DE LA CULTURA A LAS MULTICULTURAS María Teresa Castrillón Alzate 2010 maria.castrillonal@amigo.edu.co Este texto es una reflexión sobre la construcción de cultura en la sociedad, parte de los elementos más simples que elaboran los sujetos y se amplía hasta acercarse a la cultura y lo multicultural como producto de los grupos humanos. Para iniciar preguntémonos ¿cómo se construye la cultura? Podemos decir que todo individuo tiene al nacer además de la posibilidad de existir una oportunidad de acercamiento al mundo que le rodea a través de sus sentidos, son estos los que le permiten absorber del mundo toda la información para elaborar las ideas, imaginarios, creencias y conceptos que harán parte de la cultura. Cada individuo percibe, a través de los sentidos: los sonidos, los olores, las texturas, las imagines, los movimientos entre otros, estos se almacenan como estímulos en su cerebro y son reenviados nuevamente al exterior como respuestas expresadas en comportamientos y conductas a través del lenguaje, para ser comunicadas a otro u otros, quienes se convierten en receptores del mensaje de ese individuo inicialmente. La repetición que hace este ejercicio de estímulo-respuesta, generada en el individuo a través de los sentidos y observada en conductas y comportamientos por los otros, da origen a lo que llamaremos hábitos, ocasionado una forma de intercambio del sujeto con el medio, posibilitando reacciones de estos observadores que están en el contexto. Allí sucede un fenómeno de interacción y participación en el grupo, ocasionando influencia y respuestas que harán parte de las costumbres como un conjunto de hábitos que permanecen en el tiempo, o entendida también como un modo habitual de conducirse las personas que generando unas prácticas muy usadas van adquiriendo fuerza de precepto. Estas fuerzas son aceptadas o rechazadas por los grupos sociales y son los juicios positivos o negativos que se hacen de estas, las que determinan los valores sociales, culturales, religiosos entre otros, que adquiere una sociedad o un grupo en particular. Las manifestaciones permanentes de unos comportamientos, la aceptación y multiplicación de los mismos en varios miembros de un grupo social y el reconocimiento o juicio que se hace sobre ellos van dando origen a lo que socialmente se valora y se hace necesario en una cultura, la aparición de la norma, entendida como la regla que se debe seguir o a la que se deben ajustar las conductas, tareas, actividades etc. Las normas sirven de punto de referencia para la convivencia e interacción de los miembros de una sociedad y son básicos en el desarrollo de la cultura porque permiten la inclusión o exclusión de los miembros, fortaleciendo el surgimiento de las normas que se universalizan, globalizan hasta convertirse en los principios universales únicos para poblaciones en el mundo. Los principios son universales, no cambian y convocan pueblos, países y continentes, ampliando la cosmovisión de las personas, los grupos y las sociedades en general. Finalmente, el conjunto de hábitos, costumbres, creencias, valores, normas, hacen lo que llamamos la cultura, porque son estos elementos unidos, en las vivencias de un grupo humano y coexistiendo en un tiempo no determinado lo que suscita experiencias que se transmiten de generación en generación haciendo que permanezca indefinidamente. Pero ¿Qué sucede con los sujetos que se no se vinculan a procesos de construcción colectiva que conforman la cultura? ¿Acaso o tienen cultura? Realmente no podemos decir que no tienen cultura, sencillamente son un grupo social minoritario que presenta características diferenciadoras respecto al sistema cultural mayoritario llamado subcultura, conformando una cosmovisión, unas costumbres, una ideología, unas normas y formas de convivencia y de existencia diferentes a las establecidas en el contexto donde coexisten. Las subculturas pueden ser producto de la exclusión de la cultura donde participan las mayorías o puede ser un fenómeno de identificación que elige la separación de ese grupo mayor para encontrar la ideología, costumbres, valores propios que les ofrezca un reconocimiento particular. ¿Qué es el multiculturalismo? El multiculturalismo es un fenómeno social contrario a las subculturas, consistente en la coexistencia simultanea de varias culturas en un mismo territorio y en un tiempo común. Lo multicultural se observa entre grupos humanos de una nación, o país que aunque tienen un régimen político común y unas condiciones socioeconómicas similares, posee unas costumbres, creencias, valores, hábitos, tareas, actividades, formas de vida acordes a otras variables como el clima, la ubicación territorial o las historia de vida diferentes que las enmarca en cosmovisiones distintas pero que se reconocen como miembros participes de una realidad mayoritaria que los alberga. Las múltiples culturas permiten el enriquecimiento de un país o nación y se convierte en una riqueza cultural significativa para los pueblos, en la medida que aporta a la identidad, pero también reafirma la diferencia, haciendo valiosa la participación democrática, el surgimiento de costumbres propias que hacen procesos identitarios significativos y generando una valoración cultural en los países y en el mundo entero. Colombia es un país de múltiples culturas que retoman su origen como punto de partida para hacerse visible en un contexto que tiende hacia la globalización y a la unificación de los pueblos, producto del manejo económico y al intercambio de mercados, además de la influencia y necesidad de poder de las grandes potencias mundiales. Construir y conservar la cultura de un pueblo es tarea permanente de sus habitantes y de la sociedad que la conforma, exige una conciencia real sobre el asunto y un entendimiento de la importancia que esto tiene en la generación de desarrollo y en la defensa de los derechos de las personas que aspiran a sus libertades y derechos fundamentales conservando una identidad y una nacionalidad que los une.