“Me di cuenta que mi problema era de índole espiritual” Testimonio de Carlos J. T. www.palabrabiblica.org 12-05-06 Un Encuentro Transformador con el Señor "Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios" S. Juan 3:3. Toda mi vida cambio cuando tenía la edad de 22 años. Era un muchacho que no me faltaba nada. Todo lo que un joven soñaba tener lo tuve. Pero en medio de la riqueza y el derroche había un vacío en mi alma que ni el trago, ni los placeres carnales de esta vida lo podían llenar. Después de muchos accidentes automovilísticos y de mis malas calificaciones como estudiante universitario, muchas veces trate de jugar con mi vida que la veía sin objetivo. Borracho y desesperanzado me decía que yo vivía por chance y que algún día me llegaría la hora de morir. Así que arriesgaba mi vida y la de otros manejando a toda velocidad. Poco a poco en mi frustración existencial quise desafiar la muerte. Algunas veces atente con quitarme la vida cuando estaba borracho. Pero gracias a la misericordia de Dios mi vida no terminó en una desgracia. Pronto la Palabra de Dios vino a nuestra casa. Esto ocurrió cuando mi madre regresó de Estados Unidos en una noche durante el mes de Diciembre del año 1992. Recuerdo aquella navidad como si fuera hoy. Mi madre venía de visitar a mis dos hermanos mayores quienes recientemente se habían convertido en cristianos. Ellos le habían encomendado que apenas llegase a Colombia nos leyera a mi hermano menor y a mi un capitulo entero de la Biblia. Así fue que ella al llegar lo primero que desempaco fue la Biblia y para cumplir lo prometido nos leyó el libro de San Juan capitulo 3. Nunca olvidaré aquel día trasformador. Hasta entonces, yo tenia un corazón escéptico hacia las cosas de Dios y el testimonio de mis hermanos; hasta que aquel día, la voz de Cristo hizo la diferencia llamándome por medio de Su Palabra: "de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios" (v.3). En ese instante me olvide de las fiestas, del placer y del trago. Todo lo que me interesaba en ese momento era mi destino eterno. Al instante por medio de aquellas Palabras me di cuenta que mi pecado me estaba condenando. Nunca antes había sentido aquella convicción. Por primera vez estaba entendiendo como Dios veía mi vida desde el punto de vista Suyo: sin significado, en pecado y que sin El, una vez muerto no vería el reino de Dios. En medio de esa desesperación de querer ver el reino, me di cuenta que el problema de todo hombre, incluyendo el mío, era de índole espiritual: Mi vida estaba vacía. Percibía que yo necesitaba de Cristo; que necesitaba nacer de nuevo. Reconocí así que estaba separado de Dios y que iba rumbo a un infierno y que por lo tanto necesitaba el perdón que Jesucristo ofrecía mediante Su sacrificio en la cruz. Me acuerdo que inmediatamente después de aquellas Palabras, me despedí de mi madre y en lagrimas, contrito y humillado me fui para mi recamara. Allí a solas de rodillas, sin saber como orar, clamé a Cristo con todo mi corazón diciéndole: "Señor quiero ver el Reino de Dios, perdóname, soy un pecador, quiero nacer de nuevo. Hoy me arrepiento de mis pecados…" Recuerdo que una vez terminé aquella oración, sentí que una paz intensa y llena de esperanza ocupo mi alma. Supe al instante que había nacido de nuevo, que me había perdonado y que desde ese momento vería Su reino por toda una eternidad. Ahora podía entender Su inmenso amor por mí, muriendo por mi pecado en la cruz. Su resurrección de la tumba me empezó a llenar de gozo confirmando así lo que "Jesús dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí" S. Juan 14:6. Así el Señor con Su ayuda permitió que terminara con éxito mi carrera, que fuera a un seminario teológico y que dejara el trago, las mujeres y la irresponsabilidad. Desde aquel día no he podido de dejar de anunciarle. Hoy por hoy, por Su divina gracia Dios me ha dado una esposa maravillosa Amy, y mis tres hijos Caleb, Noe y Grace. Soy pastor evangelista en la ciudad de Charlotte Carolina del Norte en Estados Unidos de América desde donde estamos alcanzando a través del Instituto de Estudios Bíblicos a mucha gente para Jesucristo por medio de la página de la Internet www.palabrabiblica.org. 1 “Me di cuenta que mi problema era de índole espiritual” Testimonio de Carlos J. T. www.palabrabiblica.org Invitación: ¿Se identifica usted de alguna manera con mi vida? ¿Quiere tener la seguridad de que ira al reino de Dios cuando muera? ¿Reconoce usted que el problema suyo también es de índole espiritual tal como lo dice la Biblia? ¿Quieres nacer de nuevo? ¿Quieres que Dios cambie tu vida? Si es así quiero guiarle para recibir la salvación de Dios el perdón de sus pecados y el don de la vida eterna. 1. Crea en Jesucristo [esto es de todo corazón que El murió por usted en la cruz para pagar por todos sus pecados] y mediante el poder del Espíritu Santo recíbalo como el Señor y Salvador de su alma. La Palabra de Dios dice que Jesucristo “A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad [poder] de ser hechos hijos de Dios” Juan 1:11-12. 2. Ahora que has entendido que es el nuevo nacimiento es tiempo de que le invoques para que esto se haga una realidad espiritual en tu corazón. Clama a El en oración allí mismo donde estas porque Su Palabra dice: “Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos: que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación…porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo” Romanos 10:8-10,13 Queremos orar por ti. Si recibiste a Jesucristo como el Salvador y Señor de tu vida o si tienes preguntas y quieres regístrate gratis a Palabra Bíblica oprime aquí. Que Dios te bendiga Carlos Téllez Jesús dijo: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga” Mateo 11:28-30 ** Eres creyente y conoces a alguien que esta en problemas. Ora por esa persona, imprime este mensaje y envíaselo porque tú también puedes ser el vehículo para que otra persona reciba a Cristo. Amén. Para escuchar mensajes en audio o ver videos del Instituto de Estudios Bíblicos visita nuestra página del Internet: www.palabrabiblica.org. 2