persona jurídica, actúa a través de órganos y entes para cumplir sus funciones específicas. Por ello, para el cumplimiento de las funciones administrativas, asume distintas formas de organización: centralización, descentralización y desconcentración. CONCEPTO: Entendemos por organización administrativa el conjunto de normas jurídicas que regulan la competencia, relaciones jerárquicas, situación jurídica, formas de actuación y control de los órganos y entes en ejercicio de la función administrativa. La Centralización o descentralización políticas tienen por objeto la organización del Estado, es decir su constitución orgánica, pero no determinan necesariamente la centralización o descentralización administrativa, toda vez que hay Estados políticamente centralizados con un régimen de descentralización administrativa y viceversa, o ambos concurrentemente. La República Argentina ha adoptado como forma de organización política la representativa republicana federal (art. 1º C.N.) Esta declaración implica que: a) el ejercicio de la soberanía le corresponde al gobierno federal; b) en virtud de tal facultad las provincias delegan a través de la Constitución, determinados poderes al gobierno federal, los que se definen expresamente (así por ej. Los arts. 75,99 y 116 determinan las atribuciones del Congreso, del Poder Ejecutivo y del Poder Judicial, respectivamente; y el art. 1226 prohíbe a las provincias el ejercicio de los poderes que han delegado); c) las provincias conservan todo el poder no delegado por la Constitución al gobierno federal (art. 121); estos poderes, reservados y exclusivos de las provincias, no se enumeran en la Constitución. PRINCIPIOS JURIDICOS: Los principios jurídicos esenciales en todo sistema de organización administrativa son la competencia y la jerarquía. COMPETENCIA: es el conjunto de atribuciones, facultades y deberes que ejercen en forma obligatoria los órganos estatales. Son los “propios” que hacen a la esencia, inescindible e inseparable, de los poderes, como requisito de existencia, otorgados por la Constitución (arts. 75, 99 y 116), los tratados, la ley o los reglamentos. JERARQUIA: Es el vínculo piramidal de la interrelación que guardan los órganos administrativos, en relación de subordinación, coordinación y supraordinación. La Administración se organiza piramidalmente por vía de diferentes líneas que conducen a un mismo centro. Las líneas jerárquicas son la sucesión de distintos órganos de Administración unidos por la identidad de la materia, pero diferenciados por la competencia que tienen en esa materia. En razón de esa diferente competencia ocupan un grado jerárquico. El grado jerárquico es la situación o posición de cada órgano en una línea jerárquica. CENTRALIZACIÓN ADMINISTRATIVA: Centralización importa reunir varias materias en un centro común, e implica necesariamente dependencia de un poder central. Los órganos que integran la Administración guardan entre sí una relación piramidal: convergen hacia una autoridad con quien se enlazan los demás órganos del sistema. Los órganos no están dotados de personalidad jurídica propia, e independiente de la personalidad jurídica estatal. Por el contrario, esos órganos se agrupan respecto de otros, se enlazan y unifican para la acción en situación de dependencia y subordinación, manteniendo entre sí una estricta relación jerárquica con diversos grados y niveles, pero siempre respetando las instrucciones y directivas es el ministerio. DESCENTRALIZACIÓN ADMINISTRATIVA: Tiene lugar cuando el ordenamiento jurídico confiere atribuciones administrativas o competencias públicas en forma regular y permanente a entidades dotadas de personalidad jurídicas, que actúan en nombre y por cuenta propios, bajo el control del Poder Ejecutivo. Por ejemplo, entes autárquicos, Banco nación y Universidades Nacionales. Las entidades descentralizadas deben ser creadas o autorizadas por ley cuando tienen participación estatal y están sujetas al control jerárquico institucional, que constitucionalmente recae en la órbita del Poder Ejecutivo, a través del jefe de gabinete (art. 100, inc. 1, CN). También pueden ser creadas por decreto. DESCONCENTRACIÓN: Hay desconcentración cuando la ley confiere regular y permanentemente atribuciones a órganos inferiores dentro de la misma organización de una entidad pública. La procuración del tesoro define la desconcentración como la atribución regular y permanente de determinadas competencias, que no implica dotar de personalidad jurídica ni patrimonio propio a un organismo subordinado de la Administración centralizada. El órgano desconcentrado carece de personalidad jurídica y patrimonio propios y está jerárquicamente subordinado a las autoridades superiores del organismo. Por ejemplo: organismos recaudadores, fuerzas de seguridad, entes que cumplen con la función administrativa de policía. diferencias entre desconcentración, descentralización y delegación: La desconcentración, a diferencia de la descentralización, tiene lugar entre órganos de un mismo ente. Se diferencian ambas figuras, además, en lo concerniente al vínculo que une al órgano con el Poder Ejecutivo. En la desconcentralización se denomina control administrativo, o poder jerárquico institucional, que otorga limitados poderes de control y de dirección sobre el ente personalizado y que son sólo facultades de supervisión. A su vez, la delegación se diferencia de la desconcentración y descentralización en los siguientes aspectos: La descentralización y la desconcentración tienen su origen e la ley o el decreto, según los casos; mientras que la delegación se origina en un acto administrativos fundado en ley. En la descentralización y en la desconcentración hay una atribución de competencias al inferior. En la delegación hay sólo una transferencia total o parcial del ejercicio de la competencia, que sigue perteneciendo al superior. Por lo tanto, éste puede retomar su ejercicio para ejercerlo por sí o transferirlo a otro órgano, supuesto que es inadmisible en la desconcentración y descentralización. BIBLIOGRAFÍA: “Derecho Administrativo” Roberto Dormí “Tratado de derecho Administrativo” Dr. Agustín Gordillo “Ley 19.549” de Procedimientos Administrativos. Dra. Mariela Montero Derecho Administrativo I Cátedra Dr. Alberto Biglieri