EL OÍDIO DE LA VID Magdalena Cruz A El oídio de la vid es causado por el hongo Uncinula necator . También se le llama mild iú polvoriento. A diferencia del mildiú propiamente tal, no requiere agua libre para la germinación de sus conidias (estructuras reproductivas) y puede prosperar incluso en condiciones climáticas semiáridas. El ambiente óptimo para el desarrollo de este hongo considera una temperatura entre 20 y 27 C, y una humedad relativa de 40 a 80%. Este hongo puede afectar todos los tejidos verdes desde la brotación (Figura), constituyendo una de las enfermedades más importantes de la vid en todas las zonas donde se cultiva. Las conidias son muy sensibles al calor y a la luz directa del sol, por lo que las lesiones se producen en la cara inferior de las hojas expuestas al sol, o en ambas caras de hojas bien sombreadas. El micelio del hongo, formado por una red de finos hilos, se desarrolla superficialmente, emitiendo conidióforos con conidias en cadena (Foto 1) que, en grandes masas, le dan un aspecto polvoriento a la lesión (Foto 2). Por lo general, el oídio no infecta hojas adultas, a menos que estén creciendo bajo una sombra densa. Foto 1. Conidióforos y Los frutos pueden ser infectados desde los primeros estados de conidias de oídio. desarrollo hasta que su contenido de azúcar alcanza 8%. Una vez establecida la infección, la producción de esporas continúa hasta que las uvas contienen 12 a 15% de azúcar, nivel en que las infecciones antiguas se inactivan y los frutos se vuelven resistentes. En infecciones ocurridas antes que el fruto alcance su desarrollo completo, se detiene el crecimiento de la epidermis en el área lesionada ; pero como la pulpa continúa su expansión, el fruto se parte. Las grietas así producidas son colonizadas frecuentemente por Botrytis cinerea. Los frutos infectados al comienzo de la madurez presentan cicatrices en forma de red y los cultivares tintos no expresan su color característico. Los vinos elaborados con estos frutos no alcanzan el potencial de la variedad. CONTROL CULTURAL Establecer el viñedo en sitios asoleados y abiertos, orientando las hileras de manera que haya buena circulación del aire y exposición a la luz Mantener un follaje poco denso, eliminando hojas alrededor de los racimos, para permitir un secado rápido y facilitar la penetración de los fungicidas. Foto 2. Oídio de la vid (Uncinula necator ). Lesión blanquecina y polvorienta por el envés de una hoja. CONTROL QUÍMICO Formulaciones de azufre El azufre es el producto más usado para el control de oídio por su eficacia preventiva y curativa, además de bajo costo. En climas secos se utiliza el azufre en polvo, mientras que en regiones con abundantes lluvias en primavera se prefiere el polvo mojable por su mayor poder de retención. La actividad fungicida del azufre está asociada a su fase de vapor. El rango óptimo de temperatura para su mejor actividad es entre 25 C y 30 C. Bajo 18 C no es efectivo y sobre 30 C aumenta enormemente el riesgo de toxicidad. No debe aplicarse cuando se espera una temperatura superior a los 30 C en los tres días siguientes. El azufre es menos activo con el aire húmedo que con el aire seco. No debe agregarse adherentes a los compuestos azufrados. La mayoría de las formulaciones en base a azufre restringen el reingreso a la viña en las 24 horas siguientes a la aplicación. El primer tratamiento en la temporada tiene por finalidad destruir el micelio invernante en las yemas, que infectará los nuevos brotes; debe realizarse lo más pronto posible a comienzos de brotación. En floración no se debe pulverizar con azufre mojable, ya que favorece el corrimiento, y el follaje impide una buena penetración del producto. En cambio el azufre en polvo llega a todas las partes de la planta y, por la aplicación misma, ayuda a la fecundación al dispersar el polen. Para las variedades poco sensibles al oídio, una sola aplicación de azufre, pocos días antes de la pinta, puede ser suficiente. Aunque el oídio no se desarrolla en los frutos con jugo azucarado, un tratamiento adicional en ese estado evita ataques sobre el pedúnculo y el pedicelo, en la unión al fruto, que posteriormente pueden favorecer la penetración de Botrytis. Como propiedad anexa, el azufre limita el desarrollo de arañitas. Fungicidas orgánicos Benomyl, inhibidores de esteroles y estrobilurinas, también son usados comercialmente en el control del oídio, aunque no tan extensivamente como el azufre. Tienen la ventaja de mantener su actividad en un rango de temperaturas mayor que el azufre y con menos riesgo de fitotoxicidad, pero el costo es más elevado. Su uso continuado favorece la aparición de razas resistentes. Fungicidas cúpricos Los fungicidas en base a cobre proporcionan un control menos efectivo para oídio que la mayoría de los indicados, con la desventaja de mayor riesgo de toxicidad. Efectividad de fungicidas en el control de enfermedades de la vid Fungicida Oídio Mildiú Botrytis Ph omopsis Azufre +++ 0 0 0 Azufre mojable +++ 0 0 0 Benomil +++ 0 + + Cúpricos ++ ++ 0 + Folpet ++ +++ + +++ Iprodione + 0 +++ 0 Mancozeb 0 +++ 0 + Ferbam 0 ++ 0 + 0 = Inefectivo + = Efectividad leve ++ = Efectividad moderada efectivo +++ = Muy