¿cómo comenzar a brindar una educación financiera

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¿CÓMO INICIAR UNA EDUCACIÓN FINANCIERA?
MARÍA INÉS SARMIENTO DÍAZ
PSICÓLOGA - COLOMBIA
misdpg@yahoo.com
Muchos padres y docentes con niños y niñas bajo su responsabilidad, desean
brindar una educación financiera a sus hijos(as) o estudiantes y no saben por
dónde comenzar. Se dan cuenta que es importante guiarlos en este sentido, más
no saben cómo hacerlo. Con este artículo deseo proporcionar algunos elementos
que pueden facilitar el que los adultos interesados en formar financieramente a los
jóvenes, den los primeros pasos en este sentido.
Primero que todo, es importante felicitar a los padres y docentes quienes desean
dar una formación financiera, porque cumplen con el primer requisito para
hacerlo: El deseo, la motivación y el interés porque los niños y niñas tengan una
orientación al respecto. Es el primer paso, pues no todos los adultos reconocen la
importancia y necesidad de abordar este tema con los infantes. Y muchas veces
se preguntan: ¿Para qué educar en finanzas? Al fin y al cabo yo no estudié nada
que tenga que ver con dinero y estoy bien. Veamos algunas razones para brindar
una formación financiera a niños y niñas.
PRINCIPALES RAZONES PARA FORMAR FINANCIERAMENTE A LOS NIÑOS
Y NIÑAS
 Los niños y niñas requieren saber para qué utilizamos el dinero:
Los seres humanos estamos inmersos en un mundo económico. Utilizamos el
dinero para muchas cosas en nuestras vidas. Cuando tenemos dinero,
satisfacemos casi todas nuestras necesidades: Compramos alimentos,
accedemos a los servicios de salud, de educación, a los servicios públicos de
agua, luz y telecomunicaciones, compramos la ropa que nos gusta, tenemos un
lugar donde vivir, podemos desplazarnos a nuestro sitio de trabajo, podemos
descansar y recrearnos como deseamos. También usamos el dinero para darnos
gustos, para compartirlo con quien lo necesita, para asegurarnos una vida digna
en nuestra vejez, etc. Es decir, tener dinero es importante pues sin él, es más
difícil vivir de la manera que deseamos.

Psicóloga y Autora de:
- El libro: “Cómo facilitar el Despertar Financiero en los niños y niñas “. Bogotá: Editorial El
Manual Moderno, 2005.
- El artículo “Algunos Aspectos Claves al Brindar una Educación Financiera a niños y
niñas” publicado en Gestiópolis.
- Facilitadora de seminarios y talleres relacionados con el tema.
 Los niños y niñas requieren aprender que no todo se consigue con
dinero:
Partiendo de que el dinero es importante, también es básico reconocer que no
todo lo conseguimos con dinero: Nuestra credibilidad, la unión familiar, las
amistades verdaderas, la felicidad, la armonía en nuestras relaciones, nuestra paz
interior, las habilidades, los talentos, nuestra creatividad, las actitudes que
asumimos frente a las adversidades, el tomar decisiones apropiadas, amar lo que
hacemos y hacer bien nuestro trabajo, cuidar los recursos que poseemos, aportar
al mundo los dones que hemos recibido, resolver nuestros propios problemas sin
esperar que otros nos los resuelvan, crecer como personas, disfrutar con las
cosas sencillas de la vida, etc., son aspectos que no nos los proporciona el dinero.
Y son estos aspectos los que determinan qué tan prósperos somos en nuestra
vida, los que nos permiten generar riqueza o generar pobreza. Cuando
reconocemos estos aspectos como primordiales y previos al dinero, comenzamos
a Aprender a Tener.
 Los niños y niñas requieren Aprender a Tener:
Aprender a Tener, significa colocar por encima del dinero, la vida, la dignidad, los
valores y principios con que nos guiamos. Es reconocer que el dinero es
importante y nos permite hacer muchas cosas, y a la vez, sin dinero, también
podemos hacer otras tantas cosas en la vida con las cuales transformamos el
mundo y hacemos de él un lugar mejor para vivir. Aprender a tener significa que
somos capaces de sacrificar el dinero por los valores que tenemos, en lugar de
sacrificar los valores que tenemos por el dinero. Es darnos cuenta que tener o no
tener dinero es algo temporal, mientras que al tener los talentos, valores y
actitudes apropiadas, podemos generar riquezas para nosotros mismos y para los
demás, en cualquier momento de la vida.
Aprender a tener es mantener una Actitud Ganar – Ganar: Es aprender a que
podemos tener dinero, no a costa de otras personas o de principios o de
infelicidad y sufrimiento, sino que podemos tener dinero beneficiándonos a
nosotros y a los demás.
Aprender a Tener significa que administramos con ética y sabiduría, los recursos
que hemos recibido (personales, sociales, ambientales), de tal manera que los
mantenemos, los incrementamos, los mejoramos, generando desarrollo y dejando
huella.
Aprender a Tener implica que vivimos una Cultura de Prosperidad, con la cual
atraemos lo que deseamos, nos sentimos en paz y armonía y comprendemos que
muchas veces podremos estar ilíquidos, sin que esto signifique que seamos
pobres, pues contamos con los recursos necesarios para generar la riqueza que
deseamos.
Saber Tener, no es algo con lo que nacemos, es algo que aprendemos y podemos
transmitir y en esto radica la importancia de Formar financieramente a los niños y
niñas. En saber que podemos enseñar actitudes, valores, comportamientos
económicos y conocimientos que permitan a los jóvenes ser prósperos y generar
riquezas con las cuales puedan transformar el mundo.
 Los niños y niñas requieren aprender una Cultura de Prosperidad:
Así, entre las principales razones para formar financieramente a los niños y niñas,
están la de facilitar que Aprendan a Tener y Desarrollen Actitudes de Prosperidad
que les permitan cambiar la cultura de pobreza que predomina hoy día en nuestra
sociedad, por una cultura de prosperidad.
REQUISITOS PARA BRINDAR UNA EDUCACIÓN FINANCIERA:
Para brindar una formación financiera son indispensables algunos requisitos.
Como decíamos, el primero que debe estar presente es el deseo, la motivación y
el interés por parte de los adultos para dar esta formación. Sin un genuino interés
y convicción, acerca de la importancia de esta formación, difícilmente guiaremos a
los niños hacia la prosperidad y adecuada administración de los recursos.
Valores que sustenten la formación financiera: Sólo los adultos quienes viven
valores de prosperidad, pueden ser congruentes y consistentes al brindar una
formación financiera: Adultos honestos, responsables, respetuosos, cumplidos,
pueden enseñar estos valores que guían a los niños hacia un manejo ético de los
recursos que administran. ¿Cómo puede un niño aprender a ser honesto si el
docente quien le está enseñando la importancia del ahorro, roba los ahorros de los
niños?, ¿Cómo puede aprender un niño a respetar lo ajeno, si sus padres no
cuidan lo que les prestan y lo devuelven dañado?. Los niños requieren de adultos

Es importante diferenciar entre riqueza (Estar ricos) y prosperidad (Ser ricos) al igual que
diferenciar entre estar pobres y ser pobres. La riqueza es un estado temporal. Se refiere a la
cantidad de recursos que posee en un momento determinado una persona, una familia, una
comunidad, una ciudad, un país A mayor cantidad de dinero, más rica económicamente es la
persona. La prosperidad es un sentimiento duradero y profundo de abundancia, que genera paz,
tranquilidad, seguridad y felicidad. También es un proceso que implica: a) Ser consciente de los
recursos que se poseen, b) Mantener una actitud positiva hacia la vida y hacia lo que se posee, la
cual lleva a la persona a disfrutar lo que tiene, a sentir abundancia y seguridad en sí misma y en el
entorno y c) Saber manejar los recursos (pocos o muchos) que se poseen. Estar pobres, es no
poseer dinero en un momento dado. Es una carencia temporal de recursos, mientras que Ser
pobres (Cultura de Pobreza) es un sentimiento duradero y profundo de escasez que genera
angustia, temor, inseguridad. También es un proceso que implica: a) No darse cuenta de los
recursos que se poseen; b) Mantener una actitud negativa hacia la vida y hacia lo que se posee,
la cual lleva a la persona a quejarse, criticar, envidiar, culpar a los demás de su situación y pensar
que no tiene control sobre la misma, y c) Manejar inadecuadamente los recursos (pocos o
muchos) que se poseen.
cuyos comportamientos económicos (formas de ganar dinero y de administrarlo)
sean un modelo para ellos.
Creencias y Actitudes de prosperidad: Un tercer requisito para que una
formación financiera sea apropiada, es que los adultos que la impartan,
mantengan creencias y actitudes de prosperidad. Para comprender un poco a
qué nos referimos con éstas, recordemos la percepción que tres personas
diferentes pueden tener sobre un vaso que contiene agua hasta la mitad. Una de
ellas puede decir: “El vaso está medio vacío”, otra persona puede decir: “El vaso
está medio lleno” y la tercera puede decir: “Aunque el vaso todavía tiene agua, es
importante prepararnos para llenarlo”. Estos tres casos plantean tres actitudes
diferentes: La primera actitud, es una actitud centrada en la carencia, en lo que no
se tiene, en lo que falta, en la escasez. Puede decirse que la persona tiende al
pesimismo. La segunda persona manifiesta una actitud centrada en lo que tiene,
en la abundancia, en la riqueza, puede decirse que es una actitud optimista.
Finalmente la tercera actitud, es una actitud realista: La persona percibe la
cantidad de agua que hay y a la vez, se prepara para mantener el vaso con agua y
no dejarla acabar. Generalmente cuando una persona tiene creencias negativas y
actitudes centradas en la escasez, decimos que la persona vive en una cultura de
pobreza, pues no percibe lo que tiene sino lo que no tiene; en lugar de disfrutar los
pocos o muchos recursos de que dispone, sufre, se angustia y se amarga por lo
que no tiene, o lo que puede perder. Las personas que viven una cultura de
pobreza, se quejan de la situación en que viven y atribuyen a otras personas la
responsabilidad por dicha situación. La culpa de sus carencias, de sus desgracias
son sus padres, sus familiares, su pareja, sus hijos, los vecinos, el barrio en que
viven, los gobernantes, el Estado, etc., etc. No se dan cuenta que ellos mismos
atraen la situación en que viven. Por esta misma razón, no encuentran, ni se
preocupan por hacerlo, soluciones a su situación: Si la causa de sus problemas
son otros, la solución está también afuera de ellos mismos: Cuando mis hijos
crezcan…, cuando mis padres cambien…, cuando cambie el presidente, cuando
se vayan los vecinos, cuando crezca, cuando mis profesores me entiendan, etc.
Por lo tanto quedarán esperando situaciones favorables, en lugar de crearlas, a
partir de apreciar las oportunidades que hay en su propia vida.
Las personas centradas en lo que poseen, normalmente viven en una cultura de
prosperidad. Asumen responsabilidad por las situaciones que viven y buscan de
manera activa soluciones a las mismas. Saben que en gran parte, de ellas
depende la solución a sus dificultades. Son personas que disfrutan lo poco o
mucho que poseen, lo cuidan y si es posible lo incrementan.
Las personas realistas, ven los dos lados de la moneda: Lo que poseen y lo que
nó. Disfrutan, cuidan, comparten lo que tienen y buscan formas adecuadas de
conseguir lo que desean; simultáneamente se preparan para las épocas de las
“vacas flacas”, sea que lleguen o no . Saben que en cualquier momento pueden
cambiar sus circunstancias más como se han preparado para lo que puede
suceder (una crisis financiera, un huracán, una pérdida importante), están en
mejores condiciones para hacerle frente. Saben que lo importante no es lo que
suceda, sino lo que ellas hagan al respecto. También viven en una cultura de
prosperidad y simultáneamente se preparan para situaciones temporales de
carencia.
Los adultos que asumen una cultura de prosperidad son quienes están mejor
preparados para formar financieramente a los niños y niñas, pues transmiten
actitudes de prosperidad, no sólo con palabras, sino también con sus propias
vivencias. Y recordemos que es el ejemplo la mejor forma de enseñar lo que
queremos que aprendan.
Otro requisito, es contar con conocimientos pedagógicos, didácticos y
metodológicos. Muchos adultos, profesionales exitosos en sus áreas, no saben
cómo transmitir a los niños (estudiantes o hijos) sus conocimientos. Se requiere
poder volver sencillos los contenidos financieros y económicos que deseamos
enseñar, conocer la manera de pensar y aprender de los niños, de acuerdo con su
etapa evolutiva y desarrollar actividades lúdicas y concretas para facilitar un
aprendizaje significativo.
Tener en cuenta la Etapa Evolutiva de los niños y niñas: La formación financiera
es diferente según el desarrollo de los niños y niñas. Podemos clasificar el
desarrollo evolutivo en tres etapas: Niños desde que nacen hasta los dos años,
niños en edad preescolar (entre los 2 y los 7 años) y niños en edad escolar (entre
los 7 y 12 años). Posterior a los 12 años, se brinda una educación financiera a los
adolescentes y finalmente a los adultos. Para efectos de este artículo, nos
detendremos en la formación dada en la infancia (Hasta los doce años). Dentro de
cada etapa, también hay algunas diferencias y es importante ajustarse a las
mismas. Por ej. Aunque la edad escolar preescolar va desde los 2 hasta los 7
años, el desarrollo motriz, cognitivo, del lenguaje, socioemocional, varía mucho
entre un niño de 3 años y uno de 7 años. Conocer estas diferencias es importante
al dar cualquier tipo de educación, incluyendo la financiera.
Planear el tiempo, el espacio, las actividades y los recursos que se requieren
para brindar una educación financiera: En las Instituciones Educativas, ¿Se va a
trabajar todos los días?, se va a dedicar un tiempo semanal, quincenal o
mensual?, se va a incluir esta formación dentro de una asignatura ya establecida o
los contenidos financieros a enseñar
se van a trabajar como temas
transversales?, ¿Cómo se van a definir las políticas curriculares relacionadas con
esta formación?, ¿Cómo se va a abordar el currículo oculto?, ¿Cómo se va a
integrar a la comunidad educativa?, ¿Cómo se va a integrar esta formación con el
Proyecto Educativo Institucional?; ¿Cuáles son los objetivos que la institución
desea alcanzar con esta formación, a nivel general y en cada nivel: preescolar,
básica y media?, ¿Qué actividades pueden llevarse a cabo para enseñar
actitudes, valores, comportamientos económicos y contenidos?, ¿Cómo vamos a
facilitar el desarrollo de los estudiantes a través de esta formación?. Responder
estas y otras cuestiones, va a facilitar el incluir la formación financiera como una
parte importante del currículo, más que dejarla al azar y netamente como parte del
currículo oculto.
¿Cómo pueden los padres brindar a sus hijos una formación financiera?, Qué
momentos de la vida cotidiana van a aprovechar para hacerlo?, ¿Van a dar a los
niños una mesada?, van a explicarles cómo administrar ese dinero para
mantenerlo, incrementarlo, disfrutarlo y compartirlo?; ¿Cómo piensan manejar
situaciones de adversidad?, ¿Cómo van a reaccionar frente a una pataleta del
niño o niña?. Las respuestas a estas y otras preguntas, forman parte de las
múltiples decisiones que requieren tomar para brindar una adecuada formación
financiera.
La Preparación de los adultos (docentes y padres) que van a asumir esta
formación financiera, es básica, pues generalmente la educación que se brinda en
este sentido es más intuitiva que sistemática y no siempre los adultos manejan
adecuadamente sus propias finanzas.
Estos son algunos de los requisitos importantes para poder brindar una educación
financiera a los niños y niñas. La siguiente pregunta es ¿Cómo empezar esta
formación?
PASOS PARA INICIAR LA FORMACIÓN FINANCIERA
1º)-. Establecer los propósitos que tenemos en relación con la formación
financiera: Para lograr esto es importante que el adulto responda: ¿Qué desea
lograr al brindar a los niños y niñas una formación financiera?
La respuesta a esta pregunta va a permitirle orientar sus acciones, actividades y
recursos para que la formación financiera que brinde lleve a los niños y niñas a
donde usted desea.
Veamos algunas posibles respuestas a esta pregunta: Algunos adultos desean
que sus hijos o estudiantes manejen el dinero con base en valores. Por ej.
Desean que los niños y niñas sean honestos, respetuosos, cumplidos,
responsables, generosos, etc.
Para otros adultos puede ser importante que los niños y niñas desarrollen
Características y Actitudes Positivas hacia el dinero, que les permitan ser
prósperos, atraer y sentirse bien con la riqueza (poca o mucha) que tengan.
Otros adultos pueden desear que los niños y niñas desarrollen Comportamientos
Económicos que les permitan ganar dinero y administrarlo de formas adecuadas,
Otro deseo es que los niños y niñas tengan conocimientos económicos básicos
para manejarse en el mundo de las finanzas: Saber qué es un cheque, cómo se
diligencia, cuándo darlo y cuándo no; conocer el manejo de las tarjetas de crédito
y débito; saber lo que son intereses simples y compuestos, entender cómo nos
afectan la devaluación, la revaluación, la inflación y poder explicar en qué consiste
cada una, etc.
Otro propósito que pueden tener los adultos es que los niños y niñas desarrollen,
en relación con el dinero, procesos de pensamiento pertinentes a situaciones
específicas. Podemos incluir cuatro tipos de pensamiento: Pensamiento literal, los
cuales consisten en obtener información tal cual se ve, se escucha, se lee, etc.
Por ej. Si el niño está leyendo un contrato, requiere un excelente pensamiento
literal, para poder decir cuáles son los términos y condiciones que aparecen en el
contrato. Pensamiento Lógico: Consiste en obtener información relevante o
esencial, aislar mentalmente o considerar por separado las cualidades o esencia
de algo que se ve, se escucha, se lee, comprendiendo qué es lo importante y lo
accidental. Por ej. Se requiere que ante una propaganda que invita a comprar un
artículo, los niños puedan analizar la propaganda, qué se pretende con ella, cómo
están acercándose al consumidor, etc. Pensamiento Estratégico: Consiste en
elegir el paso más apropiado entre una multitud de pasos posibles, a fin de
resolver un problema. Se utiliza por ej. cuando el niño va a invertir su dinero, y se
encuentra frente a distintas posibilidades, el que pueda ver las ventajas y
desventajas de cada posibilidad para elegir la que más se ajuste a sus
necesidades y deseos. Pensamiento Creativo: Consiste en transformar o crear
ideas. Es básico este pensamiento cuando el niño se sienta a idear diversas
formas en que puede ganar dinero.
Aunque no está mal establecer un solo propósito o un propósito parcial, como no
lo es tener una visión exclusivamente profesional y no en todas las dimensiones
de nuestra vida, lo ideal es que los propósitos que las personas tengan de la
formación financiera dada a los niños, incluyan varios aspectos, de tal manera
que se brinde una educación completa en relación con las finanzas.
El tener claro lo que se desea lograr al brindar una educación financiera, es decir,
el tener claro los propósitos, orienta los esfuerzos y las actividades de los adultos
y permite más tarde, evaluar qué tan acertada fue la formación brindada.
Si formamos financieramente a los niños y niñas sin tener claro hacia dónde nos
dirigimos, es posible que no lleguemos a ningún lugar.
2º)-. Establecer Metas y Submetas: Estas metas y submetas se constituyen en
pequeños pasos que nos van acercando a lograr los propósitos, deseos o sueños
que nos hemos propuesto. Como dice John Maxwel1 : Su sueño determina sus
metas. Sus metas trazan sus acciones. Sus acciones crean resultados. Los
resultados le traen éxito.
Es importante concretar metas y submetas para cada aspecto qué queremos
enseñar. Por ej. Para nuestro propósito de educar financieramente con base en
valores, es importante concretar cuáles valores deseamos que los niños y niñas
vivan. Un valor sería la honestidad. Nuestra meta es Facilitar que los niños y niñas
1
MAXWELL, John. El mapa para alcanzar el éxito. Miami: Editorial Caribe, 2003, p.91.
sean honestos. Otros valores que se constituyen en metas, son: Que los niños y
niñas sean financieramente responsables, sean cumplidos, sean generosos, sean
justos, etc.
Una vez que tenemos las metas, podemos concretarlas aún más en lo que
llamamos submetas Algunas submetas para facilitar que los niños sean honestos,
son: Manejar correctamente el dinero de ellos mismos y de otras personas.
Devolver “las vueltas” que recibe al hacer un mandado a la tienda, Dejar el dinero
en el sitio en que sus padres u otras personas lo dejaron, No tomar dinero de otras
personas sin solicitarlo y si reciben un “no” como respuesta, respetar esa
decisión; Ser claro en las cuentas y distribuir el dinero de acuerdo con lo pactado,
al hacer un negocio con otras personas; pagar el valor de lo que desea comprar,
cuando entra a una tienda, supermercado, centro comercial; devolver a su dueño
el dinero y objetos que le prestan, etc.
Asimismo, podemos establecer submetas para cada uno de los valores que
deseamos enseñar, dentro de la formación financiera. Por ej. Deseamos que los
niños y niñas sean responsables. Esto puede implicar responder por las propias
acciones, sin descargar nuestras faltas sobre los demás, al gastar dinero en
compras de bienes o servicios, comparar lo que nos cuestan estos en distintos
lugares, de tal manera que usemos responsablemente el dinero, sin malgastarlo.
Es importante establecer metas y submetas para cada uno de los propósitos que
nos hemos propuesto y que deseamos enseñar en relación con la formación
financiera de los niños y niñas.
En el cuadro No. 1, puede ver uno o dos ejemplos para cada una de los propósitos
mencionados antes.
3º)-. Determinar los saberes previos de los niños y niñas: Una vez que usted
sabe lo que quiere lograr con la formación financiera y tiene claras las metas y
submetas, es importante determinar en qué punto se encuentran los niños en
relación con el propósito establecido. Si por ejemplo, usted desea que los niños y
niñas tengan creencias positivas hacia el dinero, usted debe indagar cuáles son
las creencias actuales que manifiestan los niños y niñas con quienes va a trabajar.
¿Los niños piensan que los ricos son personas malas?, ¿Los niños creen que
tener dinero trae problemas?, ¿Los niños piensan que solo las personas pobres
son honradas?, etc. En la medida en que usted averigüe los saberes previos de
los niños y niñas, podrá determinar por dónde iniciar la formación.
CUADRO No. 1: Ejemplos de propósitos, metas y submetas
PROPÓSITO
METAS
Ser honestos
Ser responsables
FOMENTAR
VALORES
Ser cumplidos
Ser Generoso
DESARROLLAR
ACTITUDES
POSITIVAS
FACILITAR
COMPORTAMIENTOS
ECONÓMICOS
FAVORECER
CONOCIMIENTOS
ECONÓMICOS
DESARROLLAR
PROCESOS DE
PENSAMIENTO
FINANCIERO
Desarrollar
actitudes
emprendedoras
Desarrollar
actitudes de
Prosperidad
Encontrar formas
adecuadas de
ganar el dinero
Administrar
adecuadamente el
dinero
Desarrollar
conocimientos
procedimentales
Aprender
conocimientos
teóricos
Desarrollar
conocimientos
condicionales
Desarrollar el
pensamiento
literal
Desarrollar el
pensamiento
lógico
Desarrollar el
pensamiento
estratégico
Desarrollar el
pensamiento
Creativo
SUBMETAS
- Devolver “las vueltas” que recibe al hacer un mandado.
- Pagar los artículos que saca de una tienda.
- Rendir cuentas cuando le dan dinero para que maneje.
- Cuidar los juguetes que le prestan
- Pagar las deudas el día en que se compromete a
hacerlo.
- Devolver a su dueño el dinero y objetos que le prestan.
- Compartir con otros amigos sus juguetes
- Compartir con su familia el dinero que tiene
- Encontrar aprendizajes en los errores que comete.
- Mostrar curiosidad ante situaciones desconocidas.
- Generar ideas acerca de cómo obtener dinero de forma
adecuada.
- Agradecer lo que regalan
- Cuidar sus juguetes
- Utilizar y Disfrutar lo que posee
- Comprender que existen muchas maneras de obtener
dinero
- Valorar las distintas formas que usan las personas para
ganar dinero
- Pagarse a sí mismo un porcentaje, de cualquier ingreso
que recibe
- Definir antes de salir de compras, qué necesita y qué
quiere comprar.
- Saber cómo llenar un cheque.
- Saber cómo abrir una cuenta de ahorros
- Saber qué es un CDT
- Conocer las diferencias entre billetes de distinta
denominación
- Identificar cuándo girar y no girar un cheque
- Identificar cuándo y a quién prestar y cuándo y a quién
no prestar dinero
- Leer un párrafo de un tema económico y poder repetir en
sus palabras qué dijo el autor
- Analizar una consecuencia que puede tener la aplicación
de una ley financiera
- Elegir entre varias alternativas de ahorro, cuál le produce
mayor interés.
- Buscar alternativas para disminuir la pobreza
4º)-. Idear o realizar actividades con las cuales se cumplan las submetas
establecidas. No se trata de hacer actividades por hacer actividades. Se trata de
realizar actividades que a la luz posterior de una reflexión, permitan a los niños
relacionarlas con las submetas que estamos trabajando. Las actividades deben
ser concretas para los niños más pequeños, y a medida que avancen en edad
pueden ser más abstractas. Con las actividades y la reflexión que de ellas se
desprendan se busca favorecer el aprendizaje significativo, es decir, facilitar que
los niños comprendan lo que se quiere enseñar a través de dichas actividades.
Las actividades que más disfrutan los niños y con las cuales aprenden muy bien,
son las lúdicas es decir aquellas que utilizan el juego para dar una formación
financiera: Que los niños jueguen a la tienda, jueguen al banco, jueguen a hacer
publicidad a un objeto cualquiera. Que los niños coloreen, dibujen, se muevan y a
través del movimiento trabajen procesos y contenidos.
Otras actividades que también facilitan el aprendizaje son las narraciones: Los
cuentos, las fábulas, las historias, permiten transmitir valores, actitudes, creencias
y los contenidos que queremos enseñar.
Al elegir las actividades es importante tener en cuenta que trabajen las distintas
inteligencias que usan los niños para aprender: Realizar actividades para la
Inteligencia lingüística, para la inteligencia lógico-matemática, para las
inteligencias espacial, musical, corporal, interpersonal e intrapersonal.
Al trabajar los contenidos financieros, es importante recordar que la manera como
los presentemos facilita o dificulta el aprendizaje. Podemos tener en cuenta los
planteamientos de Jeromé Bruner2, al respecto: Realizar con los niños más
pequeños actividades donde ellos actúen o realicen acciones sobre los objetos
(presentación enactiva), utilizar con niños más grandes representaciones gráficas
como fotos, diagramas, mapas, dibujos (presentación Icónica) y utilizar con niños
mayores símbolos como palabras y números (presentación simbólica). Al iniciar la
enseñanza de un contenido nuevo, es importante realizar los distintos tipos de
presentación, lo cual implica ir de lo concreto a lo formal.
5º)-. Evaluar lo aprendido: Es importante que frecuentemente evaluemos qué
tanto estamos logrando las submetas: Los infantes, ahorran?, diferencian los
valores de los distintos billetes?, mantienen hábitos de higiene saludables en
relación con el dinero?, saben hacer compras comparadas?, distinguen entre
necesidades y deseos?, aceptan que se les diga “no” sin hacer berrinches?,
comparten con sus amigos?, son generosos con quienes poseen menos que
ellos?. Evaluar nos permite determinar en qué aspectos hay que enfatizar, cuáles
son las fortalezas y las debilidades de nuestra formación y podemos actuar sobre
2
SPRINTHALL, Norman. SPRINTHALL, Richard. OJA, Sharon. Psicología de la educación. 5a.
Edición, Madrid: MacGraw-Hill, 1996, pp. 189-193.
ellas. Al evaluar los aprendizajes que los niños logran, podemos decir qué tanto
han Aprendido a Tener.
Si los niños y niñas Aprenden a Tener, pueden relacionarse con sus posesiones
poniéndolas en perspectiva, es decir reconociendo que son un medio en sus vidas
y no un fin.
En la medida que brindemos una educación financiera, los niños y niñas podrán
ser cada día mejores personas y trabajar por dejar huella y un mundo mejor.
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