EL TESTAMENTO DE JUAN DE FARIAS TREVIÑO Paleografía y contextualización Miguel Ángel Muñoz Borrego 1. Introducción y breve contextualización. 2. Paleografía del documento. 3. Imagenes del testamento. Introducción y breve contextualización. En la tarea cotidiana de la investigación genealógica las fuentes sacramentales pueden ser escasas o no existir por ausencia de una parroquia. En ése caso, los testamentos nos ofrecen abundante información sobre la familia. Ciertamente no todas las poblaciones tienen un Fondo de testamentos en su archivo municipal, sin embargo, afortunadamente no es el caso en la ciudad de Saltillo, cuyo archivo municipal cuenta con un abundante Fondo de testamentos con documentos tanto en náhuatl como en español, dado el doble origen cultural de nuestra ciudad. Además, la misma institución publicó hace muchos años un espléndido catálogo. El testamento de Juan de Farías Treviño, (AMS,T C4 e 37) redactado en la villa del Saltillo en 1681, es un ejemplo claro de la transformación de los primeros pobladores de la región, desde su primitiva tarea de comerciantes de esclavos, un siglo antes, a la figura de agricultores o ganaderos en el último tercio del siglo XVII. Este cambio involucró la condición familiar estable, sus ocupaciones vinculadas a la tierra, su conversión de portugueses inmigrantes a respetables súbditos de la Corona Española, el nuevo manejo del idioma español y su respeto gradual por la ley, por lo menos. La transformación de estas familias se vio estimulada por los nuevos inmigrantes y sus familias que comenzaron a llegar en la última parte del primer tercio del siglo XVII, que con un perfil diferente al de los primeros pobladores influyeron, por medio, entre otros acontecimientos, de los enlaces matrimoniales, en la consolidación y asentamiento definitivo de esta nueva sociedad, que con sus tareas cotidianas en la agricultura, el comercio y las relaciones públicas, se iba gestando en estos asentamientos de la región y que le dieron forma y figura a otro Saltillo a fines del siglo XVII. En primer lugar, el testamento es redactado en el marco de los requisitos legales de la época, certificado legalmente por las autoridades en turno y con un manejo del lenguaje apropiado al contexto. Además, más allá del protocolo inicial de su confesión explícita de católico romano, texto convencional en aquella época que ocupa quizá toda la primera página, el documento centra el propósito de Juan de Farías en la forma en que quiere repartir lo que le queda de su Hacienda de San Nicolás de los Berros. La administración de la hacienda no había sido todo lo tranquila que le hubiese agradado a don Juan, en el contexto de la inseguridad de la región, los problemas con los vecinos españoles y tlaxcaltecos e incluso con el cura de la villa. Así, el 5 marzo de 1643 Ambrosio de Cepeda, Alonso y Juan de Farías, Nicolás Flores, Alonso de Hozes, Francisco de Leza, Diego de San Miguel, vecinos y labradores, informan a don Luis de Valdés que las justicias de esta villa, en años anteriores, los han obligado a darle al cura anualmente 270 fanegas, mitad trigo y mitad maíz, para que imparta doctrina a sus trabajadores, cosa que no ha hecho, y le suplican liberarlos de esta carga (AMS, AMS, AC, L 1, t II, a 135, f 197, 1643). Don Juan de Farías era encomendero. Don Francisco de Treviño, sobrino de don Juan compra una porción de San Nicolás. Su viuda, Catalina de la Cerda, el 4 de febrero de 1672 vende a Fernando del Bosque un rancho en la hacienda de los Berros en 100 pesos de oro común. De cualquier modo, don Fernando estaba casado con Juana Flores de Abrego Farías, nieta de don Juan (AMS, AMS, PM, c 2, e 45, 1 f, 1672). Pero los problemas siguen, el 21 abril de 1673 El capitán José Méndez Tovar, mercader, demanda a Juan de Farías el pago de 30 pesos. (AMS, AMS, PM, c 2, e 49, d 43, 1 f, 1673) Y el 11 octubre de 1674 El capitán Juan de Farías acaba rentando a Nicolás y Antonio de la Fuente la hacienda de San Nicolás de los Berros, por tiempo de dos años, en precio de 448 pesos y cuatro tomines que, incluso, ya les debía. (AMS, AMS, PM, c 2, e 7, d 16, 1 f, 1674) El 26 de febrero dicta su testamento ante las autoridades de la Villa y testigos. Don Juan manifiesta claramente que es hijo de don Juan de Farías, aquel soldado portugués que sabemos llegó cerca de 1570 con su esposa María de Treviño al Real y Minas del Mazapil y que se inscribió, él y su esposa, en la cofradía del Santísimo Sacramento de la parroquia de San Gregorio Magno. Así mismo, nos dice que él nació en Mazapil, como lo hemos supuesto en nuestras investigaciones, más allá de no contar con registros sacramentales de ésa época en el dicho Mazapil. Por otra parte, manifiesta que estuvo casado con Isabel Rodríguez, quien fue hija de Baltasar de Sosa e Inés Rodríguez y, por ello, nieta de Diego de Montemayor e Inés Rodríguez, y que sus hijos fueron María, Lucas, Antonio, Juan y Salvador Farías. Por supuesto, hace una lista de todas las transacciones que ha hecho, arrendamientos y venta, ya sea de tierra o agua de su hacienda. Confirma las donaciones anticipadas que ha hecho a familiares; hermanos, hijos o nietos. Expresa claramente su relación con los franciscanos del lugar y su devoción a la Limpia Concepción. Establece como albacea a su hija María de Farías esposa de Manuel Cabello y le encarga especialmente a dos de sus hijos, hermanos de ella, a quienes considera inhábiles para desempeñarse en la vida. Mancomunadamente le encarga el albaceazgo también a Fernando del Bosque, esposo de su nieta Ana Cabello. Poco después de redactar el testamento, don Juan, el 14 de marzo de 1681 le vende a Juan Valverde, maestro de capilla, un día de agua en San Nicolás de los Berros. (AMS, AMS, PM, c 3, e 45, 2 f., 1681) Poco después, en estos meses, muere don Juan de Farías Treviño, se inicia el reparto y la venta. En su testamento, advertimos a un Juan de Farías responsable, amante de su familia y caritativo con el prójimo. El 4 de noviembre de 1681. María de Farías viuda de Manuel Cabello, da en arrendamiento la hacienda de labor de pan (labores de trigo) llamada San Nicolás de los Berros, que heredó de su padre Juan de Farías (AMS, AMS,PM, c3/1, e48, d3,1f, 1681). El 30 de junio de 1682. Salvador de Farías vende a Domingo de la Fuente, esposo de su sobrina, una noche del agua de la hacienda de los Berros, que heredó de su padre Juan de Farías, en cien pesos (AMS, AMS, PM, c 3/1, e 50, 1 f., 1682). El 17 de agosto, María de Farías viuda de Manuel Cabello, dona a su hija Teresa Cabello medio día de agua con su tierra en la hacienda de los Berros (AMS, AMS, PM, c 3/1, e 52, 1 f., 1682). El mismo día y para ser equitativa, María de Farías dona a su hijo Nicolás Cabello medio día de agua con su tierra en la hacienda de los Berros (AMS, AMS, PM, c 3/1, e 56, 2 f., 1682). Al día siguiente 18 de agosto de 1682, Domingo de la Fuente y Teresa Cabello su mujer, venden a Nicolás Guajardo un día de agua en la hacienda de Los Berros en ciento cincuenta pesos. Teresa es Cabello Farías, nieta de don Juan. (AMS, AMS, PM, c 3/1, e 51, 3 f., 1682) Por otra parte, el 7 de septiembre de 1682. Agustín de la Cruz, tlaxcalteco, vende a Nicolás Guajardo un día y una noche del agua de los Berros, que hubo por compra a Juan de Farías (AMS, AMS, PM, c 3/1, e 58, 1 f., 1682). El 29 de marzo de 1683. María Farías albacea y tutora de su hermano Antonio, vende a Rodrigo Guajardo la quinta parte de la hacienda de los Berros con dos días de agua, que heredaron de su padre Juan de Farías (AMS, AMS, PM, c 3/1, e 64, 7 f., 1683). Desde San Francisco de Coahuila, el 24 de marzo de 1684. María Cabello otorga poder a su esposo Juan Luján para que venda las tierras y aguas que heredó de su abuelo Juan de Farías, en la hacienda de los Berros (AMS, AMS, PM, c 3/1, e 72, 3 f., 1684). El 24 de marzo de 1684. Antonio Gutiérrez y su esposa Josepha Cabello, nieta de don Juan, venden a Nicolás Guajardo parte de la hacienda de los Berros con un ojo de agua (AMS, AMS, PM, c 3/1, e 77, 1 f., 1684). El 22 de septiembre de 1684, Joseph de Farías nieto de don Juan vende a Nicolás Guajardo parte de tierras y aguas de San Nicolás de los Berros (AMS, AMS, PM, c 3/1, e 80. 2 f., 1684). También desde el Pueblo de San Francisco de Coahuila, el 2 de febrero de 1685, Ana de Cabello, viuda de don Fernando del Bosque, (AMS, AMS, PM, c 3/1, e 92, 3 f., 1685) vende a Nicolás Guajardo parte de la estancia de labor con su agua en la hacienda de los Berros, que heredó de su abuelo don Juan. El colmo, el 20 de julio de 1688. Nicolás de Padilla demanda a Juan de Farías Rodríguez, hijo de don Juan, el pago o devolución de dos mulas que le prestó (AMS, AMS, PM, c 4, e 18, d 17, 1 f., 1688) El 27 de noviembre de 1693. Luisa Flores viuda de Lucas de Farías hijo de don Juan dona a Nicolás Guajardo, clérigo de esta villa una casa situada en la calle principal (AMS, AMS, PM, c 4, e 91, 1 f., 1693). Seguramente fue en pago de alguna deuda. A fines del siglo gran parte de la Hacienda de San Nicolás de los Berros estaba en posesión de la Familia Martínez Guajardo (Cuello, 2004). AMS,T C4 e 37 AMS. (1643). AMS, AC, L 1, t II, a 135, f 197. Saltillo: AMS. AMS. (1672). AMS, PM, c 2, e 45, 1 f. Saltillo: AMS. AMS. (1673). AMS, PM, c 2, e 49, d 43, 1 f. Saltillo: AMS. AMS. (1674). AMS, PM, c 2, e 7, d 16, 1 f. Saltillo: AMS. AMS. (1681). AMS, PM, c 3, e 45, 2 f. Saltillo: AMS. AMS. (1681). AMS,PM, c3/1, e48, d3,1f. Saltillo: AMS. AMS. (1682). AMS, PM, c 3/1, e 50, 1 f. Saltillo: AMS. AMS. (1682). AMS, PM, c 3/1, e 51, 3 f. Saltillo: AMS. AMS. (1682). AMS, PM, c 3/1, e 52, 1 f. Saltillo: AMS. AMS. (1682). AMS, PM, c 3/1, e 56, 2 f. Saltillo: AMS. AMS. (1682). AMS, PM, c 3/1, e 58, 1 f. Saltillo: AMS. AMS. (1683). AMS, PM, c 3/1, e 64, 7 f. Saltillo: AMS. AMS. (1684). AMS, PM, c 3/1, e 72, 3 f. Saltillo: AMS. AMS. (1684). AMS, PM, c 3/1, e 77, 1 f. Saltillo: AMS. AMS. (1684). AMS, PM, c 3/1, e 80. 2 f. Saltillo: AMS. AMS. (1685). AMS, PM, c 3/1, e 92, 3 f. Saltillo: AMS. AMS. (1688). AMS, PM, c 4, e 18, d 17, 1 f. Saltillo: AMS. AMS. (1693). AMS, PM, c 4, e 91, 1 f. Saltillo: AMS. Cavazos Garza, I. (1998). El Nuevo Reino de León y Monterrey. Monterrey, Nuevo León, México: H Congreso del Estado de Nuevo León. Cuello, J. (2004). Saltillo Colonial. Saltillo, Coahuila, México: UA de C, AMS. Dávila del Bosque, Ildefonso. (1999). Alcaldes de Saltillo. Saltillo, Coahuila, México: AMS. Durón Jiménez, M. y. (1995). Diccionario biográfico de Saltillo. Saltillo, Coahuila, México: Fondo Editorial Coahuilense y Archivo Municipal de Saltillo. Garmendia Leal, G. (1995). Origen de los fundadores de Texas, Nuevo México, Coahuila y Nuevo León. (Vol. III). Monterrey, Nuevo León, México: del autor. Garmendia Leal, G. (n/d). Origen de los fundadores de Texas, Nuevo México, Coahuila y Nuevo León (Vol. II). Saltillo, Coahuila, México: del autor. Garza Martínez, V. y. (2002). Libro del Cabildo de la Villa de Santiago del Saltillo 1578 - 1655. Saltillo, Coahuila, México: CIESAS, AGN, AMS. Garza Martínez, V. y. (2004). El Real y Minas de San Gregorio de Mazapil 1568 - 1700. Mazapil, Zacatecas, México: Instituto Zacatecano de Cultura "Ramón López Velarde". Hillerkuss, T. (2001). Diccionario biográfico del occidente novohispano (Vol. 2). Zacatecas, Zacatecas, México: Centro de Docencia Superior de la UAZ. 2. Paleografía del documento. Seis reales SELLO SEGUNDO, SEIS REALES, AÑOS DE MIL Y SEISCIENTOS Y SETENTA Y SEIS, Y SETENTA Y SIETE. TESTAMENTO DE JUAN DE FARÍAS. En el nombre de Dios Nuestro Señor y de su bendita madre la Virgen María concebida sin pecado original en cuyo nombre todas las cosas tienen buen principio y dichoso fin, sepan cuantos lean esta carta testamento y última voluntad, vieren como Yo, Juan de Farías vecino de esta villa de Santiago del Saltillo y natural del Real de San Gregorio de Mazapil de la jurisdicción de la Nueva Galicia, hijo legítimo del capitán Juan de Farías y de María de Treviño, difuntos. Hallándome como me hallo en edad adelantada, cargado de achaques y en mi entero juicio y memoria y voluntad, tal cual Nuestro Señor fue servido de me lo dar y creyendo como firmemente creo en el misterio de la Santísima Trinidad, Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, tres personas distintas, un sólo Dios verdadero, debajo de cuya Fe y creencia me alegro de haber vivido y protesto de vivir y morir temiéndome de la muerte que es cosa natural a todo viviente criatura y deseando poner mi alma en carrera de salvación y tomando por mi abogada e intercesora a la Virgen María, madre de Dios y al glorioso patriarca San José y a los bienaventurados apóstoles San Pedro y San Pablo para que pidan a Dios Nuestro Señor obtenga misericordia de mi alma cuando de este mundo salga, otorgo, quiero y ordeno mi testamento y última voluntad en la forma siguiente. Primeramente mando mi alma a Nuestro Señor Jesucristo que la redimió con su preciosa sangre y el cuerpo a la tierra de que fue formado. Yten, es mi voluntad que si Dios Nuestro Señor fuere servido llevarme para Sí, debajo de esta disposición mi cuerpo sea sepultado en el convento de Nuestro Padre San Francisco de esta villa junto a la pila del agua bendita que esté entrando en su iglesia a mano derecha y si fuese día competente se me diga misa de cuerpo presente aquel día y si no lo fuere otro siguiente ofrendada de pan y vino y cera con su vigilia y se pague de mis bienes. Yten, mando se me digan por mi alma un novenario de misas cantadas en el dicho convento de San Francisco. Yten, mando se me diga otro novenario de misas rezadas en la parroquia de esta villa y se pague la limosna de uno y otro novenario dicho de mis bienes. Yten, mando se digan cincuenta misas rezadas por las almas de la gente que me ha servido, por si acaso les he sido en algo a cargo o para el descargo de mi conciencia y se pague la limosna de mis bienes. Yten, mando a las mandas forzosas a dos noches con que las aparto de mis bienes. Yten, declaro que yo fui casado y velado según Orden de Nuestra Santa Madre Iglesia Católica Romana con Isabel Rodríguez ya difunta, de cuyo matrimonio hubimos y procreamos por nuestros hijos legítimos a María, Lucas, Antonio, Juan y Salvador de Farías. Yten, declaro que en diferentes ocasiones recibí de los parientes de la dicha mi mujer hasta en cantidad de mil pesos poco más o menos que lo declaro por sus bienes. Yten, declaro que debo como hasta en cantidad de ocho o diez pesos a doña Mayor de Rentería, vecina del Nuevo Reino de León, mando se le paguen de mis bienes. Yten, mando y es mi voluntad que alguna persona o personas pareciere y con su simple juramento dijere le debo cantidad de hasta cuatro o cinco pesos se le pague de mis bienes. Yten, declaro por mis bienes la hacienda de labor de pan coger que tengo en esta jurisdicción llamada San Nicolás de los Berros con todos su derechos, acciones y potreros y señoríos que hube y compré del Lic. don Pedro de la Cerda, cura beneficiado que fue de esta villa. Yten, declaro que debo a dicho beneficiado don Pedro de la Cerda setecientos pesos en plata que me dió a censo al quitar y que pagase de ellos a cinco por ciento al convento de Nuestro padre San Francisco como lo he pagado y hecho derecho, es como constará de escrito que en esta razón sigue. Yten, declaro que con dicha hacienda se me dio y compré veinte días de agua del ojo de ella de los Berros y diez días y no más tiene en cada mes de dicha agua el puesto de Tlaxcala. Yten, declaro por mis bienes los de demás ojos de agua hay entre esa hacienda y remanentes que a ella vienen conforme a la escritura de venta. Yten, declaro que yo vendí a Agustín de la Cruz indio tlaxcalteco un día y una noche de agua de la dicha del Ojo de los Berros en cada un mes y por todo el año para siempre con la tierra de sembradura que pareciere en el escrito que le hice y sin cargo de censo en la cantidad de lo que pareciere en dicho escrito. Yten, declaro vendí a Ventura Vázquez de Valverde tlaxcalteco, dos días de agua y dos noches de ella, sin tierra, libres de censo en cada mes, perpetuamente, en precio de doscientos pesos cada uno que me ha pagado y lo mismo el día de arriba que se me pagó. Yten, declaro que yo y la dicha mi mujer hicimos gracia y donación a Diego Luis Sánchez por una diligencia que por nosotros hizo de llevar unas cartas a Guadalajara y traer la resulta; de un pedazo de tierra y un día y una noche de agua perpetuamente en cada mes y por todo el año, mandando se le diese en posesión de ello según como se le estimó de esa donación a que me remito con declaración, ha de pagar el censo según y como le tocare rata por cantidad. Yten, declaro le vendí a Fernando del Bosque un día y una noche de agua de dicho Ojo de ella, en cada mes perpetuamente, libre de censo, que es el día dieciocho de los meses en precio y cuantía de doscientos pesos que he recibido la cantidad de ellos y ho he otorgado escritura de ello pero se lo tengo entregado y así lo declaro. Yten, declaro que yo y la dicha mi mujer hicimos donación a Ana Cabello de un pedazo de tierra y herido de molino en dicha hacienda, de que le hice escrito, a la dicha Ana Cabello nuestra nieta, a que me remito, mando a éste a él. Yten, declaro le tengo dado y señalado el altar de las ánimas con señalamiento de asiento y entierro consecutivo a él para mis herederos y sucesores y lo doté en diez pesos en reales, por la limosna de la misa que ha de decir a la Limpia Concepción en cada un año, para siempre jamás y lo de demás que procediere, de dicho día y dicha noche de agua a decir, para ayuda de ornamentar dicho altar que ha de pasar en poder de dicho padre Guardián y de los que le sucedieren en cuyo cargo ha de estar y señaló de ése día y esa noche por fundo para lo dicho y dicha fiesta y misa de la Limpia Concepción, libre de censo y es mi voluntad se haga escrito de ello en dicha disposición. Yten, declaro les debo a los dichos mis hijos y de la dicha mi mujer, ya expresados, a cada uno de ellos en la dicha mi hacienda dos días y dos noches de agua a cada uno en dicho Ojo de los Berros y no más con los de demás que le perteneciere con los de demás tierras que hay en ella, separándose las ya declaradas de dar, con las de demás acciones y señoríos y derechos en que los declaro por mis herederos y legítimos y los partan, hayan y gocen por suyos con la bendición de Dios y mía en su nombre para siempre jamás, para ellos y sus sucesores y quien su derecho en causa propia hubiere con el cargo que tiene del censo dicha hacienda que han de pagar como les tocare rata por cantidad a cada uno en la disposición dicha y ya declarado. Yten, declaro vendí a Francisco de Treviño un pedazo de tierra con un ojito de agua libre de censo mando se junte al escrito. Yten, declaro entregué a mis nietos Juan de Farías ya difunto y José de Farías, hijos legítimos de Lucas de Farías una suerte de tierras de siembra y dos días de agua con sus noches por cuenta de su padre, dicho mi hijo, que son los que le señaló y de lo que por estar dicho su padre inhábil de obtenerlos se los di en dicha mira, que como sus hijos y herederos los posean con cargo de alimentarlo y que si acaso los pidiere se le den como a heredero en primer lugar y si acaso no se hallaren en no estar enterados en lo que les puede venir de parte, traigan a montón lo dicho y partan por igual partes con los de demás con dicho cargo de censo. Yten, declaro estar dicho mi hijo Antonio de Farías, así mismo, inhábil para poder hacer y deshacer de dicha su parte y obtenerla para su sustentación y necesitar de tutor y curador y tenedor de bienes en cuya atención y como su padre le dejó por su tutora, curadora y tenedora de bienes para los días de su vida y por toda ella, así del uno como del otro a María de Farías mi hija y hermana de dicho mi hijo con facultad si la dicha falleciere, antes del dicho le pueda nombrar otro tutor y tenedor en la forma dicha. Yten, declaro que los de demás días que van a decir de los vendidos, dados y señalados a los que tengo en dicha hacienda y ojo de agua, reservo en mí para mi congrua sustentación, que de no hallarse otra disposición mía de ellos, sean después de mis días, de dichos mis herederos, dichos días y noches de agua. Yten, declaro tengo en arrendador todas las aguas dichas y mías por este año de ochenta y uno a los Tlaxcaltecos y tengo recibido su valor mando se les dejen conforme escrito les tengo hecho. Y para cumplir este mi testamento, mandas y legados de él, dejo y nombro por mi albacea a la dicha mi hija María de Farías y a Fernando del Bosque y a cualquiera de los dichos insoladas y por tenedora de todos mis bienes, tutora y curadora de los de demás mis hijos a la dicha María de Farías mi hija sin entenderse por este nombramiento que se sofoque el primero del dicho mi hijo Antonio de Farías, antes si que queda en su fuerza y vigor, según y como está, a la que relevo de cuentas y fianza por las satisfacción que de ella tengo y le doy poder, facultad, cual de derecho requiere y es necesario para que entre en todos mis bienes, derechos y acciones y cumpla este mi testamento aunque sea para todo el año fatal del albaceazgo porque siendo necesario les provea todo el más tiempo necesario y así vieren menester y revoco y anulo y doy por ningún valor ni efecto otros cualesquier testamentos o codicilos que antes de este haya hecho o poderes que haya dado para ello, sólo este testamento que ahora hago y otorgo que quiero se guarde y cumpla y ejecute por mi última y postrimera voluntad en testimonio de lo cual otorgo el presenta en esta Villa de Santiago del Saltillo de la Gobernación de la Nueva Vizcaya en veintiséis días del mes de febrero de mil seiscientos y ochenta y un años y pido y suplico al señor teniente de Alcalde Mayor de esta Jurisdicción, Nicolás Guajardo que está presente, autorice este mi testamento que rayándose presente a lo ver, otorgar dijo que como tal teniente y actuando como su receptor por no haber aquí uno público Real en muchas leguas y con asistencia de los testigos, autorizamos y autorizo dicho testamento y a su firmeza y validación interpuso su autoridad y decreto judicial y lo firmó en dicho día, mes y años dichos con el dicho otorgante y los testigos de asistencia que lo fueron el capitán Joseph de los Santos Con, Nicolás de Aguirre y Martin Molano vecinos de esta dicha villa. Va exento en una Fe de papel de a seis reales y dos fojas con esta de parte de . En mandato de Fe = m = Vala Rúbricas: Nicolás Guajardo Juez ….. Joseph de los Santos Coi Juan de Farías Nicolás de Aguirre Martin Molano. Paleografía de Miguel Ángel Muñoz Borrego. Se desataron las abreviaturas, se incluyeron signos de puntuación, se incluyeron algunas mayúsculas, acentos y se respetó el texto original. 3. Imágenes del testamento.