Informe Pobreza e Indigencia Depto. de Comunicación Social Introducción. 2 El ingreso de las políticas neoliberales en Argentina. 3 El impacto de las políticas. 4 El discurso asistencialista . 5 Impacto del desempleo en el sistema sanitario. 6 Derecho a la salud. 8 Características demográficas, socioeconómico y sanitarias de Argentina. 8 Pobreza. 9 Canasta Básica de Alimentos. 9 Empleo y desempleo. 10 Desocupación por regiones. 11 Incidencia de la pobreza e indigencia. 11 Hogares y Población: total y con Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) . 12 Población en hogares por servicio sanitario según provisión y procedencia del agua para beber y cocinar. 16 Salud no garantizada. 17 Obra social y/o plan de salud privado o mutual. 20 Indicadores de salud. 22 Conclusiones. 24 Diccionario Metodológico. 26 Planes de salud del Ministerio de Salud de la Nación. 29 1 Introducción El objetivo de este informe es hacer foco en uno de los aspectos más urgentes de la realidad argentina: las condiciones de pobreza e indigencia afectan de una manera innegable la situación sanitaria del país. Para tal fin, presentaremos los indicadores que reflejan una realidad que dejó sus marcas más profundas durante la última década, con el ingreso de las políticas neoliberales, los sucesivos ajustes, las privatizaciones, la reforma del Estado con su consecuente redefinición de su papel económico y social, y el ciclo devaluatorio/inflaccionario como única salida a las crisis periódicas que soportaron los gobiernos de turno. Es necesario destacar que la mayoría de los indicadores presentados por el organismo oficial a cargo de las mediciones estadísticas en nuestro país, el Instituto Nacional de Estadística y Censo (INDEC), datan del mes de Mayo de 2003. A febrero de 2004 no se conocen oficialmente los datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) de Octubre de 2003. 2 El ingreso de las políticas neoliberales en Argentina Nuestro país se encuentra devastado. Sólo un tercio de sus habitantes puede reconocerse como sujeto portador de derechos efectivos. El surgimiento de inmensos contingentes de habitantes excluidos del derecho a la salud, al trabajo, a la educación y capacitación, de la protección y de los consumos. Sometidos cotidianamente a la violencia de la necesidad y la penuria más extrema, definen la conformación de una verdadera población excedente que ni siquiera es tomada en cuenta por los agentes económicos dominantes como mano de obra de reserva, sino más bien como una molestia para la reproducción del presente orden económico y social. Esta situación es consecuencia de la aplicación de políticas de corte neoliberales, que determinaron la conformación de una estructura de funcionamiento económica, social y política que, en el marco de una profunda redistribución del ingreso en contra de los asalariados, jerarquizó sistemáticamente la obtención de renta financiera basada en el endeudamiento externo y la concentración del capital. Al mismo tiempo se intentó, sin éxito, reducir las estructuras estatales con el propósito de saldar el creciente déficit de sus cuentas. La comparación de la situación actual con la de 1975 muestra que la tasa de inversión de la economía local es ampliamente inferior, que el producto per cápita es 23% menor, que los ingresos salariales han caído un 52% y que la desocupación se multiplicó por seis. Asimismo se suman, la destrucción del aparato productivo industrial, el sistemático proceso de transferencias de recursos al exterior y la fuga de capitales. En la década del ’70 la población Argentina era de 22 millones de habitantes, de los cuales menos de dos millones eran pobres. En la actualidad, sobre una población de 37 millones de personas, 20 millones se encuentran en situación de pobreza. La profunda marginación social fue acompañada de estrategias culturales que dotaron de viabilidad al proyecto neoliberal, creando las bases para un universo individualista y privatizado. El régimen de convertibilidad implicó la base para respaldar un formato de ganancias extraordinarias no reproducible ni sostenible en el tiempo, que fue caracterizado por la primacía de las finanzas (bancos y aseguradoras, o holdings extranjeros) sobre las actividades productivas. Las ganancias brutales tanto de la renta financiera (sostenido por endeudamiento externo del Estado) como las surgidas de políticas tarifarias, y la privatización de los servicios públicos a un precio menor que el real, acompañada de la estatización de los pasivos públicos y privados. Un párrafo a parte merece el papel que jugaron las economías centrales, el establishment financiero global y sus representaciones internacionales, los organismos internacionales de crédito: el Fondo Monetario (FMI), el Banco Mundial (BM) y el BID (Banco Interamericano de Desarrollo). Estos organismos se convirtieron en los principales defensores de los intereses de los sectores económicos dominantes, imponiendo el Consenso de Washington, esquemas de políticas cíclicas neoliberales, la lógica del ajuste estructural y el 3 endeudamiento externo como principales mecanismos de dependencia y disciplinamiento a cualquier intento alternativo. Desde el inicio del plan de convertibilidad de la unidad monetaria en abril de 1991 hasta comienzos de 1993, el costo de los alimentos básicos aumentó un 56%, mientras que los salarios de la industria lo hicieron solo el 27%. Los bienes públicos como la salud, la educación y previsión social, cuya provisión y regulación había estado históricamente a cargo del Estado, perdieron eficacia operativa, eficiencia y equidad distributiva; asimismo se redujo su cobertura y la calidad de sus prestaciones1. El proceso de re-estructuración del país afectó y aún sigue afectando las condiciones de vida de la población, y de los sectores populares en particular, produciendo profundas modificaciones en la estructura social de la Argentina. Algunos autores señalan que el resultado de este proceso social es, virtualmente, la dolarización, la complejidad y heterogeneidad de los sectores populares2. Varios investigadores coinciden en que hubo impactos diferentes en las variadas categorías que componen los sectores populares “los cambios en los precios de los alimentos han afectado particularmente al pobre potencial aumentando su vulnerabilidad. Los cambios en el mercado laboral en los salarios han conducido generalmente al empobrecimiento de los sectores obreros, dándole crecimiento al nuevo pobre. En este contexto la situación del pobre estructural ha sido exacerbada por los cambios en los precios, los salarios y la retracción del Estado. Los nuevos pobres son aquellas personas, victimas directas del ajuste estructural. Se diferencian de los pobres potenciales pues estos son familias o individuos cuyos ingresos aún encontrándose sobre la línea de pobreza son tan escasos que el aumento en los precios de los alimentos resultantes del ajuste estructural los coloca rápidamente por debajo de la misma. El impacto de las políticas La fragilidad del modelo se evidenció en diciembre de 2001, cuando confluyeron situaciones políticas, económicas y sociales que determinaron la renuncia del presidente Fernando de la Rúa. En su mandato se extremaron las medidas de ajuste, los impuestazos y vastos sectores de las clases medias pasaron a ser pobres. Entre marzo y noviembre de ese mismo año se fueron del país U$S 20.000 millones de dólares, por ese motivo el ministro de Economía, Domingo Cavallo, impuso el famoso "corralito", mediante el cual se embargaron los ahorros de miles de pequeños ahorristas, mientras que los grandes capitalistas se habían escapado antes del sistema. El hastío de los sectores medios con la clase política tradicional llevó a un rechazo manifiesto traducido en votos en blancos, nulos o ausentismo en las elecciones. Este fue el escenario que motivó el "cacerolazo" que se produjo la noche del 19 al 20 1 2 Organización Panamericana de la Salud, “Las condiciones de salud en las Américas” (1994). A. Minujin y S. Feldman, “La heterogeneidad social de la pobreza”. 4 de diciembre con un pedido de “que se vayan todos”, pero llegado el mediodía se convirtió en una batalla campal por la brutal represión policial. Las dos jornadas arrojaron un saldo trágico de más de 33 muertos civiles. En un período de once días se sucedieron cinco presidentes. El 1º de enero de 2002, elegido por una Asamblea Nacional Constituyente asumió la presidencia de la Nación, el líder del aparato justicialista (PJ) bonaerense, Eduardo Duhalde. En ese lapso de transiciones, el país terminó declarando la inevitable cesación de pagos de su deuda externa. La ley de Convertibilidad fue remplazada por una nueva cotización con un sistema de tipo de cambio abierto, produjo inflación en el mercado y devaluación de la moneda local. Las consecuencias nuevamente fueron cíclicas: la pagaron los que menos tienen. Si el eje de la política económica fue/es la devaluación estamos en presencia de una estrategia que pretende mejorar los precios relativos en favor de una salida exportadora. Cabe aclarar que el núcleo exportador representa sólo el 9% del PBI nacional. Se escuchó desde los economistas gubernamentales afirmar que con una medida de este tipo se busca obtener una mayor competitividad de las exportaciones mediante una baja en los precios en dólares de los bienes nacionales y un efecto contrario en las importaciones, las cuales al ser más caras podrían ser sustituidas por bienes de producción local. Estos son postulados falsos. Si tenemos en cuenta que el 69% de las exportaciones argentinas corresponden a productos primarios, manufacturas agroindustriales y combustibles (cuyos precios son fijados en dólares en los mercados internacionales) una devaluación del peso no modificó sus precios. Además, las mejoras en productividad producidas por la devaluación provocaron un aumento en la rentabilidad de los exportadores que no generó aumento en la demanda de mano de obra ya que los sectores de comodities o de explotación de recursos naturales tienen una baja incidencia en la generación de empleo. De todos modos, tampoco hay que olvidar que el 51% de las importaciones de nuestro país están compuestas por insumos industriales y bienes de capital, los cuales no son fácilmente sustituibles en el corto plazo, especialmente luego de la violenta apertura comercial de los años ´90 que destruyó a la industria nacional. En definitiva, las mejoras de productividad que surgen de una devaluación se debieron a la caída de los salarios reales (en dólares) de los trabajadores. Los impactos históricos de las devaluaciones fueron la caída de los salarios reales y el ajuste de la balanza comercial básicamente por la recesión del consumo posterior y no por la sustitución de importaciones e inducción de exportaciones. Estos factores se tradujeron en un impacto directo sobre el desarrollo de las personas, alcanzando en la última década un aumento de la desocupación de más del 74%, de un 67% de la pobreza y un 180% de la indigencia. El discurso asistencialista En el plano político el panorama tampoco fue demasiado prometedor, las alianzas entre los resabios del modelo neoliberal y la falta de una oposición organizada y homogénea, 5 permitieron la reproducción de un sistema político tradicional basado en prácticas y esquemas de poder perversos sin capacidad de generar propuestas concretas para los sectores más oprimidos de la sociedad. En este sentido, el intento de una acción asistencial y de contención se dio de la mano de los “Planes Jefas y Jefes de Hogar” (que entregan 150 pesos al responsable desocupado del hogar de un núcleo familiar de 4 integrantes sumido en la pobreza), los cuales contribuyeron a mantener el sistema de exclusión sin dar soluciones de corto y mediano plazo que permitan crear fuentes legítimas de trabajo y un aumento real de los ingresos. En este contexto, en mayo de 2003, luego de un año colmado de protestas sociales de diversos sectores (piqueteros y asambleas, principalmente) con ansias de un cambio real y con un gran rechazo hacia el modelo neoliberal representado por Carlos Menem y la Alianza, Néstor Kirchner obtuvo, con el respaldo de Eduardo Duhalde y del aparato electoral del peronismo bonaerense, la presidencia de la Nación. En los meses siguientes, el justicialismo acentuó su predominio electoral, ganando la gobernación en quince provincias y se aseguró mayorías propias en ambas Cámaras. El radicalismo perdió volumen electoral pero ganó la gobernación de cinco provincias. En la mayoría de las provincias volvieron a ganar muchos de los caudillos que asientan la base de su permanencia en prácticas y formas organizativas corruptas, con situaciones sociales locales muy precarias y dependencia al poder provincial. El nuevo gobierno mantuvo al mismo ministro de Economía que designó el presidente interino Duhalde, Roberto Lavagna, y la misma política económica que pretende ajustarse a los designios de los organismos financieros internacionales como el FMI y el BM buscando refinanciamientos de la Deuda Externa a través de pactos fiscales, reducción de gastos sociales y medidas que favorecen al sector financiero internacional más que al productivo nacional. Un lapso de espera sobre definiciones estratégicas se abrió con el nuevo gobierno de Kirchner, pero en la cuestión sanitaria las alternativas son claras y evidentes: fortalecer un sistema público de salud nacional, gratuito, universal y de calidad, financiado por las rentas del ahorro nacional (sin tomar deuda), resulta la mejor ecuación como muestra la tradición de países como Gran Bretaña, Cuba y más cercanamente de Brasil. Acceder a la salud por el principio de ciudadanía y residencia, no por el privilegio de tener trabajo en blanco o por poder pagarla en el mercado. Eje central de la defensa del derecho universal a la salud en momentos donde la mundialización tiende a desarrollar las reformas de segunda generación impulsadas por los organismos de crédito (BM y FMI) buscando la privatización lisa y llanamente de la salud como bien de mercado. Impacto del desempleo en el sistema sanitario Los índices de desempleo o pobreza nacionales se mantuvieron en profundidades históricas de deterioro desde octubre del año pasado: el 54,7 % de la población está bajo la línea de pobreza, mientras que un 26,3 % son indigentes. Respecto a la desocupación la situación es 6 similar, las cifras alcanzan el 16,3% de la población económicamente activa, pero si se reconociera como desocupados a quienes reciben “Planes Jefas y Jefes de Hogar los niveles subirían al 21,4%. Es decir, uno de cada tres argentinos tiene problemas de empleo. Sólo la subocupación asimila un 16,6%3. En Argentina, de una masa de 13 millones de población económicamente activa, 5 millones de ellos tienen problemas de empleo, y un 46% del resto cobra salarios congelados consumidos por la inflación (la canasta básica de alimentos aumentó un 70% durante el año 2002, pauperizando la capacidad de consumo en los sectores de ingresos fijos). Asimismo, la mayoría de los nuevos puestos laborales son generados en la economía informal o bajo una fuerte flexibilización laboral, forma por la cual los trabajadores no tienen acceso a planes de salud, jubilación, vacaciones, aguinaldo, y otros incentivos. El corrimiento del sector productivo industrial al área de servicios genera un descenso en la cantidad de puestos de trabajo, este fenómeno provoca que quienes obtienen esos pocos puestos de trabajo disponibles sean personal sobrecalificado, con estudios secundarios y/o universitarios, que aceptan esos empleos en el marco de la flexibilización laboral. Si la situación para los sectores medios es difícil para los sectores bajos o populares es insostenible. Los planes sociales no cubren las necesidades básicas y no proyectan ninguna salida que genere puestos de trabajo sustentables y dignos. En este marco, la salud está signada por una profunda crisis del sistema público. Aumentaron la morbi-mortalidad materna e infantil, la desnutrición, el deterioro de los hospitales públicos, la falta de insumos y medicamentos esenciales. La esperanza de vida está descendiendo por primera vez en la historia. La promulgación de la ley de prescripción por nombre genérico de los medicamentos y el Plan Remediar, fueron los dos ejes con los que el Ministerio de Salud mejoró la accesibilidad al medicamento. Obviamente sin lograr modificar los graves faltantes de fármacos en pacientes crónicos, con discapacidad y SIDA, entre otras enfermedades. 3 La Nación, “Hay 5 millones de personas con problemas laborales”, Economía, 24/12/2003. 7 Derecho a la salud El derecho a la salud y el mercado de aseguramiento son dos facetas que pueden ser contradictorias si las reglamentaciones no intervienen para disminuir las desigualdades. El derecho a la salud obedece a una concepción derivada de los derechos humanos: el Estado es garante de su cumplimiento y puede concretarse mediante diversas modalidades de financiación. En unos casos, merced al financiamiento público derivado de impuestos o rentas generales, complementados por impuestos específicos para la salud; en otros casos mediante el aseguramiento total o universal de la población con planes obligatorios pagados con fondos de diverso origen: aportes ligados al salario; contribuciones de impuestos otorgadas per capita para cada ciudadano; y contribuciones directas de los beneficiarios según su capacidad de pago. El derecho universal y el aseguramiento universal son compatibles y complementarios en una sociedad que establece reglas de solidaridad y cobertura de los gastos extraordinarios o catastróficos y que además procura la igualdad de oportunidades para la promoción, prevención, curación y rehabilitación. Características demográficas, socioeconómico y sanitarias de Argentina La Nación Argentina por disposición constitucional adoptó para su gobierno la forma representativa, republicana y federal. Tiene una extensión territorial de 3.761.274 km2 y fronteras comunes con cinco países. Está integrada por 23 provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires con una población de 37.031.795 habitantes en el año 2001. La tasa global de fecundidad continúa su tendencia declinante: de 3,15 hijos por mujer en 1980 se proyecta una tasa de 2,82 hijos por mujer para 1990-1995 y de 2,1 hijos por mujer para 1995-2001. La tasa de natalidad registró una leve constante declinación: en 1993 fue de 19,8 por 1.000 habitantes, en 1994 de 19,7 por 1.000 y en 2001 de 19,0 por 1.000. La población urbana representó en 1999 el 89,3% de la población. La Esperanza de Vida al Nacer para ambos sexos en el período 1995-2000 es de 73,8 años, de 70,6 años para los hombres y 77,7 años para las mujeres4. La estructura de la pirámide poblacional muestra que los menores de 15 años no superan el 30% del total de habitantes, mientras que los mayores de 60 años totalizan el 13%. La edad mediana de la población era de 27,6 años en 1985 y se estima que fue de 28,4 años en el año 2000. La población alfabeta es de 96,3%. Los Hogares con Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) representaron el 14,3% en el año 2001. La región norte de nuestro país con niveles promedio de pobreza del 69% y de indigencia del 35% a mayo del 2003, es la más afectada. Formosa, Chaco y Santiago del Estero con 65,8%, 65,5% y 63,7% respectivamente, son las provincias en situación más crítica. Asimismo, entre el 70 y el 72% de los niños de estas provincias no poseen plan médico ni obra social alguna. 4 United Nations, Population Division, Department of Economic and Social Affairs United Nations Population Division, World Population Prospects: The 2000 Revision. DEMOGRAPHIC INDICATORS 1950-2050 Dataset 2002. 8 Pobreza A finales de mayo de 2003, el ministro de Economía, Roberto Lavagna, reemplazó al titular del INDEC Juan Carlos Del Bello por Lelio Mármora 5. Del Bello había presentado su renuncia como es habitual ante el cambio de gobierno, sin embargo se descontaba que seguiría en su cargo por tratarse de un puesto técnico, pero Lavagna había cuestionado públicamente la metodología del INDEC para elaborar los índices de pobreza e indigencia en vísperas de la difusión de los datos de octubre de 2002. En esa ocasión se llegó al récord de 57,5% de pobres y un 27,5% de indigentes. Mientras que para el INDEC había un poco más de 20 millones de pobres, para Economía la cifra era de 17 millones. La diferencia se debía a que el INDEC tomaba los precios promedio para valorizar la canasta de alimentos, mientras que Economía consideraba los precios más bajos. Tradicionalmente, el concepto de pobreza implica una comparación entre la situación concreta que enfrenta un individuo u hogar y lo que sería necesario para vivir. La denominada línea de pobreza, presupone la determinación de una canasta básica de bienes y servicios que una vez valorizada permite delimitar la citada línea de pobreza. Según este criterio, son considerados pobres aquellos hogares que con sus ingresos no pueden cubrir el costo de esa canasta. Valores mensuales de la Canasta Básica de Alimentos (CBA) y de la Canasta Basica Total (CBT) para el adulto equivalente Mes1 Abr-021 May-02 Jun-02 Jul-02 Ago-02 Sep-021 Oct-02 Nov-02 Dic-02 Ene-03 Feb-03 Mar-03 Abr-031 May-03 Jun-03 Jul-03 Ago-03 Sep-031 Oct-03 Nov-03 Dic-03 Ene-04 Feb-04 Mar-04 Abr-04 May-04 Canasta Básica Alimentaria Inversa del Coeficiente Canasta Básica Total Línea de Indigencia de Engel Línea de Pobreza $ $ 81,76 2,37 193,77 86,20 2,35 202,57 90,67 2,32 210,36 94,93 2,30 218,34 100,94 2,25 227,10 104,87 2,21 231,77 103,74 2,22 230,31 105,08 2,21 232,23 105,72 2,20 232,59 106,92 2,20 235,22 107,56 2,19 235,56 107,83 2,17 233,99 106,55 2,18 232,28 104,60 2,19 229,07 103,13 2,21 227,92 102,31 2,22 227,13 102,08 2,21 225,60 101,99 2,20 224,38 104,12 2,19 228,02 105,24 2,18 229,42 105,76 2,19 231,61 105,81 2,19 231,72 106,17 2,19 232,51 106,02 2,19 232,18 106,52 2,19 233,29 106.66 2,19 233.58 1 Son los meses de referencia para la medición de ingresos de la EPH Fuente: INDEC, Encuesta Permanente de Hogares Nota: la metodología se puede consultar en el informe de prensa "Valorización mensual de la Canasta Básica Alimentaria y la Canasta Básica Total" 5 El cargo de director general del INDEC depende del Ministerio de Economía y no tiene concurso. 9 Para la medición de noviembre de 2003, el INDEC fijó la canasta básica alimentaria de un individuo en $ 105,24 para medir la indigencia, y en $ 229,42 para medir la pobreza; mientras que la cifra que mide la pobreza en un grupo familiar tipo es de $ 770,85. Los últimos datos, aportados por el mismo organismo, pertenecen a mayo 2004 y fijan la canasta básica para medir la indigencia en $ 106, 66 y en $ 233,58 para medir la pobreza. Sin embargo, la distribución geográfica de la pobreza e indigencia no es homogénea a lo largo del país. Las regiones en las que se encuentra mayor incidencia son el Noreste y Noroeste, con líneas de pobreza superiores al 55% y con niveles de Indigencia cercanos al 20% 6. Pero la situación no es muy diferente si se observan zonas urbanas. Por ejemplo, en el Gran Rosario o el segundo cordón urbano del Gran Buenos Aires, la realidad no ofrece una perspectiva mejor respecto a las regiones más pobres del país. A esto se le debe sumar que siete de cada diez chicos y adolescentes es pobre. La mitad de esos seis millones de chicos y adolescentes pobres es, además, indigente. Seis de cada diez hogares donde viven chicos y adolescentes no puede cubrir una canasta de alimentos básicos. En el noroeste de la Argentina ocho de cada diez chicos y adolescentes es pobre, la mitad vive en hogares que no tienen ingresos suficientes para cubrir sus necesidades básicas. Tasa de actividad Medición EPH continua 2002 2003 4º trimestre 1º trimestre 2º trimestre 3º trimestre 45,9 45,6 45,6 45,7 Tasa de subocupación Medición EPH continua 2002 2003 4º trimestre 1º trimestre 2º trimestre 3º trimestre 18,9 17,7 17,8 16,6 Tasa de empleo Medición EPH continua 2002 2003 4º trimestre 1º trimestre 2º trimestre 3º trimestre 36,3 36,3 37,4 38,2 Tasa de desocupación Medición EPH continua 6 2002 2003 4º trimestre 1º trimestre 2º trimestre 3º trimestre 20,8 20,4 17,8 16,3 INDEC Mayo 2003. 10 Desocupación por regiones Aglomerado/Región ( FUENTE: INDEC) Total de aglomerados Región Gran Buenos Aires Región Noroeste Región Nordeste Región de Cuyo Región Pampeada Región Patagónica Ciudad de Buenos Aires Partidos del GBA Gran La Plata Gran Rosario Gran Mendoza Gran Córdoba Gran Tucumán – Tafí Viejo Mar del Plata – Batán Aglomerados de menos de 500.000 habitantes Porcentaje (%) 16,3 17,7 14,1 11,3 12,4 16,4 8,6 13,0 19,3 15,2 19,4 12,7 14,7 12,9 16,8 13,4 Incidencia de la pobreza e indigencia en el total urbano EPH y por región estadística Nota: Los resultados de Mayo 2003 no incluyen el aglomerado Gran Santa Fe, cuyo relevamiento se postergó debido a las inundaciones Las regiones estadísticas están conformadas por el agregado de aglomerados de la EPH como se detalla: Cuyo: Gran Mendoza, Gran San Juan, San Luis - El Chorrillo. Gran Buenos Aires: Ciudad de Buenos Aires, Partidos del Conurbano Noreste: Corrientes, Formosa, Gran Resistencia, Posadas. Noroeste: Gran Catamarca, Gran Tucumán - Tafí Viejo, Jujuy - Palpalá, La Rioja, Salta, Santiago del Estero - La Banda. Pampeana: Bahía Blanca - Cerri, Concordia, Gran Córdoba, Gran La Plata, Gran Rosario, Gran Paraná, Gran Santa Fe, Mar del Plata - Batán, Río Cuarto, San Nicolás - Villa Constitución, Santa Rosa - Toay. Patagonia: Comodoro Rivadavia - Rada Tilly, Neuquén - Plottier, Rawson - Trelew, Río Gallegos, Ushuaia - Río Grande, Viedma-Carmen de Patagones. 11 Total Indice Subtotal Incidencia de la pobreza e indigencia en el total urbano EPH y por región estadística Mayo 2003 Hogares bajo la línea de Personas bajo la Hogares bajo la línea de Personas bajo la Región indigencia línea de indigencia pobreza línea de pobreza Total ubano EPH 17,9 26,3 42,6 54,7 Cuyo 20,1 28,2 47,2 58,4 Gran Bs. As. 16,3 25,2 39,4 51,7 Noreste 28,5 37,3 59,7 70,2 Noroeste 23,4 31,2 56,2 66,9 Pampeana 17,1 24,4 41,3 52,8 Patagonia 14,3 18,5 32,9 40,7 Necesidades Básicas Insatisfechas La denominada necesidades básicas insatisfechas (NBI), remite a aquellas manifestaciones materiales que evidencian la falta de acceso a ciertos tipos de servicios 7. Partiendo de la noción de dignidad humana en la Conferencia Mundial del Empleo 8 se estableció que las necesidades consideradas básicas incluyen: a) ciertos requerimientos mínimos como vivienda apropiada, de tamaño adecuado y con servicios sanitarios, que se adquieren a través del consumo privado; b) servicios tales como el agua potable, cloacas, salud, educación, etc., algunos de ellos provistos por la comunidad y el Estado; y c) acceso al empleo libremente elegido. La delimitación del umbral que define la insatisfacción de estas necesidades para vivir es una de las modalidades que permite identificar empíricamente a los pobres. Si bien dentro de este enfoque existen discrepancias respecto de que necesidades considerar los criterios utilizados a efectos de definir la pobreza fueron: hacinamiento, tipo de vivienda, servicios sanitarios, educación y criterios combinados indicando una posible falta de ingreso y cómo ponderar la importancia de cada una de ellas. Las consideraciones para definir los criterios válidos son recomendados por organismos internacionales como la OIT (Organización Internacional del Trabajo, organismo de las Naciones Unidas) con respecto a las NBI y las clasificaciones sobre población ocupada estos criterios se mantienen desde 1980 con mínimos cambios lo que permite establecer comparaciones con respecto a años anteriores. Sin embargo no puede pasarse por alto que el sistema laboral del Primer Mundo difiere ampliamente del argentino, mientras que los items de búsqueda concreta de trabajo (el encuestado debe demostrar que buscó activamente un empleo, se presentó a entrevistas, etc) y disponibilidad (estar dispuesto para empezar a trabajar de A. Minujin y P. Vinocur “¿Quiénes son los pobres?”, en Documentos de trabajo n°10 (INDEC). Buenos Aires: 1989. 7 12 inmediato) en Europa responden a una situación en donde los seguros de desempleos permiten condiciones de vida digna, en Argentina este seguro no existe. El nivel de hacinamiento afecta la cotidianeidad de quienes habitan la vivienda. Niveles altos de hacinamiento aparecen asociados a obstáculos en torno al descanso, la alimentación, la interacción entre los miembros del hogar, el proceso de socialización de los niños, así como situaciones de promiscuidad y escasa privacidad9. El hacinamiento asegura que enfermedades tales como la tuberculosis, la influenza y la meningitis sean fácilmente transmitidas de una persona a otra. Muchas familias tienen menos de un metro cuadrado de espacio por persona en sus casas, y en un muchos casos extremos, aún pequeños cuartos son subsidiados para permitir su múltiple ocupación. Accidentes tales como quemaduras con agua hirviendo, cocinas o calentadores a kerosene son comunes en estas condiciones de hacinamiento 10. La ubicación de la toma de agua permite establecer futuras relaciones entre hábitat y salud; en particular la relación que existe entre morbi-mortalidad infantil, la calidad y el acceso al agua. En tal sentido, el acceso de la vivienda al suministro de agua de uso exclusivo es una importante característica del hábitat cuando intentamos identificar riesgos para la salud de los miembros de un hogar. De esta manera, los niños que se abastecen de agua a través de canillas comunitarias tienen 4,8 veces más probabilidad de morir de diarrea que los que tienen instalaciones de agua en su propia vivienda 11. O. Altimir “La dimensión de la pobreza en América Latina”, en Cuadernos de la CEPAL n° 27. Santiago de Chile: 1979. 9 CEPAL: 1988 10 J. E. Hardoy y D. Satterthwaite, “Medio ambiente urbano y condiciones de vida en América Latina. Su impacto sobre la salud”, en Medio ambiente y urbanización. Año 9 n°36. IIED-AL. 11 D. Bradley y otros (1992). 8 13 Hogares y Población: total y con Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI). Año 2001 Provincia Total Hogares (1) Total 10.075.814 Población (1) Con NBI (2) % (3) Total 1.442.934 14,3 35.927.409 7,1 2.725.488 6.343.589 17,7 Ciudad de Buenos Aires 1.024.540 Buenos Aires 3.921.455 508.671 13,0 13.708.902 2.161.064 15,8 24 Partidos del Gran Buenos Aires 2.384.948 346.613 14,5 8.639.451 1.518.319 17,6 Resto de la Provincia de Buenos Aires 1.536.507 162.058 10,5 5.069.451 642.745 12,7 Catamarca 72.658 Con NBI (2) % (4) 212.489 7,8 77.776 14.287 18,4 331.635 71.145 21,5 Chaco 238.182 65.672 27,6 978.882 323.354 33,0 Chubut 114.725 15.402 13,4 405.594 62.872 15,5 Córdoba 877.262 97.405 11,1 3.028.943 393.708 13,0 Corrientes 225.957 54.341 24,0 925.924 264.277 28,5 Entre Ríos 316.715 46.608 14,7 1.149.418 202.578 17,6 Formosa 114.408 32.041 28,0 484.261 162.862 33,6 Jujuy 141.631 37.028 26,1 608.402 175.179 28,8 9,2 296.110 30.587 10,3 11.908 17,4 288.407 58.869 20,4 La Pampa 91.661 8.411 La Rioja 68.390 Mendoza 410.418 53.841 13,1 1.566.902 241.053 15,4 Misiones 235.004 55.215 23,5 960.002 260.271 27,1 Neuquen 128.351 19.883 15,5 467.857 79.547 17,0 15 Río Negro 154.453 24.823 16,1 545.687 97.486 17,9 Salta 241.407 66.434 27,5 1.070.527 338.484 31,6 San Juan 148.902 21.361 14,3 616.484 107.372 17,4 San Luis 101.644 13.201 13,0 365.255 57.072 15,6 53.834 5.463 10,1 192.851 19.985 10,4 103.557 11,9 2.976.384 440.346 14,8 Santa Cruz Santa Fe 872.295 Santiago del Estero 178.201 46.684 26,2 800.591 250.747 31,3 27.816 4.301 15,5 99.356 14.033 14,1 63.739 20,5 1.333.547 318.209 23,9 Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur Tucumán 310.787 (1) Se incluyen los hogares y la población censados en la calle. (2) Las Necesidades Básicas Insatisfechas fueron definidas según la metodología utilizada en "La pobreza en la Argentina" (Serie Estudios INDEC. N° 1, Buenos Aires, 1984). (3) Porcentaje de hogares con Necesidades Básicas Insatisfechas sobre el total de hogares de cada departamento. (4) Porcentaje de población en hogares con Necesidades Básicas Insatisfechas sobre el total de población de cada departamento. Fuente: INDEC. Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2001. 15 Población en hogares por servicio sanitario según provisión y procedencia del agua para beber y cocinar. Año 2001 Servicio sanitario Inodoro con descarga de Provisión y procedencia del agua para beber y Población en Inodoro con descarga de Inodoro con descarga de agua y desagüe a pozo ciego cocinar hogares (1) agua y desagüe a red agua y desagüe a cámara u hoyo, excavación en la pública séptica y pozo ciego tierra, etc. Total 35.923.907 15.268.987 9.008.715 4.359.793 Por cañería dentro de la vivienda 29.195.037 15.031.844 8.442.831 3.750.052 Red pública (agua corriente) 24.878.341 14.614.145 5.997.524 2.698.883 Perforación con bomba a motor 3.288.564 325.919 1.966.212 727.819 Perforación con bomba manual 73.690 2.450 25.912 28.286 Pozo con bomba 559.950 39.538 256.057 199.745 Pozo sin bomba 65.739 2.410 21.533 24.095 Agua de lluvia 144.289 18.936 87.573 27.085 Transporte por cisterna 131.059 27.021 66.799 26.646 Río, canal, arroyo 53.405 1.425 21.221 17.493 Fuera de la vivienda pero dentro del terreno 5.331.237 237.143 565.884 609.741 Red pública (agua corriente) 2.794.408 221.736 309.054 329.996 Perforación con bomba a motor 978.041 9.992 158.099 136.764 Perforación con bomba manual 355.364 934 17.178 30.089 Pozo con bomba 386.084 2.706 40.810 63.960 Pozo sin bomba 417.117 496 10.241 18.097 Agua de lluvia 182.486 588 17.312 14.288 Transporte por cisterna 104.038 625 9.223 9.021 Río, canal, arroyo 113.699 66 3.967 7.526 Fuera del terreno 1.397.633 Red pública (agua corriente) 490.355 Perforación con bomba a motor 150.399 Perforación con bomba manual 73.379 Pozo con bomba 99.586 Pozo sin bomba 198.099 Agua de lluvia 88.703 Transporte por cisterna 130.244 Río, canal, arroyo 166.868 (1) Se excluye la población censada en la calle. Fuente: INDEC. Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2001. Inodoro sin descarga de agua o sin inodoro 7.286.412 1.970.310 1.567.789 268.614 17.042 64.610 17.701 10.695 10.593 13.266 3.918.469 1.933.622 673.186 307.163 278.608 388.283 150.298 85.169 102.140 1.397.633 490.355 150.399 73.379 99.586 198.099 88.703 130.244 166.868 15 Salud no garantizada Si bien la población nacional creció, entre el censo de 1991 y el del año 2001, un 11,2 % (4.416.267 personas más), el 30,4 % más (5.408.124 habitantes) que en el decenio anterior no tiene cobertura alguna, es decir en 1991 el 36,9 % del total de la población no poseía ningún tipo de protección médica, ya sea obra social y/o un plan de salud privado o mutual, este porcentaje se ha elevado en 2001 a 48,1. La situación más alarmante la presenta la provincia de Formosa con un 65,8% de formoseños sin cobertura al 2001, un 8,5% más alto que en 1991. Asimismo, no deja de ser preocupante la situación de grandes aglomerados urbanos con una histórica situación socioeconómica muy distinta a la provincia de Formosa. En este sentido es menester destacar el gran gasto privado en salud: en promedio el gasto de los particulares rondó el 4% del Producto Bruto Interno (PBI) y los hogares destinaron a esos servicios el equivalente al 7% de sus ingresos, sumado el aporte del Estado y de la Seguridad Social, el gasto en salud promediaba 9% del PBI (entre 20.000 y 22.000 millones de pesos). De acuerdo con el estudio del Consejo Federal de Salud, el incremento de los gastos de bolsillo de las familias se explica por varias razones. Entre ellas, por la merma de los ingresos de la Seguridad Social debido al incumplimiento por parte de las empresas con los pagos de las cargas sociales, la pérdida de puestos de trabajo y el semicongelamiento de los sueldos nominales. El año pasado, a pesar de contar con cobertura médica, un 70% de los hogares pobres no tuvo ingresos para acceder a los medicamentos. Esta realidad, en gran parte, determinó que el Ministerio de Salud lanzara el Programa Remediar de provisión de medicamentos esenciales para el primer nivel de atención de la red pública y se aprobara la ley de medicamentos genéricos. Esta ley, sin embargo no resuelve el problema del acceso a los medicamentos. Para que un medicamento sea considerado genérico debe cumplir tres requisitos para que sean bioequivalentes : el mismo principio activo que el medicamento original, misma dosis y forma de presentación y las mismas concentraciones al ser administrado en humanos. Dado que en la Argentina no se exigen pruebas de bioequivalencia lo que existe son “copias” y no genéricos. Además, estas copias no son producidas por el Estado o las universidades u otro organismo sin fines de lucro, ni son presentaciones a granel o sin los elementos habituales de comercialización sino que pertenecen a otros laboratorios privados que no son dueños de la molécula original que compran la droga, la fraccionan, la empacan y la distribuyen con las mismas reglas de mercado que los laboratorios que comercializan el medicamento “original”. Muchos laboratorios internacionales han comprado laboratorios locales por lo tanto es la misma compañía la que produce la copia y el original, esta concentración de mercado se manifiesta también en el espectro de patologías que cubren las copias que se concentran en enfermedades crónicas del primer mundo que aseguran ventas constantes como diabetes, hipertensión, enfermedades coronarias, asma, artritis y psicofármacos. Los laboratorios demuestran escaso interés en las “enfermedades de pobres” como mal de Chagas, paludismo, tuberculosis y lepra. La actual legislación de genéricos, que exige al médico incluir en la receta el nombre de la 15 droga y no solamente el nombre comercial de manera que el paciente pueda optar entre distintas marcas, no cambia el juego de la competencia entre las distintas empresas de la industria farmacéutica. 15 Obra social y/o plan de salud privado o mutual Mujeres Hombres Total Tiene Total Tiene 18.601.058 10.042.678 8.558.380 17.659.072 8.793.442 8.865.630 36.260.130 18.836.120 17.424.010 0-4 1.646.088 679.370 966.718 1.703.190 705.157 998.033 3.349.278 1.384.527 1.964.751 5-9 1.710.558 756.694 953.864 1.760.659 782.850 977.809 3.471.217 1.539.544 1.931.673 10-14 1.688.456 800.017 888.439 1.738.744 825.618 913.126 3.427.200 1.625.635 1.801.565 15-19 1.575.274 737.433 837.841 1.613.030 745.196 867.834 3.188.304 1.482.629 1.705.675 20-24 1.601.400 658.419 942.981 1.597.939 619.178 978.761 3.199.339 1.277.597 1.921.742 25-29 1.365.848 650.246 715.602 1.329.493 582.060 747.433 2.695.341 1.232.306 1.463.035 30-34 1.205.205 645.270 559.935 1.159.698 576.148 583.550 2.364.903 1.221.418 1.143.485 35-39 1.143.017 637.064 505.953 1.086.600 573.248 513.352 2.229.617 1.210.312 1.019.305 40-44 1.093.389 612.829 480.560 1.043.147 549.023 494.124 2.136.536 1.161.852 974.684 45-49 1.012.776 573.768 439.008 959.135 499.370 459.765 1.971.911 1.073.138 898.773 50-54 955.354 557.132 398.222 895.127 466.924 428.203 1.850.481 1.024.056 826.425 55-59 785.887 488.558 297.329 718.159 386.833 331.326 1.504.046 875.391 628.655 60-64 687.078 470.333 216.745 597.259 339.622 257.637 1.284.337 809.955 474.382 Grupos etarios No tiene Total Tiene Total No tiene No tiene 15 65-69 610.244 467.109 143.135 499.544 341.444 158.100 1.109.788 808.553 301.235 70-74 574.099 478.760 95.339 422.426 336.128 86.298 996.525 814.888 181.637 75-79 438.840 381.925 56.915 289.055 248.712 40.343 727.895 630.637 97.258 80 y más 507.545 447.751 59.794 245.867 215.931 29.936 753.412 663.682 89.730 Población en provincias sin cobertura de salud (obra social y/o plan de salud privado o mutual) Formosa 65,8 % Chaco 65,5 % Santiago del Estero 63,7 % Corrientes 62,1 % Salta 60,4 % La Rioja 59.2 % Misiones 57,8 % Jujuy 54,2 % San Juan 53,0 % 24 Partidos del Gran Buenos Aires 52,0 % San Luis 51,6 % Mendoza 50,6 % Río Negro 49,9 % Buenos Aires 48,8 % Entre Ríos 48,7 % Neuquén 48,7 % Tucumán 48,2 % Total del país 48,1 % Córdoba 45,8 % La Pampa 45,5 % Catamarca 45,0 % Resto de Buenos Aires 43,5 % 15 Santa Fe Chubut Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur Santa Cruz Ciudad Autónoma de Buenos Aires 42,0 % 39,5 % 30,1 % 29,2 % 26,2 % Indicadores de salud, 2001 Indicador Valor Esperanza de vida al nacer (años) Población total 73.9 Hombres 70.1 Mujeres 77.7 Mortalidad infantil (por 1000) Hombres 22 Mujeres 17 Mortalidad de adultos (por 1000) Hombres 183 Mujeres 92 15 Este cuadro muestra que, en tanto casi la mitad de la población de nuestro país (el 48,1%) no tiene cobertura en salud de ningún tipo, la situación se agrava cuando se considera este indicador para los niños de 0 a 14 años trepando al 55,6 %, 5.697.953 chicos sin ningún tipo de protección en salud. Hay que tener en cuenta que las encuestas sobre los indicadores de salud no son regulares, el Ministerio de Salud calcula la mortalidad infantil cada dos años con un retraso de dos años. La imposibilidad de acceso a atención médica y a una adecuada alimentación son los causantes principales de la desnutrición, la cual afecta en forma más dramática a los grupos de población más vulnerables que son los niños pequeños. Más de la mitad de las muertes de todos los niños están relacionadas con la desnutrición, la cual debilita la resistencia del cuerpo ante la enfermedad. Diversos factores, como un régimen alimentario deficiente, enfermedades frecuentes y un cuidado de los niños de corta edad poco adecuado o sin la suficiente atención, pueden causar desnutrición. Si una mujer está desnutrida durante el embarazo, o si su hijo está desnutrido durante los dos primeros años de su vida, es muy probable que el niño crezca y se desarrolle física y mentalmente con una mayor lentitud. Como no es posible recuperar esta deficiencia cuando el niño es mayor, el problema le afectará para el resto de su vida. La lactancia materna ayuda a proteger al recién nacido contra enfermedades frecuentes y a garantizar un buen crecimiento y desarrollo físicos y mentales. Los niños tienen derecho a crecer en un entorno atento y acogedor y a recibir alimentos nutritivos y atención básica de la salud que les proteja de las enfermedades y promueva su crecimiento y su desarrollo. Con el propósito de revertir esta situación, el Ministerio de Salud de la Nación lanzó programas alimentarios y sociales, tal es el caso del Materno Infantil (PROMIN), pero aún no se han contrarrestando efectivamente los efectos del empobrecimiento. Según el doctor Jorge Yabkowski, titular de la Asociación Sindical de Profesionales de la Salud de la Provincia de Buenos Aires, “el mapa de la desnutrición es el mapa de la indigencia y la pobreza. Se superponen al calco”. 15 Conclusiones Las medidas económicas planteadas por los organismos internacionales y adoptadas por el gobierno nacional no permiten un cambio de paradigma que promueva el crecimiento económico como así tampoco la distribución del ingreso, principales determinantes macroeconómicos de la pobreza y el bienestar social. En Argentina la pobreza por ingresos ( menos de $ 233,58 por persona) afecta al 36,5 % de la población. Los hogares bajo la línea de indigencia (menos de $106,66 por persona) representan un 15,1%. 6.000.000 de niños menores de 14 años son pobres (70%) y 3.000.000 son indigentes. Las regiones en las que se encuentra mayor incidencia de pobreza son el Noreste y Noroeste, con líneas superiores al 55% y con niveles de indigencia cercanos al 20%. El desempleo no sólo conlleva a la pobreza y/o la indigencia, sino que a largo plazo provoca una correlación negativa con la acumulación de activos humanos esencialmente salud y calificaciones. Casi el 50 % de la población nacional no cuenta con obra social y/o plan de salud privado o mutual. Los más perjudicados son los menores de 14 años. Los planes de salud infantil como PROmin no incluyen programas de vacunación ni de prevención. Los hospitales públicos tienen problemas de insumos básicos como placas radiográficas, baja o nula provisión de vacunas, insumos descartables complejos (válvulas, prótesis, etc.) y no complejos (jeringas, guantes, etc.), retrasos en las cirugías de mediana y alta complejidad, falta de equipamientos y falta de presupuesto para reparación y mantenimiento de los mismos, limitaciones en la disponibilidad de drogas básicas y déficit severo o inexistencia de drogas retrovirales y oncológicas. A esto se suma el retraso en los sueldos de los profesionales de la salud. No hay una política sanitaria nacional que haga foco en la prevención de enfermedades transmisibles como la tuberculosis, la meningitis o el mal de Chagas, las cuales son comunes entre los sectores más pobres. Tampoco hay campañas sobre sobre drogadicción, tabaquismo, nutrición ni salud sexual y reproductiva aún cuando los casos de embarazo adolescente van en aumento. Se continúa enfocando el sistema de salud en base al acceso y consumo de medicamentos. La “medicalización” de la salud se debe al lucrativo negocio 15 farmacéutico confundiendo el derecho de la población a estar sanos con el interés de la industria farmacéutica que es vender mas medicamentos. El medicamento es un bien social, la caracterización del medicamento como una mercancía es una concepción funcional a un Estado ausente de sus obligaciones de control y regulación. 15 Diccionario metodológico Población económicamente activa: la integran las personas que tienen una ocupación o que sin tenerla la están buscando activamente. Está compuesta por la población ocupada más la población desocupada. Población ocupada: conjunto de personas que tiene por lo menos una ocupación, es decir que en la semana de referencia ha trabajado como mínimo una hora (en una actividad económica). El criterio de una hora trabajada, además de preservar la comparabilidad con otros países, permite captar las múltiples ocupaciones informales y/o de baja intensidad que realiza la población. Para poder discriminar dentro del nivel de empleo qué parte corresponde al empleo de baja intensidad, pueden restarse del empleo total aquellos que trabajan menos de cierta cantidad de horas (por ejemplo los subocupados). La información recogida permite realizar distintos recortes según la necesidad de información de que se trate, así como caracterizar ese tipo de empleos. Población desocupada: se refiere a personas que, no teniendo ocupación, están buscando activamente trabajo. Corresponde a desocupación abierta. Este concepto no incluye otras formas de precariedad laboral tales como personas que realizan trabajos transitorios mientras buscan activamente una ocupación, aquellas que trabajan jornadas involuntariamente por debajo de lo normal, los desocupados que han suspendido la búsqueda por falta de oportunidades visibles de empleo, los ocupados en puestos por debajo de la remuneración mínima o en puestos por debajo de su calificación, etc. Estas modalidades son también relevadas por la EPH, como indicadores separados. Población subocupada visible: se refiere a los ocupados que trabajan menos de 35 horas semanales por causas involuntarias y están dispuestos a trabajar más horas. Comprende a todos los ocupados en empleos de tiempo reducido (incluye, entre otros, a agentes de la Administración Pública Provincial o Municipal cuyo horario de trabajo ha sido disminuido) y están dispuestos a trabajar más horas. Población subocupada demandante: se refiere a la población subocupada (por causas involuntarias y dispuestos a trabajar más horas) que además busca activamente otra ocupación. Población subocupada no demandante: se refiere a la población subocupada (por causas involuntarias y dispuestos a trabajar más horas) que no está en la búsqueda activa de otra ocupación. Población inactiva: conjunto de personas que no tienen trabajo ni lo buscan activamente. Puede subdividirse en inactivos marginales e inactivos típicos según estén dispuestos o no a trabajar. Los hogares con Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) son los hogares que presentan al menos uno de los siguientes indicadores de privación: 1- Hacinamiento: hogares que tuvieran más de tres personas por cuarto. 2- Vivienda: hogares en una vivienda de tipo inconveniente (pieza de inquilinato, vivienda precaria u otro tipo, lo que excluye casa, departamento y 15 rancho). 3- Condiciones sanitarias: hogares que no tuvieran ningún tipo de retrete. 4- Asistencia escolar: hogares que tuvieran algún niño en edad escolar (6 a 12 años) que no asistiera a la escuela. 5- Capacidad de subsistencia: hogares que tuvieran cuatro o más personas por miembro ocupado y, además, cuyo jefe no haya completado tercer grado de escolaridad primaria. CÁLCULO DE TASAS Tasa de actividad: calculada como porcentaje entre la población económicamente activa y la población total. Tasa de empleo: calculada como porcentaje entre la población ocupada y la población total. Tasa de desocupación: calculada como porcentaje entre la población desocupada y la población económicamente activa. Tasa de subocupación horaria: calculada como porcentaje entre la población subocupada y la población económicamente activa. Tasa de subocupación demandante: calculada como porcentaje entre la población de subocupados demandantes y la población económicamente activa. Tasa de subocupación no demandante: calculada como porcentaje entre la población de subocupados no demandantes y la población económicamente activa. SALUD Nacidos Vivos Registrados Se consideran nacidos vivos registrados a los ocurridos en el año de registro y en el año inmediato anterior. Natalidad La Tasa Bruta de Natalidad relaciona todos los nacimientos acaecidos en una población dada con la población total. Es un índice de la velocidad relativa con que aumenta la población mediante los nacimientos. Influyen sobre la natalidad factores tales como la composición por edad, el nivel socio-económico y la fecundidad propiamente dicha, con los que se puede evaluar en forma indirecta el mayor riesgo de una población. En general las altas tasas de natalidad se acompañan de otros factores de riesgo. Nro.de nacidos vivos acaecidos en la población de una zona geográfica Tasa bruta durante un año dado anual de = ------------------------------------------------------------------ x 1000 natalidad Población total de la zona geográfica en mitad del mismo año 15 Mortalidad Infantil La mortalidad infantil comprende la mortalidad de menores de un año. Se llama mortalidad neonatal a la ocurrida en el transcurso de los primeros 27 días de vida y la expresión mortalidad postneonatal designa la ocurrida desde el fin del período neonatal hasta la edad de un año. En el estudio de la mortalidad infantil se deben tener en cuenta un conjunto de factores que influyen y determinan el nivel de la misma: biológicos, demográficos, socioeconómicos, culturales, ambientales, de atención de la salud y geográficos. La influencia de estos factores difiere según la edad de los menores de un año. En la mortalidad neonatal prevalecen aquéllos vinculados con las condiciones congénitas y con la atención de la salud (salud de la madre, control del embarazo, atención del parto y del niño durante los primeros días de vida). En la mortalidad postneonatal tienen mayor impacto las condiciones ambientales y socioeconómicas sobre la salud del niño. Nro. de muertes de menores de un año de edad acaecidas en la población de un área geográfica durante un año Tasa anual de mort. = ------------------------------------------------------------------ x 1000 infantil Nro. de nacidos vivos registrados en la población del área geográfica durante el mismo año Defunción Materna Es la defunción de una mujer mientras está embarazada o dentro de los 42 días siguientes a la terminación del embarazo, independientemente de la duración y el sitio del embarazo, debido a cualquier causa relacionada con o agravada por el embarazo mismo o su atención pero no por causas accidentales o incidentales. Edad de la madre Las madres son categorizadas en tres niveles de riesgo en relación con su edad: - ALTO RIESGO - Menos de 20 años. - BAJO RIESGO - Entre 20 y 34 años. - RIESGO INTERMEDIO - Mayores de 34 años. Desde el punto de vista de la atención materno infantil se define como RIESGO a la mayor probabilidad de producirse DAÑO (muerte, enfermedad y/o secuela) en el período de referencia (en este caso el primer año de vida). La edad materna es un factor que se asocia significativamente con la posibilidad de daño del hijo (mortalidad) durante el primer año de vida y permite identificar y cuantificar dónde y de qué dimensión es el riesgo a que está sometido ese niño. 15 Tasa Bruta de Mortalidad Se relaciona todas las muertes acaecidas en una población dada con la población total, midiendo así la disminución de la misma a causa de las muertes. Nro.de defunciones acaecidas en la población de una zona geográfica Tasa bruta durante un año dado anual de = ---------------------------------------------------------------- x 1000 mortalidad Población total de la zona geográfica en mitad del mismo año Pertenencia o asociación a sistemas de atención de la salud La adhesión o asociación obligatoria o voluntaria a algún sistema de atención de la salud no indica “per sé” cobertura real; sin embargo, establece mecanismos de accesibilidad a los servicios de salud. Desde esta perspectiva, estar o no asociado a algún sistema de atención de la salud permite un corte dicotómico de la población afiliada y no afiliada en cuanto a cobertura y utilización de servicios de salud. Es también un indicador indirecto o “proxi” de condición socio-económica de la población y, por lo tanto, de caracterización de la misma según niveles de riesgo. PLANES DE SALUD DEL MINISTERIO DE SALUD DE LA NACIÓN El Programa Materno-Infantil y de Nutrición (ProMIN) El ProMIN, está orientado a atender las necesidades de los pobres estructurales, en el marco del proceso de transformación económica y social emprendido por el gobierno nacional. El ProMIN fue aprobado el 16 de marzo de 1993 por el decreto del PEN N 443/93 que creó la Unidad Coordinadora del Programa (UCP) en la jurisdicción del Ministerio de Salud y Acción Social. La población objetivo del programa es aquella correspondiente a los radios censales donde el 40% o más de los hogares tienen necesidades básicas insatisfechas (NBI). La población beneficiaria está compuesta por niños menores de seis años, embarazadas y mujeres en edad fértil en áreas de alta incidencia de pobreza. El programa se lleva a cabo en centros de salud y Centros de Desarrollo Infantil (CDI) de zonas urbanas y periféricas con alta incidencia de pobreza por NBI. Remediar Es un programa de provisión gratuita de medicamentos ambulatorios para quienes están bajo línea de pobreza o no tienen cobertura de obra social. Su población objetivo es de alrededor de 15 millones de personas. Los medicamentos son distribuidos en botiquines a los Centros de Atención Primaria de la salud (CAPS) La distribución de medicamentos comenzó en octubre del 2002 y tiene financiación asegurada hasta 15 noviembre del 2004, a través del préstamo OC-AR 1193 del Banco Interamericano de Desarrollo. 15