Discurso del Coordinador Residente y Humanitario en ocasión del lanzamiento del Informe Global sobre Desarrollo Humano 2014, “Trabajo al Servicio del Desarrollo Humano” 14 diciembre 2015 Buenos días a todas y a todos y gracias por acompañarnos. Hoy, a nivel mundial, se lanza el nuevo informe de desarrollo humano que, este año, se enfoca en la relación entre el trabajo y el desarrollo humano. Estoy acompañado por Arnaud Peral, director del PNUD en Colombia y Olga Lucía Acosta, Asesora Regional de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Ellos les hablarán en más detalle sobre los resultados principales del informe, con un particular enfoque en las brechas de género en el mundo laboral. Lo que yo quisiera hacer es rápidamente destacar algunos mensajes que son particularmente relevantes para Colombia, especialmente dada la encrucijada actual en la que se encuentra el país. El mensaje principal del informe es que, a nivel mundial, el trabajo equitativo y decente es fundamental para consolidar los avances hechos en términos de desarrollo humano en los últimos 25 años. A En ese periodo de tiempo, globalmente, 2.000 millones de personas han salido del nivel de desarrollo humano más bajo tal y como definido por la medición del Índice de Desarrollo Humano. Sin embargo, la vulnerabilidad y la desigualdad ponen en riesgo los avances alcanzados. Las personas que han salido de la pobreza son vulnerables a recaer en ella si no tienen un trabajo decente que las proteja. Un trabajo decente que impida que, si ellos o sus hijos tienen un accidente, si ellos o sus hijos se enferman, si la fábrica donde trabajan se incendia o sus comercios sean afectados por una sequía o inundación, esto los condene a regresar a la pobreza. La relación entre el trabajo y el desarrollo humano es particularmente relevante para Colombia. El Índice de Desarrollo Humano – o IDH -­‐ de Colombia para el 2014 es de 0,720. El IDH toma en cuenta muchos factores pero los principales son ingresos per cápita, años de escolaridad y expectativa de vida. Con un IDH de 0.72, Colombia ocupa el puesto 97 entre 188 países. Los países con el IDH más alto – Noruega, Australia, Dinamarca, Canadá – tienen un IDH de 0,9. Los países con un IDH más bajo – Burkina Faso, Chad Burundi – tienen un IDH de 0.4. B Las variaciones en la región de Sudamérica van de Honduras con 0,606 a Argentina con 0,837. Entre 1980 y 2014 el IDH de Colombia aumentó por 30%. Al mismo tiempo, su posición en relación con otros países no ha variado mucho. Sigue posicionado en la mitad de los países del mundo, con un incremento de tres puestos en los últimos 5 años. Aunque en los últimos 30 años Colombia ha avanzado en términos de su desarrollo humano, no lo ha hecho a un ritmo mayor al de otros países con características similares. Hizo importantes avances desde 1980. Por ejemplo, la expectativa de vida se ha prolongado por 9 años. Los años de escolaridad han aumentado en 5 años. El PIB per cápita se ha casi doblado. Entonces Colombia ha avanzado. Pero no a la velocidad que le tocaba. Colombia no ha progresado de forma correspondiente a sus capacidades y potencial. Aunque las razones por ello son varias y complejas, el conflicto armado y la desigualdad son factores importantes. Las realidades del mundo laboral también son un factor. En los últimos cinco años Colombia logró disminuir su tasa de desempleo por 6 puntos porcentuales. Sin embargo, a pesar de este gran avance, según estadísticas de la CEPAL, el C país sigue teniendo una de las tasas de desempleo más altas de la región. Solo Barbados y Jamaica le superan. Un factor aún más preocupante es la informalidad. Según cifras oficiales, casi la mitad de la población ocupada en Colombia trabaja en la informalidad. En ciertas zonas del país -­‐ en Norte de Santander por ejemplo -­‐ esta cifra llega al 75%. Trabajos informales son, más veces que menos, trabajos vulnerables. Limitan el acceso a la seguridad social. Limitan el acceso a servicios financieros. Limitan el acceso a la recreación y a otros servicios que tienen un impacto positivo sobre el desarrollo humano. La desigualdad de género es otro obstáculo que limita el potencial de Colombia. Esto es algo sobre lo cual mis colegas hablarán algo más. Sin embargo, sorprende que un país en el cual las mujeres son más educadas, estas sean sub-­‐representadas en el sector laboral. Por cada 8 mujeres con estudios superiores en Colombia hay 7 hombres que han alcanzado el mismo nivel educativo. No obstante, la tasa de desempleo entre las mujeres (11,6%) es casi el doble que entre los hombres (6,6%). La tasa de informalidad 10 puntos porcentuales más elevada. D Colombia está desaprovechando personal capacitado de muy alta calidad. Los jóvenes – el futuro de todo país -­‐ son otro sector desproporcionadamente afectado por el desempleo. Casi el 11% de los hombres jóvenes (14 a 28 años) se encuentra sin empleo. Esta tasa llega al 21% entre las mujeres jóvenes del país. El informe que hoy lanzamos a nivel global contiene varias recomendaciones de políticas públicas para promover un trabajo más inclusivo, especialmente para sectores como las mujeres y los jóvenes. Estas recomendaciones reconocen el impacto de la revolución digital y de la globalización en el mundo del empleo. Transformaciones que han traído nuevas oportunidades pero también nuevos riesgos. A pesar de las nuevas oportunidades, cada vez más empleos se están volviendo vulnerables. Esperamos que las recomendaciones de este informe sean útiles para Colombia. En particular, esperamos que sean útiles en un momento en el cual Colombia se prepara para un nuevo capítulo en su desarrollo. Un capitulo sin precedentes en su historia. Y con esto quisiera terminar. El fin del conflicto armado colombiano en sí permitirá grandes transformaciones en el sector laboral. Permitiendo que muchos colombianos y colombianas alcancen su pleno potencial. E Para apreciar el impacto nefasto que tiene el conflicto armado sobre el bienestar de los trabajadores de Colombia, recordemos que la tasa de desempleo entre la población víctima del país es, en promedio, tres veces más alta que el desempleo en general. La tasa de pobreza entre esta población es casi tres veces más alta que la nacional. La tasa de pobreza extrema cuatro veces más alta. El conflicto armado y la violencia también ayudan a entender por qué ciertas regiones y ciudades tienen tasas de desempleo y pobreza mucho más altas que el resto del país. Regiones donde se concentra el conflicto armado tiene tasas de pobreza al menos tres veces más altas que las de la Colombia en paz. Lugares como Buenaventura tienen una tasa de pobreza del casi 70%. Los jóvenes son los principales afectados. Estas cifras. Al igual que mi referencia anterior al Norte de Santander. Sugieren que la razón principal por la cual Colombia no ha podido llegar a su pleno potencial. La razón principal por la cual no ha podido seguirles el paso a otros países de la región y de su categoría de ingreso, es justamente el conflicto armado. Políticas de trabajo inclusivo, decente y sostenible son esenciales para el desarrollo humano de Colombia. Su implementación será mucho más efectiva y mucho más transformadora en una Colombia en paz. Gracias. F