Mi problema era de índole espiritual Testimonio de Carlos J. Téllez www.palabrabiblica.org Un Encuentro Transformador con el Señor "Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios" Juan 3:3. Mí pasado… Toda mi vida cambio cuando tenía la edad de 22 años. Era un muchacho que no me faltaba nada. Todo lo que un joven soñaba tener lo tuve. Pero en medio de la riqueza y el derroche había un vacío en mi alma que ni el trago, ni los placeres carnales de esta vida lo podían llenar. Después de muchos accidentes automovilísticos y de mis malas calificaciones como estudiante universitario, muchas veces trate de jugar con mi vida que la veía sin objetivo. Borracho y desesperanzado me decía que yo vivía por chance y que algún día me llegaría la hora de morir. Así que arriesgaba mi vida y la de otros manejando a toda velocidad. Poco a poco en mi frustración existencial quise desafiar la muerte. Algunas veces atente con quitarme la vida cuando estaba borracho. Pero gracias a la misericordia de Dios mi vida no terminó en una desgracia. Pronto la Palabra de Dios vino a nuestra casa. Esto ocurrió cuando mi madre regresó de Estados Unidos en una noche durante el mes de Diciembre del año 1992. Una navidad con un encuentro inolvidable… Recuerdo aquella navidad como si fuera hoy. Mi madre venía de visitar a mis dos hermanos mayores quienes recientemente se habían convertido en cristianos. Ellos le habían encomendado que apenas llegase a Colombia nos leyera a mi hermano menor y a mi un capitulo entero de la Biblia. Así fue que ella al llegar lo primero que desempacó fue la Biblia y para cumplir lo prometido nos leyó el libro de San Juan capitulo 3. Nunca olvidaré aquel día trasformador. Hasta entonces, yo tenía un corazón escéptico hacia las cosas de Dios y el testimonio de mis hermanos; hasta que aquel día, la voz de Cristo hizo la diferencia llamándome por medio de Su Palabra: "De cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios" v.3 1 Carlos Tellez www.palabrabiblica.org Mi problema era de índole espiritual Testimonio de Carlos J. Téllez www.palabrabiblica.org En ese instante me olvide de las fiestas, del placer y del trago. Todo lo que me interesaba en ese momento era mi destino eterno. Por medio de aquellas Palabras me di cuenta que mi pecado me estaba condenando. Nunca antes había sentido aquella convicción. Por primera vez estaba entendiendo como Dios veía mi vida desde el punto de vista Suyo: sin significado, en pecado y que sin El, una vez muerto no vería el reino de Dios. En medio de esa desesperación de querer ver el reino, me di cuenta que el problema de todo hombre, incluyendo el mío, era de índole espiritual: Mi vida estaba vacía. Percibía que yo necesitaba de Cristo; que necesitaba nacer de nuevo. Reconocí así que estaba separado de Dios y que iba rumbo al infierno y que por lo tanto necesitaba el perdón que Jesucristo ofrecía mediante Su sacrificio en la cruz. Me acuerdo que inmediatamente después de aquellas Palabras, me despedí de mi madre y en lágrimas, contrito y humillado me fui para mi recámara. Allí a solas de rodillas, sin saber como orar, clamé a Cristo con todo mi corazón diciéndole: "Señor quiero ver el Reino de Dios, perdóname, soy un pecador, quiero nacer de nuevo. Hoy me arrepiento de mis pecados…" Recuerdo que una vez terminé aquella oración, sentí que una paz intensa y llena de esperanza ocupó mi alma. Supe al instante que había nacido de nuevo, que me había perdonado y que desde ese momento vería Su reino por toda una eternidad. Ahora podía entender Su inmenso amor por mí, muriendo por mi pecado en la cruz. Su resurrección de la tumba me empezó a llenar de gozo confirmando así lo que "Jesús dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí" Juan 14:6. Así el Señor con Su ayuda permitió que terminara con éxito mi carrera de Administración de Empresas, que fuera a un seminario teológico y que dejara el trago, las mujeres y la irresponsabilidad. Desde aquel día no he podido de dejar de anunciarle. Hoy por hoy, por Su divina gracia, Dios me ha dado una esposa maravillosa Amy, y mis tres hijos Caleb, Noah y Grace. Soy pastor evangelista en la ciudad de Charlotte Carolina del Norte en Estados Unidos de América desde donde estamos alcanzando también a través del Internet a mucha gente para Jesucristo por medio de nuestra página de la Internet www.palabrabiblica.org. Invitación “Fui buscado por los que no preguntaban por mí; fui hallado por los que no me buscaban. Dije a gente que no invocaba mi nombre: Heme aquí, heme aquí” Isaías 65:1 ¿Te identificas de alguna manera con mi vida?, ¿Iras al cielo si mueres hoy?, ¿Te sientes sin esperanza y sin Dios en el mundo?, ¿Deseas experimentar el nuevo nacimiento?, Si así es, quiero decirte que Dios te dice hoy, “Heme aquí, heme aquí.” ¿Qué quiere decir esto? Que a pesar de nuestra soledad espiritual Dios esta allí a la mano para salvar a los que por la fe le invocan. ¿Y como hacerlo? 1. Reconoce delante de Dios que eres un pecador. Que nuestro problema es de índole espiritual. “He aquí que no se ha acortado la mano de Jehová para salvar, ni se ha agravado su oído para oir; pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír” Isaías 59:1-2 2. Reconoce tu necesidad de ser perdonado. La conversión no viene si no hay arrepentimiento. 2 Carlos Tellez www.palabrabiblica.org Mi problema era de índole espiritual Testimonio de Carlos J. Téllez www.palabrabiblica.org “Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio” Hechos 3:19 3. Cree de todo corazón en Jesucristo para ser salvo. Esto es creer en el evangelio. En Su muerte y resurrección para recibir el perdón de pecados 1 Corintios 15:3-4. Si de verdad quieres ser salvo podrás hacerlo porque la Palabra de Dios promete diciendo… “Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos: que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación…porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo” Romanos 10:8-10,13 . Espero que le confieses hoy por la fe como el Señor y Salvador de tu vida. Que Dios te bendiga Carlos Téllez Jesús dijo: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga” Mateo 11:28-30 Queremos orar por ti. Si recibiste a Jesucristo como el Salvador y Señor de tu vida o si tienes preguntas y quieres regístrate gratis en Palabra Bíblica oprime aquí. ** Eres creyente y conoces a alguien que esta en problemas. Ora por esa persona, imprime este mensaje y envíaselo porque tú también puedes ser el vehículo para que otra persona reciba a Cristo. Amén. Para escuchar mensajes en audio o ver videos del Instituto de Estudios Bíblicos visita nuestra página del Internet: www.palabrabiblica.org. 3 Carlos Tellez www.palabrabiblica.org