Derechos humanos en Cuba, una seguridad para todos La Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH) es un documento adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en su Resolución 217 A (III), el 10 de diciembre de 1948 en París, que recoge en sus 30 artículos los derechos humanos considerados básicos. Cuba es signataria de dicha Declaración de la ONU y es miembro fundador del Consejo de Derechos Humanos de la organización mundial. Los cubanos y buena parte del mundo conocen que por más de medio siglo, nuestra Isla y su Revolución han sido acusadas por los sucesivos gobiernos de los Estados Unidos de violar los Derechos Humanos. Eso sin reparo de las múltiples violaciones, que las administraciones norteamericanas, realiza en todo el mundo, e incluso en su propio territorio, contra sus propios ciudadanos. Sin embargo existen diversas organizaciones que reconocen logros de la Revolución cubana en esta materia. Durante el Congreso de Derechos Humanos de las Naciones Unidas celebrado en junio del 2009, se reconoció el triunfo del Gobierno cubano en el tema y la mayoría de los países y muchas organizaciones no gubernamentales (ONG) que intervinieron reconocieron los buenos resultados alcanzados. Cuba además se destaca en el cumplimiento de los derechos económicos, sociales y culturales, en el área de la salud y la educación. Recordar que el país fue el primero en América Latina en declarase libre de analfabetismo y en la actualidad ha contribuido a la eliminación de este flagelo en Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Ecuador y otros países; incluyendo acciones en territorios mexicanos y español entre otros. Cuba posee la tasa de mortalidad infantil más baja de América, por debajo de Estados Unidos y Canadá, y es el único país de América Latina según UNICEF sin desnutrición infantil, la isla además tiene uno de los mejores Índice de Desarrollo Humano IDH de la región, al nivel de naciones como Chile o Argentina y por encima de México. El desempeño ambiental de Cuba está entre los 10 mejores del mundo, siendo solo comparable con países altamente desarrollados. Nuestra organización MES es testigo fiel del cumplimiento de unos de los Derechos Humanos fundamentales, en cuanto a su encargo social se refiere, y es al referido en el artículo 26 de la Declaración Universal, el que declara “Toda persona tiene derecho a la educación. La educación debe ser gratuita, al menos en lo concerniente a la instrucción elemental y fundamental. La instrucción elemental será obligatoria [...]” El sistema de universidades heredado del capitalismo en Cuba se ha multiplicado en varias veces, de tres universidades y 15 000 graduados universitarios en 1959, el número de centros se eleva actualmente a 65 y los graduados alcanzan la cifra de un millón. Esto ha sido el resultado de la apertura de las universidades para todos los sectores de la población, garantizando pleno acceso y equidad. Nunca existió en ninguna parte una verdadera igualdad de oportunidades y posibilidades. La Revolución cubana aplica desde sus orígenes el principio de su Héroe Nacional, José Martí, de que "ser culto es el único modo de ser libre". La educación en la mayor de las Antillas está garantizada para todos por igual, donde todos tienen idénticas posibilidades reales de escalar en los niveles de enseñanza hasta las universidades y luego tener asegurado el empleo para el cual estudió. Mientras que en el mundo universitario en general y el latinoamericano en particular, se incrementa la cantidad de universidades privadas con altos costos de las matrículas, elevados precios de los libros y otros gastos adicionales de los estudiantes universitarios, que de hecho se convierte en una restricción y exclusión de la vida estudiantil universitaria, en Cuba se mantiene una educación universitaria totalmente gratuita, también es gratuito el alojamiento donde duermen todos los becados, la alimentación y los libros para estudiar en todas las carreras universitarias El sistema de educación superior cubano está en constante perfeccionamiento que va desde el momento de la reforma universitaria, atravesando por diferentes etapas, ganando en espacio, llegando a los territorios con la creación de los Centros Universitarios Municipales, para de esta forma contribuir aun más al desarrollo local de las diferentes regiones del país y garantizar una educación universitaria con alto nivel de pertinencia, aplicando la ciencia y tecnología a la producción y los servicios y la defensa de la soberanía nacional. Desde el inicio de la Revolución, se desarrolló la campaña que libró al país para erradicar el analfabetismo en 1961, y por más de 40 años se ha extendido y consolidado un sistema educacional de los mejores del mundo. El Estado cubano, ha creado las condiciones materiales y el talento humano para garantizar una educación de calidad para todos, de cobertura universal y gratuita en todos los niveles de enseñanza, con independencia de género, color de la piel, ingreso familiar, religión, opiniones o ideas políticas del educando o sus familiares. Muchos obstáculos ha tenido que enfrentar la Revolución cubana en la construcción de la sociedad de nuevo tipo que se propone; la política de hostilidad, bloqueo y agresiones de sucesivos gobiernos de Estados Unidos contra Cuba, ha constituido un grave obstáculo al pleno disfrute de los derechos humanos y las libertades fundamentales de cubanas y cubanos, incluidos sus derechos a la vida, la educación y salud, la paz, la libre determinación y al desarrollo. Esa política inhumana viola varios de los más elementales derechos del pueblo cubano. Cuba se levanta sobre las condiciones de subdesarrollo heredadas de un pasado colonial y neocolonial, del férreo bloqueo y de un orden económico internacional injusto y desigual en el que se ha visto obligada a insertarse. En este contexto el pueblo cubano ha podido avanzar significativamente y sigue profundizando hoy sus transformaciones revolucionarias, en pos de una sociedad cada vez más justa, libre, equitativa, democrática, solidaria y participativa. Existe una amplia y activa sociedad civil que permite a los cubanos participar de modo efectivo y sistemático en los procesos de adopción de decisiones, no sólo en el ámbito político y electoral, sino, también en las esferas económica, social y cultural. Los cubanos tenemos argumentos para pensar que nuestros derechos merecen atención, especialmente los derechos humanos. El tema debe ser dado a conocer con más amplitud en todo el mundo.