Declaración del FSP y el PIE en el marco de la segunda cumbre UE CELAC El II Encuentro de Jefes de Estado y de Gobierno de los países miembros de la Unión Europea y de la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe será los días 10 y 11 de junio próximos en Bruselas, bajo el lema «Modelar nuestro futuro común: trabajar por unas sociedades prósperas, cohesivas y sostenibles para nuestros ciudadanos». Este encuentro se inscribe en la ya larga lista de cumbres birregionales que se han llevado a cabo desde 1999. Desde entonces, la Unión Europea negocia con los países latinoamericanos y caribeños acuerdos de asociación y tratados de libre comercio que dejan poco espacio a un verdadero diálogo político y con un enfoque de la cooperación más centrado en la asistencia que en un verdadero proyecto en favor del desarrollo. Finalmente, la orientación que la Unión Europea da a las negociaciones corresponde a sus propios objetivos de consolidación de la competitividad y predominio de sus empresas transnacionales gracias a la liberalización comercial y a la protección de sus inversiones. En este marco, los representantes de los partidos miembros del Foro de Sao Paulo y del Partido de la Izquierda Europea, reunidos en Bruselas los días 7 y 8 de mayo de 2015, desean expresar sus proposiciones apoyándose en las aspiraciones de los pueblos de ambos continentes. La crisis sistémica profunda que viven los pueblos de Europa ha acabado por afectar a los pueblos de América Latina y del Caribe, así como a los pueblos de otros continentes. En Europa esta crisis esta siendo enfrentada por la instituciones europeas, con la implementación de políticas de ajuste estructural que imponen la austeridad, la desvalorización del trabajo y de los salarios, con políticas fiscales favorables a las grandes empresas y a los sectores financieros y se legalizan la precarización del empleo y la exacerbación de la competencia en nombre de la competitividad. Las condiciones de vida no cesan de agravarse y el desempleo y la marginalización alcanza a amplios sectores de la población. Estas mismas políticas favorecen la emergencia de fuerzas de extrema derecha, racistas y xenófobas, que son la reminiscencia de tiempos en que el continente europeo vivió bajo la amenaza de fuerzas obscurantistas provocadoras de guerras y de genocidio. En América Latina y el Caribe, los pueblos han decidido dejar atrás los tiempos del consenso de Washington, que impuso las mismas políticas que son aplicadas hoy en Europa por la troika. Un número importante de países han electo gobiernos progresistas que están implementado con éxito políticas favorables al empleo, de desarrollo de la protección social y programas sociales que han sacado de la pobreza a millones de personas. La justicia social y la redistribución de las riquezas producidas han permitido asentar las democracias y favorecer la emergencia de economías dinámicas. En Europa, el pueblo griego a elegido una opción política que contesta las lógicas neo-liberales y que propone una alternativa a la austeridad. La deuda ha sido renegociada de manera substancial o sometida a auditorias, mostrando la posibilidad de soluciones diferentes, alternativas a las que se imponen a los pueblos de Europa, sin importar el costo humano tienen como única preocupación satisfacer las exigencias de un sector financiero responsable en gran parte por la situación actual. El Foro de Sao Paulo y el Partido de la Izquierda Europea ven con suma preocupación la escalada que se ha dado en Ucrania y llaman a las partes en conflicto a redoblar esfuerzos en la búsqueda de una solución política y negociada que excluya todo recurso a la violencia. El Foro de Sao Paulo y el Partido de la izquierda Europea consideran que las intervenciones militares y la preponderancia de las políticas de injerencia que se vienen dando desde hace 25 años, en particular en el Medio Oriente han profundizado y exacerbado las divisiones entre los pueblos. La Unión Europea, al participar en estas acciones refuerza la militarización de las relaciones internacionales y se niega la posibilidad de ser una voz autónoma y propositiva en favor de la paz. En América latina y el Caribe, declarada zona de paz y libre de armas de destrucción masiva, los dos últimos grandes conflictos existentes en la región, el conflicto colombiano y las tentativas estadounidenses de someter a Cuba a sus designios, están conociendo una evolución positiva sobre la base de la negociación y del diálogo. Cuba y los Estado Unido se encaminan a una normalización de sus relaciones diplomáticas. Se trata de un hecho significativo en la historia del continente. El Foro de Sao Paulo y el Partido de la Izquierda Europea se felicitan de la reanudación del dialogo entre Cuba y la UE. Esta relación fundado sobre el respeto y la no injerencia deberá llevar a la anulación lo mas rápidamente posible de la posición común adoptada en 1996 por la UE. La UE debe actuar de manera más determinada por el levantamiento del bloqueo estadounidense contra Cuba. El Foro de Sao Paulo y el Partido de la Izquierda Europea respaldamos absolutamente el diálogo entre las FARC-EP y el gobierno Colombiano por una paz justa y democrática que garantice la participación política y la justicia social. Dialogo que debe ampliarse a otras fuerzas como el ELN. Consideramos que retirar a las FARC-EP y al ELN de la lista de organizaciones terroristas de la Unión Europea sería un gesto político importante en favor de la paz. Además, el FSP y el PIE respaldamos la solidaridad con Venezuela expresada por la CELAC frente al decreto ejecutivo de Barack Obama declarando a este país como una amenaza para su seguridad. El multilateralismo y la ONU se ven cada vez más marginalizadas o instrumentalizadas en función de los intereses de las grandes potencias. Su misión primera de salvaguardia de la paz en el mundo se delega. El Foro de Sao Paulo y el Partido de la Izquierda Europea abogan por una relación eurolatinoamericana que trabaje en favor de un multilateralismo respetuoso del derecho de los pueblos Los partidos miembros del Foro de Sao Paulo y del Partido de la Izquierda Europea consideran que la Unión Europea y la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe deben ser los actores de un nuevo tipo de relación que tenga por objetivo primero el acercamiento entre los pueblos en favor de una cooperación que ponga en el centro el desarrollo humano, la justicia social y la acción en favor de la paz y del desarme. Los acuerdos propuestos deben ser respetuosos de las vías que los pueblos se dan para avanzar en las vías de un desarrollo y del medio ambiente. La inclusión en los acuerdos UE/CELAC de cláusulas de respeto de la democracia y de los derechos humanos no deben ser simples elementos de retórica y deben ser concretizadas con mecanismos de participación de las organizaciones, movimientos sociales y parlamentos. Es inaceptable que las negociaciones de acuerdos y tratados de libre comercio se den haciendo caso omiso de las repetidas violaciones de los derechos humanos, persecuciones y asesinatos, como han sido los casos en Colombia, Honduras, Perú, Guatemala y México. La Unión Europea y la CELAC deben converger en el apoyo a las iniciativas en favor de la creación de instrumentos de regulación y de re-estructuración de las deudas soberanas y la implementación de un instrumento internacional legalmente vinculante en derechos humanos para las corporaciones transnacionales y otras empresas. El comercio entre América Latina y el Caribe y la Unión Europea debe ser un vector de desarrollo y no una manera más de imponer una relación desigual destructora de las economías nacionales. Una acción verdaderamente eficaz en favor de la lucha contra el cambio climático exige una redefinición de la función del comercio en las políticas de desarrollo. Las reglas del comercio internacionales han sido definidas en beneficio de los grandes conglomerados que producen y exportan haciendo caso omiso del derecho de cada ser humano a vivir en un ecosistema único que puede agotar sus limites. Frente al drama humano que se esta dando en el mar Mediterráneo en el que miles de personas han perecido tratando de alcanzar las costas europeas, mas que nunca apoyamos la opción de respeto al derecho de movilidad y de establecimiento de los seres humanos. Este derecho es tanto aun mas legitimo que este éxodo masivo de personas es el resultado de guerras y conflictos y consecuencia de políticas erróneas y del pillaje de las riquezas naturales de las que no son ajenas las potencias europeas. Solo la acción solidaria con quienes emigran y el abandono de las visiones neo-coloniales pueden aportar una alternativa a la situación actual. Para fortalecer los principios del multilateralismo que deben conducir las relaciones entre las naciones soberanas, el FSP y el PIE apoyan el reclamo del gobierno y del pueblo de Argentina de la soberanía sobre las islas Malvinas, llaman al gobierno del Reino Unido a cumplir con la resolución 2065 de las Naciones Unidas de constituir una mesa de diálogo y a la UE a asumir una actitud responsable. Rechazamos las lógicas de dominación que son subyacentes a las proposiciones avanzadas en los marcos del Tratado Transatlántico y del Tratado Transpacífico. Las relaciones entre la Unión Europea y la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe no deben hacer parte de estas lógicas que tratan de modelar y de perennizar las relaciones entre los pueblos según los patrones neo-liberales que nuestros pueblos rechazan. El Foro de Sao Paulo y el Partido de la izquierda Europea subrayan la necesidad de llegar a una convergencia entre los países europeos y latinoamericanos en la reunión de la COP-21, que se llevara a cabo en París en diciembre próximo, que permita un acuerdo sobre la estrategia frente al cambio climático. Se trata de una urgencia dadas las consecuencias que se dejan sentir en diferentes puntos del planeta. La posición revindicada por los países en desarrollo en favor del reconocimiento de una responsabilidad compartida y diferenciada de los Estados debe ser tomada en cuenta por los países industrializados, que son también seguidos los antiguos colonizadores de otros continentes. Es necesario que la Unión Europea escuche las proposiciones de los países latinoamericanos en cuanto a la protección de la propiedad intelectual, que debe cesar de ser una manera de proteger los intereses de las transnacionales en detrimento de los derechos a la salud y a la educación. Un verdadero diálogo político deberá hacer de la Unión Europea y de la CELAC actores decididos en favor del desarme y del tratado de no proliferación y una fuerza propositiva en favor de la creación de marcos para la prevención y solución de conflictos. América Latina y el Caribe tienen proposiciones y una experiencia en este dominio, la Unión Europea puede convertirse en un ejemplo aceptando entrar en un proceso de desarme negociado. EL Foro de Sao Paulo y el Partido de la Izquierda Europea proponen el desarrollo y patrocinio de iniciativas sociales a favor de la paz iniciativas sociales del tipo “red de América Latina y del Caribe y la UE de Universidades por la paz” y de “red de organizaciones artísticas de América Latina y caribe y de la UE en favor de la paz”. El Foro de Sao Paulo y el Partido de la Izquierda Europea, en su carácter de entidades regionales que reagrupan a diversas fuerzas progresistas de América Latina y de Europa desean implicarse en la acción en favor de una verdadera integración que se funde sobre la cooperación, la complementaridad y la solidaridad entre nuestros pueblos. Juntos, continuaremos trabajar para crear las convergencias necesarias que hagan avanzar este objetivo.