Quito, 17 de abril del 2015 COMUNICADO COMITÉ EMPRESARIAL ECUATORIANO ASUNTO: LEY DE JUSTICIA LABORAL Queremos compartir la preocupación de amplios sectores de la sociedad por la aprobación por parte de la Asamblea Nacional del denominado proyecto de Ley de Justicia Laboral, por sus implicaciones tanto en el régimen de seguridad social como en el mercado laboral. El haber dejado sin efecto el aporte obligatorio del 40 por ciento para las pensiones jubilares por parte del Estado ecuatoriano, compromete el patrimonio del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, IESS y, más aún, la garantía de esta prestación en el futuro mediato. Debe entenderse la medida en el contexto de la crisis fiscal, derivada del modelo de gasto público intensivo, que empieza a pasar la factura a distintos sectores de la sociedad. En esta ocasión el turno ha correspondido a millones de trabajadores activos y jubilados, que miran con incertidumbre su porvenir. De acuerdo con declaraciones del ex presidente del Consejo Directivo del IESS y ex ministro de Estado, Ramiro González, la suspensión de este aporte, que ahora resultaría discrecional, no obligatorio, significaría recortar en 20 años el horizonte actual de cumplimiento de las pensiones jubilares. La política de universalización de la seguridad social con la inclusión de las amas de casa parece correcta, pero preocupa incrementar en cerca del 50 por ciento el total de la masa de afiliados sin disponer de estudios técnicos y actuariales, que aseguren el adecuado financiamiento de esta nueva carga. Más aún, si por medio de la mencionada Ley, las obligaciones multimillonarias que mantiene el Estado con el IESS terminan siendo desconocidas. Encontramos como un contrasentido que se elimine la obligatoriedad del 40 por ciento de aportación al IESS, mientras se sostiene la contribución estatal a los institutos de seguridad social de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional. Cuesta comprender esta discriminación. Respecto a las reformas laborales, reiterar que estas fueron impulsadas por el régimen sin ningún tipo de concertación con los sectores sindical y empresarial, según lo disponen expresos compromisos internacionales. El resultado es una normativa dispersa que en nada contribuye al objetivo de política pública de dinamizar el mercado laboral, a fin de brindar oportunidades de trabajo digno a los ecuatorianos y principalmente a los jóvenes. La virtual eliminación del contrato a plazo fijo, bajo la falsa alegación de precarización laboral, no hace sino generar una rigidez adicional a los procesos de contratación y períodos de prueba normales, que son de aplicación internacional. Av. Amazonas y República, Edif. Las Cámaras, piso 8. Quito. www.cee.org.ec La regulación de “brechas salariales” que queda como potestad facultativa del ministerio del Trabajo, significa afectar la libertad de contratación y fijación de remuneraciones de acuerdo a las condiciones del mercado. Consideramos que es una medida que contraviene el discurso oficial del impulso a la Economía del Conocimiento y del fomento de inversiones para el Cambio de la Matriz Productiva. La nueva figura del “despido ineficaz” tiende a generar un factor innecesario de conflicto, en un espacio de las relaciones obrero-patronales que ha desarrollado un régimen de protección a dirigentes sindicales y mujeres embarazadas, que de antemano ha sido muy riguroso. El techo a la participación de los empleados en las utilidades de las empresas implica una vulneración al principio constitucional de la intangibilidad de los derechos de los trabajadores. Compromete ingresos de sectores de clase media y baja, que dentro de los respectivos presupuestos familiares estaban destinados a atender necesidades de educación, salud y vivienda. Son recursos que serán destinados al gasto público en desmedro de legítimo derecho de consumo de miles de ecuatorianos. Por lo demás, en el segundo debate de la Ley se incluyó a último hora la obligación de pagar una bonificación de desahucio por la terminación del vínculo laboral aun cuando ésta sea de mutuo acuerdo, generando una situación de inequidad para el empleador. Lo sucedido con el desarrollo de ambos temas, obliga a repensar la forma como los actores políticos construyen la política pública, sin favorecer el ambiente de diálogo e inclusión necesarios para ejecutar una visión sostenible en el largo plazo en función del interés general. Henry Kronfle Khozaya Roberto Aspiazu Estrada Presidente CEE Director Ejecutivo CEE Av. Amazonas y República, Edif. Las Cámaras, piso 8. Quito. www.cee.org.ec