Los voluntarios y una cooperación distinta *Me impresiona el ingenio inventivo de los cubanos* Diálogo con Ruth Grossenbacher Las diferencias *planetarias* entre la realidad de Cuba y la de Suiza no son obstáculo alguno para que Ruth Grossenbacher, 45 años, única cooperante suiza en ese país caribeño, valore con evidente emoción su estadía allá. « Me siento muy cómoda en un país donde , a pesar de sus problemas, la gente no pierde la capacidad de ser solidaria con su vecino. Rasgo de humanidad cotidiana que no siempre se encuentra en Suiza » enfatiza introduciendo este diálogo. Llegó a La Habana en 1997, luego de trabajar seis años en Estelí, Nicaragua. Siempre como voluntaria de GVOM, ONG helvético miembro de la red UNITE. Poco tiempo después de su aterrizaje a Cuba comenzó a trabajar en uno de los laboratorios que se dedican , en la capital del país caribeño, al control de calidad de las empresas de medicamentos, tanto alópatas como naturales. Proyecto sostenido por MediCUBA, organismo suizo (y europeo) de amplia presencia solidaria en la isla caribeña. Laboratorista de formación, Grossenbacher asesora, acompaña, forma y multiplica en el marco de un equipo de ocho trabajadores y profesionales. « La medicina *verde* vive hoy un auge particular en Cuba. A partir de inicios de la década se ha ido convirtiendo en uno de los pilares del sistema de salud », enfatiza estableciendo el marco de su propia actividad... DIFICULTADES vs CREATIVIDAD Pregunta: ¿Cuál es la naturaleza de su actividad y la especificidad de su trabajo? Respuesta: Vine a trabajar en un laboratorio que ya existía. Nos dedicamos a ejercer el control de calidad de una empresa de medicamentos. A doble nivel: tanto de las plantas secas que entran y que sirven de materia prima para un sinnúmero de remedios naturales, como de los medicamentos ya elaborados antes de ser distribuidos a las farmacias. Mi tarea es acompañar y asesorar, a los trabajadores y técnicos del equipo. Si bien en general tienen una formación muy sólida, hay aspectos específicos, del mundo del control de calidad, donde siempre alguien que viene de afuera puede aportar. No por ser más capaz que los otros...sino por contar con otra información y por compartir experiencias diferentes (y complementarias) realizadas en otros contextos. Para mí significa un constante intercambio y un inagotable aprendizaje. P: ¿ Cómo es la organización cotidiana de su actividad ? R: Trabajamos intensamente, ocho horas por día, sin cortes. Teóricamente sería mejor hacer una pausa, pero eso significaría regresar a nuestras casas, lo que hoy es imposible por el problema inmenso de transporte. Las muestras que recibimos deben estar analizadas en diez días. Ese es el marco de nuestra programación mensual. Programación que muchas veces no se puede cumplir en el detalle. No por falta de dedicación del personal sino por circunstancias imprevistas: un corte inesperado de energía eléctrica o agua, falta de ciertos productos como el alcohol ... P: Acaba de decirnos que el personal tiene una dedicación y conciencia laboral significativas... R. En efecto. No sólo capacidad de trabajo, pero , además, lo que más me ha sorprendido en el laboratorio -y en el país- es la capacidad de improvisar positivamente. Ingeniarse de cualquier forma para suplir imprevistos, para resolver situaciones complicadas, problemas de diferente naturaleza. Unido a esto, el buen espíritu de equipo y de complementaridad. Lo puedo probar también en las salidas al terreno, cuando vamos a distintas empresas procesadoras de plantas del ministerio de agricultura, sin avisarles de antemano, para supervisar. Vale la pena explicar que hay una estrecha coordinación entre el ministerio de salud y el de agricultura para definir cantidades, tipos de plantas, normas de producción.... MEDICINA VERDE, HOMEOPATIA, MICRODOSIS P: Interesante comprobar que las plantas medicinales y la denominada medicina verde tienen hoy una importancia particular en Cuba. ¿ Está también desarrollada la homeopatía? R: Sí y es muy fuerte. Nosotros mismos tenemos un despacho que cuenta con cerca de 400 productos homeopáticos. Los pacientes llegan con sus recetas y los preparamos y entregamos en el acto. Son productos muy baratos. También tenemos flores curativas y una especialidad que se llama *microdosis* que no se conoce tanto en Suiza. Con el objetivo de reducir el consumo excesivo de ciertos medicamentos - como los tranquilizantes- se elaboran unas tinturas madres que continen una cantidad mínima del producto. Pero cuyo efecto, probado clínicamente, es excelente. Implica un ahorro significativo y tiende a evitar el consumo excesivo. P: Esa producción diferenciada habla de un consumo dirigido...¿ Se siente que la medicina natural tradicional está integrada, realmente, en el concepto amplio de salud pública cubana y en la cotidianeidad de la gente ? R: En efecto. En La Habana de unos 80 policlínicos que existen, 78 aplican la medicina natural tradicional, en forma complementaria con el otro tipo. Está cada vez más imbricado con el esqueleto mismo del funcionamiento de la salud pública. Hay que recordar que el sistema se basa en un médico de familia que atiende a una cantidad de vecinos de un territorio. Conoce el medio, los problemas, el trabajo que realiza cada uno de sus pacientes. Está inserto en el territorio. Cuando el cuadro es más complicado y exige una mayor especialización, entonces el paciente es derivado a un hospital o policlínico. En todos esos niveles la medicina natural tiene una gran presencia. También se están formando médicos especializados en ese área específica. P: ¿El Estado, entonces, promueve esta medicina *complementaria*? En forma sistemática. Hay programas de radio y televisión, de divulgación masiva, explicando las bondades de ciertas plantas, su uso etc. Pero aún más: es impresionante ver la expansión de todas las formas médicas preventivas, en sus niveles más amplios. Por ejemplo, cada mañana, en un recorrido por La Habana, se ven grupos y grupos de ancianos haciendo ejercicios de yoga o thai-chí, en parques públicos, dirigidos por personal especializado. La nota simpática adicional: en muchos casos los abuelitos hacen la gimnasia con los niños de los centros infantiles que también participan activamente. P: ¿ Medicina verde, complementaria, preventiva, con impacto social? R: Claro. Y acercando a la gente entre sí LA SOLIDARIDAD SOCIAL P: Con esas imágenes de fondo, ¿qué siente cuando viene a Suiza y se confronta con un sistema médico tan desarrollado pero al mismo tiempo cada vez más caro y más privatizado? R. En cada visita a Suiza, mi país, constato más y más pobreza social.Sólo remitirse , por ejemplo, al aislamiento marcado de la población alcohólica y drogadicta. Preocupante...Sobretodo porque en Cuba, más allá de los problemas que enfrenta y vive el país, sigue siendo básica la preocupación por el vecino, por la familia, por el ser humano que uno encuentra en el camino. Si un niño se cae en la calle, o un viejito trastabilla, todos corren para ver y ayudar. Aquí no es lo mismo! P: ¿ Una solidaridad social más desarrollada? ¿ Se traslada esta lógica a la atención médica? R: A eso me quería referir. Es impresionante ver la disponibilidad de los médicos, en general, en la atención a sus pacientes. La primera visita a un médico de familia o a uno en el policlínico puede significar una hora o más de atención, charla, escucha. Existe la visión de la medicina global, con la preocupación del profesional por todo: familia, trabajo, cuestiones psicológicas. Se siente de inmediato el interés humano...se establece una relación de amistad. Uno siente, y eso lo he experimentado yo misma, que el médico es un amigo, te quiere. P:¿ Logra ese aspecto humano equilibrar las carencias materiales reales que existen en el país, por ejemplo a nivel de medicamentos? R: Ayuda mucho. Es también cierto que hay personas que dicen:* no voy al médico porque no tiene nada para darme*. Y a veces hay remedios que faltan y que no se pueden encontrar fácilmente en la farmacia del barrio. Es cierto que a veces la gente está cansada de tener que entender cada día todo lo que deben entender para continuar. Admiro mucho a la gente y su capacidad de comprensión... COMPARANDO,...UNA REFLEXION DE FONDO P: ¿Luego de seis años de trabajar en Nicaragua y dos en Cuba, se puede intentar una comparación de esas experiencias en esos dos países latinoamericanos ? R: Es difícil comparar dadas las diferencias. En Nicaragua tenía más independencia profesional, y las condiciones del laboratorio donde trabajaba eran excelentes. Pero me siento más estimulada en un laboratorio donde no hay de todo y falta espacio . Exige más esfuerzo. Además, con la perspectiva de ampliarlo, con el apoyo de COSUDE (agencia de cooperación oficial suiza) . Aprendí muchísimo de los compañeros de trabajo...Nunca me imaginé que podrían inventar tanto! P: ¿El rol de cooperante como formador/multiplicador...está presente hoy en el trabajo? R: Debo siempre recordar cuando fui por primera vez a Cuba para identificar un proyecto. Me decían, rotundamente: *tenemos muy buenos profesionales aquí, no necesitamos ese tipo de aporte externo*. En cierta manera es verdad. Pero con el tiempo se fueron dando cuenta que hay áreas específicas, como control de calidad de las plantas medicinales y sus derivados, donde sí se puede recibir un apoyo de afuera. Y mi trabajo va en esa dirección. Sostener al equipo! Estoy muy orgullosa. En los últimos dos años nuestro laboratorio fue valorado como el mejor de los cuatro de La Habana. Por formación, calidad de equipos -recibidos desde Suiza a través del impulso de MediCUBA- , bibliografía, organización...En poco tiempo , incluso, participaremos en la formación del personal de los centros análogos de la capital y luego, del interior. P: ¿ Tiene previsto regresar a Suiza? R: Antes siempre decía tajantemente que no. Ahora digo *puede ser*. Pero , por el momento, estoy contenta de volver a Cuba a seguir mi trabajo. A pesar de los problemas objetivos, me siento mucho mejor en Cuba por la forma de vida, el entramado social... P: ¿ Se siente mejor que antes en Nicaragua? R: Que el último tiempo en Nicaragua. Aunque viví años muy positivos, al final sufría mucho confrontándome a la extrema pobreza cotidiana, en el barrio, en el país. Con el aumento permanente de la delincuencia como forma de sobrevivencia... P: ¿Es completamente distinto ahora en Cuba? R: En Cuba no hay miseria tal como la conocemos en otros países de Latinoamérica. Y, a nivel de tranquilidad, me siento más segura que en Berna mismo! Tal vez lo que me falta, comparativamente, es el intercambio regular entre cooperantes como lo que vivimos en Centroamérica. Por momentos, ahora, me siento un poco sola a ese nivel. P: Me permito insistir, para terminar: ¿ es imaginable o no volver a Suiza? No quiero programar. Eso es una diferencia con la lógica helvética, que exige tener claro todo para el futuro. Vivo de año en año, muy ligada al proyecto y al trabajo interesante que hago. De hecho mis años de voluntaria me han cambiado la vida. A nivel profesional, aprendí tantas cosas pero quedé bastante fuera -en 8 años de ausencia- del desarrollo de mi profesión ,lo que haría difícil una reinserción automática. A nivel personal, también descubrí valores claves, como la solidaridad estrecha entre vecinos o una medicina « humanizada » que no sé si podré, así nomás, reemplazar si regreso. Sergio Ferrari Berna, setiembre 1999 SERVICIO DE PRENSA DE UNITE