LOS DIFERENTES PARADIGMAS DE INVESTIGACIÓN Y SU INCIDENCIA SOBRE LOS DIFERENTES MODELOS DE INVESTIGACIÓN DIDÀCTICA. Dr. Ignacio Ramírez Ramírez En la bibliografía especializada se emplea el término de paradigmas de la investigación, el cual respetaremos en el texto del epígrafe, aunque el autor prefiere el de enfoque que se ha utilizado en el título del epígrafe, por considerarlo más integral. El análisis de la efectividad de la investigación educativa, basada en diferentes paradigmas o enfoques, es una cuestión muy actual en el campo de la metodología de la investigación. En la literatura relacionada con este tema se presentan diversas tendencias, que en función de la posición filosófica que adoptan sus respectivos autores, fundamentan la supremacía o valor primordial de alguno de los paradigmas. La importancia de esta cuestión no sólo es de orden teórico, sino que también tiene una enorme trascendencia práctica, en una situación como la actual, en la que cada vez un mayor número de docentes se interesa por participar en las investigaciones, ya que aumenta la comprensión del papel de éstas como elemento fundamental en el perfeccionamiento del proceso docente educativo. Veamos a continuación algunas posiciones teóricas sobre la concepción de los paradigmas. Según Kuhn (1971) “ Los paradigmas son realizaciones científicas universalmente reconocidas que, durante cierto tiempo, proporcionan modelos de problemas y soluciones a una comunidad científica”. En el presente material se parte de reconocer el criterio expresado por diversos autores sobre la existencia de tres enfoques o paradigmas fundamentales en el desarrollo de la investigación educativa, los cuales han tenido influencia significativa sobre la investigación educativa en nuestra región, ellos son: 1. El paradigma empírico-analítico, positivista, cuantitativo o racionalista. 2. El paradigma simbólico, interpretativo, cualitativo, hermenéutico o cultural. 3. El enfoque crítico, participativo, militante u orientado a la acción. Como se puede apreciar, cada uno de estos paradigmas ha recibido diferentes denominaciones, hecho factor en el cual influyen sensiblemente las diferentes posiciones adoptadas por los especialistas que han profundizado en su estudio. 1. El paradigma empírico-analítico, positivista, cuantitativo o racionalista. A este paradigma algunos autores lo denominan también "científico-técnico". En el criterio del autor, adoptar esta denominación equivale a desconocer la cientificidad de otras formas de enfocar el estudio de la realidad educativa, es decir, adoptar de antemano una posición de supremacía a favor de este paradigma. Este es el paradigma que ha estado predominando en las investigaciones educativas por un largo período de tiempo. Como ya se ha mencionado, parte de la extensión a las ciencias sociales de las concepciones propias de las ciencias naturales, es decir, parte de la consideración de que no hay distinción entre los fenómenos de la naturaleza y los sociales, considerando la realidad educativa como única y estable, sin apreciar la complejidad de su objeto de estudio que es lo que la diferencia esencialmente de las ciencias naturales. Examina la educación y su práctica como "fenómenos" que deben ser estudiados "objetivamente", es decir, a través de una comprensión instrumental y técnica, al estilo positivista. Entre los presupuestos que caracterizan este paradigma se destaca que los hechos y fenómenos que componen la realidad educativa tienen carácter objetivo, independiente de la conciencia de los individuos, son observables y mensurables. Las investigaciones basadas en este paradigma se orientan a la comprobación de hipótesis, considerando la vía hipotético-deductiva como la más efectiva para todas las investigaciones. El trabajo científico, según este paradigma, tiene como finalidad esencial el establecimiento de leyes generales que se rigen los fenómenos. Según esta concepción, dichas leyes pueden ser descubiertas y descritas objetivamente y permiten explicar, predecir y controlar el fenómeno objeto de estudio. En el caso de las investigaciones educativas trata de explicar y predecir las conductas de los sujetos implicados en los fenómenos educativos. Este paradigma reconoce el conocimiento como válido sólo cuando es objetivo, es decir, independiente de quien lo descubre, considerando por tanto la actividad científica como desinteresada, y diferencia el papel del investigador de las funciones del docente. El investigador es considerado un agente externo que se desempeña como experto de una elevada calificación profesional, es reconocido como sujeto y determina el objeto de estudio, por lo cual, genera la idea investigativa desde fuera, sin tomar en consideración las inquietudes y expectativas del grupo de personas implicadas en la investigación, se le exige "neutralidad" en las valoraciones. Los investigados son considerados como "objeto" de la investigación. La participación de los docentes en la concepción y desarrollo de la investigación es prácticamente nula. Las investigaciones realizadas siguiendo este paradigma aspiran a ampliar el conocimiento teórico, asignándole a la teoría, el papel de guiar la práctica. La determinación de los principios y leyes del proceso educativo permitirá aumentar la eficiencia de éste sobre la base de la teoría científica. Otra de las concepciones del paradigma positivista es que los diseños de investigación se caracterizan por ser formales y estáticos a partir del manejo del conjunto de variables que pretende estudiar. Se utilizan predominantemente técnicas cuantitativas con la intención de alcanzar la mayor precisión y exactitud. 2.- El paradigma simbólico-interpretativo, cualitativo, hermenéutico o cultural. Este paradigma parte de reconocer la diferencia existente entre los fenómenos sociales y naturales, reconociendo la mayor complejidad y el carácter inacabado de los primeros, que están siempre condicionados por la participación del hombre. Engloba un conjunto de corrientes humanístico-interpretativas cuyo interés fundamental va dirigido al significado de las acciones humanas y de la vida social. Concibe la educación como proceso social, como experiencia viva para los involucrados en los procesos y para las instituciones educativas; se enfatiza que, transformando la conciencia de los docentes, estos transformarán su práctica. El paradigma interpretativo pretende hacer una negación de las nociones científicas de explicación, predicción y control del paradigma positivista, por las nociones de comprensión, significado y acción. Sus propósitos esenciales están dirigidos a la comprensión de la conducta humana a través del descubrimiento de los significados sociales. Aspira a penetrar en el mundo personal de los hombres (cómo interpretar las situaciones, qué significan para ellos, qué intenciones, creencias, motivaciones los guían). Su objeto de estudio fundamental son las interacciones del mundo social, enfatizando en el análisis de la dimensión subjetiva de la realidad social, a la cual comprende como un conjunto de realidades múltiples. Este paradigma considera la realidad educativa como subjetiva, persigue la comprensión de las acciones de los agentes del proceso educativo. La práctica educativa puede ser transformada si se modifica la manera de comprenderla. Las investigaciones realizadas según este paradigma se centran en la descripción y comprensión de lo individual, lo único, lo particular, lo singular de los fenómenos, más que en lo generalizable. No aspira a encontrar regularidades subyacentes en los fenómenos, ni el establecimiento de generalizaciones o leyes. El investigador describe las acciones contextualizadas. No busca nexos causales, sino comprender las razones de los individuos para percibir la realidad de una forma dada. A diferencia de la tendencia positivista a estudiar los fenómenos según lo observable y a la aplicación de técnicas de procesamiento cuantitativo de la información, este paradigma dirige su atención a aquellos aspectos no observables ni susceptibles de cuantificación (creencias, intenciones, motivaciones, interpretaciones, significados). Interesa lo particular y lo contextual, los relatos vividos. Pretende desarrollar un conocimiento ideográfico y comprende la realidad como dinámica y diversa. 3- El enfoque crítico, participativo, militante u orientado a la acción. Bajo esta denominación se engloba un conjunto de enfoques que surgen como respuesta a las tradiciones positivista e interpretativa, pretendiendo superar el reduccionismo de la primera y conservadurismo de la segunda. Concibe la educación como un proceso histórico e ideológico y subraya no sólo la comprensión práctica del hecho educativo; es un intento de transformar la práctica educativa para lograr racionalidad y justicia social. El paradigma crítico presupone la existencia de una "comunidad crítica", cuyos miembros desempeñan un activo rol en la concepción y desarrollo del trabajo investigativo. Esta comunidad debe enfrentar la labor investigativa con un componente de autosuperación. Este paradigma introduce la ideología en forma explícita. Sus principios ideológicos apuntan a la transformación de las relaciones sociales. Hace énfasis en la relación de la ciencia con la sociedad. Así, se cuestiona la supuesta neutralidad de la ciencia y de la investigación, la que tiene un carácter emancipativo y transformador. A diferencia del enfoque interpretativo, añade un componente ideológico con el fin de no sólo describir y comprender la realidad, sino transformarla. En su concepción, la ciencia no sólo no es neutral, sino que, además, no es contemplativa. La función fundamental de la ciencia es la de transformar la sociedad. En este paradigma la validez se relaciona con la capacidad para dirigir la transformación educativa de acuerdo con las necesidades más apremiantes en el momento de desarrollarse la investigación. Las investigaciones realizadas según este enfoque tienen como objetivo analizar las transformaciones sociales y ofrecer respuesta a los problemas derivados de estos, con acciones concretas que involucran a la comunidad en cuestión. Su finalidad última es la de transformar radicalmente la realidad, mejorando el nivel de las personas inmersas en esa realidad. Estas investigaciones se rigen por los principios siguientes: a) Conocer y comprender la realidad como praxis. b) Unir teoría y práctica: conocimiento, acción y valores. c) Utilizar el conocimiento para liberar al hombre. d) Implicar a los docentes en la solución de sus problemas a partir de la autoreflexión. Según el paradigma crítico, los problemas educativos se investigan en la propia realidad, ya que su objetivo fundamental es transformar dicha realidad educativa. Este paradigma tiene similitudes con el enfoque interpretativo (en las dimensiones conceptual y metodológica), ya que su enfoque es predominantemente ideográfico (se dirige a la solución de problemas particulares, no aspira a establecer generalizaciones, efectúa un análisis cualitativo de los datos). El paradigma crítico concibe que el investigador es un individuo comprometido que debe estar inmerso en el grupo como uno más; todos tienen una participación activa en el proceso investigativo. El investigador debe explicitar su teoría a la comunidad y responde ante ésta por la marcha y los resultados del proceso de investigación. La posición del investigador es, a la vez, objetiva y subjetiva: se dirige a sí mismo, a los investigados y a las estructuras sociales como sujetos y objetos dentro de un proceso de reflexión crítica y autoreflexiva. El rol fundamental del investigador consiste en orientar, crear las condiciones para el análisis colectivo; identificar los temas a debatir y organizar las discusiones, evitar que el grupo se aleje del problema planteado y servir de enlace del grupo con instituciones y organizaciones externas que puedan apoyar la colectividad. Además, debe analizar el desarrollo histórico del problema seleccionado y de la comunidad educativa y difundir la información existente y aquella que se vaya produciendo en el marco de la investigación, entre los miembros de la comunidad educativa. Este paradigma tiene en cuenta el rol de la subjetividad, pero la entiende como crítica, es decir, reconoce el saber de los sujetos; pero, reconocen también, que estos pueden tener falsa conciencia de la realidad social. Para el paradigma crítico lo esencial es el cambio de la situación educativa a través de la acción de sus propios actores a partir de un proceso de reflexión en el cual participan los investigadores e investigados. Se parte de la realidad y se construye desde ella para transformarla. Antes de promover cambios en la realidad educativa se analizan sus posibles consecuencias y la comunidad educativa participa en la planificación de las nuevas acciones. En la tabla que se incluye a continuación se puede apreciar un resumen de las características esenciales de cada uno de los tres paradigmas fundamentales que se han analizado, lo que permite una comparación de sus elementos principales. ENFOQUES DE INVESTIGACION ELEMENTOS Orientación Positivista Interpretativo Crítico Comprobación de Descubrimiento Aplicación Establecer Comprender fenómenos en Mejorar la práctica educativa generalizaciones condiciones naturales hipótesis Aspiraciones Relación investigador- Sujeto-objeto pasivo investigado Método fundamental Relaciones sujeto-sujeto activo. Democráticas y comunicativas. Experimento Estrategias cualitativas (diarios, entrevistas, estudios de casos) Observación participativa. Tratamiento de la Pruebas estadísticas Básicamente cualitativo información. Relación teoría-práctica Predominio de lo teórico Relación singular– Predomina lo general Predominio de lo práctico Predominio de lo singular general Relación investigación- Puede haber acción inmediata Diseños Formales, estáticos Investigación sin acción Emergentes Interacción permanente Concepción colectiva